Trabajos de investigación

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TRABAJOS DE INVESTIGACIร N HISTORIA LOCAL VOL. I

2ยบ DE BACHILLERATO CURSO 2014-2015 IES TIERRABLANCA LA ZARZA



Autores FÉLIX ANDÚJAR SÁNCHEZ FRANCISCO JOSÉ CERRATO GUERRERO LUIS FERNANDO CERRATO TRINIDAD MIRIAM MOLINA ROMERO SEBASTIÁN MOLINA ROMERO JUAN JOSÉ PEÑATO TARIFA ALEJANDRO QUEVEDO GUTIÉRREZ MARÍA JOSÉ RIVERA GIL CRISTINA VIVAS PINTADO

Coordinación JOSÉ ANTONIO PALOMO MOLANO Departamento de Geografía e Historia



Í N D I C E

Villagonzalo: 700 años de urbanismo Félix Andújar Sánchez

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Emigrantes zarceños Francisco José Cerrato Guerrero y Luis Fernando Cerrato Trinidad

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Emigración en La Zarza Sebastián Molina Romero y Miriam Molina Romero

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Pesca fluvial en La Zarza Juan José Peñato Tarifa

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El embalse de Alange Alejandro Quevedo Gutiérrez

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Apuntes para una historia del turismo termal en Alange (ss. XVIII-XXI) María José Rivera Gil

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Huertas de origen morisco en La Zarza Cristina Vivas Pintado

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VILLAGONZALO: 700 AÑOS DE URBANISMO Félix Andújar Sánchez

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PREVIO A LA ALDEA

Aunque la aldea en sí se dio durante la Edad Media, se tiene constancia de una villa romana sobre la que se asentaron los primeros habitantes hacia el primer tercio del siglo XIV. Esta villa debió de situarse a orillas del arroyo de San Juan, en la zona donde hoy tenemos las calles Río, Pocillo y Bodega. En las cercanías de este arroyo existen amplios sillares de granito

y dos grandes piedras de un molino, las cuales, no podemos asegurar que pertenecieran al período romano, puesto que estructuralmente, los molinos romanos y medievales no guardaban diferencias entre sí. Los restos romanos fueron utilizados para la posterior construcción de las primeras casas y molinos de la “Villa de don Gonzalo”, algunos de estos 7


FÉLIX ANDÚJAR SÁNCHEZ

bloques se utilizaron como “pasaderas” para cruzar el arroyo hasta la construcción del puente y, hoy día, los que quedan cumplen las funciones de asientos.

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PRIMERAS VIVIENDAS

Durante el siglo XIV, con la necesidad de repoblar la zona, la Orden de Santiago mandó la construcción de núcleos de población a partir de un núcleo original, en nuestro caso, Alange. Estos núcleos, son lugares sin historia conocida en sus primeros siglos de existencia. No es hasta el siglo XV cuando empieza a aparecer el nombre de estas villas y aldeas en documentos oficiales. Villagonzalo pudo haber sido fundado por el Maestre D. Gonzalo Ruiz de Girón hacia 1300, o por el Maestre D. Gonzalo Mexía hacia el año 1366. Las primeras casas fueron situadas en la conocida como Dehesa de Santibáñez sobre los restos romanos ya mencionados, así el nombre de la calle y de la plazoleta del “Castillejo”, topónimo que significa la existencia de ruinas. La aldea contaba con unas pocas casas y algunas calles en un plano irregular, quizás lineal, pero debido a esa historia oculta, no sabemos con certeza la forma que tuvieron. Esta es una recreación de la primera aldea. Para marcar alguna diferencia conocida con respecto al pueblo actual, sabemos, por ejemplo, que desde la calle Almendro al arroyo hubiera una calleja que fue cerrada y consecuencia de ello esa zona recibe el nombre de “Cerrojo Gordo”. Del mismo modo, cabe la posibilidad de que la anchura de las calles Pocillo y Bodega fueran en un origen distintas a las actuales.

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VILLAGONZALO: 700 AÑOS DE URBANISMO

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CONSTRUCCIONES MEDIEVALES Y MODERNAS

Durante toda la Edad Media, el pueblo apenas creció, en cualquier caso, lo hizo siempre desde el arroyo de San Juan hacia el sur, desde este riachuelo hacia la parte superior de un cerro. La disposición de hogares revela una falta de planificación previa en el esquema urbano. En esta escasa ampliación de Villagonzalo aparecen calles como Olivo, Arriba, Norte, Mérida y la Plaza de España, la de la Iglesia y la de San Gregorio, así como las primeras casas de la esquina de las calles Cruces y Calvario en la Plaza de la Iglesia. Hay que tener en cuenta que la aldea de Villagonzalo hasta mediados del siglo XVIII, solamente contaba con 300 casas de planta baja, repartidas en 14 calles y 3 callejuelas con poco empedrado.

Como edificaciones destacadas, además de algunas viviendas, se sabe que hubo una construcción de la Encomienda de Alange, la cual tenía un bastimento de vino que en 1734 “sólo quedaba el solar y las tinajas que son doce, las tienen sus vezinos en su poder”. Durante la Edad Moderna, construcciones como la parroquia fueron llevadas a cabo. “La Iglesia Parroquial (La Concepción) con curato de primer ascenso y de provisión de Su Majestad a propuesta del Tribunal Especial de las Órdenes Militares, como perteneciente a la de Santiago. En ella se venera un magnífico relicario que donó Su Santidad”. Una reciente obra en la parroquia descubrió una cripta que hay bajo el altar mayor, que al parecer se trata de un mausoleo abovedado, pero que no está accesible al público. Durante el siglo XV, la 9


FÉLIX ANDÚJAR SÁNCHEZ

roturación de nuevas tierras, el incremento de dehesas boyales y la fuerte inmigración, permitieron la existencia de excedentes económicos y su inversión en la construcción de nuevos templos. Una de estas pequeñas capillas, atendiendo a la cultura popular, fue la Ermita de San Gregorio Nacianceno, santo que protegía a la población de plagas y sequías, y situado fuera del núcleo urbano, en el ejido, un pequeño cementerio. Esta ermita pudo ser abandonada debido al despoblamiento del lugar, a su ubicación poco propicia, al deterioro de la construcción y la imposibilidad de soportar costosas reparaciones, o, como el cronista oficial de Villagonzalo propone, porque se relacionaba con la Mesta y en una reforma de esta institución (s. XVIII), se aprovechara para cambiar el culto por San Isidro (labrador). En cuanto al cementerio, a causa de la expansión de la localidad y el incremento de fallecimientos, se cambió a otra zona más alejada del pueblo. De esta época también, existe un texto que cuenta una visita que realizó la Orden de Santiago a nuestra localidad (1550). En él se habla de la existencia de un hospital llamado de la Piedad, además de enumerar sus características. Posteriormente, en el Diccionario Geográfico-Estadístico de Pascual Madoz, editado en 1850, dice que hasta ese año hay constancia de dos ermitas, la ya mencionada de San Gregorio, y la de Nuestra Señora de la Piedad “de gran veneración, que fue iglesia de un antiguo hospital”. Cabe destacar la importancia que cobraron los molinos harineros. En Villagonzalo llegó a haber tres: el de “Arné” y el de “Las Piñuelas” en el río Guadiana, y el “Matarratas” en el arroyo San Juan. Durante el interrogatorio del Catastro de Ensenada, en 1751, a la décimo séptima pregunta contestaron que había dos molinos harineros: el de Arnés y el de Las Piñuelas.

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VILLAGONZALO: 700 AÑOS DE URBANISMO

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SIGLOS XVIII - XIX

En el ya citado interrogatorio para el Catastro de Ensenada, se dice que en 1751, había 150 casas, 5 derruidas y el resto pobladas por vecinos. No es hasta 1857 cuando se inicia el crecimiento urbano de Villagonzalo. En este año, según Pascual Madoz, el pueblo contaba con 1507 habitantes que viven en 300 casas de un solo piso y distribuidas en una plaza extensa, 14 calles y 3 callejuelas con forma, más o menos radial: Bodega, Almendro, Empedrada, Arriba, Pleito, Pocillo, San Gregorio, Santa Eulalia, Río, Vigo, Norte, Olivo, Cruces y Los Postes. Entre estas bajas viviendas, existía ya una escuela primaria para niños y otra para niñas, una cárcel local, así como pozos en el casco urbano, el Pilar y el Grifo. A extramuros de la localidad, pozos y norias salpicados por distintas zonas rurales y el conjunto arquitectónico conocido como “La huerta el agua”, todos ellos con la finalidad de abastecer a la población de agua.

A mediados de marzo de 1866, la Compañía de Ferrocarriles Badajoz-Ciudad Real-Madrid trajo a Villagonzalo el primer tren que los galapagueros verían pasar por el tramo de vías que corresponde a la localidad. No sería, sin embargo, hasta 1883 cuando se construyó la Estación de Ferrocarril cerca del río Guadiana. Hace poco, el edificio en sí fue derruido debido a su mal estado. 11


FÉLIX ANDÚJAR SÁNCHEZ

En 1868 la población aumenta hasta los 1.705 habitantes. Este crecimiento de la población originó graves problemas urbanísticos, al surgir una fuerte demanda de terrenos para construir casas en nuevas zonas del pueblo. En el año 1874 la Corporación Municipal sacó a subasta pública la ejecución de nuevas obras de las siguientes infraestructuras: una habitación destinada para el archivo de documentos en los bajos de las Casas Consistoriales (situada en la Plaza del Ayuntamiento), la construcción de dos pozos en el centro urbano y el empedrado de las calles Cruces, Olivo, San Gregorio y Río.

El crecimiento de la población, la concesión de solares para la construcción de más viviendas, produjo la aparición de las calles Nueva, Vistalegre y Traseras de Portugal, así como la prolongación de la calle Estación hacia ésta. Tres años más tarde, se acuerda el empedrado de la calle Calvario y la recomposición de las demás.

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SIGLO XX Y ACTUALIDAD

A caballo entre los siglos XIX y XX y hasta la Guerra Civil, casi no se construyen nuevas viviendas, se aprovechan espacios que ocupaban casas antiguas y se erigen nuevos hogares en su lugar. También, se procede a la edificación de un cuartel de la Guardia Civil (el cual durante la Democracia se convertirá en Casa de la Cultura) y un lugar de reunión para la 12


VILLAGONZALO: 700 AÑOS DE URBANISMO

comunidad de religiosas de génesis villagonzaleña, las Hijas de la Virgen para la Formación Cristiana, que posteriormente se irá ampliando para llegar a formar la Casa Principal de dicha congregación y el albergue de convivencias. Durante el Régimen Franquista, se cambian los nombres de las calles por nombres de militares y lugares relacionados con la Dictadura, se ciegan los pozos públicos, se amplía el cementerio, se crea la otra acera de la calle Trasera de Portugal (actual Avenida de Badajoz) y las Escuelas al sur de la localidad. También, se hizo una carretera que rodeaba la villa con dirección Valverde de Mérida y se sustituyó el sistema de embarcaciones para cruzar el Guadiana por un badén. Merece la pena mencionar la reconstrucción por parte de todo el pueblo de la Torre de la Iglesia, que sufrió un derrumbamiento durante los años cincuenta. Durante la Transición se procedió a la creación del alcantarillado y la conducción de agua corriente a los hogares de la localidad. Para ello, se apoyaron en la edificación de la Torre del Agua al lado de las Escuelas, que posteriormente fue sustituida por depósitos. Ya bien entrada la Democracia, se restauraron los nombres de las calles del pueblo por los que habían tenido con anterioridad. Se comenzó la expansión progresiva de la villa más allá de la carretera de Valverde de Mérida, por una zona conocida como “La Rúa”, a partir de la calle San Isidro, con un plano en cuadrícula. Durante ese período, se fue erigiendo la calle Concordia gradualmente. En los años 80 se levantó el recinto del Campo de Fútbol y en la época de los 90 se hizo la Cooperativa Nuestro Padre Jesús Nazareno en la carretera de La Oliva de Mérida, así como la calle Miguel de Cervantes, que finaliza hasta el momento la expansión por La Rúa. Las conocidas como Casas Nuevas, en frente del Depósito del Agua, son del nuevo milenio. Detrás de éstas, actualmente, se están construyendo nuevas calles, también en plano cuadriculado, es decir, con calles rectas. La piscina en El Ejido, una guardería y un centro de día (ambas construidas pero ninguna abierta) y un semillero de empresas forman una zona al lado de la carretera de Guareña.

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FÉLIX ANDÚJAR SÁNCHEZ

Las reformas de calles y plazas se han sucedido durante los años. Incluso hoy, la Plaza de la Iglesia, esa que se formó en el siglo XVII, está pasando por una de sus innumerables reformas. No sabemos con certeza qué ocurrirá a partir de ahora, si se harán nuevas viviendas, si se reutilizarán los solares antiguos, o si por el contrario, el descenso de población reducirá una villa que durante los siglos se ha ido formando, deformando, y siendo hogar de tantos como quisieron hacerse un hueco en este lugar.

BIBLIOGRAFÍA -

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Sánchez García, Francisco. Apuntes históricos de Villagonzalo. Sánchez García, Francisco. Villagonzalo (1836-1899).


EMIGRANTES ZARCEÑOS Francisco José Cerrato Guerrero Luis Fernando Cerrato Trinidad

En la década de los sesenta y setenta varios habitantes de la localidad de La Zarza tuvieron que emigrar del país hacia diversos lugares de Europa. Hemos estado con dos personas protagonistas: Vicente Cerrato Moreno y otra persona que ha preferido mantener el anonimato para que nos cuenten sus testimonios.

Vicente Cerrato Moreno

Hola, Vicente. Antes de nada, ¿dónde emigró y cuándo? Emigré en 1967 a Alemania. Primero estuve nueve meses, pero después volví hasta estar aproximadamente unos treinta y seis años. Además emigré con varias personas, como Manolo Farrona, Martín Moreno, Domingo Moreno o Kiko ``el zarza´´ entre otros. ¿Por qué emigró? Emigré porque no había trabajo y había que mantener las necesidades, y en España no podía conseguir eso en esta época. ¿Cuál fue su trayecto? 15


FRANCISCO JOSÉ CERRATO GUERRERO Y LUIS FERNANDO CERRATO TRINIDAD

Salimos de Badajoz hacia Madrid, de Madrid a Irún. Hicimos trasbordo a Colonia y de allí nos repartimos a Hamburgo. Allí estábamos tres que iríamos a Pínide y allí nos llevaron a la residencia. También tengo que decir que pasé dos reconocimientos: uno en Madrid y otro en Badajoz, donde si no lo pasabas no podías emigrar. Vaya, parece que fue un duro trayecto. ¿Fue duro también abandonar España? Fue duro porque era un nuevo idioma, pero me adapté muy bien al nuevo entorno. ¿Cuál era su trabajo? Trabajé en un vivero de plantas, aunque a los tres años me iría a la construcción y estuve trabajando ocho años. Después volvería al vivero donde estaría los veinticinco años restantes. Cuénteme acerca de su horario laboral y su relación con los trabajadores. Trabajaba ocho horas. En invierno a veces eran menos horas, ya que eran unas condiciones frías. Guardo una muy buena relación con los alemanes, pues hoy en día todavía tengo contacto con ellos. Hace dos meses me llamó uno de ellos. ¿Llevó a su familia alguna vez a Alemania? Sí. Estuvimos dos años, pero mi mujer se sentía incómoda y se vino hacia España. Finalmente, ¿qué echa de menos de Alemania? Amigos, se ganaba dinero… Muchas gracias, Vicente.

