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Barcelona (2009-11) Lo pequeño es
by JPWolls
El shock se veía en algunas de sus caras. "Vayan a las carreras de hoy y disfrútenlas", dije. "Nos vemos el jueves". Les había dado a los jugadores la tarde del miércoles libre para que fueran a Chester. Y todo el mundo lo sabía. Fue parte del plan. No quería que la gente pensara que los jugadores estaban siendo insensibles al asistir a las carreras de Chester el día que baje el telón, es por eso que hice esa concesión una semana antes de que me confirmaran que irían.
Luego subí las escaleras para ir a decirle al personal. Todos aplaudieron. Uno o dos me comentaron "Estoy encantado de librarme de ti". De los dos grupos principales, los jugadores eran los más estupefactos. Inmediatamente en esas circunstancias muchas preguntas habrán llenado sus mentes: “¿Le gustaré al nuevo entrenador? ¿Seguiré aquí la próxima temporada?' Los entrenadores estarían pensando: "Esto podría ser el fin para mí". El tiempo se acercaba para retirarme de la escena del anuncio /explicación y aclarar mi mente
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Había decidido de antemano ir directamente a casa porque sabía que habría una reacción sísmica en los medios de comunicación. No quería dejar Carrington y atravesar un enjambre de prensa y destellos de luces.
En casa, me encerré. Jason, mi abogado y Lyn enviaban textos simultáneamente al momento que el anuncio fue hecho. Lyn estuvo enviando textos consecutivamente durante 15 minutos. Al parecer 38 periódicos del mundo llevaban la noticia en la portada, incluyendo el New York Times. Hubo de 10-12páginas y suplementos en los periódicos británicos.
El alcance y la profundidad de esa cobertura fueron halagadoras. Tuve mis encuentros con la prensa escrita durante años pero nunca tuve rencor. Sé que los periodistas están bajo mucha presión. Tienen que tratar de vencer a la televisión, internet, Facebook, Twitter, muchas cosas y pueden tener un editor encima de ellos todo el tiempo. Es una industria fuerte.
La cobertura también demostró que los medios de comunicación no tienen rencores contra mí, a pesar de todos nuestros conflictos. Reconocen el valor de mi carrera y lo que traje a las conferencias de prensa. Incluso me hicieron un obsequio: un pastel con un secador de pelo en la parte superior y una bonita botella de vino. Fue bien recibido.
Para el juego de Swansea el locutor del estadio puso 'My Way' de Sinatra e 'Inolvidable' de Nat King Cole. Hemos ganado de la manera que lo hicimos en muchos de los 895 partidos en los que mis equipos predominaron: con un gol tardío, en el minuto 87, de Rio Ferdinand.
Mi discurso en la cancha fue fruto de la casualidad, no tenía ningún guion. Lo único que sabía era que no iba a alabar a cualquier individuo. No era sobre los directores, los fans o los jugadores: se trataba del Manchester United Football Club.
Insté a la multitud a que apoyaran a su próximo técnico, David Moyes. 'Me gustaría recordarles que aquí hemos tenido malos momentos,' dije ' El club estuvo a mi lado. Todo mi personal me ha apoyado. Los jugadores estaban a mi lado. Así que su trabajo ahora es apoyar a nuestro nuevo técnico. Eso es lo importante. "
No había mencionado a David, la gente se podría haber preguntado: '¿Qué hay acerca de eso, me pregunto si Ferguson quería Moyes?' Necesitábamos mostrar nuestro apoyo incondicional hacia él. El club tiene que seguir ganando. Fue el deseo de todos nosotros. Soy director del club, quiero tanto como cualquiera que el éxito continúe. Ahora puedo disfrutar de juegos como Bobby Charlton lo ha hecho desde que se retiró. Ves a Bobby después de una victoria y sus ojos están ardientes, se está frotando las manos, le encanta, yo quiero eso. Quiero ser capaz de asistir a los encuentros europeos y decirle a la gente: Estoy orgulloso de este equipo, este es un gran club.
En el evento me encontré resaltando a Paul Scholes. Sabía que él lo odiaría pero no podía detenerme. Paul también se retiraba. También le deseaba Darren Fletcher todo lo mejor en su recuperación de una enfermedad colónica, de la que pocos se han recuperado.
