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y consejos Claves paraafrontarla adicciรกnaljuego
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la ludopatía JesúsRamosBrieva
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\_/ ESPASA
PRÁCTICO E,SPASA
Diseño de interior de la colección:Flerederosde Juan Palomo Diseño de cubi erta: Chufi LóPez Imagen de cubi erta: Agefotostock
O JesúsRamos Brieva' 2005 O E s p a s aC a l p e ,S . A . , 2 0 0 5
Depósito legal:M. 16.802-2005 ISBN: 84-670-1827'5
en sisalmacenar No sepermitereproducir, todoslosderechos. Reservados de la informaciónni transmitiralgunapartede esta temasde recuperación -electrónico,mecánico, clalquieraque seael medioempleado. publicación, ioro.op ia, grabn.ión,.t..-, sin el permisopreviode los titularesde los derechosde la propiedadintelectual. cualquiersuagradecerá en su deseode mejorarsuspublicaciones, Espasa, editorialpor correoelectróger.rcia q.relos lectoreshaganal departamento nico:sugerencias@esPasa.es
Impreso en España/ Printed in Spain Impresión: IJNIGRAF, S. L.
Editorial EspasaCalpe, S. A. Complejo Á1ica- Edificio 4 Yía de las Dos Castillas,33 28224 Pozuelo de Alarcón (Madrid)
A mi rmuier, sin cuyo empuie estelibro no habrĂa uisto Ia luz.
i n d¡ c e Introd ucción
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Capítulo 1 S i g n i f i c a ddoe l j u e g o. . .. . . . . . . ... . . ... .. . . . . . . . .... . . .
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Capítulo 2 25
Concepto de lud opatía
Capítulo 3 L o q u en o e sl u d o pa t í a . . . .o. . . . . . . . . .o.o. . . . . . . . . . ... . . . 3 3 E l j u g a d o rs o c i a .l . o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. .4. . . . . . . E l i u g a d o rp r o f e s i o n a.l. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. .4. . . . Otros j uegos ........................................o........... 35
Capítulo 4 C a t a c t e r í s t i c ads g l l u d ó p a t a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .3 9 C ómo j uega . . . . . . o. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . o. . . . . . . . . . . . . . . . . ! . . o.
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C ó m o g a s t a e l d i n e r o . .oo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45 ... F a n t a s í a s a c e n c ad e l j u e g o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . o . . .4. 7
Cambiosen su forma de ser El embrollo de las mentiras ,,Tocarfondo"
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Capítulo 5 Qué hacer ante la lud opatía Identificacióndel problema ¿Esustedludópata?
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to Nt;iffi""lpo,ro . .3 ¿ E sl w d ó p a t au n f a m i l i a rs u y o ?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 C o n t r o l d e l p r o b l e m a . oor . .o! . . . . . . . . . .o.. . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 B T o m a r C o n c i g n c i a . . .o . . . . . .o. .. . . .o. . . . .o.r . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 9 C a m b i o sc o g n i t i u o .s. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7. .1. . . . . . 73 |üo jugar M e t A S A C O r t Op I A Z O . o . . . .t.. . . . . . . . . . . . . . . . . .r.... . . . . . . . . . . 77 . .......... . . . . . . . . . . .77 C a m b i o sd e r u t i n a s. . . . . . . . . . . . . . . . . . . o G e n e r a ra f i c i o n e s. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .o. . . . . . . . . . . . 79 . . .O. . o AmPliar la red de apoyo ....o.......!...o...!.oo....B A p o y o d e f a m i l i a r e sy a m i g o s . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .B 1 . .4. . . . C o n t r o l d e l d i n e r o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .B . .6. . . E l d i n e f o d e b o l s i l l o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .B E l d i n e r o b a n c a r i o . . . . . . . . . . . . . . . . .o. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .B B . .9. E l p a t r i m o n i of a m i l i a r . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .B ....... E l d i n e r oa j e n o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . o . . . . . . . .9. 0 B e n e f i c i o sd e l t r a t a m i e n t o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9. 3 97 El ludópata controlado y los deseosde iugar ...
6 Capítulo .. E v o l u c i ó nd e l a a d i c c i ó n. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . o1. .0. 3
7 Gapítulo P r o s e l i t i s m oy a b o l i c i o n i s m o . o . . . . . . . . . . o. .... . . . . . . . . . 1 0 7 E p í l 0 g O . . . .o . . . . . . . . . . . . . . . . . . .r. .. .. .. . . . . .o. . . o. . . r.! . . . . .oo . . . . . 1 I 1 . .1. .9. . . . A p é n d i C g S . o . . . o o o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . o . . . . . . . . . . ' . . .. o . 1
121 Lugaresde atenciónal lud ópata .o.o.................. a bingosy caSolicitudpara prohibirseLaentrada sinos
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Cuestionariobrevede diagnósticodel juego pat o l ó g i c o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . r. . . . . . . . . . ... . . 1 1 3 9 L e c t u r a sr g c 0 m g n d a d a.s. . . . . . . . . . . . . . , . . . . . . r . o o . . . . .I .4. 3. . . .
I n t r oudc c i ó n La existencia de la lud opatía viene de antiguo, aunque nunca se le prestó Ia atención adecuada porque durante siglos se contempló como el fruto de las bajas pasioneshumanas y, por tanto, se entendió como un vicio. En esecontexto de evaluación moral del juego patológico era impensable que nadie pretendiera abordarlo desdeuna perspectivasanitariar lo consideraseun problema de salud pública y, mucho menos, inte ntara aportar soluciones preventivas y terapéuticas. Sólo en los últimos cien años se alzaron algunas reputadasvocesaisladasllamando la atención sobre lo que para ellos era algo más que una simple pasión desordenada por el juego. Hasta finales de los años setenta del siglo xx no come nzaron a realizarse las primeras reuniones de expertos interesados en acotar una definición de ludop atía aceptable para todos y los primeros estudios epidemiológicospara conocer el verdadero alcancedel mal entre la población general.Pero hubo que esperar hasta 1980 pan que el trastorno alcanzara eI estatus oficial de tal al ser incluido en eI catálogo de las enfermedadesmentales, lo que propició que se formaran grupos de trabalo para investigar y tratar el j.r.go patológico o ludop atía en el mundo entero. La lud opatía es un problema de salud de gran importancia porque su extensión alcanza a un número importante de personas.Y no se trata sólo de qu e cada día haya más ludópatas de ambos sexos,lo más preo-
tr Ni:íffi\'po,ío cupante es que Ia edad de inicio en ella es cadavez más precoz (véaseTabla 1, pá9. 30). Se ignora aún lo que subyace íntimamente en Ia génesisy el mantenimiento de la ludop atía. Existen hallazgos genéticos y bioquímicos que necesitanmucha investigación todavía para comprobar si pueden ser confirmados o refutados. Pero lo que se sabe con certeza es que el incremento del número de enfermos corre parejo con Ia mayor oferta d. juego que hace la sociedad. En todos los paísesdel mundo occidental ha ocurrido el mismo fenómeno: el número de lud ípatas ha sufrido un crecimiento exponencial a raíz de la legalizacion de los juegos de azar, con una mayor cantidad d. jugadores patológicos allí donde los puntos de j,re1. go son más numerosos y más accesibles La ludop atía afecta por igual a hombres y a mujeres.Los estudios realizadossobre la población gene2, ral encuentran una relación hombre/mujer de 2:1 pero esta tasa resulta engañosa pues Ia ludop atía femenin a estámás escondida que Ia masculina; las mujerespiden asistenciapara estetrastorno en menor proporción que los hombres (representanel 20-30% de las consultas3) en co ntra de su propensión a solicitar 1 Lesieur, gambling: R. J.: "Pathological H. R.,y Rosenthal, Véase A Reviewof theLiterature ". I. Gambl.Stud.,7:5-40,1991. of the Reportof The Royal tambiénMoran,E.: ,,AnAssessment 3-9,1979. Br.J.Addict.,74: 1976-1978,. on Gambling Commission 2 Becoña,E., of PathologicalGamblingin "The Prevalence 8: 353-369, t993. Studies, Gambl. Galicia(Spain) ". ]. ' SátzRuiz, Moreno, I., y L6pez-Ibor, J.J.: "Ludopatía:EsJ.; de un grupo de jugadorespatudio clínico y terapéutico-evolutivo Psiquiatr.,20: 1.89-197, 1992. . ActasLuso EsP. I'treurol. tológicos>>
Introducción ,, N
ayuda sanita ría precoz en otros aspectosde la salud; en nuestrosgrupos raramente superanel 15% de los presentes (se adhieren menos aI tratamiento). También o aflige a jóvenes y a mayores; Ia sufren tanto ricos como pobres. Cualquier personaes susceptiblede caer b^jo las garcasde esta enfermedad inmisericorde. Pero los estragosproducidos por esta dolencia no sólo afectan a los pacientes,sino también a sus familiares, víctimas inocentes QUe,sin esperarlo, ven que su vida queda condicionada por un problema que en realidad les es ajeno. Así, por cada ludóp ata hny, aI menos, un familiar que sufre también las consecuencias de la enfermedad, lo que multiplica por dos, como mínimo , In extensión de los afectados por la ludop atía entre la población general.De estemodo encontramos que la ludopatía no sólo es un problema de salud pública, sino también de tipo social. El sufrimiento que genera eI iuego patológico tan' to a los enfermos como a sus allegados, así como el
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La prevalencia de la ludopa tía entre los adolescentesen Es-
pana es del 2,4"/o (Becoñd,E.: "Pathological Gambling in Spanish Children and Adolescents:An Emerging Problem rr.Psicol. Rep., Bt: 27 5-287,1997), pero en algunos estadosde Norteamérica la tasa asciendehasta el 12% (\Tallisch, L.: "The 1992 Texas Survey of Adult Gambling Behavior ". RePort to the Texas Commission on Alcohol and Drwg Abuse, 1993). s Por comodidad, siempre me referiré en el texto a "el ludópata>>e <<losludópataso. Eso no preiuzga que siempre aluda a ludópatas varones, como es lógico. En sentido estricto habría que especifícar"el lud6pata y Ia ludópata> o ulos ludópatas y las ludlpatasr. Pero es demasiado largo. Al caÍecer nuestra lengua de una forma de simbohzar a ambos sexos sin utilizar la forma globalizadora masculina, y en espera de que los señores académicos
SuPerar 1 r 4' *"N *N /A ludopatía
número de afectados directos e indirectos que existen en el mundo, es lo que me ha impulsado a escribir este libro. He intentado plasmar en éI la experiencia práctíca acumulada junto a nuestros pacientesen la {Jnidad de Ludo patía del Servicio de Psiqu iatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid desdeque se fundó en 19BI hasta eI día de hoy. Espero no haber fracasadoen el intento de plasmar esas enseñanzas en un libro claro y provechoso, sin adornos eruditos, que permita a los lectoresconocer esta enfermedad y poner a los afectados,eventualmente, en situación de afrontarla y controlarla. Aunque no deben olvidar que es duro intentar superar el trastorno a solas, por 1o que mi consejo más encarecido es que intenten ponerse en manos espectaltzadas si disponen de ellas en su entorno inmediato. En cualquier caso, creo que este libro puede resultarle útil a quien se acerque con curiosidad a este tema con Ia saludable idea de informarse e informar adecuadamentea otros.
resuelvan ese problema lingüístico, h. optado por seguir la tradición, puesto que aún no está aceptado el uso de la arroba como grafía alusiva a los dos sexos (l@s ludópatas), si bien personalmente no me parece una mala opción.
lo 1 Gapítu
S ¡ g n ¡i fc a d od e lj u e g o Quizá convenga comenzaf diciendo que jugar no es malo. Más aun, puede afirmarse, sin temor a exagerar,que jugar es incluso necesario.Nosotros los humanos (además de otras especiesanimales) necesLtamos lúgar durante la infancia para aprender las normas de comportamiento más elementalesque rigen la conviven cia. Reglas y protocolos de actuación que permiten nuestra soctahzación y que el adulto se integre con mayor facilidad en su entorno. Tales habilidades sociales se aprenden sobre todo jugando durante Ia infancia y la adolescencia. Pero el juego no sólo es útil y deseablepor tal motivo; también cumple una función positiva cuando jugamos siendo adultos. El iuego nos permite poner a prueb a algunasde nuestras habilidades y nos proporciona no pocas satisfaccionescuando superamosesos retos inocentes;tambi én facilita el desarrollo y la aplicación de estrategiasútiles paralavida cotidiana;pero, sobre todo, nos permite pasar un rato agradable con nuestros familiares y amistadesdisfrutando de su compafía, alejadosde las estridenciasde la vida cotidi ana. Jugar resulta divertido, es relaiante y puede ser terapéutico. Por otra pafte, jugar no es malo cuand o, tras propiciar el momento de relajaci1n oportuno, Podemos d.j ar de hacerlo libremente y retorn aÍ a nuestras actividades habituales con el recuerdo del buen momento
ruNi:Fnrpo,ro que hemos pasado. Jugar, o deyarde hacerlo, no influye en el normal desarrollo de nuestrasvidas porque somos libres de realizar una cosa u otra cuando nos viene en gana. La situación se complica cuando para jugar se hace intervenir a un factor ajeno a los jugadores, potente e incontrolable, como es eI azar. En estecaso ya no se trata simplemente de desafiar nuestras habilidades o las de los demás, no se produce diversión a causa de la interrelación huma na. Cuando se interpone el azar nos convertimos en unos agentesmás pasivos respecto aI juego. Nuestro papel se limíta a esperarrecibir un premio (relacionado con cierta combinación de cartas, d. dados o de imágenesen un a máquina, un número de la lotería o de la ruleta) que depende de ese factor aparentemente inaprensible que denominamos suerte,fortuna, chamburpotra..., el aza\ en definitiva. En los juegos de azar,el placer no se obtiene del propio juego, ni de la relación que establecemoscon nuestros acompañantes,ni de comprobar lo hábiles que somos, sino de alcanzaÍ un bien material (habitualmente crematístico o fáctlmente transmutable en dinero) sin realízar verdaderamente un esfuerzo por nuesfta parte, salvo que se interprete como tal la selecciónde un determinado número o la espera de que llegue un naipe específico.Aqní lo que excita, lo que eleva nuestra esperanzada tensión es la breve espera que media entre la apuesta y Ia obtención potencial del premio. Lo qlre relaja y da placer es únicamente su adquisición. Los sereshumanos coqueteamoscon el azar desde tiempos inmemoriales, prácticamente desdeque sacrtftcábamos ofrendas a las fuerzas desatadasde la Naturale za con la espeÍanza de apl acar su comportamiento
Significado $ del juego N
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caprichoso. Más tarde, tales poderes fueron finalmente divinizados. En definitiva, los gestos (ofrendas) que se hacían para calmar a las divinidades y la tensa espera de su reacción gestó, sin duda, el nacimiento de las religiones y ematzí en nuestras mentes la idea de que es posible ser elegidospor los dioses,mod tftcar su voluntad y ser favorecidos si les hacemos el ofrecimiento necesario. ¿No se pareceesa actitud a la del jugador que hace una apuesta y esperacon fervor casi religioso obtener el beneficio del azar (divinrzado)? ¿No son similares Ia tensa esperadel premio y Ia esperade Ia respuesta divina a nuestra oración? ¿Acasono se parecen la actitud del jugador que espera su premio con Ia del suplicante que aguarda recibir de 1o alto favores anáIogos a los obtenidos por sus semejantes? De un modo u otro, desde antiguo el ser humano No ha necesitado íntimamente <tentar a Ia suerte>>. sólo respectoa los dioses,sino también intercambiando apuestascon sus coetáneos.Así se inventaron los j,tegos de azar, con los que cada cual se iugaba los bienes que otros pudierancodicLa\ y viceversa. Hay evidencias arqueológicas de que este tipo de juegos ya existían en Ia antigüedad. Algunas pinturas egipcias ejecutadashace más de cuatro mil años representan dados. Y aún hoy persiste un iuego -probablemente precursor de los dados- cuya propia naturaleza revela su origen arcaico. Me refiero aljuego de la taba, que utthza un hueso del pie de algunos animales, el astrágalo,como un dado de cuatro caras con . el que ,,echar suertes>> En cualquier caso, repito, la fervorosa tensión del jugador de azar mientras esperael resultado de su apuesta
tt ffitílíoZlpotto y Ia sobrecogidaesperanzade que la divinidad responda a las ofrendas o a las oraciones tienen un fundamento psicológico atávico común relacionado con el pensamiento mágico y primitivo que sobreviveen nuestrosdías. Pero el azar o Ia suerte no es algo tan inmaterial como algunos presumen. Y menos aún es algo que podamos forzar a nuestro favor simplementepor tener la conazonadade que puede hacerse,o por disponer de un poderoso amuleto. Sucedetodo lo contrario. Los j,tegos de azar están regidos por leyes inexorables que se pueden calcular. El conocimiento de tales leyespermite afirmar sin ningún género de dudas que las probabilidades de ganat en uno de estos iuegos están siempre en contra del que iuega. Lamentablemente no puedo referir aquí el fundamento de tales leyes porque excedería las intenciones de estelibro y mis conocimientos. Permítanme, no obstante, señalarlesa modo de ejemplo (puedencomprot barlo en algún texto de cálculo probabilístico ) que la posibilidad de obtener la suma de sietetirando una vez es del 17% (83% dos dados que no estén <<cargados, de probabilidades en contra). Pero sumar doce tirando una vez dos dados es del 3% (97% de probabilidades en co ntra) 2. La probabilidad de que nos toque
t Spiegel, McGraw-Hill,México,1961. M. R.:Estadística, '
Cadauna de las seiscarasde un dado puedesalir con cada una de las seiscarasdel otro dado. Así, el número total de combinaciones,todasigualmenteprobables,seríade 6 x 6 = 36. F{ay seisformas de obtenerun 7: (1 + 6), (2 + 5), (3 + 4), ( 4 * 3 ) , ( 5 + 2 ) , ( 6 + 1 ) . L u e g op = 6 1 3 6= 0 , 1 7( L 7 % ) . S ó l o h " y u n a f o r m a d e o b t e n e ru n 1 2 : ( 6 + 6 ) . L u e g o = p 1 1 3 6= 0 , 0 3 ( 3 % ) .
Significado $ del juego *
en la lotería un premio extraordinario -anunciado
a
bombo y platillo en todos los medios de comunicación-
si saleun número de cinco cifras más el de la serie
de tres cifras en un sorteo con todas las ga rantíasde limpiezaes de ¡una entre cien millones! (p = 0,00000001). Además, cinco cifras del número y tres para la serie hacen un total de cien millones de números potenciales a vender. Si el país en donde vive tiene, por ejemplo, cuarenta millones de habitantes y todos ellos (incluso los bebés) ir'teganun cupón, eue ya es jugar, aun quedan sesentamillones de papeletas(número más serie) que no se venden, con lo que es más qu-eprobable que el premio quede en manos de quien lo convo ca, pues es quien tiene un mayor número de boletos en su poder. IJna organizacton española que hace este tipo de sorteo vende a diario, según manifiesta a través del progr ama televisivo en el que celebraIa rifa, unos quinientos mil cupones 3. Sus posibilidades de ganar los premios "gordos> son virtualmente infinitas, incluso si en lugar de vender las mil seriesde números sólo sacaran a la venta, y sortearan) cien. Entonces las probabilidades de obtener el premio extraordinario serían de una entrediezmillones(p = 0,0000001). Eso por no hablar de las probabilidades que tenemos de encontrar precisamenteesenúmero en el puesto de venta que frecuentamos, que también sería de una entre cien millones si todas las personas tuvieran la misma oportunidad de comp rar cualquier número en cualquier lugar de residencia,cosa que no sucedeen la realid ad.
3 Antena3 Televisión, 29-V-2003.
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20 N Super.ar -" N la lwdopatía
Las máquinas recÍeativastipo .,B r, más conocidas como <tragaperras>(y así me referué a ellas de aquí en adelante),contienen tres ruedasgiratorias con 22 po4. sicionescada una El premio máximo se obtiene cuando aparecealineado el mismo símbolo en los tres tambores. Si cada posición está ocupada en el disco por un símbolo diferente, las probabilidades de que la misma irnagen coincida en el visor en las tres ruedas a Ia vez son de una entre casi once mil (10 .648 exactamente)s. Si el modelo de Ia máquina no cuenta con tantos símbolos, sólo con la mit ad, por ejemplo, y los hace repetir en Ia misma rueda de modo que cada símbolo ocupe dos posiciones diferentes en cada una de ellas, las probabilidades de que se alinee el mismo símbolo en el visor del panel aumentan hasta una entre mil (exactamente1.331 ). E stas posibilidades son siempre las mismas cada vez que se inicia el giro de las ruedas, con independen-
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http:l lwww.centroapuesta.com/juegos-de-maquinas.html;
h ttp ://www. c asi n o ap u est as.c o m I tr agamo n ed as/ t Cad a vna de las veintidós posiciones de una rueda puede salir con cada una de las veintidós posiciones de las otras dos ruedas. Así, el número total de combinaciones, todas igualmente probables, sería de 22 x 22 x 22 = 10.648. Suponiendo que cada posición está ocupada por un símbolo (frutas), sólo h"y una forma de obtener la alineación en el visor del panel del mismo símbolo en las tres ruedas (fresas,por ejemp l o ) . E n t o n c e s p = 1 1 1 , 0 . 6 4 8 =0 , 0 0 0 0 9 4 . Hay ocho formas de obtener la alineación si los símbolos fig u r a n d o s v e c e se n c a d a r u e d a . L u e g o p = B / 1 0 . 6 4 8 = 1 1 1 . 3 3 I =
0,00075.
Significado N r r^ deljue,gooN"
cia del tiempo que se lleve jugando y de los premios que hayan salido con anterioridad. Naturalmente, esas ruedas están sometidas a desgastesque pueden desvirtuar su giro al aza\ como sucedecon la ruleta, modificando esasprobabilidades y sesgandoIa aparición de los premios. Pero se supone que los servicios de mantenimiento se encargan de que eso no suceda. Hay nuevos modelos de máquinas trag apeffas que incluyen dos o más juegos de tres ruedas.Eso quiere decir que cuanto más dependa el premio especialde las alineacionesconjuntas de esasseriesdiferentesde tambores, menos probabilidades habrá de extraerlo, entendiendo que en los juegos de aza\ disminuir posibilidades no es restar (sustraer),sino dividir.
,,Fijaos si yo estaba enviciado -decía un ludópata aI grupo- que despuésde pasarme horas jugando, Si se me acababa el dinero, 1. decía aI camarero que apagasela máquina hasta que yo volviera del cajero autom áttco para lugat de nuevo. No quería que nadie se aprovech ara de que yo hubiera calentado Ia máquina y recogiera el premio.,' Comentario: El paciente tienela fantasía de que la probabilidad de obtener premio se acencacuanto más tiempo perm anezca lugando. Cuando lo cierto es que en cada jugada las probabilidades de ganar son siempre las mismas. Ap agar Ia máquina no suspende las leyes del azar. Al volver a encenderla,las probabilidades siguen jugando en contra del jugador con la misma fuerza.