Hemos estado también con otras de las personas que emigraron a Europa. ¿Dónde y cuándo emigró? Emigré a Suiza y Alemania, aproximadamente en la década de los setenta, bajo el dominio franquista. ¿Por qué emigró? Emigré porque tenía una familia a cargo y no había suficiente trabajo en España en esa época, ya que al aumentar la población se vio la inexistencia de trabajo y también influyó el período de crisis y pobreza que sufrían en aquella época. Las desigualdades entre las personas ricas y pobres eran muy grandes, y se dejaban ver. Fue un período muy duro para el país. 16


EMIGRANTES ZARCEÑOS

¿Cómo se habituó al nuevo entorno? Fue muy duro, ya que el clima en aquella zona no acompañaba mucho. También la calidad de vida de los peones como yo era muy mala y hasta dormíamos a cielo durante pleno invierno con unas temperaturas muy bajas. Trabajábamos de sol a sol, sin cobrar una cantidad excesiva y siempre siendo mal vistos, ya que éramos extranjeros, y a menudo humillados. Pero a medida que pasaba el tiempo vivíamos en cabañas todos juntos. ¿En qué trabajó? Allí se trabajaba de todo lo que se pudiese, daba igual el lugar donde te asignasen o mandasen, lo importante era trabajar y sin perder el tiempo, ya que estabas expuesto a que te echasen. Me acuerdo que trabajé en la agricultura, exactamente en la campaña de la uva, recogiéndola. En ese lugar poblado de gente a sueldo que trabajaban igual con el fin de mantener a sus familias y siempre con la mentalidad de vivir mejor. En otra ocasión trabajé en la albañilería, construyendo zanjas o agujeros en el suelo, pero de manera más dura que la actual. ¿Qué recuerdos tiene de allí? Me acuerdo de una noche que dormimos en una pequeña cabaña al norte de Suiza. Al día siguiente había nevado mucho y no podíamos salir de allí y tuvimos que esperar varias horas hasta ser rescatados por otros peones. Fueron mis peores horas allí y desde entonces le tengo cierto miedo a los días de nieve por esta vivencia. También me llamó mucho la atención el cambio de moneda, ya que siempre había estado acostumbrado a la peseta. Muchas gracias.

Figura 1. Moneda de diez céntimos (franco suizo).

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EMIGRACIÓN EN LA ZARZA Sebastián Molina Romero Miriam Molina Romero

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INTRODUCCIÓN

Durante la historia reciente, numerosas familias de la localidad zarceña tomaron una importante decisión en sus vidas: emigrar hacia distintos países, o hacia diferentes lugares dentro del país (este tipo de emigración es ya más reciente, aunque también se produjo durante las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado), con el propósito de conseguir trabajos mejor pagados, mejorar así sus vidas y ayudar a sus familias. Los motivos solían ser comunes: la escasez de trabajo en la zona y el bajo salario de éstos.

Figura 1. Estatua dedicada al emigrante, en La Zarza.

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SEBASTIÁN MOLINA ROMERO Y MIRIAM MOLINA ROMERO

Aquellos que emigraron durante los 60-70 hacia zonas dentro del país lo hicieron porque probablemente no tuvieron la posibilidad de ir al extranjero, pues recordemos que era la época franquista, y necesitaban un permiso para salir del país, el cual no era sencillo de conseguir.

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SITUACIÓN DE LA ZARZA EN LA ÉPOCA

Durante los años en los que emigró parte de la población zarceña hacia otros países, la situación laboral de La Zarza no era muy favorable; apenas existía trabajo, y el trabajo que podían conseguir no estaba bien remunerado. Por aquellas fechas, la mayoría de la gente trabajaba en el campo, destacando los cultivos de trigo, los olivos y las viñas.

Figura 2. La recogida de la aceituna.

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CARACTERÍSTICAS DE LOS EMIGRANTES ZARCEÑOS

En lo referido a la emigración hacia diferentes países, los zarceños que estuvieron dispuestos a emigrar durante esta época eran personas con apenas estudios la mayoría de ellos, pero dispuestos a desempeñar cualquier trabajo, ya que entonces era común que empezaran a trabajar con una temprana edad, por lo que estaban dispuestos a trabajar en cualquier cosa (construcción, industrias metálicas, textil, etc.). Su objetivo era poder conseguir un trabajo lo antes posible y a partir de ahí adquirir la experiencia necesaria para poder tener trabajos cada vez mejores o incluso poder montar sus propios negocios o empresas si fuera posible. En lo que a emigración dentro del país se refiere, se trataba principalmente de emigración durante periodos relativamente breves (aunque muchos de ellos aún residen en estos destinos).

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EMIGRACIÓN EN LA ZARZA

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DESTINOS PRINCIPALES

Los destinos de los emigrantes variaban según sus intereses y la preparación que éstos pudieran tener. En lo internacional, destacaron países como Francia, Alemania, Suiza o Bélgica, entre otros. Dentro de nuestro país, el principal destino elegido por los zarceños fue Barcelona, aunque otros optaron por otros lugares dentro de la comunidad catalana, por ejemplo Tossa de Mar, donde aún hoy residen muchas de las personas que emigraron.

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TRABAJOS QUE DESEMPEÑARON

Los trabajos desempeñados por los emigrantes en el extranjero variaban según el destino, aunque sin duda destaca el sector de la construcción. En cualquier país al que emigrasen, el sector de la construcción era una posibilidad para todos ellos. Además de éste, destacaban también otros trabajos: – En Francia, además de la construcción, destacaban también trabajos en la industria, seguidos del sector terciario (servicio doméstico, ejercido principalmente por mujeres, y el comercio). Aparte de estos, también tenían la posibilidad de dedicarse a la agricultura, concretamente en el sector del vino, la viticultura.

Figura 3. Trabajos en el viñedo.

– En Alemania, destacaban otros trabajos por delante incluso de la construcción, como es el caso de las industrias metálicas, así como de las industrias químicas de papel y textil.

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SEBASTIÁN MOLINA ROMERO Y MIRIAM MOLINA ROMERO

Figura 4. Trabajadores del sector metalúrgico.

– En Suiza, destacaban la industria metálica, la industria textil, la hostelería y el servicio doméstico.

Figura 5. Factoría textil.

– En Bélgica, resaltaban sectores como la minería (principalmente el carbón) o la metalurgia.

Figura 6. Galería en una mina.

Como vemos, el trabajo desarrollado en cualquiera de los lugares era similar, aunque con ligeras diferencias. Las personas que emigraron a diferentes lugares dentro del territorio español trabajaron principalmente en la hostelería (sobre todo en Cataluña, ya que recibía gran cantidad de turistas) y en la industria textil.

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EMIGRACIÓN EN LA ZARZA

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EVOLUCIÓN LABORAL

La mayoría de los zarceños emigrantes que partieron hacia el extranjero lo hicieron sabiendo que comenzarían como peones de obra, trabajadores en las industrias, agricultores, etc. Algunos de ellos se fueron incluso sin contrato, con la esperanza de encontrar allí un trabajo lo antes posible. El fin de muchos de los emigrantes era poder ascender en sus puestos de trabajos, y si fuese posible, con los recursos necesarios, crear incluso sus propias empresas (como es el caso de algunos de ellos), y tener trabajadores a su disposición, de los cuales muchos también serían emigrantes, con el fin de ayudarlos, ya que conocían perfectamente la situación en la que se encontraban por propia experiencia. Los trabajos realizados por los zarceños en el interior del país eran variados, aunque la mayoría de ellos giraban en torno al sector turístico: camareros, chóferes, cocineros, limpiadores, etc.

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TIEMPO DE ESTANCIA

El tiempo que permanecieron los emigrantes fuera de nuestra localidad zarceña es bastante variado. En el ámbito internacional, aquéllos que partieron en busca de trabajo permanecieron por lo general lógicamente más tiempo en sus destinos que los que optaron más tarde por probar fortuna dentro del país. Algunos de los emigrantes que viajaron a otros países formaron allí sus familias y lograron una estabilidad en sus vidas, por lo que permanecieron en estos lugares largos periodos de tiempo (alrededor de 15-20 años). En cambio, el tiempo de estancia de aquéllos que más tarde emigraron hacia otras zonas de España solía ser por lo general más corto, pues gran parte de esta emigración era temporal (emigraban durante el verano, pues era cuando la afluencia de turistas era mayor, y el sector de la hostelería podía ofrecer más oportunidades). Sin embargo, algunas de las personas que emigraron durante estas fechas, decidieron quedarse y aún hoy residen en estos lugares.

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FAMILIAS

El papel de las familias durante la emigración hacia otros países era fundamental, ya que en un primer momento, normalmente sólo viajaban algunos miembros de la familia, por lo que necesitaban el apoyo del resto de la familia. Cuando los miembros de las familias que emigraron con anterioridad pudieron 23


SEBASTIÁN MOLINA ROMERO Y MIRIAM MOLINA ROMERO

conseguir una estabilidad, por lo general se llevaban más tarde al resto de la familia (principalmente mujeres y padres), y ya más tarde ampliaban sus familias en estos lugares, pues las condiciones favorables de la época en esos lugares les permitía tener hijos y criarlos sin problemas. En el ámbito nacional, sólo viajaban algunos hijos solos o hermanos acompañados por primos y amigos, y regresaban al poco tiempo, a no ser que decidieran quedarse, por lo que tenían que mudarse a estos lugares.

Figura 7. Grupo familiar.

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ENTREVISTAS PERSONALES

A pesar de todos los datos que puedan existir y podamos obtener de diferentes fuentes, la mejor fuente es la propia experiencia, por ello, a continuación presentamos una entrevista realizada a Gabriel Molina, un zarceño que, como otros en su época, tomaron la decisión de probar fortuna en otro país. ¿En qué fecha emigró? El 15 de mayo de 1963. ¿Hacia dónde? El destino que elegimos fue La Marne, en Francia, situado en el departamento 51 (en el noreste del país). ¿Por qué ese lugar? Fuimos allí porque íbamos con un contrato de 6 meses que nos proporcionó la oficina 24


EMIGRACIÓN EN LA ZARZA

de desempleo. ¿Qué estudios tenía entonces? No tenía prácticamente ningún estudio, pues dejé el colegio a los once años, cuando empecé a trabajar con los albañiles, aunque ya había empezado a trabajar a los siete años vendiendo helados en las calles, además de frutos secos en el cine. ¿Cómo surgió la iniciativa? Tomamos la decisión debido al poco empleo que había aquí en esos años, y porque además, durante el invierno, durante tres meses estuvo lloviendo prácticamente todos los días, y como nosotros trabajábamos en la albañilería, pues debido al mal tiempo no podíamos trabajar. ¿Qué edad tenía cuando se fue? Diecisiete años. ¿Fue solo o con algún miembro más de la familia? No fui solo, fui con mi hermano Patricio, que era mayor que yo; él tenía 23 años cuando nos fuimos. ¿Les costó mucho tomar la decisión? No, nada, estábamos decididos, pues aquí no teníamos nada que hacer. ¿Cómo fueron los inicios? Al principio difícil, no por el trabajo, sino porque no sabíamos nada del idioma y nos costaba entendernos con los compañeros y la gente de allí. ¿Cuál fue su primer trabajo? Nuestro primer trabajo fue en el sector de la construcción, como albañiles. ¿Fue fácil la adaptación? Sí, por suerte aprendí el idioma rápidamente y gracias a eso pude adaptarme y entenderme mejor con la gente. 25


SEBASTIÁN MOLINA ROMERO Y MIRIAM MOLINA ROMERO

Figura 8. Trabajando en una obra.

¿Conocían a alguien allí antes de ir? No, trabajábamos con una empresa francesa en la cual los trabajadores eran franceses y no conocíamos a nadie. ¿Qué fue lo más duro de emigrar? Para mí fue dejar a mis padres y al resto de la familia aquí. Además, la relación con mi mujer era difícil, pues durante casi siete años el único contacto que teníamos eran las cartas y las dos veces al año que yo venía a España. ¿Emigró más familia? En un primer momento fuimos mi hermano y yo solos, y un tiempo después vinieron mi hermano José y mi hermana Anita con sus respectivas parejas. ¿Consiguió formar una familia allí? Parte de la familia la formé allí; mi mujer vino cuando nos casamos, en 1969, yo tenía veinticinco años, y en ese momento también me llevé a mis padres, pero años más tarde pude formar una familia allí con mis tres hijos. ¿Cuál fue la duración de su estancia en Francia? En Francia estuve un total de 21 años. Hoy en día, después de todo, ¿se alegras de haber tomado la decisión?

