Antología Poética de Francisco Almagro

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ANTOLOGÍA POÉTICA DE FRANCISCO AlMAGRO


MIS ALAS No sé si le quedan alas a mi sueño entumecido, entre frías nubes grises y largas sombras de olvido. No sé si me quedan alas y fuerzas para cantar, al pie de la fortaleza que aprisionó mi verdad. Torreón verde de musgo entre agrietadas almenas, donde quedaron mis ansias agarrotadas de espera. Y es que volaron los puentes para cortar mis anhelos, y cerraron el camino a mis eternos desvelos. Pero, ¡sí que tengo alas!, porque las tiene mi fe, que me lleva de puntillas y hasta me siento crecer. ¡Tengo alas! ¡Sí que tengo! Siento algo que me lleva sobre centauro de luna, haciendo luz mi tiniebla. ¡Volaré! ¡Sí, volaré!, salvando los remolinos, que inventa el aire al pasar por los trillados caminos. Volaré mirando al cielo por las rutas siderales, como vuelan los halcones y las águilas reales.


Y, cuando llegue volando donde me lleva mi afán, pensaré que estoy soñando y no querré despertar. Es mejor sol que lucero, mejor que sombra, la luz; mejor que la tierra, el cielo; corona, mejor que cruz. Ya están mis alas tensadas y frente a mí, el infinito... ¡A volar, pues soy halcón! ¡Vamos, que te necesito más que nunca, corazón! ------------------------------


ALGO DE MIS RAÍCES No fue llanto, fue un "jipío"; grito anunciatriz del cante, en la garganta de un crío. Que yo no nací llorando, como nacen los demás. ¡Yo vine al mundo cantando! Yo nací en Pegalajar; el pueblo más sandunguero y el que tiene más salero de Andalucía Oriental. ¡Tan gracioso y tan bonito, que parece un paraíso terrenal! Me recuerdo "El Romeral", donde jugaba a las bolas y al trompo, cuando chaval. Y recuerdo el laberinto que, en mi casa, se formaba, entre vino blanco y tinto. Se compraba, se vendía, se cambiaba, se prestaba y, ante todo, se bebía. El Tálago, Marinero, Andrés el de Gonzalico, el Chato Carabinero, Morterero y muchos más que no cito. ¿Eran tratantes? ¡Qué va! Trajinantes, "trampalantes". Pero amigos de verdad; amigos de los de antes...


¡Dame la mano, Manué! Te pago en tres Carnavales. ¿Hacemos algún papel? ¡No!, ¿pa qué? Cambio de cabras por mulos y de borricos por yeguas. Venta de pan y de vino, alpargatas, bacalao, habichuelas y tocino, más de la mitad fiao. Generosa condición de la bondad de mi padre, "El Chato de Miguelón". Era muy corriente que se presentaran casos como éste: chacho Andrés, hoy mus toca no comé. Que no man tomao las zogas. Vete al Chato Miguelón, ¡verás como te las toma! Claro que se las tomaba, sabiendo que no valían; y encima, lo convidaba. Y, ¡qué decir de mi madre! Un cuerpo tan menudito y ¡qué corazón tan grande! Era mejor perdonar, que sacarle punta al lápiz y apuntar. ¿Para qué molestarse y molestar, si era igual? No olvidaré una mañana, que mi madre le decía a una del Barrio Triana: ya sabes que los tres panes y los seis kilos de papas son dieciocho reales.


¡Encarnación de mi arma!, apúntalo en la libreta, que mezaorbiao la caña. Mejó lo apunto en er viento. Zi no me va a pagá , ¿a qué viene tanto cuento? Y, cuando el tiempo pasaba, las libretas se rompían y las cañas se quemaban. ¿Por qué? Porque no pagaban. Que la gente no podía comer con lo que ganaba. Pero, ¡viva la alegría! Véndeme el burro, Camilo, que te lo voy a pagá a ziete gordas el kilo. ¿A ziete gordas na más? Yo quiero a cinco reales y si no, no hacemos ná. Y, después del chalaneo, por fin se cerraba el trato y comenzaba el jaleo. ¡Vamos, Pedro!, que ya está el cintero en la "garrucha" y la romana corgá. Métele al burro la zoga por bajo de la barriga, y tú, agárrate a la cola. Si le daba por pingá al inocente borrico, la calle del Romeral no era calle, que era un circo, una fiesta popular.


