Via Crucis - Para redescubri el camino de la Fe

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VIA CRUCIS para

REDESCUBRIR el camino de

NUESTRA FE

Jaime Quispe Palomino, Pbro.


INTRODUCCIÓN El Apóstol san Pablo, en su carta dirigida a las primeras comunidades cristianas, enseñaba a configurarse a Cristo “que tomando la condición de servidor…se humilló y se hizo obediente hasta la muerte, y muerte en cruz” (Fil 2,7-9). En el tiempo de Cuaresma, especialmente en el rezo de las catorce estaciones del Vía Crucis, reavivamos esta enseñanza de fe en Jesucristo que “fue tratado como culpable a causa de nuestras rebeldías y aplastado por nuestros pecados” (Is 53,5). Este misterio de fe lo asumiremos siempre en cuando haya disposición de creer en Dios que ha muerto y resucitado por nuestra salvación. El Papa Benedicto XVI, en la Carta Apostólica en forma motu Proprio, con la que convoca el Año de la Fe, nos recuerda las palabras del Concilio Vaticano II que decía: “Mientras que Cristo, santo, inocente, sin mancha (Hb 7, 26), no conoció el pecado (cf. 2 Co 5, 21), sino que vino solamente a expiar los pecados del pueblo (cf. Hb 2, 17), la Iglesia, abrazando en su seno a los pecadores, es a la vez santa y siempre necesitada de purificación, y busca sin cesar la conversión y la renovación” (Lumen Gentium, N° 8). El tiempo de Cuaresma, especialmente, en la meditación del Vía Crucis, nos invita a la purificación de nuestra vida cristiana que nos llevará a una sincera conversión y renovación de nuestra fe. “En esta perspectiva, el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. Dios, en el misterio de su muerte y resurrección, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados”(Porta Fidei, N° 6). El Papa Benedicto XVI, en su mensaje de la Cuaresma del 2013, nos dice que “toda la vida cristiana consiste en responder al amor de Dios. La primera respuesta es precisamente la fe, acoger llenos de estupor y gratitud una inaudita iniciativa divina que nos precede y nos reclama. Y el «sí» de la fe marca el comienzo de una luminosa historia de amistad con el Señor, que llena toda nuestra existencia y le da pleno sentido. Sin embargo, Dios no se contenta con que nosotros aceptemos su amor gratuito. No se limita a amarnos, quiere atraernos hacia sí, transformarnos de un modo tan profundo que podamos decir con san Pablo: ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí (cf. Ga 2,20)”. Esa transformación que Pablo mismo experimentó es la misma transformación que la Iglesia debe experimentar este Tiempo de Cuaresma. La devoción del Vía Crucis, en sus catorce estaciones, nos ayudará a profesar nuestra fe al decir como Pablo “Para mí la vida es Cristo” (Fil 1,21). Les invito a promover la devoción del Vía Crucis, especialmente en este Tiempo de Cuaresma, para redescubrir el camino de nuestra fe y renovar nuestro encuentro con Cristo. Con afecto de amigo y hermano. Jaime Quispe Palomino, Pbro.

Jesús es condenado a Muerte

PRIMERA ESTACIÓN

P/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu santa cruz redimiste el mundo.

TEXTO BIBLICO

REFLEXIÓN Pilato representa la indiferencia del hombre ante tan grande sufrimiento humano y el pueblo representa la violencia que grita insistentemente: «¡que lo crucifiquen!», «¡que lo crucifiquen!». Cuantas veces nos convertimos en jueces de nuestros hermanos por tener debilitada la fe. Cuantas veces, por nuestra falta de fe, condenamos injustamente a Dios en las personas débiles e indefensas. Señor Jesús, que nos abres la puerta de la fe, ayúdanos a reconocerte vivo y presente en nuestros hermanos; aumenta nuestra fe por la meditación de tus Palabras y plasma en nuestros corazones la gracia transformadora.

Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 22-23.26 Pilato les preguntó: «¿y qué hago con Jesús, llamado el Mesías?» Contestaron todos: «¡que lo crucifiquen!» Pilato insistió: «pues ¿qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaban más fuerte: «¡que lo crucifiquen!» Entonces le soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran.

PETICIÓN

REZAR

Por todos aquellos cristianos que viven la indiferencia de su fe y no se identifican con Dios que ha sido condenado a muerte por la salvación de nuestros pecados. Roguemos al Señor.

Un Padre Nuestro. Un Ave María. Un Gloria…

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Jesús carga con la cruz

SEGUNDA ESTACIÓN

P/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu santa cruz redimiste el mundo.

TEXTO BIBLICO

REFLEXIÓN

Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 27-31 Los soldados del gobernador se llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la compañía: lo desnudaron y le pusieron un manto de color púrpura y trenzando una corona de espinas se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha. Y doblando ante él la rodilla, se burlaban de él diciendo: «¡Salve, Rey de los judíos!». Luego lo escupían, le quitaban la caña y le golpeaban con ella en la cabeza. Y terminada la burla, le quitaron el manto, le pusieron su ropa y lo llevaron a crucificar.

Primero, lo desnudan de su dignidad como si fuera un delincuente; en seguida, lo humillan de la peor manera al decir: «¡Salve, Rey de los judíos!»; luego, lo revisten de la condición paupérrima para cargar su propia cruz. Cuantas veces hemos desnudado la dignidad de nuestros hermanos y los hemos revestido con insultos, humillaciones e injusticias. Cuantas veces, por adolecer de una fe madura, nos hemos dejado llevar por el orgullo y la soberbia. Señor Jesús, que aceptaste voluntariamente la humillación de los hombres, ayúdanos a redescubrir el camino de la fe; para iluminar de manera cada vez más clara el encuentro contigo y con nuestros hermanos.

PETICIÓN

REZAR

Por todos aquellos cristianos que no aceptan cargar con su cruz y la llevan en las espaldas de otros. Roguemos al Señor.

Un Padre Nuestro. Un Ave María. Un Gloria…

2

Jesús cae por primera vez.

TERCERA ESTACIÓN

P/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu santa cruz redimiste el mundo.

TEXTO BIBLICO

REFLEXIÓN Jesús carga la cruz que hemos puesto entre sus espaldas y lleva el peso de nuestros pecados personales, familiares, laborales, eclesiales y sociales. Tanto fue el peso de nuestra conciencia que tiró al Señor por los suelos hasta dañar su propia divinidad. Recordemos la primera caída de nuestra vida que ha sido tan dolorosa como fue para Jesús. Cuantos hermanos nuestros caen por primera vez y al no encontrar una alternativa de solución, por falta de fe en el Dios de la misericordia, terminan en la desesperación y el fatalismo. Señor Jesús, que pones en camino a los hombres que viven en el desierto de la desesperación y el fatalismo por falta de fe; guíales hacia la amistad contigo que das vida en plenitud.

Lectura del libro del profeta Isaías 53, 4-6 Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado, traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable vino sobre él, sus cicatrices nos curaron. Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes.

PETICIÓN

REZAR

Por todos aquellos hermanos que han caído inesperadamente en el pecado y viven la vida desesperadamente por falta de fe. Roguemos al Señor.

Un Padre Nuestro. Un Ave María. Un Gloria…

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Jesús encuentra a su madre.

CUARTA ESTACIÓN

P/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu santa cruz redimiste el mundo.

TEXTO BIBLICO

REFLEXIÓN

Lectura del Evangelio según San Lucas 2, 34-35.51 Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se l e va n t e n ; s e r á u n a b a n d e ra discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma». Su madre conservaba todo esto en su corazón.