,,N
Superar la lwdopatía
C a s i t o d o s l o s l u d ó p a t a s d e tragaperras han actuado de estemodo más de una vez. i Se identifica usted con esta circunstancia?
Tal esperafiza de premio es desalentadora para cualquiera que se acerque a los juegos de azaf de un modo mínimamente racional. Y también para los q u e l o h a c e n c o n I a i l u s i ó n ( e s p e j i s m o )d e q u e l e s toque, pues las pérdidas reiteradas alejarían al más ingenuo. Por eso, los organizadoresde tales juegos se las ingenian para incrementar Ia frecuencia de los premios y generar Ia ilusión de que el azar puede favorecernoso que podemos controlarlo. As í, las loterías prodigan premios menores, más frecuentes, como puede ser el reintegro de 1o jugado si se aciefia Ia última ctfra (una probabilidad entre drez),o premiar el número, aunque no se acierte Ia serie (una p r o b a b i l i d a d e n t r e c i e n m i l ) . C o n e l l o s e g e n e r au n a atmísfera que inserta en las mentes de los jr'tgndores I a i d e a d e q u e , . s i o t r o s g a n a f r ,¿ p o r q u é n o m e v a a tocar a mí hoy ?,,. Una imagen poten ciada mediant e l o s m e n s a j e sp u b l i c i t a r i o s p e r t i n e n t e s . L a s m á quinas tragaperras crean Ia ilusión de poder manipular eI azar a nuestro favor incluyendo botones con luces multicolores que pueden detener el giro de las ruedas cuando lo deseemos.Ese espejismode control del azaÍ permite mantener aI sujeto en Ia creencia de que puede ganar. Pero no 1o olvide: a corto, ffi€dio y largo plazo, con los iuegos de azar siempre se pierde; las leyes del azar están invariablemente en contra del iugador.
Significado -" N Z: del juegoN
Los organizadores d. juegos 1o saben, ahí radícala base de su negocio, por eso se esfuefzan tanto en apla-
carla razón de los potencialesjugadoreshaciendollamamientospublicitariosa esefondo atávico,mágicoy primitivo, relacionadocon los temoresreligiosos , para moverlosa jugar;fe y credulidadson la misma cosa.
s Jugar es divertido siemprey cuando se tiene la libertad de d.iarlo en cualquiermomento y sin esfuerzo.El juego estáaI serviciode los humanos,no los humanosal serviciodel juego. rs En los juegosde azaÍ d.jamos de sersujetosactivos y nos transformamosen agentespasivos.El juegojuegacon y por nosotros. rs Las leyesque rigen los juegosde azar indican que las probabilidadesde ganarestánsiempre en contra del jugador y a favor del promotor. us Los juegosde azarnuncason una inversiónque permita ganardinero al iugador.Apostar sistemáticamentea estosjuegoslleva a corto,medio y laryo plazoa pérdidaseconómicas. rs Los únicosbeneftctanosde estosjuegosson sus promotores,eue tienena favor las leyesde probabilidades. rs Las probabilidadesde perder son siemprelas mismasen cada una de las iugadas.Ni las má' ni Ia Suertevienea <<Ía' quinasSe"calientan>>, chaso, tri existennúmeros" bonitos>>con mayor exterprobabilidadde salir,ni acontecimientos nos que 1o favorezcan,fli presentimientosque lo adivinen.
erar ,ONSup la ludopatía
No existensistemaspara ganaren los casinos. Los reuientacasinos tampoco los tienen.Aprovechanlos desgastes mecánicosque el tiempo de uso impone en las ruletas,lo que rompe el azaf y permiteque aparezcansesgos y tendencias. Se necesitamucha observaciónpara detectarlasy, después, explotarlas. Los premiospequeños,las lucesde colores,Ia músicay los botonesson un señuelopara que los jugadorescreanpoder forzar eI azar a su favor y que es posibleque les toque un premio también a ellos. El alcoholdesinhibey disminuyela resistenci aa jugando seguir y Ia cafeínaestimulaa continuar. Por muchoqueinsistala publicidad,Iuilusiónde ganares sólo eso: un espejismode profundas raíces atávicasque los promotores explotan a conciencia.
2 Capítulo
Conc e p d t oe l udopatía Parasaberde 1oque estamoshablando,nadameior que definirel objetode nuestroanálisis.Por esoes necesariodeterminarqué se entiendepor juego patológico o ludo patía. La lud opatíaes una adicci6na los juegosde azaf. No siemprese entiendeasí,puestoque resultadifícil imaginaf que alguienpueda hacerseadicto a algo que seadiferentede una sustancia(alcohol'nicotina,opiác e o s .). . Por seruna adicción,y esmuy importanteque esto quedemuy claro desdeel principio,hoy por hoy la ludopatíaes una enfermedadcrónica que no tiene cura aunquepuedacontrolarse. Cuando hablo de cura, me refieroal tipo de erradicaciónde Ia enfermedadque hacenlos antibióticos por ejemplo.No d.jan rastroy frentea las infecciones, el sujetoquedacompletamentelibre del germencausante.Estetipo de restituciónad integrumno sucedecon Por poner un ejemplode otra todaslas enfermedades. dolencia crónica que no tiene cura' aunque puede controlarse,tenemosla diabetesmellitus.Quienla padece nuncasanará conlosmediosterapéuticosactuales.Habráde llevar siempreuna dietaestricta,tomandoantiinsulina.Aunque el diabéticosoraleso inyectándose ejemplode enfermedadcrónicaincurablepero controlableque másrelacióngu ardacon la lud opatíaesel alcoholismo,offaadicciónmuy comúnen nuestromedio.
26 N Super.ar -N la ludopatía
Sé que es duro aceptarlo, pero resulta esencialtener estaidea del trastorno muy clararporque condiciona el modo de afrontar el problema con eficacia tanro por parte del ludóp ata como por parte de los familiares que le apoyan en su proceso rehabilitador. Cuando afirmo que Ia ludop atía es una enfermedad crónica que no se cura quiero decir que siempre estará ahí, aunque sea de un modo silente, esperando el menor descuido para volver a emerger.El jugado t patológico no d.j ará nunca de serlo aunque acumule años absteniéndosede jugar. Por lo que hoy sabemos de la ludop atía, el ludóp ata nunca podrá recup etar la libertad frente aI juego que tienen las personas que carecen de este problema. Eso significa que si despuésde varios años sin jugar echa una moneda en la máquina, juega un cartón de bingo o hace una apuesta a la ruleta, recaeráy todo volverá a ser como antes,como si el tiempo de abstención no hubiera pasado. Si la ludopatía se curaserealmente, eso no sucederín y podría volver a jugar sin mayores riesgos,como las demás personas;pero eso es precisamentelo que no sucede.
,.Me ha costado verme como un ludóp ata. yo nunca h. jugado a nada y siempre he manejado mucho dinero en mi empresa e invirtiendo en Bolsa. Hace algunos años me gasté Ia fortuna personal de mis padres, cifr ada en varias centenasde miles de euros, en unos productos bursátilesconocidos como "futuros" a corto plazo. Me descubrierony toda mi familia me ayudo tapando el agujero que les ocasioné y manteniéndome, z pesar de todo, como ge-
Concepr,*N-' fz de ludopatíaN
rente de la empresaque tenemos todos los hermallos. Esa empresava muy bien económicamente.Yo pensé que no tenía ningún problema d. juego, que sólo había hecho unas inversiones desafortunadas, de modo que no tardé en volver a lugar en Bolsa. Jugaba siempre a "futuros". Y así me gasté todo el dinero de mi matrimonio y terminé gastando también el dinero de Ia empresa.Mi mujer descubrió el pastel y se separó de mí. Y mis hermanos se dieron cuenta de los movimientos de dinero extraños que estaba haciendo y terminaron por echarme de mi puesto de gerente. Ahora estoy viendo aquí que mi conducta se parece mucho a la de todos vosotros y espero que al tomar conciencia de que tengo un problema podré resolverlo.r, Comentario: En la Bolsa, estasinversionesson semejantesa los iuegos de "todo o nada", en los que a veces se apuesta a la catta más alta o a caf a o cfuztirando al aire una mone da. Los bienes "futuros > d.penden de que se den ciefias circunstancias incontrolables para que salgan bien. Esto es: si todo va como se desea(tto como se prevé), se gana muchísimo dinero, Y si no sucedeasí, se pierde todo . La ludop atía de este paciente se detectó tarde porque disp onía de enormes cantidades de dinero para lvgaf. Pero efa un vetdadero i,tgndor de azar que actuaba siempre con Ia fantasía de rec u pe f a r e l d i n e r o p e r d i d o , a c u m u l a n d o p é r d i d a tras pérdida. Ya tenemos en nuestros grupos a varios ludópatas enganchadosa estetipo de juego de Bolsa de alto riesgo.
,r Ni:iffizlpotro Esta lucha permanente es algo que conocen muy bien los alcohólicosy, en general,los adictos a cualquier otra sustancia (inclu ida el tabaco ). H.ay quien cree que Ia cantidad de dinero jugado es un criterio para definir la lud opatía, er el sentido de que pequeñascantidadesno generan adicción. Otros piensan que quienes disponen de un gr an caudal monetario no tienen problemas con el juego porque pueden permitirse toda clase de pérdidas económicas. Ninguna de las dos creenciases cierta. Ser ludóp ata no tiene nada que ver con la cantidad de dinero que se juega, sino con Ia forma de adherirse al juego. El lud6pata, una vez inicia el juego, no puede paraÍ, aunque lo desee,hasta que algo externo le impida seguir. Lo frecuente es que se le acabeel dinero que lleva encima o la línea de crédito inmediato de que disponga. Otras vecessólo d.ja de jugar cuando cier ran el local y no encuentra otro en el que contintJar.
"Acude a nuestrosgruposde familiaresde ludópatasun hombre de sesent a y seisañosde edadque no es jugador patológico.El matrimoniovive de su pensiónde jubilacióncomo antesvivieronde su modestosueldo.Al jubilarsepasaen casael tiempo que durantesu vida laboral no pudo darseel lujo de tener.Entre suspasatiemposestabarevisarlos extractos bancariosque recibíael matrimonio en su domicilio. Así compruebaextrañadoquetalesnotificaciones muestranreintegrosdiariosde 30 euros.Cuandopregunta a su esposadescubreque éstaeslud 6pata.Extrae del cajeroesacanridadtodos los días para ju-
,,?,iíJíxii,N gársela a las tragaperrascon la intención de recuperaÍ el dinero perdido las jornadas anteriores Comentario: Las amas de casa ludópatas pasan completamente desapercibidasporque son las administradoras del dinero familiar y salen de compras con pequeñas cantidades que se juegan cada día (mienrras exisran fondos). Despuésiustifican la ausencia de víveres o la adquisición de otros de peor calidad por la caresríade la vida. Este hombre sólo advirtió que estaba casado con una ludóp ata cuando Ia l,rbilación le proporcionó tiempo suficiente para analizar las cosas.
Disponer de mucho dinero no cambia nada, sólo dtlata el tiempo en el que el sujeto pueda tomar conciencia de que tiene un problema. Esto es más fáctl cuando se tiene una econo mía media o baja, porque los problemas financieros comienzan antes.Pero si un sujeto no puede d.i ar de iugar, gane o pierd^, y termina jugándose toda la cantidad disponible en un momenro dado, eSludóp ata, ya se juegue el dinero de la cesta de la com pra o el límite de crédito que un centro de juego deseearriesgar con un cliente. E,sposible que 1o que ( engancheo al lud 6pata sea la excitación que siente entre el momento de realizar [a apuesray el de la materialización (o denegación) del premio. Qu tzápor eso el poder adictivo de un juego de azat esté directamente relacionado con Ia brevedad de ese instante; 1o que exige al adicto repetirlo incesantemente,como se ha visto que hacen las ratas cuando asocian la pulsación de un a palanca con el estímu-
?o *NSuperar "" N la ludopatía
lo proporcionado a una zona placentera del cerebro, aunque caigan exhaustas. Por todo ello, son más adictivas las máquinas tragaperras,el bingo rln ruleta u otros juegos de casino y las carrerasde animales que los juegos de azaÍ con premios más diferidos en el tiempo, como es el caso de las quinielas o las loterías. Dicho esto, habúa que señalar que estamos asistiendo en los últimos tiempos a personasque ¡uegan a todo tipo de loterías con un patrón d. juego muy similar al del ludóp ata y con los problemas que el iuego plantea a este tipo de enfermos.
Jugador-problema (%)
Autor Becoña(1993)
1,73
C a y u e l a( 1 9 9 0 )
EAJA(1ee0) J AR C A( 1 e e 6 )
1,91
Legarda et Al. (1992)
1,67
1,60 2,70 2,34 3,82 5 , 18
Promedio
Por Ia razón señalada más arrtbq no son adictivos aquellos juegos donde eI azar tiene un papel limitado o ninguno y es necesariaIa participación de la estrategiade los jugadores, como pueden ser el dominó o el ajedrez.
1 Modificada de Ibáñez,4., y Sáiz, I.: La ludopatía, una nueuaenfermedad,Masson,Barcelona,2000.
ConcePtg N¡f deludopatíaN"^
En tales juegos los i,tgndores se relacionan con otros y ponen a prueba sus habilidades;no se limitan a espefar que les llueva un premio del cielo. Quizáusted hayaoído hablar en algún momento de iugadores-problema. Estos sujetos mantienen un patrón d. luego muy similar aI de los ludópatas pero carecende algún criterio que permita considerarloscomo tales. Se ign ora si los iugadores-problema llegan a transformarse algún día en lud 1patas y cuántos de aquellos terminan evolucionando de esa mane ra, pero es una población que h^y que tener en cuenta por su potencial patológico y porque su extensión entre la población general es incluso superior a Ia de los ludópatas, lo que multiplica el impacto social de esta adicción. Conviene añ,adu que existen ludópatas entre los jugadores de naipes, teóricamente poco dependientes del azaÍ. De hecho, los ludópatas "tradicionales" lo '. fueron a estetipo d. juegos, asícomo a los dados EI comportamiento de estosauténticos ludópatas de naipes es típico, pues confían desmesuradamenteen sus corazortadas de estar en rachai o, 1o que es lo mismo, confían en que Ia suerte les proporcione combinaciones de naipes que sean favorables.Si tenemos en cuenta que sus oponentes suelen ser jugadores profesionales, el ludó pata tiene garantizadas sus pérdidas de antemano. Son víctirnas propiciatorias (unos primos,
2 LuisdeGóngora,eIfamosoliteratoespañol delsigloxVI, era lud 6pata. Los alguaciles llegaron a echarle de su casa porque no pagaba el alquiler a causa de sus deudas d. iuego. Lo curioso de la anécdota es que su casero era Francisco de Quevedo, otro afamado autor coetáneo del anterior. Las rencillas que existían entre ambos parece que también tenían causas extraliterarias.
,, Ni:frozlpotro como se les conoce en la jerga de esoscírculos) tanto de los casinoslegalescomo de las timbas clandestinas que aun se mantienen activas.
IJna adicci6na los juegosde azar. Una enfermedadcrónica que aún no tiene cura, por lo que el riesgo de recaídaante un nuevo contactocon el juego semantieneactivo durante toda Ia vida. Una sola apuestaes motivo de recaída,como le sucedeal alcohólicocon una copa. Hny más ludópatasen los paísesdonde los j,regosde azarestánlegahzados y los puntosde juego sonmásnumerososy accesibles paru la población. Los juegospotencialmenteadictivosson los de azan Entre ellos,los más adictivosson los que reportanpremiosmásinmediatos.Ordenadosde mayor a menor: máquinas tragaperras,bingos/ juegosde casino,loteríasy quinielas. Cadadía hny un mayor número de personascon un patron d. juegoludópataentrequienesapuestan a loteríasy quinielas,y entrelos inversoresen Bolsa(valores..futuros,). Los juegosde videoconsolas puedenllegara ser adictivos,aunqueinicialmenteno tenganesepotencial;existenpersonasque desarrollanun patr6n d. juegosimilar aI de los ludópatas. Seprevéun incrementode lud opatasantela proliferaciónde los casinosy de las páginasde inversiónen Bolsa a travésde internet,aI encontrarseel punto de juegoen la propia casa.
3 Capítulo
L oq u en oe s Iu d o pa tía Jugar, y tener Ia libertad de d.i ar de hacerlo, aunque se esté ganando, es la forma d. juego que practican las personasque no tienen problemas con esta forma de diversión. Aqnellas a quienes lo mismo les da lngar que realizar otra actividad, lúdica o ro, que les
Características
Jugador social
Ludópata
Jugador profesional
Modo dejugar
aislado
acompañado
acompañado
Duración
ilimitada
limitada
limitada
recuperar
emociónlga-
pérdidas
nancias
Motivación
modo de vida
Controlsobre no [a apuesta
S1
SI
Disciplina
nula
alta
férrea
Pérdidas
no
p r e v l s t a sprevistas
previstas
h a s t a p é r d i d a predeterminadapredeterminada
F i n d e l j u e g o completadeldi- r e l a c i ó nd i v e r relación ganan nero
Tipo d. iuego azaÍ Premio
inmediato
sión/emoción cias/pérdidas azarlenvite
envite
inmediatol
medio/
aplazado
aplazado
Superar r?4' N -N/a ludopatía
distra rga no tienen problemas con el juego. Quienes juegan y tienen la sensatez de apartarse cuando están
perdiendomás de lo que estándispuestos a soportarno tienenproblemascon el juego. Hay dos tipos d. jugadoresque no debenconfundirse con ludópatas:los socialesy los profesionales. Veamosen qué se diferencianunos de otros.
El iugador social Cualquier persona que carezcade problemas con el luego entra en la clasificaciónde jugador social. Éstos son aquellos que juegan por pura diversión y, si acaso,movidos por la emoción que supone obtener algunas ganancias extra. Por ese carácter lúdico de su forma de jugar, el jugador social suele hacerlo acompañado, iuega durante un tiempo previamente delimitado y asume pérdidas razonables, establecidasde antemano, d.jando de ¡ugar cuando llega a ese límite. Si cesaIa emoción que el juego le proporcionz, lo deja. Por su deseode lugar con otros, el jugador social suele aceptar juegos de envite (como los naipes). Y sólo aceptalos juegos de puro azar en la medida en que puede comp artir la emoción de la apuesta con los demás (por ejemplo, en el parchís).Son juegos compartidos donde, además del azar (los naipes que recibe, Ia cara del dado que le permite avanzar), interviene la estrategiade cada cual y Ia interacción social. Sobre esto último saben mucho los emparejados jugadores de mus.
'" r:;";',:;N rt El iug dor profesional Hay ludópatasque creenser jugadoresprofesionalespor el mero hechode dedicarlemucho tiempo al juego.Algunos inclusotienenIa fantasíade disponer de un sistemaque les permite ganat y recupeÍaÍ sus pérdidas.No sonlo uno, ni disponende lo otro (nadie tieneun sistemaque permitaromper las leyesdel azar en juegoslimpios,por muchasnoticiasque salganen la prensaal respecto). Y, sin embargo,nadahny más lejosde un jugador profesionalque el ludóp ata. Los jugadoresprofesionalesson aquellaspersonasque hacendel juego su modo de vida. Necesitanganar para sobrevivir.Por eso el jugador profesionalno se dedicaa juegosque dependenexclusivamente del azaLTrabalacon juegos de envite,en los que puedecalibrarIa jugadaque poseey calcularla de suscompañerosde mesa(nuncaes un jugador solitario).Asumepeligrosmuy limitados: sabehastacuándoestádispuestoa arriesgarse, hasta cuánto estáresueltoa perder, y cuándodebeabandonar una partida de éxito u otra que le vienemal dada. No le preocupatener alguna pérdida si calculaque ésta le permtttrá ganar más a medio o largo plazo. Nunca fantaseacon Ia idea de estar ( en racha"; sólo confíaen su astucia pata manejnt el juego que le es servidoy el que calculaque tienenlos demás. iVIüCha,ofeita de juego y muy próx,ima; d,ema* siadotiempo libre.vacío contenido y un cóntac1. juegosde azar favorecenel inicio to prec,oi,.con.los de la ludop atía.
'u NtífínZ'potío Otros iuegos Se está discutiendo si las videoconsolaso los iuegos de ordenador generan adicción. En principio habría que decir que ro, puesto que carecende un premio crematístico y el i,tgndor no se enfrenta aI azar sino a un programa con el que se mide y pone a prueba sus habilidades. Sin embargo conviene estar a\efta, PorQuedel mismo modo que estamoscontemplando patrones d. iuego ludóp ata en juegos de azar con premios diferidos (teóricamentepoco adictivos), aquí puede sucederlo mismo. En ocasiones,In excitación que genera vencer al programa, o Ia necesidadde revancha ante un iuego fallido, eS similar a Ia que proporciona brevemente el tiempo de esperadel premio en los iuegos de azaL Y eso puede engdnchar al sujeto. En la medida en que éste se aísle de su medio y busque tiempo paf a iugar contra el progr ama) renuncie a otro tipo de oci o, a sus relacionessociales,familiares, laborales o escolarespor iugar, conviene estar alerta, porque ese patrín de juego comienza a parecerse demasiado al de la lud opatía. Otra cosa bien distinta son los llamados casinos on line, qtúepermiten participar en diferentesjuegos típicos de casinos a través de internet contra el número de una tarjeta de crédito que se exige en el momento de registrarse en Ia págrna web correspondiente. En estoscasos,el riesgo adictivo es similar aI de los casinos genuinos, con el agr avantede que el jugador no necesita desplazarseparu lvgar porque tiene el punto de juego en su propia casa.
Lo que no es ludopatía
N,'
Quien d.j a de lvgar cada vez que le apetece,porque se aburre) pierde más dinero de lo previsto, o porque otra cosa demanda su atención. Quien juega,y prefiere hacerlo, acompañado por sus amistades o familiares en momentos muy J
concretos. Quien sólo le dedica aI juego una pequeia parte de su tiempo libre que no ocupa de otro modo y no le quita dedicación a sus otras aficiones, familiares, trabajo o amistades. Q u i e n n o e s pe r a r e s o l v e r s u s p r o b l e m a s e c o nómicos jugando reiter adamente, sobre todo si pierde. Quien jamás acumula pérdidas económicaspor causa del juego y si recibe premios se los guarda y no vuelve a jugárselos.