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EMIGRACIÓN EN LA ZARZA

Hombre, por supuesto, fue una época muy buena porque aquí no había nada, y allí teníamos muchas más oportunidades. Para finalizar, ¿podría hacernos un resumen de su vida allí? Bueno, pues cuando nos fuimos por primera vez, teníamos un contrato de seis meses, como indiqué anteriormente. Cuando terminó el contrato lo renovamos por un año más, y así durante tres años, hasta que me vine a España para hacer el servicio militar (durante diceséis meses). Cuando lo terminé, me casé con mi mujer (Faustina Espinosa) y nos fuimos a Francia con mis padres, y más parte de la familia, lo cual a mí me parecía idóneo, pues quería estar lo más cerca posible de los míos, además, sabía que allí todos tendríamos más oportunidades y mejor calidad de vida. Cuando regresé a Francia, montamos una empresa de construcción en Flavigny (Entreprise Molina Frères) entre mi hermano Patricio y yo en un primer momento, uniéndose más tarde mi hermano José. Nos compramos una casa en esa misma localidad, pues era un buen lugar para montar la empresa y nos mudamos allí. Diez meses después tuvimos a nuestro primer hijo, Sebastián, y cinco años más tarde vino el segundo, Victoriano. La verdad es que todo nos iba bastante bien, habíamos formado una familia, y habíamos conseguido una estabilidad económica que aquí seguramente no habríamos podido conseguir. Por suerte, nos fue bien, pudimos mantener la empresa hasta nuestra vuelta definitiva a España. El 18 de enero de 1977 fue una fecha importante, pues nos dirigíamos hacia el trabajo, cuando un camión se saltó un semáforo e impactó con nuestra furgoneta, la cual quedó dividida en dos partes. Yo salí despedido por la puerta trasera, y mi hermano José y mi cuñado Martín quedaron igualmente gravemente heridos. Martín se fracturó ambos brazos, varias costillas y una pierna, y además sufrió un traumatismo cerebral, del cual se recuperó gracias a los médicos de allí, que estaban mejor preparados que aquí en España. José se fracturó siete costillas, los pómulos, y sufrió graves rozaduras provocadas por el asfalto. Yo me rompí los ligamentos cruzados de la pierna izquierda, y los meniscos de la pierna derecha. Mi hermano y mi cuñado se recuperaron rápidamente, sin contratiempos, pero yo, que aparentemente era el que mejor parado había salido del accidente, tuve graves problemas durante mi recuperación. Me operaron en Reims, donde me reconstruyeron los ligamentos que tuvieron que traer desde Alemania, porque en Francia no los había. Tras la operación estuve sesenta días con la pierna escayolada. Más tarde comencé la rehabilitación, y un tiempo después, al salir del médico, las muletas se deslizaron debido a la nieve y sufrí una caída, la cual hizo que todo lo que había recuperado se perdiese, pues me volví a romper los ligamentos que me pusieron en la operación. 27


SEBASTIÁN MOLINA ROMERO Y MIRIAM MOLINA ROMERO

Entonces existía un problema, pues debido a todo el proceso, la musculatura de mi pierna se había perdido casi por completo, por lo que no podían operarme. Por ello, tuve que volver a rehabilitación para recuperar la musculatura de mi pierna necesaria para poder realizar una segunda operación. Todo este calvario fue sólo en la pierna izquierda, pues en la derecha tardaron un año y medio en encontrar cuál era mi problema (ambos meniscos rotos). En resumen, el proceso de curación de ambas piernas duró alrededor de tres años. En la empresa, además de patrón, también era obrero, y cuando volví a trabajar, tras una inspección médica, me prohibieron trabajar como obrero debido al accidente y sus secuelas. Por tanto, aunque el gobierno me ofreció diversos trabajos que no pude aceptar, pues por aquella época no sabía escribir, seguí en la empresa haciendo facturas, revisando obras, llevando materiales, etc. Años más tarde, en 1982, aumentó la familia, pues nació mi último hijo, en este caso hembra, María. Tras un periodo de 2 años, decidimos volver a España en 1984, debido a las circunstancias que se habían creado, ya que yo ya no podría realizar trabajos en los que se requiriese cierto esfuerzo físico. Además, mi hijo el mayor ya tenía quince años, y creímos conveniente venirnos para que pudiesen realizar los tres sus estudios aquí, ya que cuando fuesen mayores sería más complicado. Nos costó mucho dejar Francia, ya que habían sido 21 años muy satisfactorios, pese al percance del accidente. Hoy en día, cuando pienso en todo mi recorrido, me alegro mucho al recordar mi etapa en Francia y de haber tomado la decisión de emigrar, pues me aportó muchos buenos momentos, experiencias inolvidables, y sobre todo, formé una familia allí gracias a una estabilidad que probablemente no habría podido conseguir aquí en La Zarza. A continuación, mostramos algunas imágenes que Gabriel Molina nos ha aportado, junto con sus propios comentarios sobre las mismas.

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EMIGRACIÓN EN LA ZARZA

Figura 9. Esta hoja era la que usábamos en esos años para las facturas. Conseguí guardar algunas y mantenerlas hasta hoy.

Figura 10. Esta era la casa de Flavigny. Las casas colindantes eran también de nuestros familiares. Hoy sigue igual que la dejamos, no han hecho ninguna reforma. Tengo muy buenos recuerdos de ella.

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SEBASTIÁN MOLINA ROMERO Y MIRIAM MOLINA ROMERO

Figura 11. Aquí se puede ver nuestra calle en invierno, en la que a veces se acumulaba hasta un metro de nieve. En la imagen aparece mi mujer, acompañada de mi hijo Sebastián y varios de mis sobrinos.

Figura 12. Todas estas imágenes muestran momentos familiares vividos en Francia. Nos gustaba celebrar reuniones familiares con cierta frecuencia, aunque ya de por sí, estábamos mucho tiempo todos juntos.

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EMIGRACIÓN EN LA ZARZA

Figura 13. Estas imágenes pertenecen a una de nuestras visitas a París, una ciudad preciosa que es obligatorio visitar al menos una vez en la vida.

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SEBASTIÁN MOLINA ROMERO Y MIRIAM MOLINA ROMERO

Figura 14. Por último, esta imagen muestra una carta que recibimos de una vecina en unas navidades, un tiempo después de haber regresado a España definitivamente. La relación con las personas de allí era muy buena, era gente amable, dispuestos a ayudar, y nos tenían mucho cariño.

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PESCA FLUVIAL EN LA ZARZA Juan José Peñato Tarifa

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INTRODUCCIÓN

En este trabajo expondré el tema de la pesca fluvial en las inmediaciones de La Zarza. Explicaré las diferentes zonas en las que los antiguos pescadores se situaban, así como las técnicas que utilizaban, utensilios o el destino de los ejemplares capturados. Estas personas consiguieron un trabajo que les permitía ser independientes económicamente en unos tiempos difíciles. A pesar de que algunas de las técnicas utilizadas eran ilegales, los pescadores tenían que ir en contra de estas leyes ya que consideraban legítima la actividad pesquera como forma de vida. Bien es cierto que los peces capturados no tenían ningún tipo de control sanitario, pero en aquellos tiempos difíciles era algo común y no extrañaba a nadie. El trabajo constará de cuatro partes: en la primera parte expondré la entrevista que Justo aceptó darme. En ella me cuenta su historia (la primera vez que lo hace de forma “oficial”). En la segunda parte pasaré a explicar en profundidad las técnicas que utilizaban así como los tipos de peces que cogían. En la tercera parte introduciré algunas imágenes que compararán la cuenca hidrográfica del Guadiana y Matachel en las inmediaciones de La Zarza entre los años de pesca y la actualidad. Para terminar he recogido una canción que trata sobre las actividades pesqueras en La Zarza.

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ENTREVISTA A JUSTO MARTÍNEZ

Justo Martínez, de 70 años de edad es una de las pocas personas que puede contar de primera mano sus experiencias como pescador. 33


JUAN JOSÉ PEÑATO TARIFA

¿Con cuántos años empezaste en este oficio? Con unos ocho años empecé. Iba con mi padre y mi hermano Agustino, que en paz descansen. Más tarde empecé a ir con mi tito Marcelo. ¿Hace cuántos años dejaste el oficio? Uff... hace muchos años ya... hace unos cuarenta años dejamos el barco. (No recuerda exactamente los años que hace que lo dejó, pero hace unos cuarenta años se le rompió el barco y posteriormente siguieron pescando unos cinco años más.) ¿Cuántas familias más iban aparte de vosotros? Unas cuatro o cinco familias. También iban entre dos y tres personas. ¿Teníais zonas fijas para cada familia? No. Nos íbamos moviendo por todo el río. Empezábamos desde arriba hasta llegar al Palancá donde teníamos el “arrimaero” (en el Guadiana), que es donde teníamos las bestias y ahí cargábamos los peces que tuviéramos. ¿Qué tipo de peces cogíais? La boga, la anguila y el barbo. ¿Cuántos kilos podíais coger al día? Uff... entre unos diez o doce kilos más o menos...Según... Algunos días más y otros días menos. ¿Cómo empezasteis con este oficio? Viene de herencia. Mi padre ya iba a echar las redes con otro compañero. ¿Teníais algún tipo de sistema de seguridad? (Ríe) Ninguno. ¿Teníais algún tipo de cabaña para protegeros? Nada... la cabaña en casa. Aunque cuando llovía le dábamos la vuelta al barco y le poníamos un remo para que nos tapara. Era lo único. ¿Qué hacíais con los peces que cogíais? Los vendíamos aquí en el pueblo, pero el día que cogíamos muchos íbamos a La Oliva a venderlos allí. ¿Cómo los transportabais? Con bestias. Llevaban aguaderas a los lados y ahí los metíamos. (Canastos donde metían los peces.) 34


PESCA FLUVIAL EN LA ZARZA

Cuando ibais a La Oliva, ¿cómo los vendíais? Una familia nos recogía las bestias y allí en la puerta los vendíamos. Y aquí en el pueblo, ¿teníais algún punto fijo? No. Mi madre, que en paz descanse, iba vendiéndolos por las calles. Daban una voz (peeeeces) y todo el mundo salía con los platos. ¿Había alguna diferencia entre los peces del Matachel y los del Guadiana? Sí. Los del Matachel eran más gustosos y se vendían más. ¿Qué hacíais con los peces que os sobraban? Se metían en unos rejones o “vivieros” y por la madrugada cuando teníamos que salir cargábamos los cestos y “ah juih” con ellos todo el día. (Los rejones son redes en las que meten a los peces y los quedan en agua para mantenerlos vivos.) ¿Qué tipo de técnicas pesqueras utilizabais? Lo que más usábamos era las travesillas, los garlitos que los poníamos en las chorreras, aunque también utilizábamos atarrayas, trasmallos y cuerdas con anzuelos. ¿Teníais muchos garlitos? Sí. Los poníamos en el Guadiana. Los más cerrados en la orilla, que eran donde venían los mas pequeñitos y ya por el centro los más grandes. ¿Os quedabais algún día en casa por el mal tiempo? (Ríe) No. Teníamos que ir todos los días. En invierno daba miedo tocar el agua, pero a veces nos teníamos que bajar a coger los garlitos y hacía mucho frío. ¿Cantabais alguna canción para entreteneros? Claro que sí. Mientras pescábamos y cuando íbamos a La Oliva. Una era “Pescador de Coplas”, de Antonio Molina. Cantábamos como legionarios. Entonces, ¿no ibais al Matachel? No, no... También íbamos al Matachel, sobre todo a finales de verano, cuando se acercaba la feria de septiembre para coger a los “chiquininos” con las redes. Los peces pequeñitos para las cantinas los utilizaban en los escabeches y se vendían muy bien. ¿A qué zona del Matachel ibais? A la Huerta de la Señora, sobre todo, pero también llegábamos mucho más arriba. Antes de hacer el pantano íbamos al Ortigal y a La Espiguilla. (Aguas arriba del pantano.) ¿A qué zonas del Guadiana ibais? 35


JUAN JOSÉ PEÑATO TARIFA

Nosotros los llamábamos charcos y hancones. Estaba la Tableta de Arriba y la Tableta de Abajo. También está El Tumbo. Empezábamos desde arriba y nos íbamos dejando caer. También está el regacho de Logodoy y por encima está Los encuentros. También está el charco de los Bueyes, que era un sitio muy bueno. En ese charco había muchas piedras y mi padre las conocía. Hacíamos un cerco y hucheábamos (alborotaban y hacían ruido para que los peces salieran), siempre con la vista de por dónde salían las burbujitas, que era donde estaban los peces. Dentro del Charco de los Bueyes está la Escalerilla, Los Lanchones y la Burbujosa. A la Junta y al Novillero también íbamos mucho. ¿En una noche os centrabais en una zona u os movíais por todo el río? Nos quedábamos por tiempo, pero había días que teníamos que andarlos todos. Con el barco nos movíamos por todo el río. ¿Qué tipo de cebo utilizabais en los anzuelos? Las lombrices. Teníamos que ir a los arroyos en busca de ellas. Con una escardilla cavábamos y las cogíamos. ¿Sigues yendo ahora a pescar? Ya como antes no, aquello ya se dejó. Ahora voy de vez en cuando con las cañas. ¿Ves alguna diferencia entre el río de ahora y el de hace cuarenta años? Sí, sí hay diferencias. Ahora hay muchos más tipos de peces. De los peces que teníamos antes ya no queda nada... Los hay pero están más retirados, hay que ir más abajo del río para encontrarlos. Hoy en día la pesca ya no es lo mismo de lo que era.

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TÉCNICAS Y MATERIALES

Los materiales que estos pescadores tenían eran muy rudimentarios, pero efectivos. Actualmente la mayoría de métodos que se utilizaban entonces están prohibidos debido a que no son selectivos, es decir, no diferencian entre peces grandes y peces de menos tamaño, que es necesario que se dejen en el río para que puedan reproducirse y mantener más o menos constantes el número de la especie. Como ya he dicho en la entrevista, tenían una barca con la que se movían por el río. La tarde antes de ir a pescar iban a cebar: esto consiste en alimentar a los peces en una determinada región para que se muevan desde zonas más alejadas y se concentren en la región elegida. Las principales técnicas utilizadas son las siguientes: 

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El trasmallo: consiste en dos o tres capas de tela, la interior con amaño de malla inferior al de las telas exteriores. En la parte inferior suelen ponerse plomos


PESCA FLUVIAL EN LA ZARZA

para que la red se mantenga más o menos recta. Al montarse las tres capas conjuntamente, se forman bolsas en el paño central donde los peces se enmallan (quedan atrapados). Las medidas de las redes que utilizaban eran de tres metros de largo y un metro de ancho.

Figura 1. Los peces pueden pasar por la primera red hasta llegar a la segunda. En esta quedan atrapados y no pueden volver hacia atrás.

Atarraya o esparavel: Se trata de una red circular cerrada que se lanza al voleo en movimientos circulares. Proviene del mundo árabe, probablemente se introdujera durante la ocupación musulmana de la Península. Las dimensiones de estas redes eran aproximadamente de metro y medio de radio.

Figura 2. Como se puede apreciar en los bordes se colocan plomos para que la red se hunda y pueda capturar a los peces. Posteriormente se tira del cordel y la apertura por donde entran los peces se cierra al unirse los plomos y estos quedan atrapados.

Travesillas: La forma de esta es idéntica a la del trasmallo, pero es más simple, ya que solo está formada por una única red (el trasmallo consta de tres).

Garlitos o esqueros: Los más pequeños los situaban en zonas poco profundas, mientras que los más grandes los colocaban en zonas profundas. El garlito está formado por una manga de malla cilíndrica o cónica que se monta sobre aros u otras estructuras rígidas. Suele quedar fijado a través de dos estacas (una a cada lado) atadas con cuerdas al garlito. Estos garlitos solían hacerse a mano y estaban hechos con juncos, aunque también los hay de mimbre y alambre. 37


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Figura 3. Los garlitos permiten la entrada del pez por la boca ancha. De ahí pasa a otro compartimento interno donde el pez queda atrapado. No puede salir debido a que las “púas” de los juncos se colocan hacia el interior.

