CAMBIOS DE TIEMPO TIEMPO DE CAMBIO

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Tiempo de cambios

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CAMBIOS DE TIEMPO TIEMPO DE CAMBIOS A Pérez de Bustamante

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DEDICATORIA No es lo mío dedicar, seguro que sin querer hay alguien que no pongo y había pensado hacerlo, cuando lo relea no tendrá solución; pues a ellos en primer lugar, pero NO, no es cierto, sois los segundos. En primer lugar y lo sabéis, es para vosotros dos Sara y Jorge que desde el Cielo sonreís al verme contar y decir y ser testigos de lo que vivimos. Sabéis que no es lo mío perdonar, pero os perdono por haberos ido. Para EncarnaciónDC, GRACIAS de Corazón por Estar, Escuchar, Percibir, Valorar, Interpretar… en suma por tu Ayuda Profesional, Honesta y Eficaz. Me conoces y sabes que digo la Verdad, eres alguien excepcional y si la Vida no nos hubiera puesto en lugares tan distintos intentaría…sí… lo intentaría. ,

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Para ti Andrés por tu Paciencia, Ánimos y por ser como eres, entre otras cosas, Profesor y Amigo… y por tu aporte sobre la Alquimia de los DAIQUIRIS, y también para Amalia , Rosalía y ALKA Mujer Morena, Joven y Fuerte de pelo rizado, que estuvimos como Alumnos tuyos. Para Victoria porque pase lo que pase: lo que está pasando, no

alterará nuestro

Cariño

y

seguiremos en contacto, a tu Familia siempre la consideraré hagan lo que hagan, aunque no entienda nada. Para ti Zoraida, que pacientemente me escuchas y encima me enseñas a sobrellevar los desgastes propios de mi Edad: Huesos, Músculos Alma… No diré Nada de tus Ojos Esmeralda… Para ALMU, Lectora y Gran Maestra de la Cocina con cuyos platos disfruto y me ahorra tiempo para mis cosas, por tu Simpatía tan Natural… Para vosotros Juan Carlos y Luli, Galo y Aurora, Juanito y Rebeca, Joseph y Marga, 5


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Celia y Joaquín, Rafa y María Ángeles… que casi nunca leéis, aún no es tarde para empezar y me encantaría ser el Culpable de ello. A mis Amoritas Toñi y Mercedes. Lali y Ana, desde luego a Julita, Carolina… A mis Compañeros-as del H.U.L.P. por los Años que hemos estado juntos, en las Malas y las Peores. ¡Menos mal que hubo más Buenas y Mejores! pasó de Todo: TIEMPO DE

En Tanto CAMBIOS

(Muerte

Democracia…Jefatura

de

F.Franco, de

Servicio,

Transición, Dirección

Médica…) y cómo no CAMBIOS DE TIEMPO… Y para JoséMigelcl, Pepón, Fernando, P.Mor, JuanP, Alfredo, Joaquín, Pedro, Rubén, Alberto, A.Olveir… Paloma, Carmelac, Mariangeles, Pilarc, Chelo, Mariló, Eva, Aurora, Sonia, Silvia, Marta, Eli, Marta, Mariana, Lucía, Gloria, Nerea, Rocío…

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Cristina, Carmen, Amelia, Mar, Isabel, Maríacmj, Ornella, Yoli, Eva, Roberto, Jesússc, Joaquínt… Julia, Charo, Rosa, Nieves, Sonia … Sonsoles, Elena, Pilar, Fina,,, PilarZ… Sonia, Katy, Loles, VanesaM, VanesaS, Irene, Bego, BeatrizJ, Ana, BeatrizF, Luis… MartaORL SegismundoUR… Violeta, Gloria… Para quienes apostaron por irse y eligieron el , a un nuevo Hospital, con la Pena de Muchos, desde luego la mía, Todas-os

os

llevasteis parte de mí y me encantó. Carmen, Mónica, Noemí, Cecilia, Eli, Marta… Ramón, Máximo, Carlos, Raúl, Jorge…

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Y mención Especial a JoséCES Para la Super más Super de todas, Pilar sé que no te va a importar que diga que, alguien lo fue más que tú: Nuestra MegaSuperEnfermera Aguedita. Imparable va y Dios lo quiera a por los Cien años de Caminar en este Mundo nada fácil y que compartí

tantas

enseñanzas,

recuerdos

desde

Estudiante y que vino a la Cena de mi despedida nadie lo sabía excepto, JoséMiguelcl que orgulloso la prendía del brazo. —Qué tengas, sé que la tienes, la Sensación Honda y Féliz de habernos ayudado por tu ánimo de enseñar ¡Porque SÍ! A tantos de nosotros— dije. —¿Cómo no iba a venir? ¡Por favor! —y emocionada me diste un gran Abrazo y los besos de rigor.

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Para mis Amigas Virtuales, Úrsula Mujer Enamorada de alguien que no soy yo, cosa que no nos importa a ninguno y estamos tan felices los dos por ello, Poetisa, Guapa y Cómplice en tantas cosas, por la Confianza que me das…por todo lo que nos hace Sonreír y Pensar un poco… sin más y sin nada menos. AlbaPsique…, Mujer Joven que en la distancia me anima (te lo digo) con Tus Publicaciones, Trasfondos Bellísimos, Citas, Proverbios de Lugares,

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Épocas distintas que me hacen tanto bien… que lo imaginabas… ahora lo sabes… BeatrizGPsic por tu Energía y Confianza que despliegas en tus Vídeos, por tu Sonrisa tan bonita y Pelo Caracoleado en tu imagen de Perfil, Mujer Joven no te desfondes, tienes mucho TIEMPO y sin ser Profeta te auguro un Futuro brillante ya verás. AnnaG

Mujer

en Plenitud Profesional,

Emprendedora Infatigable ¡Cuídate! Pionera en Inteligencia Emocional para Sanitarios ¡Ojalá te hubiera conocido 35 años atrás! No cejes en tu Noble Empeño, por muchos empujones, zancadillas y ““Multi sandeces”” que pongan en tu Camino… Es Increíble que la Sanidad Pública no valla tras de Tí…Estoy seguro que alguna Facultad de Medicina, en no mucho TIEMPO, te llamará ante la muy posible Nueva Asignatura a Estudiar… a la que debes poner Nombre… Porque eres la Precursora… ¡Vamos Continua! ¡Ánimo! ANNAG

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Eve…s

Mendoza,

Argentina

recién

incorporada a mi Vida en las Redes Sociales, Escritora, Editora, que me provoca un Soplo de Frescura en esta etapa en la que camino ahora…que voy tras El Mundo de Fairiel y te digo que lo conseguiré,

tengo

infiltrados

en

Chaco,

concretamente en Resistencia, aunque quede lejos de dónde tu vives, Para otras Amigas Virtuales recientes. Est…a.lc por tus Publicaciones tan Frescas, Inteligentes y variadas, por traerme Recuerdos de hace TIEMPO (sin saberlo tú) que contribuyeron a que yo sea lo qué y como soy ahora… porque la mayoría de tu Música la comparto. Gracias de corazón. Mariange…Ros Viajera infatigable que me deleita con sus fotos, comentarios… Valencia… cuantas coincidencias agradables.

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Nazareth8 por tus frases de Impacto que reflejan una enorme sensibilidad… ¡Qué estés Bien! Aunque te cuente y no me contestas. Rosi…ck por tus Composiciones tan Geniales que Enamoran, que las veo una vez y otra encontrando siempre un nuevo detalle que me fascina, por los retazos de Escritores de siempre que me hacen Pensar y Sonreír. Gracias por los ánimos que me das desde tan lejos. LaraJur…ar

Brillante

Poetisa

Joven,

Escritora y muy Guapa con Futuro más que prometedor… por aquella Coincidencia ¿Irrepetible? que nos ocurrió. Para Blanca…8, Mujer que se llama como mi hija y tendrá, no más de dos años que ella y que apareció, en la primera andanada de este Relato, sin yo saber por qué, poniendo clic en me gusta. Para aquella Mujer Virtual, que fue Real un aciago día y desapareció y no pude hacer nada por evitarlo, aunque lo intenté.

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Para aquella Mujer Virtual que no fue Real por muy poco y desapareció... Y

para

ti

también

Misteriosa

Mujer

Virtual… Y vamos a ver: Para vosotros, Toni Arteche desde dónde estés y si no quieres volver, iré a verte, soy de los pocos que sé dónde estás, tenemos pendientes algunas Historias para Publicar, cosas inacabadas, entre otras, una Partida de Ajedrez, de la que por cierto voy ganando y nadie se lo cree: ¡No me dejes por mentiroso! Diego de la Fuente mi más que Amigo, tan Inherente a mis HISTORIAS y yo a las suyas, y a nuestro, Alter Ego Jesús Mª Martín Plaza. Y desde luego, para vosotros dos, lo más importante que sucedió en mí Vida y sucederá, Blanca y Diego, Sangre de mi Sangre, y todo por esa Mujer que llegó desde Tierra de conquistadores Insultantemente Joven, Guapa, Alegría desbordante y de la que me Enamoré … y que a pesar de los pesares… nos Separamos hace no mucho. 13


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ยกQue te vaya Bien! ยกTe deseo Lo Mejor!