4 Capítulo
Característlcas d e ll u d ó p a l a No existe un aspecto exterior que singularice aI ludóp ata. Sólo sutiles cambios en su personalidad podrían ser detectados por sus íntimos, que le conocen bien. Aun así, es difícil establecerque una persona es ludóp ata cuando se está en un entorno cotidiano. Los ludópatas fueron en buena medida, antes de caer en su adicciór, personas bien adaptadas a su medio familiar,Iaboral y social (y pueden volver a serlo). No resulta desacertado afirmar de la mayo ría que son hábiles, trabnjadores e inteligentes. Algunos de ellos sostienen que si en vez de aplícar su inteligencia en mantener todo el tinglado que mont an para que nadie perciba su adicción la utthzaran en desarrollar negocios o en las ftnanzas serían personas de gran éxito. Y no les falta razón. [Jna característica común a casi todos los ludópatas es que disponen de tiempo libre que facthta su inicio y el mantenimiento de Ia adicción. Amas de casa que son dueñas de su propio horario, jubiladoso úab^jadores en situación de paro, negocios autónomos, puestos de trabujo sin mucha supervisión, tareas que exigen pasar algún tiempo en la calle o v:'e;laÍ... Todas esas situaciones facilitan que el ludóp ata potencial encuentre el camino de iniciarse en la adicción si se dan determ tnadas condiciones que no son bien conocidas.
erar ooNSwp la lwdopatía
', La ludopatíaes Cornouna esponjaque, además , del dinero,absorbetodo el tiempo libre del ludópatá, su tiempo de dedicación a Ia familia, a los arni. .
t
l
gos, aI trabajo. Aún ignoramos quién se hace ludópata y quién no. Pareceque proceder de hogaresdonde el juego es algo importante o existen familiares abiertamente lud ópntas favoreceque surja un sujeto ludópata. Sin embargo no existen datos fidedignos que permitan afirmar que eso se debe a algún tipo de condicionamiento genético o aI aprendizale de esa conducta en un determinado ambiente famili ar.Ta\escuestiones t. todav ía estánpor esclarecer Lo cierto es que muchos lud ípatas refieren haberse iniciado en el juego cuando se sentían en algún momento emocional difícil o compleio. Bien es cierto que ello debe ser tomado con cierta cautela, pues Ia memoria selectivapuede hacer coincidir en el tiempo hechos que nada tuvieron que ver entre sí realmente. Y como el ser humano necesitaexplicarse las cosas, Se pueden hacer atribucionesque son irreales. De hecho, se podría escribir un grueso libro con los acontecimientos a los que cada cual atribuye haberse iniciado en el juego patológico. Algunos lud 6patas,principalmente masculinos, señalan que en semejantemala situación emocional (o económica)jrgaron accidentalmentey tuvieron Ia rara
t SáizRuizeta1.,1992, A.: Ibáñez, asimismo op.cit.Véase de de la ludopatía(tesisdoctoral),Universidad Basesgenéticas Madrid.,1997. AlcaládeFlenares.
Característicar rr N +t delludópara$
suerte de recibir un buen premio. E indican que eso fue lo que les enganchó aI ver ahí, ingenuamente, una posibilidad de tener ingresos fácl\esz.Conviene mantener las mismas cautelas referidas con anterioridad, pues la memoria selectivapuede hacer coincidir fechas que nunca estuvieron juntas. Otros ludópatas, sin emb argo, indican que han jugado desde siempre y a partir de la adolescenciasu afición al juego se agudiz6 hasta transformarse en una auténttca ludop atía desde el momento en que comenzaÍon a manejar más dinero. El inicio precoz en el juego es uno de los factores de riesgo más importantes para contr aer esta enfermedad. Hoy por hoy, es más frecuente que ocurra así en los hombres que en las muieres. Frente a estos ludópatas que afirm an haber sentido siempre gusto por el juego y haber disfrutado mucho con é1,otros señalan que no les gusta nada jugar, lo que aumenta su perplejidad al encontrarseencerÍados en un circuito en el que se sienten obligados -por sí mismos-
a hacer algo que en realidad detestan. Existen más ludópatas jóvenes entre los varones
que entre las mujeres. La prtncipal razon es que ellos tienen sus primeros contactos con los juegos de azar más precozmente que ellas. El 70% de los hombres tienen esecontacto inicial antes de los veinticinco años, mientras que las mujeres lo hacen en su mayoría (70%) después de esa edad. A ello contribuyen los diferentes modelos de socíalización a que son sometidos los varones y las mu-
SáizRuiz, et. al., op. cit., eIbáñez,A., op. cit.
Superar a? '- **N N la ludopatía
jeres en nuestra sociedad.El de los hombres aun propicia que pasen más parte de su tiempo de ocio en salones recreativosque las mujeres. Sin embargo, las féminas evolucionan con mayor raptdez que los hombres hacia la ludop atía una vez iniciado su primer contacto con los iuegos de azan.El promedio general del tiempo que se tarda en desarrollar estaadicción se sitúa en torno a los nuev e a ñ o s3 . Al menos un tercio de los ludópatas abusa del alcohol a (y mucho más del tabaco), pero, sin llegar a eso, son más numerosos los que consumen pródi ga' mente bebidas alcohólicasmientras juegan. Esto es importante porque a los riesgos intrínsecos al consumo masivo de alcohol se afade su acción depresora sobre el sistema nervioso centraI. El alcohol reduce la capa' cidad de frenado voluntario, por lo que el ludóp ata juega sin parar bnjo sus efectos desinhibidores. ¡Todo es alegríay ligerezabajo la acción del alcohol! Por eso, solemos considerar el alcohol un elemento facilitador del juego incontrolado. ¿No se han preguntado nunca por qué en algunos localesde juego "la casa> invita a sus clientesa una o varias rondas de bebidas alcohólicas gratis ?
3 Ibá¡et, A.; Blanco,C.; Moreyfa)P.,y Sáí2, J.: "Gender Psychiatry, 64: Clin. Gambling in Pathological Differences ". I. 29 5-301, 2003. Este tiempo se acorta cadavez más,encontrándosehoy alrededorde los cuatro o cinco años. 4 Crockford,D., y el-Guebal¡ N.: ..PsychiatricComorbidity in PathologicalGambling:A Critical Review,,.Can.I. Psychiatry, 4 3 : 4 3 - 5 0 ,1 9 9 8 .
o, "#fíí';::;i":N
Actitud frente al iuego: Pasión por el juego El juego como diversión exclusiva El juego como evasión El juego como inversión Exagerado optimismo de triunfo Frecuentación creciente Minim rza la dependencía Maxi miza recuerdos de las ganancias Minim iza recuerdos de las pérdidas Fantasíasde recuperación Incapacidad de retirarse (gane o pierd") Apuesta todo lo que tiene o más Abstinencia si no juega (vacío, kritación) Actitud durante el juego: F a n t a s í a sd e c o n t r o l s o b r e e l j u e g o ( ^ á q u i n a (a punto,,, jugadorla <<enracha>>, manipulación botones) Obcecados,abstraídos Silenciosos,solitarios Abatimiento Signos de excitación vegetattva (palid ez, sudoraci6n, palpitaciones.. . ) El juego patológico es una adicciót, y como tal, si existe algún obstáculo que impida aI sujeto jugar como sería su deseo, se produce una reacción comp arable con el síndrome de abstinen cia, caracteúzada po r ansiedad, ircitabilidad, sensaciónde vacío y fuertes deseos d. jugar. Conviene tener en cuenta la existencia de este
ooNt;fffi""lpo,ro síndrome de abstinenciacuando el lud ópata se pone en tratamiento, porque será algo contra lo que habrá de luchar.
Cómo iuega Los ludópatas son básicamentejugadores solitarios. Es posible que se dejen acompañar en ocasiones por alguien (sobre todo en bingos y casinos) porque eso les ayuda a enm ascararsu adicción frente a los demás. Otras vecessucedeque el pequeño grupo que acude a esoscentros está formado por ludópatas que ocultan su condición -o así 1o pretenden- a los demás. Pero lo frecuentees que el ludó pata juegue a solasy busque localesdonde nadie conocido pueda verle jugando. Aunque hay jugadores patológicos que refieren estar pendientes de 1o que les rodea mientras juegan, lo frecuente es que estén absortos, ensimismados por el juego. Y ésees el aspectoque ofrecen a cualquiera que les estéobservando. Al principio, el ludóp ata sólo juega en sus ratos libres y puede combinar su adicción con otras activi dades lúdicas. Pero éstasvan cediendo lugar progresivamente aI juego de azar hasta que éste ocupa finalmente todo el tiempo de ocio del enfermo. Y no sólo el tiempo de asueto. Poco a poco, como si de un a gran mancha de aceite se tratara, el afán por lugar asalta el tiempo de dedicación a Ia familia, que merma hasta llegar a des aparccer en la práctrca. El ludóp ata se despide por Ia mañana cuando sale de casa y vuelve mucho más tarde de 1oque su jornada laboral puede justificari alahora de cenar)o de madrugadn, cuando todos duermen. Su necesidadd. jugar le oblrga a restarle tiempo
Característicar.N +.1 delludópara $ "'
de dedicacióna sus amistadesy a escatimarletodas las horas que puede a su trabajo, cuyo rendimiento puede llegar a resentirse,aunque no siempre suceda así. El juego actúa como una esponia que absorbe al completo el tiempo de que dispone el ludóp ata y minimiza su dedicación a otras actividadesque no sea su adicción. Su pensamientose centra exclusivamenteen planificar sus jugadas, cómo sacar rnás tiempo pafa Jlgar y cómo obtener más dinero para mantener su adicción.
El ludóp ata, una vez que ha iniciado el juego, es inCapazde dejarlo hasta que se queda sin dinero o le cierranel local.
Cómo gastael dinero A manos llenas, como puede deducirse de lo dicho anteriormente. El jugador patológico se gasta el dinero que tiene, el que no tiene y el de los demás.Pero no por generosidad, sino porque su adicción le demand a cada vez mayores recursos económicos. lJna vez que el lud6pata inicia su iornada d. iuego, sigue y sigue sin parar hasta que se gasta todo el dinero que lleva encima. Juega hasta agotar el límite de crédito de su(s) tarleta(s).No puede paraL Juega hasta que el dueño del Ioca| ya no le concede préstamos inmediatos para continLtar.Si le toca algún premio, no se va a casasatisfechopor su triunfo, sino que se lo vuelve a gastar en el mismo local o en otro. E , n o c a s i o n e s ,m i e n t r a s j u e g a ( s o b r e t o d o a l a s máquinas tragaperras)el ludópata es capaz de reflerionar que está haciendo el tonto, porque por cuan-
/ /- oNSuqerar -o N Ia'ludopatía
tioso que sea el primer premio que pueda darle una máquina, siempre será una cantidad menor de la que ya se ha gastado.Pero ese argumento, gue sería definitivo para que d.jase d. jugar cualquier j,rg"dor social, no le sirve aI ludóp ata, eue no puede dejar de mantenerse enganchado a Ia máquina o a cualquier otro tipo de juego ni en esascircunstancias.Sigue y sigue...hasta que ya no tiene más dinero que jugar o cierran el local.
El ludópataseiuegatodo el dineroque llevaencima t *á,r.;le cuestallegar a fin de mes a pesarde ' que gana din,eroiuficiente. Como el dinero se le agota con rapid ez, ptde préstamos a bancos o a prestamistas,pide dinero a sus amigos, a sus vecinos (conocidos o desconocidos),a sus familiares, a sus compañeros de trabajo. Vende objetos familiares de valor, sisa dinero de donde puede en casa:el sobre destinado a pagar los recibos de los distintos servicios domésticos (electricidad, agrt4 gáS,comunidad), el dinero que guarda el cónyuge, los ahorros de las huchas de sus hijos, el destinado a los uniformes del colegio, a los zapatos o los regalos de cumpleaños familiares... Y se puede llegar a situaciones más extremas aún, como vender con engañosel piso de la anciana madre, rehipotecar Ia propi a casa,gastarse el dinero de una tesorería cuya responsabilidad sustenta (de la comunidad de vecinos, del trabajo), dilapidar herenciasmillonarias (propias o ajenas),robar, estafar,etc. Cualquier fuente de dinero es exprimid a a conciencia para satisfacer una adicción que es insacíable. La ludop atía es económicamente ruinosa, un
Características.N ¿z '/ delludópara$
pozo sin fondo de pérdidas, poreue los juegos de azar están siempre en contr a de quien juega.
Algunoslud opatascreenque no solicitanpréstamos para jugar,que sólo setuegansu dinero.Y cierranlos ojos antela evidenciade que si debenpedir adelantos para pagarel recibode Ia \uz esporquepreviamentese 1ogastaronen el juego.Puestoque el pago de talesrecibosesla obligaciónsocialdel sujeto,cualquierpréstamo que sepida pataello alimentaen verdadel juego.
.,Nunca pensé que :ro caería tan bajo. He sacado dinero de debajo de las piedras: he pedido adelantos de Ia nómina, créditos a los bancos, he sableado a mi familia, a mis amigos, a los vecinoS...; incluso he quitado dinero de casa consintiendo que mi mujer regañ,araa mi hija por creer que había sido ella. Pero lo último que hice antes de venir aquí fue quitarle el dinero de la hucha al pequeño de siete años.> Comentario: No es el único ludóp ata que atropella de esa manera a su familia. Otros han vendido el piso de su anciana madre sin su consentimiento y cometido distintos delitos que los han llevado a Ia cátcel.
Fantasíasacercadel iuego La percepciónpsicológicadel mundo por paftedel ludóp ataestácognitivamentedistorsionadaen lo que aI juegoserefierey esole hace" funcionaro dentro de
¿a '" N Superar N la ludopatía
un marco de referencia desfigurado e irreal. Es como si tuviera en sus circuitos cerebralesun virus inf ormático que modif ica las percepcionesque recibe y las elaboraciones cognitivas que desarrolla ante todo lo relativo aI juego. IJna de esasfantasías es precisamente la que he comentado más arrtba y que los ludópatas resumen a vecesen una frase similar a ésta: ,,Me juego solo lo míor. Sin tener en cuenta que, aunque se trate de la nómina que ganan con su trab^jo, esedinero no es exclusivamentesuyo, también es de la familia. Luego se están jugando fondos propios y de otros.
Lá$ deudasy los recibosirnpagadossuelen,ser monedacorriente paraalgunosludópatas. Pero tienen asimismo otras fantasíasque les mantienen adheridos aI círculo vicioso en el que se encuentra todo ludó pata: Estar <<enracha, Es una de las fantasíasmás recurrentes.El j.rgador siente la cor azonada de que ese día será definitivo pata él porque la suerte está a su favor. Si lleva mucho tiempo jugando sin premio, piensa que "está a punto de llegaro, por lo que juega y juega con Ia vana esperanza de alcanzarlo. Los jugadores de máquinas tragaperras llegan incluso a apagar el aparato y solicitar al dueño del local que se lo guarde mientras van a por más dinero para hacer saltar el premio y obligarle a salir. Recup erar lo perdido Es, con todo ,I^ fantasía por excelenciade todo lud6pata. Es tan sólida y frecuente que su presencia re-
Característicar '/ .N+q delludópara $
sulta casi definitiva panahacer el diagnóstico de ludopatía. El lud 6pata nunca se conforma con los resultados que obtiene de su adicciót, siempre negativos. Constantemente hny pérdidas, porque, aunque le toque un premio, siempre lo inuierte en otro lugar para volver a perderlo invariablemente. Con esafantasía en su imaginación, se prepara aI día siguiente paru recuperar Io que perdió la vísp eÍa. Está convencido de que va a recobrarse, Sobre todo si cree estar en racha. Pero no sólo no recupera lo perdido, sino que añ,adepérdidas a sus pérdidas.
siempreil.g" conIa fánmsfade que El ludóp,^t? recuperurá el dinero anteriormente perdido...,y siemI
pre pierdemás. Éste es el principal mecanismo que sumerge al ludóp ata en un pozo sin fondo de deudas que se acumulan una tras otra hasta límites insospechados.Y el que subyace en las sustraccionesde dinero que hace en tes oreríascontroladas por é1.Este tipo de "distracciones crematísticas> no son robos en sentido estricto para é1,porque como sabeque <seva a recuperaro,lo que hace realmente es coger prestada una cantidad que restitu ftá antes de que nadie advie rta su faIta. Otra cosa son los robos auténticos, acompañados de intimidación o no, donde existe una conciencia real de estar buscando por medios ilícitos cantidades que le resuelvan su adicción. Recuperar lo perdido es Ia fantasía que se manifiesta en las recaídasy la que las prolonga. Cuando un ludóp ata que lleva tiempo sin jugar echa una moneda
.^ *NSuDerar " *N la'ludopatía
en una máquina ftagaperras, por ejemplo, se aveÍgLtenzatanto de ello que intenta tapar Ia pifia jugando más para recuperan y así evitar ser descubierto de nuevo. Ya come ntaré más adelante el comportamiento más razonable que hny que mantener en tales circunstancias. Sus ganancias Son otras de las distorsiones cognitivas que sufren los ludópatas. Todos ellos refieren haber recibido premios más o menos importantes; recuerdan los premios que han obtenido y minímizan las pérdidas, a pesar de ser más cotidi anas que las ganancias.Pero no sólo se trata de que no recuerden las pérdidas; si se les pregu nta por el destino que le dieron a ese dinero ganado en el juego descubren que se lo jugaron en otro lugar y lo perdieron, esa cantidad y probablemente más que se apostaron el mismo día (nr jrg"dor social se lo lleva a casa para disfru tar de é1,solo o en comp aflía). Ése es siempre el destino de las supuestasganancias de los ludópatas en el juego. Los beneficios económicos que los ludópatas refieren haber recibido en el pasado sólo son las huellas mnésicasque han d.jado en su cerebro las cantidades que el juego les ha prodigado con parquedad a lo Iargo del tiempo. No son el fruto de una reflexión contable en la que encuentren saldos positivos. Una de las cosas que hago en las primeras entrevistas a los ludópatas que acuden a nuestra consulta es extraer un promedio de los gastos diarios que les ocasiona el juego. Despuésles insto a que realicen una pequeña op eractín mat emática para calcular el dinero gastado en el juego a lo largo del tiempo que dura
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su ludop atía. Los resultados siempre son sobrecogedores, poreue el saldo es inv anablemente negativo en varias decenasy centenas de miles de euros. ¿Dónde están esasgananciastan recordadas?Nunca existieron realmente, pues los pocos premios logrados también los perdieron en el juego. Obviamente, eso no es ganar.
El ludópata nunca gana,pueslos escasospremios que obtienevuelvea perderlosen el juego. Siempre recordaré a un paciente que debía varias decenasde miles de euros a causa de su adicción. Nos refirió que obtuvo un premio importante en la lotería, lo que Ie hizo frotarse las manos, pues con ese dinero saldaría sus deudas y podría comenzat una nueva vida con el sobrante. Con esa alegríase fue a cobrar (solo) un dinero... que jamás llegó a casa. ¡Sejrgó miles de euros en el camino de regreso! Así que se quedó sin el dinero ganado, con las mismas deudas que tenía, con su ludopatía en activo y un sentimiento de estupidez ertcima que fue lo que le llevó a nuestra consulta motu proprio.
Cambios en su forma de ser La dedicación del ludó pata aI juego en tiempo y esfuerzo mental se hace cada vez mayor. No sólo se trata de que prepare mentalmente sus próximas jugadas o piense en Ia manera de financíar su adicciór; además tiene que justifi car sus ausenciasante Ia familia y su empresa,y Sesientepreocupado por las deudas que acumula, los créditos que vencen, los recibos que no
{? N*Superar "- *N la ludoPatía
puede pagar y, en general, mantener la aparrencia de normalidad frente a todos para ocultar su condición de adicto a los juegos de azar. Todo ello implica que el jugador patológico se vuelva taciturno , irritable, ansioso, meditabundo e insomne. Se aísla y está como ausente,se mantiene indiferente a las cosasque sucedena su alrededor... Su trato familiar se vuelve desatento,hosco, o abiertamente hostil. Su aspectodenota la preocupación que siente -y de la que no puede hablar con nadie- y se muestra apático, abatido y pasivo. Su rostro, preocupado, desencajado y tenso, muestra el tormento que sufre por dentro. En casa no se preocupa de los problemas familiares, ni resuelvelas dificultades administrativas, ignora las cuestionesrelativas aI abastecimientode sus hijns o las relacionadas con su escolartzación,etc. Y abandona sus relacionesconyugales.No h"y contacto personal, ni intercambio de confidenciáS,ni comentarios sobre los acontecimientos del día. También se deterioran las relacionessexualespues se reduce el interés por Ia pareja; si éstas se llevan a efecto puede existir una meno r teacción fisiológica a Ia excitación, manifestada por una erección o una lubricación vaginal insuficientes,y el orgasmo qurzá se retrase o no llegue nunca, 1o que entrañ a LtnadificultaC añ,adtda.
El embrollo de las mentiras Gran parte de los cambios de humor que sufren los ludópatas procede de una tensión afadida a lo que supone estar pendientes del dinero y de distraer tiempo para poder jugar. Ellos suelendefinirse cuando es-
Características $ -( ? del ludópata*N "
tán en los grupos como los ases de las mentiras: < somos los más mentirosos del mundo >>.Y es que el jugador patológico vive envuelto en una tupid a mataña de falsedades. El lud 6pata vive dentro de una cárcel construida con mentiras por é1mismo. El ludópata miente para ocultar el grado de enganche que sufre con el juego. Miente para justificar en el trabajo ausenciasdurante la iornada laboral (paru lvgar) q,re no deberían producirse. Miente a Ia familia para justif rcar retrasos en Ia llegada a casa, gastos imprevistos inexistentes,ingresos familiares que deberían llegar en un plazo determinado y no llegan, o para disculpar no haber podido comprar algo que efa necesario, o Para justif icar que no se pueda llegar a fin de mes cuando los ingresospotenciales lo permitirían
Miente en el trabajo paÍa
solicitar adelantos sobre Ia nómina. Miente a familiares y amigos para justificar préstamos que nunca devuelve.Miente en los bancos para obtener créditos de todo tipo. Tal cúmulo de mentiras aiade tensión a la que ya soporta por su adicción. Porque son tantas y de taI categoría que debe realizar un esfuerzo de memoria sobrehumano para evitar que se le pille en falta, cosa nada fácII para é1.De hecho, sosteneresta situación es tancomplicado que sueleser una de las circunstancias que permi te a sus allegadosentrar en sospechade que realmente está sucediendo algo grave.
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Szoerar
N la'ludopatía
..Tocar fondo>> Son pocos los ludópatas que toman concienciade que tienen un problem a y adoptan la decisión de ponerse en manos profesionales antes de que las cosas va)ran a más. Lo frecuente es que Ia familia los traíga con tal fin después de una conversación amistosa o una bronca de las que se recuerdan tod a Ia vida. En cualquier caso, los ludópatas no suelen consultar hasta que no alc anzan la convicción de que han <tocado fondo o . ..Tocar fondo" es Ia percepción subjetiva de haber llegado a una situación límite que para cada uno tiene significados diferentes: para unos, lo i-portante es sentir que ya no son dueños de sí mismos para otros, lo es más Ia conciencia de haber deteriorado Ia situación familiar hasta llegar aI borde de Ia ruptura; y p aÍa otros son las deudas lo que más les acucia y lo que les lleva a entender que no pueden seguir así. En cualquier caso, existe una seriede situaciones objetivas a las que pueden llegar los ludópatas como consecuenciadirecta de su adicción (ver Tabla 4, en Ia página siguiente).Aunque al lector profano puedan parecerle exageracionesmías elaboradas para asustar a los jugadorespatológicos, les aseguroque no es más que el fruto destilado de Ia experiencia acumuIada en nuestra Unidad de Ludopatía desde 19BI hasta hoy. Lo que les sucedea los pacientes no ha cambiado mucho desde entonces.