Cuerdas: eran cuerdas largas a las que se le ponían varios anzuelos separados unos 50 cm. Se clavaban a estacas en la orilla y se tiraban al río. Podían quedarse “tiradas” durante toda la noche y recogerlas a la mañana siguiente.

Pero para utilizar estas técnicas es necesario ser un experto y conocerlas a la perfección, además de conocer bien las aguas donde te encuentras. Este es el caso de los pescadores zarceños que conocían el río “como la palma de su mano”. Las especies capturadas eran las siguientes: 

Anguilas: Son peces con un cuerpo cilíndrico y extraordinariamente alargado, parecido al de una serpiente. Sus escamas son tan pequeñas que no se ven a simple vista. Su coloración es muy variable, siendo la zona dorsal negruzca, verdosa o amarillenta y la ventral amarillenta, tornándose plateada con la edad. Suele vivir en zonas de fondos de arena y fangos.

Figura 4. Ejemplar de anguila deslizándose por el fondo.

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Barbos: El barbo común (Barbus bocagei) presenta un cuerpo robusto, cubierto de grandes escamas y casi cilíndrico. Habitualmente presenta un dorso verde oliva a pardo verdoso en la parte superior, cuyos flancos suelen presentar reflejos dorados. El vientre es amarillento a blanco yeso.


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Figura 5. Barbo adulto con escamas que emiten reflejos dorados.

Bogas: presentan un cuerpo alargado con escamas pequeñas. Tiene un morro alargado muy característico, y debajo de este presenta una gran abertura bucal. Presenta unas grandes aletas, tanto dorsales como anales. La boga vive en tramos medios de los ríos y en aguas embalsadas siempre que tengan buenas zonas de remonte, afluentes por los que sube para reproducirse. Prefiere cursos de corriente moderada a fuerte.

En la actualidad, todos estos peces están desapareciendo de estas zonas debido a que otras especies introducidas, como las carpas, lucios o black-blass, se alimentan de ellos.

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CONTRASTE EN LAS ÁREAS PESQUERAS

De los 742 km de longitud que tiene el Guadiana, aproximadamente 6,8 km se encuentran dentro del término La Zarza, mientras que del río Matachel son 7,5 km (de los 140 km de su longitud) los que pertenecen a dicho término. Gracias al conocido como “vuelo americano” y los satélites actuales, podemos relacionar las áreas pesqueras de los años 1956-1957 y la actual.

Figura 6. Mapa actual de la zona del Guadiana en la localidad de La Zarza. Cada día debían andar más de dos km para llegar al “arrimaero” y coger la barca.

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JUAN JOSÉ PEÑATO TARIFA

Figura 7. Imagen satélite del Guadiana a su paso por La zarza.

Figura 7. Imagen tomada por el vuelo americano (1956-1957). Paso del río Guadiana por La Zarza.

En estas dos imágenes (figuras 6 y 7) podemos ver varios cambios del río en estos últimos cincuenta años. Algunas áreas han sido modificadas para poder ser utilizadas para el cultivo (El Novillero de Abajo, cerca de la Junta). Incluso en el río Matachel (cerca de 40


PESCA FLUVIAL EN LA ZARZA

la Junta) se puede apreciar que antiguamente se bifurcaba y actualmente se corresponde con un solo cauce.

Figura 8. El embalse de Alange ha cambiado de manera radical la apariencia de la zona.

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JUAN JOSÉ PEÑATO TARIFA

Figura 9. Como se puede apreciar, donde ahora está el pantano antes confluían tres ríos: Matachel (por el centro), Palomillas (por la derecha) y Valdemedel (por la izquierda).

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PESCA FLUVIAL EN LA ZARZA

Canción del pescador

De Guadiana p´arriba, los pescaores. De Guadiana p´abajo van los sudores.

¡Ay!, quién tuviera una barquita en el Guadiana pa´ pescar a la luna de madrugada.

Los pescaores del Guadiana con mucho frío pescan bogas y lucios, machos del río.

De Guadiana p´arriba, los pescaores. De Guadiana p´abajo van los sudores.

Vino furtivo y muerto de frío, y me trajo mi niño peces del río.

Los pescaores del Guadiana con mucho frío pescan bogas y lucios, machos del río.

Las pescaoras por las esquinas pregonan con su cantar las perlas finas.

Vienen cansaos mataos a dolores van camino a La Zarza los pescaores.

De Guadiana p´arriba, los pescaores. De Guadiana p´abajo van los sudores.

Las pescaoras por las esquinas con su cestos de mimbre pregonan las perlas finas.

Los pescaores del Guadiana con mucho frío pescan bogas y lucios, machos del río.

De Guadiana p´arriba, los pescaores. De Guadiana p´abajo van los sudores.

De Guadiana p´arriba con mil sudores entre adelfas y juncos van mis amores.

Los pescaores del Guadiana con mucho frío pescan bogas y lucios, machos del río.

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EL EMBALSE DE ALANGE Alejandro Quevedo Gutiérrez

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INTRODUCCIÓN

El otro día, sentados en la mesa mi familia y yo, hablando sobre la construcción del embalse de Alange, mi padre me comentó una historia, cuanto menos curiosa. Aproximadamente unos 35 años atrás mi padre vino a Alange, pensando quizás en residir en nuestro pueblo. Me contaba que una de las motivaciones que le trajeron a este pueblo fue la existencia del pantano de Alange. Sin embargo, cuando llegó se llevó una ingrata sorpresa, ya que en Alange ni había pantano, ni había presa ni había nada. Pero, ¿cómo podía ser esto? Él afirmaba que en todos los mapas aparecía la Presa de Alange. En efecto, investigando en profundidad, descubrí que el pantano de Alange aparecía desde muchos años antes que se construyera. No sabemos el año exacto ni la década, lo que sí sabemos es la razón por la cual aparecía. El Plan de Obras Públicas, propuesto en abril de 1902 por José Canalejas a la Reina regente, María Cristina, ya incluía el denominado "Pantano de Alange sobre el río Matachel". Los sucesivos planes posteriores seguían incluyéndolo entre las obras a realizar, pero es, finalmente, tras la promulgación del Real Decreto sobre medidas excepcionales para el máximo aprovechamiento de los recursos hidráulicos, cuando se activa la realización de los estudios necesarios para la supuesta posterior construcción. Podemos afirmar, no de manera exclusiva, que fue a partir de aquí cuando la Presa de Alange empezó a aparecer en los mapas. Posteriormente fueron varios los ingenieros que aportaron sus proyectos e ideas, pero no fue hasta el 9 de abril de 1984 cuando se comenzó con la construcción de la presa, denominada por la prensa extremeña como "míster cemento".

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ALEJANDRO QUEVEDO GUTIÉRREZ

Figura 1. Construcción de la presa (febrero 1988). Al fondo el río Matachel. Foto: Antonio Quevedo Ferrer.

Hay que mencionar que fueron años duros para nuestra localidad, ya que la construcción de la presa era sinónimo de la expropiación de unos 40.000 metros cuadrados. Muchos de estas expropiaciones afectaban a numerosas casas, carreteras, puentes y terrenos en los que trabajaban la mayoría de nuestros habitantes, ya que la agricultura y en menor medida la ganadería eran las principales actividades laborales de Alange por aquellos años.

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FIRMAS SIN FUTURO

En 1985 se comenzaron a firmar las primeras actas de expropiación de aquellos terrenos y casas que iban a quedar bajo el agua. Muchos vecinos se resistían a firmar, ya que perderían sus tierras y casas, y esto generaba una gran incertidumbre, ya que no sabían el futuro que les esperaba. Sin embargo, tras el anuncio en 1986 de que se iba a cerrar próximamente el primer aliviadero, produciéndose de ese modo la inundación de la ribera del Palomillas y del Matachel, donde se encontraban los terrenos que iban a ser expropiados, se aceleró el proceso de la firma de expropiaciones. Es necesario comentar que estas firmas eran forzosas, ya que ninguno de los vecinos estaba dispuesto a perder sus casas y terrenos, y lo más preocupante, se firmaba sin saber cuándo les iban a pagar. El agua del embalse inundaría tres calles de Alange, un total de 86 viviendas, además de, como ya hemos dicho, numerosos terrenos y propiedades.

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EL EMBALSE DE ALANGE

Figura 2: Vecina de Alange firmando su expropiación. Finales de octubre de 1987. Foto: periódico Hoy.

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INUNDACIÓN Y DESALOJO

El clima de frustración continuó durante los días siguientes, pero fue el 13 de diciembre de 1987 cuando la situación explotó. En la madrugada del día 13 se produjo una fuerte subida del nivel del agua, provocando de forma inesperada la inundación de ocho casas y de numerosos terrenos. A pesar de los graves acontecimientos, no hubo afortunadamente fallecidos. Nos cuenta Claudia Trinidad Chávez cómo ella recuerda acudir a su casa de campo a la mañana siguiente de la inundación y encontrárselo completamente sumergido. “Lo perdimos todo, pastos para el ganado, maquinaria agrícola, cocina, muebles,… todo”. Por lo visto, la inundación se debió a las fuertes lluvias, según aseguró el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), José Luna Marriño. El desagüe no pudo evacuar el enorme caudal recibido por las lluvias. Sin embargo, muchos de los vecinos aseguraban, como nos cuenta la vecina anteriormente nombrada, que se trataba de “una prueba llevada por parte de la Confederación para ver si el muro aguantaba todo el peso del agua”. Esta teoría no tenía ninguna base, era completamente desproporcionada, pero muestra el clima de desasosiego que se vivía. A la mañana siguiente de la inundación se reunieron los alcaldes de las localidades de Alange, Julia Marín Dios, y los de La Zarza y Villagonzalo. También acudió el presidente de la CHG. Nos cuenta Julia que fueron carretera de Palomas abajo, desde donde se veía la subida del agua. Afirma Julia que fue terrible, pues todo el pueblo, y también vecinos de las otras localidades, iban detrás de ellos, indignados, buscando explicaciones. Algunos gritaban “Vamos a tirar a Juli al agua” y otros decían que iban a 47


ALEJANDRO QUEVEDO GUTIÉRREZ

caer el muro. Además, había barricadas con mesas, sillas y de todo. “Recuerdo además una fuerte presencia de la Guardia Civil. Fue una situación realmente preocupante”, afirma Julia. Posteriormente se trasladaron al Ayuntamiento, donde continuó el mismo clima de crispación, aunque finalmente después de muchas horas, y ante la presencia de un perito, Genaro Sánchez Escartín, se fueron solucionando los problemas, asegurándole a la gente que iban a recibir indemnizaciones y se les iban a pagar próximamente sus casas y terrenos. Y así fue como, con la ayuda del secretario y sobre todo del perito, se fueron valorando las casas expropiadas, terrenos, huertas y demás. Este proceso se llevó a cabo durante los siguientes meses, y reconoce Julia que algunas personas intentaron timar al tasador, diciéndole que habían perdido más cosas de las que realmente tenían, pero no consiguieron engañarlo. Además, nos dice Julia que tras las valoraciones todos quedaron satisfechos, ya que al precio real de las casas siempre se le añadían uno o dos millones más, para satisfacer a los afectados. Todo esto, como hemos dicho, fue sucediendo con el paso del tiempo y fue aproximadamente en el verano de 1989 cuando se desalojó a los últimos vecinos que habitaban las casas que iban a quedar inundadas. Por consiguiente, se comenzó el llenado de la presa en noviembre de 1989, cerrándose los desagües de fondo. Cuenta Julia que, tras ser desalojados, a todos los afectados se les proporcionó un hogar. A la vez de la construcción del embalse se habían estado construyendo un total de 72 casas, el conocido como Barrio Amarillo, que sería ocupado por los desalojados. También afirma que no tardaron mucho en pagar las expropiaciones de las casas y quizás sí tardaron un poco más en pagar las de las tierras. Todas las personas recibieron el dinero y una casa, con opción de compra o alquiler, o irse a vivir a otras casas. Recalca Julia, que todos los vecinos de Alange afectados fueron recompensados gratamente.

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EL PROGRESO

A pesar del llenado paulatino del embalse a finales de 1989, no fue hasta 1992 cuando se produjo la inauguración de la Presa de Alange. Aunque se encontraba todo terminado, incluyendo las vías de comunicación, terminadas desde abril de 1990. Sin embargo, la inaguración no fue hasta el 22 de mayo de 1992, debido a la visita oficial a Extremadura del ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell Fontelles. Durante el acto el ministro visitó las instalaciones, paseó por la presa y entre las palabras mencionadas en su discurso fueron destacadas las que utilizó para decir que "Alange es un pulmón que ayuda a las zonas más necesitadas". Con respecto a la expectación, fueron numerosos los vecinos de Alange y de las localidades próximas que acudieron al acto, todos ellos con la esperanza de que vendrían tiempos mejores. 48


EL EMBALSE DE ALANGE

Figura 3. Inaguración de la Presa de Alange (22 de mayo de 1992). Entre las personalidades, Julia Marín, alcaldesa de Alange, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente del Gobierno de Extremadura, y José Borrell, ministro de Obras Publicas y Trasportes. Foto: Lorenzo Campos.

Figura 4. Inaguración de la Presa de Alange, a la que acudieron numerosos vecinos. Foto: periódico Hoy.

Con la construcción de la presa se perdieron multitud de historias y de lugares. Toda la gente de Alange recuerda el molino de los Molineros, familia muy querida en la localidad, las huertas de las Vegas de Bajo, las de Baños y todas las huertas del río Matachel y Palomillas. También desaparecerían bajo las aguas el puente romano, conocido como los puentos viejos, transitado por multitud de agricultores y ganaderos, y el puente de Palomas, que únicamente eran unas pasaderas de cemento a través de las cuales se saltaba, además de todas las casas de campo, en las que vivían las familias 49


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durante largas temporadas, y todas las zonas de trabajo de mutitud de trabajadores de la tierra. Sí, la gente lo recuerda y a lo mejor incluso lo añoran, pero todos reconocen que el pantano es una de las mejores cosas que tenemos, de las que estamos orgullosos y de las que nos gusta alardear cuando salimos fuera de nuestra localidad.

Figura 5. Año 1991, la Presa de Alange totalmente terminada. Foto: periódico Hoy.

Como asume Julia Marín, fueron tiempos dificiles, pero a pesar de todo eso se consiguió. Hoy en día el pantano es lugar de ocio, en el que se pesca, se bañan sus vecinos y no vecinos, se realizan actividades acuáticas, acoge a una numerosa fauna y es sitio de reunión de numerosos turistas que nos visitan cada año.

