Los lunes, poesía. (2008-09)

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LOS LUNES,

POESÍA

2009

FUENTE VAQUEROS GRANADA

LOS LUNES,

POESÍA IES FERNANDO DE LOS RÍOS

2009

FUENTE VAQUEROS GRANADA

IES FERNANDO DE LOS RÍOS

LOS LUNES,

POESÍA

2009

FUENTE VAQUEROS GRANADA

IES FERNANDO DE LOS RÍOS


PREGÓN

RAFAEL ALBERTI

La primavera ha venido, colgando las golondrinas un libro de cada nido.

La rosa también leyó, pero enllegando la noche, ya cansada, se durmió.

La paloma equivocada hoy ya no se equivocó, leyendo a la madrugada.

Todos los peces quisieron también leer, y al compás de las espumas leyeron.

Y el saltarín gorrión, saltando a saltitos, quiso seguir también la lección.

Y el sol y la noche oscura pasaron toda la noche, hasta el alba de lectura.

Pero el asno preocupado quiso leer el Quijote, comiéndolo de un bocado.

Y hasta la Pájara Pinta leyó y quiso hacer un libro, pero se manchó de tinta.

El sabiondo elefante, a trompazos con su trompa, recito a Homero y al Dante.

...

El lobo feroz se cita con un librero y le compra un cuento a Caperucita. Y aquí se está lo más bonito: una pulga un diccionario le regala a Pulgarcito.

¡Vivir leyendo, leyendo! mientras la paz en el mundo no se nos vaya muriendo. ¡Paz, paz, paz para leer! Un libro abierto en el alba y otro en el amanecer.

Los lunes, poesía


PREGÓN

RAFAEL ALBERTI

¡Vendo nubes de colores: las redondas, coloradas, para endulzar los calores! ¡Vendo los cirros morados y rosas, las alboradas, los crepúsculos dorados! ¡El amarillo lucero, cogido a la verde rama del celeste duraznero! ¡Vendo la nieve, la llama y el canto del pregonero!

Los lunes, poesía


I

ANTONIO MACHADO

Era un niño que soñaba un caballo de cartón. Abrió los ojos el niño y el caballito no vio. Con un caballito blanco el niño volvió a soñar; y por la crin lo cogía... ¡Ahora no te escaparás! Apenas lo hubo cogido, el niño se despertó. Tenía el puño cerrado. ¡El caballito voló! Quedose el niño muy serio pensando que no es verdad un caballito soñado. Y ya no volvió a soñar. Pero el niño se hizo mozo y el mozo tuvo un amor, y a su amada le decía: ¿Tú eres de verdad o no? Cuando el mozo se hizo viejo pensaba: Todo es soñar, el caballito soñado

y el caballo de verdad. Y cuando vino la muerte, el viejo a su corazón preguntaba: ¿Tú eres sueño? ¡Quién sabe si despertó!

Los lunes, poesía


YO QUIERO REÍR

ANTONIO GARCÍA TEJEIRO

Yo quiero reír. No quiero llorar. Yo quiero sentir el verde del mar. El verde del mar y el azul del cielo. Yo quiero, yo quiero tal vez navegar. Sí, sí, navegar arriba, en el cielo. Tratar de volar de espaldas al suelo. Un pájaro, un pez, yo quisiera ser y poder cruzar las nubes y el mar.

Los lunes, poesía


EL BURRO FLAUTISTA

TOMÁS DE IRIARTE

Esta fabulilla, salga bien o mal, me ha ocurrido ahora por casualidad.

«iOh!», dijo el borrico, «¡qué bien sé tocar! ¡y dirán que es mala la música asnal!»

Cerca de unos prados que hay en mi lugar, pasaba un borrico por casualidad.

Sin regla del arte, borriquitos hay que una vez aciertan por casualidad.

Una flauta en ellos halló, que un zagal se dejó olvidada por casualidad. Acercóse a olerla el dicho animal, y dio un resoplido por casualidad. En la flauta el aire se hubo de colar, y sonó la flauta por casualidad.

Los lunes, poesía


LA PATA METE LA PATA

GLORIA FUERTES

L

a pata desplumada, cua, cua, cua, como es patosa, cua, cua, cua, ha metido la pata, cua, cua, cua, en una poza. -¡Grua!, ¡grua!, ¡grua! En la poza había un Cerdito vivito y guarreando, con el barro de la poza, el cerdito jugando. El cerdito le dijo: -Saca la pata, pata hermosa. Y la pata patera le dio una rosa.

Los lunes, poesía


Los lunes, poesĂ­a


Los lunes, poesĂ­a


Los lunes, poesĂ­a


Los lunes, poesĂ­a


Los lunes, poesĂ­a


Los lunes, poesĂ­a


Cantan. Cantan. ¿Dónde cantan los pájaros que cantan? CANCIÓN DE INVIERNO

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Ha llovido. Aún las ramas están sin hojas nuevas. Cantan. Cantan los pájaros. ¿En dónde cantan los pájaros que cantan? No tengo pájaros en jaulas. No hay niños que los vendan. Cantan. El valle está muy lejos. Nada... Yo no sé dónde cantan los pájaros -cantan, cantanlos pájaros que cantan.

Los lunes, poesía


Qué, quién de ti, hay en la nieve qué cae en la mano, el ojo (que mira), la mejilla

JAVIER AGUIRRE GANDARIAS

quién de ti, en los manzanos que se deshacen en los almendros que dejan volar la flor hasta donde no se ve qué de ti, qué transparente, en el juego del aire con la nieve, del aire con el aire, qué tanta flor que cae y se alza, sin premura ojo, ojo hay, que ve cómo la noche se desborda, cómo vuela y vuela en el espacio y a otro resplandor se abre noche del ojo, liviana, dejándose ir en la nieve en el empuje del aire.

Los lunes, poesía


LA NIEVE

JACINTA NUÑO

Como avispas furiosas caían los copos de nieve; resbalaban por tu cara se detenían en tus labios y se fundían en tus dientes.

Y lo más bonito es ese danzar de los copos como blancas mariposas, todas revoloteando en un danza hermosa.

Lo mismo que mariposas, locas, revoloteando. A mí me parecen bellos como las flores del nardo.

Y esa quietud y esa paz que se hace cuando nieva, todo se queda en sordina como si nada existiera.

¡Hay que ver tu cara hermosa, toda cubierta de nieve! Parece un velo de novia todo bordado en relieve. Tu pelo negro y lustroso salpicado con la nieve, se va enjoyado y brillante como si le hubieran hecho un tocado de diamantes.

Sólo un aura de luz blanca, brillante y hermosa, y sólo el revoloteo de los copos como avispas furiosas, locas, que las lleva el viento a estrellarse en tu cara y bajar hasta tu boca.

Los lunes, poesía


LAS TARDES DE ENERO

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Va cayendo la noche: La bruma ha bajado a los montes el cielo: Una lluvia menuda y monótona humedece los árboles secos. El rumor de sus gotas penetra hasta el fondo sagrado del pecho, donde el alma, dulcísima, esconde su perfume de amor y recuerdos. ¡Cómo cae la bruma en el alma! ¡Qué tristeza de vagos misterios en sus nieblas heladas esconden esas tardes sin sol ni luceros! En las tardes de rosas y brisas los dolores se olvidan, riendo, y las penas glaciales se ocultan tras los ojos radiantes de fuego. Cuando el frío desciende a la tierra, inundando las frentes de invierno, se reflejan las almas marchitas a través de los pálidos cuerpos. Y hay un algo de pena insondable en los ojos sin lumbre del cielo, y las largas miradas se pierden en la nada sin fe de los sueños.

La nostalgia, tristísima, arroja en las almas su amargo silencio, Y los niños se duermen soñando con ladrones y lobos hambrientos. Los jardines se mueren de frío; en sus largos caminos desiertos no hay rosales cubiertos de rosas, no hay sonrisas, suspiros ni besos. ¡Como cae la bruma en el alma perfumada de amor y recuerdos! ¡Cuantas almas se van de la vida estas tardes sin sol ni luceros!

Los lunes, poesía


EL CORAZÓN DE LA TIERRA

GLORIA FUERTES

El corazón de la Tierra Tiene hombres que le desgarran. La tierra es muy anciana. Sufre ataques al corazón -en sus entrañas-. Sus volcanes, Laten demasiado Por exceso de odio y de lava. La tierra no está para muchos trotes está cansada. Cuando entierran en ella niños con metralla le dan arcadas.