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Características del ludópata
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Arruinarse parcialo completamente. Perder aIa familia, al cónyuge, a los hiios o a todos juntos. Perderel empleoo variosde ellos. Las tres situacionesanterioressimultáneamente. hurtos' Cometerdelitoseconómicos(desfalcos, robos, fraudes). de La situaciónanterior % como consecuencia ello,l^ cárcel. Vivir en la más completaindigencia. El suicidio. Arruinarse parcial o completamentees una de las situacionesmás frecuentesen las que caen los ludópatas.El dinero líquido se agotacon mayor o menor rapidez, dependiendode Ia situacióneconómicadel valiosastambiéntiepaciente.La ventade posesiones ne un límite y seextinguemás pronto que tarde.Cuando eso sucedellegan las deudas,y como el ludóp ata vuelve carecede liq uidezsuficientepara satisfacerlas, e inie paraabonarlos impagosprecedentes a endeudars que progresivamente ciaasíuna cadenade descubiertos aumentanel monto del débito, hasta alcanzarla bancarrota absoluta. Un jugador socialcomún iamásllega a estosextremos.En cuantove peligrarsu disponibilidadde dinero corriente deiad. jugar. Pero el lud 6pata seguirá jugandoy endeudándose sin paÍarporquesu adicción le impide frenarcontra todo razonamientoposible(que
sÁ N Superar -" N la ludopatía
sólo puede prever Ia ruina). Tal capacidad argumentattva está sustituida por la deformación
cognitiva , tí-
picamenteludóp ata,de que va a recuperattodo 1operdido muy pronto.
"Soy ludóp ata desde que legali zaron los juegos de azar. Me gusta jugar. Al principio lo hacía sin darle impor tancia, hasta que me di cuenta de que no po día d.jar de hacerlo. Lo he perdido rodo. Me arruiné varias veces; Ia última vez fue hace cinco años. Y mi mujer se divorció de mí. Además perdí el trabnjo porque me pasaba todo el tiempo jugando, y perdí mi cartera de clientes.No he conseguido volver a traba1ar desde entonces. No tengo dinero ni para pagaf una pensión. como en los comedores municipales y duermo en mi coche, eue no tiene gasolina y tiene las ruedas desinfladasde no moverlo. A veces hago autoestop y visito a mis padres, que viven en otra ciudad. En ocasionesme dan dinero pafa que vuelva a remontar o para hinchar las ruedas del coche...,pero esedinero nunca llega a su destino porque me 1o juego de camino a Madrid.', Comentario: No h^y mucho que comentaÍ.Para este paciente, <tocar fondo" ha significado sumirse en la más completa indigencia a sus cincuenta años de edad. Lo ha perdido todo: mujer, hijoS,casa, trab^jo, dinero. No tiene NADA. Pero su adicción es de tal envergadura que cuando tiene algún dinero se lo juega, pese aIa situación desesperadaenque se encuentra.
Características $ <7 d e ll u d ó p a t a N " '
Perder ala familia, al cónyuge,a los hifos o a todos juntos es otra de las formas que tienenlos juLas ausencias, gadorespatológicosde <tocarfondo>>. las cantidadesde dinero que el cónyugeve esfumarse sin raz6n alguna pata ello y el sinnúmerode mengeneranmúltiplesdiscusionesque tiras descubiertas enturbianIa relaciónde Ia pareia.En ocasionesel ludóp ataha prometidovariasvecesque cambiaríaIa situaciónpor sí mismo, sin haberpodido cumplir su promesa. La desconfianzay el desengañohacenque surja el desamoren el cónyuge,que, harto de promesasincumplidasy del sufrimientogeneradopor una situaciónque sueledurar años,seplanteadivorciarse. Así, Ia separaciónlegal de la familia propia (cónyugee hijos)y Ia expulsióndel hogarconyugalseconviertenen ofta forma frecuentede <tocarfondo> para los ludópatas.IJnasvecesIa amenaza de divorcio es suficientepan que el ludópataconsidereque yaha llegado aI límite, pero otras vecesno lo percibede ese modo hastaque no ve literalmenteperdidosal cónyuge, a los hi¡osy el domicilio familiar. En ocasionesel hogar perdido es el parental,en aquellosludópatasque han burlado una y otra vez Ia confianzade suspadres,hastaque éstosadoptanladecisiónde echarlesde casa.El hechode que unospadres seveanforzadosa echara sushijos nos da una ideade a qué extremospuedenllegarlas cosas. Perderel ernpleoo varios de ellos no es algo infrecuenteentrelos ludópatas.Bienpor las numerosas bien por una sin justificarconvincentemente, ausencias disminucióndrásticaen el rendimientolaboral, bien por otras causasque mencionarémás adelante,el iu-
" Nf:Fnzlpo,ro gador patológico termina por ser expulsado de sus trabnjos un a y otra vez. En un mercado laboral con dificultades para la recolocación, sobre todo si la edad es avanzada,ésta es una forma de <tocar fondo" muy tangible, frecuentey trágica. Las tres situaciones anteriores pueden darse simultáneamente. Y de hecho es raro que no interaccionen entre sí en un grado variable al ser fruto de una situación común. Cometer delitos económicos (desfalcos,hurtos, robos, fraudes) es una de las formas más graves de obtener recursoseconómicos en las que pueden caer, y caen, algunos ludópatas. Ya no se trata de que éste se apropie de un dinero de la caja o de la tesorería que maneja con la intención de devolverlo antes de que nadie se dé cuenta de la sustracción, escudándoseen Ia fantasía de que va a recuperaÍ pronto el dinero así distraído. No, aquí existe la intención delibe rada de utilizar medios ilícitos para forzar que terceros proporcionen dinero para sufragar Ia adicción. Puede ser el robo de la caja en una gasolinera, o la falsificación de documentos y firmas para conseguir la venta de un bien que no le pertenece,ur automóvil, por ejemplo, a varios clientes simultáneamente.Las posibilidadesson numerosas, y cometer uno u otro delito dependeen gran medida de las posibilidades con que cuente cada cual. Como consecuenciade ello, no debe ext rartar que el ludóp ata sea descubierto, denunciado y vaya a la cárcelcomo castigo a su delito. Pero si ir aIa cárcel es una forma extrema de <tocar fondo ,r, hay otras no menos profundas y demoledoras. FIay ludópatas que terminan viviendo en la más
Característicat N "Sq delludópata N
completa indigencia. Quiero decir con ello que pierden a su familia, son expulsados de su hogar, no consiguen encon trar trabalo y carecen de medios económicos para subsistir.En definitiva, lo han perdido todo. Hay muchas formas, algunas muy dramáticas, d. que un ludópata llegue a <tocar fondo" a causade su adicción. La más trágica de todas qutzá sea el suicidio. El aparentecallejón sin salida que supone para el jugador patológico la marañ,ade ausencias,mentiras, deudas,problemas familiares, laboralesy de otro tipo le aboca a buscar una salida drástica como es el suicidio. No es que haya d.jado de amar la vida realmente, sino que no quiere vivir esetipo de vid a, Y como se siente incapaz de salir de ella y no cree que pueda haber oúa para é1,decide adoptar esa salida sin retorno que supone la muerte. La existenciade estetipo de salida favoreció el nacimiento de nuestra lJnidad de Ludopatía.Ttas la dest penal tzactln de los juegos de azat en 1 977 com enzaron a verse en las urgencias del hospital numerosas tentativas de suicidio que alegaban como motivo pafa tomar esa decisión distintos problemas derivados de su condición d. lugadores patológicos. Aquel incremento alarmante de casoscon esascaracterísticashtzo que se les prestara más atención y que en 1981e1 doctor SáizRuiz crearala Unidad de Ludopatía del Hospital Ramón y Caial de Madrid, un año después de que esta adicción fuera incluida por fin entre los trastornos mentales catalogados.
1 RealDecretoLey 1611977 de25 defebrero(BOEn." 56, -r[-1977\ 7
erar uoN*Sup la ludopatía
Quien dedica gran parte de su pensamiento aI juego, aI recuerdo de jugadaspasadas,o al tiempo que le falta para irse a jugar. Quien, iniciado el juego, eS incapaz de d.jarlo aunque acumule pérdidas importantes, hasta que algo ajeno le impide continuar (fa\ta de efectivo, cierre del local...). Quien juega repetidamente con Ia fantasía de recuperar eI dinero perdido en anteriorespartidas. Quien mient e para ocultar su ( enganche, aI jueBo, para justifi car su falta de liquidez económicá, o para pedir préstamos que le permi tan seguir jugando. Quien pierde tiempo de dedicación a su familia, sus amistades, sus aficiones, o aI trabajo, para poder jugar. Quien no puede delar de jugar a pesar de acumular pérdidas económicas a causa del juego. Quien pide prestado dinero pafa los gastos corrientes porque se lo ha gastado en el juego. cualquier Quien vuelve a jugarse-y a perd premio obtenido en el juego en lugar de disfrutarlo con cualquier otra persona. Quien ha puesto en peligro alguna relación importante, algún trabajo, alguna oportunida d académica o profesional a causadel juego. Quien ha intentado dejar de jugar por sí solo, se ha puesto nervioso o urttable y no ha sido capaz de conseguirlo, volviendo a jugar.
5 Capítulo
0u éh a c ear n t e l a ludopatía Por regla general, cualquier tipo de adicto tiene la cettez es capaz de salir de su adicción por sí mismo, sin ayuda externa. La experienciaenseña,sin embargo, que los ludópatas, como adictos que son, no pueden salir solos de esteproblema. Si fueran capacesde hacerlo realmente ya lo habrían hecho antes de buscar ayuda profesional, d^dos los innum erablessinsaboresque su adicción les depara.Los intentos reahzados por cuenta propia se saldan siempre con el fracaso porque no se ponen los medios necesarios,aunque crean hacerlo así. Lo más prudente, y sencillo, eSponerse en manos profesionales que le ayuden a superar Ia adicciót y a mantenerla controlada (nunca curada). Digo que es más sencillo porque aunque el mayor esfuerzo debe realizarlo el paciente, como es lógico, l. resultará más fáctI hacerlo si cuenta con Ia ayuda de un profesional y de una red social lo más extensaposible que le apoye en su esfuerzo,como explicaú más adelante. Para ponerse en marcha, 1o principal es identificar que se tiene un problema. Después se pondrán los medios que hagan falta para resolverlo.
El primer paso parala rehabilitaciónesque el ludópatareconozcallue lo es,que es el único responsabled. iugar y que necesitaayuda.
u,Nf:rnrpo,ro Iden tificación del problema Sabersi uno mismo o un familiar eslud ópataesla basepara poner en marcha un programade rehabilitacióno control de la enfermedad.¿Quieresabersi es ustedludóp atao lo esun familiar suyo? Atienda a los siguientessignos.
¿Esustedludópata? Si f uegareiteradamentea juegosde azaÍ yr ganeo pierda,ro escapaz de pararel juegoy marcharsea su casahastaque algo le impide seguirjugando.Si sej,r.ga una cantidadde dinero superiora cualquierpremio posibleque puedaobtener.Si le ha sucedidohab e r s ej , r g a d oh a s t a e l ú l t i m o c é n t i m o q u e l l e v a b a encima y más. Si cualquierpremio obtenidoha vuelto a jugarlo hasta agotarlo.Si se pasa jugando más tiempo de lo que es habitual entre los demás.Si ha vuelto a casacaminandoalguna yez porque se j,tgó hasta el último céntimo y no le quedabani para adquirir un billete de autobúso de metro, o pára hacer una llamadatelefónica.Si cada vez dedicamás tiempo al juegoy menosa otras actividades.Si juegacon Ia fantasíade recuperarel dinero perdido en anteriores ocasiones.Si se le acumulanlas pérdidaseconómicas,las deudaS, y mientea todo el mundo paraocultar su afición aI juego y obtenerdinero para lugar o para pagarel recibo de la lun Si a pesarde ganar en su trabnjo dinero suficienteparasu nivel de vida no llega a fin de mesporqueselo gastatodo en el juego.Si ha salido a la calle con intención de adquirir algún producto y se hn jugadoel dinero en el camino,quedándosesin dinero y sin producto. Si estámás cerca de la ruina que de la opulenciacuandopor susingre-
Qru.hace.rNeE rytela ludopafiao$""
sos corrientes podría encontrarse en esta última situación. Si sus relaciones familiares se están deteriorando y el juego o los problemas que éste acaÍreacenfta las discusiones... No 1o dude, amigo mío. Ni mucho ni poco: las probabilidades de que sealudóp ata son considerables. Yo, en su lugar, cogería altoro por los cuernos y buscaría ayuda. Pero si aún vacila, cumplimente el cuestionario breve de diagnóstico del juego patológico (véansepágs. MA-142). Puntuacionesigualeso superiores a 5 indican que ya se necesrta ayuda pues se tienen problemas con el juego.
¿Esludópata un famihar suyo? No resulta sencillo advertir que un famil rar próximo es un j,tg"dor patológico. No es algo que se lleve escrito en Ia caÍa. Pero existen algunos signos y comp oftamientos que podrían alettarle sobre el asunto e iniciar, aI menos, una conversación esclarecedora. Si tiene algún familiar ludóp ata es posible que haya advertido algunos signos externos, distintos a los que ya con ocía,que le pueden orientar. No son específicos de Ia ludop atía, pero aI menos pueden servirle para disparar sus sistemasde alarma. Pero existe un inconveniente: si ese familraÍ se muestra asídesdehace muchos años, usted puede confundir su situación actual con una forma de ser que viene de antiguo. En cualquier caso, esté atento a Ia presencia de algunas modificaciones en el carácter que por muy inespecíftcasque sean generan esa sensación subjetiva de que "algo ha cambiado>>.
Superar uo-*N la ludopatía
Signos externos: No parecen los mismos, han cambiado. Ircitables, hoscos, nerviosos en el trato. Silenciosos,ausentes,indiferentes en Ia vida {amiliar y social. Rostro alterado (desencajado,desesperado,sin p e s t a ñ e o) . Inapetencia o dificultades sexuales(erección insuficiente, baja lubricación vaginal, orgasmo retrasado). Comportamiento s inexplicables: Ausenciasrepetidassin justifi ca\ con excusasinsuficienteso extraordinarias. Gastos extras ("compra, repetida de neumáricos, "pago, de recibos inexistentes,*préstamos> a a m i s t a d e s . ). .. No se llega a fin de mes cuando con los ingresos habituales podrí a hacerse. Faltan ingresosesperados("no les pagáno, <robaron en la empresa>,*págos retrasadospor falta de liquid ezr,...) Desaparecedinero u objetos de valor en casacon relativ a frecuencia. Movimientos bancarios inesperados,repetidos y sin justificación. Piden dinero prestado con excusasvariadas. El cambio sueleestar relacionado sobre todo con la forma de comportarse con los allegados.Sehan vuel-
Qré hace.r N eS nte la ludopafiaN ""
to más irritables, de modo que montan una bronca por
cuestionesnimias. Se muestran más hoscos y bruscos en el trato. Están ansiosos,taciturnos y ausentes.Parecen absortos en cuestionesque van más aIIá de lo conocido y nunca hablan de ello. IJtilizan el domicilio como una pensión: acuden a comer (quizá ni eso) y a dormir, pero poco más. No se interesanpor ningún aspecto relacionado con las situacionescotidianas de una familia.Parece que han d.jado de interesarlessus amistades,y no digamos sus hijos y su cónyuge. Aparentemente se han vuelto tacaios, pero en realidad no tienen dinero para comp raÍ caprichos. E sa indiferencia se aprec:a también en Ia esfera sexual. Le apetecemenos o nada en absoluto. Si pese a todo se inicia una relación sexual, su cuerpo no reacciona como antes, por lo que no es extraño observar ereccionesdel pene insuficienteso nulas, y lubricaciones vaginales mínimas o ausentes.Eso obsta culíza el normal desarrollo de cualquier práctica sexual, sobre todo la del coito. Seacual sea la actividad sexual que se practique, el orgasmo se demora más de lo habitual o no llega nunca.
,rPara mí iugar es lo mejor que existe. No hny nada que me procure más satisfacción que iugar, a pesar de lo que se me baja la moral cada vez que pierdo, gue es siempre.Siemprehe dicho que el placer que yo siento jugando es mayor que cualquier orgasmo. Yo d.l aría de tener relacionessexualescon mi marido, pero me cuesta un esfuerzo importante d.jar de jugar.,
uuNtílíoZlpo,¡o Comentario: Al expresarseasí, esta muier de medtana edad manifestaba sus dificultades adicionales para rehabilitarse porque el juego constttuía para ella una parte muy importante y muy placentera de su vida. Su comp aracion con el orgasmo indica cuán intensa es la sensaciónque sientemientras esperael resultado de la apuesta. Tálescambios, repito, sorrinespecíficos.Pero es obvio que nos puede poner sobre aviso de que sucedealgo. En tal caso,convieneprestar atencion a otros signosque podríamos llamar comportamientos inexplicables, que pueden orientarle mejor (véaseTabla 5, en pá9. 64\. Existen numerosasausenciasque nc se justifican de una forma creíble. Llegan mucho más tarde de lo que dura Ia jornada laboral sin que mantengan otra actividad conoc tda. A vecesno almuerzan en casa (habitualmente lo hacen) o no cenan y llegan de madrugadn, poniendo cualquier excusa pafa que se les d.je en pá2, o solicitan expresamentey de rnalas maneras que no se les Lraganpreguntas porque no quieren dar explicaciones. E s posible que pidan dinero más vecesde lo habitual, o que tomen dinero con cualquier excusa del fondo que está disponible en Ia casa. Habitualmente lo justifican señalandoque tienen algún gasto inesperado extraordinario: se le revientan con demastadafrecuencia las ruedas del automóvil y tienen que reponerlas;han prestado dinero a un amigo y mientras se lo devuelve necesitan más para hacer frente a algún recibo, etc. E,n ocasionesvenden un automóvil, por ejemplo, pero no se ve el dinero que les han dado por él y lo
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justifican diciendo que se lo han robado, que el comprador es un sinver guenzay no le ha pagado, o cualquier otta excusa de ese estilo. Como tienen problemas para llegar a fin de mes, o retrasan el pago de los recibos de la casa, se justifican diciendo que esemes la empresase dem onaen abonar la nómina, que les han robado, gue tienen problemas de liquídez, y ffiuchas mentiras más. El dinero de casa puede faltar inexplicablemenre. Existen ludópatas que no sienten empacho alguno en atribuir el hurto a otros, aunque sean sus hijos. Si usted acude al banco, o revisa los extractos banc a r i o s q u e l e m a n d a n a c a s a , e n c on f t a r á n u m e r o s o s reintegros que carecen de justificación, nóminas cuyo monto desapareceel mismo día del ingreso, salidas de dinero en cantidadesmás o menos pequeñaspero de forma reiterada... O, sencillamente,comprueba que no hay dinero. En este caso es natural que entre en sospechay mantenga una conversación con su familiar. Si presiona lo suficiente, éste no tar dará en con tarle la ver dad, lo que le permitirá descubrir que su parienre es ludópata. Éste suele ser el motivo que con más frecuencia lleva a un jugador patológico a Ia consulta especializada: ser descubiertospor una u otra razónpor algún familiar. Pero no se alegre demasiadn,pues el descubrimiento será un triunfo agridulce para usted. Porque saber la verdad le llevará a inda gar a su alrededor )r a enterarse de que su allegado debe dinero a un número irnportante de personasde su círculo íntimo (o no tanto); avertguaráqutzá que esos bonos del Estado que creía d.positados en el banco ya no eristen; sus
ut NtífíoZ'po,ío accioneshan cambiado de manos; su casa, Pa1adacon no poco esfuerzo, está nuevamente hipotec ada... Y así, ad infinitum.
Control del problema Sehan ensayado numerosas opciones terapéuticas, tanto de tipo farmacológico como psicológicas, con resultados muy desiguales a corto y largo plazo. Éste es un aspecto de Ia ludop atía que aun queda muy leinvesios de estaf cefrado y necesitaun gran esfverzo tigador. El grupo que integralalJnidad de Ludopatía del Hospital Ramón y Cajal está desarrollando una intensa actividad en este sentido. Lo que hasta eI momento parece aportar meiores resultados son los grupos de auto ayuda inspirados en los que fundó a mediados del siglc pasado Alcohólicos Anónimos (AA). Tales grupos permiten que el ludlpata explique 1o que le sucedea un conjunto de personas que le entienden porque Se encuentran en su misma situación, y que asuma rtna serie de consignas que le empuj an a mantenersealejado del juego. E,sosgrupos, más o menos numerosos, suelen eStar coordinados por un lud opata rehabilitado y compuestostanto por pacientescomo por familiares. Nosotros hacemos dos grupos diferenciadosen el Servicio de Psiqu tatría del Hospital Ramón y Caial: uno pafapacientesy otro para familiares. Y ambos están coordinados por un psiquiatra. En nuestros grupos suprimimos el método de los n12 pasos>>insp irados en Alcohólicos Anónimos Y cualquier otro componente ideológico por muy universal que se supon ga. Excluimos el fomento de los
u, ?:;:;;:;N
ante la
sentimientos de cul pa y Ia agresividad hacra los transg r e s o r e s .R e a l z a m o s I a i - p o r t a n c r a d e t o m a r c o n ciencia de ser un adicto y asumirlo. Fomentamos Ia distribución de consignas y trucos para mantenerse alejadosdel juego por parte de los miembros más veteranos del grupo. Y, finalmente, intentamos modifi car de forma muy activa los automatismos cognitivos que tiene el lud ópata acercadel juego. Cuando procede, ro renunciamos a prescribir tratamientos farmacológicos si se presentan cuadros clínicos de tipo ansioso o depresivo. ¿Y en qué consisteel proceso de rehabilitación de un ludóp ata? ¿Qué h^y que hacer para conrrolar el problema? Veámoslo a continuación.
Tomar conciencia Aunque patezcauna perogrullada,In principal arma paramantenerla ludopatíabnjocontrol estomar concienciade que no sepuedeteneruna relaciónlibre con el juego,que ésteha tomadolas riendasde la vida de quienpadeceestaadiccióry queeso,lejosde serhabitual, eSun problema. Nadie puede evitar que el ludóp ata juegue salvo éI mismo. Los demás pueden apoyarle, pero el trabajo principal es suyo. Sólo cuando se admite internamente ser un ludópata es posible iniciar el proceso de control de la adicción. No basta con ceder a la presión de Ia familia si el ludóp ata no está convencido de que tiene un problema. Tampoco basta con acudir a un centro con la esperanzade que aIIí "le curen> si el lugador patológico no adquiere el compromiso personal de contro-
to NtifíoZlpo,to larse. La ludop atía no sólo no se cura, sino que nadie puede hacer el esfuerzo de mantenerla a f aya en lugar del ludóp ata. Es su grterra) su esfiJefzo.
