Inicios de la Aviación Mexicana

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Pablo Larumbe Durán

Tomo 1

Editor José Serur Cababie


EDITOR José Serur Cababie EDITORIAL ALBATROS, 2012 Grupo Editorial Albatros S.A. de C.V. Montes Urales 105 Col. Lomas de Chapultepec Delegación Miguel Hidalgo D.F. C.P. 11000 Tel.(0155) 52 49 58 70 Autor: Pablo Larumbe Durán Edición: José Serur Cababie Formación y Diseño: Fotografía Registro Público del Derecho de Autor: AVIACIÓN MEXICANA Registro SEP-INDATUR 03-2007-071911144000-14 ISBN 13 978-970-94857-1-4 Impreso en México 2012 Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, total o parcialmente, ni registrada o transmitida por cualquier sistema de recuperación de información, ni por ningún medio o método, sin la autorización por escrito del editor.


Agradecimientos El autor agradece al señor Arqueólogo Héctor Lara Hernández cronista del transporte, quién corrigió la veracidad histórica de todo el libro. Al Capitán Piloto Aviador Héctor Dávila Cornejo Director de la revista “América Vuela”.

Agradece también la amabilidad de la Maestra Teresa Matabuena de la biblioteca Xavier Clavigero de la Universidad Iberoamericana. A las autoridades y personal de la Hemeroteca Nacional de la Universidad Nacional Autónoma de México Al personal y directivos de la Fototeca Nacional del INAH

A Don Carlos Madrid “Nadie quiere a México como Don Carlos A Don Manuel Ruiz A Arturo Montenegro Al Profesor Mardonio Islas A Alejandro Gobernatore Al Ingeniero Enrique Velasco

Al Ingeniero José Villela Al Ingeniero José Villela A José Maria Laporta A Mario Martínez A Vicente Romero A Raúl Florencia Y al Arquitecto José Serur

Pablo Larumbe

Consideraciones Algunas fotos de este estudio han sido manipuladas digitalmente por el autor. La mala calidad de otras se debe a que son imágenes

con casi 100 años de antigüedad, obtenidas de revistas o periódicos de la época. Algunas son “superimposiciones” hechas a principios del siglo XX pero a pesar de ser un engaño, se incluyen por ser únicas y con propósitos educativos. El autor trató de mantener a un mínimo las fotos de origen extranjero, las falsificaciones o las de origen dudoso.

Éste es un libro sobre los aviones, los pilotos, y todo el personal relacionado con la aviación que hubo en México entre 1900 y 1919. Como en el periodo que abarca este estudio casi no hubo Aviación Civil ni Escuelas de vuelo, se trata especialmente la historia de la Fuerza Aérea Mexicana y la Escuela de Aviación Militar. Las personas en realidad no son tratadas según su importancia histórica sino en función de su relación con las máquinas y la aviación en general. Contiene además un capítulo sobre la aeroestación (vuelo con

aparatos más ligeros que el aire) y los planeadores (aparatos más pesados que el aire) desde 1700 a 1909. El autor no quiso investigar algunos datos que son presentados en los capítulos como misterios.

Consideraciones técnicas y de nomenclatura Los aeroplanos se llaman “Tractores” cuando el motor está al frente y jala al aparato, y se llaman “Propulsores” o “Pushers” cuando

el motor está atrás y lo empuja.

Cuando las superficies de mando de la cola o empenaje de un aeroplano tienen secciones fijas, a éstas se les llama planos fijos

horizontales o planos fijos verticales. Al plano fijo vertical se le agrega el timón de dirección (algunos aviones tienen dos planos fijos verticales y son llamados bideriva). Y a los planos fijos horizontales se le agregan los timones de profundidad.

Algunos aparatos antiguos no tenían planos fijos, así el timón giraba sobre su eje medio (compensándose a sí mismo) o estaba

sujeto en uno de sus extremos. Cuando los timones de profundidad no tengan plano fijo horizontal los llamaremos elevadores, estos casi siempre giran sobre su eje medio. Los aviones de la casa Blériot usaban una sección horizontal central fija y los elevadores estaban colocados en los extremos de ésta.

Los nombres franceses Voisin, Blériot, Farman, Deperdussin y Moisant se pronuncian como palabras agudas y de la siguiente ma-

nera: Voasán, Blerió, Farmán, Deperdusán, y Moasán.


La fototeca Nacional del INAH nos otorgó permiso escrito para publicar las siguientes fotos: 128703, 128710, 129161, 129166, 129537, 129553, 129699, 129705, 131011, 131022, 197270, 197337, 38331. Contamos con el permiso escrito de la Universidad Iberoamericana para publicar las fotos del Fondo del General Alberto Salinas Carranza y de las revistas Tohtli en su biblioteca. La Universidad Autónoma de México UNAM nos permitió fotografiar con nuestro propio equipo varios periodicos y revistas de la Hemeroteca Nacional. Comprobantes de pago número: H250002, H975413, H620383 (dos volúmenes) K184984, J0887115, K618244 (dos volúmenes).