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CAMBIOS DE TIEMPO TIEMPO DE CAMBIOS A Pérez de Bustamante

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UNO El taxi se retrasaba: no podía ser de otra manera. Sara estaba alarmada, inquieta, algo asustada, no dejaba de ir a un lado al otro, del otro al uno, de Izquierda a Derecha, una vez más y otra vez más, así todo el TIEMPO y vuelta a empezar por la larga y semicircular sala de recepción de aquel Hotel de lujo en La Perla del Caribe:

Cuba

La

Habana

33

años

después de la Revolución (D.R.) Me recordaba a un Animal enjaulado de cualquier Zoológico o a los Presos que vienen y van por el patio de la Cárcel o a los Internos de un Psiquiátrico que hacen lo mismo por el pasillo de la Planta de Hospitalización: Ida y Vuelta, Adelante y Atrás y CAMBIO otra vez Mientras el Tiempo, como siempre, tanto el Cronológico como el Meteorológico discurren de forma inexorable, siguen su marcha pase lo que esté 16


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pasando, cosas diferentes en lugares distintos, haciéndonos sentir que pasa tan rápido en los momentos felices y tan lento en los momentos duros, pero esto corresponde al Psicológico, propio de cada uno… Divagaba… …en la sala de recepción, dónde también estaba Jorge, el Focón Canadiense y muchos Turistas preocupados ante el inesperado CAMBIO TIEMPO

DE

que retrasaba la salida del Hotel al

Aeropuerto y de aquí… y ni vestigio de la mujer pelirroja a la que me hubiera encantado volver a ver. Comencé a recorda r… —¡Seis estrellas! Seis ¡Lo más! ¡No hay nada igual en el Mundo! — Decían

orgullosos

los

vecinos

de

las

inmediaciones, siempre en la entrada, sin pasar nunca la puerta, ni un paso más, en un intento de ganar algún dólar, ofreciendo a los que entrábamos,

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la gran mayoría allí alojados, puros habanos esquilmados al Estado momentos antes al grito de: —¡Cohiba, Partagas, Flor de Oliva, ¡Cohiba! ¡Los mejores! ¡Baratos! — decía alguno. O servicios de guía por la Ciudad, alquilar un auto, propuesta de excursión a las Montañas, o día de Playa con visitas a Cayos paradisiacos y comer la pesca conseguida en el Mar con ocurrentes artilugios… —Señor tengo una señorita bien guapa que se lo haría pasar muy bien— dijo otro, en voz más bien baja a fin de no ser oído por los demás… —¿Desde cuándo el Amor es una mercancía? — Respondí con cierto desdén y me pareció ver en su cara la tribulación, quizá fingida por lo que había dicho o por la risa de Sara que venía tras mí, que nos oyó. El Hotel, enclavado a unos doscientos metros del Malecón, rodeado de Edificios la mayoría de la Época Colonial, albergaban a ras de calle Oficinas

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Gubernamentales con variados pretextos, algunos ingeniosos y otros de actividades sociales, en todos llamaba la atención el número de Empleados por metro cuadrado, a todas luces excesivo. Los pisos superiores eran morada de Funcionarios adeptos al régimen o dóciles al mismo. Algunas fachadas tenían más que grietas, hendiduras en distintos niveles, a las que placas de metal o de madera clavadas trataban de evitar su progresión, sus colores inciertos, imposible adivinar los iniciales, con total seguridad desde que se construyeron, no habían recibido ninguna otra mano de pintura desde más de un siglo por lo menos. Otros de los Edificios estaban abandonados, en diferentes fases de deterioro, esperaban su eventual reparación ante las perspectivas del incipiente y firme turismo, delimitados por altas vallas unidas entre sí cubiertas por murales del Che Guevara y Fidel ambos con barba, como siempre ha sido, uno con su inconfundible boina (Txapela) que diría Tony Arteche, el otro con su sempiterno puro habano en la boca. 19


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Se entremezclaban con dibujos realizados por niños y niñas alusivos al Imperialismo: el tío Sam representado por un viejo cascarrabias de mirada torva con capirote cubierto por la bandera yanqui, gusanos (los contrarrevolucionarios eran llamados así) de diferentes colores y tamaños. Y frases alusivas a la Revolución como “Mantras” visuales repetitivos y machacones vinieran a cuento o no, en espacios a veces inverosímiles: <<El deber de todo revolucionario es hacer la Revolución>> <<Cuba no se rinde>> 20


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<<Dentro de la Revolución, todo. Contra la Revolución, nada>> <<Podrán morir las personas, las ideas no>>

Estos Edificios se alternan con conglomerados de barro y paja a modo de ladrillos: adobes. Unos al lado de otros y por encima de unos otros y por debajo de otros unos, así sucesivamente, emulando casas. Las más altas de dos pisos, algún estrecho balcón y muchas ventanas pequeñas. Ancianos con sombrero de paja y guayaberas de color claro

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tumbados en hamacas viendo pasar el tiempo y a los niĂąos jugar en la puerta de entrada delimitada, a modo de columnas por maceteros multicolores de los que cuelgan y se entrelazan hojas y flores:

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Más que casas, algunas viviendas son dignas Chabolas, habitadas por Gentes de sonrisa perenne, amables y educadas que viven en el umbral de la pobreza con restricciones básicas, más mal que bien, sobrellevadas gracias a cartillas de racionamiento que tienen casi todos, o al trueque o a trabajos no declarados y por lo tanto sin impuestos. El Estado se hace cargo de la Educación que es gratuita, la Sanidad también, excepto para los turistas. Desde el principio me impresionó la ausencia de mendicidad, y un tanto, el exceso de pícaros en sus calles.

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DOS

Un majestuoso bramido inicial al que siguieron sucesivos truenos casi pegados unos a otros como una mascletá superlativa: a lo bestia, me devolvió adonde nunca me había ido, donde estaba… …en mi favorito lugar de observación, la sala de recepción del Hotel, que descubrí la primera noche al poco de llegar, tras volver de dar un paseo por el Malecón con Sara y Jorge y que hicimos nuestro hasta la mañana que se terminaban aquellas vacaciones. Contribuyó de forma decisiva la pereza, al querer terminar los días de nuestra estancia con otro pelotazo de Ron Reserva Matusalén con rodajitas de limón y hielo en rocas, que así llaman aquí a los cubitos,

mientras

planificábamos

la

mañana

siguiente. Ahora estaba sobre cojines adaptados a un sillón, todo de mimbre, de amplios brazos y respaldo 24


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en forma de corazón que superaba al menos medio metro mi cabeza desde mi posición de sentado, siendo su armazón troncos de caña de azúcar, (tanta hay aquí…), convenientemente prensados, pulidos y pintados de color azul, blanco o rojo, había muchos en distintas posiciones y se podían trasladar por la sala donde uno quisiera. En la pared a mi derecha, al fondo, tiendas de Artesanía de la Isla, ascensores acristalados que desde la tercera planta permitían ver una lengüeta del mar y tiendas de Artesanía de África no en vano, ya que, Soldados y Médicos Cubanos se habían desplazado a Mozambique y Angola en un afán de extender la Revolución… Termina esta pared en una gran Piscina, ya en el interior, en la que se incrustan kioscos de techos de paja que hacen de bares y restaurantes, pudiendo beber y comer dentro o fuera del agua al estar divididos en mitades, los balcones de algunas habitaciones dan a la misma, rodeada de palmeras, césped, plantas de hojas muy grandes, hamacas,

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mesas bajas, sombrillas… y que llega a la pared izquierda. Allí

están

ubicadas

varias

mesas

de

Cubanacam, la Agencia Oficial de Turismo con participación española, tiendas en las que se venden puros que fabrican in situ hábiles manos de hombres o mujeres y tiendas de licores, Ron de varios tipos, sobre todo. Unos metros detrás de mí, un mostrador elíptico donde el personal ataviados de chaquetas rojas, camisas blancas y pantalones o faldas de color negro

atienden

a

los

huéspedes,

manejan

ordenadores parecidos a grandes televisiones o gesticulan sonriendo no se sabe a quién, mientras hablan por teléfono o entre ellos… Enfrente

justo

enfrente,

unas

enormes

cristaleras hacen de paredes del suelo al techo, permiten ver el exterior, pero ahora casi no se ve, es todo gris negruzco, el agua resbala en oleadas y el golpeteo de la misma en los cristales en ráfagas, a veces, no sólo es molesto sino preocupante.