..Parecementira las cosasque me han dicho fsus familiares]. Q,r. si soy una tal o una cual. ¡Con todo 1o que he hecho por ellos...y me insultan de esamanera! ¡Como si ellos fueran unos santosy no me hubieran hecho sufrir lo suYo! -¿Pero -interviene un miembro del grupoeso te lo decían cuando descubrieronque iugabas? -Sí. Pero no tienen derecho a ttatarme así, porque yo también se las he aguantado, y muy gordas. -in-oy., ¿rú tienesproblemas con el iuego? quiere otro. -No. Yo he venido porque se han puesto conmigo como una furia aI gastarme un dinero. Pero yo no tengo problemas con el iuego. Son unos brutos por tratarme de ese modo.' Comentario: En su primera asistenciaal gruPo, por presión familiar, esta paciente no sólo no tiene clara conciencia de tener problemas con el iuego' sino que intenta desviar Ia atención hacia Ia tosquedad de su familia al descubrir su lud opatía (omitiendo Ia causa de esa reacción), enconttándola injustifi cadasobre la basede las muchas cosasque ella les ha soportado Previamente. La tom a de concienciade tener un problema debe ir acompañ ada del compromiso personal de aftontar-
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lo por uno mismo y para uno mismo. Los demás sólo pueden prestar su apoyo. Quien debe tener la voluntad de mantenerse alejado del juego para siempre es el propio ludó pata. Nadie puede tomar esradecisión por éI;y nadie puede aceptaresecompromiso sino él mismo. Es unalargabatalla la que se asume cuando se intenta mantener ..fuera d. iuego> aI juego, valga Ia redundancia. Y no es una lucha fácrl, porque la ludopatía es un enorme monstruo que estarásiempre aI acecho de sus víctimas, a quienesconsidera propiáS,y no aceptará que se les valran así como así, de rositas. Si un jugador patológico deseamantenerserealmente alejado del juego, debe asumir todas las medidas que sean necesariaspara obsta culizar su tendencia a mantenerseenganchado"Por eso, toma r Ia decisión de remediar el problema implic a aceptarque se van a poner en marcha todas las medidas necesariasencaminadas a evitar la recaída, que es la evolución espontánea de la enfermedad.
de volver a jugar ni una sola vez) si no quiere recaer. Tras la primera apuesta van las demás.
Cambioscognitivos Por eso es necesarioque el lud opata intente modificar ciertos automatismos mentales que tiene respecto aI juego y los sustituya por otros pensamientosmás ajustados a Ia realidad y, por tanto, más adaptativos. a) El problema no lo tienen los demás, por más que sufran sLrsconsecuenciAs. El conflicto lo tiene el propio ludóp ata. Él debe facilit ar Ia adopción de todas las
t, NttiffiZ'potío medidas posibles para mantenerse alelado del juego, si realmente 1o desea. Si le va mal con el programa de control no es por causa alena. Es él quien se afetra aI juego como vía de escapeante cualquier dificultad y quien toma la decisión d. jugar. Otros, cuando discuten y se acaloran porque no pueden descafgar Su rf a cotrio quisiefan) no juegan: SeVan aI cine' a correr' o a machacar SuSmúsculos en un gimnasio. b) No va a ganaf dinero con el iuego. Las probabilidades de los iuegos de azaf están siempre en contra de quien apuesta. A corto, medio y latgo plazo, el juego conduce invariablementea pérdidas. Por eso, si se pierde en una iugadn, lo más probable es que se vuelva a perder en Ia siguiente. La fantasía de <recupefafse>es sólo eso: una ilusión, una entelequia,una idea falsa. Y si recibe un premio, que no se eng añ,e:el ludóp ata nunca retiene esos premios, los gasta inmediatamente en seguir iugando.
Jugar no es una inversión;es un despilfarto a fondo perdido. Todo ludóp ata que mantenga alguna res eÍva al r e s p e c t o d e be r í a e s c r i b i r e n u n p a p e l ' e n u n a c o lumn arla suma de dinero que ha ganado con el iuego, entendiendo como tal el que se llevó aI banco o a casay lo empleó en adquirir algún bien de consumo, y eil otra columna el total de dinero que ha perdido. Así entenderá perfectamente lo que he querido decir con despilfarro. Porque los números serán i n t e n s a m e n t er o j o s ; e l s a l d o s e t á e s t r e p i t o s a m e n t e negativo. No es una simple hipótesis: es un hecho c o n t r as t a d o .
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c) El azar tiene sus propias leyesy nadie puede controlarlas.Ningún juegode azarhonesto(sintrampas) escapaa esasleyesde probabilidades. Los promotoresde juego 1osaben,por esointentanmanipuIar las mentesingenuasde los jugadorespotenciales fomentandola ilusión de que pulsandobotonespuede controlarseel azaren las máquinastrag aperraS, y dando premiospequeñosgeneranla ilusión de que obtener un premio cuantiosoesposible. d) Estar <<enracha, no deia de ser una quimera infantil. Paralos juegosde azarno existendíasbuenos o malos, lugarescargadosde buenaso malas vibraciones,númerosfeoso bonitos,amuletosque dan buena o mala suerte,presentimientosfavorableso desfavorablesque seanreales.Cualquierapuedecreerfirmementeen ello;pero no por esotalessupersticiones dejan de serfalsas.
No jugar Aunque paÍezca de Perogrullo, lo básico paru evitar recaídases no tentar la suerte, no ocalentarse>los dedos y no jugar nunca. Al ludóp ata le sucedelo mismo que aI alcohólico: por años de abstinencia que acumule, si bebe una sola copa fecaerá. En el momento en que el ludóp ata eche una moneda en Ia máquina, jregue un a partida de naipes, o un cafioncito de bingo, o a la ruleta, reincidirá en su adicción. Porque, insisto una vez más,In ludop atía no se cura; es crónica. Puede controlarse, mantenerse adormecida, pero a Ia menor oportunidad que se le dé, volverá a apafecer,y con mayor virulencia, incluso. Es como el rescoldo que vuelve a arder a poco viento que se levante.
Superar 7¿ / 'N N*/a ludopatía
Correr riesgosesinnecesarioy no pryebanada. El ludóp ata debecambiar sus rutinas relacionadas con el iuegoy no caminaf por la misma sendaQU€, con toda seguridad,le hará recaer. Si el ludóp ata iuega en bingos o casinos puede darse oficialmente de baia en la entrada a bingos y casinos con carácteruniversal e indefinido. Al autoprohibirse Ia entrada en esos lugares se libra de vencer esa tentación . Para ello bastará con que acuda a una oficina de la Comisión Nacional del Juego (tel. 91'5 372 589) y solicite el impreso para formalizar el trámite que impide su entrada a esoscentros de iuego. Si el acceso a las dependenciasde la Comisión no es fácll puede optar por acudir a cualquier comisaría de Policía, donde facilitany tramitandicho impreso. En el Apéndic e d e l a s p á g i n a s 1 3 7- 1 3 B s e i n c l u y e n d o s m o d e l o s del formulario oficial. El primero es el del Ministerio del Interior, y el segundo es el que nosotros recomendamos que se solicite por ser el más útil en Ia ptácttca. Este procedimiento puede seguirseigualmente para evitar jugar a las máquinas tragaperras aIIí donde están concentradas en centros de iuego. Pero no se podrá aphcar, como sucede en E,spaña, allí donde esas máquinas se encuentren profusamente distribuidas por casi todos los localesprivados de hostelería. Ha de evitarse entrar en lugares peligrosos (donde se iuega). Q,tien evitala ocasión aleja el peligro. No actuar así es de una ingenuidad suicida. Como si una persona que tiene vértigo se pasearapor el borde de un precipicio pan ver qué pasa; corre el riesgo innecesario de caer aI vacío.
Q r é h a c e r . Nz/ !) s
ante la ludoparia*N
No es preciso ponersea prueba de esamane ra. Ya se está haciendo con crecessiguiendo estrictamenteel progr ama de rehabilitación. Quisi eta hacer una advertencia.Muchos jugadores de bingos y casinos se sienten muy poco o nada atraídospor las máquinas trag aperras.Eso hace que al darse de baja en la ent rada a aquellos lugares se sientan demasiado confiados, puesto que rechazan jugar con esasmáquinas y no temen engancharsea ellas.Deben tener cuidado. Esa confianza puede resultarlesfatal. Pesea que originalmente no les atr aíga esetipo de juego rln experienciaenseñaque es muy comuntransferir el gusto por jugar en bingos y casinos al de jugar con las mencionadasmáquinas. Luego corren el riesgo de hacerseadictos a ellas. Conviene que se alejen de ellas como si ya fueran adictos para evitar serlo de verdad.
oBueno.Yo siempredije que por menos de 30 euros no jugaba. Por eso he llevado ese dinero en el bolsillo durante mucho tiempo. Tanto me insististeis que al final os hice caso y reduje Ia cantidad a 6 euros. Bueno. Hace una semana que me los jugué en una máquina. ¡Me siento como una m...!tt Comentario z La idea de que como por debajo de un a cantidad no se rebajan a jugar y por eso pueden permitirse llevar esa cantidad en el bolsillo es frecuente.No resulta fáclI que admitan salir con menos dinero hasta que tienen una recaída que los devuelve a la realid ad. También es frecuente que los que aceptan salir con menos dinero, segurosde que
ruNSwperar la lwdopatía no rec aerán,terminan jugando incluso un solo euro, para su sorpresa.Las adiccionesson así. Se puede vivir sin jugar. E s pe rfectamente posible disfru tar del tiempo de ocio sin dedicarle tiempo a ninguna clase de juego por intrascendenteque parezca. Es recomendableque los ludópatas no jueguen a nada; ni siquiera aI parchís. Y no porque este juego genere adicción. Si hacemos esta recomendación es por dos razortesimportantes: 1,. Para que el ludópatacontrolado haga un gesto simbólico y compruebe eue, como he dicho antes, es posible vivir sin jugar a nada. 2. Porque los ludópatas tienen una forma diferente d. lugar a juegos triviales. El nivel de excitación que les produce, su actitud hacia ellos (durante el j.t.go y alftnal), ganen o pierdan, no lo tienen las personas que no padecenesa adicción. Es una observación que nos han comunicado muchos pacientes y sus familiares. Tenemos la impresión de que jugar aI parchís (sigamoscon el ejemplo aparentementeanodino) genera en el ludóp ata una actívación neurofisiológica (un <recalentamiento>interno, si 1o prefieren) semeianteaIa que sientencuando juegan al iuego de azar aI que son a para lo que veradictos, que puede resultar anÍiesgad daderamente interesá, que es controlar su adicción. Por eso es recomendable,si bien no siempre necesario, evitar jugar a cualquier clase de juego, Por insignificante que parezca. Pesea todo, nosotros solemosser flexibles en este punto. Flacemos unA recomendación general, por las
Q u é h a c e r . Nz' zt
ante la ludopafiaN
razonesmencionadas, eue cada cual puede aplicar a su caso concreto de un modo diferente.A vecesno es fácil sustraerse aIa necesidadde compartir con los hijos un rato de asueto uttlizando uno de estosiuegos. Pero en otros casos,aunque se encuentrenen la situación anterior, si juegan de esemodo desencaladoque he mencionado más arriba, nuestra recomendaciónencarecida es que no lo hagan.
Metas a corto plazo No conviene que el jugador patológico se plantee mantenerse aleyadodel juego durante años, por mucho que resulte una aspiración deseabley un obletivo a conseguir.No debe programarselogros mensuales,ni siquiera semanales.Nadie sabe1oque le deparará el destino maiana o dentro de quince minutos. Por eso al ludópata le conviene poner todo lo que esté de su parte, todo , para no i ugar en el día de ho y.Ya se verá lo que sucede aI día siguiente. Y mañana apltcará el máximo empeño en el mismo logro. Así, día a día, se irán acumulando jornadas controladas que con el tiempo sumarán semanas,mesesy años. Pero ese tiempo recolectado debe conseguirsegrano a grano, día a día. Es la mei.t fórmula para evitarbaiar Ia guardia en un momento dado y darse el batacazo. Cada maña na, el objetivo prioritario del ludóp ata rehabilitado será; "hoy no iuego>.
Cambiosde rutinas El ser humano se mueve Centro de un mundo lleno de rutinas. La razon es muy sencilla: cuanto más
Superar 7R ' " N*N laludopatía
automáticos seanlos actos cotidianos,menos gasto intelectual requieren. Por eso las rutinas nos permiten hacer muchas cosasal día casi sin pensar en ellas y dedicar nuestra mente a otros asuntos más importantes o trascendentes. Los ludópatas han desarrollado numerosas rutinas d. luego que deben romper. No sólo porque sean automatismos relacionadoscon el juego' sino porque hny muchos actos cotidianos desarrolladosen tiempos de juego patológico activo que han establecido asociaciones entre sí y actos reflejos inconscientesque están relacionados con el juego e interesa romper. Por eso es importante dejar de acudir a los lugares donde antesjugabafr,porque sentuánel impulso de volver a hacerlo. Y porque los dueños de esoslocales tenderán a tatarles como antes de dejar de jugar, invitándoles a hacerlo e, incluso, prestándolesdinero para ello si es necesario.Corren muchos riesgos los ludópatas en rehabilitación que descuidanesteaspectodel progr ama. Otra buena recomendación es cambiar de itin erario para evitar pasar por las zonas asociadascon el juego. También conviene evitar la comp airía de otras personas que jueguen y a quienes nad re haya sido capaz de explicarles el problema que tienen y, por tanto, no puedan acudir en su auxilio en un momento de flaqtJeza.Si necesaúamente han de entrar en un a cafetería o un bar (los taxistas y conductores de autobuses tienen que frecuentar los servicios de esoslugares por necesidadesobvias), que elijan alguna que carezcade máquinas d. juego (las grandes superficiesno suelentenerlas). Y si eso no es posible, que entren acompaiados por alguien conocedor de su problema y le sirva de freno.
Q,ruhacerN zq t/
ante la ludopariasN
El lud 6pata aprendeú a reconocer situacionesde riesgo para evitarlas.Además de las anteriores,también debe tener cuidado con el consumo de alcohol, porque éste baja las defensaspsíquicasdel sujeto e impide que se resista alatentación d. jugar. Si se prevé que va a haber un ingreso extÍa de dinero, hn de evitarse que éstele sea entregado en rnano. Si no se lo pueden transferir a una cuenta, puede hacerseacornpañ,arpor alguien de confianza a quien darle Ia suma en el momento de recibirla, por ejemplo. No siemprees viable reahzar todos estoscambios, pero no es imposible.
Genenar aficiones La ludop atía ha ocupado durante años Ia mayor parte del tiempo del jugador patológico. Por eso, cuando dela de jugar encuentra que dispone de una alarmante cantidad de tiempo sin contenido, 1ocual le produce un gr an vacío. Primero, para ocupar ese tiempo con actividades alternativas satisfactorias,y segundo, paÍa ocupar el vacío y el aburrimiento que genera delar de sentir la excitación dolorosa del juego, eSimprescindible que el ludóp ata bnjo control recupere sus antiguas aficiones o genereotras nuevascon el fin cleocupar sus horas libres. Puede dedicar el tiempo libr e a distraccioneslúdicas (visitar museos, ver exposiciones,ir al teatro o aI cine, leer, hacer deporte...),dedicar más tiempo a Ia familia (al cónyuge, a los hijos, a padresy hermanos), fomentar la vida social (visitar amistades,asistir a reuniones), realízar tareas de voluntariado, etc. Cualquier cosa con tal de tener todo el tiempo libre disponible ocupado en hacer algo que le interese.
RnN Superar "" N la ludopatía
I{o se puede dar una receta aplicable a todo el mundo. Cada cual tendrá unas actividades que le resultarán más atractivas que otras. No todas las aficiones son comparttdas por todos. Por eso cada paciente debe organizar su "paquete> de ocupación del ocio.
A1 dejar de iugar, al ludóp ata le,quedá mucho tiempo libre vacíode contenido.Es hora de recuperat aficionesy genefat otras nuevas.
A-phar Ia red de apoyo Una recomendación importante para todo ludópata es que hable de su problema (tto suele gustarle demasiado),gue no se lo guarde dentro. De esemodo consigueno sólo expulsar toda Ia angustiaque le ha generado el juego patológico, o el esfuerzo que realíza para mantenerse alelado de é1,sino que también normalíza socialmente el problema y puede aume ntar su red de apoyo. Debe comentarlo con sus íntimoS, y también con el círculo de familiares y amistades más amplio posible. Hay ocasionesen las que por circunstanciaspersonaleseso no es posible o, incluso, nada recomendable; en cada caso se debe actuar en consecuencia.Pero si tienen oportunidades de hacerlo, es una tontería evitarlo y perder así potencialespuntos de apoyo. Tal forma de actvat es una cuestión de puro egoísmo práctico, pues, como he señalado antes, cuanta más gente de con ftanza conozca el problema, más extensa será su red de ref uerzo. El ludóp ata que acude a un bar plagado de máquinas trag apercascon un famihar o amigo que conoce el problema tiene un ángel
Qré hace.r *NSfntela ludopalia$ "
guard tán a su lado. Si el jugador patológico en rehabilitación tuvier a Ia tentación de echaÍ Ltnamone da a Ia máquina, Su acom paiante pod rá recordarle la adicción que padecey la necesidadde no echar por la borda todo lo conseguido hasta el momento recayendo por una mone da. Adem ás, toda esa gente podrá ayudarle de otro modo, como sólo lo hacen las personas que les quieren de verdad. Si les piden dinero prestado con cualquier pretexto, ellos saben que existe el riesgo de que el ludóp ata controlado pueda intentar 1ugárselo.Al conocer el problema y desear ayudar de verdad no le prestarán dinero y, además, podrán argumentarle Ia raz6n de su comportamiento.
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Cúanta más gente conot¿á el prob,lerná, ,dellu dópata, másextensaserásu red cieapoyo.
Apoyo de famtliaresy amigos E s posible mantenersebajo control aunque el ludópata viva solo. Pero resulta más difícil que si cuenta con una extensared de apoyo que le auxilie en el empeño. Los familiares y amigos pueden aportar al programa comprensión acetca de Ia enfermedad, afecto hacia el lud ópata, firme za para mantener los límites, flexibilidad para evítar una vida rígidamente inútil , y, además, deben mantener una razonable desconftanza para no balar Ia guardia y perder el control de la situación. La fumeza es imprescindible, porque el ludóp ata que no esté demasiado convencido de dejarlo aprove-
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charácualquierresquicioparasaltarseel control y juga:r.Inctrusosi sesienteplenamenteidentificadocon su programade rehabilitacióny control, esposibleque un resquiciole haga caeten la tentaciónde volver a jugar. Por añosque acumulesin jugar,el ludópatarehabilitadono puedeconfiarsenunca,puescorre el riesgocierto de recaeral menor descuido. La familia debe tener cierto cuidado en evitar asumir los sentimientos de culpa que los ludópatas tienden a proyectar sobre sus allegados. ,,Juegoporque tú eres así,,, <esto pasa porque tú, haces 1o de aIIárr,son recriminaciones-tipo que uttltzan paf a inculpar a terceros de lo que sólo ellos son responsables. Porque esta es una idea que todo familiar debe tener muy clara: el causante de Ia hecatombe económica o el promotor del conflicto familiar generadopor los problemas derivados del juego no es nadie más que el jugador, el ludóp ata. Por tanto, nunca deben aceptar tales inculpaciones. Es posible que Ia familia ya estuviera destruida por otros problemas y la ludopatía surgiera después. Obviamente, aquí no se puede ach acana la enfermeAun así, la situadad el origen de las desavenencias. ción familiar no tiene nada que ver con el juego, porque no todas las personascon complicacionesacuden a I j u e g o p a r a a h o g a r s u s p e n a s ; r e s u e l v e ns u s p r o blemas o los ocultan de offa manera; el juego no es Ia vía final ineludible de las dificultades que ocasiona la vida. Como he señalado antes, Ia actitud más razofiable y sana respecto aI ludóp ata es mantener un ra zo-
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nable escepticismo y no confiarse demasiado. Está comprobado que cuando se bala Ia guardia y se aflola el control, las cosas se enredan y surge la recaída.
Tsdo,ludópatá iehábilitado debeasumir que la confianzade su femiliá eslo último que recuperará. Por otra parte, todo ludóp ata debe aceptar que lo último que recuperará de sus allegados será esa confíanza. Es una reacción natural por parte de ellos. Ante tantas trastadas y de tal tamaño, lo increíble sería que las personas que rodean aI ludóp ata se queda rar\ de rositas, como si no hubiera pasado nada. Lo habitual es que reaccionen con desconfianza y que durante mucho tiempo mantengan el sano temor de que todo vuelva a ser como antes,cuando jugabn, y vuelvan los apuros emocionalesy económicos. Los familiares de cualquier ludóp ata deben evitar hacersecargo de sus deudas. Suena duro, pero debe entenderse.Si un pirómano sabe que su familia trá siempre detrás de éI apagando los fuegos que inicia, careceráde motivación para d.iar de quemar eI monte. Pues algo similar le sucedeal ludópata. Ni siquiera la promesa de ponerse en tratamiento debe mover ala familia a saldar las deudas.El ludópata es responsablede su conducta, éI ha ocasionado y asumido sus deudas y éI es quien debe pagarlas poco a poco. Todo 1o que no sea eso es alimentar el pozo sin fondo económico que acompañ,a aIa ludopatía. Cada caso debe estudiarse porm enoñzadamente, porque en ocasioneslas circunstanciaspueden aconsejar otra cosa. Pero Ia idea general que debe mantenerse respectoa las deudas es la que he mencionado.
Superar N/ a R'4' N L ludopatía
Los localesde hostelería donde antes jugaban son lugaresen los que se acumulan algunas de esasdeudas. Puestoque el dinero que se juegan los clientesforma parte de su negocio, existirá siempre en los dueños de esos locales una tendencia a instarles a Jlgar y a seguir prestando dinero a todos los ludópatas que aparezcanpor aIIí;son excelentesclientes.Conviene darse una vuelta por esossitios saldando las deudas (el propio ludópata u otra persona que le acompañe y lleve el dinero ) y advirtiendo del problema que padece el enfermo. Y nunca estaráde más indi car que no se le vuelva a prestar dinero aunque lo pida de rodillas porque eso va en contr a de su salud. Una fórmula muy eficaz para darse a entender consisteen advertir en esoslugares que si pesea ello le prestan dinero, no serádevuelto.Así secortará una fuente de préstamos que es muy accesible.