Los lunes, poesía


Meriendo algunas tardes: no todas tienen pulpa comestible. MERIENDO ALGUNAS TARDES

ÁNGEL GONZÁLEZ

Si estoy junto a la mar muerdo primero los acantilados, luego las nubes cárdenas y el cielo —escupo las gaviotas— y para postre dejo las bañistas jugando a la pelota y despeinadas. Si estoy en la ciudad meriendo tarde a secas: mastico lentamente los minutos —tras haberles quitado las espinas— y cuando se me acaban me voy rumiando sombras rememorando el tiempo devorado con un acre sabor a nada en la garganta.

Los lunes, poesía


Y O S É Q U E E L T I E R N O A M O R E S C O G E S U S C I U DA D E S . . . LUIS GARCÍA MONTERO

Yo sé que el tierno amor escoge sus ciudades y cada pasión toma un domicilio, un modo diferente de andar por los pasillos o de apagar las luces. Y sé que hay un portal dormido en cada labio, un ascensor sin números, una escalera llena de pequeños paréntesis.

Sé que cada ilusión tiene formas distintas de inventar corazones o pronunciar los nombres al coger el teléfono. Sé que cada esperanza busca siempre un camino para tapar su sombra desnuda con las sábanas cuando va a despertarse. Y sé que hay una fecha, un día, detrás de cada calle, un rencor deseable, un arrepentimiento, a medias, en el cuerpo.


LA MURALLA NICOLÁS GUILLÉN

Para hacer esta muralla, tráiganme todas las manos: Los negros, su manos negras, los blancos, sus blancas manos. Ay, una muralla que vaya desde la playa hasta el monte, desde el monte hasta la playa, bien, allá sobre el horizonte. —¡Tun, tun! —¿Quién es? —Una rosa y un clavel... —¡Abre la muralla! —¡Tun, tun! —¿Quién es? —El sable del coronel... —¡Cierra la muralla! —¡Tun, tun! —¿Quién es? —La paloma y el laurel... —¡Abre la muralla! —¡Tun, tun! —¿Quién es? —El alacrán y el ciempiés... —¡Cierra la muralla!

Al corazón del amigo, abre la muralla; al veneno y al puñal, cierra la muralla; al mirto y la yerbabuena, abre la muralla; al diente de la serpiente, cierra la muralla; al ruiseñor en la flor, abre la muralla...

Alcemos una muralla juntando todas las manos; los negros, sus manos negras, los blancos, sus blancas manos. Una muralla que vaya desde la playa hasta el monte, desde el monte hasta la playa, bien, allá sobre el horizonte...


A UN OLMO SECO ANTONIO MACHADO

Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina que lame el Duero! Un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores que guardan el camino y la ribera, habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de hormigas en hilera va trepando por él, y en sus entrañas urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero, con su hacha el leñador, y el carpintero te convierta en melena de campana, lanza de carro o yugo de carreta; antes que rojo en el hogar, mañana, ardas de alguna mísera caseta, al borde de un camino; antes que te descuaje un torbellino y tronche el soplo de las sierras blancas; antes que el río hacia la mar te empuje por valles y barrancas, olmo, quiero anotar en mi cartera la gracia de tu rama verdecida. Mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera.


VEGA EN CALMA EMILIO PRADOS

Cielo gris. suelo rojo... De un olivo a otro vuela el tordo. (En la tarde hay un sapo de ceniza y de oro.) Suelo gris. Cielo rojo... Qued贸 la luna enredada en el olivar.

隆Qued贸 la luna olvidada!


SI ME QUIERES T E R E S A A B U RTO U R I B E

Si me quieres... no me lo digas todavía, deja que el encanto siga surcando el momento de las horas compartidas. Si me quieres... no me lo digas todavía, quiero seguir disfrutando el silencio de tu compañía. Si me quieres... no me lo digas todavía, deja que tus ojos lo hagan y que reflejen tu alma y lo que en ella habita. Si me quieres... grítalo al viento que agitando el fuego encenderá la llama que nos dará vida. Y... si no me quieres... no me lo digas todavía, el tiempo se encargará de apagar el fuego, de esconder las ganas.


SI ESCUCHAS AL MAR TERESA URIBE

Si escuchas una tarde la música de las aguas de ese mar que te acompaña cuando vas a navegar, te dirá que alguien te espera en la orilla de la playa acurrucada en la arena que suavemente agita el mar. Si escuchas una tarde cuando las olas le cantan a este puerto generoso de los secretos del mar, te dirá que alguien te espera te dirá que alguien te llama te dirá que alguien te observa y no te puede alcanzar.


SÓLO LE PIDO A DIOS

LEÓN GIECO

Sólo le pido a Dios que el dolor no me sea indiferente, que la reseca muerte no me encuentre vacío y solo sin haber hecho lo suficiente.

Sólo le pido a Dios que el engaño no me sea indiferente, si un traidor puede más que unos cuantos que esos cuantos no lo olviden fácilmente.

Sólo le pido a Dios que lo injusto no me sea indiferente, que no me abofeteen la otra mejilla después que una garra me arañó esta suerte.

Sólo le pido a Dios que el futuro no me sea indiferente, desahuciado está el que tiene que marchar a vivir una cultura diferente.

Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente, es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente.

Sólo le pido a Dios, que la guerra no me sea indiferente, es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente.

Los lunes, poesía


Si hablan las armas

JOSÉ MARÍA SÁNCHEZ SÁNCHEZ

Si hablan las armas, ¿qué puede decir el poeta? ¿Qué puede decir que no grite la flor roja de tu pecho, mi pequeño, nácar muriente en la noche oscura? Locas, las madres enmudecen, ¿Qué puede decir el poeta? ¿Qué puede decir que no sea su infinita tristeza?

Los lunes, poesía


IV. NO BASTA DECIR

LUIS LIPPENS No basta decir: “Yo soy de la Paz”. Y al llegar la guerra ir al frente a matar. No basta decir: “Yo soy de la Paz” sino hacer la guerra a la guerra sin matar. No basta decir: “Yo soy de la Paz” sino en las altas torres y techos gritar, -y en medio de todos, también, sin cesar, hasta que muera la guerra- . Paz para todos, Paz y siempre Paz. Los lunes, poesía


ORACIÓN

MAHATMA GANDHI

Humildemente me esforzaré en amar, en decir la verdad, en ser honesto y puro, en no poseer nada que no me sea necesario, en ganarme el sueldo con el trabajo, en estar atento siempre a lo que como y bebo, en no tener nunca miedo, en respeta las creencias de los demás, en buscar siempre lo mejor para todos, en ser un hermano para todos mis hermanos.

Los lunes, poesía


IMAGINA

JOHN LENNON

Imagina que no hay cielo Es fácil si lo intentas Sin infierno bajo nosotros Sobre nosotros sólo el cielo Imagina toda la gente viviendo al día. Imagina que no hay países No es difícil hacerlo Nada por lo que matar o morir Y ninguna religión tampoco Imagina toda la gente viviendo al día.

Puedes decir que soy un soñador Pero no soy el único Espero que algún día te unas a nosotros Y el mundo será uno. Imagina que no hay posesiones Me maravillo si puedes Ninguna necesidad por codicia o hambre Una hermandad del hombre Imagina toda la gente compartiendo todo el mundo. Puedes decir que soy un soñador Pero no soy el único Espero que algún día te unas a nosotros Y el mundo será uno.

Los lunes, poesía


MENSAJE DE JUAN PANADERO AL CONGRESO MUNDIAL POR LA PAZ. (FRAGMENTO)

RAFAEL ALBERTI Aquí estoy. Aquí ya estamos. No tenemos cara. Somos el planeta que habitamos. Venid. No tenemos nombre. Aunque todos respondamos a una misma luz: el hombre. (...) Matadnos. Nos mataréis. Pero es más fuerte la vida que la muerte que ofrecéis. Y al fin correréis la suerte de los que matando llegan a darle a su vida muerte. (...) ¿Queréis la guerra? No iremos. Con la paz entre las manos por arma, os enterraremos ¡Paz al mundo! Corazones arrebatados y unidos de millones y millones. Paz para toda la gente.

Se abran y cierren los ojos del día tranquilamente. Paz en todos los hogares. Paz en la tierra, en los [cielos, bajo el mar, sobre los mares. Paz en la albura extendida del mantel, paz en la mesa sin ceño de la comida. En las aves, en las flores, en los peces, en los surcos abiertos de las labores. Paz en la aurora, en el sueño. Paz en la pasión del grande y en la ilusión del pequeño. Paz sin fin, paz verdadera. Paz que al alba se levante y a la noche no se muera. ¡Paz, paz, paz! Paz luminosa. Una vida de armonía sobre una tierra dichosa. Lo grita Juan Panadero. Juan en paz, un Juan sin guerra, un hombre del mundo entero. Los lunes, poesía


EL MAR MUERTO

RAFAEL ALBERTI I Mañanita fría. ¡Se ha muerto el mar! La nave que yo tenía ya no podrá navegar. -Mañanita fría, ¿lo amortajarán? -Los pueblos de tu ribera -naranja del mediodía-, entre laureles y olivas. -Mañanita fría, ¿quién lo enterrará?