El trato se celebraba, la gente se divertía y, al final, nadie pagaba el vino que se bebía. Antonio, dile a Francisco que muz cante una coplilla, de ezas que zabe der Pinto. Y Francisco, el alma mía, que no se hacía de rogar, cantaba lo que sabía y lo que podía cantar. Eso sí, con alegría, con voluntad y con cariño; y por eso le aplaudían y le llamaban "Mi Niño". ¡El Niño del Romeral!, el que cantará a su pueblo, mientras pueda respirar. Y cuando ya, sin aliento, quiera y no pueda cantar, siempre dejará en el viento un ¡VIVA PEGALAJAR!


PREGÓN DE LAS FIESTAS EN HONOR DE LA VIRGEN DE LAS NIEVES: 4 DE AGOSTO 2.003 Ilustrísima Señora Alcaldesa y demás autoridades, paisanas, paisanos y amigos todos ¡Buenos días y felices Fiestas! Es para mí motivo de satisfacción y orgullo, poder ofreceros el Pregón de las Fiestas de nuestra Patrona la Virgen de las Nieves en este año 2.003, ya que en el año 1.999 no pude hacerlo personalmente, por haber sufrido, el día anterior, un accidente en Jaén: razón por la cual tuvo que ser leído por el anterior Concejal, Delegado de Cultura y Deportes, D. Juan Rodríguez Díaz, que supo transferir acertada y fielmente su contenido, y al que aprovecho para darle mis más expresivas gracias. Como ya os decía en aquella fecha, dar pregones no es mi fuerte, puesto que, como sabéis, lo mío es componer canciones, letras flamencas, villancicos, escribir poesías, cantar un poco y recitar mis poemas lo mejor que puedo y sé. Yo en mi vida he oído otros pregones, que los que daba el célebre "Zahondillo", anunciando el camión del pescado, y los que daban los "Calzones", cuando vendían sus naranjas por las calles del pueblo. No obstante, agradezco mucho a la Corporación Municipal, que me haya brindado nuevamente la oportunidad de ser pregonero de las Fiestas este año. Lo que sí me permito rogaros, es que perdonéis los posibles fallos que pueda tener, porque a la altura de mi edad, las facultades son mínimas, se pierden los reflejos, disminuyen la atención, la memoria y otras muchas cosas. Porque ya: Ni oigo, ni veo, ni entiendo. ¡Maldita sea mi suerte! ¿Será que me estoy muriendo? ¡Cómo me estaré poniendo, que en vez de dar el Pregón, estoy por salir corriendo!


¡Es broma! No tenéis por qué preocuparos. Pensad que, aunque sea sacando fuerzas de flaqueza, procuraré, poniendo el alma, que esta introducción a las Fiestas os resulte amena y que no os aburráis demasiado, ya que el objeto de la misma es preparar vuestro ánimo, para que paséis unas Fiestas llenas de ilusión, amor y alegría, como os merecéis. ¡¡VIVA LA VIRGEN DE LAS NIEVES!! Esto me obliga a cantar en un piropo hecho copla, a nuestro Pegalajar. POR ALEGRÍAS Toros, flamenco y poesía… ¡Olé, mi Pegalajar! Toros, flamenco y poesía, nadie te puede igualar en salero y alegría. En la torre las campanas…, a gloria están repicando, en la torre las campanas; mientras yo le voy cantando a la Virgen soberana. Hoy, Virgen de las Nieves, por ser tu día, hemos de celebrarlo con alegría. Porque tú sabes, Madre, que te admiramos, y que, con toda el alma, te veneramos. Como en mi anterior Pregón, tengo que insistir en recomendaros que os divirtáis lo más posible; ya que en el ferial encontraréis toda clase de atracciones, para chicos y mayores. Tendréis toros, cante, baile y un cordial ambiente, para disfrutar y divertirse hasta el vértigo. Habréis de tener en cuenta que: La vida no se repite. ¡Disfrútala como puedas, antes que Dios te la quite!


Yo, embargado de emoción, a vosotros mis paisanos, os dedico este Pregón, con humildes parabienes, a nuestra excelsa Patrona, esa Virgen de las Nieves. El "Niño del Romeral", que hoy es Hijo Predilecto de nuestro Pegalajar, gracias a vuestro cariño, a sus noventa y dos años sigue siendo el mismo niño. Yo no sé lo que me pasa, cuando pienso que mi nombre lo lleva una hermosa Plaza de este mi pueblo querido, al que, siempre, con el alma, yo le estaré agradecido. No soy hombre de carrera, y además, muy poco tiempo pude asistir a la escuela. Que, porque lo quiso Dios, de varios hijos en casa, era yo el hijo mayor. Y, como mayor que era, para ayudar a mi padre, me sacaron de la escuela. Pero mi afición crecía y cualquier papel con letras, con avidez lo leía. Porque yo ansiaba saber y hasta el sueño me quitaba, mi empeño por aprender.


