10 minute read

MÉDERI

Parecía un sueño imposible. La pesadilla que vivía el sector de la salud a comienzos del siglo XXI, producida por el caos administrativo, la corrupción, la burocracia y la pésima atención a los usuarios, había hecho que, en el 2007, el Gobierno Nacional decidiera liquidar el Instituto de Seguros Sociales y permitir la inversión privada para reestructurar el sistema con nuevos y transparentes actores que proveyesen un servicio impecable a la comunidad. Ese era el objetivo que tenía la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios cuando decidió aliarse con la Universidad del Rosario y la caja de compensación Compensar para adquirir la clínica San Pedro Claver, así como la clínica Misael Pastrana y los centros de atención ambulatoria Hernando Zuleta y Alquería-La Fragua, todos situados en Bogotá. La entidad que agrupaba a los nuevos administradores pasó a llamarse Corporación Hospitalaria Juan Ciudad y tomó posesión de la antigua San Pedro Claver el 1° de mayo

Advertisement

del 2008, con el reto de cambiar el modelo sin dejar de prestar la debida atención.

ASÍ COMENZÓ LA QUIMERA

El nombre que la corporación escogió para designar el nuevo hospital no pudo ser, entonces, más acertado: Méderi, palabra de origen griego que significa ‘el que se preocupa de, el que tiene alguien a su cuidado’. El lema adoptado también identifica la vocación de la nueva entidad: ‘Hospitalidad y ciencia’.

Y es que la innovación científica, dirigida al bienestar del ser humano, forma parte del ADN del hospital Méderi. “Ni la propia Colombia, ni el sector de la salud, ni mucho menos la institución, puede abstraerse de la necesidad de innovar, la cual se hizo más perentoria con la pandemia del COVID-19. Muchos afirman, con razón que, con esta crisis, la humanidad avanzó 15 años en apenas tres meses en lo que la tecnología le puede brindar en servicio y asistencia a la sociedad. Méderi, sin embargo, ya venía preparándose en ese campo y durante la crisis sanitaria esa experiencia se profundizó hasta dar un salto cuántico gracias a un talento humano que permanentemente está siendo capacitado”, señala el doctor Mauricio Rubio Buitrago, presidente de la Corporación Hospitalaria Juan Ciudad-Méderi. “Siendo este un hospital universitario ligado a la Universidad del Rosario, participa con más de 900 estudian-

tes internos y residentes que, por su dinámica educativa, nos lleva a estar a la vanguardia en innovación tecnológica”, agrega.

Aparte de esto, la corporación hecho cuantiosas inversiones en una mayor tecnificación y digitalización del hospital, que lo han convertido en uno de los que disfrutan de las mejores tecnologías de punta de Colombia, pero con una particularidad que la hace diferente. “Méderi sigue innovando –explica el presidente–, pero siempre con su sello propio, que es ofrecer una atención cada vez más humanizada, centrada en el paciente al tiempo que permite el desarrollo del conocimiento”.

Las cifras lo demuestran: solo durante la pandemia del año 2020, Méderi realizó 15.500 teleconsultas esenciales y 2.726 de cirugía general, lo mismo que 7.200 consultas presenciales de oncología. “Con otra ventaja adicional –advierte el doctor Rubio–: estas innovaciones están al servicio del 98% de la población vinculada al sistema de seguridad social y no sólo para el que tiene dinero para pagar. El 99% de los ingresos de Méderi proviene de atender pacientes del régimen contributivo y subsidiado, lo cual prueba cómo en el hospital la innovación está ligada a la humanización”. Esta filosofía define el ADN de Méderi. “Por ser un hospital universitario, la ciencia y el aprendizaje son una forma de identificarnos en nuestra misión de apoyar a la sociedad”, afirma el doctor Nelson Sierra Forero, director hospitalario de la entidad. Méderi se manifiesta en lo que el especialista llama la ‘estrategia del SEISS’, que, curiosamente, está basada en cinco principios de atención a los pacientes: servir escuchar, informar, saludar y sonreír.

