resiliencia

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Universidad Católica de la Santísima Concepción Facultad de Educación Educación de Párvulos Formación Personal y Social del Párvulo

La Resiliencia Integrantes: Daniela Campos Jennyfer Fritz Carolina Jeldes Alexandra Sepúlveda Carol Valenzuela Profesora: Verónica Riquelme

Concepción 26 de mayo de 2011

Introducción


El 27 de febrero del 2010 chile, más específicamente, concepción, sufrió uno de los más grandes terremotos que vivido la historia de nuestro país, no bastó con eso, sino que también conllevó con esto una ola de caos, de angustia, desesperanza, miedo y el no saber qué sucedería con nosotros mismos. Hoy a casi un año de este suceso tan devastador, podemos decir que gran parte de las personas que pasamos por dicho suceso hemos logrado salir adelante, superar ese miedo y aprendimos a vivir con los resultado de ese fatídico día. Cabe decir, que no todas las personas han logrado superar lo vivido, pero los que sí lo han logrado han llevado a cuestas un sin número de esfuerzos, ya sea de la capacidad de pensar y razonar lo que les sucedió y poder aprender a vivir con ello. Cuando nos decimos a nosotros mismo, yo viví ese día y creí que sería el último día de mi vida, por todo lo terrible y angustiante que fue, sufrimos mucho, nos apenamos, además que muchas personas perdieron a sus seres más querido ese día, en realidad no sabíamos que sería de nosotros de ahí en adelante. Luego de haber superado y aprendido a vivir con todos estos sentimientos encontrados es que podemos nombrar la palabra Resiliencia, y la capacidad que tuvo nuestra región, jóvenes personas, ancianos, mujeres y hombres, niños y niñas etc. de sobreponerse a tal sufrimiento. Por esto mismos la presente investigación los invita a abordar el tema de la Resiliencia con más profundidad y a analizar esta problemática y todo lo que rodea a dicho tema. Esta puede definirse como la capacidad que posee el ser humano para sobreponerse ante situaciones adversas. La característica principal de la Resiliencia es la habilidad para enfrentar eficaz y adecuadamente situaciones adversas y eventos traumáticos, además del desarrollo el potencial de ajuste individual o del sistema. Para analizar esta problemática es necesario conocer a fondo lo que significa la Resiliencia y todo lo que conlleva esta palabra. En el presente trabajo queremos dará conocer en toda la magnitud de la palabra lo que esto significa.

Marco Teórico Contexto Histórico:


Aunque el estudio científico de la Resiliencia es reciente, desde hace muchos años se ha observado, como algunos seres humanos al verse enfrentados a las adversidades de la existencia, consiguen resistir y adaptarse, fortaleciendo su desarrollo bío-psico-social. El surgimiento del campo de investigación en Resiliencia y el concepto en si se vio previsto por los conceptos de "coping" que puede traducirse al español como hacer frente, arreglárselas, asumir, en el sentido que buscamos sería asumir las desgracias y/o episodios traumáticos; y el concepto de "invulnerabilité" . Durante los años setenta el concepto de invulnerabilidad, asociado a la capacidad de lograr un buen ajuste y un desarrollo normal, a pesar de las presiones de estrés y adversidad, estaría predeterminado, por una dotación inmodificable dada a nivel genético y por lo tanto no representaría un aspecto susceptible de ser estimulado o protegido en los individuos. No obstante este concepto resultaba confuso y según afirma Rutter (1985) " la noción de invulnerabilidad estaría errada en tres aspectos: la resistencia al estrés es relativa, no absoluta, en tanto no es estable en el tiempo y varía de acuerdo a las etapas de desarrollo de los niños y de la calidad del estímulo. Las raíces de la Resiliencia provienen tanto del ambiente como de lo constitucional, el grado de Resiliencia no es estable si no que varía a lo largo del tiempo y de acuerdo a las circunstancias". Posterior al enfoque de la invulnerabilidad y continuando como nació el campo de investigación en Resiliencia, el psiquiatra Anthony especializándose en la investigación de riesgo, se introdujo en un nuevo campo científico conocido como los niños de alto riesgo, siendo el objetivo de esta investigación observar el desarrollo del niño de riesgo antes de que aparezcan las patologías "descubriendo cómo y en qué grado moldean su vida los riesgos afrontados, las vulnerabilidades y las inmunidades que aportan en esas situaciones, y as defensas, competencias y capacidades para enfrentarse que se ha forjado para sobrevivir psicológicamente"(Anthony, 1982) introduciéndose así el concepto de vulnerabilidad, considerando que los individuos son iguales ante el riesgo, siendo vulnerables en distintos grados.