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APUNTES PARA UNA HISTORIA DEL TURISMO TERMAL EN ALANGE (SIGLOS XVIII-XXI) María José Rivera Gil

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EL TURISMO TERMAL EN ALANGE

Durante los últimos doscientos años, la historia de Alange ha estado ligada íntimamente a la historia de su balneario. La recuperación de los baños en las décadas finales del siglo XVIII generó la aparición de una nueva economía basada en el alojamiento de bañistas, que si bien en un principio tardó en consolidarse, hacia el final del siglo XIX se puede decir que era la segunda actividad en importancia en la población, tras la agropecuaria. Desde entonces hasta la actualidad, numerosas familias han vivido en Alange de la hostelería. Una hostelería que evolucionó desde unas precarias chozas que servían para acoger a los bañistas, hasta convertirse en una población con uno de los mayores porcentajes de pernoctación por habitante en la comunidad extremeña en estos últimos años. A lo largo de este trabajo realizaremos un breve recorrido por los acontecimientos históricos que han modelado el horizonte actual se servicios hosteleros que se ofertan al turismo termal. Para ello hemos indagado en fuentes documentales, archivos y experiencias aportadas por vecinos de la localidad que nos han permitido desarrollar un panorama histórico-etnográfico de la tradición hostelera local. 2

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Los orígenes del balneario de Alange se remontan al menos al siglo III d. C. De este periodo se conservan algunas estructuras que formaron parte de un monumental 51


MARÍA JOSÉ RIVERA GIL

edificio destinado a remediar los males de los que acudían allí. Testimonio de este uso es la inscripción dedicada a Varinia Serena, personaje que trataremos con mayor atención más adelante. En la actualidad se conservan de aquella etapa las termas romanas, formadas por dos piscinas circulares y una serie de instalaciones anexas con usos no definidos. Hasta hoy no se tienen datos sobre el posible uso del balneario en la Edad Media. Las primeras menciones que hacen referencia al lugar datan del siglo XV y describen el lugar como un sitio en ruinas y abandonado que se emplea como cuadras y guarida de pobres.

Figura 1. Vista del Balneario desde el cerro del Coso. Col. L. López, c.1925.

No fue hasta mediados del siglo XVIII cuando se menciona en algunos libros la afluencia de bañistas al manantial que está junto a las ruinas y el uso de un charcón como lugar de baños. A final de este siglo, dos vecinos de Villafranca de los Barros recuperaron para su uso personal una de las termas romanas, rehabilitando las canalizaciones de agua y los accesos a la misma. A partir de ese momento la afluencia de bañistas es cada vez mayor. El Ayuntamiento se ve obligado a adecentar el entorno del charcón y a construir unas chozas para que los bañistas puedan cambiarse. En la charca se realiza una división mediante esteras de esparto que van a permitir una separación por sexos en la zona de baños.

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APUNTES PARA UNA HISTORIA DEL TURISMO TERMAL EN ALANGE (SS. XVIII-XXI)

En 1816, a consecuencia del establecimiento de una ley de aguas minero-medicinales1, se nombra el primer médico-director del balneario, de manera que desde entonces hasta la actualidad, el establecimiento siempre ha tenido un médico que vigilaba los tratamientos de los bañistas. En 1822 se realizó una gran obra de mejora, que consistió en construir un nuevo balneario sobre el charcón. Ese balneario estaba formado por dos piscinas circulares llamadas “baños generales” y cuatro pequeñas llamadas “baños particulares”. A partir de la primera mitad del siglo XIX el termalismo se pone de moda en toda Europa y los balnearios se convierten en lugar de veraneo de las clases sociales más altas. Esto repercutió en el entorno de los balnearios, en los cuales se creó una gran infraestructura hotelera para ofrecer alojamiento a los bañistas. Este periodo de auge de los balnearios se mantuvo hasta la década de los años veinte del siglo XX. A partir de ese momento, muchos balnearios se abandonaron o se reconvirtieron a otros usos.

Figura 2. Gabinete hidroterápico de comienzos del siglo XX (c.1911).

El caso de Alange fue paradigmático, pues la utilidad de sus aguas para problemas de tipo nervioso hizo que permaneciera abierto pese a la crisis que sufrieron los balnearios. Incluso durante la Guerra Civil, el establecimiento siguió abierto. Durante los años de la posguerra y hasta los años setenta el balneario se convirtió en una especie de sanatorio al que acudían bañistas que se encontraban realmente aquejados de enfermedades de tipo nervioso. Aparecen entonces las figuras de los loqueros, personas del pueblo que armados con camisas de fuerza se encargaban de llevar a los bañistas al tratamiento.

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Se trata del Real Decreto de 29 de junio de 1816, que ordena “el establecimiento en cada uno de los baños más acreditados del Reino de un profesor de suficientes conocimientos de las virtudes de las aguas, y de la parte médica necesaria para saber determinar su aplicación y uso”. De este modo tiene lugar la creación del Cuerpo de médicos directores de establecimiento de aguas minerales.

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MARÍA JOSÉ RIVERA GIL

En la década de los ochenta y noventa se produce una modernización de las instalaciones, con la inclusión de nuevas terapias. Esto revirtió en un cambio del perfil del bañista, pasando de un bañista enfermo a un bañista de ocio y bajando considerablemente la edad de los usuarios. Ya entrado el siglo XXI, y con la llegada de la crisis económica, el perfil del bañista tipo pasa a ser el de una persona mayor, jubilada, que se beneficia de las ofertas que ofrecen los planes del Imserso. 3

LA FIGURA DEL BAÑISTA

El bañista o “forastero”, como tradicionalmente se le conoce en la localidad, ha realizado aportaciones interesantes a la población. Con su presencia, el pueblo se ha visto obligado a mantener una imagen impoluta, que fuese del agrado de este. Su presencia ha repercutido en aspectos tan dispares como la economía, la configuración urbana, la arquitectura tradicional o el habla2. En el primero de estos aspectos, el económico, su estancia ha contribuido a que negocios e industrias locales florecieran gracias a su permanencia en el pueblo durante el periodo de baños. En lo referente a urbanismo y arquitectura, las casas se reparaban y ampliaban en función de las expectativas de recogida de huéspedes, y las calles crecían aproximándose al balneario e incluso rodeándolo. En el lenguaje cotidiano alangeño podemos encontrar expresiones de cualquier punto del país, incluso alguna palabra adoptada de nuestro vecino Portugal. Tal ha sido la incidencia de los bañistas en la población que incluso el acento local, tan característico en poblaciones vecinas, aquí se diluye en un extremeño exento de tonillos localistas.

Figura 3. Bañistas en el parque del Balneario. (Col. Part. c.1945) 2

El nombre empleado para denominar algunos objetos puede variar dependiendo de las regiones o incluso comarcas. En Alange no resulta raro conocer muchas de esas variantes. Por ejemplo, el tradicional botijo es conocido también como piche, chingue, barril, búcaro, piporro, etc., siendo cada nombre tradicional de una zona geográfica diferente. Algunos elementos del mobiliario de la casa, como la cama individual también reciben nombres de otras regiones. Esta recibe el nombre de catre, siendo una palabra de origen portugués.

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APUNTES PARA UNA HISTORIA DEL TURISMO TERMAL EN ALANGE (SS. XVIII-XXI)

3.1

PRIMERAS NOTICIAS DE BAÑISTAS

Realizando un recorrido breve a lo largo de la historia del balneario, nos vamos a encontrar con algunas noticias sobre las personas que acudían a este lugar. Siguiendo un orden cronológico tenemos en cuenta los siguientes testimonios: 3.1.1 Varinia Serena La primera noticia que tenemos sobre una bañista en Alange se remonta al siglo III d.C. En el mismo balneario se conserva un ara votiva dedicaba a la diosa Juno por una noble familia romana en agradecimiento por la curación de su hija Varinia Serena. Esto nos lleva a pensar que en esa época probablemente ya existiera un establecimiento donde se alojaran los enfermos que acudían al Balneario. Varinia Serena era hija de Licinio Sereniano y Varinia Flacinia. Licinio Sereniano fue gobernador en Capadocia (actual Turquía) entre el 235 y 238 d.C. La madre se identifica con una hija de Gaius Varinius, que era natural de la zona de Zafra y que tuvo el título de flamen provinciae Baeticae. Sin duda alguna, la estancia de Varinia Serena en Alange fue por motivos de alguna enfermedad de la que posteriormente quedó curada, tal y como lo atestigua el ara votiva. El hecho de que esté dedicada a la diosa Juno hace pensar a los especialistas que su dolencia pudo estar relacionada con alguna enfermedad propia de mujeres que impidiera su maternidad, puesto que la diosa Juno se considera la diosa protectora de las féminas, relacionada con el matrimonio y los partos.

IVNONI REGINAE SACRVM LIC. SERENIANVS. V. C. E. VARINIA. ETACCINA C.F PRO. SALVTE. FILIAE. SVAE VARINIAE. SERENAE DICAVERVNT

Figura 4. Ara votiva dedicada a la diosa Juno. (foto: María J. Rivera).

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3.1.2 Bañistas en el siglo XVIII Si bien probablemente los baños se utilizaron durante la Edad Media, no tenemos constancia documental de su uso con fines terapéuticos hasta el siglo XVIII. En este siglo el edificio romano se encuentra totalmente abandonado y los bañistas realizan su tratamiento en un charcón situado junto al manantial. Estos bañistas se alojaban en chozas que estaban situadas en las huertas cerca del entorno del manantial. 3.1.3 Bañistas en el siglo XIX En las primeras décadas del siglo XX, y coincidiendo con la construcción del nuevo Balneario, la población, situada en lo alto del cerro, comienza a crecer a lo largo del camino que lleva hasta los Baños. Así queda reflejado en la memoria del médico Pedro de la Cuesta y Martín en 1829: “La construcción de las casas que se han hecho nuevamente sobre la salida del pueblo y el camino que va a los Baños ha hecho disminuir la distancia y formar el aumento de 235 vecinos y 760 habitantes con su ayuntamiento y cura párroco.”

Con el paso del tiempo el camino quedó completamente urbanizado y se convirtió en la calle Baños. Siendo esta una de las calles que tuvo un mayor número de casas de huéspedes. “La parte inferior del pueblo o barrios bajos es, a no dudarlo, la menos sana por hallarse situadas las casas al sur al pie del cerro del Coso, en cuyas rocas reflejan los rayos de luz y de calor del sol meridional, y muy próximas a las huertas cuyas perniciosas influencia es de todos conocida; sin embargo la mayor parte de los bañistas prefiere alojarse en esta parte baja, por no subir la penosa cuesta que conduce a los barrios altos.”

En 1866 Antonio Berzosa, médico director del Balneario, hace mención a las casas de huéspedes y al carácter hospitalario de los alangeños: “No hay hospedería en este establecimiento, pero las casas de los vecinos, la mayor parte reciben por un módico precio huéspedes durante la temporada de los baños. Ya he lo he dicho antes y ahora lo repito que los habitantes de Alange son hospitalarios, cariñosos y sencillos.”

En el trabajo realizado por Carmona Barrero sobre la casa tradicional en Alange, se revisan algunos de los documentos que a final del siglo XIX analizan la situación de los establecimientos hosteleros y casa de huéspedes, así como sus condiciones higiénicas. Sobre la memoria de Abdón Berbén de 1876 dice: “De escasa importancia serían todas esas mejoras, lo mismo que las que existen en proyecto, si los vecinos de Alange, su Municipio y el Gobierno no configuran en la esfera de sus atribuciones a que sea una verdad práctica lo que ordena la higiene privada y pública en toda la localidad donde se

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busca salud. Preciso es, que los vecinos de Alange, se persuadan de que sus casas carecen de las comodidades que una buena higiene reclama y mucho más cuando se encuentra enfermo el que la va a ocupar. El Municipio debe ejercer gran vigilancia sobre la calidad de los alimentos y bebidas, no olvidar que haya aseo en sus calles, un regular empedrado y que las entradas del pueblo se hallen accesibles a los medios de transporte, no con esos malos pasos que son un constante peligro para el viajero.”

En el año 1879 se dirige un informe, por parte del médico director del Balneario Moreno Zancudo, a la Dirección General de Beneficencia y Sanidad comentando el estado de los alojamientos: “Alójanse los bañistas en algunas casas del pueblo que dejan muchísimo que desear bajo el punto de vista de la higiene y la comodidad, habiendo algunos que por su pequeñez, malas condiciones, y estar situados juntos a las huertas son causas de varias enfermedades especialmente las fiebres intermitentes.”

En la monografía que Abdón Berbén escribió en 1895 señala que la población está distribuida en diez plazas, quince calles y trescientas casas y que la mayor parte de los vecinos la utilizan en la temporada de baños para hospedar enfermos, ya sea arrendando habitaciones con los enseres más principales, o ya proporcionando cuanto sea necesario para estar bien instalados, por precios moderados, atendiendo que ocupan espaciosos departamentos, buena y escogida alimentación, limpieza esmerada y un gran deseo en los dueños de complacer a la más leve indicación.

Figura 5. Bañeras en los jardines del Balneario. (Col. Part. c.1950)

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En 1863 el Balneario había pasado a manos privadas, adquirido en pública subasta por el que fue su médico director durante algunos años, Abdón Berbén Blanco. A partir de ese momento las aguas del manantial solo podían ser utilizadas por los vecinos para beber. En los últimos años del siglo XIX y primeros del XX se hacen públicas algunas quejas por parte del médico director del Balneario, Doctor Martínez Reguera, dado que los propios vecinos del pueblo acarrean agua del manantial a sus casas donde ofrecen el tratamiento a los bañistas hospedados en ellas, sin necesidad de que acudan al Balneario. 3.2

AFLUENCIA DE BAÑISTAS

Nº BAÑISTAS

AFLUENCIA DE BAÑISTAS ENTRE 1838 Y 1932 4000 3500 3000 2500 2000 1500 1000 500 0

Figura 6. Evolución del número de bañistas desde 1838 hasta 1932.

3.3

ORIGEN DE LOS BAÑISTAS

La prensa nacional de finales del siglo XIX recogió noticias relacionadas con las obras de reformas y ampliación del balneario. Tal es el caso de la “declaración de utilidad pública de las obras de ensanche y mejoramiento de los Baños de Alange, de la propiedad de D. Abdón Berbén Blanco.” De un entorno más cercano, la prensa regional pregonaba en 1894 la concurrencia del balneario, entre las que destacaban “dos bellas y distinguidas señoritas, sobrinas del exministro Sr. Canalejas”. Acudieron también destacados personajes, como Hoces Losada, director de la Sociedad Económica Cordobesa y jefe del Partido Liberal Dinástico de la provincia; Vicente Barrantes, director de Instrucción Pública y cronista de Extremadura, junto con Cortijo Valdés, exdiputado a cortes. Algunos altos cargos del Gobierno también tuvieron ocasión de veranear en Alange, algunos incluso acudían desde Madrid con reiterada frecuencia, como Romero Ortiz, Ministro de Ultramar durante los gabinetes de Zabala y Sagasta, destacado masón y fundador del periódico satírico Santiago y a ellos y editor de la revista El Porvenir. 58


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Estos y otros muchos personajes pertenecientes a la aristocracia pasaron días de ocio y recreo en el balneario de Alange en las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX. Época en la que el establecimiento se anunciaba en la prensa junto con los más reconocidos de la península. Los estallidos de revueltas campesinas y obreras que llegaron después, convirtieron a los balnearios en objetivos de estas movilizaciones, con lo que el turismo termal de las élites sociales cayó en desgracia desapareciendo a favor de otros nuevos destinos.

