Entre lo dual y lo no binario:
PuraPosibilidad
Todas las mitologías y referencias a las sabidurías antiguas nos hablan de dos energías, contrapuestas y recíprocas que suelen nombrarse como “masculinas” y “femeninas”. Estas energías, son los Principios universales, de creación y generación que la filosofía china nombra como Ying y Yang, el pueblo mapuche como Wentru y Zomo y los quichuas andinos como Orco y China. Ambas energías tan complementarias como la vida y la muerte, partirían de una instancia ontológicamente anterior: la Oscuridad Primigenia, La Gran Unidad, el Uno, que en el devenir vida manifestada necesariamente se divide para poder dar lugar al Dos, luego al Tres, y así a la creación de lo múltiple y lo diverso.
“ElgranUno,sedivideendos,luegoenTres…yasía la creacióndelo múltipleylodiverso”
Este entendimiento de dos energías polares en tensión creativa, es central en todo sistema de pensamiento holístico Todo implica un contrario y, de hecho sólo tiene un significado porque tiene su opuesto. Así, la vida y la muerte, la luz y la oscuridad, lo bueno y lo malo, lo positivo y lo negativo, el flujo y el reflujo, lo femenino y lo masculino, coexisten como partes integrantes de un mismo sistema. La eliminación de una de las partes significaría también la eliminación de la otra.
El Kybalion, Libro de cabecera de la filosofía hermética, nos habla de siete principios universales, de los cuales aquí nombraré dos que vienen al caso:
Principio de polaridad:
“Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.”
Principio de generación
Masculino y femenino son dos “principios rectores” de una “actividad característica”, que es la Generación.
“El género está en todo, todo tiene sus principios femeninos y masculinos, el género se manifiesta en todo los planos”
Como dije anteriormente, ambos principios provienen y se funden en la unidad; lo paradójico, (o por lo menos desde las limitaciones del nuestra semántica) es que la unidad, es diversidad. En el Gran Uno primigenio están contenidas todas las posibilidades de manifestación, en este, o otros planos de la misteriosa existencia.
La unidad es la Totalidad indiferenciada, totalidad potencial
Y también es Andrógina
Critica al binarismo de género
Hoy estamos en un momento histórico dónde un montón de axiomas 1 sobre los que nos veníamos basando como humanidad están siendo resquebrajados por las críticas de las nuevas generaciones. Uno de estos axiomas es el binarismo de género, es decir que como ser humano social, sólo podés encajar dentro de dos categorías: hombre o mujer, y, de este axioma se desprende otro que es la concordancia sexo género, es decir que tu sexo biológico coincide necesariamente con tu construcción y autopercepción identitaria.
Hoy los roles de “varón” y “mujer” “niña y “niño” que hace hasta hace pocos años entendíamos como naturalmente dados e incuestionables están haciendo agua por todos lados.
Nos preguntamos: afectan estas críticas a los principios anteriormente nombrados?
1 Presupuesto que se asume como dado y natural, que no es puesto bajo la lupa de la crítica o la revisión, y sobre la cual descansan otros razonamientos y proposiciones deducidas de esas premisas.
Hoy, la perspectiva decolonial y feminista insiste en que las categorías de hombre y mujer, con sus roles y maneras específicas de comportamiento, concepciones alrededor del cuerpo y la sexualidad; no ha existido siempre tal como las conocemos, muy por el contrario son una construcción social e histórica que ha sido funcional a un determinado tipo de sociedad que hoy ya no queremos mas, ésta es la sociedad patriarcal, capitalista y colonial que se ha basado en la división sexual del trabajo, en la domesticación de los cuerpos, y en la lógica clasificatoria que atenta contra la creativa diversidad de la manifestación vital toda.
Creemos q debemos reveer el axioma que se ha enquistado sobre la dualidad armónica y complementaria de la vida.
En territorio del Abya Yala estas concepciones han sido influidas por la colonización. Incluso hace solamente 100 años el ser hombre o mujer partían de concepciones muy diferentes.
Es más, en el mismo presente hay más visiones de género que las que la visión de género homogenizante nos permite ver.
Nosotras nos hacemos eco de estas inquietudes y nos preguntamos constantemente (sin necesidad de una respuesta última) cuál es el límite entre lo biológico y lo cultural. Lo hay ?
Es la crítica al binarismo de género una puesta en cuestión al principios de polaridad y generación?