Definición: La Resiliencia es un conjunto de atributos y habilidades innatas para afrontar adecuadamente situaciones adversas, como factores estresantes y situaciones riesgosas.


Algunos autores definen la Resiliencia como la capacidad de respuesta inherente al ser humano, a través del cual se generan respuestas adaptativas frente a situaciones de crisis o de riesgos. Esta capacidad deriva de la existencia de una reserva de recursos internos de ajuste y afrontamiento, ya sean innatos o adquiridos. De este modo la Resiliencia refuerza los factores protectores y reduce la vulnerabilidad frente a las situaciones riesgosas (abuso de drogas, suicidio, embarazo temprano, fugas de hogar, etc.)

Autores: Para Rutter, M (1985) la Resiliencia no debe ser entendida como la animada negación de las difíciles experiencias de la vida, dolores y cicatrices: es más bien la habilidad para seguir adelante a pesar de ello. En 1992 expresa que la Resiliencia es un fenómeno multifacético que abarca factores ambientales y personales "caracterizado como un conjunto de procesos sociales e intrapsíquicos que posibilitan tener una vida sana en un medio sano" Para Masten y Garmezy (1988) la Resiliencia es el proceso, la capacidad de o el resultado de una adaptación exitosa a pesar de las circunstancias retardadoras amenazantes. Para Garmezy (1994) la Resiliencia significa las habilidades, destrezas, conocimientos, insight (introspección) que se acumula con el tiempo a como las personas luchan por levantarse de la adversidad y afrontar retos. Para Vaniestendael, E. (1994), una definición sin muchas pretensiones científicas, dividiría a la Resiliencia en dos compontes: “la aptitud para resistir a la destrucción, es decir preservar a la integridad en circunstancias difíciles: la actitud de reaccionar positivamente a pesar de las dificultades" Para Suárez Ojeda (1993) la Resiliencia significa una "combinación de factores que permiten a un niño, a un ser humano, afrontar y superar los problemas y adversidades de la vida y construir sobre ellos", transformando así los factores adversos en elementos de estímulos y de proyección. Para Gardinier, M. (1994) la Resiliencia es la capacidad que algunas personas muestran para soportar las privaciones, levantarse a pesar de la adversidad, responder adaptativamente y creer positivamente.

Para Gordon, K (1996) La Resiliencia es la “habilidad de crecer, madurar e incrementar la competencia de cara a circunstancias adversas de la vida, superarlas y salir de ellas fortalecido e incluso transformado”.


Según Luthar (2000) La Resiliencia es un proceso dinámico que tiene por resultado la adaptación positiva en contextos de gran adversidad.

Según Iturral, E y Chávez, E (2006) La Resiliencia es la capacidad que posee un individuo frente a las adversidades, para mantenerse en pie de lucha, con dosis de perseverancia, tenacidad, actitud positiva y acciones, que permiten avanzar en contra de la corriente y superarlas.

Para Osborn (1996) el concepto genérico que se refiere a una amplia gama de factores de riesgo y su relación con los resultados de la competencia. Puede ser producto de una conjunción entre los factores ambientales y el temperamento, y un tipo de habilidad cognitiva que tienen algunos niños cuando son muy pequeños.

Características de un niño Resiliente Perfil de un niño resiliente Estos niños suelen responder adecuadamente frente a los problemas cotidianos, son más flexibles y sociales, predominancia de lo racional, buena capacidad de auto-control y autonomía. En cuanto a lo familiar, no han sufrido separaciones o pérdidas tempranas y han vivido en condiciones económicas y familiares relativamente estables presentando con frecuencia características de personalidad o habilidades entre las que se puede mencionar: • Adecuada autoestima y auto eficacia.