Control del dinero EI control del dinero esesencialparael dominio de la ludop atía. Quien evita la ocasión sortea el peligro, afirma un viejo refrán. Ya he comentado la necesidadde cambiar las rutinas y otros procedimientos pan conseguir,precisamente,evitar las rec aídas.Si no se va aI casino no se juega a la ruleta. Pero, tambi én, si entran ganasde jugar a 1o que sea y no se lleva dinero encima, ni hay opciones para tenerlo, simplemente no se puede jugar. Así de sencillo.Por eso el control del dinero es tan esencial para mantener la lud opatía a buen recaudn, por simple que parezca el planteamiento. Si un ludóp ata sufre Ia tentación d. lugar, el hecho de no llevar dinero encima
Qré hace.r N gS nte la ludopafia*N""
le facthta varios minutos
de reflexión
pata calmarse y
buscar una altern ativa váIida que le impida recaer.
La mayor parte de los ludópatas se resisten inicialmente -algunos bastante tiempo despuésde iniciado el pro grama de rehabilitación- a poner en prácttca este punto del procedimiento, y suelen elaborar toda suerte de evasivaspara soslayarlo.
,.Yo, Si no llevo dinero no soy persorra.>> ..Es humillante ir sin dinero por Ia caIle., en el bolsillo no me " Si no llevo tantos euros siento a gusto.>> que llevar dinero, por si surge al" Siempre hny guna emergencia., voy a invitar a mis "Si no llevo dinero, ¿cómo amistades?" ,,Yo gano mi dinero, de modo que llevo en el bolsillo lo que me da Ia gana.>> .,Yo quiero dejar d. jugar por mi voluntad, ro por no llevar dinero encima.>> Lo que no suelen tener en cuenta los ludópatas que piensan así es que cuando jugaban nunca llevaban realmente dinero encima, porque todo se les había ido en el juego. Si hacen un balance retrospectivo del número de horas aI día que llevaban tealmente algun dinero encima advertirán que eran muy pocas: el tiempo que tardaban en acudir a su lugar de juego y perderlo todo.
ruNi:rnrpo,ro
un alto riesgo de recaídapara cualquier ludóp I ata rehabilitado. De modo que es una ingenuidad señalar que no se puede ir sin dinero por ia calle cuando seestáen el proyecto de rehabilitación,porqu e yalo hacíanasícuando jugaban; sólo que en ese caso era porque lo habían perdido. Lo que se gana en el pro grama es que en lug ar de ir sin nada, llevan 1o justo para sus gastos.Ya es un paso adelante. Este control externo es imprescindible puesto que el ludóp ata, por muy adulto y voluntarioso que sea, carece de control interno para estos menesteres.
El dinerode bolsillo Es esencialque el jugador patológico no tenga libre disposición de dinero de bolsillo. Por eso debe romper todas sus tarietas de crédito o de débito y anularlas por escrito. No basta d.jarlas simplemente custodiadas por algún famthaq porque pueden sustraerseen un momento de descuido. A veces,los condicionamientos vitales del sujeto -vivir solo, por ejemplo- impiden anular las tarietas. Pero siempre hay una solución. Podrá ir al banco y dar una orden por la que se limiten los reintegros diarios a los mínimos que requiera para su supervivencia,como veremos más adelante. El ludóp ata tampoco debe llevar en sus bolsillos grandescantidadesen efectivo. No quiero decir que salga a la calle sin dinero en absoluto, sino que no lleve mayo r cantidad de la que previamente haya calculado que es lo que constituyen sus gastos diarios: comprar el periódico, tomar un café, eI tabaco, el transporte...
Qru hacer ante la ludoDdtía
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El trudópata en rehabilitaciónestámás seguro en la callellevandoencimasólo el dinero d: .b:lsillo imprescindiblepara los gastoscorrientesdel día. Incluso se puede evitar llevar encima las cantidades necesariaspara algunos de esosgastos.Por ejernplo, el tabaco puede comprarlo algún famili af en caÍtones y tenerlo disponible en el domicilio (aunque recuerdenque es más saludableno fumar). Con el dinero del transporte sucedealgo parecido: pueden comprarle abonos que hacen innecesarioadquirir billetes a diario. Así, el dinero que se necesita sacara la calle para los gastos diarios es realmente mínimo. Algunos ludópatas afirman que sólo jrgnban si llevaban encima más de 30 euros. Por eso caen en la tentación de creer que si llevan 29 euros en el bolsillo no se sentirán tentados a iugat Es falso. Tengo pacientesque han corrido riesgosinnecesariosllevando esa cantidad encima...y han recaído. ¡Y han vuelto a recaerdespuésotr a vez a pesar de llevar en el bolsillo un solo euro! ¡Sí,ellos, gue antesno iugaban con menos de 30! lJna regla de oro es que, una vez establecidala cantidad con la que se va a salir a Ia calle, ésta se aprovisione cada día. Es decir, si se ha determinado que la cantidad de gastos diarios sea cinco euros, no vale dat 35 euros a Ia semana o I40 euros al mes para que se los administre. Secorren con ello riesgosinnecesarios' pues resulta vna disponibilidad de dinero excesivacon la que se puede rec aer.Lo correcto es dar los cinco euros cada día, no más. Supone más ttabaio y atención' pero es la forma más eftcaz de actrtar.
Superar Rq .\*N "" N la ludopatía
Y como complementoa estamedidasetienenque justificarlos gastostodos los díascon los correspondientesrecibos,frentea Ia personaque asumael papel de apoyo o de control externo.Si sesalecon cinco euros y sevuelvecon uno, el restodebeestarjustificado con recibos. El ludóp ata en rehabilitaciónesrámás seguro justificandosusgastosdiarios,en casa,con 1o,,.ábos correspondientes. Comprobantesde todo, sí, aunquese trate de un café o un periódico.El vendedoresráobligadoa darle el recibosi selo pide. No pocosludópatasarguyen que les da vergüer\zasolicitar justificantesde aftículos de poco valor como los mencionados. Si el vendedor le pidiera explicaciones, que no sueleser el caso, yo suelorecomendar que justifiquesu solicitud tiene por qué hacerlo- afirmandoque pide el recibopor consejode su asesorfiscal. Y, atención.Si ha sobradoun euro, debe devolverseaI final de In jornada, junto a los comprobantes. Al día siguientese le daránotros cinco euros.Devolver eseeuro sobrantees de extraordinariaimportancia,porque cadadía que pasasepuedenacumularvarios, y en un momento de descuido,echarlosen Ia máquinaaver quépasa...¿Esnecesario que diga1oque ocurrirá? Q.r. habrá recaído.Así de simple.Así de real.
El dinero bancario Tan imprescindiblecomo controlar el dinero de bolsillo es evitar que el ludóp ata rengalibre acceso
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a las cuentas corrientes. No debe tener cuentas a su nombre, ni solo ni "indistintas, con otras personas. Según 1o aconsejenlas circunstancias,las cuentas deben estar mancomunadascon otras personas(para los reintegros se necesita la firma de todos los mancomunados) o a nombre de alguna persona de confianza. Esto eSmuy importante, porque con una cuenta a su nombre o "indistinta> con otras personas'aunque no disponga de la libreta, el ludóp ata puede sacar reinregros con total tranquilidad presentando simplemente su documento de identidad. Es legal. También es importante que se acuda a cuantas entidades bancarias hayan sido objero de "visitas> por parte del ludóp ata, pafa entregat vna orden por la que se solicita que no se concedan más créditos al enfermo bujo ningún concepto, salvo que vayaacompaiado de la persona de confia nza designada para ello y se disponga la ent rcga del dinero de una forma conveniente.
El pdtrimoniofo*iliar Algo similar hay que hacer con el patrimonio familiar. Todo debe escriturarsea nombre de varias personas.De esemodo se requerirá la firma de todos pana enajenar el bien común. Las herencias son privativas, pero debe evitarse que el ludóp ata tenga libre accesoa ellas. Puede emplearse el procedimiento de mancomunar esa cantidad (con los hijos, pof elemplo) o, si se prefiere, ponerlo todo a nombre de otra persona. Aunque este último proceder tiene sus riesgos, claro. En caso de divorcio el lud 6pata se que daría sin ningún bien a su nombre.
noN* f:Fnzlpo,ro El ludóp ata en rehabilitación está más seguro mancomunando sus bienesy cuentascorrientescon personas de su con fianza y anulando las tarjetas de crédito y de débito. Los matrimonios pueden hacer,adem ás, partición de bienes.De esemodo al menos queda a resguardola parte del patrimonio familiar que corresponda al cónyuge. Lo que pertenezca aI ludóp ata puede mancomunarse, como señaIé más arriba.
El dinero afeno La nomina sueleser un quebradero de cabeza para quienes no las cobran por transferencia bancaria. Ni que decir tiene que si éstees el procedimiento de cobro, deberá cambiarsela cuenta de transferenciaa unanueva donde el ludóp ata tenga su firma mancomun ada con otras personas.Es importante que los familiares no caigan en el error de mantener activa la misma cuenta a nombre del ludóp ata}r vayan a primera hor a de Ia mañana a hacer la transferencia y retirar el dinero. Porque cualquier día el jugador patológico controlado se descontrola y madrugar á más que su familiar pana sacar el dinero. Si se cobra en cheques,Sepueden hacer dos cosas. O los retira de ia administración una persona de confianza debidamente autortzada (siemprela misffiá, si es posible), o el lud6pata acude al despachoacompañadn, retira el cheque del mosrrador y aI salir de Ia oficina se 1o entrega a la persona acompañante enc argada del control externo, o ambos se encaminan hacta Ia entidad ban caúa donde tienen una cuenta mancomunada e ingresan el talón.
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o H e r e c a í d o . L l e v a b a o c h o m e s e ss i n j u g a r y todo iba bien. Mi muier me controlaba el dinero todos los días, las cuentas las tengo mancomunadas, no llevo tarjetas y todo eso. Pero hace dos semanas que me dieron en el trabajo un dinero extra que yo no esperabaenun sobre (...) y me lo "fundí" de camino a casa(...) No pude resistirlo. Se 1o he dicho a mi mu jet, y los dos estamoshechos polvo.' Comentario: El problema de estepaciente es que 1o tenía todo controlado y estaba alefta a todo excepto a Ia posibilidad de encontrarse con un dinero extraen las manos. Todas las tecaídasde nuestros pacientesestán relacionadassiempre con una disposición inesperada de dinero. Segúnparece,es posible que esa situación se vuelva a repetir en el trab aio. Por eso se le sugiri6 aI paciente que hiciera alguna de estasdos cosas:a) que su mujer le acompañasea cobrar ese dinero, l. esperaseen la calle, y se 1oentregasenada más salir de la oficina; b) si la entrega se hacía de modo inesperado, eue llamase a su mujer diciéndole la cantidad pafa que al llegaf a casa pudiesen echar cuentas. E s obvio que si quiere puede mentir. Pero suponemos motivado al paciente,por lo que deberá poner todos los medios a su alcance para evitar recaídas. Realmenteestá motivado. En caso contrario no se 1o habría dicho a su mujer y hubiera intentado recup erar el dinero para ocultar el trope z6nr lo que habría significado hundirse de nuevo en la espiral de pérdidas que conlleva un a recaídaprofunda.
q? N Superar -N la ludopatía
Con frecuenciasucedeque el ludópata mane¡a dinero de Ia empresa porque tiene que realízar los cobros a sus clientes,pa gar a los proveedores,etc. En tales casos conviene reflexionar sobre la manera de conseguir que ese dinero esté en sus manos el menor tiempo posible. O se deja acompañar por alguien que reciba los cobros una vez rcaltzados,o se telefonea a quien corresponda para decir que se ha cobrado tal recibo o se ha pagado tal factura y se enrrega el dinero o el recibo con Ia mayor rapid ez posible, o se ingresa el dinero cobrado de inmediato en un banco. En definitiva , cada trabajo tiene sus exigencias y hay que adaptar el método a cada uno de ellos. En ocasionespuede parecer muy dífícil realízar este tipo de ad aptaciones. Pero no es imposible. Es cuestión de ingenio. E ingenio no le falta al lud6pata. Se trata de aplicarlo a esto. Y hablando de ingenio, rampoco estaráde más alertar a cuantos bancos seaposible para evitar que se les dé créditos potencialmenredestinadosaI juego; y avisar aI trabalo para que no les hagan adelantos contra las nóminas (siempreque ello sea posible; con frecuencta al ludóp ata le conviene silenciar su condición en el tfabajo para evitar un despido). Los ludópatas saben buscar cualquier resquicio para conseguir dinero, y deben cerrarsetodos. Aquí sólo se pide aI jugador patológico comprometido con su progr ama de rehabilitación y control que denuncie cualquier resquicio que advierta en la vigilancia del dinero e intente ponerle remedir junto a sus familiares. Se entiende que si no actú,ade esemodo no está verdaderamentecomprometido con su tratamiento y está interesado en dejar rrna puert a abierta para conseguir dinero que le permita jugar cuando 1o necesite.
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ante la
Beneficiosdel tratamiento E,sobvio que intent aÍ mantenersebnio control requiere un notable esfuerzo personal por patte del ludópat a y de los familiares que le apoyan Por eso no es extraño que se formulen preguntas como éstas: ¿valdrá la pena intentarlo ?; ¿qué puede obtenersea cambio ? No debe dudarse ni por un instante: el esfuerzo vale la pena por numerosas Íazortes.IJnas motivaciones influi rán más que otras en cada uno de los ludópatas. Pero da igual; el caso es encontfar un hotizon' te que le permita a uno seguir el camino del autocontrol )r aferrarse a élLo primero que los pacientesrefieren sentir cuando se descubre su adicción e inician un progr ama de control es una enorm e tfanquilid ad. No tener que ocultarse pafa jugar, no tener que mentir constantemente por detallesnimios, ro tener que pensar en cómo obtener dinero parajugar :r pafa pagar sus deudas...proporciona una serenidad sin parangón que les permite odormir como bebés" . La ot ra cara de la moneda es que tal tranquilidad caminA en paralelo con la inquietud de los familiares' quienesse ven involucrados en el control de algunos aspectos importantes de la vida de un adulto, cuando la vida por sí misma Srales genera sus propios problemas. Y, además,son conscientesde qu e tal control nunca puede ser completo porque habtá numerosos momentos en las vidas de unos y de otros que no coincidan. Recup eÍaf la actividad famil ra\ social y laboral habitual, comprobar que consigue mantenerse alelado del juego y que recupef a el afecto de sus íntimoS, const atar los efectos positivos en todos los terrenos
noNi:Fnrpo,ro que proporciona el esfuerzo que está realizando, restaura Ia autoestima del paciente y le hace vivi Í a gusto consigo mismo. Tal logro es un valor inestimable para la mayoría de los ludópatas controlados. Sentirse a gusto consigo mismo y recup erat el afecto de los suyos son los beneficios más satisfactorios para todo ludóp ata en rehabilitación. Pero la rest auración de la autoestima tiene su contraparttda. Es muy importante estar pendiente de ello" El jugador parológico conrrolado se siente ran bien y está tan eufórico, sobre todo en sus fasesiniciales, que puede creer que todo es más sencillc Ce lo que real mente es, r que el problema ya está resuelto.En tal situación no es difícil qu e bale Ia guardia, se con fíe... y sufra una recaída que le hun dirá psicológicamenre en la mis ería. Ya saben lo que le sucedeal boxeador que en pleno combate bnja Ia guardia: que su oponente conseguuá conectarle un directo en el mentón que le d.j ará sin conocimiento, fuera de combate. El símil se me antoja muy útil aquí. No se con fíen No bnjen nunca la gua rdta. La ludopatía es un monstruo de fuenza descomunal contra el que se tiene perdida cualquier batalla de antemano. La únLCaestrategia eficaz para evitar la der rota en este caso es una buena retirada a tiempo. En estepunto siempre recuerdo a mis pacientesla pelícuIa Juegos de guerra (War Garnes, John Badham, 1983). [Jn joven que cree introducirse en una fábrtca d. juegos de ordenador pulsa para jugar uno titulado Guerra termonuclear global.Ignora que realmente se
Ns Q r éh a c e r .q ,ttela ludopafia$ - "
ha introducido en un superordenador militar que controla toda Ia logíst rca para llevar a cabo una guerra real de esetipo de forma autorn áttca. Sin desearlo, dctiva una alarma general que está a punto de desencadenar la Ter cera Guerra h,{undial. Al final de la película, puesto que el ordenador no responde a ninguna orden que anule su pro gf ama de ejecución automática, los militares deciden introducirle el juego de las tres en raya con el fin de que distraiga su potencial de cálculo en el intento de resolver esrejuego sin soluciótr (salvo distracción de un oponente humano que no tiene, pues juega contra sí mismo). Lo consiguen, ei ordenador deja de lugaf a Ia guerra e intenta solucionar eseotro iuego. Al final, se para Y exclarna, <Extraño juego este [ln guerra ylo las tres en rayal. El único mor,,imiento fazonable es no iugaro. El ludóp ata ha de mantener la mism a máxima: su único movimiento razonable para mantenersecontrolado es no jugar. Existe otro beneficio nada despreciablepor mantenersebajo control. Muchos jugadores patológicos suelen sorprendersede que justo cuando disponen de muy poco dinero de bolsillo, sus cuentasbancariasestánmás Saneadasque nunca. Esto no eSobra del azar. El hecho de no gastar miles de euros en el juego permite recuperarsea cualquier econo mía, Pof maltrecha que esté,si persistenlos ingresos. No tendrán dinero de bolsillo, pero si necesitan comprarse unos zapatos de piel de Ia mejor calidad tendrán en el banco el dinero necesario para hacerlo. Bastará con que se d.len acompañar por alguien, ad' quieran el producto que necesitan, dejen pagar a esa persona (o lo hagan ellos en su presencia),¡y ya está!
Superar qÁ -" N .N la ludopatía
Si van solos de compras -lo
cual es más arriesgado
habrán de volver a casa con el artículo comprado
, y
con su correspondiente factura.Por lo mismo,podrán hacera susfamiliaresregalosque antesles eraimposiblesufragar e irse de vacaciones al lugar soñado. Serámotivo de sarisfacciónparael ludópataen rehabilitacióncomprobar que, pesea llevar muy poco dinero de bolsillo,su cuentacorrientecrecerá cadavezmásy podrá ad,quirirbienesde consumoque antesno sepodía permitir. Aun si tuvieran deudas que pagar,tendrán dinero para hacerlo, saldarlasy ¡vivir! ¿Y qué decir de recup erar el afecto perdido de sus familiares y amistades? Volv er a tener una convivencia sana, disfrutar de su comp afría, ser respetados como personas...¡Eso no tiene precio! Hny algo que sucedecon frecuencia y no quiero silenciar. La familia siempre guardará cierta desconfianza hacta el lud ópata, como he señalado anres, aunque sea inconscientemente:¡las ha hecho tan gordas! Eso quiere decir que si en algún momento falta dinero en casa (porque alguien 1o ha colocado en un lugar diferente aI habitual, por ejemplo), todas las miradas convergerán en éI, por mucho tiempo que lleve b^jo control. Y por más que jure no haber sido éI, la suspicacra se mant endrá hasta que aparezcael dinero. Esto es algo que duele bastante al lud opata y que deberá aprender a disculpar. Por ofta parte , In familia se sentirá también bastante mal en esas circunstancias,por haber desconfiado del ludóp ata sin fundamento. Es humarlo. oEs que a nosotros nos pasa
Q u é h a c e r . Nq - z'
ante la ludoparia.N
dijo lo mismo que a los gitanos con los payos mirafalta siempre algo, paciente-. Si una vez un mos a los gitanos. No debería ser así, pero somos rAcistas.Pues eso; nosotros somos los gitanos de nuestra familia.,,
grupo "Tengo setenta y cuatro años y vengo al desdehace nueve. No juego desdehace seis años y no siento ganas d. iugar. VamoS, yo creo que ahora ni siquiera enten dería cómo funcionan las máquinas nuevas.De todos modos, me gusta venir [al grupo] porque como estoy jubilado tengo tiemp o para hacerlo y porque así me mantengo alerta frente al iuego. Porque yo recaí tres o cuatro vecesy no quiero que vuelva a suceder., Comentario: Se trata de uno de nuestros pacientesmás vetefanos.NoS encanta poder disponer de su presencia porque aporta dos tipos de mensajes al resto de los integrantesdel grupo: a) que a pesar de estar controlado se puede recaer; b) que es posible mantenersesin recaídas durante años si se está alerta y no se bala Ia guardia.
El ludópatacontroladoy los deseos de Jugat aleLa verdadesque los beneficiosde mantenerse jados del juego son innegables. por Y los esfuerzos lograr una pena. argo, la Sin emb conseguirlovalen
Superar o 'oo N N la'ludopatía
cosa y otra no garantiza que el jugador patológico deje de pensar en el juego.H"y que tener en cuenta que cada ludópata reacciona de una forma. Los hny que se olvidan por completo de é1.Algunos ludópatas, efectivamente, afírman no volver a pensar en el juego nunca, una vez han iniciado el progr ama de rehabilitación. Como si esa opción lúdica (que para ellos es adicción) hubiera quedado borrada de su mente. Otros no sólo no se acuerdan del juego bnjo ninguna circunstancia sino que desarrollan un rechazo visceralhacta é1,de modo que no soportan la visión de lugares de juego, ni que se les hable de ello. F{ny quien dice que tales opciones son una forma inversa de mantener Ia atención centrada en el iuego. Pero no voy a entrar aquí en esasespeculaciones. De hecho, otros ludópatas refieren que pesea mantenersealejadosdel juego, no por eso d.jan de pensar en él y de tenerlo siempre presente.No pueden libr arse del gusanillo d. jugar. Ponen todos los medios para evitarlo y son conscientesde cada día que pasan sin jugar, porque el cuerpo les pide hacerlo . También " " los hny que manifiestan abiertamente que no dejan de pensar en el juego porque les gusta jugar (hay ludópatas que lo son sin que los juegos de azat les gusten en realidad). El juego siempre fue para ellos una opción de diversión importante, o únic a, gue constantemente tuvieron en primer plano y que se mantiene activa pese a saber que les hace daño y a no jugar. Estos casosdonde eI gusanillo o las ganas abiertas de jugar se mantienen tan presentes requieren un esfuerzo mayor para mantenerse controlados, pues el gusto por el juego está presentecada día que pasa, así como la frustración que sienten por no poder mante-
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ante la
ner activauna diversión tan atractivapara ellos.Pero tienenuna ligera ventaja.El hechode ser conscientes todos los díasde la necesidadde mantenerse alejados del juego,porgueles atraerlespermiteno bayarIa guardia y desconftagque es Ia mejor forma de no recaer. Tener ganasde jugar no desmereceal ludóp ata rehabilitado.I o que de verÍ*d importa esel empeño que pongaen log rar controlarsey conseguirno iugar. Existen algunos ludópatas eue, sobre todo al inicio del programa) juegan de un modo vicario, con interposición de terceros. En ocasioneslo hacen entregando a otros dinero pata que sean ellos quienes jueguerl. Obviamente, estos jugadores patológicos siguen jugando, aunque sea otra personala que hace la apuesta.Otra forma d. jugar por poderes,menos descarad^, qutzá, es quedarse embelesadosmirando a otros mientras juegan, contemplando cómo caen las monedas, la estr ategia que siguen, cómo pierden... E,s obvio que el lud 6pata que actú,ade este modo no está jugando en sentido estricto; no lo hace físicamente,ni arriesga su dinero. Pero Ia emoción sentida entre el momento que la persona ala que observa hace la apuesta y aparece el resultado (premio o, más frecuentemente, pérdida) es la misma que si fuera él quien estuviese jugando. Conviene no caer en la trampa de jugar por intercesión de otros, porque constituye un modo de mantener activala adtcción, sólo que por medios indirectos. A vecessucedeque las ganas d. jugar no se manifiestan de un modo tan directo como acabo de comentar. Pueden presentarseencubiertasb^jo el manto
1oo N#f;Ziuo,,, de los sueños. Cuando un jugador patológico largamente abstinente comienza a soñar que juega y la máquina le cubre con monedas, conviene ser precavidos. F-Igusanillo se está manifestando de forma inconsciente y si les pilla excesivamenteconfiados pueden recaer con facilid ad. Algunas recaídashan ido precedidaspor esta clase de sueños.
