Pregón Baeza Cofrade 2013

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Javier Ruiz Olivera

Preg贸n de la

SEMANA S ANTA BaezaForos 2013

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PRESENTACIÓN Queridos Cofrades, Me gustaría comenzar la presentación del pregonero de este año pidiendo a todos vosotros una pequeña licencia. Quisiera dar las gracias a todos los que con vuestras palabras y mensajes de ánimo y cariño permitieron que el pasado año pudiera entrar en los hogares de tantas familias baezanas para anunciar la Pasión de Nuestro Señor según Baeza. Y sobre todo quiero dar gracias a Dios por la Semana Santa de este año, una semana muy especial en la que mi recién nacido “monaguillo” estrenará Lunes Santo. En este año de la Fe y celebrando una vez más nuestra Semana Mayor, hay que destacar ahora especialmente la contribución que nuestras Hermandades hacen construyendo y formando cristianamente desde niños una gran familia, poniendo a las cofradías al servicio de la transmisión de la fe. Nuestras corporaciones en esta sociedad en crisis, no sólo económica, sino principalmente crisis de valores, deben ser en nuestra sociedad el faro de esperanza de tantas y tantas familias y en especial de los jóvenes, que buscan una alternativa al relativismo hedonista que debemos combatir con la Fe, Amor, Esperanza y Caridad. Y, ¿dónde podemos encontrar mejor estos valores que no sea en el Evangelio?. Proclamemos entonces a los cuatro vientos la Buena Noticia de Cristo con nuestras palabras, con nuestros actos, con nuestra humildad, con nuestros testimonios, con nuestro amor, con nuestro corazón y por qué no, con nuestras imágenes. Para ello nuestras Hermandades durante todo el año trabajan cada vez más en la formación de sus hermanos, en la ayuda a los más necesitados y en Semana Santa procesionan las benditas imágenes que proclaman al mundo que el Hijo de Dios, por la salvación de la humanidad, bajó del cielo para vencer a la muerte. Padeció, murió en la cruz y fue sepultado, pero al tercer día resucitó de entre los muertos y subió al cielo…..y su reino no tendrá fin.


Y en este gran trabajo y proyecto en el que están inmersas las cofradías a lo largo de todo el año, podemos encontrar a nuestro pregonero de este año. Fernando Curiel Palomares.

Cuando hace unos días hablaba con él precisamente sobre las últimas pinceladas de su pregón y estudiábamos la posibilidad de quedar una tarde para hablar de su trayectoria en esta vida corta por su juventud, pero intensa por el largo recorrido que ya ha hecho nuestro pregonero, él me dijo: No hace falta. Que sea algo muy sencillo Alejandro. Me quedé pensando y me dije….así es Fernando, sencillo. Una persona de la que podría haber rellenado folios y folios describiendo todos sus trabajos, sus hermandades, la inmensa y desinteresada labor que ha hecho por todas ellas, sus exaltaciones, pregones, sus estudios, su familia, su arte, sus pinceles, su guitarra, sus vivencias, y así un largo etcétera…..y es que Fernando es todo esto, siempre dispuesto a ayudar, un apasionado y enamorado de todo lo que sea Semana Santa. Todos lo conocemos y creo sin temor a equivocarme que todos podemos decir que Fernando es un cofrade con mayúsculas y como tal, un seguidor de Cristo de los que como dije al principio en todas las facetas de su vida, da testimonio de ello. Fernando, llega el momento de pregonar una vez más tu Fe y de abrir para todos nosotros las puertas de nuestra anhelada Semana Santa. La Stma. Virgen seguro que ha guiado tu corazón……tuya es la palabra.

Alejandro Mora Raya. Pregonero de BaezaCofrade 2012.


PRÓLOGO

Estimados foreros, cofrades y amigos: Antes de empezar me gustaría agradecer a todos los habituales de BaezaForos el que hayáis depositado vuestra confianza en éste que os escribe para intentar pregonar la Semana Santa de Baeza en la red. Soy consciente de mis limitaciones, y ya os digo que ha supuesto para mí un gran esfuerzo. Mis predecesores en este atril virtual han realizado grandísimos Pregones, y yo no soy digno de desatarles las sandalias.

En segundo lugar, he de decir que he hecho un poco de trampa, porque este Pregón que estáis a punto de leer lo hemos hecho entre tres personas. He querido contar con mis Amigos Javier Ruiz Olivera (que ya ha sido Pregonero de la Semana Santa en esta casa) y Juan García Cuevas (que, estoy convencido, lo será más pronto que tarde), Artistas de la Luz y del Instante, Magos del Enfoque y el Encuadre, para que ilustren con sus bellísimas fotografías este Pregón. Ahí, queridos foreros, lleváis ventaja, pues si bien los textos pueden no ser atractivos o incluso resultar tediosos, las fotos valen por sí mismas para extasiarse con su contemplación. Muchas gracias, Juan y Javi, por vuestro Arte y por vuestra generosidad. La Virgen de la Aurora os lo compensará. Y cómo no, quiero dar las gracias a Alejandro, Pregonero el años pasado, por su presentación. Alejandro y María del Mar, buena gente donde los haya, se estrenan esta Semana Santa en la que, para mí, es la tarea más bonita e importante para un Auténtico Cofrade: la de inculcar, transmitir y enseñar nuestras más genuinas Creencias y Tradiciones a las generaciones venideras, a los que serán Cofrades después que nosotros. Seguro que ya andan preparando un minúsculo roquete para que su hijo aprenda de la Misericordia del Señor el Lunes Santo… Quiero advertir también que este Pregón está hecho de retales, de jirones del alma que, desordenadamente ordenados, son como las pinceladas de un Cuadro que nunca se termina de pintar porque no se puede, porque la Semana Santa de Baeza está llena de matices y no es posible explicarlos o transmitirlos en unos cuantos párrafos. Muchas cosas se quedan por decir, y otras muchas se podrían decir de otra manera… Espero que seáis benevolentes.


