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Día del Patrimonio, Chillán | Mayo 2014
INDICE
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Saludo del Alcalde Sergio Zarzar
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Patrimonio Vivo
LOS PROTAGONISTAS 2014
8 Alfareras 10 Cocineras 12 Cecineros 14 Floristas 16 Rayueleros 18 Talabarteros 20 Moteras 22 Poetas 24 Cantoras 26 Pintores 28 Feriantes 30 Chicheros
ACTIVIDADES DIA DEL PATRIMONIO 2014
34 Plano general 35 Actividades 36 Auspiciadores y Colaboradores 37 Agradecimientos 38 Créditos
GUÍA DE ACTIVIDADES
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Bienvenida
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GUÍA DE ACTIVIDADES
Día del Patrimonio, Chillán | Mayo 2014
Vecinos y vecinas de Chillán: Cada último domingo de mayo se celebra el Día del Patrimonio a nivel nacional, pero nosotros, hemos sido ambiciosos y el año pasado debutamos con el Mes del Patrimonio. Tal fue el éxito de la actividad que este año no podíamos hacer otra cosa que repetir y mejorar esta fiesta ciudadana. En un intento por descentralizar esta actividad hemos celebrado cada domingo en un barrio distinto. Los vecinos de Ultraestación, Santa Elvira y Quinchamalí han puesto en valor todos aquellos valores, costumbres, oficios y tradiciones que consideran parte de su patrimonio y que quieren seguir transmitiendo a las nuevas generaciones. En esa misma lógica este año, la celebración no se centra en los edificios ni en la infraestructura que nos define como ciudad en lo arquitectónico y urbano. Este 2014 hemos querido “celebrar nuestra herencia viva”, esa que late día a día y que le entrega sentido al cemento. Por eso, si el 2013 conocimos ocho edificios representativos de la arquitectura moderna, este año es el turno de vivir oficios. Durante la presente podrás conocer a 12 cultores y experimentar parte de su vida. La invitación es a participar de esta jornada, pero también a rescatar aquellos oficios, tradiciones y costumbres que son parte de nuestra identidad chillaneja y que no queremos dejar en el olvido. La lista no se agota en esta guía. Sergio Zarzar Andonie Alcalde de Chillán
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Patrimonio Vivo
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ntre los seres vivos que se conocen, los únicos que heredan conocimientos y prácticas de sus antecesores son los humanos, porque tienen memoria que permite transmitir los saberes de las generaciones anteriores.
Con esa herencia, unos avanzan hacia la ciencia y la tecnología y otros se conservan en la sobrevivencia; estos son los “sabios” de la cultura popular; son los que se las ingenian para calmar al “maldito vientre”, como llamaba Homero a esa necesidad de comer para vivir. Procurar comida fue el primer oficio doméstico, luego vino el vestido con hilados, tejidos y calzados, la búsqueda de remedios dio origen a yerbateros, hueseros, parteras. Más adelante los primeros instrumentos musicales, la escultura, la pintura. Los oficios se fueron perfilando y en ellos unos cuantos hombres y mujeres alcanzaron admirable maestría, tanta, que al industrializarse sus productos, sobreviven como joyas que debemos conservar y valorar. La industria ofrece la multiplicación de los panes y bajos costos, pero difícilmente puede ofrecer los frutos de esas manos de oro que convierten el barro, la madera o el cuero en piezas que huelen y saben como manjares de los dioses. En el Mercado de Chillán y en otros rincones están disponibles para apreciarlos con ojos grandes, esos que ven lo que la docta ignorancia no ve. En estos oficios radica el patrimonio vivo de la cultura popular a cuya conservación y valoración apunta nuestro empeño que quisiéramos compartir con usted. Alejandro Witker Doctor en Historia Director Taller de Cultura Regional Universidad del Bío-Bío
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> ALFARERAS 8
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esde las tierras chillanejas, mirando hacia la costa, refulgen bellas y negras figuras en la cartografía del arte popular chileno. Creación levantada por manos femeninas, en la cerámica de Quinchamalí habita la historia del mestizaje y de la industriosa fuerza de las mujeres que la han modelado. Del viejo gesto alfarero de las mapuches con su loza utilitaria a la configuración de un universo de representaciones antropomorfas y zoomorfas, las loceras quinchamalianas han retratado la cultura campesina y el devenir de la historia regional y local desde el barro y la memoria.