Y, con tesón y paciencia, el "Cálculo Mercantil" hice por correspondencia. Y como es cosa sabida, que el libro que más enseña es el libro de la vida, me apliqué a él con denuedo; y, con verdadero empeño, me dije: ¡yo quiero y puedo! Después de mucho leer, dije: ¿por qué no escribir? y fue para mí un placer. Escribí versos a cientos, y canciones a millares, y hasta relatos y cuentos. No soy un poeta culto ni tengo preparación. Soy uno que su cultura la lleva en el corazón. No soy un poeta culto, pero lo mismo me da, porque conozco el camino del amor y la verdad. Y como sé caminar sin salirme del camino, así le puedo llamar al pan, pan y al vino, vino. Sin tener que traducir ni obligar a que pregunten: ¿eso que querrá decir?


Y como yo estoy aquí para decir el Pregón, y no para hablar de mí, hago punto. Y me decido a versar sobre las cosas de nuestro pueblo querido. Nuestro pueblo es consecuente, tiene gracia natural, es sencillo y ocurrente. Y su principal faceta, es que omitamos la "S" y pronunciemos la "Z". Lo que algunos forasteros cogieron para inventar, cuentos poco lisonjeros. Unos "que zarga er toro zi ha e zargá, que está esperando que zarga toíto Pegalajá". Otros, sin maldad ninguna, "que zi no hay toros ze zeque toiquitica la azituna". Que, en lo alto de la torre, había un matocho de hierba y subimos a un borrico, para que se lo comiera; y que el burro se reía, apenas que vio el matocho. ¡Ná!, ¡paparruchas!, ¡tonterías! Hay quien por ello se enfada, pero hay que considerar que eso es una payasada. Broma es, y en eso estamos, y por eso nos reímos cuando tal cosa escuchamos.


Nuestro "dejillo" al hablar y usar la "z" es la gracia, que tiene Pegalajar. Y como tiene alegría, viene la gente a este pueblo porque encuentra simpatía. Porque somos especiales, altruistas, generosos y hospitalarios leales. Quien viene a Pegalajar, bendice su buena suerte, porque este rincón de paz, hace feliz a la gente. Y por nada del mundo podía pasar la ocasión que me brinda el Pregón para, mirando al cielo, enviarle mi más profundo recuerdo al entrañable y querido amigo que tanto quiso a este pueblo, el pintor ANTONIO GARCÍA MERLO, que debería estar aquí a mi lado, como yo lo estuve el día que él dio su Pregón: Antonio García Merlo, por su humana condición, todos tenían que quererlo. Que Dios lo tenga en su gloria, así como lo tenemos nosotros en la memoria. Y ahora, vamos a ver el pasado y el presente de nuestro pueblo: Antes, en cuevas vivían, bastantes pegalajeños, que hambre y miseria sufrían. En las pendientes laderas que coronan este pueblo, ellos construían sus cuevas.


Algunos, con mejor suerte, llamados "de media capa", vivían medianamente, en casas de medio pelo... hechas de tosca y de yeso, y tejas mirando al cielo. Otras eran de tapial, con el techo de cañizo y un diminuto corral. En buenas casas, los ricos y viviendo bajo tierra, los de siempre. ¡Pobreticos! En esas cuevas que hacían con pico, azadón y pala, trabajando noche y día. Las Cuevas del Romeral, yo las tengo en el recuerdo y no las puedo olvidar. Les siguen las de la Iruela, después las del Chorreadero, donde vi la luz primera. Luego el Barrio de Triana, al que yo nombro en el himno enalteciendo su fama. En estas cuevas nacieron y se criaron los hijos, de los que las construyeron. Pero, ¡lo que son las cosas! Hoy las cuevas sólo son para gentes caprichosas. Hoy, un tipo con dinero, parece que hasta disfruta con que le llamen cuevero.


Antes en Pegalajar, no había ni asomo de industria donde poder trabajar. Carpintería familiar, alguna zapatería y pare usted de contar. Unos molinos de vigas para moler la aceituna, con muchísimas fatigas. ¡Ah!, y molinos harineros, que eran propiedad exclusiva de los propios molineros. Como aquí no había trabajo, a la campiña se iban para segar a destajo. Y pronto los contrataban porque, como segadores, tenían merecida fama. De la aceituna pendientes, aunque no tenían olivas, vivían las pobres gentes. Así, en la recolección, pagaban lo que debían que era su preocupación. Con jornales de miseria, trabajaban los obreros en esta bendita tierra. Cuando trabajo no había, se aplicaban al esparto, haciendo sogas y lías, cubiertas, también ramales, y jaretas y bozales.


