11 de octubre del 2013 Jazmín Vázquez Miranda Tenti nos dice que el Magisterio ha sido desde su origen una profesión de bajo reconocimiento social. Y el antídoto contra el desprestigio en el maestro que trabaja con más fe, redobla sus esfuerzos, afronta con valor las dificultades. Es decir, la sociedad necesita profesores profesionales. El ser maestro es una profesión admirable. El buen maestro es una combinación de vocación, cualidades morales y conocimiento pedagógico. El maestro debe convertirse en un educador: un facilitador y un mentor que no solo informa, sino que forma, que le da a los niños las herramientas para investigar, descubrir, crear e innovar.