Depositarias de los saberes de la cochura, de la forma moldeada a mano, de las incisiones y pulidos, de los cuidados que hay que prodigar a cada figura, los linajes femeninos de Quinchamalí han ido transmitiendo trasngeneracionalmente los conocimientos que hacen posible conocer estilos y especializaciones. Todavía podemos escuchar las enseñanzas que Práxedes Caro daba a su nieta para componer la loza; los sueños de Clarita Alarcón que protegían su alfarería y también anunciaban presagios; el orgullo que sentía Silvia Alarcón por las guitarreras de su abuela, o las risas de Riola Castro ante su “huaso meando”. Esas voces como en sordina están presentes en las nuevas y antiguas manos que se esfuerzan por traernos una y otra vez un deseo de permanencia y de creación. La loza negra de Quinchamalí conforma un acervo que muestra lo más profundo de las identidades chilenas y sus resistencias a desaparecer en medio del tráfago de la producción en serie y globalizada; la artesana sabedora del valor de su arte y, sobre todo, consciente de la belleza de la greda y sus movimientos de agua y fuego, crea y recrea las lozas que servirán para la reproducción doméstica, pero sobre todo para que su lenguaje femenino heredado y preciado siga hablándose en la gramática de su arte inagotable. Sonia Montecino Aguirre Doctora en Antropología Vicerrectora de Extensión Universidad de Chile
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> COCINERAS
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a sabiduría popular ha definido a los seres humanos como “los únicos que respiramos (vivimos) por el intestino grueso: “por lo mismo, transitar por el mercado de Chillán es aspirar aromas de longanizas con papas cocidas, cazuelas de pavas o porotos con riendas y jugosas plateadas, provocando estragos en las glándulas gustativas de cada mortal.
Las maravillas culinarias ñublenses sacadas de las deleitosas ollas de las cocinerías del mercado de Chillán, generan la sensación de penetrar en el mismo festín celestial, circundado de ángeles, arcángeles y querubines. Gracias al prestigio alcanzado por las epopéyicas cocinerías, sus ollas, cucharones, pebre, pan amasado y otras exquisiteces ofertadas a diario, bien habrían merecido una “oda nerudiana”, no bastando los escritos sibaríticos de Pablo de Rokha, Antonio Acevedo Hernández, o Tito Castillo, luego de haberse hartado en las viejas cocinerías de la recova, soñando haber estado en el mismísimo Templo de Jerusalén, en los tiempos bíblicos. Marco Aurelio Reyes Coca Historiador Decano Facultad de Educación y Humanidades Universidad del Bío-Bío
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> CECINEROS
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a tradición cecinera de Chillán ha sido constantemente una deuda historiográfica. Pero más allá de la necesidad –absolutamente válida- de reconocer los orígenes de esta práctica, resulta también interesante vincular la elaboración del producto más reconocido de la zona, la longaniza, a ciertas prácticas culturales que asocian por antonomasia a este embutido con la ciudad de Chillán. Inscrito en el imaginario de los productos alimenticios chilenos se encuentra nuestra longaniza, así como también el lugar donde se expende: el Mercado techado de la ciudad. Este espacio de comercio, entrega una panorámica muy particular del embutido, que refleja en parte la condición agroindustrial de Chillán. Y es que en Chillán se puede verificar una verdadera Revolución Industrial de la longaniza, así como la de Europa, pero a una escala local y con su producto estrella. Desde los productores de cerdo hasta los vendedores del mercado, todos son partícipes de un proceso económico-cultural que entrega identidad visual y gastronómica a la ciudad. Desde su más que seguro origen colonial, hasta llegar a su consolidación como producto identitario de la zona, la longaniza mueve una economía que caracteriza a la ciudad, siendo una práctica local que al contrario de que lo que suele ocurrir con la mayoría de ellas, ha sobrevivido a la globalización, robusteciendo su condición de producto típico. Premios en el extranjero, marcas mundiales, analogías con una de las mejores selecciones de la historia del fútbol mundial, extienden la mediatización de la longaniza hacia otras dimensiones fuera de lo culinario, convirtiéndola en fenómeno cultural global, una tradición que sin perder lo vernáculo, ha sabido adaptarse a los tiempos. Características que aseguran larga vida a la longaniza de Chillán. Rodrigo Vera Manríquez Académico Facultad Arquitectura y Urbanismo Universidad de Chile
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> Floristas
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in duda alguna el Mercado de Chillán, con su mercado techado, la Plazuela y Feria Libre corresponden no sólo a un ícono de la ciudad, y a un sitio patrimonial vivo, representa su corazón palpitante y dinámico de cada día. El paso del tiempo puede ir cambiando el rostro de este mercado nuestro, pero sigue siendo el nudo de nuestra identidad. Colores, aromas, multiplicidad en su oferta diaria lo hacen irrepetible e inolvidable.