Creemos que en la sociedad que hemos sabido componer, tan “avanzada” en algunas cuestiones, los devenires tienden a estancarse, o mejor dicho los devenires nunca dejan de sucederse pero se hallan encorsetados en roles fijos que el patriarcado necesitó para su constitución. Así el desarrollo de la sociedad autoritaria necesitó que los cuerpos gestantes queden fijados en determinadas características, esas relacionadas con lo “suave” lo “sensible” lo “débil”, lo “rosa” todas ideas que con bastante de cliché relacionamos con lo “maternal” y / o lo “femenino”
Y por el contrario, los cuerpos con la capacidad de inseminar, que tienen en su constitución anatómica un instrumento de penetración han quedado fijados en la categoría “varón” o el “hombre” (categoría ésta que se hace extensiva y
pasa a identificar al total de la humanidad.) De este lado quedaron asociadas la idea de “fuerza” de “violencia” “enojo” “acción” “potencia” “voluntad”
El imaginario social está lleno de estereotipos que nos inducen a a rellenar automáticamente unaS imágenes con un montón de ideas y valores preconcebidos. De determinados cuerpos se esperan determinados comportamientos, y resulta una transgresión no accionar según lo esperado. ¿qué quedaría de nuestro ser si lográramos despojarnos de tantas capas culturales?
Repensando las construcciones de género, y entendiéndolas como las construcciones históricas que son, ensanchamos nuestro margen de libertad para que nuestra constitución como individuos entramados sea mas propia, algo mas cerca de le esencial.
Incorporar todo lo Yang a las identidades femeninas, incorporar lo Ying a las identidades masculinas. Explotar este binarismo. Ser, en escucha a nuestras necesidades existenciales sin miedo al mundo de posibilidades que se abre cunado decidimos dejar de actuar desde la inercia.
Por eso no debemos confundir lo DUAL con lo BINARIO Mientras en la dualidad la relación es de complementariedad, la relación binaria suplanta y jerarquiza. Si decis “soy esto”, automáticamente eso implica “no soy lo otro”. Y, aunque no esté explicitado en el discurso, (pero sí en los hechos) al decir “soy esto” también estamos diciendo “esto es mejor que lo otro” “esto vale mas”. Lo vemos constántemente en las diversas dominaciones que se entraman en nuestro ser colectivo cultural: división de clase, sexismo, racismo, especismo, adultocentrismo, etc…..
Para que en nuestro entendimiento el principio de polaridad no quede estancado en el binarismo de género es menester entender que ni el principio femenino es exclusivo de “la mujer”, ni el principio masculino es exclusivo de “el hombre” . Ambos principios, en su combinación creativa e infinita , conviven impredeciblemente en todas las manifestaciones del universo. Si, en todas las manifestaciones del Universo…
Sin embargo, en el universo, en la vida, nada nunca queda quieto, que el lenguaje nombre no quiere decir que los procesos se estanquen, o por lo
menos eso es lo que queremos evitar, no hay una línea divisoria última entre los principios, todo está en movimiento, todo convive dentro
La Unidad Andrógina
En planos simbólicos y de identidad, recordamos la Androginia como paso anterior y posterior a la creación de lo masculino y lo femenino. ontológicamente anterior y posterior.
“El individuo completo es andrógino, ha fundido en su alma los aspectos masculino y femenino, para formar la unidad (bodas químicas). No se debe confundir lo andrógino con lo dual; naturalmente, el carácter andrógino se refiere al aspecto psíquico: el cuerpo conserva su sexo. Pero la mente ya no se identifica con él (como tampoco el niño pequeño se identifica con el sexo a pesar de que físicamente lo tiene). Este objetivo de bisexualidad también se expresa con el celibato y la indumentaria de los sacerdotes. Ser hombre es identificarse con el polo masculino del alma, con lo que la parte femenina automáticamente pasa a la sombra; por lo tanto, ser mujer es identificarse con el polo femenino, relegando al polo masculino a la sombra. Nuestro objetivo es tomar conciencia de nuestra sombra”
Cita tomada del libro “La enfermedad como camino”
Transgredir el género (con su carga cultural acumulada), no es “pasarse de lado”, transgredir el género es poner mas conciencia en lo que “hizo de mi” la cultura en base a lo que supo interpretar de determinadas manifestaciones biológicas. Transgredir el género es incorporar la otra polaridad relegada a la sombra para poder dar paso a la unidad.
Debe haber una ruptura para poder dar paso a un nuevo camino creativo
Resumiendo, diremos que la dualidad energética, (presente en cada fractal del existir), de ninguna manera representa identidades estáticas en el mundo, ni biológico ni social. Así como sería un gran error epistemológico entender que hombre: masculino y mujer : femenino, también sería un error deducir que las actuales reivindicaciones de diversidades en las identidades sexuales y de género implican una negación de la dualidad de energías cósmicas, vitales universales que juegan constantemente en la variedad de cuerpos, creaciones y situaciones.