BENEMERITA ESCUELA NORMAL “Manuel Ávila Camacho”
Curso: Proyectos de intervención Socioeducativa
Tema: La Importancia de la Comunidad dentro de la Escuela
Maestro(a): Beatriz Hernández Sánchez Alumna: Jazmín Vázquez Miranda
Educación Preescolar
Fecha: Lunes 29 de Febrero del 2016
La Importancia de la Comunidad dentro de la Escuela El papel que desempeña la comunidad en lograr que las escuelas sean establecimientos de vital importancia es tan relevante como el desempeñado por la escuela misma. John Dewey (1962)
Una escuela, siempre ha tenido la necesidad de contar con el apoyo de actores, ya sean estos de la misma institución, o ajenos a ella. Es decir, una institución no puede valerse por sí misma con la simple asistencia de los alumnos y los docentes, sino que debe obtener apoyo de las personas que se ven beneficiados o directamente implicados en lo que aquí sucede. Sin embargo hablar de una relación entre la comunidad y la escuela, no es tan sencillo como parece, pues un docente puede manipular lo que ocurre dentro del aula, incluso puede pedir como parte de la tarea educativa de los alumnos, la participación de los padres de familia, sin embargo cuando se trata de la comunidad de manera general, no tiene jurisdicción por lo que el apoyo que se obtenga en más por voluntad propia, que por una exigencia educativa. Se puede hablar entonces de una “colaboración” entre una comunidad perfecta y una institución que cumple con las expectativas de la anterior, sin embargo esto no es así. Una escuela en ocasiones puede verse, como un ejemplo a seguir, pues esta de una u otra manera formando a los profesionales del mañana, y es entonces cuando la escuela exige a la comunidad una cooperación, tomando en cuenta que tal exigencia puede difícil, pero ¿qué pasa cuando la exigencia es al contrario?, que pasa entonces con esta comunidad que no sabe lo que ocurre dentro de la escuela, pero si se toma la molestia de cuestionar sus métodos, o si es verdaderamente eficiente.
A esta parte se le puede conocer como una exigencia social, que a mí parecer es sin argumentos, pues si la sociedad desconoce lo que ocurre dentro de la institución, como puede opinar al respecto, o incluso exigir una mejora. “Pero una comunidad que exija de sus escuelas resultados visibles, que reconozca la influencia que ejercen en el bienestar de la sociedad en su conjunto… que use positivamente las energías e intereses de sus jóvenes y no se límite meramente a controlar su tiempo hasta que estén preparados para convertirse en ciudadanos cabales, será entonces una comunidad con escuelas sociales
y,
cualesquiera
sean
los
recursos
con
los
que
cuente,
sus
establecimientos de enseñanza contribuirán sin duda a desarrollar su espíritu y sus intereses comunitarios” (John Dewey, 1962) El texto, “La escuela como comunidad y la escuela en la comunidad”, menciona dentro del tema, de la interconexión entre la escuela y la comunidad, que, “ Los docentes, autoridades escolares, padres y otros ciudadanos que tratan de entender estos problemas deberían reflexionar sobre sus propios valores, determinar las posiciones individuales y grupales asumidas y construir entonces la clase de escuelas y de enseñanza que satisfaga no sólo los deseos y aspiraciones de los niños en las aulas, sino también las necesidades de la sociedad”. Se habla entonces de una verdadera relación armónica, donde no solo la escuela prevea las necesidades de la comunidad, sino que la misma comunidad colabore de manera activa con lo que la institución quiere lograr, y es que, si la escuela trabaja para el bien de la comunidad, ¿Por qué la comunidad no cree importante su participación?, es aquí donde a mi parecer entra una incógnita que no está de más mencionar, y es que cómo puede la comunidad entablar una relación positiva, si para su propia mejora no quiere mover ni un solo dedo, Jesús Rodríguez Rodríguez menciona en su texto, “La escuela en la comunidad. La comunidad en la escuela” que, “La comunicación, la fluidez y la reciprocidad de las conexiones, y la potenciación de los recursos forman parte de las redes de interconexiones de los diferentes actores comunitarios. No se trata aquí de una apertura de la escuela a la comunidad o de una interacción entre la escuela y la
comunidad, sino de una red de relaciones a la que pertenecen, al estar en una misma comunidad, la escuela, la familia y otras organizaciones. Como conclusión a esta reflexión, creo importante destacar que en varias ocasiones la comunidad cree que el futuro de los jóvenes, niños, o simplemente estudiantes está solo en manos de los maestros, sin saber muchas veces que la mayor parte de los conocimientos de los alumnos provienen del contexto en el que se desarrollan, es decir, que lo que aprenden fuera de la escuela, lo retoman, reestructuran, y le dan un sentido sano dentro de ella. Pero ¿Qué pasaría con los alumnos, si sus conocimientos personales obtenidos de la sociedad fueran ya un aprendizaje
significativo?,
(deportes,
danza,
teatro,
talleres
de
lectura,
cinematografía, valores) tal vez el trabajo de los docentes, no sería más sencillo, pero si más armónico, sería más enfocado a algo útil para la vida, que a una constante corrección para distinguir lo que está bien de lo que está mal.