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Antecedentes

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Presentación

Presentación

Es relevante, porque la autonomía constituye una parte esencial en el desarrollo de la persona y que conjuntamente con el juego, estrategia didáctica que se abarcará, permitirá esa construcción gradual en el niño. Baquero (1997), en su libro: “Vigotsky y El Aprendizaje escolar”, destaca el rol fundamental que cumple el juego en la etapa preescolar, asegurando que es una actividad principal en el niño. Además, destaca el papel social que tiene el juego para el niño, esa manera en la que el menor participa en su cultura y que más adelante, es decir, de adulto, pueda ser esa actividad, su trabajo. Como segunda instancia destaca el papel potencial que el juego brinda; la capacidad de generar esa Zona de Desarrollo

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La interacción de niños y niñas con sus padres contribuye a los procesos de aprendizaje y al desarrollo de las habilidades sociales y emocionales. Mediante estas prácticas, los infantes fortalecerán su capacidad de independencia y seguridad (un papel activo en su propio desarrollo, según Piaget).

A. ¿Cuáles son los primeros pasos en el desarrollo de la autonomía?

1. Higiene personal: Ir solo al baño, lavarse, cepillarse los dientes, ducharse y dejar el cuarto de baño recogido.

2. Vestirse: Preparar y recoger la ropa.

3. Comer de todo y sin ayuda.

4. Acostarse a una hora conveniente en su cama.

5. Juego: Disfrutar jugando solo y compartiendo su juego con otros niños y niñas.

6. Mantener ordenado su cuarto: Juguetes, cuentos, ropa.

B. ¿Qué consecuencias tiene la autonomía?

• Responsabilidad

- “El ser humano aprende a responsabilizarse, o a no hacerlo, desde la primera etapa de su vida” (Maite Vallet).

- La responsabilidad de organizar su cuarto, de apuntar las tareas en la agenda, de su estudio es suya.

• Capacidad de concentración

Al cabo del día hay innumerables actividades que ayudan a la concentración de forma natural.

• Seguridad en uno mismo

- A través de los mensajes que transmitimos: “Tú puedes, lo vas a conseguir, aunque te cueste” vs “Tú no puedes, yo lo hago por ti”.

• Motivación de logro

- La satisfacción por el propio progreso es imprescindible en el proceso de aprendizaje. Hábitos de estudio.

• Razonamiento lógico

- La inteligencia no solo se desarrolla estudiando, también es importante la “capacidad de pensar”.

- Responsabilizarse de tareas cotidianas y resolver situaciones fomenta el razonamiento y el orden lógico.

• Desarrollo de la disciplina interna

- La autodisciplina se adquiere con la práctica y el refuerzo positivo.

- Una autonomía cada vez más completa le enseña a adquirir esa disciplina interna.

• Favorece la psicomotricidad

- Los cambios de ropa, en un tiempo determinado (clase de gimnasia) proporcionan oportunidades para desarrollar la autonomía y la psicomotricidad.

• Conducta prosocial

- Las tareas compartidas suponen una oportunidad para fomentar la empatía y el altruismo.

- Colaborar entre compañeros, hermanos etc. Beneficia al que presta ayuda y al que la solicita. Factor de protección de riesgos

C. Rol como padres en el desarrollo de la autonomía de sus hijos. La presencia de los padres es fundamental para el desarrollo de la autonomía. Conforme van creciendo, los niños comienzan a reconocer que son capaces de hacer distintas cosas que antes no podía, por lo tanto, sienten el deseo de explorar sus capacidades. Durante esta etapa los niños necesitan sentirse respaldados por su padres y miembro de su familia, ya que les proporcionará mayor seguridad para explorar y dar forma a sus propios planes e ideas. En ese sentido, es importante que los padres promuevan la autonomía para que sus hijos desarrollen las habilidades necesarias para desenvolverse cuando ellos no están presentes. De esta manera, el niño irá descubriendo lo que es seguro y lo que no lo es, lo que quieres y cuáles son las normas de convivencia y así sabrá cómo actuar ante distintos escenarios

Si bien es importante lograr la independencia de los niños, es fundamental que confíen en sí mismos y se sientan cómodos con sus propias decisiones.