“La estrategia del SEISS es de 5 –aclara–, y nació en medio de un proyecto desarrollado en alianza con el Sena que busca fomentar la humanización de los servicios hospitalarios”. Así, el foco de esta estrategia es el paciente y su familia, lo mismo que los empleados y colaboradores del hospital.

Un ejemplo claro del funcionamiento de dicha estrategia se percibe en los espacios físicos del centro asistencial, remodelados luego de la compra por parte de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, la Universidad del Rosario y la caja de compensación Compensar. “La remodelación se enfocó en la búsqueda de privacidad, la dignidad y el respeto a los usuarios. Y a pesar de que el edificio de Méderi es de conservación y por ende es un bien de interés cultural, logramos remodelarlo con una infraestructura amplia, con un

toque de modernidad que hacen que el paciente se sienta en un lugar de reposición de energía que lo ayude a recuperarse”.

Al ser construido en 1958, el edificio en donde funciona hoy Méderi dispone de una arquitectura que no consideraba que tuviese duchas, y los pacientes debían ir a una batería externa para bañarse. Por eso, en las remodelaciones se incluyeron elementos tan básicos como baños individuales, con ducha, en cada habitación del quinto piso y se reemplazó, luego de una tenaz labor de construcción, todo el sistema de agua caliente del edificio, que recibe energía de unos paneles solares situados en la cubierta de la edificación. Gracias a este sistema amigable con el medio ambiente.

Galardonado como un hospital verde por esas innovaciones, este centro asistencial dispone además de características que lo hacen único en el sector de la salud, como el revolucionario servicio de alimentación a los usuarios. “Se trata del llamado ‘fleximenú’ –explica el doctor Sierra–, el cual, según la patología de paciente, puede ser elegido a voluntad entre tres platos al día. El servicio también incluye a los acompañantes de la habitación, que pueden solicitar su alimentación al cuarto a través de un botones”. Este servicio de nutrición ha sido galardonado durante varios años por la Asociación Nacional de Nutrición (NEI).

Otro ejemplo que muestra cómo el ADN de Méderi es resultado de la conexión entre humanidad y ciencia está en el exclusivo personal de amas de llaves con que cuenta el hospital, cuya misión es estar pendientes del servicio de aseo y lavandería, lo mismo que el de los llamados ‘ángeles custodios’, que es como se denomina a los indispensables camilleros. “Son profesionales que hacen su trabajo con un protocolo especial de acompañamiento, pero que además desempeñan un verdadero oficio de ángeles dispuestos a custodiar al paciente en su paso por la institución”, indica el doctor Sierra. El balance social del hospital es, por consiguiente, positivo. “Desde su ADN hay un interés por impactar la sociedad generando bienestar, con dos atributos, expresados en el lema definido por las corporaciones fundadoras de Méderi: hospitalidad y ciencia, que son dos atributos de marca”, afirma Fabián Darío Moreno Jaimes, director de Planeación de la corporación.

Al ser una entidad sin ánimo de lucro, todos los excedentes de la operación se reinvierten en la misma operación. “En estos 13 años de existencia, Méderi ha invertido alrededor de $180.000 millones y antes que un negocio fue un emprendimiento que arrancó con riesgos e incertidumbre, pero que ha generado un impacto que nos enorgullece porque ha permitido mejorar la infraestructura”, añade el directivo.

Y para que esa operación se revierta con responsabilidad social, el hospital tomó desde hace tres años la decisión de entregar su informe de gestión con la metodología GRI (Global Reporting Iniciative), una institución independiente que creó el primer estándar mundial de lineamientos para elaborar memorias de sostenibilidad de aquellas compañías que desean evaluar su desempeño económico, ambiental y social. Además, desde el 2016, Méderi se acogió a una herramienta de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), que certifica empresas con vocación social para organizar su gestión en ocho ejes, entre los que se destaca el medio ambiente, el gobierno corporativo, comunidad, empleados, etc. “Fenalco nos ha

Galardonado como un hospital verde por sus innovaciones, este centro asistencial dispone además de características que lo hacen único en el sector de la salud.

evaluado y cada año hemos ido mejorando. El año pasado, por ejemplo, obtuvimos un puntaje del 95%, que hizo que el hospital ascendiera a una categoría en la que solo hay instituciones internacionales”, advierte el doctor Moreno.