A mi madre, que supo lo que es vivir la Pasión de Cristo. Y al pequeño Alejandro, que está llamado a ser el Futuro de la Semana Santa.


Juan García Cuevas

BAEZA TIENE UNA CITA Como cada año, Baeza tiene una cita con la Primavera en la lonja postiza de la Catedral, hecha con la madera de los recuerdos y forjada por el correteo de los niños; en los jazmines de la tapia del callejón del Espíritu Santo; en las rampas de Santa Cruz y las Escuelas; en el exuberante vergel que florece en el Trono del Lucero del Alba; en los pétalos que acarician la Aurora cuando atraviesa la Puerta de Úbeda. Baeza tiene una cita con los pebeteros humeantes que acurrucan al Cristo Dormido de la Encarnación; con la ramita de olivo que porta en sus manos la Virgen de Esperanza y Caridad; con las tintineantes campanillas del Niño Jesús; con la exclamación silenciosa de la Virgen de la Amargura al encontrarse con su Hijo; con el aleteo de las golondrinas que, obedeciendo al saetero, vienen a quitar las espinas a Jesús el Nazareno. Baeza se reencuentra consigo misma en los ojos insondables de la Quinta Angustia; en el suspiro que escapa de los labios del Señor de la Caída; en las súplicas de Perdón y Misericordia del Buen Ladrón; en el Corazón traspasado de la Fervorosa; en las sangrantes manos aferradas a la Cruz del Cristo de la Expiración. Baeza tiene una cita. Y ya es la hora.


TOMA TU CRUZ Toma tu Cruz, cofrade, para acompañar a Cristo. Tu Cruz, o tu cirio, o tu farol, o tu palma blanca, o tu cirial, o tu incensario, o tus esparteñas, o tu banderín, o tu insignia, o tu sencilla vela, y síguelo.

Camina tras sus pasos siguiendo el ejemplo del Cirineo, de José de Arimatea, de la Verónica, de Nicodemo. Acompáñalo durante estos siete intensos días. Bébete cada sorbo de la Semana Santa, vívela ardientemente. Pero no te quedes en la mediocridad, el pasotismo o la indiferencia. ¡Toma tu Cruz, Baeza Dormida, y sigue al Cristo de la Vera+Cruz por los callejones de su barrio! Si no lo haces, estás negándote a Ti misma.

Javier Ruiz Olivera


Juan García Cuevas

HACERSE NIÑOS Pero antes que nada hazte un niño. Porque si no te haces como uno de esos pequeñuelos que cada Domingo de Resurrección llevan con apasionada alegría al Niño Jesús de los Bizcochos por el barrio del Lejío no serás capaz de entender lo que está sucediendo. ¡Qué hermosa manera de celebrar la Pascua! La Virgen de la Cabeza debe apresurarse para alcanzar a su Chiquillo, que corretea Paseíllos adelante al ritmo que marcan sus entrañables campanillas. Los niños son los que mejor entienden la Pasión del Señor en Baeza, pues, no en vano, son los favoritos de Cristo: “Dejad que los niños se acerquen a mí, no se lo impidáis”. Y así, serán capaces de imitar a los mayores, haciéndolo quizá con más cariño y empeño, cuando saquen sus pequeños tronitos en el mes de Mayo para celebrar la Fiesta de la Cruz. ¡Dejad que los niños se acerquen a la Semana Santa!


Juan García Cuevas

TIRITONES DEL ALMA

Embriágate del aroma del incienso y de la cera, de las flores que perfuman nuestros pasos, de la mañana que huele distinta porque está empapada de estreno. Siente el desgarrado lamento melódico de los viejos misereres, que estremecen lo más profundo de nuestro ser cuando escuchamos sus ecos en las oscuras bóvedas de una iglesia al despedir a un ser querido. Déjate absorber con los sones de plata de las campanillas de los niños de las Escuelas. Impresiónate al oír el graznido de las espinaqueras rasgando el aire de la fría madrugada. Extasíate con las voces del Miserere de Eslava que llegarán al cielo desde la Catedral. Embrújate con el hechizo de nuestras esencias cofrades. La hora de los repelucos. Del nudo en la garganta. De los tiritones del alma.


Javier Ruiz Olivera

LA FE EN LAS CALLES

Este año es el Año de la Fe, y los cofrades hacemos protestación pública y solemne de Fe por las calles de Baeza, manifestando que creemos en Jesucristo, Hijo Único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, de la misma naturaleza que el Padre, por quien todo fue hecho, que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María la Virgen, y se hizo hombre, y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre, y de nuevo vendrá con gloria, para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin.

¡Ésta es nuestra Fe, cofrades! En esto consiste la Semana Santa, en proclamar a los cuatro vientos que Cristo ha resucitado. Y lo hacemos en todas y cada una de nuestras Cofradías, independientemente del momento de la Pasión que estén representando nuestros Titulares, porque todos sabemos que, después de la Cruz, irrevocablemente, viene la Resurrección.