Nuevamente los padres cumplen un rol importante, ya que por un lado pueden mostrar apertura para aceptar las decisiones que toman, como decidir que ropa ponerse o qué actividad realizar; no obstante, también ponen los límites necesarios y restringen algunas actividades, como usar el teléfono durante la cena o ver mucho rato la televisión. Tanto al poner límites, como al apoyar la toma de decisiones, los padres están contribuyendo al desarrollo de la autonomía; los niños se sentirán competentes, pero al mismo tiempo podrán identificar los límites, lo que les permitirá interactuar en otros entornos como la escuela. Hablar de autonomía, no significa ser permisivos y dejar que los niños tomen todas las decisiones por cuenta propia. Pues los límites siguen siendo necesarios para su cuidado y crianza.

Resulta importante que como padres podamos tomar en cuenta la perspectiva de nuestros niños, tratar de entender sus deseos y acompañarlos en esa etapa de autodescubrimiento. Cada niño tendrá su propio proceso e irá descubriendo su entorno y sus nuevas capacidades para adaptarse a él. Por esta razón, quizás no todos los niños logren ciertas habilidades a la edad esperada. La paciencia y el tiempo, serán fundamentales para acompañar el desarrollo de la autonomía, pues cada niño lo irá desarrollando a su propio ritmo, y sentirán el amor y la comprensión de sus padres para lograr cada desafío que se les presenta durante estos años.

D. Tips para fomentar la autonomía de sus hijos.

La autonomía no se gana en un día. Nuestros hijos experimentan conductas para poder comprender que algunas serán aceptadas y otras no, viendo cómo en ocasiones les elogiamos por lo que hacen mientras otras les corregimos y reprendemos. Poco a poco, con nuestra ayuda, aprenderán a reconocer y elegir qué comportamientos les hacen sentir mejor.

Le dejo algunos tips para fomentar la autonomía de sus hijos.

✓ No hacer lo que él ya puede hacer. Premisa principal y básica.

✓ Dejar que actúe reconociendo sus logros y esfuerzos.

✓ Dejar que se enfrente a nuevos retos diarios: comer solo, usar el cuchillo, atarse los zapatos, ponerse los calcetines, abrocharse un botón, …

✓ Permitir que sea él quien explique sus cosas sin atosigarle a preguntas «¿Qué has hecho hoy en el cole?», «¿Qué has comido?», «¿Con quién has jugado en el patio?»

✓ Ayudarle a tener en cuenta a los demás, no solo a sus necesidades.

✓ Guiarle, pero dejando que tome sus propias decisiones en temas sencillos y que no le pongan en peligro.

✓ Enseñarle a ser libre, pero también responsable.

✓ No le exijamos que sea perfecto. Dejemos que pruebe diferentes maneras de hacer una cosa para que él descubra y aprenda cuál es la que mejor le sirve.

✓ Pensar en el futuro de nuestro hijo. Prepararle para la autonomía no para la dependencia o sumisión.

✓ Enseñarle a asumir las consecuencias de sus actos y a aprender de sus errores.

E. Estimulando su autonomía e independencia. Para niños de 1 a 2 años.

Sin darnos cuenta, nuestro pequeño va creciendo y haciéndose cada vez más autónomo e independiente. Si su hijo tiene entre 1 y 2 años te habrás ido dando cuenta de todo ello. Aunque ahora es todavía muy pequeño ya reclama su espacio y quiere hacer muchas cosas él solo, sin ayuda de nadie.

Es importante que les estimulemos y les dejemos hacer, estimularles les permitirá practicar estas habilidades recién adquiridas.

¡Míralo! Obsérvalo que contento se pone cuando por fin puede hacer algo él solito.

Lo más importante, los progresos más destacables en esta etapa se dan en el área motora y en el lenguaje. Nuestros pequeños muy pronto a adquirirán autonomía en sus desplazamientos, muchos lo pueden hacer mediante el gateo a partir de los 6 meses, pero es alrededor del año cuando comienzan a dar sus primeros pasos.