Aquella vez, el encuentro del Hijo con su Madre estuvo polarizado por las lágrimas y el sufrimiento que un día le dijo Simeón a María: «Y a ti, una espada te traspasará el alma». Era exactamente lo que estaba pasando; aquella vez no lo entendía, pero esta vez, más que entender, lo estaba viviendo en carne propia. Cuan doloroso habrá sido aquél encuentro al ver a su Hijo cargando nuestros pecados y cuan triste ver a la Madre llorando desconsoladamente. Cuantas veces, por nuestra falta de fe, nos sentimos ajenos al sufrimiento humano. Señor Jesús, que pones a tu propia madre como ejemplo de fe, anima la peregrinación de nuestra vida por el camino de la salvación que consiste en encontrarte a ti, amigo fiel y paciente.

PETICIÓN

REZAR

Por todas las madres que sufren el pecado de sus hijos y acompañan con fe el camino de sufrimiento que será el camino de su purificación. Roguemos al Señor.

Un Padre Nuestro. Un Ave María. Un Gloria…

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QUINTA ESTACIÓN

El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la cruz.

P/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu santa cruz redimiste el mundo.

TEXTO BIBLICO

REFLEXIÓN El Cireneo representa al cristiano que está dispuesto a acompañar al Señor por el camino de la pasión y no se avergüenza. El Cireneo es ejemplo de seguimiento a Cristo que carga con la cruz, especialmente en los momentos difíciles y controversiales. Cuantas veces, por nuestra falta de fe, hemos negado cargar con la cruz del sufrimiento y el dolor. Cuantas veces hemos sido indiferentes al sufrimiento de nuestros hermanos sin ayudarles a llevar la cruz, y contrariamente a condenarlos. Ayudar a llevar la cruz de nuestro Señor Jesucristo como el Cireneo es confirmar nuestra fe en el Dios que ha cargado con nuestros pecados para salvarnos de nuestros pecados.

Lectura Evangelio según San Mateo 27, 32; 16, 24 Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo forzaron a que llevara la cruz. Jesús había dicho a sus discípulos: «El que quiera venir conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga».

PETICIÓN

REZAR

Por todos aquellos hombres que ayudar a cargar con fe la cruz de los hermanos, especialmente de aquellos que se sienten agobiados por el peso del pecado. Roguemos al Señor.

Un Padre Nuestro. Un Ave María. Un Gloria…

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SEXTA ESTACIÓN

La Verónica enjuga el rostro de Jesús.

P/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu santa cruz redimiste el mundo.

TEXTO BIBLICO

REFLEXIÓN

Lectura del libro del profeta Isaías 53, 2-3 No tenía figura ni belleza. Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado por los hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultan los rostros; despreciado y desestimado. Del libro de los Salmos 26, 8-9 Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro». Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio; no me deseches, no me abandones, Dios de mi salvación.

Su rostro estaba totalmente desfigurado que se confundía la sangre con el sudor, el cabello con la tierra. En esas circunstancias se acercó una mujer que sintió pena de Jesús; entonces le limpió el rostro para ver el camino por delante y no tropezarse. Cuantas veces hemos sido indiferentes al ver el rostro sufriente de nuestros hermanos y no hemos sido capaces de ayudarles. Necesitamos acrecentar la fe que nos haga tocar el rostro de Dios en nuestros hermanos que han sido desfigurados por el sufrimiento humano. Señor Jesús, que das valor y esplendor a nuestra vida de fe, ayúdanos a enjugar el rostro de nuestros hermanos que han sido desfigurados por el pecado.

REZAR

PETICIÓN

Un Padre Nuestro. Un Ave María. Un Gloria…

Por todos aquellos varones y mujeres que enjugan el rostros sufrido de nuestros hermanos y consuelan con sus palabras y sus oraciones. Roguemos al Señor.

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Jesús cae por segunda vez.

SÉPTIMA ESTACIÓN

P/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu santa cruz redimiste el mundo.

TEXTO BIBLICO

REFLEXIÓN

Lectura del libro de las Lamentaciones 3, 1-2.9.16 Yo soy el hombre que ha visto la miseria bajo el látigo de su furor. El me ha llevado y me ha hecho caminar en tinieblas y sin luz. Ha cercado mis caminos con piedras sillares, ha torcido mis senderos. Ha quebrado mis dientes con guijarro, me ha revolcado en la ceniza.