Pero el esparto no daba siquiera para comer; y menos comprarse nada. Así se veían los críos, descalcitos por la calle, hambrientos y mal vestíos. Sin seguridad social y sin subsidios de paro, ¡qué mal lo habían de pasar! Sin subsidio de vejez y sin ayuda ninguna, ¿cómo se podrían valer? En fin, corramos un velo y miremos al futuro, con esperanzado anhelo. No quiero hacerme pesado enumerando, al detalle, lo que el pueblo ha prosperado. No tenemos más que ver, lo mucho que han ensanchado los caminos del saber. Hoy, cualquier hijo de obrero estudia para maestro, abogado o ingeniero. Y en las casas más humildes, el frigorífico está repleto de comestibles. La casa bien equipada con tele, con lavadora, donde no falta de nada.


Móviles, ordenadores, micro-ondas, friega-platos y de las marcas mejores. En bautizos, comuniones, y celebración de bodas, la gente gasta millones. Al trabajo nadie va andando; que van en coche, pero de su propiedad. El que no quiere estudiar, puede aprender un oficio en nuestro Pegalajar. Porque una industria pujante, emplea muchos obreros, que miran hacia adelante. Los muebles que fabricamos se abren paso al mercado, por lo bien elaborados. Que tenemos mucho arte y podemos competir con otros de cualquier parte. De las más sofisticadas, nuestras fábricas de aceites, son por todos admiradas. Hoy se trabaja lo mismo, la electroquímica pura, que el hierro y el aluminio. Que técnicos abnegados hacen que la industria marche a pasos agigantados.


Hoy hay demanda de obreros, en industrias y talleres y han de venir forasteros. Y no puedo terminar sin hablar de las mujeres de nuestro Pegalajar. Son mujeres hacendosas, que, además de ser bonitas, saben hacer muchas cosas. Y no quiero citar nombres, pero las hay más audaces y valientes que los hombres. Solas, con gran ilusión, están llevando adelante su acertada Asociación, con tan arraigado empeño, que hoy es feliz realidad lo que antes fuera un sueño. Hoy es rama empresarial, que está agrandando la fama de nuestro Pegalajar. Como "anagrama" le han puesto Olea Cosméticos, ellas, y han tenido un gran acierto. En su base artesanal “aceite de oliva virgen" de nuestro hermoso olivar. Y las plantas milagrosas con las que están fabricando, tantas y tan buenas cosas. Cosméticos y jabón fabrican estas mujeres, con la mayor ilusión.


Colonias de todo tipo, y perfumes naturales, con un olor exquisito. Sierra Mágina les da las plantas medicinales, para poder fabricar. No quiero extenderme más; sólo que esta empresa tiene ya, fama internacional. Y como tenía que ser, muchos premios merecidos, tiene Olea ya en su haber. Esta empresa de mujeres, siempre estará protegida por la Virgen de las Nieves. Es lícito confesar que mujeres como éstas, honran a Pegalajar. Después de lo expuesto y, para terminar, sólo me resta deciros que, gracias a las mejoras sociales y también por el libre acceso a la cultura, contamos en Pegalajar con un envidiable cuadro de eminentes profesores y profesoras; y gracias también por la marcha ascendente de la industria y la feliz iniciativa de varios paisanos y paisanas, nuestro pueblo hoy no tiene que envidiar a ninguno. Tenemos, además, nuestra magnífica banda de música, compuesta por entusiastas jóvenes del pueblo y dirigidas por un eminente maestro, que hace que esta banda suene como los mismos ángeles. Y, como colofón, tenemos lo que Dios nos ha dado como premio; y es un arte arrollador, como puede verse por la gran cantidad de pintores y poetas que hay en nuestro Pegalajar. Todo esto, sin duda, ha de crear en nuestro ánimo un delicioso ambiente, para que estas Fiestas sean memorables.


Y termino ya el Pregón con esta humilde poesía, que sale del corazón, rogándoos otra vez, que me perdonéis los fallos que haya podido tener. A LA VIRGEN DE LAS NIEVES Pegalajar, con fervor y encendidos parabienes, hoy le canta con amor a su Virgen de las Nieves. Hasta el rumor de la brisa que de los pinos venía, era como una sonrisa hecha son de bulería. Los alegres pajarillos, al filo de la mañana, le cantan por fandanguillos a la Virgen Soberana. Y el sufrido manantial que perdió sus energías, disimula su pesar cantando por alegrías. El viento, que iba gritando por los verdes olivares, hoy se despertó cantando al compás de soleares. Y en el viejo campanario, como locas las campanas, han realizado el milagro de cantar por sevillanas. Que, ¿por qué en Pegalajar se desborda la alegría y se convierte en cantar, hasta la melancolía?


