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LA PATERNIDAD

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BON APPETIT

BON APPETIT

Aunque actualmente algunos familiares se mudaron a los Estados Unidos, era muy frustrante no tener a tu gente en un momento tan importante para mí. Ese es el precio que debes pagar cuando vives en otro país.

El futuro de su país

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Políticamente hablando, soplan vientos de cambio para Puerto Rico. Por un lado, podría convertirse en el estado número 51 de la Unión Americana. Por el otro, la posibilidad de una futura soberanía. Como boricua ¿Cuál cree que sea la opción más conveniente para la Isla del Encanto?

CR: Pienso respetuosamente que el estatus de Estado Libre Asociado ha colapsado y es momento de pensar en un nuevo modelo político. Actualmente, la situación de Puerto Rico no es la mejor: los salarios son bajos, no hay muchas oportunidades laborales, tenemos una deuda multimillonaria y no tenemos soberanía para relacionarnos económicamente con el resto del mundo. Consecuencia de esto, muchos boricuas están abandonado la isla.

Convertirnos en el estado número 51 de los Estados Unidos puede ser una opción, mas no es la solución definitiva a nuestros problemas. Sin embargo, no veo cercano que esto llegue a darse. Estados Unidos no tiene intención de hacerlo debido a intereses políticos y económicos.

Si en los próximos años esto no sucede, los puertorriqueños debemos prepararnos para una futura soberanía.

"Siento que voy a mitad de camino. He trabajado muy duro para estar donde estoy, pero todavía quedan sueños por cumplir. Sigo en construcción"

Sueños cumplidos ¿Aún le debe algo a esa niña del kindergarden que soñaba con ser comunicadora?

CR: No. Esa niña está muy orgullosa de la mujer en la que me he convertido. De las diez metas que me propuse en aquel entonces, ya he logrado siete de ellas y tengo la vida entera para cumplir las que me faltan.

La pregunta antes del adiós

Gratitudes mutuas y empatía genuina. Librada de los interrogantes, no se aguantó las ganas de estar nuevamente del otro lado. “¿Cuántos años tienes?”, preguntó.

Aunque la respuesta fue omitida era emocionante mirar sus ojos, contemplar en ellos a esa niña que siempre supo lo que quería lograr y concluir que Carolina Rosario estaba predestinada a ser periodista.

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