II No sabe que ha muerto el mar la esquila de los tranvías -tirintín- de la ciudad. No lo sabe nadie, nadie. ¡Mejor, si nadie lo sabe! Ni tú, joven vaquerillo, que llevas tus dos vaquitas tan de mañana a ordeñar. No lo sabe nadie, nadie. ¡Mejor, si nadie lo sabe!

-Marinero, tres estrellas muy dulces: las Tres Marías.

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SOÑÉ QUE TU ME LLEVABAS

ANTONIO MACHADO Soñé que tú me llevabas por una blanca vereda, en medio del campo verde, hacia el azul de las sierras, hacia los montes azules, una mañana serena. Sentí tu mano en la mía, tu mano de compañera, tu voz de niña en mi oído como una campana nueva, como una campana virgen de un alba de primavera. ¡Eran tu voz y tu mano, en sueño, tan verdaderas!... Vive, esperanza, ¡quién sabe lo que se traga la tierra!

Los lunes, poesía


EL ÁNGEL DE LOS NÚMEROS

RAFAEL ALBERTI

Vírgenes con escuadras y compases, velando las celestes pizarras. Y el ángel de los números, pensativo, volando, del 1 al 2, del 2 al 3, del 3 al 4. Tizas frías y esponjas rayaban y borraban la luz de los espacios

Ni sol, luna, ni estrellas, ni el repentino verde del rayo y el relámpago, ni el aire. Sólo nieblas. Vírgenes sin escuadras, sin compases, llorando. Y en las muertas pizarras, el ángel de los números, sin vida, amortajado sobre el 1 y el 2, sobre el 3, sobre el 4...

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SOLA

RAFAEL ALBERTI

La que ayer fue mi querida va sola entre los cantuesos. Tras ella, una mariposa y un saltamonte guerrero. Tres veredas: Mi querida, la del centro. La mariposa, la izquierda. Y el saltamonte guerrero, saltando, por la derecha..

Los lunes, poesĂ­a


PLAYA

MANUEL ALTOLAGUIRRE Las barcas de dos en dos, como sandalias del viento puestas a secar al sol. Yo y mi sombra, ángulo recto. Yo y mi sombra, libro abierto. Sobre la arena tendido como despojo del mar se encuentra un niño dormido. Yo y mi sombra, ángulo recto. Yo y mi sombra, libro abierto. Y más allá, pescadores tirando de las maromas amarillas y salobres. Yo y mi sombra, ángulo recto. Yo y mi sombra, libro abierto.

Los lunes, poesía


ELEGÍA

RAFAEL ALBERTI Las cochinillas de humedad, las mariquitas de San Antón, también vagaba la lombriz y patinaba el caracol. Infancia mía en el jardín; ¡Reina de la jardinería! El garbanzo asomaba su nariz y el alpiste en la jaula se moría. Infancia mía en el jardín: La planta de los suspiros el aire la deshacía.

Los lunes, poesía


FEDERICO GARCÍA LORCA

EN EL INSTITUTO Y EN LA UNIVERSIDAD

La primera vez no te conocí. La segunda, sí. Dime si el aire te lo dice. Mañanita fría yo me puse triste, y luego me entraron ganas de reírme.

Ahora entre los dos se alarga impasible, un mes, como un biombo de días grises. La primera vez no te conocí. La segunda, sí.

Los lunes, poesía

No te conocía. Sí me conociste. No me conociste.


PEDRO SALINAS Iré rompiendo todo lo que encima me echaron desde antes de nacer. Y vuelto ya al anónimo eterno del desnudo, de la piedra, del mundo, te diré: «Yo te quiero, soy yo».

Los lunes, poesía

Para vivir no quiero islas, palacios, torres. ¡Qué alegría más alta: vivir en los pronombres! Quítate ya los trajes, las señas, los retratos; yo no te quiero así, disfrazada de otra, hija siempre de algo. Te quiero pura, libre, irreductible: tú. Sé que cuando te llame entre todas las gentes del mundo, sólo tú serás tú. Y cuando me preguntes quién es el que te llama, el que te quiere suya, enterraré los nombres, los rótulos, la historia.


LOPE DE VEGA

Ir y quedarse, y con quedar partirse, partir sin alma, y ir con alma ajena, oĂ­r la dulce voz de una sirena y no poder del ĂĄrbol desasirse; arder como la vela y consumirse, haciendo torres sobre tierna arena; caer de un cielo, y ser demonio en pena, y de serlo jamĂĄs arrepentirse; hablar entre las mudas soledades, pedir prestada sobre fe paciencia, y lo que es temporal llamar eterno;

Los lunes, poesĂ­a

creer sospechas y negar verdades, es lo que llaman en el mundo ausencia, fuego en el alma, y en la vida infierno.


GARCILASO DE LA VEGA SONETO V

Escrito está en mi alma vuestro gesto, y cuanto yo escribir de vos deseo; vos sola lo escribisteis, yo lo leo tan solo, que aun de vos me guardo en esto. En esto estoy y estaré siempre puesto; que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo, de tanto bien lo que no entiendo creo, tomando ya la fe por presupuesto. Yo no nací sino para quereros; mi alma os ha cortado a su medida; por hábito del alma mismo os quiero.

Los lunes, poesía

Cuando tengo confieso yo deberos; por vos nací, por vos tengo la vida, por vos he de morir, y por vos muero.


LOPE DE VEGA QUÉ ES AMOR

Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso: no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso: huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor süave, olvidar el provecho, amar el daño:

Los lunes, poesía

creer que el cielo en un infierno cabe; dar la vida y el alma a un desengaño, ¡esto es amor! quien lo probó lo sabe.


GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER RIMA LXXXIV

Podrá nublarse el sol eternamente Podrá secarse en un instante el mar Podrá romperse el eje de la tierra Como un débil cristal. ¡Todo sucederá! Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón pero jamás en mí podrá apagarse

Los lunes, poesía

la llama de tu amor


MARIO BENEDETTI Teoría de conjuntos

Los lunes, poesía

Cada cuerpo tiene su armonía y su desarmonía. En algunos casos la suma de armonías puede ser casi empalagosa. En otros el conjunto de desarmonías produce algo mejor que la belleza.


MARIO BENEDETTI

Era abstemio de sangre y por eso el bochorno de los otros vampiros y de las vampiresas. Contra viento y marea se propuso fundar una bandada de vampiros anónimos, hizo campaña bajo la menguante, bajo la llena y la creciente sus modestas pancartas proclamaban, vampiros beban agua la sangre trae cáncer. Es claro los quirópteros reunidos en su ágora de sombras opinaron que eso era inaudito, aquel loco aquel alucinado podía convencer a los vampiros flojos, esos que liban boldo tras la sangre. De modo que una noche con nubes de tormenta,

cinco vampiros fuertes sedientos de hematíes, plaquetas, leucocitos, rodearon al chiflado, al insurrecto, y acabaron con él y su imprudencia. Cuando por fin la luna pudo asomarse vio allá abajo el pobre cuerpo del vampiro anónimo, con cinco heridas que manaban, formando un gran charco de agua, lo que no pudo ver la luna fue que los cinco ejecutores se refugiaban en un árbol y a su pesar reconocían que aquello no sabía mal. Desde esa noche que fue histórica ni los vampiros, ni las vampiresas, chupan más sangre, resolvieron por unanimidad pasarse al agua. Como suele ocurrir en estos casos el singular vampiro anónimo es venerado como un mártir

Los lunes, poesía

Era un vampiro que sorbía agua por las noches y por las madrugadas al mediodía y en la cena.


MARIO BENEDETTI When you are smiling

Los lunes, poesía

When you are smiling ocurre que tu sonrisa es la sobreviviente la estela que en ti dejó el futuro la memoria del horror y la esperanza la huella de tus pasos en el mar el sabor de la piel y su tristeza When you are smiling the whole world que también vela por su amargura smiles whith you.


MARIO BENEDETTI

Es una lástima que no estés conmigo cuando miro el reloj y son las cuatro y acabo la planilla y pienso diez minutos y estiro las piernas como todas las tardes y hago así con los hombros para aflojar la espalda y me doblo los dedos y les saco mentiras. Es una lástima que no estés conmigo cuando miro el reloj y son las cinco y soy una manija que calcula intereses o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas o un oído que escucha como ladra el teléfono o un tipo que hace números y les saca verdades.