• Mejores y más eficacesestilos de afrontamiento. • Mayor capacidad de enfrentar constructivamente la competencia y aprender de los propios errores. • Capacidad de recurrir al apoyo de los adultos cuando sea necesario. • Actitud orientada al futuro. • Optimismo y mayor tendencia a manifestar sentimientos de esperanza. • Mayor coeficiente intelectual. • Capacidad empática. • Accesibilidad y buen sentido del humor. Estos rasgos y habilidades pueden verse reforzados por la influencia positiva del medio familiar y el apoyo de otros adultos significativos en la vida del niño. Según Loesel (1992) los niños resilientes suelen vivir en un clima educacional abierto y con límites claros; cuentan con modelos sociales que motivan el enfrentamiento constructivo, comparten responsabilidades sociales y se ven estimulados por la existencia de expectativas de logros realistas por parte de los adultos. Frecuentemente, en lo publicado sobre este tema, se define al niño Resiliente como aquel que trabaja bien, juega bien y tiene buenas expectativas. Esto pareciera demasiado abstracto para llevarlo a la práctica, por lo que se ha tratado de sintetizar y expresar más gráficamente aquellos atributos que han sido consistentemente identificados como los más apropiados de un niño o adolescentes Resiliente. Entre ellos cabe destacar los siguientes:

Competencia social: Los niños y adolescentes resilientes responden más al contacto con otros seres humanos y generan más respuestas positivas en las otras personas; además, son activos, flexibles y adaptables aún en la infancia. Este componente incluye cualidades como la de estar listo para responder a cualquier estímulo, comunicarse con facilidad, demostrar empatía y afecto, y tener comportamientos pros sociales. Una cualidad que se valora cada vez más y se relaciona positivamente con la Resiliencia es el sentido del humor. Esto significa tener la habilidad de logar alivio al reírse de las propias desventuras y encontrar maneras diferentes de mirar las cosas buscándoles el lado cómico. Como resultado, los niños resilientes, desde muy temprana edad, tienden a establecer más relaciones positivas con otros. En los adolescentes la competencia social se


expresa especialmente en la interrelación con los propios pares y en la facilidad para hacer amigos de su edad. Esta cercanía con los amigos es progresivamente selectiva y pasa de actividades grupales a otras en pareja; es frecuente que se inicien relaciones sentimentales que tenga valor como indicadores positivos de competencia social. En este aspecto del perfil, el adolescente Resiliente muestra capacidad para establecer relaciones positivas con otros seres humanos. Resolución de Problemas Las investigaciones sobre niños resilientes han descubierto que la capacidad para resolver problemas es identificable en la niñez temprana. Incluye la habilidad para pensar en abstracto reflexiva y flexiblemente, y la posibilidad de intentar soluciones nuevas para problemas tanto cognitivos como sociales. Ya en la adolescencia, los jóvenes son capaces de jugar con ideas y sistemas filosóficos. Los estudios hechos con adultos que dufrían de problemas psicológicos han identificado consistentemente la falta de esa capacidad en la infancia. Por el contrario, los estudios hechos con personas resilientes encuentran repetidamente la presencia de capacidades para resolución de problemas de infancia. Por ejemplo, Rutter halló que era especialmente prevalente, en la población de niñas abusadas durante la infancia pero llegaron a ser adultas sanas, la presencia de destrezas para planificar que les resultaron útiles en sus matrimonios con hombres “normales”.}lo escrito sobre los niños de la calle que crecieron en barrios marginales provee un ejemplo extremo del rol que esas habilidades tienen en el desarrollo de la Resiliencia, dado que esos niños deben lidiar continuamente con un ambiente adverso, como única manera de sobrevivir. Las investigaciones actuales muestran también que esas destrezas para solucionar problemas son identificables a temprana edad. Así es como el niño preescolar que demuestre ser capaz de producir cambios en situaciones frustrantes, posiblemente sea activo y competente en el periodo escolar. Autonomía Distintos autores han usado diferentes definiciones del término “autonomía”. Algunos se refieren a un fuerte sentido de poder personal; otros destacan la importancia de tener un control interno y un sentido de poder personal; otros insisten en la autodisciplina y el control de los impulsos. Esencialmente, el factor protector a que se están refiriendo es el sentido de la propia identidad, la habilidad para poder actuar independientemente y el control de algunos factores del entorno. Otros autores han identificado la habilidad de separarse de una familia disfuncional y ponerse psicológicamente lejos de los padres enfermos, como una de las características más importantes de los niños que crecen en familias con problemas de alcoholismo y enfermedad mental. en el trabajo con niños de familias alcohólicas, se ha visto que si ellos quieren enfrentar exitosamente los dilemas del alcoholismo, deben desarrollar un distanciamiento adaptativo; es decir, alejarse del foco familiar de comportamiento disfuncional. Los niños resilientes son capaces de distinguir claramente por sí mismos, entre sus experiencias y la enfermedad de sus


