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Un corazón sin dolores es un cuerpo sin males: EL MEDICINAL

PROPÓSITO DE MARÍA SALAS

La enfermera costarricense ha caminado con los pies de un éxito forjado a pulso, el pavimento del sueño propio en los Estados Unidos.

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Por: Camila Mendoza G:@camilamendozaa

En su libro vivencial, María Salas comienza su vida de inmigrante en 2005. En aquellos días, trabajaba en una popular cafetería cubana. Hoy, 17 años después, es la propietaria de AgelessPerfection, un exitoso emprendimiento de salud y belleza, donde pone al servicio de la comunidad latina su experiencia como enfermera certificada avanzada y experta en tratamientos inyectables de rejuvenecimiento facial.

“Vine a Miami con una visa de turista de vacaciones; y decidí quedarme para ayudar a mi familia y construir un mejor futuro”, confiesa Salas, quien hoy posiciona su centro estético en el sur de la Florida.

Sería injusto ojear rápidamente, por ese afán de llegar al capítulo del triunfo y la bonanza, las páginas de aquellos aprendizajes obtenidos en aquella cafetería. En esos párrafos intangibles pero sustanciosos, habitan anécdotas que entremezclan humor, gratitud y un espíritu emprendedor que no se rinde ante los obstáculos.

“Mi primer trabajo lo asumí a los 19 años, preparando café cubano. Fue muy difícil el choque cultural, porque a pesar de que hablamos el mismo idioma, los clientes me pedían un ‘cortadito’, una ‘javita’, una ‘coladita’, un ‘absorbente’, y yo no sabía interpretar nada”, recuerda Salas entre risas, mientras rememora esos primeros años de adaptación a la cultura cubana y latina de Miami.

Entre líneas, se lee sin mayor dificultad el precio de dejar atrás su historia en Costa Rica para pisar suelo estadounidense y alimentarse con una perseverancia inquebrantable para no perder su enfoque. Enhorabuena, la vida la sorprendió gratamente.

“Comenzar desde cero y dejar atrás a la familia es un proceso difícil, pero en ese periodo de tiempo me enamoré, formé mi familia y tuve a mi hijo, que es mi mayor motor”, dice la especialista, quien también ha desarrollado una exitosa carrera profesional en el Hospital Baptist.

Abrazar los retos, crear la oportunidad

Podría pensarse que una vez realizada como mujer y madre, la historia de María Salas carece de la adrenalina propia de aquella joven que llega a este país, decidida a pisar fuerte y dejar huella.

Pero es justamente durante sus días de gestación, cuando debe enfrentar un nuevo reto: el aprendizaje de un segundo idioma.

“Cuando quedé embarazada, no sabía inglés y me pregunté: ‘¿Qué voy a hacer y cómo voy a ayudar a mi hijo cuando comience la escuela?’. Así que eso fue lo primero que me impulsó a estudiar el idioma estando embarazada […] Como toda madre, me esforcé y cuando terminé mi curso, decidí continuar estudios en el área de la salud. Un mundo que me había apasionado desde niña”, recuerda.

Soñar, cuestión de balance

Si algo deja en claro María Salas en esas páginas escritas con luchas y no con letras, es que el sueño propio exige encontrar un balance entre la vida personal y la vida laboral. Para ella, ese sueño debe ser sinónimo de crecimiento personal.

“Es muy fácil desviarse del camino en el afán de perseguir un sueño. El exceso de trabajo es algo que tenemos que balancear todos los inmigrantes. Lograr el equilibrio es un reto continuo”, declara enfática. “Muchas veces, quise desistir de estudiar enfermería a causa del cansancio y el agotamiento.

Recuerdo que esperaba que mi hijo se durmiera para comenzar a estudiar, y fue muy duro. No tenía horarios, pero hoy veo los frutos y sólo puedo agradecer a Dios por haberme dado la fuerza”.

Sanar a otros, la medicina de su espíritu

Finalmente, la lectura del libro vivencial llega a un momento cumbre: el amor de la costarricense por la enfermería. Amor que no está motivado por el dinero o la sed de reconocimiento.

Mientras habla de ello, su mirada deja entrever que contribuir al bienestar de sus pacientes es un propósito que también contribuye a su salud física y emocional.

“Amo la enfermería porque es un servicio que llevo a cabo con vocación, impulsada por el espíritu de ayudar y de hacer sentir bien a las personas que acuden a mí. Nuestra apariencia está íntimamente ligada con el amor propio, la autoestima y la plenitud, y sanar los corazones y las emociones de mis pacientes es lo que más amo de mi trabajo”, concluye.

Contacto> G: @agelessperfection

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