En el centro de la Plazuela Sargento Aldea se ubican las floristas, corresponde a su sitio natural. Llegan cada mañana, desde hace incontables años, con su cargamento perfumado para ofrecer las flores que adornarán la casa, o constituirán un gesto de amor o de conquista, o el tributo-consuelo en la hora de la muerte. Los almácigos de plantas de jardín, para la huerta, hierbas medicinales y mucho más del mundo vegetal constituye la oferta de estas floristas del Mercado de Chillán. Muchas de ellas vienen de larga tradición en este oficio. Han sido retratadas por fotógrafos, algunos tan extraordinarios como el dibujante a la pluma Carlos Dorlhiac. Los pintores también han atrapado su colorido en sus telas (Baltazar Hernández, Benjamín Escalona, Luis Guzmán entre otros). Las floristas del Mercado de Chillán constituyen una tradición, un orgullo para la ciudad. Patricia Orellana Cea Periodista Diario La Discusión de Chillán
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> RAYUELEROS
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l juego de la rayuela o que también conocemos como tejo es un juego típico tanto en las zonas rurales y urbanas de nuestro país y, que aquí en Chile se practica desde la época de la Colonia y que consiste en lanzar dos tejos por jugador a una raya o lianza. El tejo debe, en lo posible, quedar sobre o lo más próximo a ella, premiando con puntos a quien lo logre. La distancia de tiro puede ser variada y se pacta entre los competidores. Se puede jugar, tanto individualmente como en parejas.
Se considera como su lugar de origen al mediterráneo, estimándose que apareció en el mundo cuatro siglos antes de Cristo y tenía carácter adivinatorio. A Chile llegó con los conquistadores y se jugaba al interior de los cuarteles, y fue adoptado por mundo civil, logrando gran popularidad entre la población, popularidad que se mantiene hasta el día de hoy, favoreciéndole el no ser prohibido por Bernardo O’Higgins, como ocurrió con las riñas de gallos. Entre los años ‘50 y ‘70, era muy popular en los jóvenes, quienes lo jugaban, principalmente los fines de semana, tanto al aire libre o bajo techo, quienes remplazaban los tejos, con monedas. A pesar de que se dice que su origen está en el mediterráneo, a la llegada de los conquistadores, el pueblo mapuche, practicaba el «tecum», que consistía en hacer una raya en el suelo y lanzar pequeñas piedras de colores, para diferenciar cual era de cada jugador, piedras que debían quedar lo más próximo a la raya. La Rayuela, fue declarada como «Deporte Nacional» a través del Decreto con Fuerza de Ley N° 761 del 28 de Junio de 1948 y se reconoció a la Federación de Rayuela de Chile en el año 1960, siendo el 19 de Julio el «Día del Rayuelero». Edgardo Mundaca Director Programa “Nuestros Cultores Populares” Radio El Sembrador de Chillán
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> TALABARTEROS
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a talabartería, oficio heredado desde la colonia, permanece hasta hoy con la utilización de la montura, aperos y arneses como complemento en el uso del caballo; porque, como señalaba don Baltazar Hernández, la Región vivía única y exclusivamente de la agricultura y como único medio de locomoción se contaba con el caballo y carruajes tirados por este gran amigo del hombre, en efecto, esta instancia contribuyó a que en nuestra ciudad existiesen numerosos talleres talabarteros.