Javier Ruiz Olivera

GRACIA Y ESPERANZA NUESTRA Esperanza. Ancla en la que aferrarse en el último momento, cuando el naufragio parece inevitable. Lo último que se pierde. La mirada puesta en Dios. La Virgen de Gracia y Esperanza cumple cincuenta años, ¡quién lo diría, al contemplar su semblante moreno! Parece mirar de lejos al Señor de la Caída, como queriendo levantarle con sus propias manos.

Los varales de su palio son doce piropos de plata, doce espigas de trigo entre la tierra y el Cielo para hacer testigo al firmamento de su Dolor contenido y silente. Y su manto Verde Esperanza se extiende hasta los confines del horizonte en la noche del Miércoles Santo, destilando primaveras. Señora de la Magdalena, Gracia y Esperanza nuestra.


Juan García Cuevas

CARIDAD Y, completando las tres Virtudes, la Caridad. En los angustiosos tiempos de crisis que estamos padeciendo en todos los ámbitos de la vida, nuestras Hermandades y Cofradías se han puesto manos a la obra, pues son conscientes del papel que juegan en la sociedad. Y ahí están todas esas acciones que, por Amor a Cristo y gracias al trabajo desinteresado de muchos cofrades anónimos, hemos visto en los últimos tiempos, ¡para que luego digan algunos! Pero no podemos parar, debemos seguir esforzándonos, pues son muchas las personas que viven en riesgo de exclusión social, marginación y desesperanza. La Virgen de Esperanza y Caridad camina resplandeciente entre el rumor de sus bambalinas, bajo el palio levísimo que la cobija, paseando su blanca Majestad en la mañana del Gozo. María sabe lo que es entregarse a los demás, ya que no dudó ni un instante en auxiliar a su prima Isabel a pesar de la lejanía o de sus propias circunstancias. Sigamos su ejemplo. Los cofrades debemos ser para el mundo Esperanza y Caridad , también en tiempos de crisis.


Javier Ruiz Olivera

VESTIR LA TÚNICA Vestir la Túnica no es, como algunos nos quieren hacer creer, disfrazarse como en jalowin o carnaval. Es mucho más. Es revestirse del mismo Cristo para acompañarlo desde el anonimato. Es una barrera ante el mundo que nos encierra con nosotros mismos durante las horas que dura la Estación de Penitencia. Y cada cual defiende sus colores: Verde Borriquilla, Morado Columnero, Azul del Huerto, Blanco Trinitario del Rescate, Tintos y Blancos. Y ninguna es igual. No es lo mismo el Marrón Carmelita de la Caída que el Marrón Franciscano de la Vera+Cruz; ni el Rojo Eucarístico de la Santa Cena que el Rojo Púrpura de la Clámide de la Humildad o el Rojo Sangre de la Buena Muerte; ni, por supuesto, el Negro Fervorosa que el Negro Descendimiento o el Negro del Santo Entierro… Las túnicas de cola del Paso o las Escuelas nos hablan de arrastrar tras de nosotros los pecados. Y las capas del Domingo de Ramos y Resurrección de alegría y triunfo. Los escapularios de la Expiración, Sangre o Calvario nos retrotraen a su remoto origen conventual. Y los capirotes apuntan al Cielo. ¡Un respeto para la Túnicas de nuestras Cofradías, que se han de convertir en mortaja en nuestro último viaje!


UNA SOLA IMAGEN

Una sola Imagen es necesaria para resumir toda la Semana Santa, y no es otra que las Angustias. En ese trono está toda la Pasión: está Cristo, cobijado en el regazo de la Madre, en el que se reflejan todas las heridas, la agonía del Huerto de los Olivos, los latigazos recibidos en la columna, las espinas clavadas en su frente, los cardenales al caer con la Cruz camino del Calvario, las llagas de la Crucifixión, la lanzada que vierte Sangre de su costado… está su Buena Muerte, su Misericordia, su Amor. Está la Madre, llena de Gracia, Esperanza, Paz y Caridad, en cuyas Fervorosas Lágrimas de Amargura se adivina el Rosario de Dolores de su Soledad. Pero también la Aurora… Está el Calvario. Está la Cruz. Está la muerte, es obvio. Pero también se adivina la Resurrección, en el sudario que juguetea revoltoso con la brisa de la tarde, que al tercer día será encontrado por Juan y Pedro en el Sepulcro vacío. Incluso, si me apuráis, las palmeras que flanquean la puerta de la Iglesia de San Pablo evocan la mañana del Domingo de Ramos. Virgen de las Angustias, la Imagen que explica perfectamente la Semana Santa de Baeza.


Juan García Cuevas

MELODÍAS DE PASIÓN Amarguras del Calvario. Estrella Sublime. Al Tercer Día. Cristo del Amor. Himno a la Fervorosa. La Madrugá. Réquiem. Hossanna in Excelsis. Alma de la Trinidad. Amor de Madre. Rocío. La Saeta. Pasan los Campanilleros. Pureza. María de los Dolores. Reo de Muerte. Margot. Costalero. Soberano del Amor. Encarnación Coronada. Consuelo Gitano. Aurora, Madre de Dios. Silencio Blanco… Melodías de Pasión. El que no se emociona es porque no quiere.