Figura 7. Bañistas en las Termas Romanas. (L. López, c.1925)

Ya bien entrado el siglo XX, la afluencia de bañistas se generaliza, siendo su procedencia de los más diversos puntos de la península, no existiendo una prevalencia de regiones o comarcas que aporten turistas, solo aquellas que ofrecen una mayor proximidad geográfica o unas mejores vías de comunicación. 3.4

TIEMPO DE ESTANCIA

En el siglo XIX llegan a documentarse casos de hasta 21 días de tratamiento por temporada. En algunas ocasiones, los bañistas, ante la mejoría obtenida, suplican al médico la posibilidad de repetir el tratamiento en la misma temporada. En el siglo XX los tratamientos habitualmente no exceden de 15 días, permitiéndose incluso reducirlos a nueve días para aquellos bañistas que no disponen de más tiempo o recursos. 3.5

FIDELIDAD DEL BAÑISTA

Según las entrevistas realizas hemos podido constatar la fidelidad de los bañistas con su cita anual en Alange. En algunos casos estos acudían periódicamente al Balneario 59


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para recibir su tratamiento durante más de cuarenta años de forma ininterrumpida. 3.6

RELACIONES PERSONALES

La relación que se establecía entre el propietario y el huésped traspasa la mera relación entre hostelero y cliente, para convertirse en algo más familiar. No es raro encontrarse con propietarios de casa de huéspedes que siguen manteniendo correspondencia con sus clientes a pesar del cierre del negocio o de la ausencia de estos últimos, que por un motivo u otro ya no acuden al Balneario. Hemos podido comprobar a través de nuestros informantes, cómo en ocasiones los lazos entre miembros de la familia alangeña y miembros de una familia de huéspedes se estrechaban hasta el punto de establecer lazos familiares. Son varios los testimonios de alangeños/as que contrajeron matrimonio con “forasteros/as” dando así lugar a nuevas familias que unas veces se establecían en la misma población y otras en el lugar de origen del visitante3. 4

EVOLUCIÓN DE LOS ALOJAMIENTOS. DE LA CASA DE HUÉSPEDES AL HOTEL

La tipología de los establecimientos dedicados a la acogida de huéspedes evolucionó desde las chozas de las huertas, que eran frecuentes a comienzos del siglo XIX, hasta las más modernas instalaciones del hotel de cuatro estrellas Aqualange, último establecimiento hotelero creado en Alange en los primeros años del siglo XXI. Realizamos a continuación un recorrido por los diferentes tipos de alojamientos en Alange: 4.1

LA CASA-HOSPITAL. UNA PECULIARIDAD DEL ALOJAMIENTO EN ALANGE

4.1.1 DESCRIPCIÓN La casa hospital se encontraba en el lugar donde actualmente se ubica el hotel Varinia Serena. Este hotel se levantó aprovechando parte de la construcción de la antigua casa hospital, a comienzo de la década de los noventa del pasado siglo XX. Sobre el edificio antiguo nos encontramos con una descripción en el Tratado de Aguas Mineromedicinales que publicó Julián de Villaescusa en 1850 y que transcribimos a continuación: “Hacia el noroeste de los baños, al lado del camino de Hornachos, se encuentra otro edificio bastante grande construido en 1842, que es la casa llamada impropiamente hospital, donde se alojan los bañistas pobres. Tiene sesenta pies de largo por treinta de ancho y veinte de altura, y consta de un zaguán, dos salas a derecha e izquierda con alcobas grandes, una cocina, y un cuarto que ocupaba el guarda encargado de conservar 3

Podemos citar el caso de un alangeño, Antonio Belloso Chaves, que se casó con la hija de una bañista, la cual se hospedaba en una casa de huéspedes que regentaba la madre de Antonio.

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la casa. En las salas se alojan los pobres de ambos sexos con la debida separación. Aunque el edifico está blanqueado por la parte exterior, por lo interior ni está siquiera ensolado; y a los acogidos en él no se les puede dar hasta ahora más que la habitación y cama compuesta de un jergón, un cabezal y una manta; beneficio que deben al referido 4 señor Don Ventura Díaz , quién les concedió este auxilio en 1849 tomando en consideración mis consejos higiénicos.”

Hoy podemos observar todavía, inserto en la construcción del nuevo hotel, parte de la estructura antigua. El vestíbulo de entrada, el salón de la izquierda en el primer paso, la cocina (actual recepción) y una de las alcobas (detrás de la cocina) conservan su aspecto original. La actual sala de televisión que ocupa la alcoba que existe detrás de la cocina es una de las dependencias que se destinaban para encerrar individuos con trastornos o desórdenes mentales que hicieran difícil la convivencia con el resto de alojados. En dicha habitación se ataban con camisas de fuerzas y se encerraban bajo llave durante la noche. 4.1.2 USUARIOS La casa-hospital se creó con el fin de ofrecer alojamiento a los bañistas que carecían de recursos. Suponemos que ante la masiva afluencia de bañistas sin recursos a los baños y las pésimas condiciones de los alojamientos, se decidió construir este edificio por consejo de los médicos directores del Balneario, pues hasta entonces se alojaban en chozas que había en las huertas del entorno del Balneario. Para poder hospedarse en la casa-hospital el usuario tenía que acudir al ayuntamiento de su localidad de residencia y conseguir un certificado en el que se demostrara que era pobre de solemnidad. Una vez conseguido dicho certificado viajaba hasta Alange, presentaba el certificado en el ayuntamiento y allí le daban autorización para alojarse en el hospital. Dado que las aguas están indicadas para problemas de tipo nervioso, nunca ha faltado en Alange la afluencia de bañistas con problemas asociados a dicha dolencia. En las clases sociales de más bajo estatus la enfermedad se veía como una lacra o castigo divino y no se sometía a tratamiento al enfermo. Tan solo cuando en el entorno del enfermo aconsejaban a sus más allegados la posibilidad de encontrar un alivio a sus males en las aguas del Balneario de Alange, estos optaban por acudir a realizar la cura. Esta circunstancia aparece reflejada en algunos de los testimonios que recoge Julián de Villaescusa en su libro sobre los Baños de Alange en 1850. Sobre el caso de una enferma de veinte años de edad, aquejada de manía, que acudió a los baños en 1839: 4

Ventura Díaz fue gobernador de la provincia de Badajoz entre 1848 y 1850.

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“Fueron muy pocos los remedios que se la propinaron porque sus padres e interesados apenas quisieron consultar con ningún profesor, y el tratamiento moral de la enferma estaba muy lejos del alcance de su familia compuesta toda de gente de la ínfima clase. Por último, a instancias de un ilustrado medico vecino suyo, se resolvieron los parientes a conducirla a los baños.”

Otro ejemplo es el caso de una joven de 16 años aquejada de la misma enfermedad que acudió a los baños en el año 1844: “Desde la edad de ochos, y a consecuencia de un susto, al que siguieron ataques epilépticos, perdió su razón siendo afectada de manía. Su delirio se extendía a todas las cosas, pero su inteligencia se ejercía sobre ideas equivocadas, formando juicios y raciocinios acerca de ella, carácter esencial de la enfermedad a la que nos referimos. La ínfima y desgraciada condición de la familia de esta enferma fue causa de que la abandonase a la suerte sin que ensayara para su curación ninguna especie de recursos. Así paso ocho años, hasta que uno de los médicos del pueblo aconsejó a sus interesados que la llevasen a ensayar el efecto de las aguas minerales.”

En la memoria que el médico Antonio Berzosa redactó sobre la temporada de 1861, se señala que se dio acogida a 68 pobres de solemnidad, que recibieron alojamiento en este hospital. La presencia de enfermos con trastornos mentales que acudían a los baños sin acompañantes por carecer de recursos económicos, hizo que apareciesen las figuras de los loqueros, personas del pueblo que se encargaban del traslado del enfermo desde el alojamiento hasta el Balneario y su regreso. A veces también se requería de ellos para aplicar los tratamientos, pues algunos enfermos se negaban a realizar aquello que el médico le había dictaminado. 4.2

LA CASA DE HUÉSPEDES Y LA PENSIÓN

Las formas de alojamiento más básicas eran la casa de huéspedes y la pensión. En ambas, lo que se hacía era alquilar las habitaciones a los forasteros. La diferencia principal entre ambos establecimientos radica en que la casa de huéspedes alquilaba la habitación con derecho al uso de la cocina para que los huéspedes pudieran elaborar sus alimentos y la pensión gestionaba directamente la preparación de las comidas quedando los huéspedes libres de esa tarea. A lo largo de los últimos ciento cincuenta años de la historia de Alange han sido muchas las casas que ejercieron dicha actividad. Enumeramos a continuación alguna de las que aparecen censadas en los archivos municipales, aunque esto no quiere decir que contengan todas las casas que ejercían la actividad. En el listado solo aparecen aquellas que estaban legalizadas como tales.

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Casas de huéspedes 1955 1957 1966 1972 1978

Hospedería 57 54

Hoteles 2 3

7 6 5

Pensiones

3 3 2

Figura 8. Número de las distintas tipologías de alojamientos.

Este descenso en los listados de actividades se justifica como consecuencia de la astucia de los propietarios, que evitaban declarar los ingresos generados por los negocios hosteleros con el fin de pagar menos impuestos.

Figura 9. Calles Nueva y Belén. (Col. Part. c.1986)

4.2.1 ESTRUCTURA DE LAS INSTALACIONES Las casas de huéspedes son viviendas tradicionales que con el paso del tiempo se fueron adaptando a las nuevas necesidades requeridas para satisfacer la demanda de alojamientos para huéspedes. La casa tradicional alangeña se compone de un pasillo principal que comunica la calle con el patio y el corral. A ambos lados de ese pasillo se abren las dependencias principales que pueden ser dormitorios, alcobas, salones y salitas de estar. Esta disposición de las casas permitía ir ampliándolas hacia la zona trasera, alargando el pasillo y añadiendo nuevas habitaciones. De esta forma podemos encontrar desde casas de dos pasos o naves hasta cuatro naves. En la parte trasera, dentro del patio, solía encontrarse el aseo y la cocina. La planta alta, cuando estaba acondicionada, tenía la misma distribución que el cuerpo principal de la casa, pasillo 63


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central y habitaciones. Muchas de estas casas carecieron de agua corriente hasta el último cuarto del siglo XX. El abastecimiento se realizaba bien mediante la extracción de agua de los pozos que había en los patios de las casas o bien acarreándola mediante cántaros desde la Fuente del Baño, de la que se abastecía la zona sur de la población. Las casas de la vertiente norte, que no tenían actividades relacionadas con el turismo termal, se abastecían de la Fuente de la Jarilla. El aseo estaba compuesto por un lavabo y un inodoro, el agua necesaria para su uso y limpieza se almacenaba en una tinaja dentro del propio aseo. En la cocina otra tinaja servía para abastecer las necesidades de consumo de agua para cocinar y para beber.

4.2.2 LA FORMACIÓN DE LA CASA DE HUÉSPEDES Desde el momento en el que una familia decidía acoger huéspedes, se iniciaba la tarea de habilitar la casa para dicha actividad. En primer lugar debía adquirirse el mobiliario adecuado, principalmente camas, tanto individuales como de matrimonio, ropa de cama, loza, mesas, sillas, etc. Tanto la ropa de cama como la loza provenían del ajuar y de herencias, mientras que para conseguir las camas y resto de mobiliario había que hacer un importante esfuerzo económico. Una vez acondicionada la casa, se hacía saber a vecinos y familiares que estaba disponible para alojar huéspedes. Los huéspedes llegaban por la recomendación de otras casas que ya estaban completas y mantenían una buena relación con la propietaria de la nueva casa. Habitualmente las casas de huéspedes estaban gestionadas por las mujeres de la casa, mientras que los varones continuaban con su actividad agrícola o ganadera. Los beneficios económicos que reportaba el alojamiento repercutían directamente en la mejora de las instalaciones, mientras que los beneficios del campo garantizaban la subsistencia básica de la familia durante todo el año. La pensión es un paso más en la evolución en la casa de huéspedes, llegando a adquirir la familia que la gestiona una total autonomía económica, pudiendo liberarse los hombres de las tareas del campo. 4.2.3 LOS PREPARATIVOS AL INICIO DE LA TEMPORADA Previo al inicio de la temporada, todas las casas de huéspedes eran sometidas al mismo proceso de acondicionamiento. Antes de que llegaran los primeros bañistas, se realizaban pequeñas obras de rehabilitación, una limpieza general y el correspondiente blanqueo de las habitaciones. Se desembalaban las camas que habían estado guardadas en el doblado durante el invierno y se instalaban en las habitaciones, 64


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retirando el mobiliario de invierno. En algunas de las casas los propietarios llegaban alquilar las habitaciones que ellos utilizaban como dormitorio durante el invierno, trasladándose estos a otras estancias que estaban situadas en la planta alta o en las traseras de la casa. A medida que fue transcurriendo el siglo XX los propietarios fueron cada vez más reacios a esta práctica, prescindiendo de alquilar su dormitorio y manteniendo un espacio privado al que solo podía acceder la familia que habitaba la casa. En el caso de las pensiones el mobiliario se mantenía durante todo el año y no se cambiaba los usos de las dependencias, mientras que en la casa de huéspedes cuando acaba la temporada se recogía el mobiliario destinado al alojamiento y se modificaba los usos de las habitaciones.