Los lunes, poesía

Es una lástima que no estés conmigo cuando miro el reloj y son las seis. Podrías acercarte de sorpresa y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos yo con la mancha roja de tus labios tú con el tizne azul de mi carbónico.


MARIO BENEDETTI Compañera usted sabe puede contar conmigo no hasta dos o hasta diez sino contar conmigo

pero hagamos un trato yo quisiera contar con usted es tan lindo saber que usted existe uno se siente vivo y cuando digo esto quiero decir contar

aunque sea hasta dos aunque sea hasta cinco no ya para que acuda presurosa en mi auxilio sino para saber a ciencia cierta que usted sabe que puede contar conmigo.

si otras veces me encuentra huraño sin motivo no piense qué flojera igual puede contar conmigo

Los lunes, poesía

si alguna vez advierte que la miro a los ojos y una veta de amor reconoce en los míos no alerte sus fusiles ni piense qué delirio a pesar de la veta o tal vez porque existe usted puede contar conmigo


MARIO BENEDETTI Cuando éramos niños los viejos tenían como treinta un charco era un océano la muerte lisa y llana no existía. luego cuando muchachos los viejos eran gente de cuarenta un estanque era un océano la muerte solamente una palabra

ahora veteranos ya le dimos alcance a la verdad el océano es por fin el océano pero la muerte empieza a ser la nuestra.

Los lunes, poesía

ya cuando nos casamos los ancianos estaban en los cincuenta un lago era un océano la muerte era la muerte de los otros.


Tus palabras

MANUEL ALTOLAGUIRRE

Apoyada en mi hombro eres mi ala derecha. Como si desplegaras tus suaves plumas negras, tus palabras a un cielo blanquísimo me elevan. Exaltación. Silencio. Sentado estoy a mi mesa, sangrándome la espalda, doliéndome tu ausencia.

Los lunes, poesía


Yo sé que el tierno amor escoge sus ciudades

LUÍS GARCÍA MONTERO

Yo sé que el tierno amor escoge sus ciudades y cada pasión toma un domicilio, un modo diferente de andar por los pasillos o de apagar las luces. Y sé que hay un portal dormido en cada labio, un ascensor sin números, una escalera llena de pequeños paréntesis. Sé que cada ilusión tiene formas distintas de inventar corazones o pronunciar los nombres al coger el teléfono. Sé que cada esperanza busca siempre un camino para tapar su sombra desnuda con las sábanas cuando va a despertarse. Y sé que hay una fecha, un día, detrás de cada calle, un rencor deseable, un arrepentimiento, a medias, en el cuerpo. Yo sé que el amor tiene letras diferentes para escribir: me voy, para decir: regreso de improviso. Cada tiempo de dudas necesita un paisaje. Los lunes, poesía


AMISTAD

CARLOS CASTRO SAAVEDRA

Amistad es lo mismo que una mano que en otra mano apoya su fatiga y siente que el cansancio se mitiga y el camino se vuelve más humano. El amigo sincero es el hermano claro y elemental como la espiga, como el pan, como el sol, como la hormiga que confunde la miel con el verano. Grande riqueza, dulce compañía es la del ser que llega con el día y aclara nuestras noches interiores. Fuente de convivencia, de ternura, es la amistad que crece y se madura en medio de alegrías y dolores.

Los lunes, poesía


Secreto

LUIS GARCÍA MONTERO

Nos pusimos de acuerdo. Yo esperaba sin prisa por la esquina, me hacía el despistado, hablaba con el niño y los borrachos, encendía un cigarro o compraba el periódico. Aparenté no verte llegar casi sin prisa, arreglarte un momento en el descapotable, abrir la puerta, subir hasta el segundo. Yo despisté al portero de las barbas rojizas, y allí, sin los silencios del joven que se enfrenta, sin tu arbolado anillo de goleta que surca el matrimonio, a pesar de tus pieles y mi piel, nos pusimos de acuerdo.

Los lunes, poesía


Yo quiero reír

ANTONIO GARCÍA TEJEIRO

Yo quiero reír. No quiero llorar. Yo quiero sentir el verde del mar. El verde del mar y el azul del cielo. Yo quiero, yo quiero tal vez navegar. Sí, sí, navegar arriba, en el cielo. Tratar de volar de espaldas al suelo. Un pájaro, un pez, yo quisiera ser y poder cruzar las nubes y el mar.

Los lunes, poesía


POEMA V

PABLO NERUDA

Para que tú me oigas mis palabras se adelgazan a veces como las huellas de las gaviotas en las playas. Collar, cascabel ebrio para tus manos suaves como las uvas. Y las miro lejanas mis palabras. Más que mías son tuyas. Van trepando en mi viejo dolor como las yedras. Ellas trepan así por las paredes húmedas. Eres tú la culpable de este juego sangriento. Ellas están huyendo de mi guarida oscura. Todo lo llenas tú, todo lo llenas. Antes que tú poblaron la soledad que ocupas, y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte para que tú las oigas como quiero que me oigas. El viento de la angustia aún las suele arrastrar. Huracanes de sueños aún a veces las tumban. Escuchas otras voces en mi voz dolorida. Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas. Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme. Sígueme, compañera, en esa ola de angustia. Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras. Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas. Voy haciendo de todas un collar infinito para tus blancas manos, suaves como las uvas.

Los lunes, poesía


WALLADA BINT AL MUSTAKFI

Cuando caiga la tarde, espera mi visita, pues veo que la noche es quien mejor encubre los secretos; siento un amor por ti, que si los astros lo sintiesen no brillaría el sol, ni la luna saldría y las estrellas no emprenderían su viaje nocturno

Los lunes, poesía


La lluvia

ELENA MARTíN VIVALDI

¿Cómo sería la lluvia si no fuera de aroma, de recuerdo, de nube, de color y de llanto? ¿Cómo se oiría la lluvia, si no brillara intensa, pálida, azul, violeta, relámpago, arco iris ¿Cómo daría la lluvia su olor, su gris perfume, si no fuera aquel ritmo, aquella voz, el canto, eco lejano, el viento,

Los lunes, poesía


Notas para un blues

ANA ROSSETI

DO lor por estar contigo en cada cosa. Por no dejar de estar contigo en cada cosa. Por estar irremediablemente contigo en mí. RE cordar que mis monedas no me permiten adquirir. Que mi deseo no es tan poderoso como para taladrar blindajes, ni mi atrevimiento tan hábil como para no hacer saltar la alarma. Recordar que sólo debe mirar los escaparates. MI edo por no llegar a ser, por ni siquiera conseguir estar. FA cilmente lo hacen: clavan sus espinas invisibles, abren la puerta del temor, hacen que renieguen de mí misma cuando menos se espera. Y ni siquiera saber cuántos han sacado copia de mis llaves. SOL o he logrado el punzón de la pica, la lágrima del diamante o los caprichos del trébol. Quizá no existan los corazones. Quizá es que sea imposible elegir. LA bios sellados, custodios del mejor guardado secreto, del recinto en donde las palabras reanudan sus batallas silenciosas, sus pacientes y refinados ejercicios de rencor. SI crees que es paciencia, resignación, inmunidad o anestesia te equivocas. Es que he procurado cortar todas las margaritas para no tener que interrogarlas.

Los lunes, poesía


Abriendo página

MARíA JOSé MURES

Abriendo página que no termina abriendo espera descargando… nada descarga, pero cargo con el vacío. Vi… da tus palabras son muerte si no descargan.

Los lunes, poesía


WINZIP

MARíA JOSé MURES

Mando amor zip vía e-mail vibra mi cuerpo sintiendo tu voz. Los corazones palpitan sin nadie ver nada los dedos se abren sobre mi teclado a más pulsaciones en todos los sentidos

Los lunes, poesía


La cajera Muriel

MARíA ELOY-GARCíA

estoy pensando en la cajera sedente ella es lo verdadero de la sincronía del mundo con su rayo láser ávido de códigos me murmura complacida las ofertas y cómo suma los dígitos arrastrando entre lo dócil y el hastío el tesoro precioso de mi dulce integral a través de la máquina que le computa el precio exacto de toda mi tarde dice tres y nunca nunca fue este número más mágico la cajera extraordinaria teclea el sumatorio de la monotonía y dice tres y mira entonces justo antes de que se produzca el cotidiano milagro de que mi dulce integral sea mío para siempre de repente ella mira otra tarde sale de lo mío a lo del otro le susurra las mismas ofertas le marca el tetrabrik con el ojo de su láser abriendo en fin el cajón místico del hiper con un movimiento suyo de mercado los billetes ordenados repiten la cara de ella sin gestos y me voy por esas puertas que se abren sólo con el aura dejándola mientras su láser que suena va marcando otra tarde.