En mi juventud tuve la oportunidad de conocer a alguno de ellos: a don Temistocles Gutiérrez y a don Ramón Riquelme, entre otros cultores de este oficio que, en esa época, habían alcanzado ya un reconocimiento entre turistas y hacendados provenientes de Argentina, Perú, Estados Unidos, Canadá y España. Hacia el año 1960, el prestigio obtenido por la talabartería Isla con sus monturas elaboradas por tradición familiar -en su local de la Avenida Libertad número 281- permitió que se produjera un hecho inédito en este ámbito: el presidente Eduardo Frei Montalva, el año 1968, le encargó a don Amador Isla, el padre de familia, una montura para obsequiarla a la Reina Isabel de Inglaterra durante su visita a Chile. En la actualidad este oficio talabartero ha visto disminuida su demanda debido al menor uso del caballo. Por fortuna, los deportes criollos como el rodeo, carreras y movimientos en rienda, conservados por las agrupaciones de huasos, han impedido que desaparezca. Deseo describir una experiencia que me llenó de orgullo. Desde Bruselas, ciudad en la cual exponía mis acuarelas, viajé a París para conocer el Museo del Hombre, espacio que alberga lo más representativo de la antropología cultural del mundo. Iniciando el recorrido, subiendo la escala que me llevaba al espacio de la exposición, estaban exhibiéndose las monturas provenientes de diferentes países y a un costado de ellas, una exposición de fotografías de gran tamaño. Es ahí cuando me encuentro con el retrato de don Amador Isla, ubicado junto a los más connotados artesanos del planeta. Este hecho me permitió apreciar como un chillanejo se encontraba entre los más grandes artesanos del continente. Luis Guzmán Molina Pintor Acuarelista Premio Regional de Arte 2013 Académico Universidad del Bio-Bio
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> MOTERAS
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os lugares no sólo están compuestos por personas y relatos, sino también por sabores. Y en Chillán, además de las icónicas longanizas y los multicolores frutos y verduras que ofrece la feria local, resulta emblemático el vaso de mote con huesillo ofrecido por las Moteras.
Aunque su instalación original surge en los alrededores de la Feria de Chillán, el lugar más conocido, como conjunto de puestos que ofrecen el brebaje, fue el sector de Avda. O’Higgins, donde estuvieron instaladas por décadas. Allí no sólo ofrecieron a consumidores locales su especialidad, sino que de modo muy significativo a los veraneantes que, en el trayecto de ida o de regreso al sur del país, encontraron en el refrescante vaso de mote con huesillo el mejor testimonio de encontrarse ya en la histórica ciudad, haciendo de los puestos una parada ideal del viaje de verano. Hoy, tras la intervención de la Avda. O’Higgins, las moteras se han instalado no muy lejos de allí, en la calle Arturo Prat, al costado de la Plaza Victoria, buscando generar una nueva tradición en ese entorno. El mote con huesillo es una bebida no alcohólica típicamente chilena, que se sirve en todo país, pero que en Chillán adquiere características especiales por la tradición que le imprimen las Moteras. Los locales se instalan desde el mes septiembre –saludando la llegada de la primavera y las fiestas patrias– y se retiran con el término del verano, siendo la temporada de mejor venta la que transcurre entre los meses de noviembre y febrero, cuando se concentran las altas temperaturas y se hace apetecible la bebida para combatir el calor. Así el mote con huesillo es uno de nuestros sabores, y el oficio de su preparación, como el ritual de consumirlo en uno de los tradicionales locales de Chillán, una de esas costumbres que crea identidad. Jorge Díaz Arroyo Lic. en historia Director de Ediciones Investigación, Cultura y Patrimonio
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> POETAS
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l antecedente fundacional de la poesía en nuestra provincia está en el libro “Cautiverio Feliz” de Francisco Pineda y Bascuñán (1629) y en la escuela San Buena Ventura (otrora, Colegio de Los Naturales [1756]) lugar al que arribaron hijos de Caciques a Chillán para recibir sus primeras instrucciones. No obstante, en las zonas rurales, aún permanecen valorizadas las palabras entregadas de modo presencial, confluctuando la secuencialidad del texto escrito, característica primordial de dicho registro. De este modo tenemos dos esferas de comunicación; por un lado la enseñanza formal y aquella sabiduría natural de nuestros ancestros, siendo valorada más en la escena pública la técnica de la escritura para la construcción de nación, lo que no impidió el préstamo del mapudungun traído por los jóvenes Mapuche a Ñuble. El segundo antecedente para la discusión, lo encontramos en las escuelas “Criollista” y “Modernista”, presentes en este valle.
