Cómo retratar el lado más tierno de tu bebé Fecha de publicación Octubre 2015 Publicado por Blog del Fotógrafo www.blogdelfotografo.com Versión 1.0 ©Copyright 2015 Blog del Fotógrafo Todos los Derechos Reservados Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida bajo ninguna forma, electrónica, mecánica ni ningún otro modo sin el previo y explícito consentimiento del Editor. Las imágenes que ilustran este libro son propiedad del autor del libro o de sus respectivos autores que las han compartido bajo licencia CreativeCommons. Aviso: La información contenida en este libro es el resultado de la experiencia, conocimiento y opinión personal del autor. El autor no se responsabiliza del uso o mal uso de la información contenida en este documento.
Bebé es sinónimo de ternura cuando hablamos de la realidad. De eso no cabe ninguna duda. Cuando hablamos de fotografía de bebés, podemos pensar que es lo mismo, ¿verdad? Si ver un bebé es lo más tierno que existe sobre la faz de la Tierra, ver una fotografía de bebé debería ser igual... Pues no. No es así completamente. Incluir un bebé en una imagen aporta una importante dosis de ternura, sin embargo, entran en juego otros factores. Cuando tomas en brazos a un bebé, puedes sentir la suavidad de su piel, notar su respiración pausada, tranquila, aspirar ese aroma tan característico de un recién nacido o de un bebé de meses y contagiarte de su fragilidad. Cuando esta escena real (repleta de vivencias sensoriales que directamente van a la parte de tu cerebro que está relacionada con las emociones) se traduce a una imagen en dos dimensiones que ves a través de una pantalla o impresa en un trozo de papel, pierde todas esas maravillas que perciben nuestros sentidos. Sólo nos queda la vista para sentir todo lo que la fotografía nos quiere transmitir. Es por ello que se han de poner todas las energías para que la escena que rodea al bebé esté repleta de estímulos visuales que toquen la fibra sensible del espectador. Y de esto es de lo que te vamos a hablar hoy.
La luz siempre es un factor importante cuando se habla de fotografía, tanto a nivel técnico, creativo o incluso para transmitir emociones, como es en este caso. Para lograr la fotografía más tierna de un bebé, lo más aconsejable es utilizar una luz difusa. Ésta es mucho más suave e inspira emociones y sentimientos más dulces que la luz dura que transmite demasiada fuerza.
Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de cerocooldark20.
Puedes lograrla en estudio o con luz natural. Si tienes la suerte de disponer de luz natural, las horas que mejor puedes aprovechar para obtener este tipo de luz son las primeras y las últimas del día. También son ideales los días nublados. Si estás en interiores y la luz que entra por la ventana es muy dura, o lo que es lo mismo, provoca unas sombras muy marcadas, puedes poner una cortina blanca lisa o pegar papel de seda blanco en la ventana. Lee más consejos para capturar increíbles fotografías con luz difusa aquí. Siguiendo con los consejos relacionados con la luz, tenemos que hablarte de una técnica llamada “clave alta”. Consiste básicamente en utilizar mucha luz y es un tipo de fotografía que se utiliza para provocar un gran impacto emocional, más concretamente sentimientos positivos y, entre ellos, la ternura. Si es la primera vez que lo escuchas o no sabes cómo lograrlo, no te pierdas este artículo del blog.
Lo de utilizar colores muy chillones y vivos estampados con bebés está muy bien si buscas una imagen fresca, dinámica, divertida, alegre… Ahora bien, si lo que pretendes es capturar toda la ternura de tu bebé, procura evitarlos. Utiliza colores suaves, cálidos, apagados, lisos… Procura que exista una delicada armonía en todos los colores que aparecen en escena, por dos motivos, uno porque es una manera propia de transmitir ternura y lo que hará será potenciar y, dos, porque lo contrario lograría distraer la atención, robarle protagonismo al bebé y provocar otro tipo de sentimientos.