Ahora, cuando ya saben caminar empieza la lucha por aprender a subir y bajar escalera, subir y bajar del sofá, subir y bajar de una silla, … y hasta que no lo consigan no van a aparar.

A parte de sus habilidades motoras, ahora nuestros hijos empiezan a querer

“hacer cosas de mayores”: se muestran investigadores, curiosos y activos a la hora de utilizar los cubiertos, vestirse o ir al baño.

De 1 a 2 años ya pueden:

✓ Desplazarse y moverse con autonomía.

✓ Quitarse algunas prendas de ropa básicas, como el abrigo y los calcetines.

✓ Recoger los juguetes.

✓ Tomar solo el biberón o comer con la cuchara, aunque se ensucie.

No les cortemos las ganas ni la posibilidad de aprendizaje, dejemos que coman solos, aunque se ensucien, que prueben a vestirse y a ir al baño.

Todo esto les estimula y promueve su futura autonomía.

Estimular su autonomía e independencia.

Para niños de 2 a 3 años

Sin darnos cuenta, nuestro pequeño va creciendo y haciéndose cada vez más autónomo e independiente. Si tienes un niño de 2 a 3 años te habrás ido dando cuenta de todo ello. Y ciertamente, aunque ahora es todavía pequeño, ya reclama su espacio deseando hacer muchas cosas él solo, sin ayuda de nadie.

Empezamos a notar este proceso alrededor de los 18 meses. Momento en el cual nuestro pequeño comenzaba a querer a hacer un montón de cosas por sí mismo o cuando nos decía «yo solo, tú no» en el momento que pudo hablar.

Ahora, estas ganas imperiosas de valerse por sí mismo todavía son mayores, y hay que aprender a respetarles. Dejar que prueben y que intenten hacer las cosas de forma independiente y autónoma. Aunque tú aun creas que los niños de 2 a 3 años no pueden hacer determinadas cosas.

Lo indicado es ayudarles en lo necesario, y enseñarles los pasos que hay que realizar. Pero estimulando y fomentando sus aprendizajes para que lleguen a ser autónomos e independientes.

De 2 a 3 años ya pueden:

✓ Desvestirse y ponerse algunas prendas básicas.

✓ Lavarse las manos.

✓ Utilizar correctamente vaso, cuchara y tenedor

✓ Expresar sus necesidades: sueño, hambre…

✓ Decir que está sucio y pedir cambio de pañal o pedir ir al baño.

Para muchas tareas que realizamos en la cocina puedes usar una torre de aprendizaje o torre Montessori para que alcance lugares donde su estatura aún no se lo permite.

No les cortemos las ganas ni la posibilidad de aprendizaje, dejemos que coman solos, aunque se ensucien, que prueben a vestirse y a ir al baño. Todo esto les estimula y promueve su futura autonomía.

Estimular su autonomía e independencia pasa por dejar de sobreprotegerles.

La sobreprotección impide el desarrollo de la autonomía e independencia

Sobreproteger a nuestros hijos, hacer por ellos las cosas que ya saben hacer, no conduce más que a la inseguridad del niño.

Un niño sobreprotegido va a crecer creyendo que no es suficientemente válido para hacer cualquier cosa solo y acabará acomodándose. Acostumbrándose a que nosotros, los padres, le sigamos dando de comer, le vistamos y lavemos.

Es importante que les estimulemos y les dejemos hacer siempre que no corran ningún riesgo. Porque estimular la autonomía e independencia de los niños de 2 a 3 años permitirá practicar sus habilidades recién adquiridas y poner en marcha nuevas estrategias de aprendizaje. Nuestros hijos necesitan protección y cuidado, pero también independencia y autonomía, y debemos aprender a dársela. Los padres y madres debemos aprender a dar autonomía e independencia a los niños de 2 a 3 años.