Gracias a la Asociación Mexicana de Estudios Históricos Militares


Contenido Cápitulo Primero Introducción a la aeronáutica Aeronáutica en el Siglo XX Los primero planeadores Cápitulo segundo 1910-1915 1910-1915 Voisin Braniff Bleriot del Buen Tono El pachuca de VIllasana El Farman de Braniff Los dos Deperdussin de Mendía Deperdussin Villasana - Poverejzky Primeras exihibiciones del Moisant Segundas exihibiciones del Moisant Bleriot del Buen Tono 2 Bleriot Biplaza de Lebrija Hélice Anahuac Los cinco graduados de Garden City Los Bleriots de Torreón El Bleriot Ejercito Mexicano Escuadrilla Aérea Auxiliar Mandados por Huerta Biplano Sonora Monoplanos Kantner-Moisant Villasana y Alberto Salinas Gustavo Salinas y Saltarini Desembarco en Veracruz 1914 Avión Chistoferson de Calles Aviación Villista



Capítulo Primero

Anuncio de ascenciones y una obra de teatro con magia y luz electrica el primero de febrero de 1880.

AEROESTACIÓN EN MÉXICO Ascención aerostática del intrépido gimnástico Felix Morales Gto. 1873.

EN LOS SIGLOS XVIII , XIX, XX Y LOS PLANEADORES DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX.

Ascención de Tranquilino Alemán. Mexico, DF, 23 de octubre de 1878.

PARA LOS PROPÓSITOS DE ESTE ESTUDIO PRIMERO HAREMOS UNA INTRODUCCIÓN SOBRE LA AEROESTACIÓN (VUELO CON GLOBOS O APARATROS MÁS LIGE-

ROS QUE EL AIRE Y DE LA AVIACIÓN CON PLANEADORES O APARATOS MÁS PE-

SADOS QUE EL AIRE). A PARTIR DEL CAPÍTULO SEGUNDO SE TRATARÁ EL VUELO DE APARATOS CON MOTOR.

AEROESTACIÓN EN EL SIGLO XVIII

BENITO LEÓN ACOSTA

Una de las primeras noticias encontradas acerca del vuelo de un aeróstato en México relata que José María Alfaro elevó el 18 de marzo de 1784 un globo inflado con aire caliente en la ciudad de Jalapa. No se tienen datos si el globo subió solo o si Alfaro ascendió en él.

La persona reconocida oficialmente como el primer aeronauta mexicano es el ingeniero oriundo de la ciudad de Guanajuato, Benito León Acosta (abril 1819 – mayo 1888). Realizó el 3 de abril de 1842 su primera ascensión en un globo fabricado por él mismo. Don Antonio López de Santa Anna, entonces presidente, maravillado por el avance científico del aeronauta mexicano le concedió una patente para que nadie, sino él, pudiera surcar el cielo de México por tres años. Santa Anna también mandó que León Acosta fuera reinstalado en el Colegio de Minería de donde lo habían expulsado por revoltoso. Logró graduarse como Capitán de Ingenieros. El primero de mayo de 1842, León Acosta realizó su segunda ascensión. En 1843 realiza vuelos en las ciudades de Querétaro, Pátzcuaro y Morelia. En sus ascensos, León escribía todo tipo de notas científicas. Durante un vuelo que realizó desde la ciudad de México su globo desapareció de la vista del público, tiempo después llegó la noticia que Don Benito había aterrizado en la Hacienda del Espejo, cerca de la vecina ciudad de Querétaro.

En el libro la Navegación Aérea en México de Armando de María y Campos, (Via Don Carlos Madrid) se dice que: “En 1785 el Capitán Antonio María Fernández voló durante 45 minutos en un globo… En 1786, varios estudiantes y entusiastas elevaron algunos globos a los que llamaron ‘Esferas Montgolfieras’”. También señala que varios de estos vuelos se hicieron en honor del Virrey, Don Bernardo de Gálvez Conde de Gálvez y que tuvieron distintos grados de éxito.

AEROESTACIÓN EN EL SIGLO XIX El ciudadano americano Guillermo Eugenio Robertson realizó en febrero de 1835 una ascensión saliendo de la Ciudad de México y terminando en un campo cercano a la ciudad de Chalma, en lo que hoy es el Estado de México. Robertson voló en dos ocasiones más, una en septiembre y otra en octubre del mismo año acompañado de una joven. Varios militares famosos de la época entre ellos el General Santa Anna fueron testigos de este vuelo. A principios del año de 1857 llegó a México el señor Samuel Wilson procedente de los Estados Unidos, y en abril de ese año hizo un vuelo en la ciudad de Guadalajara donde se elevó a 600 varas durante 15 minutos, (una vara equivale a 0.838 metros). El señor Wilson siguió realizando exhibiciones en México hasta 1862. El 27 de agosto de ese año lleva como pasajero al señor Joaquín de la Cantolla y Rico cobrándole 50 pesos por la vuelta y marcando para siempre la vocación de Don Joaquín.