Juan García Cuevas

LUZ ¡Cómo cambia la luz en Semana Santa! Es totalmente distinta a la del resto de los días del año… Y es capaz de encerrarse en la pequeñez cristalina de un farol o un guardabrisas, de quedarse prendida temblorosa en el pabilo de un cirio penitente o de formar cascadas de inmenso fulgor en las candelerías de nuestros pasos de palio, auténticas ascuas de luz. Las abejas se ponen al servicio de la Semana Santa para labrar la cera que arderá para ser luz que acompañe al que es Luz del mundo.


Javier Ruiz Olivera

¡HÁGASE! “Padre, si es posible, que pase de Mí este Cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”.

El Señor orante acepta firme los designios de Dios. Se abandona totalmente a la Voluntad del Padre. Igual que hizo María al fiarse de las palabras del Ángel de la Anunciación. Cristo es para los Valientes, aunque a veces nosotros nos quedemos dormidos bajo el olivo, aunque a veces lo abandonemos y huyamos, aunque lo neguemos tres veces antes de que cante el gallo. Pero Él nos dice que no nos durmamos, que vigilemos y oremos.

Además, ¿os imagináis que Cristo hubiera dicho que no a ese Cáliz? Nos habríamos quedado sin Semana Santa…


LA NIÑA DE SAN ANDRÉS Me enamoré de Ti desde el primer instante. Sabes que no pude estar presente en tu Bendición, porque estábamos despidiendo a nuestro hermano. Aunque una parte de mí sí estaba contigo, en cada una de las advocaciones que alumbran el firmamento devocional de Baeza.

Javier Ruiz Olivera

Al día siguiente estuve mucho rato mirándote en tu primer besamanos. Absorto, contemplaba hipnotizado tu semblante. Y Paco (¡qué buena gente hay en la Oración en el Huerto!) se me acercó: “Fernando, a ver si le puedes colocar este pañuelo a la Virgen, que se lo han donado y queremos que lo lleve puesto”. Y ahí comprendí lo que estaba pasando. No era yo el que te colocaba el pañuelo en tus delicadas manos, sino Tú la que me lo ofrecías en esos momentos de dolor para que sintiera el consuelo de una Madre que hace suyos los llantos de todos los hombres. Después vendría todo lo demás: la preciosa historia de Amor de un vestido de Novia pensado para Ti antes de que nadie Te hubiera visto; el inmenso privilegio de poder ceñir tu saya, de fruncir tu rostrillo o de cogerte por el talle cada vez que bajas al suelo de San Andrés para engalanarte; el Amor al Señor Orante que he aprendido de tus hijos hortelanos... Pero nunca podré olvidar ese pañuelo que me diste para que pudiera llorar contigo.


Juan García Cuevas

REO DE MUERTE El Señor del Rescate, el Divino Caminante, va cautivo. En su pecho, el escapulario trinitario se convierte en una señal indeleble para todos sus cofrades. Arrestado como un vulgar malhechor, traicionado por el beso de uno de sus amigos, abandonado a su suerte, juzgado por la injusticia de los hombres, que lo han considerado Reo de Muerte, el Cristo cautivo no pierde un ápice de su Divinidad. Porque es el Señor del Rescate, de nuestro Rescate, del que nos libra de la condena de la muerte y del pecado. Y su mirada, la de siempre, nos habla del infinito amor de Dios por los hombres, tal y como se proclama en el Pregón Pascual:“¡Qué asombroso beneficio de tu Amor por nosotros! ¡Qué incomparable ternura y caridad! ¡Para rescatar al esclavo, entregaste al Hijo! Necesario fue el pecado de Adán, que ha sido borrado por la muerte de Cristo. ¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor!”


Javier Ruiz Olivera

TRINIDAD Llegas a los Descalzos como una Estrella Temprana, más pura que el cielo azul, más luminosa que el alba, abriendo nuevos caminos con la luz de tu mirada. Los primeros rayos del día van cautivos de tu saya, la brisa de Primavera se ha convertido en plegaria, y en tu Trono, a borbotones las flores visten de gala.

Como un suspiro celeste llegas hasta la plaza flotando sobre los hombros de un centenar de baezanas que prestan sus corazones para llevarte en volandas. Dios Te salve, Luz del Jueves, Regalo para las almas, dichosas sean tus mujeres, bendita por siempre Tu Cara, Trinidad, mi Trinidad, Lucero de la Mañana.


COLUMNA Míralo. Toda su hermosura ha sido profanada por latigazos e injurias. Sus cabellos están mojados por el sudor y la sangre, y sus divinas muñecas presas con las cuerdas de nuestras ingratitudes, atado a la columna de nuestra mediocridad.

Tembloroso, recibe el cruel Castigo. Es el precio de nuestra salvación. Él nos compra con su Sangre. No queda parte de su cuerpo sana. Cada magulladura, cada arañazo, cada cardenal, cada golpe hiere profundamente al Señor. Exhausto, apenas puede respirar con normalidad. Su divino Cuerpo se ve forzado por la escasa altura de la columna. Su espalda está destrozada, abierta de intenso Amor por la Humanidad. Tiene sed, le falta el aire. Renegrido como un cuajarón de Sangre, su figura ya no es reconocible. No tiene forma humana. Y se oyen las palabras de Isaías: “Despreciado, desecho de los hombres, Varón de Dolores, que sabe lo que es padecer”. “Y no abrió su boca para quejarse. Conducido será hasta la muerte sin resistencia suya, como cordero que es llevado al matadero”. Javier Ruiz Olivera


