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Una Tragedia al Alcance deTodos

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The Lonely Eyebrow

The Lonely Eyebrow

El aniversario de la masacre escolar en Uvalde, Texas, el 24 de mayo de 2022, revivió la atención en el debate sobre el control de armas. La atención se magnificó para mí por la masacre en Cleveland, Texas, el 28 de abril de 2023.

En Cleveland —cuarenta y cinco millas al noreste de Houston— Francisco Oropeza, de 38 años, mató a cinco de sus vecinos, incluido un niño de nueve años. Esa noche oropeza había estado sentado en su patio disparando su rifle, probablemente mientras bebía. Otro vecino dijo que no era raro que, después del trabajo, hombres en el vecindario se sentaran en sus patios para beber y disparar, especialmente los viernes por la noche.

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Pareciera que el pasatiempo de oropeza fue interrumpido por un par de sus nuevos vecinos hondureños, quienes le pidieron parar el ruido porque sus niños no podían dormir, así que fue a su casa y les disparó hasta darles muerte.

Fue hace un año que Salvador Ramos, de 18 años, entró a la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, y mató a 19 estudiantes y 2 maestros, además de herir a otros diecisiete. El AR-15 lo compró cuando cumplió 18 años. Es difícil discernir una explicación para estas balaceras, tanto en Uvalde como en Cleveland. Lamentablemente los perpetradores eran descendientes de mexicanos —y casi todas sus víctimas eran mexico o hispanoamericanas. ramos vivía y cursó la secundaria en uvalde. sus antecedentes personales revelan a un muchacho solitario, quien sufría acoso, sin antecedentes penales, y con interés en las armas de fuego de alto poder. El comportamiento de Oropeza es aún más desconcertante, dado que es un inmigrante mexicano indocumentado... ¿por qué atacaría a otros inmigrantes latinoamericanos?

En el caso de Oropeza, el alcohol pudo haber sido un factor. Está bien documentado que el alcohol y las armas son una mezcla peligrosa. Es más difícil señalar un problema específico para Ramos, pero su problema podría haber sido más psicológico.

La pregunta sigue siendo, ¿qué hace que estos asesinos masivos pierdan el control de sus impulsos y que descarguen sus frustraciones, ira o agresión en niños y personas inocentes? Alcohol, inmadurez (demasiado jóvenes para poseer armas de manera responsable), tendencia criminal, odio, extremismo ideológico, crisis personal, estrés sin tratar, enfermedad física o mental, pandemia, etc... la lista de posibles desencadenantes del comportamiento antisocial y homicida parece interminable. Y no debemos olvidar la conducta de ilegalidad, sin ética, o inmoral, modelada por personas sin escrúpulos con poder e influencia.

Los defensores de los derechos de las armas a menudo dicen que no es el arma sino la persona quien mata. La enfermedad mental se convierte en una excusa o se usa para explicar la necesidad de un control de armas. Por ejemplo, cuando los padres de Uvalde que abogaban por aumentar la edad para la compra de armas de asalto de 18 a 21 años, pensando en Salvador Ramos, el asesino de Uvalde, el senador federal por Texas, Ted Cruz, se opuso a su iniciativa. también se opuso al proyecto de ley bipartidista ‘Comunidades Más Seguras’, el primer proyecto legislativo sobre seguridad de armas que se aprobó en casi 30 años, y encabezado por el también senador republicano por Texas, John Cornyn.

Después de la masacre de Uvalde, Cruz propuso un proyecto de ley en el senado que proporcionaría fondos para servicios de salud

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