Los lunes, poesía


Los lunes, poesĂ­a

La primavera ha venido dejando en el olivar un libro en cada nido. Vivir leyendo, leyendo mientras la paz en el mundo no se nos vaya muriendo. ido

Paz, paz, paz para leer un libro abierto en el alba y otro en el atardecer.

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Los lunes, poesía

Sabes gustavo adolfo en cualquier año de éstos ya no van a volver las golondrinas ni aún las pertinaces las del balcón las tuyas es lógico están hartas de tanto y tanto alarde migratorio de tanto y tanto cruce sobre el mar y retórica y pretextos y alcores su tiempo ya pasó lo reconocen y a mitad de su ida o de su vuelta oscuras cursilíneas tiernitas de alas largas se dejarán caer como buscando cada una su ola terminal.

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Los lunes, poesía

Doña Primavera viste que es primor, viste en limonero y en naranjo en flor. Lleva por sandalias unas anchas hojas, y por caravanas unas fucsias rojas. Salid a encontrarla por esos caminos. ¡Va loca de soles y loca de trinos! Doña Primavera de aliento fecundo, se ríe de todas las penas del mundo... No cree al que le hable de las vidas ruines. ¿Cómo va a toparlas entre los jazmines?

¿Cómo va a encontrarlas junto de las fuentes de espejos dorados y cantos ardientes? De la tierra enferma en las pardas grietas, enciende rosales de rojas piruetas. Pone sus encajes, prende sus verduras, en la piedra triste de las sepulturas... Doña Primavera de manos gloriosas, haz que por la vida derramemos rosas: Rosas de alegría, rosas de perdón, rosas de cariño, y de exultación.

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Los lunes, poesía

Se ha asomado una cígüeña a lo alto del campanario. Girando en torno a la torre y al caseròn solitarío; ya las golondrinas chillan. Pasaron del blanco invierno, de nevascas y ventiscas los crudos soplos de infierno. Es una tibia mañana. El sol calienta un poquito la pobre tierra soriana. Pasados los verdes pinos, casi azules, primavera se ve brotar en los finos chopos de la carretera y del río. El Duero corre, terso y mudo, mansamente. El campo parece, más que joven, adolescente. Entre las hierbas, alguna humilde flor ha nacido, azul o blanca. ¡Belleza del campo apenas florido, y mística primavera! ¡Chopos del camino blanco, álamos de la ribera, espuma de la montaña ante la azul lejanía; sol del día, claro día! ¡Hermosa tierra de España!

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Los lunes, poesía

Las dulces mensajeras de la tristeza son... son avecillas negras, negras como la noche. ¡Negras como el dolor! ¡Las dulces golondrinas que en invierno se van y que dejan el nido abandonado y solo para cruzar el mar! Cada vez que las veo siento un frío sutil... ¡Oh! ¡Negras avecillas, inquietas avecillas amantes de abril! ¡Oh! ¡Pobres golondrinas que se van a buscar como los emigrantes, a las tierras extrañas, la migaja de pan! ¡Golondrinas, llegaos! ¡Golondrinas, venid! ¡Venid primaverales, con las alas de luto llegaos hasta mí! Sostenedme en las alas... Sostenedme y cruzad de un volido tan sólo, eterno y más eterno la inmensidad del mar... ¿Sabéis cómo se viaja hasta el país del sol?... ¿Sabéis dónde se encuentra la eterna primavera, la fuente del amor?...

¡Llevadme, golondrinas! ¡Llevadme! ¡No temáis! Yo soy una bohemia, una pobre bohemia ¡Llevadme donde vais! ¿No sabéis, golondrinas errantes, no sabéis, que tengo el alma enferma porque no puedo irme volando yo también? ¡Golondrinas, llegaos! ¡Golondrinas, venid! ¡Venid primaverales! ¡Con las alas de luto llegaos hasta mí! ¡Venid! ¡Llevadme pronto a correr el albur!... ¡Qué lástima, pequeñas, que no tengáis las alas tejidas en azul! lon

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Los lunes, poesía

A veces por supuesto usted sonríe y no importa lo linda o lo fea lo vieja o lo joven lo mucho o lo poco que usted realmente sea sonríe cual si fuese una revelación y su sonrisa anula todas las anteriores caducan al instante sus rostros como máscaras sus ojos duros frágiles como espejos en óvalo su boca de morder su mentón de capricho sus pómulos fragantes sus párpados su miedo

sonríe y usted nace asume el mundo mira sin mirar indefensa desnuda transparente y a lo mejor si la sonrisa viene de muy de muy adentro usted puede llorar sencillamente sin desgarrarse sin desesperarse sin convocar la muerte ni sentirse vacía llorar sólo llorar entonces su sonrisa si todavía existe se vuelve un arco iris.

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Los lunes, poesía

—¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas en mi pupila tu pupila azul, ¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas? Poesía... eres tú.

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Los lunes, poesía

Poesía debe ser comunicación penetración emoción hacer pensar pellizcar y crecer en la espontaneidad. Poseo la poesía -lo único que poseo-. Hoy mando todo a paseo poseo la poesía.

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Los lunes, poesía

No digáis que, agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira; podrá no haber poetas; pero siempre habrá poesía. Mientras las ondas de la luz al beso palpiten encendidas, mientras el sol las desgarradas nubes de fuego y oro vista, mientras el aire en su regazo lleve perfumes y armonías, mientras haya en el mundo primavera, ¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen los ojos que los miran, mientras responda el labio suspirando al labio que suspira, mientras sentirse puedan en un beso dos almas confundidas, mientras exista una mujer hermosa, ¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance las fuentes de la vida, y en el mar o en el cielo haya un abismo que al cálculo resista, mientras la humanidad siempre avanzando no sepa a dó camina, mientras haya un misterio para el hombre, ¡habrá poesía! Mientras se sienta que se ríe el alma, sin que los labios rían; mientras se llore, sin que el llanto acuda a nublar la pupila; mientras el corazón y la cabeza batallando prosigan, mientras haya esperanzas y recuerdos, ¡habrá poesía!

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Los lunes, poesía

Contemplar las palabras sobre el papel escritas, medirlas, sopesar su cuerpo en el conjunto del poema, y después, igual que un artesano, separarse a mirar cómo la luz emerge de la sutil textura. Así es el viejo oficio del poeta, que comienza en la idea, en el soplo sobre el polvo infinito de la memoria, sobre la experiencia vivida, la historia, los deseos, las pasiones del hombre. La materia del canto nos lo ha ofrecido el pueblo con su voz. Devolvamos las palabras reunidas a su auténtico dueño.

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Los lunes, poesía

Del salón en el ángulo oscuro, de su dueña tal vez olvidada, silenciosa y cubierta de polvo veíase el arpa. ¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas como el pájaro duerme en las ramas, esperando la mano de nieve que sabe arrancarlas! —¡Ay! —pensé—; ¡cuántas veces el genio así duerme en el fondo del alma, y una voz, como Lázaro, espera que le diga: «¡Levántate y anda!». I

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Los lunes, poesía

escribo en el olvido en cada fuego de la noche cada rostro de ti hay una piedra entonces donde te acuesto mía ninguno la conoce he fundado pueblos en tu dulzura he sufrido esas cosas eres fuera de mí me perteneces extranjera

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I Salen los niños alegres De la escuela, Poniendo en el aire tibio Del abril, canciones tiernas. ¡Que alegría tiene el hondo Silencio de la calleja! Un silencio hecho pedazos por risas de plata nueva. II

Canción primaveral

Federico García Lorca

Los lunes poesía

Voy camino de la tarde Entre flores de la huerta, Dejando sobre el camino El agua de mi tristeza. En el monte solitario Un cementerio de aldea Parece un campo sembrado Con granos de calaveras. Y han florecido cipreses Como gigantes cabezas Que con órbitas vacías Y verdosas cabelleras Pensativos y dolientes El horizonte contemplan. ¡Abril divino, que vienes Cargado de sol y esencias Llena con nidos de oro Las floridas calaveras!


En abril, las aguas mil

Antonio Machado

Los lunes poesía

Son de abril las aguas mil. Sopla el viento achubascado, y entre nublado y nublado hay trozos de cielo añil. Agua y sol. El iris brilla. En una nube lejana, zigzaguea una centella amarilla. La lluvia da en la ventana y el cristal repiqueteo. A través de la neblina que forma la lluvia fina, se divisa un prado verde, y un encinar se esfumina, y una sierra gris se pierde. Los hilos del aguacero sesgan las nacientes frondas, y agitan las turbias ondas en el remanso del Duero. Lloviendo está en los habares y en las pardas sementeras; hay sol en los encinares, charcos por las carreteras. Lluvia y sol. Ya se oscurece el campo, ya se ilumina; allí un cerro desparece, allá surge una colina. Ya son claros, ya sombríos los dispersos caseríos, los lejanos torreones. Hacia la sierra plomiza van rodando en pelotones nubes de guata y ceniza.