Considerando esta diferencia podemos realizar el diagnóstico e inventario de poetas y/o cultores nacidos o residentes en la faja descrita. Los primeros actores están en las voces líricas de Benjamín Velasco Reyes, Edilberto Domarchi, Vicente Aciares, Nicanor Parra, Sergio Hernández Romero, Gonzalo Rojas Pizarro, Ramón Riquelme Acevedo, Elgar Utreras, Andrés Rodríguez Aranís, Abigail Soto, Alicia Pereda, Ingrid Sepúlveda (et al.) quienes desde el registro escrito y en algunos casos académicos, han posicionado sus obras para la historiografía literaria de nuestra provincia. Paralelamente las voces de Violeta Parra Sandoval, Víctor Jara Martínez, Oscarito Parra, el Guatón Monroy, Los Guatones Leales, Christian Águila y muchos más, los que mediante el registro oral y el uso de la guitarra como herramienta de expresión logran su inscripción en el imaginario local desde lo metaliterario. Invitamos a su búsqueda urgente mediante la investigación de sus discursos abiertos y sus ardores, considerando estas variables, pero cada cual en sus contextos convividos, pletóricos de artesanías. Rodolfo Hlousek Astudillo Escritor Licenciado en Comunicación Magíster © en Lingüística
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> CANTORAS
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l contemplar la figura de greda de la Guitarrera de Quinchamalí, tan bellamente amasada y perfilada por generaciones de manos de artesanas, nuestra memoria nos lleva a recordar a tantas mujeres campesinas que han cultivado el oficio de cantora. Ser cantora significa poner en práctica un “don” otorgado por Dios que se expresa a través del canto y la guitarra. Desde niñas escuchan y observan a sus abuelas, tías, madres u otras cantoras del lugar, guardando en su memoria versos, melodías, afinaciones y diferentes “toquíos”, que posteriormente ponen a disposición de la comunidad. Casamientos, bautizos, novenas, trillas, Fiestas Patrias y santos, son algunos de los momentos en que su canto evidencia un profundo sentido solidario. Es su voz y su guitarra, con un repertorio elegido de acuerdo a las necesidades estéticas y emocionales de los asistentes, la que transforma el espacio cotidiano, permitiendo el vínculo colectivo. La cantora es heredera de un patrimonio que se fundamenta en la experiencia y se transmite por vía de la oralidad. Es la sabiduría del pasado que no requiere de una educación musical formal para mantenerse, atesorarse y actualizarse. La guitarrera de Quinchamalí simboliza en su figura toda la riqueza y el valor de este oficio campesino, que a pesar de la agresión cultural que recibe, se niega a desaparecer. Patricia Chavarría Zemelman Directora Archivo de Cultura Tradicional Artistas del Acero
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> PINTORES
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asta el siglo XVIII la producción de imágenes estaba dirigida a una función y esta función era la de dar forma visual a la verdad. La noción estética del arte cuyo valor sea exivitivo es completamente inexistente hasta la modernidad, en donde una necesidad de producción iconográfica dirigida a una elaboración visual de verdades colectivas que no deben ser olvidadas, es reemplazada por una visión del arte totalmente autónomo desligado de todo contexto religiosocortesano. La pintura en Chillán a reflejado a través de la representación mimética, su comprometida relación con una temática relativa a paisajes, marinas, objetos y personajes; haciendo referencia a su propia realidad en la cual el Pintor se inspiró. Es así como podríamos citar a: Antón Sepúlveda, Gumercindo Oyarzo Vargas, Pacheco Altamirano, Marta Colvin, y los más próximos a nuestra época: Baltasar Hernández, Luis Guzmán Molina, entre otros. El gesto ejercido por la mano, la manipulación del material con sus herramientas habituales, construye inevitablemente el andamiaje con el cual se presenta la imagen pictórica, cada viga por separada de este andamiaje, constituye signo que revela inevitablemente al sujeto ejecutor. Marta Colvin; nuestra escultora, a partir de los años 60 vuelve la mirada al paisaje indoamericano y retoma su relación con los materiales, sobre todo con la piedra y la madera, selecciona lo particular del material y luego los trabaja relacionando los materiales entre sí de manera vertical y horizontal para “presentar” elementos vernaculares de nuestro continente.