Que, ¿por qué tanta ilusión? ¡Porque es el DIA DE LAS NIEVES! ¡Sobra toda explicación! Muchas gracias y felices Fiestas. ¡VIVA LA VIRGEN DE LAS NIEVES!


HIMNO DE PEGALAJAR I Está bien plantao al pie de la sierra, el pueblo bonito de Pegalajar. Clavelito blanco de mi Andalucía, que tiene alegría y gracia sin par. Su bella Patrona, Virgen de las Nieves, que a todos consuelo y amparo nos da. Es su "Fuente de la Reja" la maravilla, tiene un Barrio "Triana" como Sevilla. Y su Arco de la Encarnación guarda tesoros, que un Califa en sus muros escondió, cuando estuvieron aquí los moros. II Un mar en pequeño con barcas ligeras, y el agua más clara que el mismito sol. Salud y alegría le da al que se baña, que aquí tiene España otro Benidorm. Y son las mujeres de este rinconcito, lo más rebonito del pueblo español. (Al estribillo)


EL HIMNO NACIONAL Todo el mundo se pregunta y se vuelve a preguntar: ¿el por qué el Himno de España no lo podemos cantar? Las orquestas y las bandas de música, lo interpretan, pero no puede cantarse porque le falta la letra. Los himnos de las provincias, pueblos y Comunidades, tienen su letra, y lo cantan a coro, hasta los chavales. En cambio, el Himno de España, nuestro “Himno Nacional”, por carecer de la letra, no lo podemos cantar. A mí me subleva el alma ver que, en las competiciones, no cantamos nuestro Himno como las demás naciones. ¿Es que no merece España que se la deba cantar en fiestas y actos solemnes, siempre y en todo lugar? Si tanto la veneramos dándole vivas y óles, el ¿por qué no le cantamos a España los españoles? Plácido Domingo, hablando un día, en televisión, dijo: ¡quisiera cantar el Himno de mi nación!


Lo mismo que canto otros cuando estoy en tierra extraña, me gustaría interpretar también, el Himno de España. Pero no puedo; y me apena el no poderlo cantar, porque le falta la letra a nuestra Marcha Real. Yo, como autor, ya le tengo una letra preparada a nuestra Marcha Real, para poder ser cantada. Letra, sin ningún matiz y sin influencia ajena; cantándole sólo a España y a su gloriosa bandera. Con referencia al encuentro que logró la hispanidad; ofreciendo amor al mundo y convivencia en la paz. Una copia de esta letra pidiendo autorización, se la envié al Soberano, el Rey de nuestra nación. Su Majestad, amablemente, me contestó, sin tardar, diciéndome que sentía no poderme autorizar. También mandé al Presidente otra copia de la letra, que, agradecido, me dio muy parecida respuesta. Insistí sobre el Monarca, y, esta vez me contestó, diciéndome que me honraba tomar esta decisión.


Pero que no era costumbre de aquella Casa Real, tan feliz iniciativa el poderla autorizar. Yo entonces, como letrista, me tengo que preguntar: ¿qué hay que hacer para ponerle letra a la Marcha Real? ¿Dónde tenemos que ir? ¿Con quién tenemos que hablar? ¿Quién lo debe decidir y nos puede autorizar? Invito, a quien corresponda, a que me dé una razón de el por qué no ha de cantarse el Himno de esta nación. Yo, que ya soy un anciano que está llegando al final, quisiera, antes de morirme, cantar la MARCHA REAL. --------------------------------


LA MARCHA REAL I ¡Viva España!, que abrió surcos de gloria por el ancho mar. Y pudo realizar aquel milagro, que fue el gran encuentro y el alumbramiento de la Hispanidad. (Bis 4 últimos versos). II Nuestra España que siempre soberana, luce el esplendor de su divino sol, ofrece al mundo su invicta bandera, libre y mensajera, Reina del amor. (Bis 4 últimos versos). -------------------------


CUANDO YO ME MUERA ¡Dadme las flores ahora! No esperéis a que me muera, para hacerme una corona. Cuando yo me muera, es igual un candil que una vela, una cama blanda o un lecho de piedra. Eso nada importa, cuando yo me muera. Cuando yo me muera, extended en el suelo una estera y dejad mi cuerpo de cualquier manera. Eso nada importa, cuando yo me muera. Cuando yo me muera, preparad una caja cualquiera, una cruz de palo y una parihuela. Con eso me basta, cuando yo me muera. Cuando yo me muera, nadie diga, con voz lastimera: ¡pobrecito mío!, ¡qué bueno que era! ¡Y a mí, ¡qué me importa, después que me muera! Cuando yo me muera y veis que entre cuatro me llevan, yo todo es lo mismo: llanto, luto, pena. Eso nada importa, cuando yo me muera.