4.2.4 LOS HORARIOS Y LAS COMIDAS La vida diaria del bañista transcurre condicionada por el tratamiento que recibe en el Balneario. Hasta hace unos años la pauta habitual era la de recibir el baño por la mañana y las duchas por la tarde. De esta forma el huésped se levantaba en torno a las nueve de la mañana, desayunaba, y se iba al baño, aunque también había quien prefería darse el baño en ayunas y después desayunar. El resto de la mañana transcurría entre paseos por los jardines del Balneario y tertulias improvisadas con otros bañistas. Al mediodía los bañistas regresaban a casa para prepararse su comida. El primer año venían abastecidos de todo tipo de alimentos –garbanzos, judías, lentejas, embutidos, etc.–, puesto que no sabían si podrían conseguirlos en la localidad. En años posteriores, aunque también traían víveres, lo hacían en menor cantidad, puesto que conocían los puntos de abastecimiento en el pueblo. La preparación de la comida se realizaba en la cocina, que era compartida por las mujeres. Después, en aquellos espacios habilitados para comer –comedor, patio, etc.los huéspedes se turnaban para comer. Una vez finalizada la comida las mujeres recogían la mesa, lavaban la loza y dejaban la cocina preparada para la noche. Tras la comida era obligatoria la siesta, mientras que unos descansaban en sus habitaciones, en el patio, y casi siempre a la sombra de una parra, las mujeres hacían labores. Después de la siesta, a eso de las cinco de la tarde, los bañistas acudían de nuevo al Balneario para continuar el tratamiento. Una vez realizado, se distraían por los alrededores para acudir de nuevo a la hora de la cena, en la que se repetía el mismo 65


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proceso realizado a mediodía. Llegada la noche, los huéspedes formaban corros en las puertas de las casas animando así las noches de verano hasta altas horas de la madrugada.

4.2.5 DEBERES Y OBLIGACIONES DE LOS HUÉSPEDES Entre los deberes y obligaciones de los huéspedes se encontraba el de mantener limpio el menaje de cocina utilizado, así como la zona de comedor donde habían llevado a cabo su comida. Se recomendaba que respetaran el mobiliario y mantuvieran limpias y ordenadas las habitaciones –camas hechas, suelo barrido y fregado, etc. Todas estas tareas eran realizadas por las mujeres que se hospedaban. En el caso de que acudiera algún hombre solo, la propietaria se ofrecía para limpiar su habitación y cocinar, todo por un incremento en el precio del alojamiento.

4.2.6 OCIO Y DIVERTIMENTO Entre las actividades de ocio y divertimento que llevaban a cabo los huéspedes podemos enumerar: tertulias, juegos de mesas, excursiones locales, viajes a otras localidades… Las tertulias solían celebrarse durante el día en los jardines del Balneario y durante la noche en los corros que hacían en las puertas de las casas. Los juegos de mesa eran habituales entre los hombres, bien en los bares y tabernas o bien en el patio de la casa, siendo los más frecuentes los juegos de cartas y el dominó. Entre las excursiones locales era casi obligada la subida al Cerro del Castillo o la visita al abrigo de La Calderita. Cuando los huéspedes disponían de vehículo se realizaban viajes a Mérida o incluso a la vecina Portugal.

Figura 10. Forasteros de excursión en el Castillo. (Col. Part. c.1920).

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5

EL HOTEL

La industria hotelera en Alange está presente desde finales del siglo XIX, convirtiéndose en la actualidad en una de las principales fuentes de ingreso en la población. Esto repercute sobre la economía de muchas familias, no solo como propietarias sino también como lugar de empleo durante la temporada de baños. 5.1

LA APARICIÓN DE LOS PRIMEROS HOTELES

Los primeros hoteles que existieron en Alange fueron los hoteles Europa, España y Macías, todos ellos hoy desaparecidos o reconvertidos. 

Hotel Europa: Estuvo situado en la calle Almendros, ocupando las actuales casas número 12 y 14. El hotel aparece en anuncios de prensa a comienzos del siglo XX. Sabemos por diversos testimonios que tuvo un gran salón con pinturas que sirvió tanto de salón de baile como de casino. De él tan solo se conserva la parte superior de la fachada principal, puesto que el edificio se ha dividido en varias viviendas, transformándose la parte inferior. El único testimonio fotográfico que tenemos de él es una imagen de su fachada trasera.

Figura 11. Vista trasera del Hotel Europa. (Col. Part. c.1915)

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Hotel España: Estuvo situado en la calle Encomienda, en la actual casa cuartel de la Guardia Civil, en los años veinte del siglo pasado. Su estructura repite el modelo de pasillo central con habitaciones a ambos lados, teniendo en la parte derecha el doble de habitaciones. La planta inferior apenas ha modificado su distribución original, mientras que en la superior se han realizado reformas que no permiten saber cómo fue su diseño. Se ha conservado una fotografía en la que se aprecia en un segundo plano la fachada del hotel con el rótulo que le daba nombre.

Hotel Macías: Situado sobre una antigua laguna que se desecó a finales del siglo XIX en la parte alta del pueblo. Llegó a tener dos edificios: Hotel Macías y Sucursal Macías. El primero de ellos dejó de funcionar a mediados del siglo XX estando abandonado hasta los años ochenta. En esa fecha lo adquiere un nuevo propietario y lo reconvierte en mesón-restaurante. De este edificio se conserva la fachada principal en su estado original. El segundo estuvo funcionando como Hotel Macías hasta final de la década de los ochenta. Después de estar unos años cerrado cambió de propietarios y estos últimos han habilitado un bar-restaurante en una parte de las instalaciones. Destaca su patio interior decorado con un estilo neoárabe, característico de la primera mitad del siglo XX.

Figura 12. Detalle del patio de la sucursal del Hotel Macías, actual bar El Parador. Foto: María J. Rivera.

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Figura 13. Detalle ventanas patio de la sucursal del Hotel Macías, actual bar El Parador. Foto: María J. Rivera.

Algunos de los establecimientos más antiguos siguen estando en uso, siendo los principales el Hostal Juan Dios y la Fonda La Cordobesa.

5.2

Hostal Juan Dios: Está formado por dos grandes casas de dos plantas, situadas en la calle Germán Burgos, número 2 y 4. Dicho edificio se conserva en buena parte con su estructura original. Destacan sus paredes estucadas con imitación de mármoles y su diversidad de bóvedas. Sabemos que funcionaba ya hacia 1912, gracias a una inscripción que se conserva en el estuco de una de sus paredes. Ya entrado el siglo XXI el edifico se ha rehabilitado con la creación de baños individuales en cada habitación.

Fonda La Cordobesa: Este establecimiento se sitúa en la calle Nueva, número 8. Se trata de un edificio de la primera mitad del siglo XX que se construyó expresamente para alojar huéspedes que acudían al Balneario. Su situación, muy próxima al establecimiento termal, hizo de él uno de los lugares preferidos por los bañistas. Su fachada principal, ligeramente reformada, sigue teniendo el aspecto de su primera época. En el interior la planta baja mantiene su distribución, aunque en el último cuarto del siglo pasado se amplió de forma progresiva, aumentando así su capacidad. HOTELES EN LA ACTUALIDAD

A partir de los años ochenta del siglo pasado, el modelo de actividad económica de las casas de huéspedes se vio obligado a transformarse o cerrar si no eran capaces de adaptarse a las exigencias de las normativas hoteleras. Los nuevos establecimientos que surgían en esa época y los antiguos que aún permanecían en funcionamiento exigieron que los requisitos impuestos por las leyes que regulaban el mercado se aplicaran a todos los alojamientos independientemente de su categoría. Esta circunstancia 69


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hizo que la mayoría de las casas de huéspedes cesaran en su actividad. Otras sin embargo surgieron como nuevos establecimientos ya consolidados. Hoy en día Alange cuenta con los siguientes establecimientos hoteleros:

Nombre del establecimiento Hotel Aqualange Hotel Varinia Serena Hotel Marín Hotel La Cordobesa Hostal Atenea Hostal Juan Dios Hotel rural La Sinforosa Apartamentos Rurales Trinidad Casa Rural La Casa Azul Casa Rural El Balcón de Alange Casa Rural La Casina Total

CATEGORÍA H **** H*** H* H* HS HS HR AP CR CR CR

NÚMERO DE HABITACIONES 86 37 24 15 13 24 10 14 5 6 4 238

BIBLIOGRAFÍA - CARMONA BARRERO, J. D.: “La Casa abovedada”. Monográfico revista Saber Popular, nº 30, 2010. - CARMONA BARRERO, J. D.: Aqvae: (análisis del desarrollo histórico-arquitectónico de Alange y sus baños romanos). Almendralejo, 1999. - CARMONA BARRERO, J. D., CALERO CARRETERO, J. A.: “Tomar las aguas en Alange. El establecimiento de aguas y baños minerales de Alange a partir de una carta a la Marquesa de Monsalud en la primera mitad del siglo XIX”. Actas I Jornadas de Historia de Almendralejo y Tierra de Barros, 2009. - CARMONA BARRERO, J. D. y CALERO CARRETERO, J. A.: “Sociedad y cultura en Los Baños de Alange a través de la prensa de la época”, en Actas III Jornadas de historia de Almendralejo y Tierra de Barros. Almendralejo, 2012. - TEIXIDÓ GÓMEZ, F. “El Balneario de Alange en el último tercio del siglo XIX: consideraciones científicas y sociológicas”. Revista de Estudios Extremeños, T. LXVII, nº III. 2011. - VILLAESCUSA, J. DE.: Monografía de las aguas y baños minerales de Alange. Madrid : Tip. de D. Saavedra y Compañía, 1850.

LINKOGRAFIA Memoria de los baños escrita por Pedro de la Cuesta y Martín. 1829: http://alfama.sim.ucm.es/dioscorides/consulta_libro.asp?ref=X533501120&idioma=0 70


APUNTES PARA UNA HISTORIA DEL TURISMO TERMAL EN ALANGE (SS. XVIII-XXI)

Memoria de los baños escrita por Antonio Berzosa, 1866: http://alfama.sim.ucm.es/dioscorides/consulta_libro.asp?ref=x533074699&idioma=0 Memoria de los baños escrita por Abdón Berbén. 1876: http://alfama.sim.ucm.es/dioscorides/consulta_libro.asp?ref=X532352326&idioma=0 Memoria de los baños escrita por Eduardo Moreno Zancudo. 1879. http://alfama.sim.ucm.es/dioscorides/consulta_libro.asp?ref=x532878778&idioma=0

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HUERTAS DE ORIGEN MORISCO EN LA ZARZA Cristina Vivas Pintado

1

INTRODUCCIÓN

Los primeros testimonios sobre el asentamiento de la localidad de La Zarza datan del año 1235, aparecidos en el Fuero de Mérida. En sus orígenes la aldea fue denominada Zarza junto Alange, al depender de esta localidad. Fueron los cruzados de la Orden de Santiago, orden religiosa y militar, los que recuperaron durante la Reconquista la aldea, al igual que el resto de la región, que estaba en manos de los musulmanes. Si bien, es obligado decir que la presencia humana en el término municipal de la localidad se remonta a la Prehistoria, permaneciendo restos de pinturas rupestres en el Abrigo de La Calderita. En 1585 se separa del municipio de Alange, obteniendo el título de Villa mediante el pago de 16.752 ducados a Felipe II. Será esta época de finales del siglo XVI y la presencia de moriscos en la Villa nuestro objeto de estudio. En 1589, según consta en los censos de moriscos granadinos realizados entre 1581 y 1589 en la Villa de La Zarza de Alange había una población de 28 moriscos censados. En 1594 La Zarza de Alange formaba parte de la provincia de León de la Orden de Santiago y contaba con 358 vecinos pecheros. 2

POBLACIÓN MORISCA EN EXTREMADURA

Entre 1570 y 1572, Extremadura acogió algo más de 11.000 moriscos que fueron obligados a abandonar su tierra natal por decisión de la Corona, como consecuencia de la rebelión de las Alpujarras. De los aproximadamente 50.000 granadinos que abandonaron forzosamente su tierra natal en el invierno de 1570, unos 6.600 concluyeron su desafortunado viaje en tierras extremeñas. Los supervivientes fueron 73


CRISTINA VIVAS PINTADO

entregados en las 14 ciudades cabeceras de partido (Figura 1), destino de tan peculiar envío. La idea inicial era repartirlos lo más posible en los diferentes pueblos para evitar concentraciones que propiciaran posibles reacciones adversas. Teóricamente, el citado reparto debía haberse efectuado teniendo en cuenta las posibilidades de inserción socioeconómica que cada territorio podía ofrecer (población, recursos, oferta laboral…), pero esto no fue así. Los moriscos fueron distribuidos de forma aleatoria, y el mal estado en el que se encontraba esta población desnutrida y castigada por las inclemencias del tiempo, propició que muchos de ellos fueran abandonados en las ciudades próximas al camino por el que transitaban, ante la imposibilidad de que pudieran acceder a su punto de destino.

Figura 1. Reparto de población morisca en localidades extremeñas en 1570.

2.1

Población morisca en Mérida y su comarca

El día 1 de noviembre de 1570 fueron expulsados todos y cada unos de los moriscos del Reino de Granada. Una cantidad importante de hombres y mujeres desterrados llegaron a la ciudad de Mérida. Los encargados de controlarles fueron los miembros o familiares del Santo Oficio. En el año 1589 los moriscos que llegan a Mérida y su comarca son:

Carmonita Lobón Mérida Mirandilla Montijo Oliva de Mérida Valverde de Mérida 74

5 13 534 5 4 17 19


HUERTAS DE ORIGEN MORISCO EN LA ZARZA

2.2

Población morisca en La Zarza

En 1589, la población morisca de La Zarza era de 28 personas. 3

LA EXPULSIÓN. CAUSAS Y CONSECUENCIAS

La expulsión de los moriscos fue ordenada por el rey Felipe III. Concretamente en Extremadura se produjo el 10 de julio de 1610. Conocemos con bastante precisión el número de moriscos expulsados. 3.1

Causas

Entre las causas que se han indicado para explicar la expulsión se encuentran las siguientes: -

3.2

La mayor parte de la población morisca, tras un siglo de conversión forzada al cristianismo, seguía siendo un grupo social aparte. Se pensó que los moriscos constituían un problema político que podía poner en riesgo la monarquía hispánica. El temor a una posible alianza entre moriscos y turcos en contra de la España cristiana. Comienzo de una etapa de recesión económica por la disminución de los recursos que llegaban de América. Acabar con la idea que había en Europa sobre la discutible cristiandad de España a causa de la permanencia de los moriscos.

Consecuencias

En 1619 el Consejo de Castilla evaluó la expulsión y concluyó que no había tenido efectos económicos para el país. Esto es cierto para el Reino de Castilla, donde la población morisca era menos importante. Sin embargo, en el Reino de Valencia supuso un abandono de los campos y un vacío demográfico. La población cristiana no podía ocupar el gran espacio dejado por la población morisca. Hay que considerar que la población morisca era una parte importante de la masa trabajadora, por tanto, esto supuso una merma en la recaudación de impuestos, y según las zonas tuvo efectos despobladores que duraron décadas. Muchos campesinos cristianos vieron cómo las tierras dejadas por la población morisca pasaba a manos de la nobleza, la cual pretendía que el campesinado las explotase a cambio de unos alquileres y condiciones abusivas.