Baltazar Hernández Romero: pintor, docente, investigador; acuarelista que desarrolla su investigación en el paisaje, de una mancha amplia controlada y transparente, técnica sobre húmedo y seco modulando la vidimensionalidad del espacio a través de colores complementarios. Nuestra herencia patrimonial en lo que refiere a la pintura hoy en día, no puede ser sino desde una mirada crítica reflexiva; es sustancial comprender que no solo deberíamos cuidar nuestro pasado patrimonial sino también y sobre todo crear las condiciones para mirar el estado presente del arte y sus transformaciones Héctor Sáez Romero Fabrika- Centro de investigación arte y cultura visual
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> FERIANTES
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ay una hermosa cueca del folclor nacional, que tiene larga data, escrita en la década de 1930, que se titula la “Feria de Chillán”. Su autora fue una cantante popular, que recorrió el país de norte a sur con su arte, llamada Elena Carrasco Rodríguez, cuyo nombre artístico era “La Criollita”. En la mencionada pieza musical, cuya música también le pertenece, hace una descripción bellísima y acertada de la tradicional Feria de Chillán. Hace ya muchos años, tuvimos la oportunidad de entrevistarla en su casa de Dichato, ahí nos expresó: “esa cueca la escribí a las cinco de la mañana en el Mercado de Chillán, entre corderos, pavos y gallinas”. He pergeñado estos recuerdos, pensando en lo hermoso de su letra: “Canastos de mimbres, porotos y maíz, garbanzo y alverja y seco el ají, de todo en la feria usted encontrará no se iguala a ni una la Feria de Chillán”. Tal vez nuestra Feria ha perdido su esplendor de antaño, pero sigue viva cada amanecer como un tizón siempre encendido en el corazón de Chillán. La modernidad también ha llegado a ella, quitándole colorido, diversidad y pintorequismo. Ya no bajan de la montaña ñublense las carretas con sus preciadas cargas de carbón, leña o madera y hasta las carretelas se perdieron en el tiempo. La gran mayoría de los feriantes actuales desciende de antiguas familias, que han encontrado en la Feria su fuente de trabajo y se han especializado en diferentes rubros: verduras, frutas, cereales, artesanía, artículos utilitarios, gastronomía, hierbas medicinales, florerías, etc.
Internarse en el Mercado de Chillán, es entrar al alma de la ciudad. Lo más profundo de lo nuestro tiene ahí su máxima expresión, algo mágico le ocurre a todos sus actores en una sinfonía de palabras, cantos y gritos vocingleros. Hay vestigios de los antiguos pregones coloniales en las voces de los feriantes que ofrecen sus mercaderías. Los músicos ambulantes le dan al ambiente un aire de fiesta y de encuentro. Todas las expresiones de chilenidad tienen en la feria su mejor escenario para mostrar sus productos y creaciones. El espacio de la feria es propicio, para el encuentro de ricos y pobres. Cada uno en su quehacer, constituyen multitud, en busca de menestras para su cotidianeidad. El patrimonio de Ñuble, tiene ahí su mejor vitrina y a contribuido a la identidad e imaginario de la ciudad. La memoria del tiempo y los días del hombre se reflejan en ese reservorio vivo y palpitante de la feria de Chillán, llama vernacular de la cultura popular chilena. Lionel Yáñez Merino Historiador y escritor GUÍA DE ACTIVIDADES
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> CHICHEROS
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a toma en cacho el Presidente de la República antes de dar inicio a la Parada Militar cada 19 de septiembre, la toma el obrero y el campesino para terminar una que otra jornada laboral y hasta los niños cuando todavía es un néctar recién salida de la uva. Las chicha es especial porque es nuestro trago nacional, es parte de nuestra identidad y raíces.
