Inspiración Fecha de publicación Septiembre 2015 Publicado por Blog del Fotógrafo www.blogdelfotografo.com Versión 1.0 ©Copyright 2015 Blog del Fotógrafo Todos los Derechos Reservados Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida bajo ninguna forma, electrónica, mecánica ni ningún otro modo sin el previo y explícito consentimiento del Editor. Las imágenes que ilustran este libro son propiedad del autor del libro o de sus respectivos autores que las han compartido bajo licencia Creative Commons. Aviso: La información contenida en este libro es el resultado de la experiencia, conocimiento y opinión personal del autor. El autor no se responsabiliza del uso o mal uso de la información contenida en este documento.
Fotografía bajo licencia CreativeCommons, cortesía de Chris Zerbes.
Son muchas las culturas en las que se piensa que quien hace un retrato a alguien le está robando su alma. Evidentemente esto son supersticiones y no ocurre en sentido literal, sin embargo, si te apasiona la fotografía estarás de acuerdo con el equipo del blog en que algo de razón tienen estas creencias. En Blog del Fotógrafo lo creemos, y no somos muy supersticiosos que digamos ;) Cuando un fotógrafo realiza un retrato, y nos referimos a un retrato de verdad, de esos que te impactan, de los que la persona retratada parece hablarte y no un simple disparo a un rostro, cuando eso ocurre, en realidad le está robando un pedacito de alma. Simplemente el alma ahí funciona como la pata de una estrella de mar, que la cortas y vuelve a salir. Pero sí, sí que se lleva ese trocito de alma. Y te vamos a contar por qué.
Si eres capaz de emocionarte con un retrato, de mirar a sus ojos y que te saltes al menos una respiración, no hay más explicación posible de que en ese retrato hay algo más que un papel o píxeles. En ese retrato está el alma de esa persona. ¿A que ya vas coincidiendo con nosotros?
Un retrato se hace a una persona, si fotografiaras una patata sería un bodegón. El sujeto, como persona que es, ha vivido una vida antes del instante en el que tú vas a disparar con tu cámara. Esa vida es la que ha hecho que ahora tenga arrugas en las
Fotografía bajo licencia CreativeCommons, cortesía deJosep Castell.
Si quieres lograr este tipo de retratos, hoy te vamos a contar algunos trucos para conseguirlo sin necesidad de recurrir a brujerías ;)
comisuras de los labios de reír o en el ceño de fruncirlo. Lo que le ha pasado en su larga o corta vida se muestra en sus ojos, en su piel, en sus tatuajes e incluso en sus ropas. Todo lo que captes que sea capaz de contar algo de esta persona, te ayudará a llegar al espectador.
Un retrato no es un retrato si los ojos no están bien enfocados. Si no son protagonistas. La mirada es la puerta a su alma. No puedes cerrarla. Su piel, sus ropas, el contexto, o su sonrisa podrán decir mucho pero su mirada será lo que más te hable, ella será la que conecte directamente contigo y con el espectador. Si los ojos están desenfocados o no son los protagonistas del retrato tendrás que suplir esto por otro lado y te será mucho más complicado. En el caso de utilizar una apertura tan amplia que no puedas lograr los dos ojos enfocados, enfoca el más cercano. Y hablando de miradas… ¿conoces la ley de la mirada? Una regla muy útil para aplicar en retratos que ya deberías dominar ;) .
Un retrato en blanco y negro conecta, va directo al corazón de quien lo observa. No hay más. El retrato seduce, pero en blanco y negro conquista. Eso sí, no vale cualquier blanco y negro, un retrato empastado perderá toda la gracia. Empastado quiere decir que sólo contenga los tonos medios de la escala de grises, para que sea una imagen correcta o al menos más agradable a la vista, ha de tener todos los tonos de la Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Dietmar Temps.
escala de grises desde el más claro hasta el más oscuro, o desde el blanco hasta el negro. Si te quedas en el medio de la escala tonal, será un retrato mediocre ;) , sin impacto. (Si lo tuyo es el blanco y negro, en Blog del Fotógrafo tienes un libro digital entero, dedicado en su totalidad al arte de fotografiar en blanco y negro).
Utiliza una apertura muy amplia para aislar al sujeto del fondo. De esta forma conseguirás centrar toda la atención sobre él y eliminar cualquier distracción. Así, la persona retratada y los ojos que la observen se verán cara a cara, sin elementos que interrumpan su conversación visual, sin nada que desconcentre. Si lo que hay alrededor de tu modelo no aporta nada de información a su personalidad o su historia, elimínalo con una profundidad de campo bien pequeña.
Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía deChris Zerbes.
En el lado opuesto al truco anterior, si lo que hay alrededor del sujeto puede aportar información sobre esa persona, contar algo de ella y provocar mayor empatía, inclúyelo.
Haz que ese escenario forme parte del retrato, como un coprotagonista de la fotografía. Porque un retrato no tiene por qué ser sólo el rostro, puede ser también de cuerpo entero.
Los retratos en clave alta y clave baja son sin duda los que más impacto emocional provocan. Con sensaciones y sentimientos totalmente opuestos, ambas técnicas son un marco perfecto para el alma de tu modelo. Aquí tienes toda la información que necesitas para fotografiar en clave alta y baja.
Las palabras no se escuchan en una imagen, pero el lenguaje no verbal. Captura los gestos de tu modelo, pues serán los que hablen directamente al espectador.
Ahora te proponemos una serie de ejercicios para que pongas en práctica lo que has leído a lo largo de este texto. Si has llegado hasta aquí es porque quieres mejorar tus retratos, deseas de verdad que cuenten una historia o que emocionen. Pero eso no lo conseguirás si cuando acabes de leer estas páginas cierras el capítulo en sentido literal. Para que sirva de algo el tiempo que has dedicado a leer, deberás practicar, errar, acertar, volver a errar varias veces y acertar otras tantas. Eso sólo se consigue disparando. Aquí tienes algunas ideas para ir empezando: Fotografía a gente desconocida por la calle. Te servirá de entrenamiento.
Haz un recorrido fotográfico por los comercios de tu barrio, habla con los dependientes o los dueños y cuéntales tu proyecto. A los que conozcas menos, dales algo de conversación antes de disparar, permítete saber un poquito más de esas personas que además viven cerca de ti y te venden el pan, la fruta o te reservan tu revista favorita. Realiza un retrato a todos los miembros de tu familia. Hazte un autorretrato. Recuerda que en cada uno de estos ejercicios, en cada uno de tus disparos a una persona, la técnica es buena pero, en estos retratos lo importante de verdad es que robes un pedacito de sus almas para mostrárselas al mundo. Feliz fotografía ;)
Fotogr afía bajo licenci a Creati ve Comm ons, cortes ía de Chris Zerbe s.
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