Es impresionante ver a Jesús en el suelo por segunda vez aplastado por el peso de la cruz, por tener el cuerpo cansado, por haber recorrido el camino accidentado, por tantos insultos recibidos; también, es impresionante sentir latir el corazón misericordioso de Dios. Cuantas veces nos hemos burlado de nuestros hermanos que volvieron a caerse por el peso del pecado. Cuantas veces, por nuestra falta de fe, los hemos dejado aplastados en la angustia y la desesperación. Señor Jesús, que nos llamas a vivir una auténtica y renovada conversión, danos un corazón misericordioso, alimentado por la fe en ti, único salvador del mundo.

REZAR

PETICIÓN

Un Padre Nuestro. Un Ave María. Un Gloria…

Por nuestros hermanos que han vuelto a caer en el mismo pecado para que se levanten con el poder de la fe y vuelvan a caminar en la esperanza. Roguemos al Señor.

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OCTAVA ESTACIÓN

Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén.

P/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu santa cruz redimiste el mundo.

TEXTO BIBLICO

REFLEXIÓN

Lectura del Evangelio según San Lucas 23, 28-31 Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, lloren por ustedes y por sus hijos, porque miren que llegará el día en que dirán: «dichosas las estériles y los vientres que no han dado a luz y los pechos que no han criado». Entonces empezarán a decirles a los montes: «Desplómense sobre nosotros»; y a las colinas: «Sepúltennos»; porque si así tratan al leño verde, ¿qué pasará con el seco?

Las mujeres de Jerusalén, al ver pasar a Jesús, lloraban desconsoladamente por el cruel castigo que le estaban infringiendo. Entonces, Jesús, a pesar del desvalimiento, con sus palabras de vida eterna, anima a éstas a ser fuertes ante las adversidades de la vida. Cuantas veces los hombres tenemos la necesidad de animarnos mutuamente ante tanto sufrimiento en la vida. Cuantas veces tenemos que animar desde la fe a nuestros hermanos que han perdido la esperanza. Gracias, Señor, por animarnos con tu propio testimonio a ser fuertes y valientes en las pruebas de la vida. Gracias por aumentar nuestra Fe de esta manera. Gracias por consolarnos con tu testimonio «porque si así tratan al leño verde, ¿qué pasará con el seco?».

REZAR

PETICIÓN

Por todas aquellas mujeres, que por la fe en Dios que vino a servir y no a ser servido, dedican sus vidas al ser vicio a la evangelización; sin ser comprendidas. Roguemos al Señor.

Un Padre Nuestro. Un Ave María. Un Gloria…

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Jesús cae por tercera vez.

NOVENA ESTACIÓN

P/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu santa cruz redimiste el mundo.

TEXTO BIBLICO

REFLEXIÓN

Lectura del libro de las Lamentaciones 3, 27-32 Bueno es para el hombre soportar el yugo desde su juventud. Que se sienta solitario y silencioso, cuando el Señor se lo impone; que ponga su boca en el polvo: quizá haya esperanza; que tienda la mejilla a quien lo hiere, que se harte de oprobios. Porque el Señor no desecha para siempre a los humanos: si llega a aigir, se apiada luego según su inmenso amor.

Jesús se encontraba en el último tramo del camino de la pasión; su cuerpo, adormecido por el peso de la cruz y el dolor, se deslizaba a trompicones que, en el mínimo tropezón, cayó abatido rostro en tierra. Todos pasamos por esta ley de gravedad del dolor y el sufrimiento. Cuantas veces, por nuestra falta de fe, hemos sentido desfallecer el alma por el peso de nuestros pecados. Cuantas veces, por nuestra falta de fe, olvidamos el sufrimiento de Jesús y no la configuramos a nuestros sufrimientos. Señor Jesús, que por la fe nos introduces en el misterio de la pasión, ayúdanos a levantar nuestras almas caídas por el pecado y guíanos por el camino de la salvación.