padres. Por lo tanto, entienden que ellos no son la causa del mal y que su futuro quede ser diferente da la situación de sus padres. La tarea del distanciamiento adaptativo implica dos desafíos: uno, descomprometerse lo suficientemente de la fuerza de la enfermedad parental para mantener objetivos y situaciones en el mundo externo de pares escuela y comunidad; otro, sacar a la familia en crisis de su posición de mando en el mundo interno del propio niño. Ese distanciamiento provee un espacio protector para el desarrollo de la autoestima y de la habilidad para adquirir metas constructivas. Sentido de Propósito y de Futuro Relacionado con el sentido de autonomía y el de la eficacia propia, así como con la confianza de que uno puede tener algún grado de control sobre el ambiente, está el sentido de propósito y de futuro. Dentro de esta categoría entran varias cualidades repetidamente identificadas en lo publicado sobre la materia como factores protectores: expectativas saludables, dirección hacia objetivos, orientación hacia la consecución de los mismos, motivación para los logros, fe en un futuro mejor, y sentido de la anticipación y de la coherencia. Este último factor parece ser uno de los más poderosos predictores de resultados positivos en cuanto a la Resiliencia. Poderosos predictores de resultados positivos en cuanto a la Resiliencia. De estas cualidades, las que han asociado con más fuerza a la presencia de adultos resilientes han sido las aspiraciones educacionales y el anhelo de un futuro mejor. Cuando un futuro atractivo nos parece posible y alcanzable, somos fácilmente persuadidos para subordinar una gratificación inmediata a una posterior más integral. Aunque los estudios actuales permiten identificar características adicionales de los niños resilientes, las cuatro mencionadas engloban los atributos que frecuentemente están asociados con experiencias exitosas de la vida. De allí que las consideremos como los factores básicos para constituir el perfil del niño Resiliente.

Características de los JóvenesResilientes

Muestran también una serie de características que se asocian directamente con la capacidad de afrontar adecuadamente los problemas cotidianos, las cuales se relacionan con el propio desarrollo personal. Los jóvenes resilientes presentan, entre otras características comunes: • Adecuado control de emociones en situaciones difíciles o de riesgo, demostrando optimismo y persistencia ante el fracaso. • Habilidad para manejar de manera constructiva el dolor, el enojo, la frustración y otros aspectos perturbadores.


• Capacidad de enfrentar activamente los problemas cotidianos. • Capacidad para obtener la atención positiva y el apoyo de los demás, estableciendo amistades duraderas basadasen el cuidado y apoyo mutuo. • Competencia en el área social, escolar y cognitiva; lo cual les permite resolver creativamente los problemas. • Mayor autonomía y capacidad de auto observación • Gran confianza en una vida futura significativa y positiva, con capacidad de resistir y liberarse de estigmas negativos. •

Sentidos del humor flexibilidad y tolerancia.

Acciones que Fomentan y no Fomentan la Resiliencia, por Edith Grotberg:

Un bebé está en la cuna, boca arriba, llorando y pataleando, no sabemos que es lo que le pasa. El bebé sigue llorando y pataleando. Se fomenta la Resiliencia si lo levantamos en brazos y comenzamos a clamarlo mientras tratamos de determinar si esta mojado, si tiene frío o calor, si necesita una palmadita en la espalda para eructar o si simplemente necesita que lo tranquilicen. Si se le hace sentir que lo quieren y lo cuidan, ayudara a que se calme. No se fomenta la Resiliencia si el adulto lo mira, decide cambiarle los pañales y despuésle dice que deje de llorar. Si no deja de llorar, se va y lo deja solo hasta que se canse. Esta interacción no fomenta la Resiliencia, puesto que el bebe necesita algo más que pañales limpios. Necesita que lo levanten en brazos que lo calmen y lo hagan sentir protegidos. Una niña de dos años esta en un supermercado con su mamá. Ve una golosina, la toma y comienza a abrirla. Cuando la mamá trata de quitársela empieza a gritar “no, mía, mía!!”.


