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y los observadores informan que comenzó como goteo en 2017 —pero ya se convirtió en una constante desde 2021. Por ejemplo, todos menos uno de los doce fallos de la Corte suprema sobre la política de inmigración de trump se han producido a través del Expediente en las Sombras. En otro y muy importante caso en abril de 2022, la juez Barrett emitió el voto decisivo que permitió, abruptamente, que las centrales eléctricas contaminaran las vías navegables de tal manera, que dejó a los usuarios de las vías navegables sin explicación ni recurso para protección, reparación o comprensión durante meses. La jueza Elena Kagan y muchos observadores del proceso judicial creen que esto se ha convertido en factor integrante de la crisis institucional en toda regla que está generando la Corte suprema.
Este profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Texas, Vladeck, elabora con gran detalle la convincente evidencia de que la expansión del Expediente en las Sombras es solo otro lamentable aspecto de lo que él llama “La Toma del Poder Judicial de 2022 ”. La Corte Suprema ha, “...radicalmente expandido la Segunda Enmienda; destripó el derecho constitucional al aborto; restringió la capacidad del Congreso para delegar autoridad a las agencias del poder ejecutivo en una disputa sobre las regulaciones del cambio climático; y amplió la protección de la Constitución para la práctica religiosa... Los jueces ahora actúan detrás de puertas que antiguamente estaban literal y figurativamente cerradas”.6 Vladeck demuestra que la Corte ha reducido radicalmente la transparencia de su trabajo, al tiempo que se ha vuelto más polarizado y abiertamente partidista, que responde de manera partidista a las acciones partidistas de los tribunales inferiores y en sus respuestas al Vigiliantismo contra el Aborto de Texas, y al caso Louisiana v. American Rivers —pero, sobre todo, en la reciente práctica de otorgar certiorari (decidir qué casos acepta escuchar). En con alarma que Vladeck concluye que el patrón de acción contra-mayoritaria de la Corte suprema puede socavar su legitimidad por completo.
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El Senador Sheldon Whitehouse (D-RI) con Jennifer Mueller —en su brillante libro, “The Scheme: How the Right Wing Used Dark Money to Capture the Supreme Corte” ( nueva Prensa, 2022)— hacen que la dramática, lamentable y antidemocrática tendencia judicial en Estados Unidos sea comprensible, y hasta incluso procesable. Whitehouse reconoce claramente que, a este punto, esta ya una historia de floreciente plutocracia en Estados unidos y el avance de los ricos es mucho más anterior que la reciente manipulación judicial de Donald Trump en su interés de explotar la sociedad para su beneficio. Escribiendo como el gran fiscal que alguna vez fue este Senador, Whitehouse organiza el libro de la misma manera que lo haría en la corte para presentar su caso.
Comienza demostrando que la negación del clima, la captura regulatoria y las operaciones encubiertas son los intereses que los magnates corporativos de Estados unidos buscan proteger hoy —que son los mismos impulsos monopolísticos contra los que lucharon teddy roosevelt y los progresistas hace más de un siglo. El motivo detrás de estos empujes —tanto el histórico como el contemporáneo— de los plutócratas para lograr ganancias sociales y evitar pérdidas electorales tiene sus raíces en el esfuerzo de los secesionistas de la Guerra Civil. Los primeros por extender su “libertad” al derecho a poseer esclavos y los segundos, sus herederos corporativistas modernos, a los privilegios supremacistas blancos y la libertad de un capitalismo sin restricciones. Los medios para lograr esta dominación tienen sus raíces en el plan contenido en el infame Powell Memorándum —que estableció las tareas de la jerarquía corporativa, y luego construyó y financió los mecanismos de influencia y recaudación de fondos que se necesitaban. Los co-conspiradores del esquema corporativo que abruma a nuestras agencias reguladoras y legisladores parecen brotar, casi siempre, de tres fuentes. En primer lugar, están los mercenarios, los traficantes de influencia y grupos marginales de la Asociación Nacional de la Manufactura, la Mesa Redonda del Comercio, los Comités de Acción Política (PAC) empresariales, y los institutos y fundaciones —que han crecido tres o cuatro veces más rápido que todas las organizaciones laborales y obreras. De ahí viene el archipiélago de ciencia-basura y cuasi-ciencia —inventado por primera vez por el lobby del tabaco y desde entonces alimentado por la industria de los combustibles fósiles y las grandes farmacéuticas y otros para confundir, distorsionar y oscurecer la realidad que intentan esconder. Finalmente, están los Super PACs, los 501(C) y los accionistas corporativos. Los co-conspiradores proporcionan los recursos para la metódica tarea de corromper el poder judicial cultivando un raciocinio casi ideológico y un tipo de hermandad en la profesión —arraigada a la sociedad Federalista.