REZAR

PETICIÓN

Un Padre Nuestro. Un Ave María. Un Gloria…

Por todas aquellas personas que han aprendido a levantarse, a pesar de sus caídas, para que el encuentren en Dios su fortaleza. Roguemos al Señor.

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Jesús es despojado de sus vestiduras.

DÉCIMA ESTACIÓN

P/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu santa cruz redimiste el mundo.

TEXTO BIBLICO

REFLEXIÓN Después de haber dejado el madero de la cruz, Jesús siente el alivio de su cuerpo aunque no por mucho tiempo porque se acercaba el momento más cruel aún. Mientras se dispone a tomar aire para dar respiro a sus agitados pulmones, lo despojan violentamente de sus vestiduras humedecidas por la sangre, el sudor y las lágrimas. Cuantas veces hemos desnudado a nuestros hermanos en su dignidad y los hemos ultrajado con nuestras palabras y actitudes. Cuantas veces, por nuestra falta de fe, no hemos respetado la dignidad de nuestros hermanos. Señor Jesús, que animas y fortaleces nuestra fe, enséñanos a respetar la dignidad de nuestros hermanos, especialmente en los momentos difíciles.

Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 33 -36 Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota (que quiere decir «La Calavera»), le dieron a beber vino mezclado con hiel; él lo probó, pero no quiso beberlo. Después de crucificarlo, se repartieron su ropa echándola a suertes y luego se sentaron a custodiarlo.

REZAR

PETICIÓN

Un Padre Nuestro. Un Ave María. Un Gloria…

Por todas aquellas personas que han sido despojados de su dignidad; para que Dios les aumente la fe. Roguemos al Señor.

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Jesús es clavado en la cruz.

DÉCIMA PRIMERA ESTACIÓN

P/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu santa cruz redimiste el mundo.

TEXTO BIBLICO

REFLEXIÓN

Lectura del Evangelio según San Mateo 7, 37-42 Encima de la cabeza colocaron un letrero con la acusación: «Este es Jesús, el Rey de los judíos». Crucificaron con él a dos bandidos, uno a la derecha y otro a la izquierda. Los que pasaban, lo injuriaban y decían meneando la cabeza: «Tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, baja de la cruz». Los sumos sacerdotes con los letrados y los senadores se burlaban también diciendo: «A otros ha salvado y él no se puede salvar. ¿No es el Rey de Israel? Que baje ahora de la cruz y le creeremos».

En tiempo de Jesús, la crucifixión era el castigo ejemplar que imponía a todos aquellos que atentaban contra el César. La cruz era la pena de muerte capital que se imponía a los sediciosos. Y, para coronar estas acciones deleznables contra Jesús, le ponen un sarcástico letrero que decía: «Este es Jesús, el Rey de los judíos». Cuantas veces hemos colgado a nuestros hermanos en la cruz, cuantas veces les hemos clavado con nuestras miradas llenas de odio y rencor, cuantas veces hemos crucificado a nuestros hermanos con el engaño y la traición. Señor Jesús, que te crucificaron aquellos hombres que no tenían fe, no permitas que te crucifiquemos por nuestra falta de fe.

REZAR

PETICIÓN

Un Padre Nuestro. Un Ave María. Un Gloria…

Por todas aquellas personas que han sido crucificadas por la maldad de su prójimo; para que Dios les de alivio y consuelo. Roguemos al Señor.

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Jesús muere en la cruz.

DÉCIMA SEGUNDA ESTACIÓN

P/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu santa cruz redimiste el mundo.

TEXTO BIBLICO

REFLEXIÓN

Del Evangelio según San Mateo 27, 45-50. 54 Desde el mediodía hasta la media tarde vinieron tinieblas sobre toda aquella región. A media tarde Jesús gritó: «Elí, Elí lamá sabaktaní», es decir: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» Al oírlo algunos de los que estaban por allí dijeron: «A Elías llama éste». Uno de ellos fue corriendo; enseguida cogió una esponja empapada en vinagre y, sujetándola en una caña, le dio de beber. Los demás decían: «Déjalo, a ver si viene Elías a salvarlo». Jesús, dio otro grito fuerte y exhaló el espíritu. El centurión y sus hombres, que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba dijeron aterrorizados: «Realmente éste era Hijo de Dios».