Se fomenta la Resiliencia si la lleva aparte para que no moleste a los demás y le explica calmadamente que no puede tomar nada sin su permiso, y le da o le muestra otra cosa para distraerla. Le ayuda a comprender los l{imites de la conducta, a hacerse responsable de su propia conducta y se comunica con ella mientras ella la escucha. No se fomenta la Resiliencia si simplemente la deja que se coma la golosina o si le pega y la regaña o si le abre la mano por la fuerza y le quita la golosina. Una interacción de este tipo hará que la niña tema a la persona quien constituye su fuente de afecto y confianza, que adopte una conducta rígida y que sienta que no la quieren ni la comprenden. Un bebe de diez meses, esta gateando en el suelo. Encuentra u trapo sucio y comienza a morderlo y a chuparlo. La persona que la cuida ve y sabe que el trapo está muy sucio y puede causarle una infección. Se fomenta la Resiliencia si la madre reemplaza el trapo sucio con uno limpio u le dice al bebé que el otro trapo estaba sucio. La niña deja que su madre reemplace el trapo sucio con uno limpio y se queda contenta porque le dieron algo para reemplazar el trapo que había encontrado. Con su respuesta la madre no irrita al bebe: cambia el trapo sucio por uno limpio y le habla al bebé calmadamente para confíe en su madre y se calme. El bebé continúa jugando y explorando el entorno con confianza. También se fomenta la Resiliencia si la persona que cuida al bebé le quita el trapo y se enoja. La niña llora entristecidamente porque quería el trapo. La cuidadora la abraza y le da un trapo limpio. Frente a esta situación, la cuidadora se enoja y le quita el trapo; también se fomenta la Resiliencia si la persona que cuida al bebé cambia la forma en que manejaba la situación: busca un trapo limpio y la abraza. De esta forma ogra calmarlo, siente que la quieren y continúa jugando. Hay más de una forma de promover la Resiliencia en los niños. Además, se puede cambiar la manera de proceder en cualquier momento si se advierte el peligro de no fomentar la Resiliencia. No se fomenta la Resiliencia si la madre corre hasta la niña, le dice que el trapo esta sucio y se lo quita de la boca. Si la madre está asustada. Si la niña deja que la madre le quite el trapo y no muestra ningún sentimiento. Si no se pone más el trapo en la boca. La respuesta de la madre está motivada por su propio temor de que el bebé contraiga una infección y no se da cuenta que esta pasivo y cede. Tampoco fomenta la Resiliencia si la persona encargada no se comunica con ella, toma al bebé en brazos, le quita el trapo y no expresa nada.

Expresiones de los niños con características Resilientes


Grotberg (1995) creo un modelo donde es posible caracterizar a un niño Resiliente a través de la posesión de condiciones que en el lenguaje se expresan diciendo: “Yo Tengo”, “Yo Soy”, Yo Estoy”, “Yo Puedo” En todas estas verbalizaciones aparecen los distintos factores de Resiliencia, como la autoestima, la confianza en sí mismo y en el entorno, la autonomía y la competencia social. A su vez, la posesión de estas atribuciones verbales puede considerarse como una fuente generadora de Resiliencia. Por ejemplo, así sucede a recurrir a las características de “tengo” personas alrededor en quienes confío y quienes me quieren incondicionalmente, y personas que me ayudan cuando estoy en peligro; éstas pueden tratar al niño o adolescente en una forma que fortalezca las características de “soy” una persona digna de aprecio y cariño y de “estoy” seguro de que todo saldrá bien; las características de “puedo” hablar sobre cosas que me asustan o me inquietan y también encontrar a alguien que me ayude cuando lo necesito. Sepuede explicar estos verbos entendiendo su sentido de la siguiente manera:

Tengo • Personasalrededor en quienes confío y quienes me quieren incondicionalmente. • Personasque me ponen límites para que aprenda a evitar peligros o problemas. • Personas que se muestran por medio de su conducta la manera correcta de proceder. • Personasque quieren que aprenda a desenvolverme solo. • Personas que me ayudan cuando estoy enfermo o en peligro o cuando necesito aprender. • Una persona por la que los otros sienten aprecio y cariño •

Feliz cuando hago algo bueno para los demás y les demuestro mi afecto.

• Respetuoso de mí mismo y del prójimo. • Capazde aprender lo que mis maestros me enseñan. • Agradable y Comunicativo con mis familiares y vecinos


Estoy • Dispuesto a responsabilizarme de mis actos. • Seguro de que todo saldrá bien. • Triste, lo reconozco y lo expreso con la seguridad de encontrar apoyo. • Rodeado de compañeros que me aprecian.

Puedo • Hablar sobre cosasque me asustan o inquietan. • Buscar la manera de resolver mis problemas. •

Controlarme cuando tengo ganas de hacer algo peligroso o que no está bien.