Javier Ruiz Olivera

ROSA MORADA ¿Y qué puedo decir de Ella? ¿Disimulo? ¡No puedo! ¡Tengo la sangre morada y el corazón Columnero! Ella es mi Guía, mi Luz, mi Fuente, mi Sueño, mi Día y mi Noche, mi Faro y mi Puerto, mi Beso, mi Primavera, mi Estrella, mi Tierra y mi Cielo, mi Salud, mi Consuelo, mi Refugio, mi Auxilio, mi Soporte, mi Amargura, mi Alegría y mi Pena, mi Bálsamo, mi Anhelo, mi Torre, mi Motivo, mi Partida y mi Llegada, mi Meta, mi Descanso, mi Valle, mi Aroma, mi Sonrisa, mi Tesoro, mi Tiempo, mi Rosa y mi Espina, mi Amparo, mi Ilusión, mi Mástil, mi Estandarte, mi Venda, mi Gloria, mi Canción, mi Camino, mi Espada y mi Escudo, mi Bandera, mi Esperanza, mi Victoria, mi Batalla, mi Requiebro, mi Columna, mi Fortaleza, mi Ventana y mi Puerta, mi Clamor, mi Dueña, mi Soberana, mi Reina, mi Emperatriz, mi Madre… ¿Qué es para mí la Virgen de las Lágrimas? Mi Amigo Rafa me lo dijo en su Pregón del Costalero: la Razón de mi Existencia.

“Cuando llegue el momento/ guárdame bajo tu Manto/ para ser tu costalero en el Cielo/ donde siempre será Miércoles Santo”


Y aquí va mi piropo, mi homenaje de verdad, a los que andan ocultos, a los hombres del costal, a los que llevan a Cristo con Amor y seriedad, a los que cargan el trono agarrados del varal y portan sobre sus hombros, en itinerante Altar, a la Reina de los Cielos pa que deje de llorar: veteranos de la Sangre, debutantes de la Humildad, maestros de las Escuelas, cirineos de la Madrugá,

portadores de la Cena, de la Paz y Caridad, cargadores hortelanos, columneros con costal, horquilleros del Rescate, mujeres de la Trinidad, de Esperanza, de la Aurora, pies de la Soledad. Rezando vais, caminando, chicotá tras chicotá, orando pasito a paso a la voz del capataz. ¡Costaleros, sí hay camino, hacéis camino al andar: hacéis posible el milagro de hacer a Dios caminar!

Javier Ruiz Olivera

LOS PIES DE DIOS


“El camino del Cielo es la Humildad. Ella es el principio de todo bien”. Cuatrocientos cincuenta años, desde el diez de febrero de mil quinientos sesenta y tres, llevan los hermanos de la Cofradía de la Humildad proclamando esta máxima, que viene recogida en sus Estatutos fundacionales. Mucho ha llovido desde entonces, pero hoy siguen mostrando a Baeza la Humildad del Señor que, siendo Rey de Reyes, lleva por corona unas hirientes espinas, por cetro una denigrante caña y por manto una púrpura.

Javier Ruiz Olivera

CUATROCIENTOS CINCUENTA


Javier Ruiz Olivera

DOLORES DEL ROSARIO Bajo su palio de malla, en el que se quedan prendidos los últimos rayos de sol del Jueves que brilla más que él, un afilado puñal atraviesa el pecho de Nuestra Señora de los Dolores del Rosario. Su angustiada expresión estremece a las viejas piedras de la calles Platería, San Andrés y Rojo, y un puñado de mujeres de mantilla escoltan a la Virgen en su transitar. María, la Esclava del Señor, mira al Cielo. Y vuelve a decir

“Fiat, Hágase en mí según tu palabra”.


Juan García Cuevas

MUJERES DE MANTILLA ¡Qué guapas están las mujeres de mantilla! No hay tiara más bella para la mujer baezana que una peina de carey fruncida con una mantilla labrada con encajes de espuma negra, bruñida con transparencias de ébano, teñida con tiznes de noche cerrada. Las baezanas de pura cepa aportan su belleza a la Semana Santa, y la pasean, radiante, acompañando a la Virgen de sus amores en su caminar doliente. ¡Bendito luto, que hace que las baezanas vayan prendidas de guapura y arte!


CRISTO CAÍDO En la larga andadura hasta el Calvario Jesús cae tres veces. Abatido, parece que no puede más. La Cruz pesa demasiado. Su mano la aferra con fuerza, mientras que la otra parece acariciar dulcísimamente la esfera del orbe. Regueros de sangre recorren su frente, su nariz y su boca. Y su vista parece nublada por tanto sufrimiento. No se sabe con certeza quién fue el Genio que talló con tanta maestría al Cristo Caído de la Magdalena, pero tengo la convicción de que sólo pudo hacerlo movido por el mismo Dios.

Rostro de todos los Rostros de los Cristos de Baeza.

Javier Ruiz Olivera


Javier Ruiz Olivera

TRADICIÓN Las más añejas tradiciones y ritos tienen cabida en la mañana del Viernes Santo de la mano de la Cofradía de Jesús Nazareno, El Paso. Y siguen congregando a la multitud a la hora de siempre, en el lugar de siempre, para la Ceremonia de siempre.

¡Qué impresionante es la mirada del Señor del Paso! La Verónica, conmovida por su impenetrable profundidad, quiso guardarla eternamente en su purísimo paño. Seamos nosotros también Verónicas (Vero-Verdadero, Icono- Imagen, Verdadera Imagen) de Cristo.