Rosa, pompa, risa

Juan Ramón Jiménez

Los lunes poesía

Con la primavera mis sueños se llenan de rosas, lo mismo que las escaleras orilla del río. Con la primavera mis rosas se llenan de pompas, lo mismo que las torrenteras orilla del río. Con la primavera mis pompas se llenan de risas, lo mismo que las ventoleras orilla del río.


2, 10-13

Cantar de los Cantares

Los lunes poesía

¡Levántate, amiga mía, hermosa mía, y ven! Porque ha pasado el invierno, las lluvias han cesado y se han ido. Brotan flores en la tierra, llega el tiempo de cantar, y el arrullo de la tórtola ya se oye por los campos. La higuera echa sus brotes, y las viñas en flor vierten fragancia. ¡Levántate, amiga mía, hermosa mía, y ven!


Antonio Machado

Los lunes poesía

La primavera besaba suavemente la arboleda, y el verde nuevo brotaba como una verde humareda. Las nubes iban pasando sobre el campo juvenil... Yo vi en las hojas temblando las frescas lluvias de abril. Bajo ese almendro florido, todo cargado de flor -recordé-, yo he maldecido mi juventud sin amor. Hoy, en mitad de la vida, me he parado a meditar... ¡Juventud nunca vivida quién te volviera a soñar!


Era una mañana y abril sonreía. Frente al horizonte dorado moría la luna, muy blanca y opaca; tras ella, cual tenue ligera quimera, corría la nube que apenas enturbia una estrella. ........................................................... Como sonreía la rosa mañana al sol del Oriente abrí mi ventana; y en mi triste alcoba penetró el Oriente en canto de alondras, en risa de fuente y en suave perfume de flora temprana. Fue una clara tarde de melancolía Abril sonreía. Yo abrí las ventanas de mi casa al viento... El viento traía perfume de rosas, doblar de campanas... Doblar de campanas lejanas, llorosas, suave de rosas aromado aliento... ... ¿Dónde están los huertos floridos de rosas? ¿Qué dicen las dulces campanas al viento? ..........................................................

Antonio Machado

Los lunes poesía

Pregunté a la tarde de abril que moría: ¿Al fin la alegría se acerca a mi casa? La tarde de abril sonrió: La alegría pasó por tu puerta —y luego, sombría:— Pasó por tu puerta. Dos veces no pasa.


Palabras para Julia

José Agustín Goytisolo

Los lunes poesía

Tú no puedes volver atrás porque la vida ya te empuja como un aullido interminable, hija mía es mejor vivir con la alegría de los hombres que llorar ante el muro ciego. Te sentirás acorralada, te sentirás perdida o sola, tal vez querrás no haber nacido, yo se muy bien que te dirán que la vida no tiene objeto que es un asunto desgraciado, entonces siempre acuérdate de lo que un día yo escribí pensando en ti como ahora pienso. Un hombre solo una mujer así tomados de uno en uno son como polvo no son nada, pero yo cuando te hablo a ti cuando te escribo estas palabras pienso también en otros hombres, tu destino está en los demás, tu futuro es tu propia vida, tu dignidad es la de todos, entonces siempre acuérdate de lo que un día yo escribí pensando en ti como ahora pienso. Nunca te entregues ni te apartes junto al camino, nunca digas no puedo más y aquí me quedo, la vida es bella tú verás como a pesar de los pesares tendrás amor tendrás amigos. Por lo demás no hay elección y este mundo tal como es será todo tu patrimonio, perdóname no sé decirte nada más, pero tú comprende que yo aún estoy en el camino, y siempre siempre acuérdate de lo que un día yo escribí pensando en ti como ahora pienso.


Bruscamente la tarde se ha aclarado porque ya cae la lluvia minuciosa. Cae o cay贸. La lluvia es una cosa que sin duda sucede en el pasado. Quien la oye caer ha recobrado el tiempo en que la suerte venturosa le revel贸 una flor llamada rosa Y el curioso color del colorado. Esta lluvia que ciega los cristales alegrar谩 en perdidos arrabales las negras uvas de una parra en cierto

El poder de la palabra

Jorge Luis Borges

Los lunes poes铆a

patio que ya no existe. La mojada tarde me trae la voz, la voz deseada, de mi padre que vuelve y que no ha muerto.


¿Cómo sería la lluvia si no fuera de aroma, de recuerdo, de nube, de color y de llanto? ¿Cómo se oiría la lluvia, si no brillara intensa, pálida, azul, violeta, relámpago, arco iris de olores y esperanzas? ¿Cómo daría la lluvia su olor, su gris perfume, si no fuera aquel ritmo, aquella voz, el canto, eco lejano, el viento, una escala de ensueños?

Lluvia

Elena Martín Vivaldi

Los lunes poesía

¿Cómo sería la lluvia, si no fuera su nombre?


Nos pusimos de acuerdo. Yo esperaba sin prisa por la esquina, me hacía el despistado, hablaba con el niño y los borrachos, encendía un cigarro o compraba el periódico. Aparenté no verte llegar casi sin prisa, arreglarte un momento en el descapotable, abrir la puerta, subir hasta el segundo.

Secreto

Luis García Montero

Los lunes poesía

Yo despisté al portero de las barbas rojizas, y allí, sin los silencios del joven que se enfrenta, sin tu arbolado anillo de goleta que surca el matrimonio, a pesar de tus pieles y mi piel, nos pusimos de acuerdo.


En el árbol de mi pecho hay un pájaro encarnado. Cuando te veo se asusta, aletea, lanza saltos. En el árbol de mi pecho hay un pájaro encarnado. Cuando te veo se asusta, ¡eres un espantapájaros!

En el árbol de mi pecho ...

Los lunes poesía

Gloria Fuertes


Las cosas, nuestras cosas, les gustan que las quieran; a mi mesa le gusta que yo apoye los codos, a la silla le gusta que me siente en la silla, a la puerta le gusta que la abra y la cierre como al vino le gusta que lo compre y lo beba, mi lápiz se deshace si lo cojo y escribo, mi armario se estremece si lo abro y me asomo, las sábanas son sábanas cuando me echo sobre ellas y la cama se queja cuando yo me levanto. ¿Qué será de las cosas cuando el hombre se acabe? Como perros las cosas no existen sin el amo.

Las cosas, nuestras cosas ...

Los lunes poesía

Gloria Fuertes


Los lunes poesía

Soneto de tu nombre

ÁNGELES MORA

Quisiera que tu nombre pronunciara todo lo que en la vida me rodea, que lo diga la cal de la azotea, que la ropa que escurre lo cantara. Que la maceta, el sol, el agua clara, el tejado, el jabón, la chimenea, la sábana y el aire que la orea, y todo en torno a mí lo salpicara. Quisiera que tu nombre fuera escrito por el humo y la espuma, al mediodía, poniendo en cada sílaba un exceso. Y recibiera yo todo su peso y la explosión de vida que me envía con el mismo fervor con que hoy lo evito.


Los lunes poesía

Y si quieres navegar coge, niña, la aguja de marear. Si no quieres que te hieran olas que siempre se van -que van a reírse luego los delfines al pasar-. Si no quieres ver ardiendo tus ojos con tanta sal. Para que no se haga añicos tu barquilla en la alta mar. Para que no te aficiones cada noche a naufragar.

Aguja de navegar amores

ÁNGELES MORA

Coge, niña, la aguja de marear.


Los lunes poesía

Abril ya se despunta en marzo por las hojas; ya viene prematuro borrando las congojas de otoños que cayeron. Abril de un año nuevo, iluso, perfumado, retama por el monte, alfalfa por el prado, de gala el horizonte.

Abril que ya no ven sus ojos azulados; abril que ya no sienten sus adoradas manos; abril que no respiran sus ávidos pulmones; abril sin ilusiones en un nicho cerrado.

Primavera I

Ana María Facundo

Abril va despertando lo rosa, oro y pardo, lo muerto de los campos. Riendo primaveras abril viene pasando.


Los lunes poesía

Romance del prisionero

Que por mayo era, por mayo, cuando hace la calor, cuando los trigos encañan y están los campos en flor, cuando canta la calandria y responde el ruiseñor, cuando los enamorados van a servir al amor; sino yo, triste, cuitado, que vivo en esta prisión; que ni sé cuándo es de día ni cuándo las noches son, sino por una avecilla que me cantaba el albor. Matómela un ballestero; déle Dios mal galardón.