Cuando yo me muera, desead a mi alma que vuela, una dulce calma y una paz serena, y enterrad en seguida mi cuerpo, antes de que hieda. ¡Eso es lo que importa, cuando yo me muera! ¡Dadme las flores ahora! No esperéis a que me muera, para hacerme una corona. --------------------------------


PEGALAJAR Quien dice Pegalajar, dice Rincón de la Gloria, hecho piropo y cantar. Pegalajar, ¡sí señor! ¿Qué tiene usted que alegar? Un pueblo con más salero usted no lo encontrará, aunque corra el mundo entero. Corona su sien augusta la diadema del pinar, mientras al talle se ajusta su vestido de olivar. Verde como una esmeralda, que embriaga y que fascina. Verde de almendro y de parra, verde de pino y de oliva. En un jardín de fragancia, hecho plegaria y canción, está la Virgen de Gracia en éxtasis de oración. Y allí, a los pies de la ermita, con transparencia opalina, el agua sale bendita por esa Virgen divina. Y porque tiene ese hechizo, esa luz y ese color, es mi pueblo un paraíso que en la tierra puso Dios. Abanico de caminos y vereíllas de luna, por donde los campesinos se van para la aceituna.


¿A dónde nos toca hoy? Iremos a Los Charcones. Lo siento, pero no voy, que me duelen los riñones. Vente conmigo a la huerta, que me ha tocao regar. No, que dice la parienta que no me debo mojar. Unos al hombro la azada, otros con yunta y apero; y aquél que no lleva nada, el hijo del manijero... Sí, pero todos trabajan cultivando el olivar, y vienen, suben y bajan en constante trajinar. Olivarito en la loma, en lo que fue un pedregal, donde la casita asoma como un blanco palomar. Mirándose en el barranco otro pequeño olivar, y otro y otro más abajo, y otro y otro más allá . Rastras, que son arañazos de tormentas que pasaron, entre los firmes ribazos que, a las piedras, se agarraron. Collados, lomas y cuestas de caminos en zig-zag, y albarradas que sustentan la pequeña propiedad. Así de humilde y austera es la hacienda familiar. La cosecha venidera, ¡Dios mío!, ¿cómo será?


Pueblo sufrido y honrado, sin atisbos de maldad; y que vive confiado, a la buena y de verdad. Por naturaleza alegre y por instinto cabal. Tiene el alma transparente, como el más limpio cristal. Para el extraño, un amigo hospitalario y leal. Para el paisano querido, un hermano fraternal. Aquí, nadie es forastero y todo el mundo es igual. Se da el corazón primero; después, se da lo demás. ¡Compruébelo, buen amigo! ¡Ya verá como es así! ¡Venga a mi pueblo conmigo y se sentirá feliz! --------------------------------


SOÑAR Y CANTAR Las Fiestas llegaron y, en el alma mía, de nuevo brotaron flores de alegría. Rompí las cadenas que me aprisionaban; arrojé las penas que me atormentaban y, con voz sonora, dije en un cantar: ¡Viva la Patrona de Pegalajar! Y seguí cantando, mientras las campanas iban repitiendo: ¡tan!, ¡tan!, ¡tan!... Con el pensamiento, que es luz de la vida, cantaba muy dentro mi voz escondida. Y es que mi cantar se me ha vuelto sueño; y vuelve mi voz, en un loco empeño de brindar cariño, por volver a ser otra vez un niño. Y poder correr con impulsos rudos, tras de los gigantes y los cabezudos. Volver a su gloria recuerdos marchitos, montar en la noria y en los caballitos.


Con una gorrilla de teja curvada, y una trompetilla de lata dorada. Ser el mismo río que vuelve a brotar. Ser de nuevo el crío que sabía cantar. Como si a mi encuentro volviera el pasado, y el reloj del tiempo se hubiera parado, en el florecer de impensadas horas, en amanecer de nuevas auroras. Violar el presente que mis pasos guía, burlando a la muerte con la fantasía. La muerte se aquieta ante el noble empeño. Ya dijo el poeta que la vida es sueño. Por eso, ¡a vivir!, que son cuatro días, cambiando el sufrir por las alegrías. Nada de zozobra, penas ni amargura, que sabéis de sobra, que es una locura. Amar y soñar con sueños de niño, que no existe paz donde no hay cariño.