En el aeropuerto unos días más tarde, un tipo se me acercó con un sobre, diciendo: 'Iba a enviarle esto”. Era un artículo de un periódico irlandés argumentando que había dejado el club de la manera que lo había conseguido: en mis términos. Típico de Ferguson, escribió el autor. Disfruté de esa pieza. Así es como yo vi mi tiempo a cargo del United y estaba orgulloso de verlo descrito de esa manera.
Como me escabullí fuera del cuadro, David trajo a tres de sus propios empleados – Steve Round, Chris Woods y Jimmy Lumsden, también añadió a Ryan Giggs y Phil Neville, que significó que René Meulensteen, Mick Phelan y Eric Steele perdieran sus empleos. Fue la petición de David. Le dije que si mantenía a
mi personal me encantaría, pero no iba a interferir o evitar que trajera sus propios asistentes.
Jimmy Lumsden había estado con David mucho tiempo. Yo lo conocía de mis días en Glasgow. Jimmy nació aproximadamente a una milla de mi casa, en el barrio próximo a Govan. Es un buen muchacho y un buen hombre de fútbol. Fue una decepción que buenos hombres perdieron sus empleos, cosa que sucede en el fútbol. Pero lo manejaron bien. Le dije a los tres que lamentaba que no se quedaran. Mick, que estuvo conmigo durante 20 años, me dijo que no tenía nada de que disculparme y me agradeció por todos los grandes momentos que compartimos juntos.
Cuando miré hacia atrás, me centré no sólo en los triunfos, sino también las derrotas. He perdido tres finales de FA Cup contra Everton, Arsenal y Chelsea. Perdí la final de la Copa de la liga contra Sheffield Wednesday, Aston Villa y Liverpool. Y dos finales de Champions League contra Barcelona.
Eso también es parte del tapiz del Manchester United: la recuperación. Siempre tuve en mente que no todo eran las victorias y los desfiles. Cuando perdimos la final de la FA Cup frente al Everton en 1995 me dije: 'eso es todo, haré cambios aquí'. Y los hicimos. Trajimos a los jugadores jóvenes, la llamada clase de 92. No podíamos tenerlos en las reservas más tiempo. Eran un grupo especial de muchachos.
Perder partidos de fútbol en el Manchester United retumba dentro de ti. Reflexionar por un tiempo y luego continuar de la misma manera nunca fue una opción para mí. Te afecta profundamente cuando se pierde una final, sobre todo si
tienes 23 tiros al arco y el otro equipo tiene dos, o terminas perdiendo en una tanda de penaltis. Mi primer pensamiento siempre fue: "Piensa rápidamente lo que debes hacer." Mi mente iba directamente a la mejora y recuperación. Era una ventaja ser capaz de hacer cálculos rápidos cuando habría sido más fácil estar desanimado.
A veces las derrotas son los mejores resultados. Reaccionar ante la adversidad es una cualidad. Incluso en los períodos más bajos estás mostrando resistencia. Hay un gran dicho: es sólo otro día en la historia del Manchester United. En otras palabras, luchar era parte de nuestra existencia. Si eres indolente sobre las derrotas puedes estar seguro que habrá más por venir. A menudo perdíamos dos puntos en un partido porque el rival igualaba con el último tiro del balón y luego nos enrachabamos con unos seis o siete juegos ganados. No fue ninguna coincidencia.
Para el fanático, hay una cultura de ir a trabajar el lunes asediado por la emoción del juego del fin de semana. Un tipo me escribió en enero de 2010: '¿Me puede reembolsar por favor las £ 41 pagué por mi boleto del domingo? Me prometiste entretenimiento y no me entretuve el domingo. ¿Puedo recuperar mis £41?' Era un fanático. Tenía la idea de escribirle: '¿Puede usted por favor cargar a mi cuenta las £41 de mis últimos 24 años?'
Ganas todos estos juegos contra la Juventus y el Real Madrid y alguien pide su dinero después de un domingo tranquilo. ¿Existe algún club en el mundo que puede darte más momentos de infarto que el Manchester United?
En cualquier programa podrían haber advertido a los fans: Si perdemos 1 –0, a 20 minutos del final, vete a casa o te podrían sacar cargado y terminar en el Manchester Royal Infirmary1 .
Espero que no estén en desacuerdo cuando digo: a nadie se le dio menos. Nunca fue aburrido.
1 Hospital de Manchester