Los lunes poesía

Arde en tus ojos

ANTONIO MACHADO

Arde en tus ojos un misterio, virgen esquiva y compañera. No sé si es odio o es amor la lumbre inagotable de tu aljaba negra. Conmigo irás mientras proyecte sombra mi cuerpo y quede a mi sandalia arena. -¿Eres la sed o el agua en mi camino? Dime, virgen esquiva y compañera.


Los lunes poesía

Cantan los niños en la noche quieta: ¡Arroyo claro, fuente serena!

YO

¡Voy en busca de magos y de princesas! LOS NIÑOS

¿Quién te enseñó el camino de los poetas?

LOS NIÑOS

¿Qué tiene tu divino corazón en fiesta?

YO

La fuente y el arroyo de la canción añeja.

YO

Un doblar de campanas, perdidas en la niebla.

LOS NIÑOS

¿Te vas lejos, muy lejos del mar y de la tierra?

LOS NIÑOS

Ya nos dejas cantando en la plazuela. ¡Arroyo claro, fuente serena! ¿Qué tienes en tus manos de primavera? YO

Una rosa de sangre y una azucena. Mójalas en el agua de la canción añeja. ¡Arroyo claro, fuente serena! ¿Qué sientes en tu boca roja y sedienta? YO

Balada de la placeta

Federico García Lorca

LOS NIÑOS

El sabor de los huesos de mi gran calavera. LOS NIÑOS

Bebe el agua tranquila de la canción añeja. ¡Arroyo claro, fuente serena! ¿Por qué te vas tan lejos de la plazuela?

YO

Se ha llenado de luces mi corazón de seda, de campanas perdidas,

de lirios y de abejas, y yo me iré muy lejos, más allá de esas sierras, más allá de los mares cerca de las estrellas, para pedirle a Cristo señor que me devuelva mi alma antigua de niño, madura de leyendas, con el gorro de plumas y el sable de madera. LOS NIÑOS

Ya nos dejas cantando en la plazuela. ¡Arroyo claro, fuente serena! Las pupilas enormes de las frondas resecas, heridas por el viento, lloran las hojas muertas


Los lunes poesía

En el atardecer, después de la lluvia, el sol acariciaba las piedras de la antigua ciudad de una especial manera, con un profundo y triste y natural amor.

Después de la lluvia

ELOY SÁNCHEZ ROSILLO

Y al mirarnos supimos que éramos conscientes de aquel minuto prodigioso, de aquella intensa belleza inestable.


Y Dios me hizo mujer

Gioconda bell

Los lunes poesía

Y Dios me hizo mujer, de pelo largo, ojos, nariz y boca de mujer. Con curvas y pliegues y suaves hondonadas y me cavó por dentro, me hizo un taller de seres humanos. Tejió delicadamente mis nervios y balanceó con cuidado el número de mis hormonas. Compuso mi sangre y me inyectó con ella para que irrigara todo mi cuerpo; nacieron así las ideas, los sueños, el instinto. Todo lo creó suavemente a martillazos de soplidos y taladrazos de amor, las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días por las que me levanto orgullosa todas las mañanas y bendigo mi sexo.


Los lunes poesía

De la mujer al hombre

gioconda bell

Dios te hizo hombre para mí. Te admiro desde lo más profundo de mi subconsciente con una admiración extraña y desbordada que tiene un dobladillo de ternura. Tus problemas, tus cosas me intrigan, me interesan y te observo mientras discurres y discutes hablando del mundo y dándole una nueva geografía de palabras Mi mente esta covada para recibirte, para pensar tus ideas y darte a pensar las mías; te siento, mi compañero, hermoso juntos somos completos y nos miramos con orgullo conociendo nuestras diferencias sabiéndonos mujer y hombre y apreciando la disimilitud de nuestros cuerpos.


Los lunes poesía

De la publicidad

aurora luque

Reportaje de moda en Marrakech. Tres loin de l'innocence este perfume. Una fotografía retocada con acuarelas suaves. Si desea reparamos su piel. Esta revista cuenta familiares parábolas al fin: de cómo maquillar los sueños agresivos o cómo estilizar la derrota y el tedio. Perfumada de Armani la nada es altamente soportable.


Los lunes poesía

De la infancia, el olor del musgo en las acequias, del barro, de las moras y la extrema violencia de aprenderse. Del mar, la última nota de la última ola desplegada antes de regresar y convencernos de que no habrá sirenas. De la noche, las leves veladuras de un perfume italiano todavía de moda. De tu cuerpo, el aroma de libro de aventuras vuelto a leer; pero también de adelfas desoladas y ardiendo.

Eau de parfum

aurora luque

Huele a vida quemada.


Los lunes poesía

Interior

aurora luque

A menudo converso con mis sueños. Los invito a salirse de la noche y se sientan, con trajes neblinosos, junto a mi mesa sucia de papeles. y les pregunto sobre su sintaxis porque se ofenden si hablo de semántica. Hoy he recuperado de sus manos un fragmento de ti tan exquisito . como una noche de junio en Gil de Biedma, un otoño de Keats o aquel sabor a polo de naranja de las viejas mañanas de domingo.


MARIO BENEDETTI

Defensa de la alegría

Defender la alegría como una trinchera defenderla del escándalo y la rutina de la miseria y los miserables de las ausencias transitorias y las definitivas

defender la alegría como una certeza defenderla del óxido y la roña de la famosa pátina del tiempo del relente y del oportunismo de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un principio defenderla del pasmo y las pesadillas de los neutrales y de los neutrones de las dulces infamias y los graves diagnósticos

defender la alegría como un derecho defenderla de dios y del invierno de las mayúsculas y de la muerte de los apellidos y las lástimas del azar y también de la alegría.

defender la alegría como una bandera defenderla del rayo y la melancolía de los ingenuos y de los canallas de la retórica y los paros cardiacos de las endemias y las academias defender la alegría como un destino defenderla del fuego y de los bomberos de los suicidas y los homicidas de las vacaciones y del agobio de la obligación de estar alegres

Los lunes, poesía


MARIO BENEDETTI

¿Qué les queda a los jóvenes?

¿Qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de paciencia y asco? ¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo? también les queda no decir amén no dejar que les maten el amor recuperar el habla y la utopía ser jóvenes sin prisa y con memoria situarse en una historia que es la suya no convertirse en viejos prematuros ¿qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de rutina y ruina? ¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas? les queda respirar / abrir los ojos descubrir las raíces del horror inventar paz así sea a ponchazos entenderse con la naturaleza y con la lluvia y los relámpagos y con el sentimiento y con la muerte esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de consumo y humo? ¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas? también les queda discutir con dios tanto si existe como si no existe tender manos que ayudan / abrir puertas entre el corazón propio y el ajeno / sobre todo les queda hacer futuro a pesar de los ruines de pasado y los sabios granujas del presente.

Los lunes, poesía


MARIO BENEDETTI

Digamos

1. Ayer fue yesterday para buenos colonos mas por fortuna nuestro mañana no es tomorrow 2. Tengo un mañana que es mío y un mañana que es de todos el mío acaba mañana pero sobrevive el otro.

Los lunes, poesía


MARIO BENEDETTI

Once

Ningún padre de la iglesia ha sabido explicar por qué no existe un mandamiento once que ordene a la mujer no codiciar al hombre de su prójima.

Los lunes, poesía


MARIO BENEDETTI

Te quiero

Tus manos son mi caricia mis acordes cotidianos te quiero porque tus manos trabajan por la justicia

y por tu rostro sincero y tu paso vagabundo y tu llanto por el mundo porque sos pueblo te quiero

si te quiero es porque sos mi amor mi cómplice y todo y en la calle codo a codo somos mucho más que dos

y porque amor no es aureola ni cándida moraleja y porque somos pareja que sabe que no está sola

tus ojos son mi conjuro contra la mala jornada te quiero por tu mirada que mira y siembra futuro

te quiero en mi paraíso es decir que en mi país la gente viva feliz aunque no tenga permiso

tu boca que es tuya y mía tu boca no se equivoca te quiero porque tu boca sabe gritar rebeldía

si te quiero es porque sos mi amor mi cómplice y todo y en la calle codo a codo somos mucho más que dos.

si te quiero es porque sos mi amor mi cómplice y todo y en la calle codo a codo somos mucho más que dos

Los lunes, poesía


MARIO BENEDETTI

Mi táctica es mirarte aprender como sos quererte como sos mi táctica es hablarte y escucharte construir con palabras un puente indestructible mi táctica es quedarme en tu recuerdo no sé cómo ni sé con qué pretexto pero quedarme en vos

mi táctica es ser franco y saber que sos franca y que no nos vendamos simulacros para que entre los dos no haya telón ni abismos mi estrategia es en cambio más profunda y más simple mi estrategia es que un día cualquiera no sé cómo ni sé con qué pretexto por fin me necesites.