Para estimular la autonomía e independencia de nuestros hijos debemos dejar que alguna que otra vez se caigan al suelo. Que mojen el baño cuando se lavan las manos. O que se ensucien cuando coman. Debemos aprender a no intervenir en todas las situaciones problemáticas o difíciles que se les plantean a nuestros hijos, ya que de este modo es como se aprende, de otro modo les impedimos su desarrollo madurativo. Debemos aceptar también que esas ansias de independencia y autonomía generan a la vez algunas de sus rabietas y primeras frustraciones. Pero cuando consiguen hacer algo por si solos se sienten muy satisfechos, se sienten autónomos y perfectamente válidos para hacer aquello que se han propuesto, además les encanta descubrir sus nuevas destrezas.

¡Míralo! Observa a tu hijo que contento se pone cuando por fin puede hacer algo él solito.

Estimular la autonomía e independencia de los niños de 2 a 3 años les permite sentirse mejor consigo mismos y más seguros de lo que hacen.

¿Cómo se comporta un padre o madre sobreprotector?

Un niño sobreprotegido es aquel que sus padres se siguen haciendo todo cuando él ya tiene una edad para hacerlo solo, como, por ejemplo:

• Siguen dándole de comer

• Continúan vistiéndole y calzando.

• Le siguen acompañando al baño.

Los padres sobreprotectores siguen haciéndolo todo cuando el niño está perfectamente capacitado para hacerlo solo. Por eso insistimos en que es mejor estimular la autonomía e independencia que privarles de la oportunidad de ejercerla.

Los niños de padres sobreprotectores normalmente:

• Aprenden a ser dependientes de sus padres

• Son más miedosos

• Muestran actitudes inmaduras

• Con poca tolerancia a la frustración

• Suelen ser tímidos y retraídos.

• Con baja autoestima, y en consecuencia suelen ser niños con pocos amigos.

Estimular la autonomía e independencia de nuestros hijos es la mejor forma de prepararlos para que lleguen ser adultos responsables. Personas que sepan tomar decisiones por sí mismos y que no se dejen influir por terceros.

Estimulando su autonomía e independencia.

Para niños de 3 a 4 años

La siguiente lista (meramente indicativa, no nos angustiemos si nuestro hijo todavía no realiza alguna de estas acciones) nos muestra los principales indicadores en el desarrollo de la autonomía durante los 3 primeros años de vida.

Debemos tener en cuenta que cada niño sigue su propio desarrollo y por tanto esta lista es solo indicativa. No hay que presionar a nuestros hijos si todavía no han conseguido hacer algo de lo que en ella se muestra como indicador.

Los niños de 3 a 4 años son capaces de:

• Cepillarse los dientes.

• Regular la llave del grifo.

• Lavarse las manos con jabón.

• Secarse las manos sin ayuda con una toalla.

• Bañarse solo con supervisión.

• Limpiarse la nariz por sí mismo.

• Utilizar la servilleta sin necesidad de que se lo recordemos.

• Usar los cubiertos de manera apropiada.

• Ayudar a poner la mesa.

• Retirar los platos y los cubiertos de la mesa.

• Comer sin ayuda todo lo que se le sirve en el plato.

• Comer con la boca cerrada.

• Masticar despacio los alimentos.

• Comer con un ritmo constante sin introducirse en la boca toda la comida de una sola vez.

• Recoger lo que ha derramado.

• Desvestirse sin ayuda.

• Diferenciar la parte delante y trasera de la ropa.

• Ponerse los calcetines y la ropa interior.

• Ponerse los zapatos.

• Intentar atarse los cordones de los zapatos.

• Abrocharse y desabrocharse la ropa

• Colocar su abrigo en una percha ubicada a su altura.

• Peinarse solo.

• Son capaces de evitar peligros cotidianos, como pisar cristales rotos.

• Detenerse antes de cruzar al borde de la acera.

• Limp0iarse después de ir al baño.

• Intentar abrocharse el cinturón de seguridad cuando va en el coche.

De 3 a 4 años ya pueden:

✓ Controlar los esfínteres incluso durante la noche. Algunos niños no lo consiguen hasta los 5-6 años, más allá de estas edades empezamos a hablar de un posible problema de enuresis.

✓ Lavarse solo la cara y los dientes.

✓ Comer con autonomía.

✓ Vestirse y desvestirse bajo supervisión.