Juan García Cuevas

LA CALLE DE LA AMARGURA La Virgen, enterada por San Juan de todo lo que está sucediendo, sale al encuentro de su Hijo en la calle de la Amargura. La otrora Virgen de la Compasión (¡Qué bonito Nombre! ¡Compasión! ¡Debería recuperarse!) sabe cuál es el sufrimiento de cada uno de sus hijos y, como en Canaán, está pendiente de todos ellos. Ésa es la Compasión, Amor y Dolor por los demás. Dolorosa sin igual que ya no puede llorar porque todo lo ha llorado… Contemplemos su hermosura, que de amar y llorar tanto se ha cuajado de Amargura


Juan García Cuevas

SAETAS Quejidos en la noche. Alaridos del alma. Canción y llanto. Flechas que desgarran los corazones del sabio pueblo andaluz, que todas las primaveras se empeña en cantar, porque puede y porque quiere, a Jesús del madero, a Cristo Crucificado que expira y muere, que cae camino del Calvario o que sufre el tormento y las burlas de sus verdugos. O a esa Virgen que se mece al compás que marca el llorar de la cera de su candelería. Saetas. Ecos de sentimiento y Arte, de Pasión y de Fe.


MISERICORDIA Misericordia. La Palabra que una y otra vez nos está repitiendo el Papa Francisco. La medida infinita de Dios.

El Lunes Santo la Hermandad de las Escuelas, llorando campanadas de tristeza, pasa como un breve suspiro. Y el impresionante silencio suena como un grito de Dios sobre las piedras. Sobre el altísimo monte se alza el Cristo de las Escuelas clavado en la Cruz, como estandarte que pregona su Misericordia, pues muere implorando al Padre el Perdón para todos los hombres. Juan García Cuevas


Juan García Cuevas

AMARGURA DEL CALVARIO Y junto a la Cruz de Jesús, junto a todas nuestras cruces, la Madre. Junto a la Cruz, junto a nuestras cruces, siempre está María. La que, ahogada en tristezas infinitas, permanece junto a la Cruz de pie, fuerte porque se apoya en Dios, fuerte porque intuye la suprema importancia del trance amargo al que asiste como testigo. ¡Amargura del Calvario! Desconsuelo y aflicción empañan tu semblante. Pero sigues ahí, de pie, acompañando a tu Hijo. Los callejones de Santa Cruz se empapan cada Jueves Santo con tu llanto desolado. Y la noche, entristecida, parece querer dar consuelo a tu Corazón herido.


Javier Ruiz Olivera

PROMESA

Escucha atentamente las palabras del Cristo del Calvario: Unas palabras que talló Vasallo en el aire que se escapa de su boca, enroscadas en el soplo que se evapora de sus labios, enredadas en la brisa de su aliento. Una promesa lanzada desde lo Alto, unas palabras que, caídas de la Cruz, son derramadas en el dulce atardecer sobre todos los baezanos.

Dimas, el Buen Ladrón, supo tener buena mano con el Señor. Cometió el mayor robo que la Historia haya visto: le robó el Corazón al Cristo del Calvario. Y entonces Jesús le hizo su Promesa:

“Te lo aseguro, hoy mismo estarás Conmigo en el Paraíso”


Javier Ruiz Olivera

MADRE DE LA IGLESIA “He ahí a tu Madre”. Y en aquel instante, Jesucristo desde la Cruz regaló a la Humanidad lo más grande que tenía: a su Madre. Desde entonces María es la Madre de la Iglesia, Madre de todos los cristianos, Madre de los cofrades. María Santísima de Paz y Caridad pasea en la tarde luminosa del Domingo de Ramos el título más bello de cuantas advocaciones existen en Baeza: Madre de la Iglesia. Y podemos comparar su precioso paso, que es toda una Catedral andante, con la Iglesia peregrina en la Tierra: el capataz es el Papa, que la comanda en medio del mundo; los costaleros, todos nosotros, cada cual con su carisma y vocación (patero, fiador, corrientes…). El Espíritu Santo es el que guía nuestros pasos.

Y arriba, la Madre de la Iglesia, que nos ampara y protege bajo su manto, como una gallina acoge a sus polluelos. La que nos dice cómo se llega a Jesucristo: “Haced lo que Él os diga”. Paz y Caridad, Madre de la Iglesia, Virgen fecunda en cuyo seno se amasa la espiga de trigo dorada que, al ser triturada y molida en el Calvario, es alimento para los cristianos: Jesucristo Eucaristía.


Juan García Cuevas

EXPIRÁVIT ¿No habéis visto cómo agoniza el Cristo de la Expiración, cómo su cuerpo se crispa y se estremece mientras su mirada impresionante se clava en la altura? ¿No habéis visto las punzantes espinas que rasgan su frente, sus manos taladradas por los clavos, sus pies entumecidos y tensionados?

¿No habéis visto cómo se rasga el velo del Templo, cómo tiembla la tierra, cómo se oscurece el cielo, cómo se abren los sepulcros y cómo exclama el centurión “Verdaderamente este Hombre era el Hijo de Dios”? Allí, en San Pablo, entre la multitud, entre los sones desgarrados de las cornetas y el atronador redoble del tambor, entre el clamor de las saetas, entre un mar de penitentes mercedarios, en medio de la tarde gris y plomiza, ocurre cada año la tragedia. Expirávit.