Whitehouse y Mueller concluyen anegándonos con la evidencia de 80 decisiones de la Corte Roberts, entre 2005 y 2019, en las que los cinco derechistas (los jueces Roberts, Alito, Kennedy, Thomas y Scalia o Gorsuch) presentan uno o más “intereses conservadores: ( 1) controlando el proceso político para beneficiar a los candidatos y políticas conservadoras (2) protegiendo a las corporaciones de responsabilidad y dejar que los contaminadores contaminen; (3) restringiendo los derechos civiles y tolerando la discriminación; y (4) promover la agenda de la extrema derecha”. En su caso, también señalan generosamente cómo, en cada uno de los 80 casos, los Roberts Five ignoran los principios conservadores de (1) stare decisis (suspender la decisión), (2) moderación judicial, (3) originalismo, (4) textualismo y (5) aversión a averiguar los hechos en sus decisiones7 . u na parte del Esquema (obviamente procesable) sería la adaptación de ciertos elementos nuevos argumentos casos legales para defender los derechos de los ciudadanos, de los consumidores y trabajadores, como asimismo los ambientales. Más importante aún, pareciera ser el momento de una cruzada para modificar la Corte. Por supuesto, muchos estadounidenses ya están en una cruzada por el derecho al aborto, por el control de armas, para proteger los derechos de voto, por la acción climática, todo debido a las acciones de la Corte suprema que ya han negado abruptamente sus intereses vitales.
En algún momento, este continuo pisoteo de los derechos de los estadounidenses comunes por parte de la Corte —y a medida que avanza el poder de las empresas y los ricos— despertará una demanda de retroceso más allá de la rápida deslegitimación de los últimos años. Es más, la mayoría derechista en la Corte también ha demostrado ser tan ambiciosa y de tal consecuencia en sus acciones, que los cambios que está imponiendo en los EEuu pueden rivalizar con los Congresos activistas de la Era Progresista y el New Deal. Sin embargo, en lugar de cambiar a un servicio de las necesidades y exigencias de una abrumadora mayoría del pueblo estadounidense como en esas épocas que nombramos, los autores y beneficiarios de la transformación actual son solo una estrecha élite corporativa, y una clase adinerada un tanto opaca que está transformando nuestra democracia en una plutocracia legalista. un inmediato antídoto —como la expansión de la Corte— parece muy impopular debido al rechazo que sufrió el esquema de restructuración de la Corte en la Administración Roosevelt, pero parece necesario algo inmediato para domar las ambiciones conservadoras actualmente desenfrenadas de la supermayoría ungida por trump.
La Ceja Solitaria
Para sobrellevar la pandemia, esta mañana me miré en el espejo. Noté algo diferente en una de las cejas. No son cejas hirsutas; son esbeltas, bien diseñadas, con la curvatura natural de la sofisticación. Tampoco son pobladas como pedazos de estropajo erizado; O feroces, como lanzallamas salvajes, mucho menos prolongadas como un solo montaje con gesto malhumorado. Me percaté que irradian cierta elegancia. Y es que cuando alzo una ceja, Dibuja un gesto coqueto y hace reír a las mujeres. No se contienen, quieren imitar el mismo movimiento. Tengo que aceptar que algunas lo han logrado. De cualquier manera, observé que en medio de mi ceja derecha, apareció un pelo blanco. No me molesta ese hecho.
Lo que pasa es que desentona, es ajeno al color negro que distingue mis cejas. Se encuentra solitario, deprimido como todos nosotros. No es justo, no merece estar aislado y sufrir el trauma de la soledad. Le dije que se fuera, pero no me hace caso el muy cruel.