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Materiales principales

M at e r i a l e s p r i nci pa l e s

POR Tania Flores

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M A D ERA

La madera fue el material más usado en la prehistoria y la época predinástica, y en Egipto no fue la excepción, pero fue sustituida por otros materiales una vez inicia la era faraónica. Por eso podemos decir que los materiales constructivos por excelencia en la arquitectura egipcia son el adobe y la gran variedad de piedra. La madera de buena calidad era muy escasa en Egipto y apenas unas pocas especies permitían la realización de elementos arquitectónicos. Por mencionar algunas de las especies dedicadas a la construcción son los tamarindos, las acacias, los sicomoros y la palmera datilera, etc. (aunque también se utilizaba para la cestería). Otras especies para mencionar son las cañas, papiros y lotos ya que están eran motivo principal de la decoración arquitectónica egipcia en piedra. Las maderas blandas, que solo se ven en construcciones u objetos de gobernantes, aristócratas y sacerdotes, debían ser importadas de Oriente Medio ya que era madera extranjera de buena calidad y el resto de la población debía conformarse con maderas locales. El precio de la madera importada era tan alto que los carpinteros debían ser aprovechados al máximo. La madera se empleaba en la construcción en los techos, pisos y revestimientos de muros, no obstante, para las vigas de gran tamaño y los tablones la única madera valida era la importada, fundamentalmente la de cedro del Líbano.

A D O B E

Sin duda alguna el material más usado para la construcción es el adobe, desde viviendas hasta palacios o templos. También era frecuente en muros que protegían ciudades, palacios y fortalezas. El adobe además de ser la más abúndate, era el elemento básico de construcción. El albañil y el alfarero se denominaban con la misma palabra iqed, que deriva de la una raíz cuyo significado era “moldear la tierra”. El adobe, en toda la historia de Egipto faraónica, resulto ser el material más indicado para la construcción de viviendas ya que, sus ventajas como aislante térmico, permitía proteger del fuerte sol durante el día y frio por la noche, y su mayor defecto, la poca resistencia a la humedad realmente no era un problema en un país tan seco como Egipto. Pero también se empleaba para realizar otros elementos arquitectónicos, como molduras (cañas verticales en la fachada), dinteles de pequeños nichos y marcos de ventanas, a veces piezas de sorprendente tamaño. La calidad del adobe egipcio es muy consistente, ya que se realizó con limo aluvial del Nilo mezclado con cierta cantidad de paja o arena, pero hoy en día aún se conserva en muchos edificios en excelentes condiciones aun u antigüedad. El secreto de su resistencia consiste en dejar la mezcla sumergida en agua durante varios días, ya que la paja suelta un légamo que actúa en la arcilla haciéndola más viscosa y consistente cuando se seca, por ultimo dejar secar al sol con una fuerte presión la mezcla obtenida.

P I E DRA

Una condición indispensable que debía cumplir la materia prima en que estaban hechos los monumentos y ajuares funerarios era la resistencia suficiente para perdurar por toda la eternidad, lo cual se hallaba vinculado a la idea de que la vida continuaba en el más allá. Ese material fue la piedra de todo tipo. Desde el Cairo hasta Asuán y en el desierto oriental la variedad de piedras es muy grande y muchas de ellas fueron utilizadas en la construcción. Tanto cuarcita como basalto fueron muy empleados en escultura y en arquitectura. Lo más abundante en Egipto es la piedra caliza en muchas variedades y de mayor o menos calidad. La explotación se llevaba a cabo mediante una red de canteras esparcidas por todo el Valle, especialmente en zonas cercanas a obras. En el norte, la costa del Mediterráneo está protegida por acantilados de piedra caliza oolítica. También había en el Bajo Egipto sedimentos pliocénicos bajo la forma de piedras calizas arenosas, a veces con una gran cantidad de fragmentos fósiles. Los muros de carga del núcleo de las pirámides de Giza estaban realizados con este material. Como variante local de piedra caliza encontramos la brecha caliza roja, usada en figurillas y vasijas del período Predinástico. Rocas muy apreciadas utilizadas eran procedentes de las canteras de Wadi Hammamat, en el desierto oriental. En el mismo desierto, serpentinita, esteatita, diorita y gabro se obtenían, no de una explotación sistemática en canteras, sino de los cantos rodados que eran arrastrados hacia el valle. El pórfido rojo, extraído de las canteras del Mons Porphyrites, y la cuarzodiorita clara, sacado del llamado Mons Claudianus, sirvieron para elementos arquitectónicos y esculturas decorativas durante la fase de dominio romano. En cuanto al mármol, también en el desierto oriental, en Yebel Rokham , existía la variedad llamada brucita , que se caracterizaba por tener finas vetas de color verde. En el desierto occidental, el gneis-anortosita, con veteado de color verde grisáceo, se extraía un yacimiento al oeste de Toshka. Esta piedra, por ser la empleada en la famosa estatua de Kefrén, es conocida también con el nombre de “diorita de Kefrén”. En general, podemos decir que durante los Imperios Antiguo y Medio la piedra caliza más empleada en la arquitectura fundamental por su belleza y calidad era la extraída de Tura, cerca de Menfis, aunque se ha documentado también el uso de varios tipos de caliza distintos, extraídos bien de la propia meseta de Giza, bien de otros lugares. La piedra caliza se utilizó también en el Imperio Nuevo, Dinastías XVIII y XIX, pero durante ese período se fue haciendo menos frecuente y las piedras areniscas fueron tomando su lugar progresivamente, como se ve en los templos de Karnak, Medinet Habu y el Rameseum

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