BENEMERITA ESCUELA NORMAL “Manuel Ávila Camacho”
Curso: Educación Ambiental para la Sustentabilidad
Tema: Día Mundial del Agua Cuidado del Agua
Maestro(a): Roberto David Mendoza Barrera
Alumna: Jazmín Vázquez Miranda
Educación Preescolar
DÍA MUNDIAL DEL AGUA Cuidado del Agua
A veces me cuesta creer en la imprudencia y el egoísmo de las personas, me cuesta entender que por más que lo intente, nadie me escucha, incluso parece que nadie me ve, nadie sabe que estoy aquí, que siento, que me preocupo. Miro a mi alrededor y me siento impotente al no poder hacer nada contra tanta crueldad, me miro a mi misma y me pregunto, ¿Por qué a las personas les es tan difícil cuidarme? No pido mucho, solo pido un poco de cariño, pido respeto, no me considero egoísta, doy todo de mí, doy todo lo que soy, e incluso sirvo hasta para lo que no soy. Ayudo a todo aquel que se cruza en mi camino, yo no distingo entre razas ni clases, no discrimino según su sexo, ni su edad o apariencia, ni siquiera me importa el dinero. Anoche me encontraba cuidándome a mí misma, yo sola, pues ya que nadie lo hace, debo por lo menos intentarlo yo, y no solo por mí, sino porque en el fondo sé que más adelante entenderán y me necesitaran, ensimismada en mis tristes pensamientos de la raza humana, mire pasar por enfrente de mi a un señor de traje, muy bien parecido, de porte, traía consigo en una mano un maletín muy formal, mientras que en la otra sujetaba cerca de su oído un celular, caminaba a toda prisa, parecía de ese tipo de personas que aún tienen ética, dio un ligero brinco para subir a la acera, pero ese pequeño brinco lo obligo a soltar el celular, dio un sobresalto, mire su rostro, estaba pálido, rápidamente bajo de aquella acera, y lo tomo, con tanta dulzura que parecía amarlo, se aseguró de que estuviese bien, y mientras el color le volvía al cuerpo, continuo su camino. Tuve algunos sentimientos encontrados ante aquella escena, al principio hice sonora una pequeña risotada, ¿Cómo les puede parecer tan importante un cacharro cómo ese?, sin embargo, mientras intentaba responderme esa pregunta, me entro un sentimiento de coraje hacia la misma, yo sí puedo sentir, ¿Por qué yo no les importo de la misma manera? Al día siguiente, desde muy temprano ya hacían uso y abuso de mis habilidades, pero nuevamente los mire sin decir nada, solo hacía todo lo que me pidieran, para mi sorpresa, volví a ver al sujeto de la noche anterior, pero esta vez llevaba solo un short holgado y una camiseta arrugada, salió de su casa, seguido por dos pequeñas niñas con vestidos y coletas coquetas, me senté a observarle, pues la anterior escena me hacía querer saber más sobre él, lo vi tomar una manguera y regar el pasto, lo vi usar la misma manguera para lavar el carro, incluso soporte verlo jugar con sus niñas persiguiéndolas con el chorro abierto, sin darse cuenta de que llevaba casi dos horas con la llave abierta, lo vi hasta que no pude más, corrí y corrí, llore por la tristeza hasta que el coraje se apodero de mis lágrimas, así que seguí llorando, pero esta vez por una causa diferente, ¡¿Cómo?! Me preguntaba sin que nadie me respondiera.
Ese mismo día decidí que dejaría de pensar en los demás, decidí irme para que reflexionaran sus acciones, que era hora que me echaran de menos, que entendieran lo que era la vida sin mí, ese día entendí que la humanidad es cruel, más que los mismos animales, me fui confiando que cuando alguien se atreva a preguntar, ¿qué paso con el agua? cualquiera le responda, se decepciono de nosotros y decidió marcharse para siempre.