Presta mucha atención también a los fondos, aplica lo que te acabamos de contar de los colores y, además, procura que haya el mínimo número de elementos en él. Evita los objetos que no tengan ninguna relevancia en la foto. Si no puedes retirarlos, cambia de escenario, de punto de vista o utiliza una profundidad de campo pequeña para desenfocarlos lo máximo posible. La atención debe centrarse en el protagonista, el bebé.
Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Caro Musso
¿Cuántas veces has escuchado en presencia de un bebé cosas como: “¡ay, esa boquita!” o “¡esos piececitos que me los como!”? Muchas, ¿verdad? Y es que es cierto que inspiran tanta ternura que dan ganas de apretarlos y estrujarlos y comértelos a besos. Pues aprovecha esto y céntrate en ellos. Captura esos pequeños detalles de su cuerpo tan irresistibles. Aíslalos del resto, fotografíalos por separado o utiliza una apertura amplia para centrar la atención en ellos. La dosis extra de ternura está asegurada.
Un bebé es un ser con su propia personalidad. Tiene sus propios gestos, sus expresiones características que ya cuentan cómo es.
Ten paciencia, obsérvale un tiempo si no le conoces, si es tu bebé o alguien muy cercano a ti, sabrás de sobra cuáles son. Espera a que te regale una de estas expresiones y dispara. Esta es la magia de la fotografía, poder capturar para siempre estos instantes y desafiar al tiempo y a la memoria.
Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Caro Musso.
Hay momentos que desprenden tanta ternura que sobra todo lo demás. Esos instantes en los que una madre o un padre sostiene a su recién nacido en brazos, la complicidad entre dos hermanos… esos momentos en los que se huele el amor incluso a través del papel o de los píxeles…, sí, sí, esos son los que tu cámara no se puede perder. Si el fondo o los colores no son adecuados, no importa, desenfoca, baja el contraste, pasa a escala de grises o lo que la foto te permita, pero no los dejes pasar. Lo importante aquí es la emoción pura y eso va mucho más allá de todo lo demás.
Una escena puede ser tierna, pero si además hay una historia detrás que eres capaz de contar en lo que dura el clic de tu cámara te convertirás en el duende de la ternura ;)
Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Cherylholt.
Si te fijas en todas las imágenes que hemos puesto de ejemplo, podrás observar que todas han sido realizadas con una profundidad de campo pequeña. Si te preguntas qué tiene que ver con transmitir ternura te diré que mucho. Utilizar una apertura amplia (profundidad de campo pequeña) permite aislar al sujeto del resto y centrar la atención en ellos. Estos seres son tan pequeñitos que cualquier distracción les restaría protagonismo. Además, es una Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de RebeccaVC1.
forma de aportar suavidad a la imagen, lo que ayuda a evocar aún más el sentimiento de ternura.
Otro de los aspectos que más ternura inspira un bebé, es la forma en la que descubre el mundo. Su inocencia y su ingenuidad ante las nuevas situaciones o sus logros es tremendamente conmovedor. Cuando te encuentres con uno de esos momentos, no dejes de fotografiarlo, hasta el corazón más duro caerá rendido ante la imagen de tu bebé.
Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Foundry
Acabamos de darte unos cuantos consejos que te pueden ayudar a lograr imágenes más tiernas. Estos consejos no son una regla fija, son una orientación que te servirá para complementar tu arte, tus emociones y lo que eres capaz de transmitir con tu cámara. Te podemos aconsejar que utilices colores suaves, pero tú puedes llegar y con tu gran sensibilidad y tu ojo fotográfico lograr una imagen tan tierna que haga llorar hasta el ser más insensible del planeta. Como siempre decimos, el artista eres tú. Deja salir tu lado más humano, ábrete a los sentimientos y cuando creas que todas tus emociones están a flor de piel, entonces sí, es el momento de disparar.
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