Los lunes, poesía


federico garcía lorca

Baladilla de los tres ríos

El río Guadalquivir va entre naranjos y olivos Los dos ríos de Granada bajan de la nieve al trigo. ¡Ay, amor, que se fue y no vino! El río Guadalquivir tiene las barbas granates. Los dos ríos de Granada uno llanto y otro sangre. ¡Ay, amor, que se fue por el aire!

¡Ay, amor, que se fue por el aire! ¡Quién dirá que el agua lleva un fuego fatuo de gritos! ¡Ay, amor, que se fue y no vino! Lleva azahar, lleva olivas, Andalucía, a tus mares. ¡Ay, amor, que se fue por el aire!

Para los barcos de vela, Sevilla tiene un camino; por el agua de Granada sólo reman los suspiros. ¡Ay, amor, que se fue y no vino! Guadalquivir, alta torre y viento en los naranjales. Dauro y Genil, torrecillas muertas sobre los estanques.

Los lunes, poesía


federico garcía lorca

Gacela de amor que no se deja ver

Solamente por oír la campana de la Vela te puse una corona de verbena. Granada era una luna ahogada entre las yedras. Solamente por oír la campana de la Vela desgarré mi jardín de Catagena. Granada era una corza rosa por las veletas. Solamente por oír la campana de la Vela me abrasaba en tu cuerpo sin saber de quién era.

Los lunes, poesía


federico garcía lorca

Zorongo

Las manos de mi cariño te están bordando una capa con agremán de alhelíes y con esclavina de agua. Cuando fuiste novio mío, por la primavera blanca, los cascos de tu caballo cuatro sollozos de plata. La luna es un pozo chico, las flores no valen nada, lo que valen son tus brazos cuando de noche me abrazan, lo que valen son tus brazos cuando de noche me abrazan.

Los lunes, poesía


federico garcía lorca

Ciprés

Ciprés. (Agua estancada.) Chopo (Agua cristalina.) Mimbre. (Agua profunda.) Corazón. (Agua de pupila.)

Los lunes, poesía


federico garcía lorca

Preciosa y el aire

Su luna de pergamino Preciosa tocando viene por un anfibio sendero de cristales y laureles. El silencio sin estrellas, huyendo del sonsonete, cae donde el mar bate y canta su noche llena de peces. En los picos de la sierra los carabineros duermen guardando las blancas torres donde viven los ingleses. Y los gitanos del agua levantan por distraerse, glorietas de caracolas y ramas de pino verde.

Preciosa tira el pandero y corre sin detenerse. El viento-hombrón la persigue con una espada caliente. Frunce su rumor el mar. Los olivos palidecen. Cantan las flautas de umbría y el liso gong de la nieve. ¡Preciosa, corre, Preciosa, que te coge el viento verde! ¡Preciosa, corre, Preciosa! ¡Míralo por dónde viene! Sátiro de estrellas bajas con sus lenguas relucientes.

Preciosa, llena de miedo, entra en la casa que tiene, más arriba de los pinos, el cónsul de los ingleses. Asustados por los gritos tres carabineros vienen, sus negras capas ceñidas y los gorros en las sienes. El inglés da a la gitana un vaso de tibia leche, y una copa de ginebra que Preciosa no se bebe.

Su luna de pergamino Preciosa tocando viene. Al verla se ha levantado el viento que nunca duerme. San Cristobalón desnudo, lleno de lenguas celestes, mira la niña tocando una dulce gaita ausente. Niña, deja que levante tu vestido para verte. Abre en mis dedos antiguos la rosa azul de tu vientre.

Los lunes, poesía


federico garcía lorca

Remansos

Me miré en tus ojos pensando en tu alma. Adelfa blanca. Me miré en tus ojos pensando en tu boca. Adelfa roja. Me miré en tus ojos. ¡Pero estabas muerta! Adelfa negra.

Los lunes, poesía


Los lunes, poesía

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER Volverán las oscuras golondrinas

Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar, y otra vez con el ala a sus cristales jugando llamarán. Pero aquellas que el vuelo refrenaban tu hermosura y mi dicha a contemplar, aquellas que aprendieron nuestros nombres... ¡esas... no volverán!. Volverán las tupidas madreselvas de tu jardín las tapias a escalar, y otra vez a la tarde aún más hermosas sus flores se abrirán. Pero aquellas, cuajadas de rocío cuyas gotas mirábamos temblar y caer como lágrimas del día... ¡esas... no volverán!

Volverán del amor en tus oídos las palabras ardientes a sonar; tu corazón de su profundo sueño tal vez despeará. Pero mudo y absoo y de rodillas como se adora a Dios ante su altar, como yo te he querido...; desengáñate, ¡así... no te querrán!


Los lunes, poesía

PABLO NERUDA Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. Mi alma no se contenta con haberla perdido. Como para acercarla mi mirada la busca. Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

El viento de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella también me quiso. En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. La besé tantas veces bajo el cielo infinito. Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. Qué impoa que mi amor no pudiera guardarla. La noche está estrellada y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Ya no la quiero, es cieo, pero cuánto la quise. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. Ya no la quiero, es cieo, pero tal vez la quiero. Es tan coo el amor, y es tan largo el olvido. Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, Mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.


Los lunes, poesía

BLAS DE OTERO En el principio

Si he perdido la vida, el tiempo, todo lo que tiré, como un anillo, al agua, si he perdido la voz en la maleza, me queda la palabra. Si he sufrido la sed, el hambre, todo lo que era mío y resultó ser nada, si he segado las sombras en silencio, me queda la palabra. Si abrí los labios para ver el rostro puro y terrible de mi patria, si abrí los labios hasta desgarrármelos, me queda la palabra.


Los lunes, poesía

FRANCISCO DE QUEVEDO

Érase un hombre a una nariz pegado, érase una nariz superlativa, érase una alquitara medio viva, érase un peje espada mal barbado; Era un reloj de sol mal encarado. Érase un elente boca arriba, érase una nariz sayón y escriba, un Ovidio Nasón mal narigado. Érase el espolón de una galera, érase una pirámide de Egito, los doce tribus de narices era; Érase un naricísimo infinito, frisón archinariz, caratulera, sabañón garral morado y frito.


Los lunes, poesía

BLAS DE OTERO

Pido la Paz y la palabra. Escribo en defensa del reino del hombre y su justicia. Pido la paz y la Palabra. He dicho «Silencio», «sombra», «Vacío», etc. Digo «del bombre y su justicia», «Océano pacífico» lo que me dejan. Pido la paz y la palabra.


Los lunes, poesía

GABRIEL CELAYA

Estamos tocando el fondo.

La poesía es un arma cargada de futuro Cuando ya nada se espera personalmente exaltante, mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia, fieramente existiendo, ciegamente afirmando, como un pulso que golpea las tinieblas,

Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. Maldigo la poesía de quien no toma paido hasta mancharse.

cuando se miran de frente los veiginosos ojos claros de la muee, se dicen las verdades: las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Hago mías las ltas. Siento en mí a cuantos sufren y canto respirando. Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas personales, me ensancho.

Se dicen los poemas que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados, piden ser, piden ritmo, piden ley para aquello que sienten excesivo.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos, y calculo por eso con técnica qué puedo. Me siento un ingeniero del verso y un obrero que trabaja con otros a España en sus aceros.

Con la velocidad del instinto, con el rayo del prodigio, como mágica evidencia, lo real se nos conviee en lo idéntico a sí mismo.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta a la vez que latido de lo unánime y ciego. Tal es, arma cargada de futuro expansivo con que te apunto al pecho.

Poesía para el pobre, poesía necesaria como el pan de cada día, como el aire que exigimos trece veces por minuto, para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

No es una poesía gota a gota pensada. No es un bello producto. No es un fruto perfecto. Es algo como el aire que todos respiramos y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan decir que somos quien somos, nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.

Son palabras que todos repetimos sintiendo como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado. Son lo más necesario: lo que no tiene nombre. Son gritos en el cielo; y en la tierra, son actos.


LOS LUNES,

POESÍA

2009

FUENTE VAQUEROS GRANADA

LOS LUNES,

POESÍA IES FERNANDO DE LOS RÍOS

2009

FUENTE VAQUEROS GRANADA

IES FERNANDO DE LOS RÍOS

LOS LUNES,

POESÍA

2009

FUENTE VAQUEROS GRANADA

IES FERNANDO DE LOS RÍOS


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