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El neurótico caminar de Sara al que se unió Jorge durante unos pasos, muy pocos, pues de repente éste se detuvo sin que se diera cuenta ella, puso una rodilla en tierra hurgándose en sus mocasines como si tratara de atarse los cordones, ante el alucine del Focón Canadiense, al que tuve que parar los pies simplemente levantando un dedo, la noche anterior en la Discoteca, por las continuas insinuaciones a Sara que asistía perpleja y al mismo tiempo destornillándose de risa ante tal evento. Jorge se sentó a mi lado y dijo como para sí, pero para al mismo tiempo que yo lo oyera. —El mal humor de Sara es equiparable al tiempo de ahí fuera, <<como si no lo hubiéramos tenido en estos días>> ¡Estamos en El Caribe! Menos mal que no se ha enterado que me incorporaba a su lado— pero, si se había dado cuenta. Sara en su caminar se paró miró a un lado, asombrada al otro y se quedó atónita al ver a Jorge conmigo y se acercó a nosotros, reparé en un mulato que con la vista y boca abierta la perforaba, me reí: 27


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normal pensé, pantalón vaquero ultra corto que permitía ver sus atractivos surcos glúteos, top pelín arriba de su parrilla

costal y “El ombligo al

descubierto”, como el Título de una Novela de Tony Arteche, el Focón al verme la dejó de mirar… —¡Tío me has dejado hablando sola! ¿A qué juegas? — Se sentó a nuestro lado mirando a la puerta principal negando con su cabeza y cara de sorpresa. No daba crédito a lo que veía tras los cristales. —Vaya Tiempo— dijo. —Menos mal que ha sido el último día, perderemos el vuelo, tendríamos que estar ya en el aeropuerto. Estamos al límite de la hora. Es imposible que pueda venir el taxi— Y es que… <<lo que empezó como un día normal, se convirtió en un día de perros>>

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TRES

En muy breve periodo de TIEMPO, sin graduación, una Colosal nube en forma de galápago alado gigante ocultó los rayos del Sol y otras nubes por encima y por debajo del mismo, no sólo lo hicieron desaparecer si no que el CAMBIO Ambiental producido provocaba una cierta zozobra. El Cielo había sido cubierto por unos densos nubarrones casi negros. de volumen y formas versátiles, pero ya tendían al apelmazamiento. No se veía apenas casi nada. Una inmensa cortina de agua, en oleadas, empujada por viento en rachas, alguna muy fuerte, barría y arrastraba todo lo que se encontraba a su paso por la calle.

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Asustaba el golpeteo del agua en los cristales, un raudo caudal que en minutos se habĂ­a formado ante nuestras narices, amenazaba con colarse por debajo de la puerta de entrada del hotel, al menos una gran parte de su turbulenta agua y temĂ­amos que las enormes ramas de los ĂĄrboles cercanos sacudidas por el brutal viento se rompieran, como alguna lo hizo, salieran disparadas y provocasen un desastre mayor.

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Lluvia

torrencial

y

viento

huracanado,

competían al mismo tiempo entre sí y por separado, como si un poderoso ser invisible que estuviera entre las nubes escondido, los azuzara provocando un brutal combate para elegir al más fuerte sacando lo peor de cada uno. Era imposible salir del hotel y muy difícil que cualquier vehículo se atreviera a circular hasta que aquello calmara.

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CUATRO

—Sara no te vayas a dar más paseos de vienes y vas, de vas y vienes y vuelta a empezar ¡Estate tranquila! No podemos cambiar el tiempo ¿Por qué no te quedas con nosotros? Mira allí hay un sillón libre— La sacaba de quicio lo que estaba sucediendo tras los cristales, al fin se sentó, cruzó sus desnudas piernas y las estiró al poco colocando sus talones en el taburete que había traído Jorge. Con expresión dubitativa, pero más tranquila y cara más que de “póker” que, de cualquier otra cosa, dijo: —¿Habéis visto el Temporal? No podemos salir hasta ni se sabe cuándo ¿Cuándo será? – Me puse transcendente y solté al borde de la risa:

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—SÓLO DIOS LO SABE— cosa que no hizo gracia a ninguno de los dos y sin desanimarme continué. —Para no sólo pasar el TIEMPO y distraernos si no que sepáis mis desvelos, os haré partícipe de algo que he estado haciendo en algunas de mis Noches de Insomnio de estos días— Con cierta Teatralidad, que casi les hizo protestar, saqué del bolsillo interior de mi chaqueta el mini aparato de música. —He Escrito y Grabado en este artilugio con distintas variedades de Música de fondo, las Impresiones y algunas Emociones que he sentido con vosotros durante el viaje y ahí están, en primicia, claro es un adelanto que puede ser modificable, destruido incluso… yo que sé— me miraban expectantes Sara con el ceño fruncido Jorge con expectación. —¿Vamos a escuchar lo que has escrito en tu Cuaderno de Bitácora? Puedes hacer Copias y venderlas sin necesidad de leer con el tono de tu voz, o un Relato con Fotos escogidas ¡Que bueno! Ahora 33


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entiendo por qué muchas noches nos pedías nuestro casete si tenías el tuyo y habrás comprobado que nunca te preguntamos ¡Eh! — dijo Sara ya más tranquila. En la pequeña mesa frente a nosotros puse mi mochila de mano, revolví su interior y saqué varias casetes y dejé dos.

—Queda mucho por hacer. Hay que escuchar lo grabado, pasar a papel, escribir, leer, releer lo que está escrito de primera intención, seleccionar, ordenar, mezclar los párrafos con imaginación, separar el grano de la paja… poner Música de fondo, tengo pensado varios tipos, Alan Parson, Genesis, Jon and Vangelis, Jean Michel Jarre, Pink Floyd, King Crinson…, enlazar palabras y trances musicales y colocar de forma conveniente las fotos que tenemos y—(…)

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—Pero, no te enrolles hombre, empieza— dijo Jorge y me dio un golpecito en el hombro. —Pero es muy importante lo que he dicho y por tu actitud creo que no te enteras— ¿Cómo que no me entero? — y por la forma que lo percibí supe que entendía todo, aun así, dije. —¡Os aviso! Puede haber tensiones por lo que oigáis— arrugaron ambos su entrecejoTras

ponerme

los

auriculares

rebobiné,

adelanté, negué con la cabeza, saqué la cinta y la di la vuelta, no, no es esta, puse la otra, de nuevo lo mismo, adelante y atrás, al poco sonreí. —Para entrar en Tema lo inicio con algo del Focón Canadiense— apreté la tecla de inicio y entre la Música de Jean Michel Jarre OXIGENE sonó mi voz.

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CINCO

Trinidad. Ciudad fundada en 1.514. Playa Ancón 33 años D.R. (después de la Revolución) es la cuarta Noche de nuestro Viaje. Acabo de dejar a Sara camino de su habitación, en breve iniciará su sueño al lado de Jorge que se negó a entrar a la discoteca alegando cansancio, con la oreja pegada a mi puerta he oído cerrar la suya y me he quedado tranquilo, me he sentado mirando por la ventana el Cielo más oscuro que no recuerdo haber visto nunca, claro hay poca iluminación en la calle, sin atisbo de Luna, no sé por dónde saldrá, no me ha sido difícil localizar Venus, algunas estrellas titilantes, aparecen 36


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o lo contario o las tapan las nubes… me he dejado ir…a cosas que pasan. Me gusta hablar con Sara de lo que sea, incluso hablar por hablar.

Hay Personas con las que hablas y sientes que te entienden y cuando ellas te hablan sientes que las entiendes, es Mutuo y bidireccional. Nada mejor que hablar con alguien que te entiende. Cuando hablo con ella se establece una comunicación espontánea y fácil que tiendo a provocar, no solo porqué me hace sentirme bien, si no que me ayuda a reflexionar sobre mis cosas: mis Conflictos conmigo, con el Mundo., me ayuda a conocerme mejor… y di un salto en el TIEMPO. me siento idiota… ¡Ah la mujer pelirroja! De hace un rato… comencé 37


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a recordar… hasta llegar de nuevo a ella, tras varias imágenes en mi recuerdo… Pagué con un billete de veinte dólares cuatro golpecitos de Ron añejo, hielo en rocas, así llaman aquí a los cubitos y unas gotas de limón de estos del Caribe; me han devuelto seis billetes de un peso cubano advirtiéndonos de la equivalencia de monedas, Sara los ha cogido y ha volteado uno entre sus finos dedos y riéndose ha dicho: ¡Huibá! Si parecen billetitos del palé.

Me encanta oír y ver la sonrisa espontánea de Sara cuando algo la sorprende, me provoca mucha ternura ¡Menos mal!… —Jajaja ¿Sólo ternura? — dijo Sara —Calla— y Jorge movió su mano.

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—La ternura no es peligrosa— contesté, tan a bote pronto que casi se entrecruzó con ¡Calla! Su respuesta fue inmediata. —Hablaremos del tema, no estoy de acuerdo, rebobina y sube el volumen no oigo bien— y negué con la cabeza, el magnetófono seguía su curso, Sara no insistió, un gesto de contrariedad surgió en su cara que enseguida cedió.

…me pregunto y acerco a mis labios al vaso, el fresco sabor agridulce del pelotazo se expande en mi boca y me hace volver al entorno donde estamos, una discoteca de hotel abierta a la playa. —¿Qué

te

has

preguntado?

Calla

no

rebobinará— dijo ella y al momento él y la casete continuaba su paso.