• Buscar el momento apropiado para hablar con alguien o para actuar. • Encontrar a alguien que me ayude cuando lo necesito. •

Equivocarme y hacer travesuras sin perder el afecto de mis padres.

Sentir afecto y expresarlo.

Como agentes educadores podemos promover la Resiliencia si procuramos que la crianza y la educación formal y la informal aumenten las situaciones que producen estas verbalizaciones en cada niño que crece.

Los Tres Pilares

Todos los seres humanos somos dueños en mayor o menor grado de una capacidad de Resiliencia. Todos, niños y adultos, aprendemos a reponernos de las crisis, a seguir adelante. El lenguaje popular refleja muy bien el sentimiento de que sólo hasta cierto punto somos vulnerables y que –salvo casos extremos- la gente se recupera más tarde o más temprano: “la vida continúa” “el mundo no se acaba por esto”, etc. Pero mientras existen seres dotados en alto grado de una Resiliencia natural, que a veces son vistos como invulnerables a la adversidad, existen personas que por diversas causasse entregan a situaciones de estrés cada vez más notables, que acaban en crisis depresivas o enfermedades somáticas. “ Es como si les faltaran elementos en la caja de herramientas de la vida” Postulan las licenciadas Lea Teitelman y Diana Arazi, psicólogas y docentes


especializadas en esta nueva óptica que apuntala los aspectos más positivos de la personalidad Existen 3 pilares que sostienen la capacidad de Resiliencia explican Teitelman y Arazi: 1. La capacidad de juego: No tomarse las cosastan apecho que el temor

impida hallar las salidas. Y en esto el sentido del humor, el mirar las cosas como desde el revés de una larga lista permite tomar distancia de los conflictos. La creatividad, la multiplicación de los intereses personales, los juegos de la imaginación relegan esas causas de alarma a su justo lugar, relativizarlas para no deprimirse. 2. La

capacidad

de

encarar

las

situaciones

con

un

sentimiento de esperanza: Para ello es fundamental tener al menos a alguien en quien depositar los afectos, admiración, qué sirven como guías y estimulo. Es lo que en el lenguaje común de los grupos de Resiliencia se conoce como “engancharse”. Esto que viene a veces naturalmente con el modo de ser de la persona, puede ser, contención, vínculos que enriquecen e impiden que la persona se sienta en una intemperie vital. Amigos, un profesor, una comunidad, el barrio, los grupos de Resiliencia obran con apoyo y estímulo permanentes. 3. El auto sostén: Se puede resumir como un mensaje que la persona

elabora para si misma.” Yo sé que esto me va a pasar”, se dice ante un mal momento. O sea: “me quiero, confío en mí, me puedo sostener en la vida”.

Ambientes que Favorecen la Resiliencia

La presencia de adultos accesibles, responsables y atentos a las necesidades de niños y jóvenes. Pueden ser padres, tíos, abuelos, profesores u otras personas que muestren empatía, capacidad de escucha y actitud cálida. Además es importante que expresen su apoyo de manera que favorezca en los niños y jóvenes un sentimiento de seguridad y confianza en si mismos. La existencia de expectativas altas y apropiadas a su edad, comunicadas de manera consistente, con claridad y firmeza. Que le proporcionan metas significativas, lo fortalezcan y promueven su autonomía, y le ofrezcan oportunidades de desarrollo. La apertura de oportunidades de participación: los adultos son modelo de competencia social en la solución de problemas, pudiendo proporcionar oportunidades para que los


niños y adolescentes participen y en conjunto, aprendan de los errores y contribuyan al bienestar de los otros, como parte de un equipo solidario y participativo. Greenspan (1996) enumera una serie de condiciones familiares que favorecen el desarrollo de la Resiliencia en niños y jóvenes. Dentro del sistema familiar: normas y reglas claras de respeto a las jerarquías. Apoyo entre los miembros de la familia como costumbre, estrategias familiares de afrontamiento y eficacia. Práctica de un estilo de crianza, donde el adecuado uso del tiempo libre, la internalización de valores, el amor y el respeto enmarcan el estilo de vida de los hijos. Expectativas positivas de los padres sobre el futuro de los hijos. Responsabilidades compartidas en el hogar. Apoyo de los padres en las actividades escolares de los hijos. Oportunidades de desarrollo y responsabilidades extra familiares (voluntariado, trabajo, estudio, etc.)