En la cruz, Jesús eleva su voz de lamentación diciendo: «Elí, Elí lamá sabaktaní», es decir: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Son expresiones que también nosotros pronunciamos en los momentos desesperados de nuestra vida. Cuantas veces sentimos desfallecer el alma ante tanto sufrimiento humano como Jesús mismo experimentó en la cruz. Cada vez que el sufrimiento y el dolor nos abruman debemos volver nuestra mirada a la cruz; porque allí está nuestra esperanza. Señor Jesús, que nos invitas a volver a recorrer la historia de nuestra fe, ayúdanos a hacer morir en la cruz los pecados que matan el alma; y a depositar nuestra confianza en ti.

PETICIÓN

REZAR

Por todos nuestros familiares que han muerto con Cristo; para que resuciten con él a la vida eterna, por la fe que Dios nos ha dado. Roguemos al Señor.

Un Padre Nuestro. Un Ave María. Un Gloria…

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DÉCIMA TERCERA ESTACIÓN

Jesús es bajado de la cruz y entregado a su Madre.

P/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu santa cruz redimiste el mundo.

TEXTO BIBLICO

REFLEXIÓN

Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 54-55 El centurión y sus hombres, que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba dijeron aterrorizados: «Realmente éste era Hijo de Dios». Había allí muchas mujeres que miraban desde lejos, aquellas que habían seguido a Jesús desde Galilea para atenderle.

La muerte de Jesús ocasionó consternación en sus propios verdugos que, al ver todo lo que sucedía aquél momento, dijeron: «Realmente éste era Hijo de Dios». Este acontecimiento fúnebre de descolgar el cuerpo muerto de Jesús inundaba de tristeza y dolor el corazón de la virgen María. Cuantas veces nos lamentamos después de haber tratado violentamente a nuestros hermanos, cuantas veces nos lamentamos después de todo lo que hemos proferido; cuantas veces nos lamentamos al ver sufrir a nuestros hermanos. Señor Jesús, que buscas sin cesar la conversión y la renovación de nuestras vidas, enséñanos a coger, a través de la fe, en nuestros brazos, a nuestros hermanos enfermos, débiles y desprotegidos.

REZAR

PETICIÓN

Por todas aquellas personas que no creen en Dios; para que Dios les avive la fe que está dormida en sus corazones. Roguemos al Señor.

Un Padre Nuestro. Un Ave María. Un Gloria…

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Jesús es colocado en el sepulcro.

DÉCIMA CUARTA ESTACIÓN

CANTOS 1.- JUNTOS COMO HERMANOS. Juntos como hermanos, Miembros de una Iglesia, Vamos caminando, Al encuentro del Señor.

4.- OH, SEÑOR, TEN PIEDAD. Oh Señor ten piedad Cristo, ten piedad (2) Oh Señor ayúdame Contra ti yo pequé (2)

1.- Es largo el caminar, por el desierto bajo el sol no podemos avanzar sin la ayuda del Señor.

5.- TEN PIEDAD DE MÍ. Ten piedad de mí, oh Dios conforme a tu misericordia conforme a la multitud de tus piedades, borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad y límpiame de mis pecados. (2)

2.- Unidos al orar, unidos en una canción, viviremos nuestra fe con la ayuda del Señor

6.- UNA VEZ MÁS REZARE Una vez más rezare, de rodillas me pondré, pueda ser que una vez más el perdone. Le diré que lucho en vano, que pequé pues soy humano, de seguro una vez más el perdone eh, eh, eh. Para un Dios que conoció la tentación, del amigo la traición, yo no dudo me perdone Dios amigo, para un Dios que conoció la tentación, del amigo la traición, yo no dudo me perdone Dios amigo, mi Dios amigo. Yo vi sufrir al hermano cuando bastaba una mano, de seguro también eso me perdone. Murió pobre y desahuciado, yo con los brazos cruzados, pueda ser que una vez más el perdone.