75


CRISTINA VIVAS PINTADO

4 4.1

LEGADO MORISCO Huertas de origen morisco en La Zarza

4.1.1 Características Una huerta morisca es un vergel, una joya de la naturaleza e ingeniería humana. Se caracteriza por el sistema de bancales, escalones en pendiente para drenar el agua y que así no se produzcan barrizales. Por lo general tienen una noria con acequias que distribuyen el agua, ofreciendo un sistema de regadío. Los cultivos, fundamentalmente frutas y verduras, se suceden permanentemente. A las especies autóctonas se sumaron las aportadas por las poblaciones musulmanas y por las traídas desde América. Es indescriptible la visión de árboles como naranjos, limoneros, ciruelos, albarillos, higueras… sin que falten los granados, las parras, los azufaifos y membrillos. En el apartado de hortalizas, cultivadas en primavera y otoño, tienen especial protagonismo la patata, el tomate, la zanahoria, las acelgas y espinacas, así como las distintas familias de las coles, como el repollo, la coliflor y la col. Las habas, pimientos y alcachofas no suelen faltar. Y por supuesto, los rábanos, las remolachas y plantas aromáticas, entre las que están el poleo, la yerbabuena, el cilantro, el apio, el toronjil, la menta y la albahaca. La utilización de instrumentos agrícolas suele ser de baja mecanización por la situación geográfica en la que están emplazadas las huertas, como suelen ser las laderas de las sierras. Es posible ver aún el arado tirado por mulos o asnos. La recolección se realiza de forma manual y la fertilización de las huertas se realiza de forma ecológica, como puede ser mediante el estiércol procedente de animales. Para la recuperación del suelo se realizan las rotaciones de cultivos y para luchar contra las enfermedades muchas veces se utilizan remedios caseros. Estos huertos son importantísimos para la recuperación y conservación de las variedades autóctonas. El Padre Tovar, cronista de antaño diría: “Se dedicaron a cultivar la tierra, abriendo montes ásperos, haciendo grandes dehesas y heredades, descubriendo grandes minas y cristalinas fuentes haciendo hermosas huertas, plantando en ellas muchas frutas, legumbres y árboles que no había en España. Trajeron para las huertas granados, naranjos y limoneros, limas y toronjos, cidros y ciruelas,…, legumbres, con la simiente de la seda para cuya crianza trajeron morales y moreras”.

4.1.2 Localización Las huertas de tradición morisca que se localizan en La Zarza se documentan en el Anexo fotográfico.

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HUERTAS DE ORIGEN MORISCO EN LA ZARZA

4.2

Antropónimos, topónimos y palabras de origen morisco relacionadas con la huerta

4.2.1 Antropónimos Con la entrada del catolicismo en España, muchos musulmanes fueron obligados a convertirse al catolicismo y estos “cristianos nuevos”, fueron llamados moriscos. Muchos, al convertirse adquirieron nombres relacionados con la vegetación, como Castaño, Palma, Robles, Encina, Granado/s. Otro indicio para identificar un apellido de origen árabe es la terminación “ain” y “ian”. La mayor parte de los apellidos hacen referencia a nombres de lugares, que indicaban de dónde procedían, por ejemplo: Alcalá, Alcaraz, etc. A continuación se relacionan algunos apellidos de zarceños con posible origen árabe: -

Barroso Bermejo Cortés García Herrera Martínez

-

Molina Morales Morillo Murillo Pérez

4.2.2 Topónimos En la localidad existe una Calleja los Moros, donde se encuentra una de las huertas de tradición moriscas relacionada en este trabajo. 4.2.3 Palabras de origen morisco relacionadas con la huerta

Especie

Tipo

Etimología

Azufaifo

Árbol

Es un tipo de árbol que da una fruta llamada azufaifo. Esta palabra viene del árabe hispano azzufayzafa, formada con la partícula al- que se asimila y cambia a az-.

Acelga

Verdura

Del árabe hispánico as-silqa, y este del árabe silqah.

Alcaucil (Alcachofa silvestre)

Verdura

El nombre de alcachofera procede del árabe alkharshûf; el nombre alcaucil (también arcacil, alcacil y alcací), del árabe al-qabsíl.

Imagen

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CRISTINA VIVAS PINTADO

Especie

Tipo

Etimología

Albahaca

Planta

Del árabe al-habaqa.

Alcachofa

Verdura

Del castellano antiguo alcarchofa, y este del árabe hispánico alẖaršúfa.

Algazul

Planta

Del árabe hispano Al asúl.

Altramuz

Legumbre

Procede del árabe hispánico attarmús.

Alubia

Legumbre

Del árabe Al-Lubia.

Naranja

Fruta

Del árabe Naranga.

Limón

Fruta

Del árabe hispánico Lamun.

Imagen

Palabras árabes relacionadas con la huerta

Términos

Referidos a la organización del terreno agrícola:

Bancal, baldío y acirate (loma que sirve de lindero o senda que separa dos hileras de árboles).

Relacionado con todo lo que supone aprovechar la escasa agua para regar los campos:

La noria y el azud sacan el agua del subsuelo o los ríos; se almacena en albercas y aljibes; se distribuye por arcaduces y acequias y se reparte entre los agricultores en alemas o adores (tiempo señalado para el riego); mediante acirates (caballones, lomos de tierra para contener o dirigir el agua de riego) pueden jaricar (en Murcia, ‘reunir en un mismo cauce las hilas de agua de varios propietarios, para regar cada uno de ellos con el total de agua durante el tiempo proporcionado a la cantidad de ella que ha aportado al caudal común’).

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HUERTAS DE ORIGEN MORISCO EN LA ZARZA

5

ENTREVISTA PERSONAL

¿Puede decirnos su nombre y edad? Alfonso Cerrato Peñato. Tengo 92 años. ¿Es propietario de una huerta? ¿Por herencia o por compra? Sí, soy propietario de una huerta. La heredé de mi padre. ¿Desde cuándo la conoce? Desde siempre, ya que era de mis abuelos. ¿Quién le enseñó las labores hortofrutícolas? Veía a mi padre y a mi hermano mayor, y así aprendí. ¿Continúa activo en la actualidad? Sí, no he dejado de visitarla y de realizar las tareas que puedo. ¿Le gustaba su trabajo? Sí, mucho, me sentía muy bien realizándolo. ¿Con qué tarea disfrutaba más? Con todas en general, pero sobre todo con la siega. ¿Utilizaba aperos de labranza tradicionales? ¿Cuáles? Sí. Utilizaba instrumentos como la vertedera, el arado con las mulas, el morgaño, que era otro tipo de vertedera, el rodo… ¿Cómo cree que han cambiado los métodos de trabajo? Los métodos de trabajo han cambiado considerablemente y han hecho que todo se realice con menos esfuerzo. ¿Utilizaba máquinas en su huerta: tractores, vibradores, cosechadoras…? No, ninguna, solo máquinas tradicionales. ¿Las máquinas utilizadas son de su propiedad, de alquiler, de cooperativas, de familiares…? Las herramientas son propias y algunas de ellas las realicé a mano, como las colleras de las bestias a base de juncias. ¿Cómo se trasladaba de La Zarza a la huerta? En burro o en mula. 79


CRISTINA VIVAS PINTADO

¿Qué plantas y frutas cultivaba? Una gran variedad. Entre las frutas granadas, naranjas, limones, peras, ciruelas, higos, brevas, melones, sandías… y de verduras lechugas, pimientos, calabacín, berenjenas, pepinos… ¿Qué nos puede contar sobre el origen de la variedad de naranjos de su huerta? Esta variedad de naranjas siempre he oído que la trajeron los moros, al igual que las granadas. ¿De dónde conseguía las plantas o semillas? De una huerta del pueblo, así como de un criadero. La variedad de naranjas las compró mi padre en una huerta, él era guarda de los campos. La mayoría de las semillas se guardaban de un año para otro, las secaba y estaban listas para sembrarse. ¿La producción de la huerta era para el consumo familiar o lo comercializaba? Para las dos cosas. Nos alimentábamos de ella y la vendíamos a Oliva de Mérida o en el mismo pueblo. ¿La huerta era rentable? Sí, durante muchos años vivimos de eso. ¿Cómo cree que ha sido la evolución de los cultivos en los últimos cincuenta años? Ha mejorado mucho, aunque antes la producción era mucho más ecológica en general. Esta huerta sigue siendo ecológica a pesar de los adelantos técnicos. ¿Qué cultiva en su huerta? Ahora árboles frutales, naranjas, ciruelas, peras, granadas… ¿Cómo realizaba las actividades de poda, abonado, arado, recolección y siembra? Todo manualmente y sin ningún producto químico. La poda con dos tijeras, una grande y otra más pequeña, y un hacha; para el abonado usábamos estiércol natural procedente de animales; la recolección y siembra con las propias manos. ¿La huerta se riega? Los naranjos no se riegan, el agua necesaria para crecer se obtiene a base de mover la tierra con la mula y el arado. Las demás frutas y hortalizas se regaban, pero no en exceso. ¿De dónde procede el agua subterránea? Existe un pozo, pero no tiene abundancia de agua. ¿Existe o existió en la huerta noria, aljibe, canales o acequias? 80


HUERTAS DE ORIGEN MORISCO EN LA ZARZA

No existió ningún sistema de esos, pero sí un cigüeñal. Un cigüeñal consistía en una horca fija al pozo en cuya ranura se colocaba un palo con una piedra grande en un extremo y un cubo en el otro, al levantar la piedra el cubo bajaba y al ponerla llenaba el cubo de agua y subía. ¿El trabajo cotidiano (diario) o el temporal (la siembra, la recolección) lo realizaba usted? ¿Contrataba a alguien? ¿Utilizaba mano de obra familiar? Una vez que aprendí las tareas lo realizaba todo yo sólo. ¿Vendería la huerta? ¿Cree que la huerta tendrá continuidad con sus herederos? La huerta no la vendería bajo ningún concepto, y si recibiera esa noticia me llevaría un gran disgusto. Sí, pienso que tendrá continuidad. ¿Añora su actividad diaria? Sí, los días que no puedo ir sólo pienso en el campo. ¿Sigue visitando su huerta con frecuencia? Siempre que puedo y me pueden llevar me acerco y paso un buen rato. ¿Sus descendientes le tienen el mismo aprecio que usted? Sí, y quizás más. La visitan la mayoría de los fines de semana y se encuentran muy bien allí. Yo me siento muy satisfecho con eso. ¿Alguno de sus hijos continúa con las actividades hortofrutícolas? Sí, un hijo mío. A él le gusta mucho la labor del campo. ¿Le gustaría añadir algo más que a mí se me haya pasado por alto? Nada más, simplemente que le tengo un gran aprecio, al ser herencia de mis padres y mis padres la heredaron de mis abuelos, por lo cual tengo bastantes recuerdos agradables de ella. Cuando era joven iba allí de fiesta con los amigos. Los avances técnicos han llegado un poco tarde para mí. Mi mayor ilusión sería tener un tractor y realizar las labores de mi huerta con él.

6

CONCLUSIÓN

A modo de conclusión, podríamos afirmar que todo el legado, usos y costumbres de los moriscos anteriormente mencionados, y que en su época fueron considerados de raigambre musulmana, forman parte indiscutible de nuestra cultura. La persecución del morisco porque no quiso o no le dio tiempo a asimilar y a adoptar la cristiandad, no pudo acabar con la riqueza que nos transmitieron y que permanecerá hasta la noche de los tiempos. 81


CRISTINA VIVAS PINTADO

BIBLIOGRAFÍA MAYORGA HUERTAS, FERMÍN: Los moriscos de Mérida, torturados y expulsados. HERNÁNDEZ BERMEJO, M.A.; SÁNCHEZ RUBIO, R. y TESTÓN NÚÑEZ, I. Los moriscos en Extremadura 1570-1613. GONZÁLEZ, TOMÁS: Censo de población de las provincias y partidos de la Corona de Castilla en el siglo XVI, Madrid 1829.

-

ANEXO FÓTOGRÁFICO

Alfonso Cerrato, de 92 años, propietario de la huerta Los Naranjos.

Brocal del pozo con mecanismo de la noria perteneciente a la huerta de “María Franco”.

Pozo con noria perteneciente a la huerta “María Franco”. Esta huerta ha sido recientemente recuperada por la Confederación Hidrográfica del Guadiana.

82

Vista panorámica de la huerta “María Franco”, con noria, aljibe y granado.


HUERTAS DE ORIGEN MORISCO EN LA ZARZA

Pozo perteneciente a una huerta situada en la falda de la Sierra de La Zarza.

Pared con acequia en la parte superior y pequeño aljibe frontal. Actualmente en desuso, puesto que la huerta en la que se encuentra se dedica a la actividad ganadera.

Naranjo en plena producción. La variedad de los naranjos de estas huertas que, según tradición oral, fue introducida en La Zarza por los moriscos.

Pozo cegado del que solo se conserva su estructura exterior.

Pozo y aljibe situado en la ladera de las minas de Tierrablanca de La Zarza.

Aljibe de tradición morisca situado en la ladera de las minas de Tierrablanca.

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CRISTINA VIVAS PINTADO

Horcas de madera utilizadas tras la recolección de cereales para separar la paja del trigo, la cebada, etc…

Cavaera utilizada para hacer hoyos para la siembra.

Serrucho y cazuela de madera.

Candil y mortero utilizados en las casas antiguamente.

Unidad de medida de cereales.

84

En la parte superior izquierda un camellón para enganchar a las bestias. En la parte derecha encontramos una colección de horcas de madera.


HUERTAS DE ORIGEN MORISCO EN LA ZARZA

De izquierda a derecha: martillo, hoz y hocino.

De izquierda a derecha, rastrillo, horca y pala.

Serón que se colocaba encima de las bestias para el transporte de productos.

Arado de madera que enganchado a las bestias realizaba los surcos en la tierra para la posterior siembra.

En recuerdo de mi abuela Antonia Barrantes Rodríguez, que tantas veces nos durmió con esta canción.

En los montes más espesos que hay en la morería hay una mora lavando, lavando de noche y día. Al pasar un caballero estas palabras decía: apártate de ahí, mora guapa, apártate de ahí, mora linda, que va a beber mi caballo agua fresca y cristalina. No soy mora, caballero, que soy cristiana cautiva. Me cautivaron los moros el día de Pascua Florida. ¿Te quieres venir conmigo a los montes de La Oliva? ¿Y mi ropa, caballero, dónde yo la dejaría?

La de blondas y encajes aquí en mi maleta iría y la de menos valor río abajo la echaría. Al llegar a aquellos montes la mora llora y suspira. ¿Por qué lloras, mora guapa? ¿Por qué lloras, mora linda? Porque aquí en estos montes mi padre a cazar venía, y mi hermano Don Alejo, y yo en su compañía. Madre, abra usted las puertas, ventanas y celosías, que aquí le traigo la prenda por quien llora noche y día, la que le robaron los moros el día de Pascua Florida.

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