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En esto estaba y se acerca a nosotros un focón Canadiense en el que los efluvios alcohólicos acumulados no se podían ocultar, pues una hora antes le vi hacer el ganso en competencia con otros, nos ofrece dos copas de Champagne y con el tartamudeo propio del que está ebrio trata de incorporarnos a su fiesta. Entre risas forzadas mías y naturales de Sara declinamos su oferta, insistió, nos volvimos a negar, le miré con mala cara extendiendo mi brazo y apuntándole con el dedo, al instante dos personas lo cogieron de ambos brazos y se lo llevaron entre protestas del susodicho, y una mujer pelirroja muy guapa que iba con ellos, con la que había intercambiado palabras y gestos al haber coincidido a la salida del hotel un rato antes, nos pidió disculpas en Francés y me taladró con su sonrisa, me impactó como no recordaba, como casi nadie lo hace y me quedé sin Palabras que me hubieran permitido iniciar cualquier conversación, o yo que sé…se fue con paso quedo…Y Yo no hice nada por evitarlo ¡no dije nada!

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Lo que tenía que haber dicho se quedó en mi garganta. De forma aguda percibí que una vez más como tantas otras había metido la pata, había perdido una oportunidad quizá de oro, se notó tanto mi turbación que Sara me tiró del brazo y me dijo: —¿Se puede saber dónde estás? — —¿No lo ves? Contigo — Mentí, y me lo notó. Al poco nos fuimos. Ni rastro de la mujer pelirroja.

Me dejó en la puerta de mi habitación, me miraba como indagando me abrazó como cuando te despides por tiempo largo y dijo: —¿Qué te ocurre? ¿De nuevo lo que nunca hablas? ¿tu Naufragio?— hice mi abrazo más fuerte, nos separamos un poco, la besé en su mejilla y mirándonos a los ojos solté como tirando lastre: 41


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El naufragio lo siento cada vez más lejos…No te lo vas a creer, me lo ha dicho sin palabras la mujer pelirroja y estallamos en risas. Tendríamos que haber ido a su Fiesta ¡Ah! Mi enfermiza manía de proteger a Sara… la última sensación del día aún la recuerdo, quizá fuera de las últimas veces que haría el idiota y una oleada de esperanza a la altura del estómago recorrió mi interior hasta mi garganta, todavía naufragaba, pero sentí que podía salvarme, mejor aún ¡Estaba salvado! no sólo por aquel “detalle” si no por el conjunto de cosas que percibía, desde hacía muy poco tiempo, que cristalizaban de forma difusa yendo imparables a la claridad.

Rocío, que conocí en Lanzarote al menos diez años antes junto a su compañero tan delicado de salud, con los que congenié de forma aguda en el hospital al que fui a trabajar, del que me despedí a la semana sin 42


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anunciarlo por los muy graves desacuerdos, alguno se incrustaba en el delito con el Jefe de Servicio de allí, un Dr. Del Nido a lo Súpermega H.P. Mucho Más todavía, pero que mucho más aún, mucho más: SúperMEGA“MazoCABR”N Cuando poco antes me birlaron aquella plaza en Madrid que puso mi vida y la de maite patas arriba, cuando a pesar de todo y de unos cuantos, Yo era feliz y fuerte…

Y ahora que veo todo en conjunto sé, en aquel entonces no, que el peor jefe de todos, el execrable de los todos, estaba por venir, aupado por burócratas médicos: pelotas profesionales de políticos Corruptos la mayoría, como el tiempo demostró, que no salían de sus despachos hediondos desde dónde organizaban sus Cambios caprichosos tendentes a hipertrofiar sus egos dar el pego y mantenerse en el puesto… ayudar a poner la chaqueta al gerente… con palabras ocurrentes, pero no es el momento de desarrollar esto…¡ya habrá momentos para ello!... 43


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Rocío que dejó las Islas Canarias pues su compañero se fue al cielo y me dio noticias un año después de trasladarse a Madrid… Y todo fue distinto en el reencuentro, al poco éramos Amantes, conocimos Fuerteventura sus Playas, dunas y Gente Encantadora. y quien iba a venir conmigo a Cuba y no se vino en el último momento al preferir ser Médico de un Crucero que partía a las Islas Griegas. Y a quien no hacía ninguna Gracia convivir sus vacaciones con Sara.

tardé en dormir, pues pensaba en Rocío y no me podía quitar de la cabeza aquella mujer pelirroja, con ojos más azules que el Cielo que, con toda seguridad nunca volvería a encontrarme y así me llegó el sueño. —¡Bueno, Bueno y Bueno! Vaya la cantidad de cosas que he conocido en un momento y yo sin saber

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casi nada de todo— se puso la mano sobre su boca y se dirigió a Jorge. —No me cae bien Rocío, es muy seca conmigo me mira como con desconfianza, encima la otra noche me quería dar celos ¡Contigo!… y todo porque la sienta bien mal el buen rollo que tengo…— y me señaló con su mano y sin dar tiempo a nada continuó. —Sí, a tu amigo le fascinan las pelirrojas, si tienen pequitas en los pómulos y pelo corto asimétrico en el cuello su interés crece, con ojos azules como el Cielo entonces mejor y si lleva un vestido entallado un palmo por encima de las rodillas, entonces puede levitar, seguro que lo harías… La verdad es que me quedé boquiabierta cuando todo serio dijiste: <<Si esa mujer con esa sonrisa me pidiera cualquier cosa, incluso algo imposible, ten la seguridad que se lo daría>>… se lo daría…— dijo con retintín, imitándome y siguió en tono ocurrente. —¿Cómo vas a dar un Imposible? Si puedes darlo, es que es posible— 45


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—La Metáfora no es lo tuyo— respondí. —A ver si te enteras. Lo Imposible es que vuelva a tener la Posibilidad de encontrarla de nuevo — La carcajada de Jorge hizo que los de nuestro alrededor nos miraran con curiosidad y algunos se unieron a nuestra risa al decir yo con cierto escándalo: —¡Sara! Alta traición, era un Secreto entre los dos— manifesté con fingido enojo. Nada mejor que la risa para sentirse como nuevo, compartirla con complicidad sin llegar al exceso que anula la veracidad de lo que se dice o que se cuenta, dije a mis adentros: Algo Naciente en mi Interior se abre paso en altibajos.

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Cambios de tiempo

<<Cambios de Tiempo Tiempo de Cambios>>

O lo que es parecido, que no igual.

<<tiEMPOS DE CAMBIO Cambio de Tiempos>>

SALTO HACIA EL CAMBIO 47


Tiempo de cambios

— ¿No te habrá sentado mal mi comentario? ¡Por favor continua! — dijeron una y otro, mientras tanto yo sonreía de forma enigmática y pensaba. Apagué el aparato del que saqué la cinta.

Y alegué ir al servicio, luego pediría algo en la barra, tenía que estar solo un rato y oírme ante la difusión imprevista de las Cintas… Y ninguno de los dos sabría, nunca lo supieron, que lo que continuaba en la cinta, la Música de fondo se había acabado, eran Sensaciones convertidas en palabras que tenía que verbalizar primero sólo para mí, para poder contarlas a quién quisiera después seguro que, a Sara, no sé si a Jorge y eso que cada día que pasaba me caía mejor… Ojalá se pudiera pasar del Dolor a la Alegría en

cuestión de segundos o minutos, no más de una hora:

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Cambios de tiempo

por decir un período de TIEMPO

cronológico

máximo para el CAMBIO de Ánimo… Como pasa el TIEMPO meteorológico en estos

parajes, del radiante Sol a la Penumbra anunciadora de Trombas Violentas de Agua, Viento Huracanado que

desplaza,

disuelve,

aniquila

las

Nubes:

CAMBIOS DE TIEMPO así debería pasar con el Dolor. Reflexiones Nacientes muy íntimas sobre el Naufragio que cada vez quedaba más lejos, sobre sus causas, tomar conciencia de una afectividad, a veces, intolerable, de mis ansias de

Cambios,

necesarios, inaplazables, pero cada uno necesita su propio

TIEMPO

SER

para comunicarse más allá de las palabras,

para

CRECER, MADURAR

Sentir Ternura, acorde a uno o añadida a Deseo de otro: Enamoramiento que si es mutuo explota la Pasión, mimos, besos, caricias, descubrimiento mutuo del cuerpo que, se hace uno, siendo dos: Placer Terrenal más absoluto.

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Tiempo de cambios

Con Sara no me podía dejar ir… y viceversa… Si uno de los dos se sentía débil, vulnerable y propicio a más que ternura el otro hacía de contrapeso, de Péndulo a veces lo pasábamos mal pero nunca pasamos a mayores…aunque en alguna ocasión estuvimos en el límite... Ambos teníamos Amistad en grado sumo, Ternura sin añoranza, única forma de no dejar sitio a la lujuria que a veces me provocaba, casi siempre sin querer, otras por puro vacile… yo me repetía y repetía, con Brevedad de

HAIKU:

Control,

Compórtate, Control… No se puede entrar en la Vida de nadie rompiendo una Relación y más aún si el otro es tu amigo… Tensión (T.S.N.R.)

Sexual

No

Resuelta

que nos dijo Jorge que había

entre Sara y Yo en el viaje a Creta del verano anterior , cuando visitamos el lugar del Minotauro, donde dijo medio en broma medio en serio, que nos dejaría allí dentro si 50


Cambios de tiempo

algún día se enterara… aquello consistía en introducir en un laberinto a los culpables y soltar al susodicho, era Muerte segura ... Yo protesté y Sara también y en el fondo

me

fastid ió

¡Contradicción!...