Javier Ruiz Olivera

SEÑOR DE LA VIDA El Martes Santo Cristo viene a morirse en el Convento de San Antonio, ante nuestras miradas, en la magia de una noche tapizada de tiniebla en la que brilla la Luna rebordeada de plata. El Cristo de la Buena Muerte muere por todos, porque es el Señor de la Vida. La Vida es un don de Dios, y sólo a Él pertenece. Nadie es dueño de la Vida sino Él. Y por eso da la suya, para que todos tengamos Vida. “Nadie tiene Amor más grande que el que da la Vida por sus amigos”. Pero algunas veces los hombres no entienden esto. Y los hermanos de la Buena Muerte, con el color Rojo Sangre de sus capirotes, denuncian que en el mundo se siguen sesgando muchas Vidas por la crueldad de los hombres…


Juan García Cuevas

ESTO ES MI CUERPO

El Señor se nos entrega en el Gólgota y también en la Eucaristía. Y la Baeza Eucarística, fiel al Mandato del Maestro, viene cumpliendo desde hace siglos el “Haced esto en conmemoración mía”, presentando al mundo el Sacrificio de Cristo, anunciando su Muerte y proclamando su Resurrección. Nuestra Noble Ciudad es eminentemente Eucarística, y desde su atalaya catedralicia parte, en la tarde del Domingo de Ramos, el Misterio que representa la Última Cena, en la que el Cristo del Amor, Sumo y Eterno Sacerdote, se parte y se reparte para que todos comamos de Él. Y en otro Domingo, el del Corpus Christi, en el que Baeza celebra con solemnísimo esplendor la Victoria de Cristo hecho Pan de Vida para Alimento del mundo, el Señor se nos muestra como Maná Celestial encerrado en la magna custodia.

Y cómo no, el Jueves santo, el día del Amor Fraterno, en los Santos Oficios y en la posterior reserva del Santísimo en los bellos monumentos que se alzan en nuestras iglesias, el Pan Vivo que ha bajado del Cielo recibe nuestras visitas en los Sagrarios. Cristo del Amor, que a Baeza nunca le falte el Pan Eucarístico.


Juan García Cuevas

ESTA ES MI SANGRE

“Sangre de la Alianza Nueva y Eterna que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el Perdón de los pecados”. El costado abierto del Cristo de la Sangre es el dulce refugio donde cobijarnos. Caudalosa catarata de la Gracia, de Bendición y de Salud para las almas. Sangre por Amor derramada, Sangre Salvadora.

“Mirad el Árbol de la Cruz, donde estuvo clavada la Salvación del Mundo”. Los Oficios del Viernes Santo mantienen algunos de los ritos más antiguos de la Liturgia de la Iglesia, y nos invita a adorar la Cruz donde Cristo donó su Preciosísima Sangre, hasta la última gota, por todos nosotros.


Javier Ruiz Olivera

FERVOROSA Vestidos de esparto y noche Fervorosos de Baeza vienen pidiendo tu mano Golondrina de sus penas Lirio, Rosa Escogida, Amantísima Azucena, Flor de la atardecida, Violeta de tez morena, Clavel de la calle Rojo, Orquídea de luna llena, Jacinto de dulce aroma, Nardo de primavera,

Jazmín de eterno sollozo, Azahar de la Pureza, compendio de la Hermosura, del Dolor y la Belleza, de Jesucristo, Sagrario, del Sacramento, Patena, envidia de los luceros, de los astros y centellas. Del cielo del Jueves Santo se ha desprendido una Estrella para poder pasearse por las calles de Baeza ¡Fervorosos!¡Al Cielo con Ella!


HORNAZOS Y CAZUELAS Bacalao con sabor a Cuaresma. Ochíos. Empanadas de Vigilia. Cazuelas ancestrales en relicarios cerámicos. Hornazos penitentes con su particular señal de la Cruz. Saladitos de Martínez. Torrijas conventuales. Churros y chocolate calentito tras amanecer la Aurora por la Puerta de Úbeda. Flores de sartén con forma de velas rizás. Gusanillos, empanadillas y pestiños labrados por expertos orfebres del hojaldre. Bizcochos y vino de Pascua para celebrar la mañana de Resurrección. La Semana Santa también se cuece en nuestros hornos, cocinas y tahonas. Soberbios Pregones. Benditas Estaciones de Penitencia para los paladares cofrades.


Javier Ruiz Olivera

ESCALERAS

La primavera vestirá de estampa vieja el atardecer del Viernes Santo, cuando, a la caída del sol, los penitentes cubiertos de enlutado terciopelo compongan el lúgubre cortejo. Las Tres Marías se afanan en preparar los blancos lienzos para recibir el Cuerpo marchito del Señor. Desciende la Palabra desde la Cruz para recogerse en el cálido regazo de la Madre. Las gentes callan y las piedras enmudecen. Todo está consumado. Y en lo más alto de las escaleras, nos parecerá ver, sosteniendo desde el Cielo al Señor Descendido, a todas las personas que un día ascendieron con Él.


Juan García Cuevas

QUINTA ANGUSTIA Tristeza al pie de la Cruz. La Quinta Angustia espera con las manos abiertas a su Hijo. Si pudiera, Ella misma subiría a la escalera para quitarle los clavos, para envolverlo en sudarios, para abrazarlo con ternura. Sus ojos llorosos se clavan en los de aquellos que La miran. Hay Dolor en el monte Calvario. La Madre que arrulló al Niño en Belén espera ahora sostenerlo por un instante antes de darle sepultura. Se hace tarde. Se acerca el Sábado y la ley judía no permite hacer nada en este día. Nicodemo y Arimatea, que han sido discípulos ocultos del Señor, por fin han sido valientes y se lo entregan. Y Ella los mira con agradecimiento.

