Nota personal, 1955
Viajar por viajar, por el gusto de ver ciudades y paisajes, no es para mí. El Eclesiastés no dijo para mí aquello de que «no se harta el ojo de ver». Mis ojos no tienen esa codicia, porque las cosas vistas no me dejan recuerdo duradero […]. No concibo el viaje por pura curiosidad, aunque sí con un objeto muy preciso.
Ramón Menéndez Pidal (La Coruña, 1869 - Madrid, 1968) decía que «viajar por viajar, por el gusto de ver ciudades y paisajes» no era para él. Entendía el viaje como una forma más de hacer ciencia. Sus primeros viajes fueron andando o a caballo recorriendo la Península en busca de los orígenes de la lengua y la literatura. Luego vinieron los viajes al extranjero, en barco, tren y ya en los últimos años en avión, que le ofrecían una posibilidad más de formarse, de descubrir lo que se estaba haciendo en otras partes del mundo y de dar a conocer fuera de España sus trabajos. Gracias a sus viajes se relacionó con colegas de otros países, conoció de cerca los temas en los que trabajaban y las instalaciones en las que desarrollaban sus investigaciones. Pero también fueron los viajes los que le permitieron crear una red de especialistas interesados en la lengua y la literatura españolas a lo largo de todo el mundo, que resultó de gran importancia para su difusión. La exposición Las escalas del español. Los viajes de Ramón Menéndez Pidal detalla las travesías del filólogo e historiador gallego a lo largo de sus casi cien años de vida y la repercusión que tuvieron para la filología española y la difusión de nuestra cultura.
Nota personal, 1955
Organizan
Colabora
ESCALAS DEL ESPAÑOL LOS VIAJES DE RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL
Para viajes al extranjero ya necesito que el impulso venga de fuera de mí: una petición de conferencias, el encargo sobre los límites entre Ecuador y el Perú, u otra cosa así, de las que me hicieron recorrer la Europa y la América varias veces, y en definitiva siempre después de viajar agradezco el beneficio espiritual que el viaje reporta por lo cual si no me gusta viajar me gusta haber viajado.
ESCALAS DEL ESPAÑOL
Difícil será que al acercarse a un idioma extranjero […] no se tropiece acá y allá con cuestiones inesperadas que remuevan y aviven el pensamiento y hagan vislumbrar alguna parte del contenido espiritual de ese mismo idioma. El papel más importante del profesor consiste precisamente en dar ocasión y motivo a esas sugestiones que más puedan servir para conocer los rasgos característicos del pueblo en que dicho idioma se hable. Inauguración del Curso de Vacaciones para Extranjeros de 1924
Los viajes de Ramón Menéndez Pidal