Para producir la chicha hay que ser alentao’ los 365 días del año. Hay que estar en pie a las cinco de la mañana para comenzar las labores cotidianas de la chacra. Se trabaja todo el año podando y vendimiando No diferencia entre hombres y mujeres, lo importante es ser perseverante. La herencia de la viña de los Palvecino nace hace 150 años con mi bisabuelo Bartolomé, quien llegó desde Génova, Italia; luego vino Pedro Nolasco y Baldemar. Me siento orgulloso de esta herencia y de cómo la hemos enaltecido para llevarla a los parroquianos. La herencia continuará con mi hijo Rodrigo y espero que con mi nieto. Lamentablemente no todos tienen la suerte que yo he tenido. Lo ideal sería que todos los productores vendieran su chicha, pero el precio del kilo de la uva está apenas a 70 pesos. Es difícil seguir con esta tradición si no se le puede pagar a la gente. Soy afortunado de tener un espacio para vender a buen precio mi producto. La chicha me ha dado todas las satisfacciones de mi vida. Ganamos un campeonato de chicha, fuimos reconocidos como la tercera Mejor Picada del país por el Consejo de la Cultura y las Artes y cada primero de mayo, cuando lanzamos la temporada de chicha, el local reúne más gente que el acto de conmemoración del Día del Trabajo. Compartir con la gente, los clientes y amigos hasta las 3 de la mañana. Los domingos son lunes y los lunes son miércoles. Esto es vida pata mí , porque sin esto yo me muero. Rómulo Palavecino Chichero, viñatero, campesino Restorán Onde’l Pala
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UBICACIÓN DE LOS OFICIO:
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1 Alfareras 2 Cocineras 3 Cecineros
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4 Floristas 5 Rayueleros 6 Talabarteros
7 Moteras 8 Poetas 9 Cantoras
10 Pintores 11 Feriantes 12 Chicheros
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ACTIVIDADES POR HORARIO 11:00 Acto Oficial Plazoleta Sargento Aldea 11:00 a 17:00 Encuentro de Artesanos de Ñuble Gobernación de Ñuble
11:00 a 17:00 Conozcamos nuestra Herencia Viva: 12 cultores te enseñarán su oficio Mercado, Plaza Sargento Aldea, Gobernación, Paseo Arauco, Biblioteca Municipal 11:30
Recorrido inaugural Plaza Sargento Aldea
12:00 a 14:00 Almuerzo Típico y Canto Popular Mercado Municipal
12:00 a 17:00 Música y danza en nuestras plazas Plaza de Armas y Plaza Sargento Aldea 15:00 a 17:00 Taller de Grabado para niños Mercado Municipal 17:00
Una vaso de chicha para cerrar el día Restorán Onde'l Pala
También Puedes Visitar: Catedral de Chillán, Edificio Copelec, Murales Escuela México, Museo Claudio Arrau León, Sala Nicanor Parra del Liceo Narciso Tondreau, Biblioteca Arturo Matte Alessandri, Taller Museo Chemkoche, Museo Naval El Chinchorro, Centro Cultural de Chillán Viejo.