3.-La Iglesia en marcha está a un mundo nuevo vamos ya, donde reinará el amor, donde reinará la paz.

P/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu santa cruz redimiste el mundo.

TEXTO BIBLICO

REFLEXIÓN El cuerpo de Jesús, después de haber recibido el castigo cruel hasta el final de la vida, va a descansar en paz en un lugar digno que José de Arimatea, hombre generoso, había ofrecido. Cuan tristes habrá sido ese momento como es a la hora de enterrar a nuestros familiares queridos. En el momento de la sepultura de Jesús estaban solamente los que por fe creían firmemente en el Hijo de Dios. Señor Jesús, gracias por haber ofrecido tu vida en la cruz por nuestra salvación. Creemos firmemente que has muerto por nosotros y creemos que has resucitado para darnos vida en abundancia. Danos fuerza en los momentos más difíciles de nuestra vida.

Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 59-61 José, tomando el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia, lo puso en el sepulcro nuevo que se había excavado en una roca, rodó una piedra grande a la entrada del sepulcro y se marchó. María Magdalena y la otra María se quedaron allí sentadas enfrente del sepulcro.

PETICIÓN

REZAR

Un Padre Nuestro. Un Ave María. Un Gloria…

Pa r a q u e l o s c r i s t i a n o s c u m p l a n fidedignamente el deber de enterrar a sus muertos y darles una cristiana sepultura. Roguemos al Señor. 14

2.- CAMINARÉ. Caminaré en presencia del Señor (2) Amo al Señor, porque escucha mi voz suplicante, porque inclina su oído hacia mi el día que lo invoco. Caminaré en presencia del Señor (2) Me envolvían redes de muerte, caí en tristeza y en angustia, invoqué el nombre del Señor: "Señor, salva mi vida". Caminaré en presencia del Señor (2) El Señor es benigno y justo, nuestro Dios es compasivo. El Señor guarda a los sencillos, estando yo sin fuerzas me salvó. Caminaré en presencia del Señor (2) Alma mía, recobra tu calma, que el Señor fue bueno contigo; arrancó mi alma de la muerte, mis ojos de las lágrimas, mis pies de la caída.

7.- PERDONA A TU PUEBLO Perdona a tu pueblo, Señor, Perdona a tu pueblo, perdónale Señor (2) Por las heridas de pies y manos, por los azotes tan inhumanos, ¡perdónale, Señor!

3.- HOY, PERDÓNAME. Hoy perdóname, hoy por siempre, sin mirar la mentira el vacío en nuestras vidas nuestra falta de amor y caridad. Hoy perdóname, hoy por siempre, aun sabiendo que he caído que de ti siempre había huido hoy regreso arrepentido vuelvo a ti, vuelvo a ti, vuelvo a ti, vuelvo a ti,

Por los tres clavos que te clavaron y las espinas que te hincaron, ¡perdónale, Señor! No estés eternamente enojado; no estés eternamente enojado; ¡perdónale, Señor! Por tus profundas llagas crueles, por tus salivas y por tus hieles, ¡perdónale, Señor! 15


8.- UN MANDAMIENTO NUEVO Un mandamiento nuevo nos dio el Señor que nos amenos todos como El nos amó La señal de los cristianos es amarnos como hermanos Quien a sus hermanos no ama miente si a Dios dice que ama En la vida y en la muerte Dios nos ama para siempre En trabajos y fatigas Cristo a todos nos anima. 9.- TÚ QUE SIEMPRE NOS PERDONAS. Tú que siempre nos perdonas, porque nos quieres mucho. Tú que siempre nos perdona, Señor ten piedad. Tú que siempre nos escuchas, porque nos quieres mucho. Tú que siempre nos escuchas, Señor ten piedad. Tú que siempre nos ayudas, porque nos quieres mucho. Tú que siempre nos ayudas, Señor ten piedad. 10.- PERDON, SEÑOR, PERDON Perdón, Señor, Perdón (2) Misericordia, mi Dios por tu bondad, Por tu inmensa compasión borra mi culpa Reconozco mi culpa Señor, Tengo siempre presente mi pecado Contra Ti, contra ti, solo pequé Cometí la maldad de Tu aborreces Lava del todo mi delito Y limpia todo mi pecado. 11.- Danos un corazón Danos un corazón grande para amar, Danos un corazón, fuerte para luchar. 1.Hombres nuevos creadores de la historia, constructores de nueva humanidad. Hombres nuevos que viven la

