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TRANSFORMACIÓN DIGITAL
“El sistema sanitario actual no responde a la necesidad de contar con una sanidad orientada al paciente y no cubre las expectativas de estrategia y transformación digital“. Así lo ha asegurado Juan Abarca, presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), durante la apertura del tercer foro IDIálogoS de 2021 para una Mejor Sanidad. Esta jornada da continuidad al ciclo iniciado en febrero para profundizar, de la mano de grandes expertos, en los 10 principios del “Manifiesto por una mejor Sanidad” impulsado desde la Fundación IDIS. En esta ocasión, el encuentro se ha centrado en dos de sus principios: la sanidad enfocada al paciente y la transformación digital del sistema. El tercer IDIálogoS se ha centrado en dos principios del Manifiesto IDIS: la sanidad enfocada al paciente y la transformación digital del sistema
El presidente de la Fundación IDIS considera que “es imprescindible que las asociaciones de pacientes tengan una responsabilidad y participación mucho más activa en todas las instituciones“. Además, indica que es primordial llevar a cabo una transformación digital en el sector salud. Para ello, apuesta por “desarrollar planes estratégicos asentados en las tecnologías de la información y la comunicación y en la medicina personalizada de precisión”. Según el informe “Sanidad en España: Encuesta de percepción“, realizado por Sigma Dos para la entidad, el 85,6% de los españoles considera necesario o muy necesario la participación de los representantes de los pacientes en las decisiones que puedan afectar a la asistencia. Además, el 95,7% cree que es esencial incorporar las últimas innovaciones tecnológicas y digitales en todos los procesos de asistencia y atención a los pacientes. En este sentido, Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS, ha señalado que estos dos atributos están íntimamente relacionados. “Es imprescindible abordarlos en su integridad como elemento clave para garantizar los mejores índices de salud, bienestar y calidad de vida”. Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) y Julián Isla, ingeniero en Microsoft España y representante de los pacientes en el comité para los medicamentos huérfanos de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), han debatido sobre la importancia de priorizar y escuchar los problemas de los pacientes. También han reflexionado sobre la necesidad de contar con una sanidad digitalizada y tecnológica en la que “humanización y tecnología se den la mano“. La presidenta de la POP ha recalcado que la participación de los pacientes es muy necesaria, ya que aporta transparencia y veracidad a la ciudadanía. “Tenemos una vía de formación para que nuestras entidades conozcan las tendencias en innovación. Buscamos crear la inquietud de que donde no estamos no se nos tiene en cuenta“. Para Julián Isla, la representación de los pacientes y su incorporación en la toma de decisiones es algo que debería aplicarse en los organismos decisores. También se ha puesto de manifiesto la necesidad de reclamar “la soberanía del dato” del paciente, darle voz y contar con él como un agente más del sistema.
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El papel protagonista del paciente claves para la mejora del
Respecto a los resultados sanitarios y de salud, han subrayado la importancia de homogeneizar los indicares en salud para facilitar la elección informada del paciente. “Tiene que haber un liderazgo de medición e indicadores de los datos para que podamos compararnos por comunidades autónomas“, ha comentado Carina Escobar. “¿Cómo calculan los indicadores de calidad de los hospitales si nunca preguntan al paciente cómo le ha ido?“, ha reflexionado Julián Isla.
Para Carina Escobar hay que medir la globalidad de los servicios teniendo en cuenta la continuidad asistencial. Asimismo, se ha debatido sobre la necesidad de que el paciente sea corresponsable en la gestión de su propia salud. En concreto, tanto con su médico, como con el nivel correspondiente a los órganos de gestión del sistema, en este caso a través de sus representantes. “Echo en falta la figura del gestor médico, un profesional de referencia para cuidar al paciente y una guía de cómo gestionar las emociones“, ha señalado Julián Isla. Sanidad digitalizada y tecnológica Para introducir el concepto de “sanidad digitalizada y tecnológica”, los expertos han defendido que la tecnología digital debe ir de la mano de los criterios y estándares de humanización en la relación médico-paciente. Ambos han coincidido en que la digitalización es una gran oportunidad, pero tiene que venir acompañada de una innovación en procesos y en cuidados. “Es fundamental que los pacientes estemos presentes en ese proceso de cambio“, ha reclamado la presidenta de la POP. El ingeniero en Microsoft España ha advertido de que la digitalización debe liberar al médico de los procesos administrativos. “El tiempo dedicado al paciente en realidad es un tercio del total de la consulta, según estudios de las sociedades médicas americanas“. Por ello, ha abogado por liberar al médico de tiempo delante del ordenador y que pueda dedicar ese tiempo a “hablar con el paciente, ver cómo está, y cuidar de su salud mental”. Así, ha insistido en que la tecnología debe ayudar a descargar de procesos repetitivos y que aportan poco valor. El objetivo clave de la tecnología en sanidad es la interoperabilidad. Concretamente, para ir hacia un sistema interconectado y debidamente financiado que permita al individuo transitar por el espacio geográfico con sus propios datos de salud. Esto repercutirá también en un desahogo en el consumo de recursos sanitarios. También ayudará en la mejora de los resultados sanitarios cuantitativos y cualitativos relacionados con la experiencia de paciente. En cuanto a las lecciones aprendidas por la pandemia desde el punto de vista de la digitalización, Carina Escobar ha señalado que es necesaria una salud pública más fuerte dotada de información. “Los pacientes necesitamos más apoyo y más fuentes de información fiables en internet por parte de los colegios médicos“. Para Julián Isla la pandemia nos ha puesto ante el problema de la falta de información y buenos datos. “La gente ha muerto y no lo hemos sabido contar, no hay un buen cálculo de cuantas personas han fallecido“.
