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OPINIÓN

Cooperación, sinergias, suma de esfuerzos y multiplicación de voluntades

Rara es la conferencia, jornada o evento de cualquier tipo en el que no se hable de la imprescindible transformación digital, un hecho en el que todos estamos de acuerdo sin duda, una vez que es un buen aliado en la gestión eficiente de la sanidad puesto que las herramientas asociadas a la medicina digital otorgan capacidades y funcionalidades que aportan un valor añadido indiscutible.

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Es este contexto una forma para impulsar y proyectar la cooperación privada-pública en beneficio del paciente es precisamente evitarle duplicidades y redundancias en pruebas diagnósticas a través de impulsar la interoperabilidad entre los diferentes sistemas, de tal forma que el paciente pueda llevar consigo su carpeta o biografía de salud y pueda aportarla al facultativo que corresponda en cada momento.

La interoperabilidad, por otro lado, es una muy buena herramienta para recopilar y procesar datos que, sistematizados, procesados y analizados en profundidad pueden aportar enormes beneficios en cuanto a predictibilidad, personalización y precisión de los tratamientos interpuestos.

La cooperación siempre es bienvenida e imprescindible, máxime teniendo en cuenta la complejidad de los retos que el sistema ha de afrontar ya en el presente y por supuesto en el futuro ante una demanda asistencial que no cesa, que se incrementa y que por otro lado precisa de unos resultados sanitarios y de salud acordes con la evidencia científica, farmacéutica, biofarmacéutica y biotecnológica en constante evolución y que avanza además a pasos agigantados.

En este sentido, las tecnologías digitales relacionadas “Smart Health”, “Health Evidence” y “Privacy and Security” suponen un paso de gigante para la medicina personalizada de precisión 2.0. En el caso de la Salud Inteligente a través de aspectos tan importantes como el reclutamiento de pacientes, la monitorización ubicua, la atención no presencial o las pruebas remotas, entre otros.

Por su parte, el proyecto Harmony (https://www. harmony-alliance.eu/), uno de los mayores proyectos del programa BD4BO (Big Data for Better Outcomes) del programa IMI2 auspiciado por la Unión Europea y la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (EFPIA), en el que España tiene un papel muy relevante, es un ejemplo de colaboración público-privada en el ámbito de la oncohematología con 53 socios de 11 países europeos cuyos resultados se traducirán en un acortamiento de los plazos de la investigación y desarrollo de nuevos fármacos innovadores y permitirá un acceso más temprano a los mismos por parte de los pacientes; un buen ejemplo de establecimiento de sinergias y complementariedades.

En este contexto, otras iniciativas colaborativas europeas como el proyecto eTransfe o el proyecto Rainbow, tratan de aplicar soluciones de investigación multidisciplinares para mejorar las oportunidades terapéuticas y el pronóstico de enfermedades no resueltas definitivamente hasta el momento, y constituyen una mano amiga que sin duda nos ofrece la medicina y la farmacia estrechamente vinculadas a la tecnología.

Dr. Fernando Mugarza

Director de desarrollo corporativo y comunicación (Fundación IDIS) Socio Fundador del Grupo Soluciones de Comunicación y Reputación SC&R y del Communication Experience Institute (CEI) Presidente del Instituto ProPatiens Profesor de Ética de la Universidad Pontificia de Comillas (ICAI-ICADE) Ex-presidente y Miembro de Honor de Forética

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