¿O

no?... lo rumiaría más Tarde. teorizando sobre las Relaciones humanas. -Relación controlada

RECIPROCA

Sensual

(R.R.S.C.)- me atreví a

decir y me cortó de raíz —¡Qué Listo! No te ofendas, pero no me negarás que pudiera ser el camino a una

Relación

Sexual Total (R.S.T)— esta vez fui yo quien lo corté en seco, no le deje seguir ante el gesto boquiabierto de Sara. —¿Acaso crees Jorge que soy partidario de esa corriente

“””Neo

Libertizoide”””

del

llamado

Poliamor? Para algunos es Sexo, duro y puro, por y para sexo, promiscuidad en suma ¡Yo no lo quiero!

51


Tiempo de cambios

—Yo tampoco— —¿Poli que?... Sois muy rebuscados — zanjó Sara.

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Cambios de tiempo

SEIS

Puse otra cinta, JON AND VANGELIS de fondo, Private Collection “Horizon” se oían ruidos diversos, mi voz tardaba y al poco se oyó

…acabamos de llegar al Hotel y lo primero que he hecho ha sido beber una botella de Agua Mineral diluyente, vehiculé con ella dos cápsulas de Vitaminas del grupo B, aunque me alerticen, es lo que quiero y con cierta ansiedad me metí en la ducha. Empecé con agua templada y al momento fui a la más fría un rato largo, pero en El Caribe no hay agua fría y como tantas veces me entró la mala conciencia, debo controlar los pelotazos, pero claro, Floridita bien merece un exceso, incluso varios.

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Tiempo de cambios

Hemos estado en Floridita, la Cuna del Daiquiri. Llegar hasta allí no nos costó ningún esfuerzo, anochecía, nos subimos en “Criollín”, es el nombre que hemos puesto a nuestro coche en La Habana, sorteamos innumerables ciclistas que sin luces circulan a su ritmo, muy lento. tras atravesar dos o tres calles nos encontramos con la V Avenida, íbamos bien, pasamos un túnel que lleva su Nombre y al momento estábamos en el Malecón, las olas se elevaban y golpeaban el paseo marítimo, nubes muy grises amenazantes se dirigían adónde estábamos, giramos a la izquierda, me hicieron dudar aunque no hice caso, un enorme cartel del Che Guevara nos miraba y al poco un gran rótulo multicolor en una esquina: FLORIDITA.

Aparcamos el coche, un sonriente empleado con pantalón blanco, camisa del mismo color, lacito rojo en el cuello y chaqueta roja nos introdujo en el local, 54


Cambios de tiempo

una inmensa cortina de agua precedió nuestra entrada. Nada más entrar a la izquierda, al inicio de la barra que tiene forma de ele, un busto en bronce de Hemingway observa Impertérrito con mirada suficiente a los que entran: sólo turistas. El camarero con el que nos topamos de forma amable nos saludó: —¡Ah! Son de la Madre Patria—…ni había terminado de hablar y Jorge le cortó: —Bueno eso de la Madre Patria era antes, ahora todos somos hermanos— nos reímos todos a dos metros a la redonda y nos ofrecieron Daiquiri en vasos enanos lo engullimos y protestamos por la escasez, nos trajeron los de verdad y en un ambiente super agradable probamos con verdadero placer, sin restricciones, los auténticos, a los que siguieron otros y tras ellos otros más. yo sentado en un taburete muy cómodo ¡Tenía dos niveles para poner los pies!, Sara me hizo una foto apoyado en la barra con un 55


Tiempo de cambios

daiquiri en la mano, sentí la mirada de Hemingway en mi cogote: me mosqueé.

Y al poco me reí y mi risa sonó más fuerte al saber que nadie sabía, ni siquiera Sara ni Jorge, porqué me reía. Me sorprendió la cantidad de empleados por metro cuadrado frente a las posibilidades reales del lugar. Cuando haga una película, que la haré, contrataré alguno de ellos, de alguna 56


Cambios de tiempo

manera me recordaron a personajes del gran Fellini. tal que un hombre blanco ataviado con un uniforme idéntico al de la entrada, más bien gordo, con gafas de concha y pelo engominado cuyo flequillo había adherido a su frente en forma de pegote, charlaba animadamente con otro compañero de barra, provisto de un gran tupé negro en cuyo parietal izquierdo una gran zona canosa te hacía recordar a los luceros.

Éste miraba con deleite y animaba a un enorme negro con gafas ahumadas que movía la coctelera al ritmo de un trío compuesto por dos guitarras y un percusionista armado de maracas, ojos estrábicos y voz de barítono, que cantaba y no del todo mal canciones de por aquí. lo elemental por el ambiente y por el conjunto de todo, entre otras cosas por la Tempestad de las afueras, viento huracanado, lluvia tempestuosa y violenta, y

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Tiempo de cambios

por sentido común decidimos quedarnos a cenar… cosa que hicimos. Sara encantada de la vida nos propuso inmortalizarnos a nosotros dos y no nos hicimos de rogar, pero tuvo que repetir la foto al cruzarse el focón Canadiense, esta vez sin la pelirroja que turbó mi sueño la noche anterior. ¡Jo! ¿Dónde estaría? Y de nuevo me sentí idiota al no preguntarle. ¿?

¡Ah los Daiquiris!

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Cambios de tiempo

Lo peor de todo es que Sara se dirigió a Él y le pidió que nos hiciera una foto a los tres, cosa que hizo guiñando un ojo que nos hizo reír, pues sin pedir permiso se introdujo tras la barra ante el asombro de todos y disparó. supe que lo había hecho mal pues se movió, pero plasmaría algo del momento en el que Jorge con labios abiertos y dientes cerrados le decía desde la distancia capullo y nos hizo sacar una de nuestras mejores risas a Sara y a mí.

Y no le pregunté ¿dónde está la Mujer Pelirroja? Quien

te

puñetazo en la dicho.

salvó

de

un

nariz. Le hubiera

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Tiempo de cambios

Claro, faltaba la foto de ellos dos felices y no quise evitar la cara de juan carlos el camarero del rincĂłn, que con gesto severo no quitaba la vista del focĂłn tras su hazaĂąa, Heminguey de forma altiva miraba hacia otro lado.

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Cambios de tiempo

Otro Personaje oculto hasta entonces, apareció en escena tras una cortina con la máscara de la simpatía. Era el Capitán, así llaman aquí a los maîtres y nos condujo al piso de arriba, un salón de techo muy alto salpicado por enormes y vetustas lámparas de araña algún que otro foco y apliques de pared, algunos en globo, sillas barrocas rodean mesas de blanco mantel perfectamente equipadas y nos señaló una.

Apenas nos habíamos sentado y otros tres empleados nos colocaron enfrente de cada uno sendos Daiquiris dobles invitación de la casa a los que, desde luego, no nos negamos. aconsejados por el capitán elegimos la comida y Jorge pidió la carta de vinos que le fue entregada con diligencia, tras mirarla detenidamente escogió disculpándose uno de los mejores, un rioja reserva del 86 al módico precio de cien dólares U.S.A. Todo serio nos dijo:

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Tiempo de cambios

—Sabéis que me gusta cenar con vino— Sara y yo le bronqueamos y amenazamos con separación de bienes del fondo común. —Los vicios los paga cada uno— dijimos riéndonos y cenamos poco y lo peor mal, platos gigantescos, raciones homeopáticas a precios desorbitados y “dedalitos” de café con azúcar marrón.

Y de nuevo a la barra, al rinconcito elegido cerca de Hemingwey que sonreía entre sus barbas, como diciendo sin 62


Cambios de tiempo

palabras: Os vais a enterar del palo que os van dar cuando pidáis la cuenta, Jorge continuó con daiquiri, Yo me pasé al agua diluyente y Sara de vez en cuando bebía de mi copa, desapareció un momento y de nuevo la descubrimos tirándonos otra foto.

Dieron las cuatro, el cansancio y los Daiquiris nos acercaban inexorablemente al sueño, pedimos la cuenta que con expectación esperamos como no podía ser de otra manera y así fue, Sara cogió la factura, por la cara que puso y no movió ningún 63


Tiempo de cambios

músculo, intuimos que era desorbitada, aunque esperada, no por ello dejo de ser imponente, aquella suma no se podía pagar con dinero so pena de casi agotarlo al tercer día de nuestra estancia y en Cuba no hay Dólares: los quieren, tuvimos que acudir haciéndonos los remolones, a las tarjetas de plástico, ninguno quería hacerlo. Quedó claro que habría un segundo fondo común, el de las tarjetas de crédito. Ninguno pusimos objeción alguna y me gustó. Sara no había traído nada, yo presenté la American Exprés que fue rechazada sin disimulo alegando su origen Yanqui, no valió mi puntualización que era de Inglaterra.

—Señor, del mundo Anglosajón no aceptamos nada. Nosotros Solo aceptamos Tarjeta Visa— y ahí estaba Jorge que se espabiló ante lo que estaba ocurriendo, colocó su Visa encima de unos ordenados 64


Cambios de tiempo

papelitos que desgranaban la factura y mientras se cubrían los preparativos para su firma y Sara repasaba la misma, intenté que me explicaran el modo de volver al hotel. —Va a ser algo complicado por el Temporal, No vayan por el Malecón y no se acerquen a la carretera cerca del Mar, podrían ser arrastrados a la vuelta de alguna ola, Lo mejor Sería que dejaran el coche donde lo tienen, mañana lo recogen, yo les regreso al hotel ahora sin problema— dijo el Capitán al traer la factura.

No tuvo que insistir, aceptamos de inmediato, coloqué separados tres billetes de Diez dólares (un taxi tardaría más y nos costaría más caro) y señalando al Capitán, a los empleados ya sin uniforme, entre sonrisas, saludos y risas salimos al viento y a la lluvia. Y el Capitán nos recogió a la puerta de Floridita que nos despidió como cuando vinimos, con trombas de agua, aguaceros 65


Tiempo de cambios

que llaman por aquí y entramos en su coche, un viejo Lada relativamente nuevo, frente a los otros coches de la antigua época que todavía circulan por el País, parecen sacados de algún Museo, algunos son espectaculares, bellísimos. Al fin estábamos en el hotel más bien ebrios, unos menos que otros, los tres cansados y lo peor de todo con hambre. Desdeñé un canuto que me ofrecieron, lo rechacé de pleno, a veces exacerba el apetito y no tenía sentido provocar tal evento, así que me fui a mi habitación y busqué un Zolpiden del que me tomé la mitad y no recuerdo más que… el estridente timbre del teléfono y unos golpes en mi puerta con dificultad me espabilaron… Estuporoso abrí y vi a sara con un Super-mini-camisón. De golpe me desperté ¡Dios Que haces así¡ Pensé y asombrado la oí decir. —y luego dices que tardas en dormirte…ja ja ja ¿Nos puedes dar algo para dormir? -

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Cambios de tiempo

Y se lo di y me dio un beso y me había desvelado… y al poco me tomé el otro medio comprimido y al rato me dormí. Jorge hizo ademan de intervenir Sara le instó a silencio, ya hablaríamos después dijo sin palabras no quería que parara el casete.

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Tiempo de cambios

SIETE

Y claro volvimos más veces a Floridita, al mediodía, después de cenar en cualquier lado tras tranquilo paseo, excepto allí y eso que nos lo sugirieron varias veces personas distintas, cosa que no hicimos nunca más. Homeopatía, algunos dicen que para todo, excepto para la comida.

Decidí contar a Sara mi devaneo con una de las recepcionistas, una mulatita de 68


Cambios de tiempo

ojos verdes absorbentes a la que según ella miraba con cierto embobamiento y no era cierto, simplemente me parecía muy guapa y ella lo sabía y al día siguiente se lo dije y sólo sonrió.

yo quería salir de un punto de vacile divertido entre los dos, dar un paso adelante, me atraía mucho… Todo empezó cuando llegamos al hotel, solicitamos dos habitaciones y Sara en plan gracioso dijo señalándome… una para el niño y otra que no esté lejos para nosotros, cada día es más grande, edad muy peligrosa... La mulatita me miró, nos sonrió a los tres, respondimos con nuestras sonrisas y yo la hice un gesto y se rió. Tras anotar datos de nuestros pasaportes, puso con un más que suave roce en mi mano, pero roce al fin, que me taquicardizó la única llave disponible…

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Tiempo de cambios

—primero los niños… tiene cara de ser muy bueno me sonrió— y aparentó disculparse con Sara. Nos acompañó hasta mi habitación un negro portando en una disimulada carretilla nuestro equipaje, nos rezagamos un poco y quizá con algo de vehemencia dije… —¡Dios mío! Piel tan morena y ojos esmeralda que me sugieren un lago de atractivas aguas, sí, no me importaría caerme en ellos, se lo diré, no quiero que me pase lo que ni siquiera sabré nunca que pudo pasar entre Yo y aquella Mujer pelirroja — —Pero estás tonto ¿o qué?... Además, No te das cuenta que son lentillas?— —Sí, seguro, lentillas de colores en Cuba ¡Anda ya!—

—¡Estás embobado!— y se calló de golpe al ver la cara de Jorge extrañado de lo que me decía.

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Cambios de tiempo

quizá por ello le dio tres dólares a quien nos llevó nuestras bolsas de viaje a mi habitación y la cara de alucine previa de éste, al oír lo que me había dicho Sara se multiplicó al verlos en su mano.

nos hizo comprender de inmediato que se había pasado en la propina. Cenamos en el hotel, era buffet al aire libre y Jorge se fue a recepción a recoger la llave y unos mapas para planear lo que haríamos en los días siguientes. sara y Yo decidimos tomar un dedalito de café, cuando salimos ni en el mostrador ni alrededores estaba la mulatita y me lamenté en voz baja, pero asegurándome que lo oyera Sara, que repitió en tono de burla lo que yo dije… —-¡Ah qué pena! ——No está la mulatita ¡Qué Gran pena! remachó— y se rió con la boca chica pues yo estaba contrariado.

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Tiempo de cambios

Fuimos a su habitación, Jorge andaba liado con planos, mapas y su blog de notas y no hacía caso a la TV puesta y me llamó la atención lo que en ella aparecía, era el canal rebelde y ahí estaba la cara cansada y barba multicanosa de Fidel entregando diplomas y medallas a los atletas que en esos recientes once juegos Panamericanos han conseguido triunfos… Con infinita pena las imágenes me han recordado “las demostraciones Sindicales” de la España franquista y esto enlazó cuando unos días antes entramos en el Museo de bandidaje y su nombre me erizó la piel al recordar aquella ley Franquista de bandidaje y terrorismo, al recorrer sus dependencias, esa mala sensación desapareció, en ese museo se exponen armas capturadas a los invasores que pagados por la C.I.A. reintentaron convertir esta Tierra, otra vez en su Burdel; un pedazo de avión multiagujereado, una lancha oxidada con ametralladoras, un camion de morro rojo en buen estado todavía, planos, murales con los nombres de los que murieron y evitaron el neo 72


Cambios de tiempo

desastre… al salir fuimos invitados a firmar en el libro de visitas, cosa que hicimos los tres: ¡Abajo las bravuconadas del gran payaso! Escribí. Y no me salió del todo mal en plan ridículo el sombrero del tío san que dibujé Jorge nos contó su plan. Lo hicimos nuestro.

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Tiempo de cambios

La Habana dos días más, Cienfuegos un día, Trinidad otro día, Varadero dos días, vuelta a La Habana otro día, Avión a Cayo Largo y Cuatro días, de nuevo a La Habana tres días. Adiós a Cuba y a volver al trabajo… —Todo puede variar excepto esto último— dijo riendo, pero no nos hizo gracia y se mosqueó y nos reímos nosotros y al momento nos reíamos los tres. Apenas acuerdo.

discutimos,

estábamos

de

Decidimos celebrar y brindar por nuestros acuerdos, donde tenía que ser, en Floridita y mejor que Hemingway mirara hacía otro lado.

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Cambios de tiempo

Hoy hemos ido de excursión al Norte de La Habana, cerca de Pinar del Río el lugar se llama Soroa, hemos caminado a la cima de una montaña y me ha encantado ver sobre mi cabeza aves rapaces que nos sobrevolaban y fotografié a una que estaba a tiro de piedra de donde yo estaba y ahora con dificultad logro verla.

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Tiempo de cambios

De vuelta al hotel los faros de Criollín, nos han permitido ver grandes cangrejos que cruzaban la carretera en dirección al mar, hemos parado para no aplastar a ninguno y me ha encantado verlos de cerca con sus grandes pinzas, más que la articulación de mi dedo índice y pulgar de mi mano, a uno lo separé del resto con un palito que no dudó en agarrar y lo soltó al percibir que sus patas se separaban del suelo al tratar de verlo más cerca y le vi correr haciendo ruido sobre el asfalto, hasta perderse en la maleza, lo único que faltó para que mi flipe fuera absoluto fue decirme a dios.

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Cambios de tiempo

La llegada a Varadero vino precedida por cambios sustanciales en el paisaje uniformemente verde; Palmeras, Jagüeyes y cañaverales se intercalan caprichosamente, brazos de mar se introducen en la tierra delimitando infinidad de pequeñas islas vestidas de verde.

Estábamos muy cerca de Playa Ancón por la bahía de Cochinos, lugar que eligió la C.I.A. para el desembarco de Cubanos exiliados, Mercenarios varios, pretexto formal para derrocar a Fidel y no lo consiguieron. Llegamos a Guamá zona divisoria de la Ciénaga de Zapata donde se encuentra el Parque Natural del mismo nombre, vimos Plantas del Café, Mosquitos que nos acribillaban y Caimanes bajo la sombra de Juncos y Palmeras, fue tal mi emoción al verlos de cerca que me subí a una precaria escalera para plasmar su existencia con una foto y les grité al verlos inmóviles, parecían de cartón piedra: Sonreíd, no lo 77


Tiempo de cambios

hicieron, pero se movieron y se rieron los de nuestro alrededor, sobre todo Sara y me desconcertó pues ella no salía en la foto.

Y hartos de picaduras huimos de aquel lugar. Me consolé en parte al poder coger a uno posado en mi camisa por sus alas y colocarlo en la punta del cigarrillo de Sara, lo vi retorcerse y como sus finísimas patas se encogían integrándose en la ceniza.