Otra particularidad de la vocación social de Méderi es la de que, por ser un hospital que sucedió a uno que atendía pacientes del antiguo Seguro Social, hoy el 65% de las atenciones que hace está concentrada en pacientes de más de 60 años. “Eso hace que soñemos en convertirnos en un referente nacional como el mejor sitio para atender de forma integral a un adulto mayor”, dice el director de Planeación.

Los empleados y colaboradores también forman parte, de otro lado, de ese balance social positivo. “En la anterior clínica San Pedro Claver, los trabajadores tenían condiciones bastante complejas y su contratación era por cooperativa y por contratos laborales por prestación de servicios, sin el cumplimiento de la normatividad, lo que generaba poco compromiso. Así arrancó Méderi, hasta que en el año 2012 se tomó la decisión de vincular al personal mediante contratación de forma directa y hoy hay cerca de 3.100 empleados de nómina y 1.400 colaboradores de servicios tercerizados que van desde los de atención circulatoria y laboratorio clínico y transfusional, hasta los de lavandería, seguridad, alimentación y cocina, etc.”, aclara el directivo.

Así, Méderi beneficia a casi 20.000 personas, estrategia que ha sido reconocida desde hace tres años con la certificación EFR (Empresa Familiarmente Responsable) de la fundación española masfamilia, debido a que promueve de manera constante el equilibrio entre la vida personal, familiar y social de sus empleados.

“Es importante reconocer el compromiso que la junta directiva, la alta dirección y los empleados y colaboradores hemos tenido con uno de los principales propósitos de Méderi en la construcción de una cultura de calidad centrada en el paciente y su familia. El trabajo realizado a lo largo del tiempo para lograr la motivación, el aprendizaje y el trabajo en equipo encaminados a un objetivo en común –la excelencia–, no ha sido fácil, pero nos ha permitido alcanzar los objetivos propuestos y soñar con metas aún mayo-

res”, afirma Alejandra Calixto Medrano, jefe de Gestión de la Calidad de la entidad.

A lo largo de estos casi 13 años de Méderi, que se cumplen el próximo 1° de mayo, se ha trabajado en implementar estándares superiores de calidad, con la acreditación en salud como herramienta de mejoramiento continuo. “Eso nos ha permitido alcanzar importantes logros, como la Certificación como Institución Acreditada en Salud para las dos sedes de la corporación, otorgada en agosto del 2019. Este es el reconocimiento más importante para las instituciones de salud en el país y refleja el cumplimiento de altos niveles de calidad en beneficio de nuestros pacientes, sus familias, la comunidad y nuestros empleados y colaboradores”, agrega Alejandra.

Otro logro muy importante ha sido el reconocimiento como Hospital Universitario para las dos sedes, otorgado en septiembre del 2020, el cual posiciona a Méderi como centro de generación de conocimiento donde sus actividades asistenciales están acompañadas de los procesos de docencia e investigación con estándares de calidad. “Además, hemos alcanzado diferentes reconocimientos por parte del Invima, la Secretaria Distrital de Salud y la revista América Economía, entre otros. Somos conscientes de que el camino a la excelencia nunca termina, y por ello continuamos trabajando en fortalecer la cultura de mejoramiento institucional enfocados a buscar la excelencia en la atención de nuestros pacientes y sus familias con humanización, mejoramiento de procesos y acreditación de centros de excelencia, con el fin de fortalecer la atención de nuestros pacientes como el eje de la misión institucional. El secreto de nuestros logros ha sido la consciencia de querer hacer las cosas bien, más allá de un cumplimiento normativo, con el propósito de beneficiar a otros con lo que hacemos cada día”, concluye la jefe de Gestión de Calidad.

No en vano Méderi, con su sello de hospitalidad y ciencia, recoge el camino emprendido el 1° de mayo del 2008 en busca de cumplir un sueño que parecía imposible pero que, como lo afirman sus directivos, hoy sigue intacto porque cuando se es capaz de descubrir que se tienen alas, nunca se acaba el apetito inmenso de volar.

This article is from: