Durante el periodo estival, sois muchos lectores de Blog del Fotógrafo los que optáis por realizar un viaje que os sirva tanto como para enriquecimiento personal como para poder desarrollar y disfrutar de vuestras aptitudes fotográficas. Si eres una de estas personas, el artículo de hoy, exclusivo para los lectores VIP, te gustará. Más allá de los habituales consejos para fotografiar viajes, existen algunas recomendaciones a tener muy en cuenta para que no arruines tu viaje y puedas aprovecharlo al máximo (fotográficamente hablando, claro ;) ). Hoy te las contamos.
En muchas ocasiones, cuanto más obvias parecen las cosas más nos olvidamos de ellas. La preparación para un viaje es básica en todos los niveles. Igual que te informas de la meteorología para saber si te tienes que llevar un chubasquero o el traje de baño, las botas de montaña o unas sandalias para las rocas, también es necesario que te informes para preparar tu equipo fotográfico. Averigua lo máximo posible sobre el lugar al que vas: orografía, monumentos, pueblos de interés, eventos, fiestas… Todo lo que puedas conocer de antemano te servirá para aprovechar todo lo que ese lugar te ofrece. Una fotografía es muchas veces el resultado de estar en el momento preciso, en el lugar preciso. A veces se trata de mera casualidad, si te ocurre… ¡perfecto! Pero esperar a las casualidades es demasiado arriesgado, mejor infórmate, pues saber a qué hora exacta se va a poner el sol por detrás de ese maravilloso edificio que vas a visitar, cuándo es el desfile de la fiesta local, o el momento en que las aves hacen parada sobre las marismas de esa región, por poner algunos ejemplos, te ayudarán a estar en el momento exacto en el lugar exacto. Mapas, planos, guías de viaje… son herramientas que no debes olvidar. Te ayudarán a conocer lo más interesante, dónde puedes ir o qué te ofrece el lugar. Algunas son demasiado turísticas, pero hay otras que te llevarán a rincones mucho más aislados, atractivos y sugerentes.
No te olvides de consultar la meteorología. Aunque vayas a hacer fotos igualmente, no puedes dejar que la lluvia te frene, es mejor que te prepares para ello, si tienes que proteger tu equipo para la lluvia, o para el polvo si se prevé una tormenta de arena en el desierto, o si conviene que te prepares para el madrugón del siglo porque sobre el hermoso lago que tienes a 5 km va a caer una niebla espesa. Todo esto son oportunidades fotográficas que no puedes desaprovechar. Te aconsejo que le eches un vistazo a este artículo sobre fotografías que puedes tomar en función de la meteorología.
Fotografía de Wendy bajo licencia Creative Commons
Lo normal es que sólo dispongas de una cámara y tengas que adaptarte a ella. Ahora bien, si dispones de más de una cámara, piensa con antelación cuál es la más adecuada para ese viaje. ¿Tienes una cámara sellada y vas al desierto o cerca del agua? No lo dudes. ¿Vas a estar pateando ciudades entre muchos turistas y dispones de una réflex de tamaño pequeño discreta y manejable? Pues esa es tu elección. Piensa qué tipo de fotos harás y qué lugares vas a visitar para elegir tu equipo. Esto también sirve para los objetivos. No existe un objetivo ideal para los viajes en general. Existen objetivos ideales para según qué fotos tengas pensado realizar. Por eso es importante que prepares tu viaje y sepas con antelación qué
es lo que vas a poder fotografiar. Una vez que lo tengas claro, puedes echar un vistazo a este artículo publicado en el blog que te habla de distintos objetivos para viajes. Otros accesorios a tener en cuenta para un viaje son: Bastón ligero travesía (monopie). Para largas travesías, te puede servir como bastón, de apoyo, y también para estabilizar la cámara. Aquí tienes un ejemplo.
Fotografía de Unsplash bajo licencia Creative Commons
Trípode con correa. Si no vas a hacer largas travesías, igual te interesa más un trípode con correa para poder colgarte al hombro. Baterías de repuesto. No sabes cuándo podrás cargar la batería ni dónde. Antes de quedarte sin poder disparar por falta de energía, anticípate y lleva repuesto. Tarjetas de memoria de repuesto. Los viajes son una oportunidad única para disparar fotos que ni te imaginarías. Es tan tentador apretar el botón que tu tarjeta de memoria igual te dura menos que un caramelo en las manos de un niño. No te arriesgues y lleva de repuesto. Linterna. Aunque sea una pequeñita, no cuesta nada echarla en la mochila y nunca sabes de qué apuros te puede sacar o si puedes lograr un maravilloso lightpainting delante de tu monumento o playa favorita. Filtros. Si nunca has usado un filtro, igual este próximo viaje es una buena oportunidad para experimentar con ellos. Son muchas las
posibilidades que ofrecen y los problemas que pueden solventar, aunque, por supuesto, este es un accesorio opcional. Kit de limpieza. No te olvides del pañito y la pera de aire. Cuaderno de notas y bolígrafo. Otro básico como las tarjetas o baterías de repuesto. O tu memoria es prodigiosa o mejor que lleves un cuadernito para apuntar todo lo relativo a las fotos que realizas, cómo, cuándo, dónde, por qué… Toda la información que creas importante para contextualizar tu imagen, no la dejes a merced de tu memoria. Suele ser muy traicionera. Apúntalo que la tinta es más fiable ;)
Fotografía de Memoryloon bajo licencia Creative Commons
Es importante que tengas en cuenta la protección de tu cámara y equipo en un viaje. Tanto por seguridad ante los enemigos de lo ajeno como la protección ante las condiciones adversas (frío, calor, polvo o agua). Aquí van algunos trucos para que tu cámara vuelva sana y salva. Bolsas herméticas de plástico. Para mantener el equipo seco y a salvo del agua. Papel reflectante. Muy útil cuando sea inevitable que la cámara esté expuesta a la luz del sol cuando hace mucho calor. Carcasa acuática. Si quieres meter tu cámara en el agua, hazte con una de ellas. Las hay de muchos tipos y precios. Elige la que más te convenga, pero no te quedes sin tus fotos de buceo acuático, por ejemplo ;)
Cinta aislante. Tu cámara tiene algunas ranuras susceptibles al polvo, la arena e incluso la humedad. Puedes taparlas provisionalmente con cinta aislante para evitarlo. Con respecto a los enemigos de lo ajeno, debes también tener especial cuidado: No descuides ni por un instante el equipo. Siempre que dejes la bolsa con el equipo en una silla o similar mientras comes o tomas un café, déjala atada, aunque sea con la pata de la silla, así evitarás que con un tirón rápido se la lleven. Evita etiquetas de marcas de primera y publicidad de los fabricantes, esto llama más la atención que un equipo viejo y sin “etiquetas”. Además de candados puedes usar algún tipo de cadena, como las de acero inoxidable que son semiflexibles y puedes encontrar en tiendas náuticas.
Según donde viajes, te puedes encontrar unos tipos de enchufes distintos. Puede que cuando vayas a conectar tu cargador de la batería te lleves el chasco de que no sea compatible. Infórmate del tipo de enchufe y el voltaje que se usa en el lugar al que vas a viajar y consigue un adaptador. En algunos países usan distintos tipos de enchufe. Tenlo en cuenta a la hora de prepararte. Y si vas a necesitar varios adaptadores, mejor etiquétalos, pues algunos se parecen mucho y puedes provocar un cortocircuito o dañar tu equipo si usas uno equivocado.
Uno de los peores errores que puedes cometer como turista fotográfico es no respetar las restricciones culturales propias de cada lugar. Es importante que te empapes antes de todo lo referente a la cultura, la religión, las costumbres. Puede que te encuentres en algunos sitios que está prohibido fotografiar algo, o mal visto. Pide permiso si tienes dudas y respeta todas las costumbres de cada lugar. La sonrisa siempre te ayudará y, aunque veas situaciones que te desagraden, no lo demuestres. Ante todo, muestra tu respeto y ten cuidado, procura no meterte en líos por una fotografía. Tu seguridad está por delante. Muestra tus mejores modales y si puedes aprender algunas palabras de su idioma, ganarás puntos ;)
Por último, procura no traspasar la línea ética de lo que se debe fotografiar. Esta línea puede ser diferente para cada uno, pero si tienes dudas, piensa si a ti te gustaría ser el protagonista de esa imagen o si te gustaría ver a alguien cercano a ti. Si fotografías un ser humano, no pases por alto su condición humana ;)
A la hora de editar las fotografías, si no tienes establecido un flujo de trabajo, puedes crearte uno para la ocasión ;) Lo que nos gustaría añadir es que todas esas notas que tomaste en tu cuaderno, las puedes pasar a la foto. Es decir, si utilizas un editor tipo Photoshop, puedes insertar una breve descripción del lugar y añadir palabras claves. Estas te permitirán buscar tus fotos en un momento dado o te servirán si las subes a un banco de fotos. Ahora… disfruta de tu viaje. Y haz fotos.
Fotografía de Unsplash bajo licencia Creative Commons