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INVITA:
organiza:
auspicia:
colaboran:
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Día del Patrimonio, Chillán | Mayo 2014
APOYAN:
Unión de Artesanos en Greda de Quinchamalí, Grupo Tanagra, Asociación de Rayueleros de Chillán, Monturas Isla, Sindicato de Feriantes de Chillán, Floristas Plaza Sargento Aldea, Cocineras Mercado Municipal, Cecineros Mercado Municipal, Asociación de Motes Típicos de Chillán, Grupo Literario Ñuble, Universidad del Bio-Bio, Oficina Gestión Turística, Banda Instrumental del Regimiento de Infantería Nº9 de Chillán, Conjunto Folclórico Rayén, Conjunto Folclórico Paillalén, Conjunto Folclórico Surco y Semilla, Escuela de Quinchamalí, Liceo Martín Ruiz de Gamboa, Escuela Portugal, Escuela Republica de Italia, Escuela Palestina, Colegio Concepción, Colegio Creación, Colegio de la Purísima Concepción, Programa Tradiciones de Chile, Cecof Quinchamalí, Cecof Ultraestación, Carabineros de Chile, Junta de Vecinos Santa Elvira, Junta de Vecinos Estación, Junta de Vecinos Zañartu, Junta de Vecinos Bartolucci, Junta de Vecinos Ultraestación, Junta de Vecinos Quinchamalí, Junta de Vecinos Sector Norte Quinchamalí.
AGRADECIMIENTOS:
Alejandro Witker, Sonia Montecino, Marco Aurelio Reyes, Rodrigo Vera, Edgardo Mundaca, Luis Guzmán Molina, Jorge Díaz Arroyo, Rodolfo Hlousek, Patricia Chavarría, Héctor Sáez, Lionel Yáñez, Rómulo Palavecino, Rodrigo Palavecino Carmen Egaña, Juan Cea, Angélica Yébenes, Joaquín Isla, Agnes Isla, Lorena Villablanca, Ana Álvarez, Mónica Venegas, Marisole Valenzuela, Juan Méndez Martínez, Cristian Leal, Manuel Durán, Alonso Andrade, Segundo Salazar, Carlos de la Cuadra, Víctor Cerda, José Fuentes, Nelson Escobar, Máximo Oyarce, y a todos los vecinos de los barrios Santa Elvira, Ultraestación, Quinchamalí, a la Orden Franciscana de Chillán y a San Isidro. GUÍA DE ACTIVIDADES
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Créditos Mes del Patrimonio: Idea Original: Unidad de Patrimonio Producción y coordinación general: Unidad de Patrimonio Diseño: Hernán Rodríguez Isbej www.proyectodiseno.cl Ilustraciones: Benjamín Kloss Orellana Edición: Unidad de Patrimonio Prensa y redes sociales: Unidad de Patrimonio y Nextlab Archivo y Registro fotográfico: Unidad de Patrimonio Montajes: Luis Arias Estrada Equipo Municipalidad de Chillán: Alcalde: Sergio Zarzar Andonie Jefa de Gabinete: Paola Becker Villa Infraestructura y Recursos Físicos: Patricio Carrasco Araneda Organizaciones Comunitarias Dideco: Paola Higuera Fuentes Directora de Secpla: Susana Baeza Lagos Secretaria Secpla : Paz Ibañez Villavicencio Apoyo administrativo Secpla: Francisco Poblete Carrasco Apoyo Infraestuctura Secpla: Santiago San Martín Valenzuela Dirección de Cultura: Edgardo Venegas Troncoso Extraescolar Daem: Víctor Arriagada Arriagada Administración Mercado Municipal: Héctor Sepúlveda Arangua Director Biblioteca Municipal: Humberto Torres Rojas Organizaciones Comunitarias: María Teresa Rubio, Wladimir Pastene, Mario Olivares, Sergio Fuentes, Juan Pablo Venegas, Wilson Carrasco Coordinación Consejo de la Cultura y las Artes: Augusto González Jéldrez Coordinación Gobernación Ñuble: Juan Monroy Castillo Guías DE APOYO: Ángel Santana. Katheryn Carrillo, Daniela Molina, Patricio Espinoza, Juan Pablo Fernández, Paz Contreras, Rubén Gajardo, Josefa Venegas, Claudio Arriagada, Solange Guerman, Belén Mancilla, Gustavo Espina, Claudia Muñoz, Héctor Rodríguez, Víctor Paredes, Carolina San Martín, Carolina Pincheira, Leslie Alfaro, Sara Salazar, María Fernanda Fuentes.
Unidad de Patrimonio es: Erwin Brevis Vergara, Arquitecto Pamela Conejeros Guajardo, Periodista América Escobar Inostroza, Antropóloga
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