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Capítulo Primero


En febrero de 1854 el ciudadano francés Petén ofrece a las autoridades realizar un vuelo en un “globo de pasajeros” fracasando en su intento. En 1844 el señor Juan Bautista Navarrete realizó una ascensión en Morelia, Michoacán. Don Manuel M. de la Barrera y Valenzuela, un alumno de Wilson, realizó el 25 de octubre de 1857 un vuelo en la ciudad de México en un globo llamado “El Coloso de Rodas”. En 1860 en Morelia el señor Braulio Franco hizo dos ascensiones. Tranquilino Alemán colocó un trapecio en lugar de la canastilla de un globo ejecutando actos circenses a gran altura. Realizó su acto sobre la ciudad de México en 1866 frente al emperador Maximiliano, y en 1867 se presentó en la plaza de toros de Morelia. Otro cirquero volador muy famoso fue Don Félix Morales quien actuó de 1873 en adelante. Asesorados por otro americano llamado Baldwin varios mexicanos fabrican globos y los vuelan. Eran tantos los vuelos al final del siglo XIX que la policía emitió un bando en el cual prohibía el vuelo de globos sin permiso de la autoridades. El 18 de Marzo de 1784 en el puerto de Veracruz, José María Alfaro ascendió a bordo de un globo inflado con aire caliente.

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Tranquilino Alemán asciende en Morelia 1867

Febrero 6 de 1785, Antonio María de Fernández se mantiene a una altura de 1,500 varas durante 45 minutos en la ciudad de Tlaxcala.

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Ascensión de Benito León Acosta, 1844


Viaje de Benito León Acosta de la ciudad de México a la Hacienda del Espejo cercana a la ciudad de Querétaro en 1853. Arriba a la izquierda el sello del Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio.

9 Benito León Acosta reconocido como el primer aeronauta mexicano.

Profesor Samuel Wilson quien efectuó varias ascensiones en la República Mexicana.

En 1863 aparece en los carteles el nombre de don Joaquín de la Cantolla y Rico, famoso aeronauta mexicano.

Portada de un libro publicado en Francia acerca de los viajes aéreos de Robertson en la República Mexicana. Cartel de un vuelo de Mr. Robertson. Cartel de una ascención aerostática de Mr. Wilson. Anuncio de un espectáculo aéreo y circo ecuestre.

Capítulo Primero


AEROESTACIÓN EN EL SIGLO XX Don Joaquín de la Cantolla y Rico es sin duda el más famoso aeronauta mexicano. Sus hazañas han capturado la imaginación popular y es muy conocido en México. Nació el 25 de junio de 1837 en la capital del país. La primera vez que ascendió en solitario fue en 1863 en un globo del norteamericano Wilson. Cantolla diseñó y construyó (a veces cosiendo personalmente las piezas) tres globos a los que nombró Moctezuma I, Moctezuma II y Vulcano, éste último era el más grande y estaba profusamente decorado. Se dice que el hermano de Cantolla le quemó sus globos para salvarlo del peligro inherente a sus ascensos. En uno de tantos accidentes Cantolla perdió un ojo y usaba una prótesis de vidrio. La idea de usar un globo para publicidad en México al parecer fue del señor Ernesto Pugibet, que en 1907 trajo al país un dirigible para este propósito. Como piloto fue contratado el señor Charles Hamilton. Pugibet trajo al país por lo menos otros dos dirigibles en 1908 y 1909. Otro importante pionero de la aviación y aeroestación fue el industrial Mi10 guel Lebrija quien trajo al país en 1910 un globo cautivo muy grande; el aeróstato era de color amarillo y fue bautizado con el nombre de “Ciudad de México”. En él se elevaron varios pasajeros al mismo tiempo como

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en una atracción de feria y a la vez sirvió para hacer publicidad a los tabacos El Buen Tono. El globo cautivo fue instalado en el lado poniente de la Alameda y durante algún tiempo se realizaron ascensiones con distintos grados de peligro para los pasajeros. En 1914 Don Alberto Braniff ya poseía dos aviones con motor y trajo a México un finísimo globo de vuelo libre tipo Gordon Bennet que se inflaba con gas. Braniff tenía que volar con cuidado ya que los zapatistas rodeaban la ciudad y si se alejaba demasiado podía ser capturado por los rebeldes. Uno de los vuelos más famosos realizados por Braniff fue el que hizo en compañía de Don Joaquín de la Cantolla. El viejo aeronavegante voló en esa ocasión vestido con una levita con vueltas de seda, sorbete alto y una bandera mexicana con la que ya había elevado antes. El globo cayó a las afueras del Distrito Federal. Éste fue el último viaje de Cantolla quien murió pocos días después.


Don joaquín de la Cantolla y Rico saluda al público que asistió a una de sus ascenciones. El pie de foto original dice que junto a Don Joaquin está Casasola (el de las fotos).

El muy adornado globo llamado Vulcano es inflado con humo en la plaza de armas frente a Palacio Nacional. 1898-1900.

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Miguel Lebrija.

Inflado del globo Ciudad de México. Se dice que éste era de un color amarillo brillante.

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