IVÁN VILLALBA MARÍN
escenografía para...
BODAS DE SANGRE (1933)
Composición. Pablo Palazuelo. El objeto del ejercicio consiste en proyectar un espacio escenográfico en tres dimensiones a partir de una imagen plana.
Arquitectura efímera. Ejercicio I 07/10/2015
Puntos.
Fondo y líneas.
Formas dinámicas, señalando direcciones, flechas.
Formas rígidas, rectas, marcan una sola dirección.
Movimiento.
Estático.
Dependencia de las líneas, destellos.
En superposición con el fondo crean intermitencia, parpadeo, contraste.
La composición puede dividirse en fondo, puntos y líneas.
En esta maqueta, los puntos están representados por una canica que se hace rodar bajo una secuencia de haces de luz que plasman el juego intermitente entre el fondo y las líneas. Esta relación puede ser aplicada al movimiento de los actores de teatro bajo los focos, y por ello se ha elegido la obra de Federico García Lorca, “Bodas de sangre”, para la realización de la escenografía.
Además, la canica revela que los elementos con diversidad formal ofrecen un mayor interés, pues en cada destello se descubre un perfil diferente. No es la esfera lo que destellea bajo la luz, sino el interior. Este descubrimiento puede ser aplicado al personaje de la Luna, caracterizado como un leñador joven con la cara blanca en la obra, pero representado de múltiples formas en teatro.
IVÁN VILLALBA MARÍN
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BODAS DE SANGRE (1933)
Arquitectura efímera. Ejercicio I 07/10/2015
REPARTO
NOVIO
NOVIA
MUJER
SUEGRA
LEONARDO
MADRE
VECINA
MUERTE
PADRE
LA LUNA
CRIADA
CORO
ACTO PRIMERO Cuadro primero. “Habitación pintada de amarillo.” Austeridad de elementos. Aparecen las sombras amenazantes sobre los personajes representando los presagios fatales que crecen progresivamente en ellos a medida que la MADRE revela el cabo que conducirá al fondo argumental de la tragedia. “MADRE.- Yo no puedo dejar aquí solos a tu padre y a tu hermano. Tengo que ir todas las mañanas, y si me voy es fácil que muera uno de los Félix, uno de la familia de los matadores, y lo entierren al lado.
Cuadro segundo. “Habitación pintada de rosa con cobres y ramos de flores populares. En el centro, una mesa con mantel. Es la mañana. SUEGRA de LEONARDO con un niño en brazos. Lo mece. La MUJER, en la otra esquina, hace punto de media.” Lorca aporta más elementos a la escena. Representan nuevos comienzos, una nueva vida: “es la mañana”, el niño. Sin embargo, las sombras también aparecen en el hogar de los Félix a medida que crece la tensión entre LEONARDO y su MUJER al hacerse evidente que le ha mentido sobre dónde estuvo el día anterior. “LEONARDO.- Llevo más de dos meses poniendo herraduras nuevas al caballo y siempre se le caen. MUJER.- ¿Y no será que lo usas mucho? LEONARDO.- No. Casi no lo utilizo. MUJER.- Ayer me dijeron las vecinas que te habían visto al límite de los llanos. Por cierto que me sorprendió. ¿Eras tú? LEONARDO.- No. ¿Qué iba a hacer yo allí, en aquel secano? (...) SUEGRA.- Pero ¿quién da esas carreras al caballo? Está abajo tendido, con los ojos desorbitados, como si llegara del fin del mundo. LEONARDO.- (Agrio) Yo.”
Cuadro tercero. “Interior de la cueva donde vive la NOVIA. Al fondo, una cruz de grandes flores rosa. Las puertas redondas con cortinajes de encaje y lazos rosa. Por las paredes, de material blanco y duro, abanicos redondos, jarros azules y pequeños espejos.”