¿Por qué algunas personas, niños o adultos, logran salir adelante después de haber sufrido situaciones adversas, traumatismos y amenazas graves contra su salud y su desarrollo en tanto otras quedan seriamente afectadaspara el resto de su vida? Hace aproximadamente 2 décadasesta pregunta produjo un cambio radical en la manera de encarar las repercusiones personales y sociales que sufren los seres humanos después de una crisis severa. Más que de una nueva forma de tratar el llamado estrés postraumático, se trata de una mirada distinta acerca de la manera en que los diferentes seres humanos afrontan las posibles causas de ese estrés: malas condiciones y vejaciones en la familia, reclusión en campos de prisioneros, situaciones de crisis, como las causadas por la viudez o el divorcio, las grandes pérdidas económicas o de cualquier otra índole. En lugar de preguntarse por las causas de la patología física o espiritual que esas catástrofes generan, el nuevo punto de vista supone indagar de qué condiciones está dotada esa minoría; por qué y de qué manera logra escapar a los males propios de los llamados “grupos de riesgo”. De los núcleos más expuestos se comenzó a trabajar con chicos de la calle y, dentro de ellos, con una minoría libre de las patologías a las que la teoría y las estadísticas parecían condenados fatalmente –alcoholismo, delincuencia, adicción a las drogas, etc.-. Para convertirse, en cambio, en seres dispuestos a llevar una vida de proyectos y realizaciones en personas integradas y normales. Este fenómeno, denominado “Resiliencia”, hoy es el objeto del creciente interés de parte de educadores, psicoterapeutas y sociólogos. Se apunta a las potencialidades del sujeto que a un


pronóstico que lo condena por sus “faltas de origen” y al que solo se puede ayudar rescatándolo de lo que hace mal.

La Construcción de la Resiliencia

Para mostrar la complementariedad de los elementos de construcción de la Resiliencia, y la idea de esta como un proceso de construcción, Stefan Vanistendael ha desarrollado la imagen de “la casita de la Resiliencia”, una pequeña casa compuesta de varios pisos y con varias habitaciones. 1.

Los cimientos son las necesidades materiales de base, como la comida, los cuidados de salud.

2. El subsuelo está constituido por los vínculos, las redes de contacto, formales e informales. Se trata a menudo de un vínculo fuerte y constructivo con al menos una persona, que pueda ser un pariente, un conocido, uno de los abuelos, un vecino, un profesional. Es, en todos casos, una persona que cree verdaderamente en el potencial real del niño y que lo acepte fundamentalmente como persona. 3. En la planta baja se encuentra la capacidad de descubrirle un sentido a la vida. Esto puede estar vinculado, por ejemplo, con una fe religiosa, con un compromiso político o humanitario. 4. En el primer piso se encuentran varias habitaciones: la autoestima; las aptitudes personales y sociales; y el sentido del humo. 5. En el desván, una gran habitación es dejada abierta para las nuevas experiencias a

descubrir. Esto es, una capacidad de creer que la vida no se detiene en el sufrimiento o el traumatismo y que ella puede aún dar sorpresas.


La Resiliencia no se construye sola, sino gracias a los fuertes vínculos de afecto que se han tejido a lo largo de toda la vida.

10 Actividades para Desarrollar la Resiliencia

1. Reunirse: hablar con los amigos e incluso con los padres. entender que los

padres pueden tener más experiencia en la vida, aunque parezca que nunca fueron jóvenes. Pueden temer por uno si se está atravesando momentos realmente difíciles y puede costarles más que a uno mismo hablar sobre el tema. No se debe temer a expresar una opinión, incluso si los padres o amigos tienen un punto de vista distinto. Formular preguntas y escuchar respuestas. Integrarse a la comunidad, ya sea como parte de un grupo de la iglesia o de un grupo de colegio. 2. Tomar un Respiro: cuando algo malo sucede en la vida, es estrés de lo que se

esta atravesando puede agudizar las tensiones cotidianas. Las emociones pueden de por sí estar alteradas debido a las hormonas y los cambios físicos. La incertidumbre durante una tragedia o trauma puede hacer que estos cambios parezcan más extremos. 3. Crear una zona de tranquilidad: hacer un el dormitorio o en el hogar una