Y luego pensad, que todo egoísmo es una ruindad. Que guardar rencor es, sin duda alguna, la ruindad mayor. Que no dar la mano al que está caído, es siempre inhumano. Que de la maldad huye para siempre la felicidad. Que la sinrazón, es lo que envenena nuestro corazón. Seamos mejores, llenando la vida de amor y de flores. Y ahora..., ¡a cantar!, ¡a borrar las penas y a vivir en paz! ¡Viva la alegría de vivir soñando, y la fantasía se soñar cantando! ¡Vamos a brindar! ¡Viva la Patrona de Pegalajar! ----------------------


LA MUERTE DEL TÍO Ya se está muriendo el tío, que deja un gran capital, y todos han acudío sin tenerlos que llamar. Desde el mayor al menor, a la casa van llegando, porque el tío, ¡qué dolor!, está acabando, acabando. En las manos un rosario le ponen al moribundo; aquel tío millonario que vivió pobre en el mundo. El que tanto trabajó y hasta pasó privaciones, para dejárselo to a esta panda de bribones. Todos a una suspiran haciendo como que rezan, esperando a ver si expira y, al fin, dobla la cabeza. No hay amargura ni pena, ni el menor escalofrío; hay diez sobrinos que esperan a que la "diñe" su tío. Con lapicero y papel, hacen cuentas cada cual, con el ansia de saber a cómo van a tocar. Por encima, calculando, treinta millones y pico. ¡Ay, hermanito Fernando, que pronto seremos ricos!


Las mujeres, junto al tío, se agrupan para rezar; y, en vez de decir ¡Dios mío!, dicen: ¡adiós que te vas! ... Ave María... Como hay jamones colgaos y buen vino de Jerez, se están poniendo moraos de comer y de beber. Hasta que una madrugá que todos se habían dormío, con la guadaña afilá, se llevó la muerte al tío. Cuando, al despertar, lo vieron sobre la cama, tan tieso, por lo bajini dijeron: ya se ha muerto el tío Nemesio. Y, ¡cómo disimulaban, pa cubrir el expediente! ¡Algunos, hasta lloraban, por el decir de la gente! Mandaron por chocolate y bollos para mojar, y el tío, tirao en un catre, con la cara amoratá. Cuando llegó el nuevo día, los diez sobrinos, muy serios, el pésame recibían de los vecinos del pueblo. ... Te acompaño en el sentimiento, lo siento, te acompaño en el sentimiento... Luego, como pingüinos, en el entierro del tío, aparecen los sobrinos de negro luto vestíos.


Pero más negra llevaban en el fondo, la conciencia, porque, mientras lo enterraban, discutían de la herencia. Cuando dejaron al tío tres metros bajo la tierra, entonces empezó el lío y es cuando vino la guerra. Discutiendo y discutiendo lo que se piensan llevar, en el mismo cementerio salieron a bofetás. ¡Qué vergüenza! ¡Santo Dios! Esto así no puede ser; desde el mayor al menor, iban diciendo los diez. Si ya somos millonarios, hermanos, ¿qué más queremos? Debemos de conformarnos con mil duros más o menos. ¡Sí, sí!, ¡pobres sobrinitos! millonarios de ilusiones... ¿Qué más le da mil duritos, teniendo tantos millones? ... ¡Ja!, ¡ja!, ¡ja!... El tío tuvo talento y, antes de ponerse malo, hizo un día testamento, sin dejarles ni un ochavo. Diez millones a un asilo; al hospital, otros diez, y para los diez sobrinos, ni un clavo de la pared. Al criado, que era un guasa, le dejó varios terrenos; y a la criada, la casa, para que no fuera menos.


Así que, cuando volvieron, terminado el funeral, en la puerta les dijeron, que allí ya estaban de más. El notario, el testamento en alta voz lo leía, mientras los diez elementos de su tío maldecían. El luto se lo arrancaron, y se pusieron la ropa, con la que al pueblo llegaron, porque no tenían otra. Los diez, a grito pelao, del mayor hasta el menor, sin dinero y renegaos, se van para Badajoz. Yo los vi junto a una fuente, al pie de la carretera, y, la verdad, ¡pobre gente!,. oyéndoles me dio pena. Amargados y mohínos, decían, con gran vehemencia, a un tiempo los diez sobrinos: ¡vaya tío sinvergüenza! ¿Sinvergüenza? Y ellos, ¿qué? A mí me dio escalofrío, al ver cómo maldecían los diez sobrinos, al tío. Y es que, para la ambición y el endiablado egoísmo, nada cuenta el corazón. Queramos o no, así es. Que en esta maldita vida, sólo reina el interés. ----------------------------


TU SOLEDAD (A UNA SOLTERA) La soledad del lirio en escondida umbría, cubierto por el hielo. Soledad de paloma que, aterida de frío, no pudo alzar el vuelo. Soledad de la barca que, a merced de las olas, se perdió mar adentro. Soledad de campana, silenciada en la torre de abandonado pueblo. Soledad de aquel puente, por donde nadie pasa, porque el río está seco. Soledad de la rosa, que se va deshojando en los brazos del viento. Soledad de la luna, prisionera en las sombras del nubarrón viajero. Soledad de ilusiones, cabalgando en las horas del rosario del tiempo. Ésta es la soledad que te está consumiendo, y que llena tu alma de amargura y silencio. Ya es hora que te sientes delante del espejo, en actitud serena, y le pidas consejo.