existencia, como riesgo de un largo caminar. 2.Hombres nuevos luchando en esperanza, caminantes sedientos de verdad. Hombres nuevos sin frenos ni cadenas, hombres libres que exigen libertad.

A ti levento mis ojos, a ti que habitas en el cielo. A ti levanto mis ojos, por que espero tu misericordia.

Como estan los ojos de los esclavos, 3.Hombres nuevos amando sin fronteras, fijos en las manos de por encima de razas y lugar. sus señores, Hombres nuevos al lado de los pobres, compartiendo con ellos techo y pan. asi estan nuestros ojos en el Señor, esperando su 12.- DAME TU PERDÓN. misericordia. Ten piedad, Dios mío, dame tu perdón. Soy un peregrino, soy un pecador Misericordia Señor, Vengo arrepentido, ten piedad Señor, misericordia, que vuelve a mí tus ojos con amor. estamos saciados de burlas; Lejos de tu casa, de tu bendición, misericordia Señor, malgasté mi vida en la perdición. misericordia Roto y pobre vengo, ten piedad Señor, que estamos saciados vuelve a mí tus ojos con amor. de desprecios. A tus puertas llamo, sé que me abrirás. Con los pecadores muestras tu bondad. Nuestra alma esta A salvarnos vienes, ten piedad Señor, saciada del sarcasmo de los satisfechos; vuelve a mí tus ojos con amor. nuestra alma esta saciada del desprecio 13.- ZAMBA DEL PERDÓN. de los orgullosos. Perdón por aquel mendigo, por aquella lágrima que hice brillar, Perdón por aquellos ojos que al mirar los míos no quise mirar. Señor, ¿por qué soy así? Estoy como un ciego, no sé comprender. (Señor, Tú eres mi esperanza, Dame tu mirada, que te sepa ver.(2) Señor, no le di la vida, se encontraba solo y le dejé partir. Perdón por no dar cariño, por sólo buscarlo, y lejos de Ti. Señor, no soy siempre alegre, no doy luz a otros que están junto a mí. Perdón por esta tristeza, por sentirme sólo cuando Tú estás en mí. Perdón por otros hermanos a quienes no importa tu parecer. Estás cerca del que sufre, pasan a tu lado pero no te ven. 14.- A TI LEVANTO MIS OJOS. A ti levento mis ojos, a ti que habitas en el cielo. A ti levanto mis ojos, por que espero tu misericordia. 16

LETANÍAS PENITENCIALES Por los pecados que hemos cometido endureciendo nuestro corazón. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido por ignorancia Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido a través de la sexualidad. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido tanto en público como en privado. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido engañando a nuestros semejantes. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido por el uso de la violencia. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido insultando con nuestras palabras. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido despreciando a nuestros padres y maestros. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido dejándonos dominar por nuestras bajas pasiones. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido por medio de la mentira. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido por medio del soborno. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido por medio de la calumnia. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido en nuestras relaciones comerciales. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido por medio de la comida y la bebida. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido a través del orgullo Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido por medio de la murmuración. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido por medio de la mirada codiciosa. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido por medio de la mirada deshonesta. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido incurriendo en la prostitución. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido por falta de sinceridad. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido a través de la envidia. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido por irresponsabilidad. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido sembrando la cizaña y el chisme. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido hablando mal de otros. Ten piedad de mí, que soy un pecador. Por los pecados que hemos cometido resistiéndonos a la voluntad de Dios. Ten piedad de mí, que soy un pecador.

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