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Cambios de tiempo

OCHO

Varadero es el décimo día de nuestro Viaje, sigue siendo 33 años d.r. Hemos dejado con pena La Habana, Ciudad atractiva, encantadora e impactante a Tope. Si hubiera sido una Mujer me habría Enamorado. Sus gentes son Super amables a pesar que su día a día no es envidiable, escasez, racionamiento, colas en lo que imagino son almacenes de abastecimiento, la casi absoluta ausencia de Tiendas y por tanto de escaparates. Paramos en una gasolinera y mientras Jorge se encargaría de llenar el depósito,

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Tiempo de cambios

comprar algo de bebida y cualquier otra cosa para el Viaje. Sara y Yo sin preguntar a nadie buscábamos un banco, ir con billetes de $Cien no solo era provocador si no nada práctico, es como no tener dinero.

Nos encontramos en un pequeño y bello parque en el que varios grupos de niños y niñas atendían las explicaciones de sus Maestros, su piel oscilaba entre el blanco, casi como la leche y el negro casi como el café, toda la variedad de la escala del color Marrón con sus múltiples tonalidades, distintos tipos de cabellos, sus uniformes, sus diferentes tonos de voz, tan parecidos tan distintos.

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Cambios de tiempo

Sara Al verlos, presa de una radiante excitación me quitó la cámara fotográfica y con voz entrecortada por la emoción les hacía fotos. Nunca sabré que fue más bonito, si la visión de lo que vimos o la reacción de Sara ante aquello.

Pasamos por una Iglesia que terminaba en un arco ojival medio roto que ocultaba parcialmente una gran campana que me hubiera gustado oír. Sara dijo de entrar, Yo me opuse, Jorge nos espera alegué, es un momento insistió ¡Menos mal que estaba cerrada! 81


Tiempo de cambios

—¡Ah se siente! — me oyó decir y como haciéndome un favor soltó. —Por una vez te obedeceré, no te acostumbres— Al fin lo encontramos, dimos los buenos días a los allí presentes y la atenta mirada del guardia, al que interrumpimos su levitación, nos acompañaba, sacó del bolso tres billetes de $cien y pidió por favor cambio en billetes de $diez y de $cinco, el empleado cogió los billetes entre sus dedos estirándolos, mirándolos al trasluz y al fin los metió varias veces en un artilugio que daba vueltas.

Como no dejaba de repetir la acción y para sacarle de su éxtasis le dije que eran de buena calidad, sonriendo el policía nos pidió el pasaporte y el empleado metió billetes de $diez y el doble de $cinco y nos los dio. —Adiós compañeros contesté, Sara sonrió. 82

turistas—

yo


Cambios de tiempo

Volvimos rápido a la gasolinera, el camino se nos hizo más largo, no estaba el coche donde le dejamos, no lejos lo vimos bajo la sombra de un árbol, Jorge en el asiento de atrás iniciaba su segunda lata de cerveza, tenía el aire acondicionado puesto y escuchaba las noticias de Radio Reloj, nos bronqueó por la tardanza y Sara extendía su mano, creí que me echaba la culpa y al momento dijo: —No querrás que conduzca él, ¿Verdad?— asumí sin mal rollo la situación. Unos densos nubarrones casi negros se juntaron sin darnos cuenta e iniciaron un vertido progresivo de agua y nos introducimos en el coche.

Tras perdernos innumerables veces por sus bellas y largas avenidas, nudos de circunvalación, caminos que terminan en el campo verde que obligaban a dar la vuelta y 83


Tiempo de cambios

buscar de nuevo el asfalto, logramos al fin ¡Y porque nos lo dijeron! Los que se refugiaban de la lluvia o se protegían del sol debajo de los puentes en las paradas del Autobús y tras pasar dos rotondas entramos en una gran Autopista la Vía Ocho.

Cuatro carriles separados por un ancho seto y otros cuatro carriles en distinta dirección. Ir por la Autopista es una experiencia única, no vale dinero alguno, apenas hay coches por el carril que voy, el tercero; algún que otro Lada que va en mí misma dirección gentilmente se aparta para que le adelantemos, así como Motos con sidecar que también veo por el carril dos, la mitad del cuarto carril está invadido por las ramas de algún árbol, arbustos, matorrales varios y la yerba que crece más allá del seto de separación. La Mayoría de los coches que van por el carril dos son bellas y antiguas carrozas, algunos son verdaderas joyas 84


Cambios de tiempo

que los Contrarrevolucionarios y gentes de mal vivir abandonaron al inicio de la Revolución, aunque también algunos fueron expropiados y hoy son conducidos por gentes del Pueblo, desconozco los motivos de adjudicación, si los pueden vender… Por ese carril circulan arcaicos autobuses repletos de gente y sus enseres, vomitando a trompicones humo espeso y negro por sus tubos de escape, es una proeza que alguno de ellos continúe su marcha.

Pelotones de Ciclistas por el Carril uno, se dirigen a sus cosas o simplemente pasean, es Domingo, algunos tienen unas bocinas más sonoras que el claxon del vehículo más hortera, circulan por cualquier dirección sin apenas mirar a los lados, invaden los otros carriles ¡Son Peligrosísimos! Jorge abría su tercera lata de cerveza y en un tono que no admitía dudas señaló:

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Tiempo de cambios

—Acabo de darme cuenta del porqué se llama la Autopista así, luego os lo explico— —¿Y por qué no ahora?— dijo Sara forzando su cuello.

—¡Por lo que nos viene encima! ¿No te das cuenta que no hay casi luz? Mira los Ciclistas agolpados bajo los puentes— La Ciudad nos ha despedido con trombas de agua, ésta se anunció en el horizonte en forma de densidad gris casi negra toda la variedad de la escala de grises desde el gris blanquecino hasta el negro gris en muy breves momentos, a unos trescientos metros de altura y sin límites a lo ancho avanzaba hacia nosotros cada vez más y nosotros hacia ella. Una imponente y espesa cortina de agua caía sobre nosotros, el ruido que provocaba al caer sobre el coche, como un martilleo ensordecedor nos dejó sin palabras, si se añade la nula visibilidad, producto de la ingente cantidad de agua que 86


Cambios de tiempo

caía en el asfalto caliente y de la evaporación de la misma podía parecer, no que estábamos atravesando una nube o en una moderna discoteca o en un concierto de Madonna donde chorros de vapor ocultan el escenario, si no tinieblas que conducen a la antesala del fin del Mundo. —Ahora os contaré por qué se llama vía Ocho: cuatro carriles que vienen y cuatro carriles que van, Ja ja ja— se calló, al no secundar su risa.

—¿Y?— me vi en la obligación de señalar y como se hacía el distraído dijimos los dos al unísono No tiene ninguna gracia. Recorrimos unos 200km mucho más tranquilos por un paisaje uniformemente verde, apenas se divisaban núcleos Montañosos, la circulación de tan escasa nos hacía creer que éramos los primeros de un Rally, quizá porque éramos los únicos participantes.

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Tiempo de cambios

NUEVE

Nos desviamos hacia Cienfuegos, llegamos recién iniciada la noche, seguimos la dirección de señales con el logotipo de Hotel y nos hemos instalado en uno de los mejores de la Ciudad frente a una larga playa sin ola alguna, sin movimiento, como si fuera un lago enorme.

Al entrar en mi habitación he visto múltiples pequeñas cucarachas de color café con leche que a puntapiés ha lanzado al pasillo y otras con peor suerte han muerto bajo la presión de mis zapatos He encendido la TV, solo se captan dos canales, en el Rebelde he visto de nuevo el avejentado rostro de Fidel con su traje verde oliva en otro de sus discursos machacones, soporíferos..., lo cambié al otro, menos mal. era de dibujos animados.

88


Cambios de tiempo

Con la escobilla juntĂŠ los cadĂĄveres de las cucarachas y sus irreconocibles restos en una esquina del aseo.

Fui a la ducha abrĂ­ el grifo, como si nada, al poco precedido de ruidos parecidos 89


Tiempo de cambios

a eructos entrecortados, salió agua, los desconchones en la pared, manchas en el suelo resistentes a la fregona y los cadáveres de las cucarachas cerca de la entrada dejaron en mi espíritu cierta inquietud, en tanto que con la ducha a tope traté de diluirlo. Nos reunimos en Recepción a la que llegamos casi al unísono y de allí al Restaurante que nos recomendaron, atravesamos un sombrío jardín al que llegaba el leve y progresivo bullicio de gente y las notas de un piano.

Unos escalones nos llevaron a una puerta oval, el triple de lo normal. entramos a un salón alfombrado de techos muy altos, lámparas de araña y luz mortecina que iluminaban con desgana las caras de los pocos allí reunidos. la mitad de sus bombillas no tenían luz y una todavía bella y sonriente mujer mulata nos hizo pasar, entre bromas y palabras 90


Cambios de tiempo

amables, tras unas densas cortinas, a un patio semicircular, rodeado de mesas rectangulares la mayoría vacías, en cuyo centro una gordísima negra con vestido cilíndrico aporreaba las teclas de un soberbio piano con cola de ébano. Sara y yo tras mirarnos, volvimos sobre nuestros pasos y recogimos a Jorge que venía acompañado de otra mulata, aún más guapa que la anterior y alegando no sé qué nos marchamos al hotel.