Escenario aún más enriquecido. Es posible situar la tragedia en Andalucía, donde algunas localidades de Granada y Almería excavan sus viviendas en las laderas de los montes. La desconfianza de la MADRE hacia la NOVIA por su antiguo romance con LEONARDO y la clara desilusión de ésta por casarse oscurecen la escena. El acto finaliza de forma precipitada al descubrir la CRIADA a LEONARDO en la ventana, desvelando que su pasión se interpone como una sombra entre los novios.
“CRIADA.- Parece como si no tuvieras ganas de casarte. NOVIA.- (Mordiéndose la mano con rabia) ¡Ay! CRIADA.- Niña, hija, ¿qué te pasa? ¿Sientes dejar tu vida de reina? No pienses en cosas agrias. ¿Tienes motivo? Ninguno. Vamos a ver los regalos.”
IVÁN VILLALBA MARÍN
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BODAS DE SANGRE (1933)
Arquitectura efímera. Ejercicio I 07/10/2015
ACTO SEGUNDO. Cuadro primero. “Zaguán de casa de la NOVIA. Portón al fondo. Es de noche. La NOVIA sale con enaguas blancas encañonadas, llenas de encajes y puntas bordadas, y un corpiño blanco, con los brazos al aire. La CRIADA, lo mismo.”
Las sombras aún no se han disipado pues el destino aún acecha a los personajes. LEONARDO es el primero en presentarse en casa de la NOVIA el día de la boda. La apasionada conversación que mantienen en presencia de la CRIADA contrasta con los alegres cánticos del CORO, los invitados, que van apareciendo en escena.
“NOVIA.- Y sé que estoy loca y sé que tengo el pecho podrido de aguantar, y aquí estoy quieta por oírlo, por verlo menear los brazos. LEONARDO.- No me quedo tranquilo si no te digo estas cosas. Yo me casé. Cásate tú ahora. CRIADA.- ¡Y se casa! CORO.- Despierte la novia la mañana de la boda; Ruede la ronda y en cada balcón una corona.”
Cuadro segundo. “Exterior de la cueva de la NOVIA. Entonación en blancos, grises y azules fríos. Grandes chumberas. Tonos sombríos y plateados. Panorama de mesetas color barquillo, todo endurecido como paisaje de cerámica popular.”
El telón negro desaparece para dejar ver la parte trasera del escenario revelando una plataforma elevada. Aporta a la sensación de exterior. La MUJER se percata de la ausencia de LEONARDO y la NOVIA se retira con la excusa de estar cansada. La acción alcanza un momento culminante. La agitación de los últimos momentos ha desembocado en la fuga de los amantes que se venía anunciando.
“MUJER.- ¡Han huido! ¡Han huido! Ella y Leonardo. En el caballo. Van abrazados, como una exhalación. PADRE.- ¡No es verdad! ¡Mi hija, no! MADRE.- ¡Tu hija, sí! Planta de mala madre, y él, él también, él. Pero ¡ya es la mujer de mi hijo! NOVIO.- ¡Vamos detrás! ¿Quién tiene un caballo? MADRE.- ¿Quién tiene un caballo ahora mismo, quién tiene un caballo? Que le daré todo lo que tengo, mis ojos y hasta mi lengua.”
ACTO TERCERO. Cuadro primero. “Bosque. Es de noche. Grandes troncos húmedos. Ambiente oscuro.”
El movimiento agitado de los personajes bajo los haces de luz produce la sensación de que se encuentran dentro del bosque. El CORO está formado esta vez por tres leñadores. A pesar de que se ha liberado la tensión acumulada durante los cuadros anteriores aún queda suelto el cabo que abrió la MADRE al principio de la tragedia, la venganza. Por ello, las sombras aún les atormentan. “Aparece LA LUNA muy despacio. Se oyen dos violines. La escena adquiere una fuerte luz azul. Bruscamente se oyen dos largos gritos desgarrados y se corta la música de los violines. Al segundo grito aparece la MUERTE y queda de espaldas. Abre el manto como un gran pájaro de alas inmensas. LA LUNA se detiene”.
Cuadro último. “Habitación blanca con arcos y gruesos muros. No habrá ni un gris, ni una sombra, ni si quiera lo preciso para la perspectiva.” Las sombras por fin desaparecen.