“zona de tranquilidad”. Esto no significa que nadie pueda entrar sino que el hogar debe ser un refugio libre de estrés y ansiedad. Sin embargo, hay que entender que los padres y hermanos pueden tener sus propias tensiones si algo grave acaba de suceder en nuestras vidas y puede que deseen compartir con uno más de lo habitual. 4. Seguir las Rutinas que Tenemos Fijadas : pasar tiempo en el colegio o la

universidad significa tener más opciones; por lo tanto, dejemos que el hogar sea nuestra constante. En periodos de mucho estrés, planifiquemos una rutina y cumplámosla. Podemos estar haciendo toda clase de cosas nuevas, sin olvidar las rutinas que nos hacen sentir bien, ya sea las cosas que hacemos antes de clases,


salir a almorzar o sostener una conversación telefónica con un amigo por las noches. 5. Cuidarse: Asegurarse de cuidarnos física, mental y espiritualmente. También

asegurarnos de dormir bien. Si no lo hacemos puedes estar malhumorado y nervioso en un momento en que necesitas estar animado. Muchas cosassuceden a nuestro alrededor y va a resultar difícil enfrentarlas si estamos con sueño. 6. Tomar el control: incluso en medio de la tragedia, se puede avanzar hacia las

metas dando un paso pequeño a la vez. Durante un momento realmente difícil, es posible que nada más que levantarse para ir a clasessea todo lo que puedas hacer, pero aún lograr esto puede ayudar. Los malos momentos nos hacen sentir fuera de control, recupera parte de esecontrol tomando una acción decisiva. 7. Expresarse: la tragedia puede provocar una serie de emociones conflictivas,

pero a veces, es simplemente muy difícil hablar con alguien sobre lo que sientes. Si hablar no funciona, haz algo más para captar las emociones como comenzar a escribir un diario o recurrir al arte como medio de expresión. 8. Ayudar a otros: nada libera más la mente de los problemas que resolver los

problemas de otros. Procuremos ofrecer nuestros servicios como voluntario en nuestra comunidad o en nuestra escuela,. 9. Poner las cosas en perspectiva: lo mismo que a nosotros nos estresa puede

ser de lo que todos están hablando ahora; pero a la larga las cosas cambian y los malos momentos terminan. Si nos preocupa pensar si estamos preparados para superarlo, recordemos un momento en q hayamos enfrentados nuestros temores, ya sea cuando invitaste a salir a alguien o solicitaste trabajo. Aprender algunas técnicas de relajación, ya sea pensar en una canción en especial durante los momentos de estrés o respirar profundamente para calmarte. Piensa en las cosas importantes que han seguido igual, aun cuando el mundo externo este cambiando. Cuando hablemos sobre malos momentos, asegurémonos de hablar también de los buenos momentos. 10. Desconectarse: deseamos estar informados, se puede tener una tarea que

requiera de ver una noticia. No obstante, las noticias algunas veces con su enfoque en el aspecto sensacionalista, pueden añadir la sensación de que nada va bien. Intentar limitar la cantidad de noticias que se ve, ya sea en televisión, diarios o revistas, internet. Ver un reportaje noticioso una vez nos informa; pero verlo repetidamente sólo genera más estrés y no aporta ningún otro conocimiento.


Conclusión Podemos aprender la Resiliencia, sin embargo, el solo hecho de aprenderla no significa que no nos sentiremos estresados ni ansiosos en algún momento de nuestras vidas. Puede haber momentos en los que no estemos felices, y eso esta bien. La Resiliencia es un camino y cada persona debe tomarse su propio tiempo para recorrerlo. Podemos beneficiarnos con algunos consejos anteriores para desarrollar la Resiliencia, mientras que algún amigo o familiar puede beneficiarse con otros. La Resiliencia que aprendemos durante muy malos momentos nos será útil incluso una vez que éstos se hayan terminado y es bueno contar con esta capacidad en todo momento. La Resiliencia puede ayudarnos a ser una persona que sea capaz de sobreponerse a las adversidadesde la vida.


Bibliografía

Stefan Vanistendael, la felicidad es posible: despertar en niños maltratados la confianza en sí mismos: construir la Resiliencia (2002), Editorial Gedisa

Rojas Ma rcos Luis: Supera r la Adversidad: El Poder de la Resiliencia (2010), Editorial Espasa-Calpe

Suarez Ojeda Elbio Néstor: Resiliencia y subjetividad: los ciclos de la vida (2005), editorial Paidós Ibérica.

Manual de la Resiliencia

Linkografía http://www.psicologia-positiva.com/resiliencia.html http://www.educarchile.cl



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