Faltaban quince minutos para el límite de la cena, no pusieron ninguna objeción cuando pagamos a la entrada, era un Bufet, enseguida me apercibí que éramos los últimos y que parte del numeroso personal iniciaba la retirada de las bandejas de comida y los más se escaqueaban, así que, por experiencias pasadas, nos cargamos sin complejo de comida y apenas sin hablar, más que comer engullimos. Eso si comentamos la celeridad con que terminan su trabajo los empleados públicos 91


Tiempo de cambios

vs “Funcionarios” cuando se cumple la hora…Y me acordé del personal de Floridita que están hasta las tantas…serán de otra “” Oposición”” Y encima unos están tan ufanos, porque sienten que gracias a ellos “los compañeros turistas” contra revolucionarios por definición, podemos comer, eso sí pagando antes, y los más osados tratan de quitarte el plato al mínimo descuido, claro que la bronca que organicé al celoso enchufado de turno (recoge platos), ha entrado de lleno en los anales del hotel en boca de su Capitán que, entre disculpas y recrimaciones al de la puerta por su falta de profesionalidad, al no haber informado a los compañeros turistas el horario del restaurante. y tuvo la deferencia de invitarnos a la botella de vino, que como no, había pedido Jorge. —Vaya movida la que se organizó Jaja ja ni me acordaba—dijo poniendo una mano en su boca Sara, a la que insté a callar poniendo mi dedo en la mía.

92


Cambios de tiempo

Tras un pequeño paseo por la arena de la playa subimos a la habitación de ellos y nos fumamos una de las últimas dosis de los derivados tetra-hidro-cannabinólicos que aún nos quedaban. Sara se durmió al instante, Jorge bostezaba, yo sobraba en aquel lugar, así que con un gesto me despedí y a mi habitación.

Di una vuelta por las cercanías de mi cama que separé de la pared, inspeccioné, no quería sobresaltos innecesarios por las posibles compañeras de las muertas que quizá vengan en procesión a rendir homenaje póstumo.

93


Tiempo de cambios

DIEZ

Se oyó el “crack” anunciador del final de la cinta y miramos al exterior que había cambiado.

Poco a poco amainaba el temporal y cuando aún caían lo que ya eran las últimas gotas, el sol se abría paso, entre las nubes, sin concesiones, dejando ver islotes de cielo azul. —Continuará en otro momento. Por hoy terminó. Continuará— —¿Me lo dejas para el viaje?— dijo Sara. —No puede ser— me salió un tono algo seco y sonreí. —Tengo

que

poner

algunos

autocensura… no se puede oír todavía…

94

filtros

de


Cambios de tiempo

—¡Jo! Al menos déjame oír otra vez lo que hemos escuchado… El sonido de una chirriante frenada que levantó más de un metro de agua a su alrededor, al que siguió un molesto bocinazo, anunció la llegada de nuestro taxi. Salimos a su encuentro. Cargamos nuestro equipaje, el agua nos llegaba casi a los tobillos. Al aeropuerto. Salidas internacionales. Para allá vamos, nos dijo el conductor, la radio nos

informará

de

carreteras

a

evitar

por

desprendimientos de tierra, árboles caídos, arroyos de barro y mis compañeros de emisora el mejor camino… lo que fue una excelente idea. No cogimos atascos, hasta las cercanías del aeropuerto. El tapón se produjo a unos cien metros del mismo. Pagamos al taxista, casi sin despedirnos, dándole las gracias y nos pusimos a andar, como ya habían hecho otros muchos por un superficial y 95


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enorme charco; con los pies mojados entramos en la terminal. Eran siete los puestos de facturación, pero solo operativos tres, no había nadie en los otros cuatro, aun así, varias personas de forma ordenada, aguardaban la llegada de los empleados, quizá, sus vuelos saldrían más tarde que el nuestro. En los que había personal, el caos era absoluto; varios

semicírculos

de

personas

apelotonadas

pugnaban por ser las primeras en facturar, ni de la forma más retorcida aquello parecía una cola. Era como estar en un gigantesco bar repleto de gente en el que era imposible llegar a la barra por la densidad humana, en el que los más avispados, gritones… trataban de conseguir su objetivo cuanto antes; había maletas en la báscula, los más atrevidos, las habían puesto en la cinta transportadora impidiendo su normal funcionamiento. —¡Orden! ¡Orden!— Gritaba el empleado desbordado ante aquella marabunta. —¡Orden!—

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—De continuar así nos veremos obligados a suspender la facturación—, dijo señalando

y

buscando ayuda en otro compañero. Por megafonía, una voz metálica anunció la apertura de los otros puestos en breve, obedecimos al instante, y huimos de la bronca, como otras personas y nos reímos, pues los “tramposos” se quedaron bloqueados durante el rato que duró su recogida de equipajes para ponerlos al fin ordenadamente. Al mismo tiempo, se informó que, todos los vuelos tenían retraso. ¡Cómo no! A través de los ventanales de la terminal, se veían las pistas de despegue con enormes charcos, que trataban de aspirar camiones de bomberos, era obvia la situación, el aeropuerto estaba cerrado, todo el mundo tendría tiempo para facturar sin problemas. Se consiguió un orden en las ahora sí, filas. Cuando ya estaba todo organizado, apareció una azafata de tierra con sonrisa forzada, cara de circunstancias y señalaba a las pistas: al instante de forma aguda me cayó fatal. 97


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Avanzábamos poco a poco y vimos, como algunos inventaban excusas para colarse. —Me deja pasar, por favor, tengo artrosis— —¡Y quien no!— Respondió el aludido con gesto imperturbable. Una pareja con chanclas y sombreros de paja, trataba de ponerse por delante de una venerable anciana y nos sorprendió gratamente a todos los de su alrededor, cuando con voz sosegada dijo: —¡Eh!, que no estamos en el cielo, donde los últimos serán los primeros— Agacharon la cabeza y volvieron para atrás. Pero lo más increíble ocurrió en el principio de la fila a nuestra izquierda.

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El

hombre

acababa

de

facturar

y

comprobó sus tarjetas de embarque, se dio cuenta de algo anómalo, que cambió su expresión y la de su acompañante. Una mujer joven de pelo rubio y muy corto. —¡Oiga! Que vamos juntos, nos ha dado sitios separados— —Poco puedo hacer. Ha sido la máquina— Dijo el empleado.

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Hizo como si tecleara un instante. No es posible. Quizá en el avión puedan cambiar entre Ustedes una vez ocupados —¡Oiga¡¡Estamos recién casados!— Dijo ella. —¡Ah!¡ ¡Recién casados!— Siguió como si tal cosa. —¡Pues ya tendrán de estar juntos!— Al rato largo, en el avión cuando estábamos ocupando nuestros asientos Sara me dio con el codo suavemente y me señaló a la ancianita. Cambiaba su sitio para que los recién casados fueran juntos. Por fin, y con retraso, que no había sido poco despegamos.

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BONUS UNA CURIOSIDAD El origen y alquimia del Daiquiri

Un poco de historia sobre la bebida que tanto ha acompañado esos días tórridos y tormentosos aliviando la sed del siempre expectante viajero curioso. La verdadera cuna del Daiquiri El consumo del Daiquiri se mantuvo restringido al hotel Venus y al entorno santiaguero hasta que, en

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1909, el almirante L.W. Johnson se lo llevó en su valija para introducirlo en el Army & Navy Club de Washington D.C. A partir de entonces, la mezcla vería crecer su demanda gradualmente. En 1913 estaba entre las ofertas del bar del hotel Plaza y su promoción definitiva la alcanzaría en las barras del hoy bicentenario Bar Floridita en las manos del AS de la coctelería Constantino Ribalaigua. En el Floridita, el Daiquiri lograría flechar a su padrino indiscutible, el novelista estadounidense Ernest Hemingway, quien se aficionó al trago y contribuyó notoriamente a su universalización. La alquimia del Daiquiri Sus orígenes estarán siempre en una playa santiaguera en la que el ingenio y el calor provocaron el nacimiento de un coctel cubanísimo.

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Por entonces, a finales del siglo XIX, los soldados, negociantes y turistas estadounidenses eran habituales en los bares y cantinas de la Isla, J.S. Cox, gerente general de la Spanish-American Iron Company, se contaba entre los devotos de los tragos. Cox, por puro capricho o casualidad, se le ocurrió combinar en el mismo recipiente el ron ligero con zumo de limón. Le puso también unas cucharaditas de azúcar para nivelar el sabor, y añadió algo de hielo triturado con la idea de aliviar el calor infernal. Hecha la combinación, revolvió el líquido enérgicamente… Saboreó… ¡Eureka! La fresca e inédita bebida encantó a todo el que la probaba. Así que, decidió registrar la fórmula en su diario personal. ✓ El zumo de 6 limones ✓ 6 cucharadas de azúcar ✓ 6 copas de Bacardí Carta Blanca ✓ 2 copas pequeñas de agua mineral

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✓ Hielo machacado ✓ Mucho ritmo y servir

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