Ante esta lista de tantas cosas que ya puede hacer solo o sola, no tengamos miedo en dejarles hacer, aunque en un principio necesiten supervisión constante. Deja que practiquen a diario, no es necesario que empecemos un lunes por la mañana cuando llegamos tarde al cole y al trabajo, deja que vaya adquiriendo la habilidad de vestirse y desvestirse por las noches cuando se debe colocar el pijama, por ejemplo.

¿Qué juguetes son los más apropiados para los niños y niñas de 3 a 4 años?

• Clasificar ladrillos, animales y figuras son importantes formas de jugar a los 3 años, pero poco a poco y a lo largo de este año lo irán sustituyendo por el juego de roles, asumiendo sus diferentes características.

• Juego simbólico y estimulación del lenguaje y la imaginación.

• Casas de muñecas y sus accesorios.

• Figuras de animales, personas y personajes. Me ha gustado mucho esta noticia sobre este tipo de figuras

• Frutas, verduras, cocinitas

• Títeres de mano

• Ropa para disfrazarse

• Libros de imágenes y cuentos Sesión de juego simbólico con frutas y verduras: vamos al mercado Este tipo de juegos es ideal para la estimulación del lenguaje ya que con el juego de roles o juego simbólico se hace imprescindible hablar y relatar lo que va sucediendo, dando vida a cada uno de los personajes.

Los libros y los cuentos estimulan su imaginación y su creatividad a la vez que les inicia en el proceso lector.

Desarrollo psicomotor.

• Triciclos,

• Pelotas,

• Aros

Desarrollo de las habilidades sociales, atención y memoria:

• Juegos de mesa sencillos

• Memory.

• Parchís.

• La oca.

• Puzzles.

• Cartas de las familias.

Estimulación de la creatividad a través de las artes plásticas y desarrollo de la grafomotricidad:

• Plastilina.

• Ceras.

• Pinturas de mano y temperas.

• Cartulinas y papeles de celofán, charol.

• Tijeras

Estimulación y desarrollo de la lectoescritura

• Pizarras

• Letras y números de madera y magnéticos.

• Indicadas para iniciar a los niños preescolares en el reconocimiento de las letras y primeras palabras. Ideales para estimular la lectoescritura.

Instrumentos musicales

• Tambores

• Pianos

• Trompetas.

• Micrófonos.

• Panderetas.

Estimulan el sentido del ritmo, adecuados también para el desarrollo de la discriminación auditiva, así como para la estimulación del lenguaje comprensivo y expresivo.

F. Tareas en casa que fomentarán la autonomía de sus hijos.

Los niños cuando pasan la etapa de bebés, a partir de los 24 meses o 2 años, son capaces de hacer más actividades y despiertan una enorme motivación y curiosidad de experimentar cosas nuevas y explorar todo lo que hay a su alrededor. El papel ahora de los padres es guiarlos en este afán de ampliar su autonomía, para que puedan aventurarse al mundo de forma segura.

En ese sentido, les dejo algunas actividades o tareas en casa que los niños de 2 a 4 años pueden hacer por sí solos. Gracias a ellas podremos ir fomentando que sean pequeños cada vez más autónomos

• Recoger sus juguetes, haciendo cajones o cestas que estén a su altura, para que no tengan problemas en ordenar su espacio luego de jugar.

• Guardar libros en estantes. De nuevo, hay que procurar crear unos estantes que puedan alcanzar para así tomar los cuentos que quieran leer y dejarlos en su lugar.

• Poner la mesa al momento de comer, así se les puede ir explicando el uso de los cubiertos y cómo organizarlos.

• Llevar la ropa sucia al cesto cuando se van a bañar. Esto crea conciencia sobre hábitos de higiene personal.

• Comenzar a interesarse en la cocina. Preparando snacks o comidas muy sencillas y enseñarles el cuidado a la hora de manipular los utensilios de cocina.

• Cuidar de sus mascotas. Con la guía de los padres pueden ayudar en el cepillado de sus mascotas o alimentarlos. Esto los lleva a generar empatía por otros seres vivos

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