Aquí tienes, Virgen de la Quinta Angustia, el sepulcro de nuestro corazón para que en él guarden el Cuerpo de tu Hijo, esperando el amanecer del tercer día.


Juan García Cuevas

CRISTO DUERME Cristo duerme sin más adorno que la desnudez de su carne pálida y yerta sobre el negro terciopelo de su catafalco. Navega sinuoso en el imponente galeón de su Trono de color argénteo. Pero tiene la boca abierta, y nos habla... Cruces de Jerusalén. Rojo sobre Negro. Triunfo del Amor de Dios sobre las tinieblas. La parca resuena a lo lejos estruendosamente en lo más profundo de nuestras almas, con esos cinco golpes que no son sino las Cinco Llagas del Cristo Yacente. La Muerte de Cristo venció a la muerte. Mors Mortem Vincit.


Javier Ruiz Olivera

MARÍA DE LOS DOLORES La Catedral se queda pequeña para contener la inmensa angustia que se plasma en el bellísimo rostro de la Virgen de los Dolores. Su manto negro parece la prolongación de la noche, la continuación del catafalco de su Hijo Dormido. En su pañuelo no caben ya más lágrimas. Y todos los cofrades de Baeza la acompañarán en su Duelo, queriendo darle sus pésames y condolencias… Pero es Ella la que es Consuelo y Esperanza para el mundo.


SOLEDAD

¿Qué tiene la Soledad, que a todo el mundo enamora? ¿Qué tiene la Soledad para que paren las horas, que hasta el tiempo se detiene y el instante se demora? ¿Es su cara soñadora?¿Es su rostro de azucena? ¿O es, quizá, la Luna llena que, por verla desde el cielo, entre las nubes se asoma? ¿Es su llanto de flor marchita? ¿O acaso el que sea tan chica por ser tan grande la pena que en su corazón aflora? ¿Qué tienes Soledad, que Baeza no te abandona? Soledad, nunca vas sola. Javier Ruiz Olivera


VIGILIA ¡Exulten los coros de los ángeles, exulten las jerarquías del Cielo por la Victoria de Rey tan poderoso! ¡Que las trompetas anuncien la Salvación! ¡Goce también la tierra, inundada de tanta claridad, y que, radiante con el fulgor del Rey eterno, se sienta libre de la tiniebla que cubría el orbe entero! La Vigilia Pascual es el culmen de toda la Semana Santa, su centro y su meta. Es la celebración más importante del año para los cristianos y, al mismo tiempo, al más hermosa. En la Vigilia Pascual renovamos la Fe en Jesucristo, esa Fe que hemos manifestado públicamente en la calle durante los días previos. Así que no tendría sentido que nos tirásemos toda la Semana Santa en la calle y que nos quedemos en nuestras casas la noche del Sábado Santo, la Noche en la que, rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende Victorioso del Abismo.

¡Qué noche tan dichosa! Sólo ella conoció el momento en que Cristo resucitó de entre los muertos.


AURORA

Javier Ruiz Olivera

Y llegará la Aurora que anuncie el Nuevo Sol, Jesucristo Resucitado, victorioso y triunfante sobre la muerte. La Virgen de la Aurora es una ensoñación de tul en las estrellas, una temblorosa luminaria acariciada por la mano de San Juan que la consuela, una luz que presagia la alborada. Es el Sueño de mis Amigos, Juan y Javi. Es la Pasión de un puñado de corazones jóvenes teñidos de color verde Vera+Cruz. Desde su Trono de plata aglutina las devociones del barrio intramuros, que volverá a acogerla cuando Mayo casi se escape del calendario. Y le pediremos a Ella que nos proteja en todas las madrugadas y oscuridades de nuestra vida…


Javier Ruiz Olivera

EL ROSTRO DE CRISTO Desengáñate, cofrade: Si en esta Semana Santa no te has encontrado con el Rostro de Cristo, Muerto y Resucitado, que ha dado la vida por ti y por mí, nada habrá merecido la pena. Será todo muy bonito, tus sentidos se habrán colmado de sensaciones, la belleza habrá inundado cada poro de tu piel… pero todo habrá sido en vano. Todo está vacío si no te encuentras con el Rostro de Cristo, con su eterna Misericordia, con su Perdón, con su abnegada entrega por Amor. No dejes de buscarlo. Él te espera.


Javier Ruiz Olivera

DOMINGO DE RAMOS Ya es la hora. Abre de par en par las puertas del alma para que pueda hacer su entrada el Hijo de Dios a lomos de un borriquillo. Sacúdete el paso de los años y rescata tu inocencia, esa que está cosida en las entretelas de tu memoria. Vuelve a ser ese niño que ve escapar volando el globo recién comprado a la vera de San Ignacio. Coge tu flamante tambor de juguete, tu brillante trompeta dorada de los talleres Joaquinica. Reviste tu corazón de estreno. Prepárate para la ilusión, la sorpresa y el asombro. Y siente el gozo de volver a revivirlo todo. Baeza, ya es la hora. Ya es tu hora. Ya es Semana Santa.


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