Desear firmemente no jugar, y no hacerlo. F{'ny que ser intransigente en esto: no jugar ni al parchís (que dependede un dado, o sea,del azar).En caso contrario ) recaerá. No plantearsegrandesmetas. Limitarse a no jugar hoy. Mañana ya se verá. Planteárselo cada día al levantarse. No coquetear con el juego. Evitar los lugares donde antes jugaba, no detenersea mirar cómo juegan otros; si ya, d.iarse acompaiar por aIguien que conozca su problema, Si es posible. Camb rar sus rutinas, sus itinerarios, sobre todo los que esténrelacionadoscon el iuego. Ocupar su tiempo libre (le quedará mucho al no lúgar). Recuperar aftctones,relacionarse de nuevo con sus familiares y amistades. Extender su red de apoyo. Contarle su problema a cuanta más gente mejor, sobre todo a sus íntimos. Procurar no estar solo. Prohibirse la entr ada a bingos y casinos;le ayudará. No llevar en el bolsillo más dinero del imprescindible para los gastos del día.Justi ficar sus gastos en casa con los correspondientesrecibos.
Q r é á a c e r$ ante la ludoparld N
Anular las tarjetas de crédito, mancomunar las cuentas bancarias, cobrar po t transferencia, no recibi r cantidadesextra de dinero en mano o hacer 1oposible para estar acompafado cuando eso suceda o que alguien sepa cuánto ha recibido de esemodo. No bnjar nuncala guardia; puede recaeÍ en cualquier momento, por mucho tiempo que lleve sin lvgar y por muy seguro que se sienta. No volver a jugar nunca más para evitar recae\ y mantener siempre las prevencionesrespectoal dinero.
No admita chantajesemocionales:quien ha jugado y ha llevado las cosashasta esepunto es su familiar lud opata, ro usted. Pero no utilice la ludopatía como arm a arnoyadízaen cualquier discusión. Apoye a su famili ar, preocúpesepor su evolución, pero no le atosigue. Acuerde a quién contarle el problema. No conviene que esté solo en esto. No se confte. No d.je dinero a la vista, no admita gastos ni ausenciassin justificación, ro bnie nuncala guardia.La ludop atía no se cura por mucho tiempo que se lleve sin jugar. Proteja su patrimonio. Hnga separacíón de bienes; mancomune las cuentas bancarias;no guarde tafietas de crédito, anulelas;vigile los movimientos b ancarios;investigue posibles ingresos extra.
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102 ffi Szperar
N /a ludopatía
Controle dtartamenteel dinero de bolsillo para los gastosde Ia jornada (no le dé una cantidad cadasemanao cadames).Delela cantidadacordada por Ia maiana y haga cuentascon lo que haya sobradoy con los justificantesde gastos por la noch. (losdel caféy el periódicotambiétr). No le pongaa pruebadejándoledineroa la vista a ver qué pasa,no pidiéndolereciboso dándole demasiadodinero.Sonriesgosinnecesarios que favorecenuna recaídade Ia que habrá que volver a salir. Si confíaen é1,puededarle dinero pata que haga una compra (aunqueesmejor acompañarlea Ia tienda).Perodeberávolver con eI artículocomprado,In facturacorrespondiente y el dinero sobrante en Ia mano. No paguesus deudas.Eso puedeestimularlea seguiracumulándolas. Organicetodo paraque el ludópata pueda abonarlaspoco a poco con su dinero;es su responsabilidad. No le dé un ultim átum si no 1ova a cumplir. Y si selo da, cúmplalo. Controlar a un adulto es doloroso.Pero un ludípata que no puedecontrolarseinteriormente deberácontrolarsedesdeel exterior.Es la mejot manera de demostrarsu interéspor é1.
6 Capítulo
E v o l uron c o e n a o t cicó n I
I
I '
Hemos de tener siempre presenteque estamoshablando de una adicción. Como tal, ya se dijo al principio, Se trata de una enfermedad crónica que no se cura. Eso quiere decir que siempre existen posibilidades de rec aída cuando no se observan las medidas de control que he mencionado antes y se asumen riesgos innecesarios. Por muy bien controlada que esté la lud opatía, por mucho tiempo que hay a pasado rehabilitado, el ludópatanunca tendrála libertad de poder jugar una opartidita, y quedar de rositas.Tras esa <partiditar, Por breve y limitada que sea, vendrán las demás, aunque el paciente intente autoe ngaiarse diciendo que sólo es una más. Porque detrás de esa omás, vendrán otras; siempre ..las últimas >, muchas " últimas >. Y eso significa que habrá recaído. Lo peor que puede hacer un ludóp ata que ha cedido aI impulso de lugaf <porque no pasa nada, es ocultarlo. Aunque cuestehacerlo, es más prácttco decírselo a la familia inm edtatamentey volv er a subir la guardia entre todos. Sólo así podrá calificarseestemal más que como una rccaída. paso como un <tropiezo>>,
pnta evitar do gil¿.rn;nt;ng; ü; sánoescépticismo una recaída. bajar,la,$úáidiáf enCóntra'rsé'co,r
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En caso contrario, el paciente inte ntará ocultar 1o sucedido y jugar <<pararecup erar>>lo perdido y que nadie 1o adviefia, introduciéndose de nuevo, y de cabeza, en la vorágine de la adicción. E,sosí que será una recaída. El impacto emocional que tiene una recaídasobre los allegadosal lud ópata es más demoledor que el breve disgusto que representaun simple trope zon Por eso, si recae,no debe d.larse llevar por el pánico y la inercia; es mejor y más práctico afrontar los problemas de cara desdeel primer momento, alejarsedel punto de juego y comunicar 1o que le ha pasado a todo el que quiera escucharle. Tales tropiezos le servtrán al lud ópata y a sus allegados de advertencia:nunca podránbniar Ia guardia. Algunos jugadores patológicos caen en el enredo perverso d. jugar de vez en cuando (cuando les place) y disfr azarlo hipócritamente ante sus allegados como las recaídasmás o menos esporádicasque están contempladas en la evolución espontáneade la ludop atía. Se engañafr y, sobre todo, pretenden engañar a su familia. No han asumido por completo su enfermedad y la necesidadde afrontarla de la úni ca manera posible: sin lugar. E,stánhaciendo corno si realmente les impoftara delar de lugar sin poder conseguirlo, achacándolo a que están enfermos. Ningún familiar aceptará estaactitud como válida. Si están enfermos, que pongan remedio. Si alguien se rompe una pierna, ro deambula dando tropiezos por tal motivo, sin poner soluciór; se deyaCe tonterías, agarra una mulet a y camina. Todas las rec aídassufridas por los ludópatas controlados han tenido siempre una cosa en común. En
Euolucig, 105 N r vv
de la adicció rz *N
un momento de excesivaconfianza) dispusieron de una cantidad de dinero extra que fueron incapacesde retener en sus bolsillos. No hny que confiarse. Tampoco conviene hacer pruebas:salir con dinero, visitar solos los lugaresdond. iugaban, acompañana otros mientras juegan, echar una moneda a ver qué pasa, etc. Los pacientesque acuden a nuestros grupos conocen muy bien estastentaciones (que en realidad son coqueteoscon la idea de jugar) ocultas b^jo el disfraz de poner a prueba su fuerza de voluntad. Son tan comunes y tan demoledoras que ellos la llaman (la prueba del tontoo. Porque con la excusa de demostrarselo que nadie les ha pedido que hagan ) a corto y med ro plazo siempre rec aen. Se entiende como "la prueba del tonto> salir a Ia calle con más dinero del necesario paru ver qué pasa; entrar en un lugar de juego conocido para ver si se aguantala tentación; o hacer una apuesta para probar. ¡Más pronto que tarde recaerá!
7 Capítulo
¡tismo Prosel y a b o l i co n t s m o Me gustaría hacer una advertencia a los ludópatas rehabilitados que me lean y a sus familiares. Su felicidad puede llegar a ser tanta que no podrán evitar tener la tentación de transmitírsela a otros. Y así, los ludópatas se encontrarán en más de una ocasión en Ia situación de entrar en un bar y contemplar el espectáculo de una persona jugando en una máquina tragaperras con el mismo aspecto desencajado que tenían ellos tiempo atrás, antes de entrar a formar parte del progr ama de rehabilitación. No podrán evitar pensar que esa persona necesita ayuda. Alguno no po&á contener cierto afán proselitist a y se acercará aI jugador (o jugadora, no lo olvidemos nunca) con Ia sana intención de advertirle del daño que se está haciendo y del que puede hacer a su familia, si aún la tiene. Incluso puede que le sugiera que se ponga en tratamiento. Si llamo la atención sobre esta tentación es para evitarles el disgusto de verse ,Jespachadoscon cajas destempladas por la persona aludida. Si hacen un poco de introspección enten derán esa postura. A nadie le gusta que un extraño venga a decirleslo que ha de hacer con su vida, por mucha razón que parczca tener. Este tipo de actuación proselitista es relativamente frecuente y siempre termina de esemodo. Al menos ésa es la experiencia que cuentan los ludópatas en los grupos.
1oB Ni;f;Z'po,ro Otro tipo de conversación,Ia mayoría de las veces airada,eue suelesurgir en las reuniones de los ludópatas incluidos en el progr ama de control es la necesidadde suprimir por completo el juego de Ia sociedad como remedio a sus males. Y surge así un afán abolicionista al que no solemos dar alas porque no conduce a ningún sitio. Es otra forma de proselitismo fundamentalista: forzar a todo el mundo a no jugar. Porque existennumerososjugadoressocialesque no tienen problemas con el juego a los que no hay que dejarles sin esa opción lúdica. Por otra parte, resultaría muy difícil obtener un cambio social de ese calibre cuando los ingresos estatalespor el juego se contemplan como ingresos seguros en los PresupuestosGeneralesdel Estadot. Además existennumerososintereses económicos que tienen una capacidad de influencia de la que carecenlas asociacionesde lud ópatasaisladasque existen actualmente. Un error histórico que podría inte ntar resolverseen España-luchando conffa poderososintereseseconómicos, repit
sería reducir la extraordina ría disper-
sión de lospuntos de ofefia d. iuegos con máquinas ffagaperras.Estasno se encuentran agrupadasen centros específicosde juego, como sucedeen otros paísesde nuestro entorno, lo que imposibilita poder realizar vna
'
Algunos autores señalan mordazmente que la legal tzactón
de los juegos de azar es una forma de aumentar los ingresos del E,stadosin tener que subir los impuestos. Algo irresistible para cualquier gobierno con apuros económicos.Véase Rosenthal, R. J., y Lorenz,Y. C.: "The Pathological Gambler as Criminal Ofender: Comments on Evaluation and Treatment> . Psychiatr. Clin. I,{orth Arn.. 15z 647-660. 1992.
Proselitismo N fL vOg /
y abolicionismo oN
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Fuente: Padrón municipal del año 2002 (http://www.ine.es). Valores procedentesde la Tabla 1 y de Becoña,1997, op. cit.
exclusión voluntaria de la entrada en esoslugarescomo puede hacersecon los bingos y los casinos.lJtta medida para el control de Ia ludop atía sumamente eficaz. Pero para lograrlo sería necesarioque existiera un grupo de presión organizado capaz de movilizar muchas firmas y votos para hacerseescucharen el Parlamento y en el Gobierno y enfrentarse a Ia presión de los empresarioshostelerosque tienen en esasmáquinas una de sus principales fuentes de ingresos. Tales votantes potencialesexisten. Si proyectamos sobre Ia población española las tasas de ludop atía y de jugadores-problema encontradas en nuestro país,
110N#f;',!eo,¡o comprobamos que existen 1.299.531 sujetos directamente afectadospor el trastorno. Si a éstos se aiade aI menos un famili ar perjudicado indirectamente por la ludop atía, se obtiene un total de 2.599.062 personas damnificadas. Todos esosciudadanos asociadosen un solo grupo pueden promover leyes en el Parlamento y camb iar gobiernos a voluntad votando al unísono en Ia misma interesada dirección; tendr ían una influencia considerable. Baste reco rdar que el Partido PopuIar consiguió gobernar en Españ,apor primera vez en 1996 por una diferencia de sólo 290.328 votos 2.
2 Sanchís, JoséLuis, " ¡Cuidadocon los sondeosl",El Mun25-II-2000. do,
Epílogo La lud opatía,ludomanía(comotambién seha llamado)o luegopatológicoesun graveproblemade salud pública, dadoel número de afectadospor estaadicción entrela poblacióngeneraI y por su impacto en la saludde los pacientes. Tambiénesun problemasocialpor las desastrosas que acarnea consecuencias en la célulamás elemental y básicade la sociedad:la familia. El juego patológicono es un vicio, ni un simple modo desordenado de pasarel rato. Es una verdadera adicciónque convienereconocercomo taI, como ya se htzo en su día con el alcoholismoy Ia adicción a otras sustancias. Como toda adicción, I^ ludopatía resulta muy difícil de mantenerbajo control si antesno se pasa por un programade rehabilitaciónque permita iniciar el procesohasta conseguirla total abstención de jugar. Libros como éstepermitenadquirir nocioneselementales,útiles paracualquieraque sientacuriosidad por estetema,pero no son suficientes para iniciar una rehabilitación.La inclusiónde estospacientesen grupos de personasque padecensu misma adicciónfavoreceIa comunicación,Ia toma de concienciasobreIa enfermedad,el intercambiode recursoscotidianospara mantenerse alejadosdel juegoy Ia adquisiciónde unos cambioscognitivosrespectoal juego que les ayudena
SzPerar
LIlZ$ ra /a ludopatía "N
mantenerseba¡o control. Pero los sistemassanitarios públicos nacionalesy autonómicos dedican muy escasos recursosa facilit ar eI proceso de rehabilitación de estos pacientes.Tal escasez(representadaen E,spaña por dos Unidades de Ludo patía en los Servicios de Psiquiatría del Hospital Ramón y C^ial de Madrid y del Bellvitge de Barcelonar,en un país de más de cuarenta millones de habitantes) se encuentra parcralmente remedtada por las diversasasociacionesde ludópatas en rehabilitación que han surgido entre la población. Los costes de los programas asistencialesy preventivos suponen gastos mínimos para la Adminisftación, dado que las arcas del E stado se nutren sustanciosamente de los ingresos directos proporcionados por el juego y por las cargas impositivas que gravan tales negocios. Dedicar una proporción ínfima de esas cantidades aI desarrollo de programas de investrgación, rehabilitación y prevención es una obligación moral de Ia Administración y un derecho de los ciudadanos que financian al Estado. Parte de esascantidadesdebería destinarseaI desarrollo de programas preventivos que minimicen el riesgo social de caer en esta adicción, puesto que está muy condicionada po r Ia amplia oferta d. juego propiciada desde Ia Administración. Tales medidas podrían orientarse en varias direcciones:
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Se conoce menos porque no han configurado un disposi-
tivo específico,pero la Unidad de Alcoholismo del Hospital Doce de Octubre de Madrid también atiende a ludópatas y forma grupos especialespara ellos. Su direcciór y sus teléfonos figuran en . el Apéndice " Lugares de atención al ludópa ta>>
Epílog, 113 N
Reducir la extensadistribución de puntos d. juego que suponen las máquinas recreativas tipo ,,Bo situadas en los numerosos locales de hostelería existentesy agrLrparlasen salonesrecreativos específicamentededicados a ellas. Una vez agrupadas de ese modo las máquinas recteativastipo ,,Srr,extender el procedimiento de autoexclusión en la entrada a bingos y casinos a esos salones recreativos. Los ludópatas adictos a estasmáquinas no disponen en la actualidad de este sencillo y eficaz procedimiento para mantenerse bnjo control. Regular eI accesoa los llamados casinos on line a través de internet. Si Ia extensión de Ia ludopatía está directamente relacionada con la amplitud de distribución de los puntos de juego, eS de temer que disponer de un casino en casa incremente exponencialmente el riesgo de adicción. Aplic ar Ia legislaciónrelacionadacon el iuego a tales casinoson line, y con mayores restricciones, dado el altísimo potencial adictivo que supone tener esetipo d. juego tan a mano. Extender también el procedimiento de autoexclusión en la ent rada a bingos y casinosa los casinos on line. Los ludópatas no cuentan en Ia actualidad con este sencillo procedimiento para mantenerse bajo control, aI tener Ia tentación en sus domicilios. Destin ar una partida económica suficiente a los organismos correspondientes pata el desarrollo de campañas publicitarias masivas que alerten a Ia población de los peligros reales de adicción
r14 ffi Szperar ¿, Iudopatía N
que suponen los diferentes tipos de juegos de azar existentes. La placa que hace esa advertencia en algunas máquinas tragaperras es dolorosamente insignificante. Pero además de las responsabilidadescorrespondientes a la Adminis ftaci1n, existe otra más personal que corresponde sobre todo aI iugador patológico . La ludop atía puede mantenerse a taya si el ludóp ata se lo propone y asume la responsabilidad de mantenersealejado del juego. Nadie excepto eI podrá arrogarse esa tarca. Los demás le ayudarán con su afecto y soportando el papel de controladores externos en todo lo relacionado con el dinero. Quienes aprecian aI ludóp ata hacen esepapel con agrado,aunque no sin esfuerzo;h"y quien termina tirando la toalla porque no soporta Ia presión o porque su desconocimiento del problema le hace actvar así. Es comprensible. Sólo aquellas personas a quienes su familiar o amigo ludóp ata le imporra poco aflojarán la cue rda al menor signo de titubeo o cansancio, efl cuanto crean que todo queda controlado por sí solo, aunque sea de un modo superficial. Finalmente, resumo en el cuadro sinóptico que viene a continuación las ideas básicasreflejadasen estelibro para entender esta enfermedad e intentar dominarla.
Es una enfermedadcrónica que no se ctJÍa)aunque puedecontrolarse. El riesgode recaídaes elevado.
Epítog 1 1 5 N
Juegamás cantidadesy durantemás tiempo que la mayoríade la gente. Deja de hacercosasimportantescon tal de ir a jugar (trabajo,familia, ocio). Juegacon la fantasíade recuperanel dinero perdido anteriormente. Maximiza las ganancias(lasrecuerdasiempre)y olvida las pérdidasque se acumulan. S. juegatodo lo que llevaencima...y más,si puede conseguirdinero por cualquiermedio, no importan las cantidades. Una vez inicia el juego no puede pararhastaque algo selo impide (ciernanel local,sequedasin din e r o . .).. Miente paraocultar su adicciónal juegoy paraj.tstíficartodos los comportamientosasociados(tiempos muertosinjustificables, movimientosde dinero inexplicables, ausencias... ). Estáintranquilo y duermemal a costade los problemasasociadosa su adicción. Le cambiaeI carácter:se torna irritable, huraño, aislado,indiferente. Acumula préstamos,deudas,sablazosy, a veces, apropiaciones indebidas.
Tomar concienciade que setieneun problemacon el juego. Decidir dejar de jugar,si se quiere solucionarel conflicto.
Szperar N /a ludopatía
116$
Inform at a familiares y amigos cercanos del problema pafa que puedan ayudarle dentro de las posibilidadesde cada uno de ellos. Autoprohibirse la entrada en todas las salas de juego de ámbito nacional.Para ello se puede acudir a Ia Comisión Nacional del Juego o a cualquier comis aría de Poltcía. Dejar de manelar dinero de bolsillo en grandes cantidades, pidiendo a alguna persona de confianza (pareja, familiar, amistad) que lo controle y le ayude a administrarlo: o Llevar encima sólo el dinero imprescindible para los gastos del día. o Pasar cuenta del dinero gastado en el día justificándolo con recibos. o Anular las tarletas de crédito y las cuentas corrientes de las que sean titulares únicos o indistintos. o Poner el dinero en cuentas mancomunadas con otras personas de co nfianza. o Régimen matrimonial de partición de bienes. Camb iar de hábitos y de estilo de vida. Realizat actividadesalternativas que ocupen el tiempo que antes se ded tcaba a lugar. Aprender a reconocer situaciones de riesgo que predisponen a lvgaf pafa evitarlas: comp añ.íade jugadores, acudir a lugares habituales de juego, disposición inesperada de dinero en metálico, itgestade alcohol... Estar atento a las tentacionesd. iugar para poder controlarlas. Marcarse obietivos a corto plazo: "hoy no iuego>.
Epílog, 7 1 7 N
No bajar nunca Ia guardia; Ia ludop atía es una adicción que no se cura. Aunque se puede controlar durante años, el riesgo de rec aer con la primera apuestaes similar aI que se tiene en el alcoholismo con la primera copa. Ponerse en contacto con profesionalesy grupos de autoayu da.
A p é n idc e s
Lugares de atención al ludópata (Peseal esfuerzode depuración realizado,no me ha sido posibleconectar con todas las direccionesy teléfonos mostradosen el listadoque sigue,por lo que puedeque algunoshayan cambiadoy otros falten.)
