JUAN RAMÓN JIMÉNEZ Mis ojos acariciaron
Mis ojos acariciaron la gracia de su sonrisa; era otoño y la mañana estaba lluviosa y fría. Yo le conté que mi alma soñaba una dulce vida en que el amor fuera todo: flores, penumbras y espinas. Le dije que ya llegaban las tardes largas y frías del invierno, y que las penas eran mis únicas dichas. Ella me miró serena y me dijo entre sonrisas que ya hacía mucho tiempo que en silencio me quería.
Los lunes, poesĂa
JAIME TORRES BODET Canción de las voces serenas
Se nos ha ido la tarde en cantar una canción, en perseguir una nube y en deshojar una flor Se nos ha ido la noche en decir una oración, en hablar con una estrella y en morir con una flor. Y se nos irá la aurora en volver a esa canción, y en perseguir esa nube y en deshojar esa flor. Y se nos irá la vida sin sentir otro rumor que el del agua de las horas que se lleva el corazón…
Los lunes, poesĂa
PEDRO SALINAS Si me llamaras
¡Si me llamaras Sí, si me llamaras! Lo dejaría todo, todo lo tiraría: los precios, los catálogos, el azul del océano en los mapas, los días y sus noches, los telegramas viejos y un amor. Tú, que no eres mi amor, si me llamaras…
Los lunes, poesĂa
GLORIA FUERTES El amor te convierte
El amor te convierte en rosal y en el pecho te nace esa espina robusta como un clavo donde el demonio cuelga su uniforme. Al tocar lo que amas te quemas en los dedos, y sigues sigues hasta abrasarte todo; despuĂŠs, ya en pie de nuevo, tu cuerpo es otra cosa, ...es la estatua de un hĂŠroe muerto en algo, al que no se le ven las cicatrices.
Los lunes, poesĂa
RAFAEL ALBERTI
Si Garcilaso volviera, yo sería su escudero; que buen caballero era. Mi traje de marinero se trocaría en guerrera ante el brillar de su acero; que buen caballero era. ¡Qué dulce oírle, guerrero, al borde de su estribera! En la mano, mi sombrero; que buen caballero era.
Los lunes, poesĂa
JACQUES BREL No me dejes
Ne me quitte pas Il faut oublier Tout peut s'oublier Qui s'enfuit déjà Oublier le temps Des malentendus Et le temps perdu A savoir comment Oublier ces heures Qui tuaient parfois A coups de pourquoi Le coeur du bonheur Ne me quitte pas
Ne me quitte pas Je t'inventerai Des mots insensés Que tu comprendras Je te parlerai De ces amants là Qui ont vu deux fois Leurs coeurs s'embraser Je te raconterai L'histoire de ce roi Mort de n'avoir pas Pu te rencontrer Ne me quitte pas
Moi je t'offrirai Des perles de pluie Venues de pays Où il ne pleut pas Je creuserais la terre Jusqu'après ma mort Pour couvrir ton corps D'or et de lumière Je ferai un domaine Où l'amour sera roi Où l'amour sera loi Où tu seras reine Ne me quitte pas
On a vu souvent Rejaillir le feu De l'ancien volcan Qu'on croyait trop vieux Il est paraît-il Des terres brûlées Donnant plus de blé Qu'un meilleur avril Et quand vient le soir Pour qu'un ciel flamboie Le rouge et le noir Ne s'épousent-ils pas Ne me quitte pas
Ne me quitte pas Je ne vais plus pleurer Je ne vais plus parler Je me cacherai là A te regarder Danser et sourire Et à t'écouter Chanter et puis rire Laisse-moi devenir L'ombre de ton ombre L'ombre de ta main L'ombre de ton chien Ne me quitte pas
Los lunes, poesía
No me dejes Hay que olvidar Todo puede olvidarse Que desaparece ya Olvidar el tiempo De los malentendidos Y el tiempo perdido En saber cómo Olvidar aquellas horas Que mataban a veces A golpes de porqué El corazón de la felicidad No me dejes
No me dejes Yo te inventaré Palabras insensatas Que comprenderás Yo te hablaré De aquellos amantes Que vieron dos veces Sus corazones abrasarse Yo te relataré La historia de aquel rey Muerto por no haber Podido encontrarte No me dejes
Yo te ofreceré Perlas de lluvia Venidas de países En los que no llueve Yo cavaré la tierra Hasta después de mi muerte Para cubrir tu cuerpo De oro y de luz Yo haré un dominio Donde el amor será rey Donde el amor será ley Donde tú serás reina No me dejes
Se ha visto a menudo Resurgir el fuego del antiguo volcán Que creíamos demasiado viejo Hay, al parecer, tierras quemadas Dando más trigo Que en el mejor abril Y cuando cae la tarde Para que un cielo resplandezca El rojo y el negro no se desposan No me dejes
No me dejes Yo no voy a llorar Yo no voy a hablar Me esconderé allí Para mirarte Bailar y sonreir Para escucharte Cantar y luego reir Déjame convertirme En la sombra de tu sombra En la sombra de tu mano En la sombra de tu perro No me dejes