Asociaciones Árnv,q ASAJER(AsociaciónAlavesadeJugadoresen Rehabilitación) C/ General Alava,25, 1.odcha. 01005 Vitoria (Álava) Tel. 945 140 468
ALICANTE NIJEVA VIDA Avda. Constitución,14, entlo. A 03400 Villena (Alicante) Tel.965 802630I 965 806 208 VIDA LIBRE (AsociaciónAlicantinadeJugadoresRecuperados) C/ GeneralLacy,15, 4." C 03003 Alicante Tel. 965 132 I94
rzzN#f;Zlpo,¡o ALMEnÍe ALAJAR (Asociacióndel LevanteAlmeriensede Jugadores de Azar en Rehabilitación) C/ Primerode Mayo,20 04640 Pulpi (Almería) Tel. 950 464 16I INDALAJER (Indalo Asociaciónde Jugadoresde Azar en Rehabilitación) C/ MaestroPadilla, 2, 3." B 04005 Alm ería T e l . 9 5 02 7 2 5 4 4
ASTURIAS AJAR C/ LeoncioSuárez,62 33209 Giión Tel. 985 382 568 AJARO (Asociaciónde Jugadoresde AzarRehabilitadosde Oviedo) Cl Fray Ceferino,34 33001Oviedo Tel. 985 225 540
BADAJOZ AEXJER (Asociaci6nExtremeñ,ade Jugadoresen Rehabilitación) Cl Carolina Color ado, 4 06200 Almendraleio (Badaloz) Tel. 924 670 532 Fax924 318 566
Apéndices f Z: ffi BARCELONA de Ayuda y Tratamiento ABATAL (AsociaciónBarcelonesa al Lud 6pata) Cl Padilla,216, entlo. 2.o (esquinaCl Valencia) 08026 Balo (Barcelona) Tel. 932 473 272 AAFAL (Asociaciónde Ayuda a Familiaresy Ludópatas) C/ Narcis Giralt, 13, 3 .o, 2.^ 08202 Sabadell(Barcelona) Tel. 937 270 699 AADOJU (Asociaciónde Ayuda a M,rjeresJugadorasy Ludópatas) Ronda Universidad,L0, 3." 08007 Barcelona T e l . 9 3 31 8 0 4 0 7 AJUREC (Asociaciónde Jugadoresen Rehabilitaciónde Cataluña) C/ Aribau, 32, ppal. A 08011Barcelona Tel.934 530 856 FORA DE JOC Cl Balmes,12r 3.or2.^ 08007 Barcelona Tel. 934 I21 032
BURGOS ABAJ (AsociaciónBurgalesade Aburridos del Juego) C/ AsambleaProvincialde la Cruz Roja, sln 09006 Burgos Tel. 947 212 311 (ext. 26)
Lz4N #l;;Z'po,ro CACERES ACAJER (AsociaciónCacereñade Jugadoresde Azar en Rehabilitación) Instituto Municipal de BienestarSocial Cl Atahualpa,s/n 10005Cáceres Tel. 927 212 335
cAotz JARCA (Asociaciónde Jugadoresde Azar en Rehabilitación del Campo de Gib raltar) Edificio Parquede Bomberos,L." plta. 11201 Algeciras(Cádiz) T e l. 9 5 6 6 6 3 8 0 9 F a x 9 5 6 6 3 4 7 75 CIUDAD REAL LARPI-J(LudópatasAsociadosRehabilitadosde Puertollano) C / A l m a g r o ,! 6 , 3 . " A 13500Puertollano(CiudadReal) T e l . 9 2 64 I 2 2 1 1 I 6 1 7 5 4 5 5 6 2
cÓnnoBA ACOJER (AsociaciónCordobesade Jugadoresen Rehabilitación) C/ AbderramánIII, 8 14006 Cordoba Tel. 957 282 525I 957 40I 449 Fax 957 401 449 LAR (LudópatasAsociadosRehabilitados) C/ Concilio de Nicea, 13 14014 Cordoba Tel. 957 257 005 F a x 95 7 2 5 7 0 0 5
Apéndices f ZS $
GRANADA deAzaren deJugadores Granadina AGRAJER(Asociación Rehabilitación) 5, entlo. A C/ EmperatntzEugenia, 18002Granada Tel. 958 20I 714 F a x 9 5 8 2 0 4 1 18 \7eb : http ://www. terr a.es/personaI 3I agrayer es Mail: agraler@terra. Andalvzade Jugadoresde Azar en ReFAJER(Federación habilitación) 5, 1.o,ofic.14 C/ EmperatrtzF-ugenia, 18002 Granada Tel. 958 804 757 I 958 804 897 es Mail : fajer.and@terra.
GUIPÚZCOA JUGADORE,SANÓNIMOS DE,HE,RNANI rri, bajo C/ Sandiuste 20120 Hernani (Guipú zcoa) Tel. 943 5 57 854
HUELVA AONI-UER(AsociaciónOnubensedeJugadoresde Azar en Rehabilitación) Avda. Crist 6bal Colón.,9t 21002 Huelva Tel. 959 285 078 Mail: aonujer@teleline.es
r26N iif;Ztu*,, HUESCA AZAIER (AsociaciónAragonesadeJugadoresde Azar en Rehabilitación) Ir 1.o,ofic. 5 C/ Benabarce, 22002 Huesca T e l. 9 7 4 2 3 1 5 8 8 \7eb: http ://www.azajer.com Mail : azajer@ azajer.com
JAÉN APLIJER(AsociaciónProvincialLinarensedeJugadoresde Azar en Rehabilitación) Avda. SanSebastián,7,entreplta. izqda.A 23700 Linares(Jaén) Tel. 953 693 784 ALIIER (Asociaciónde Lu dípatas Jienenses en Rehabilitación) C/ Dieciochode Julio, g 23006 Jaén T e l. 9 5 32 6 1 8 3 8
LA CORUÑN AGALURE, C/ Monte das Moas, 15 15009 La Coruña Tel.98L289 340
LA RIOJA ARJA (AsociaciónRioj anade JugadoresAnónimos) o,7, bajo Cl Barciocep 26001 Logroño Tel. 941 208 833 I 941 224 20I
Apéndicesf ZZ ffi LAS PALMAS ALIIESA (Atenciónal Lud6patay ala ExclusiónSocialAsociada) Cl JoaquínBelón, Iocal 32 35013 Las Palmasde Gran Canaria Tel. 928 703 620 Fax 928 703 611 Mail: aluesa@step.es
LEÓN AJUPARELE"EL ALBA" (Asociaciónde Jugadores PatológicosRehabilitadosde León) Apdo. de Correos778 24080 SanAndrésdel Rabanedo(León) ASOCIACTÓX LE.ONE,SADE. AYUDA AL LUDÓP,T,\ Cl Cardenal Landazuri,,27 24003 León T e l . 9 8 72 6 4 2 3 7 I 9 8 7 2 3 I 0 2 0
rÉnme ACJAR (Asociación Catalanade Jugadoresde Azar Rehabilitados) Pza.SanLorenzo,I 25002 Lértda Tel. 973 261 026
MADRID AJE,R Cl Cáceres,1B 28100 Alcobendas(Madrid) Tel. 916 238 935
rz1ffi #l;;:tpo,ro VIDA SIN JUE,GO C/ Virgende Icíar,local2I 28222Alcorcón(Madrid) T e l .9 L 64 3 39 0 0 Mail: upaiciar@arcakis.es ALEJER (Asociaci1nLeganesade Jugadoresde AzarRehabilitados) C/ Rioja, 102-104 28915Leganés(Madrid) T e l .9 1 6 8 0 6 0 4 8 AMAJER (AsociaciónMadrileña de Jugadoresde Azar en Rehabilitación) C/ HermanosGarcíaNobIejas,49 28037 Madrid Tel. 913 270 604 APAL (Asociaciónparala Prevencióny Ayuda aI Ludóp ata) C/ Ascao,35 28017 Madrid Tel. 639 918 376
uÁrncA AMALAJER (AsociaciónMalagueñade Jugadoresde Azar en Rehabilitación) Edificio Trébol Cl Maftínez Campos,5 , 6.oD 29001 MáIaga T e l .95 2 2 1 7 6 1 7
Apénd;ces 129 ffi MURCIA ASMIIER (AsociaciónMurciana de Jugadoresde Azar en Rehabilitación) Edificio SanLuis C/ Comuneros,5, 6.oC 30003 Murcra Tel. 968 2I7 540I 639 328 627 NAVARRA ANALIJ (AsociaciónNavarra de Ayuda al Lud 6pata) C/ Monasteriode la Oliv \ 31, ofic. l.0 3 1011 Pamplona Tel. 948 175 570
ARALAR 2." A 30, entreplta. C/ Abejeras, 31007 Pamplona Tel. 948252 916 ALUR Cl Gaztambide,19, 1.o 31500 Tudela(Navarra) Tel. 948 410 675 PALENCIA AJARPA (Asociaciónde Jugadoresde AzarRehabilitadosde Palencia) C/ Modesto Lafuente,15 34002Palencia Tel. 979 724 100 EL AZAR C/ Don Sancho,3, entreplta. 34001Palencia Tel. 979 724 147
13oN#f;:'po,ío PALMA DE MALLORCA CE,NTRODE,TRATAMIE,NTO DE.ADICCIONE.SY JUEGO Cl FrancescManuel de los Herreros, 16, 1." B 07005 Palmade Mallorca Tel. 971 274 328
PONTEVEDRA AGAJA (AsociaciónGall egade Jugadoresde Azar) Avda.AlcaldeGregorioEspino,38, entreplta.2.o 36205Vigo (Pontevedra) T e l . 9 8 6 I I 9 5 8 6 I 6 6 7 6 4 82 2 9 Mail : agaja@mundo-r.com SALAMANCA ASALJAR (AsociaciónSalmantinade Jugadoresde Azar en Rehabilitación) Nueva Plazade SanVicente,s/n 37007 Salamanca Tel. 923 261 517 SANTA CRUZ DE TENERIFE ACAJURE,(AsociaciónCanaria de JugadoresRehabilitados) C/ Castro,I1r 1." dcha. 3S006SantaCruz de Tenerife T e l . 9 2 22 8 6 5 3 0 I 6 3 0 2 4 8 4 3 0 MEJIJRE (AsociaciónTinerfeñadeJugadoresRehabilitados) C/ BuenaventuraBonet,2 (local CárttasParroquial) 38006 SantaCruz de Tenerife Tel. 922 615 045 av egalia.com Mail : atejure@n
Apéndrces 131 ffi SEVILLA FEJAR (FederaciónEspañolade Jugadoresde Azar Rehabilitados) C/ Amor de Dios, 31, portal 1,2.o 41002 Sevilla Tel.9 54 908 300 Fax 954908 323 VALENCIA CE,NTROVALE,NCIANO DE ATENCIÓN AJIJGADORE,S DE,AZAR C/ San Martín,2 46003 Valencia Tel. 963 721 265 VALLADOLID AJUPAREVA(Asociaciónde JugadoresPatológicosRecuperadosde Valladolid) Avda. Valle de Esgueva,s/n 47011 Valladolid T e l .9 8 3 3 1 0 3 1 7 Fax 983310 300 \íe b : http ://www. alupareva.centro-cetras.org org Mail: ajupareva@centro-cetras. DE,JUGADORES ASOCIACIÓN CASTE,LLANOLE,ONE,SA DE.AZAR E,N RE,FIABILITACIÓN C/ No EaI, I 47004 Valladolid Tel. 983 393 075 VTZCAYA EKINTZA-ALUVIZ (Ayuda a Ludípatas de Yrzcaya) C/ SanJuan,26, bajo 4890 1 Bar acaldo (Yizcaya) Tel" 944 756 510
r3zN#f;Zlpo,¡o ZAMORA AZAJAR (AsociaciónZamoranadeJugadoresde AzarRehabilitados) C/ SanAtilano,6, 4.oB 49003 Zamora T e l .9 8 8 5 3 1 0 4 0
ZARAGOZA AZAJER (AsociaciónAragonesadeJugadoresde Azaren Rehabilitación) C/ Arias, 30 50010 Zaragoza Tel. 976 200 402 I 976 201 042 Fax 976 201 042 \7eb: http ://www.azajer.com azajer.com Mail : azajer@
Organismospúblicos Asistenciales IJNIDAD DE,LIJDOPMÍN - SE.RVICIODE.PSIQUIATRÍA HOSPITAL RAMÓX Y CAJAL Ctra. de ColmenarViejo, km 91100 28034 Madrid Tel. 91,3368 392 I 913 368 393 UNTDAD DE ALCOHOLISMO (LUDOPATÍA) - SERVICIO DE,PSIQUIATRÍAHOSPITAL DOCE DE,OCTT]BRE, Ctra. de Andalucía,km 5,400 28A41Madrid Tel. 913 908 0I9 I 9I3 908 022
Apéndices f :: $
LINIDAD DE JUEGO PATOLÓCICO - SERVICIO DE PSIQIJIATRÍA HOSPITAL DE,BE,LLVITGE, C/ Feixa Llarga, sln 08907 Hospitaletde Llobregat (Barcelona) T e l. 9 3 3 3 5 7 0 1 1 I 9 3 3 3 5 9 0 1 1 ( e x t .2 4 2 8 - 2 6 4 0 ) F a x 9 3 2 6 3 1 5 6 1I 9 3 2 6 3 1 8 8 7 EKINTZADA-SALUD (Centrode SaludMental de Rentería) Cl Alaberga,59, baio dcha. 20100 Rentería (Guipú zcoa) Tel. 943 340 202
Administración COMISIÓN NACIONAL DEL JIJE,GO Cl CeaBermúdez, 35 28003 Madrid T e l. 9 L 5 3 7 2 5 8 9 I 9 0 0 1 5 0 0 0 0 Fax 9I5 372583
i b i rsel a S o l i c i t updar a p r o h y cas¡nos entradaa bingos Aquellos ludópatas que son adictos al bingo o a cualquiera de los juegos que contienen los casinos tienen la opción de ayudarse en sus intenciones de mantenersealeiados de tales lugares, solicitando que se les prohíb a Ia entrada a esos locales. Parc ello bastará que envíen por correo una fotoco pla de su DNI, del pasaporte o del NIF junto a la solicitud cumplimentada que tiene prepar ada al efecto la Comisión Nacional del Juego. Incluyo en esteApéndice el modelo de la solicitud. Cualquier interesado puede fotoco ptarla' cumpliment arla y envíarla a dicha Comisión. Los lectores encontrarán un segundo ejemplar de este formulario que contiene el tipo de restricción que nosotros solemos aconsejar a nuestros pacientes como más eficaz. E,sel modelo que les sugiero que fotocopien, rellenen con sus datos personales y lo envíen junto a una fotocopia de alguno de los documentos de identidad mencionados más arrlba a Ia siguiente dirección:
COMISIÓN NACIONAL DEL JUEGO SubdirecciónGeneralde Estudios y RelacionesInstitucionales Cl CeaBermúdez, 35 28003 Madrid Otra opción es presentar esa fotocopia cumplimentada en cualquier comis aúa de Poltcía próxima, junto a la de su documento de identid ad. El personal que se encuentre de servicio en esemomento se enc argará de cursar la solicitud.
1 3 6ffi Szperar
N /, ludopatía
Pero no está de más una pequeia advertencia.El paso de ser adicto a los juegos de bingos o casinos a serlo de las máquinas tragaperras es muy fácll y frecuente. Por eso les sugiero que, aunque hasta el día de hoy las tra gaperras no les hayan llamado la atención, se traten ustedescomo si ya fueran adictos a ellas; no se acerquen a ninguna; no echen ninguna moneda en ellas; prevengan una nueva adicción mucho más difícil de controlar que la de los bingos o casinos. Porque las tragaperras están por doqui er y no hay forma alguna, en España, de prohibirse la entr ada a los locales que las contienen.
Apéndices 137 ffi r"rFr= ,nwq
SEcRETAníaceNERAL rÉcnrcR
MINISTERIO
,*tr.,#^i* r""F; DEL INTERIOR ",rliil|lÉffi] :' ':
"r4i_,*97.
suBDrREcclót¡ GENERAL D E E S T U D I O SY
€
RELACIONES INSTITUCIONALES
D. Con DNI/PASAPORTEAIIF cuya f o t o c o p i a a d j u n t a , c o n d o m i c i l i o e n Calle DistritoPostal SOLICITA:Me seaprohibida la entradaen
de todo el territorio nacional por un período de
trempo Madrid" -
de
de-
Se le previeneque de conformidadcon 1oestablecidoen el art. 5. 1 y 7.3 de la Ley Orgánica 1511999,de 13 de diciembre,de Protecciónde Datos de CarácterPersonaI,al cumplimentarel registro de Inscripción, sus datos personalesquedaránincorporadosy serántratadosen el fichero dejuego de la SecretaríaGeneralTécnicadel Ministerio del Interior,parasu posterior cesión a los Órganoscompetentesde las ComunidadesAutónomas:, quedandoaseguradala confidencialidad.Igualmente,segúnseñalaIa citada Ley, tiene garantizadoslos derechosde acceso,rectificación, cancelación y oposiciónde susdatospersonales.
138 N#f;Zt,,,o SEcRETAnía crr.¡ERAL rÉcrurcR
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MINISTERIO
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INTERIOR
suBDrREcc lór.l cEN ERAL D E E S T U D I O SY RELACIONES INSTITUCIONALES
}4. 1:] -='
D. Con DNI/PASAPORTEATIF cuya f o t o c o p i a a d j u n t a , c o n d o m i c i l i o e n Calle DistritoPostal SOLICITA:Me seaprohibida la entradaen L O S B T N G O SY C A S T N O S
de todo el territorio nacional por un período de
tiempo Madrid" -
INDEFINIDO
ds
de-
Se le previeneque de conformidadcon lo establecidoen el art. 5.1 y 7 .3 de la Ley Orgánica 1511999,de 13 de diciembre,de Protecciónde Datos de CarácterPersonal,al cumplimentarel registro de Inscripción, susdatos personalesquedaránincorporadosy serántratadosen el fichero de juego de la SecretaríaGeneralTécnicadel Ministerio del Interior, parasu posterior cesión a los Órgattoscompetentesde las ComunidadesAutónomas, quedandoaseguradala confidencialidad.Igualmente,segúnseñalala citada L"y, tiene garantizadoslos derechosde acceso,rectificación, cancelación y oposiciónde sus datospersonales.
breve Cuestionario delJ L t e g o de diagnóstico patológico A insranciasde la Federación Andaluza de JugadoresRehabilitados (FAJER), el Dep afiamento de Psicología Social y Metodología de la Universidad de Granada ha desarrollado un cuestionario pa ra diagnosti caf la ludo patía. Es muy breve y sencillo tanto de rell enar como de corregir; razones por la que 1o incluyo en este Apéndice con la auto úzaci1n de su autor, el profesor titular de dicho Departamento, don José M. Salinas. Su utilidad para establecerun diagnóstico de ludopatía equivalente aI realizado con los criterios diagnósticos del 1, el manual estadísticode enfermedadesmentales DSM-IV norteamericano, está demostrada estadísticamente. Si siente Ia curiosidad de saber si tiene problemas con los juegos de azar, siga las instrucciones que vienen a continuación y cumplimente el cuestionario. En Ia página I42 se le indica el modo de corregir sus respuestas,y podr á apteciar en una tabla el lugar donde usted se encuentra situado en el espectro que va desde no tener problemas con el juego hasta ser un ludópata y necesitar ayuda. ¡Suerte!
t
DSM -IV, Manual diagnósticoy estadísticode los trastornos mentales,Masson,Barcelona,2003.
Szperar r140 '" $ *Nla ludopatía
Cuestionariobreve de diagnóstico del juego patológicol El siguiente cuestionario plantea una serie de preguntas sobre pensamientos,sensacionesy conductas relacionados con los juegos de azar donde se apuestadinero. Si en el último año usted Nunca ha experimentado o realizado lo que se describe en la pregunta, marque la casilla de la prim era columna. Si en el último año A veces se ha cumplido o reali zado lo que se describeen la pregunta,marque la casilla de la segunda columna. Si en el último año Muchas vecesha ocurrido lo que se pregunta, marque la casilla de Ia terceta columna.
Le ha sucedidoque..
Muchas
Nunca A veces
VC C C S
1 ¿Los pensamientossobre el juego no le dejan concentrarse en su trabalo, o en labores como la lectura, o la resolución de cuestiones de la familia ?
2.
¿Los pensamientossobre cómo conseguir dinero paf a jugar no le dejan conciliar el sueño o le despiertan de madru gada?
3 . Cuando
juega, iSe empeña en seguir jugando hasta que gane?
4 . Cuando juega, ¿gastatodo el dinero, hasta el punto de no pod er pagar las consumicione o tener que regresar andando ?
2 M o d i f i c a d od e S a l i n a s , M . , y R o a , J . Q 0 0 1 ) :. . C u e s r i o J. nario de diagnósticodel juegopatológicoFAJER,,,ReuistaInternacionalde PsicologíaClínicay de la Salud, I(2), 353-370. Salinas,J. M., y Roa,J. (2002): "El screeningde la adicciónal juego medianteinternet>,Adicciones,14 (3): 303-312.
Apéndices f +f $
Le ha sucedidoque..
5 . ¿Juegamás dinero de lo que tenía pensadoantesde empezar? 6 . ¿Ha intentado alguna vez dejar de lugar y no ha sido capaz?
7 . ¿Se ha sentido nervioso o irritado por no poder jugar?
B . ¿Se sienteirritado si tiene que interrumpir una sesiónd. juegopor una obligaciónprofesionalo familiar? 9 . ¿Juegapara demos trar su capacidad o destreza a los demás?
1 0 . ¿Juegapara serenarseantes de afrontar gestionesen el Ayuntamiento, Hacienda , Tráfrco, etc. ?
t1
¿Piensa que la única form a de resolver su situación económica es tener un golpe de suerte en el juego?
12. Despuésde perder,¿sienteque tiene que volver a lvgar 1o antes posible pararecuperarsuspérdidas?
1 3 .¿Busca parajugar
Muchas
Nunca A veces
sitios que estén ale-
jados de su casa?
1 4 . ¿Suele decir a Ia gente que ha ganado dinero en el juego aunque haya perdido ?
1 5 . ¿Ha inventado tareas en la calle, visitas al médico, etc.) para poder salir del trabajo e ir a jugar?
1 6 . ¿ H a d e s c u i d a d oo b l i g a c i o n e sp e r s o n a l e so f a m i l i a r e sp o r e s t a r j u gando? 1 7 . ¿Utilizao ha utlhzadopara iugar dinero del que manejaen el trabajo?
VCCCS
r4zNi;l;;Z'ro,,o Muchas
Le ha sucedido que..
l{unca A veces
VCCCS
18. ¿Ha pedido dinero prestadoa familiareso amigospara jugar? 19. ¿Ha pedido dinero a prestamisras o usurerospara jugar? 20. ¿Ha cometidohurtos,robos u otros delitos para conseguirdinero con el que jugar?
PUNTUACIOI{TOTAL
Corrección de las respuestas . Cada respuestaNunca vale cero puntos (0). o Cada respuestaA vecesvale un punto (1 ). o Cada respuesta Muchas veces vale dos puntos (2). Teniendo en cuenta estos valores, sume las puntuaciones que haya obtenido en el cuestionario y cotéjelascon la siguiente tabla. A partir de los cinco puntos (5), créame,es usted un iugador con problemas. No dude en bus caÍ ayuda. La ftabilidad de estos resultados es del 93"A.
Baremo paÍala evaluación Puntu aci6n
Evaluación
Desde0 hasta4
No jugador
Desde5 hasta9
Jugadorde alto riesgo
10 o más
Ludóp ata
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