Te dirá: ¡enciende fuego de amores, en tu pecho, que iluminen por siempre tu caminar incierto! Deja que se libere y que llegue hasta el cielo, soñando primaveras, la savia de tu cuerpo. Está pidiendo a gritos tu vida un compañero, que comparta contigo avatares y sueños. Piensa que ya, en tus sienes y en tu sedoso pelo, atardeceres grises están apareciendo. Que tus mejillas rosa están palideciendo y que pierde tersura la esbeltez de tu cuello. Tienes que apresurarte y ganar tiempo al tiempo, antes de que te invada un fatal desaliento. Tu soledad me espanta, pensando en el momento que te falten aquéllos que al mundo te trajeron. Porque, cuando te falten, verás, con sentimiento, la amargura en tu alma y un gran remordimiento, por haber arrojado, sin ningún miramiento, las flores que, en tu puerta, te fue dejando el viento. -----------------------------


HIMNO DEL ACEITE Si el petróleo es oro negro de países productores, el aceite es oro nuestro, oro de los españoles. Es de máxima importancia su riqueza y gran valor. Nuestro aceite, sin jactancia, en el mundo es el mejor. ESTRIBILLO Andalucía, verde olivar, nada en el mundo se te puede comparar. Oro español, oro español, es nuestro aceite, nuestro vino y nuestro sol. Porque da salud y vida y acaricia el paladar, el aceite de mi España tiene fama universal. En el mundo nunca tuvo ni tendrá competidores, nuestro aceite siempre ha sido el mejor de los mejores. ¡Por favor!, que no se diga que de otro lo gastamos, si tenemos el de oliva que nosotros cosechamos. Con ninguna grasa extraña se debiera cocinar, si tenemos el de España que alimenta mucho más. (Al estribillo)


NUESTRO ACEITE Oro español es nuestro aceite, nuestro vino y nuestro sol. Consuma aceite español, y ya verá que su cuerpo funciona como un reloj. Porque tiene cualidades, para bien alimentarnos y evitar enfermedades. Es balsámico y nutriente y, por eso su consumo hace feliz a la gente. Hasta los grandes doctores recomiendan nuestro aceite, para calmar los dolores. Calorías y proteínas aporta, abundantemente, nuestro aceite a las cocinas. También se suele emplear en cosmética, el aceite de nuestro verde olivar. Recuerdo que, cierto día, un señor, de edad madura, en el parque me decía: yo no sé qué voy a hacer, para conservarme sano y hacer frente a la vejez. Es muy sencillo, señor; le dije sinceramente, yo que también soy mayor. ¿Quiere que le dé un consejo?: consuma aceite de oliva y nunca se pondrá viejo.


De oliva, pero español, que tonifica, alimenta y sabe mucho mejor. Y hasta tiene la virtud de hacer más larga la vida y conservar la salud. Y puede verlo por mí: que sigo activo, soñando y con ganas de vivir. Y soy bastante mayor; pero me mantengo joven con el aceite español. Por eso, mi preferido en guisos y en ensaladas, nuestro aceite siempre ha sido. Y si es la comida frita, con el aceite de España me sabe a gloria bendita. Así que, mi buen señor, si quiere vivir feliz, consuma aceite español. El que da nuestro olivar, que, para gloria de España, tiene fama universal. -----------------------------


MIS SEÑAS DE IDENTIDAD Yo tengo una coroneta como una luna lunera, y, alrededor, una blanca y alisada cabellera. Frente ancha y ampulosa que destaca sobre el pelo, y manchitas en las sienes, como las tenía mi abuelo. Antes, yo tenía un color muy parecido al del trigo; hoy, el color de mi cara se parece al pan de higo. ¡Qué cosas tiene la vida! ¿Quién había de pensar que, con el tiempo, se pierde hasta el color natural? Conservo las cejas negras y las pestañas también, pero los ojos, ¡qué pena!, se han vuelto color café. Menos mal que yo no soy de esos viejos legañosos, que se limpian con la manga, boca, narices y ojos. Tengo grandes las orejas, pero no llevo pendientes; no quiero, en ningún momento, que me confundan las gentes... Tengo chata la nariz, como la de una tortuga, y, encima de la nariz, me ha salido una verruga.


Sobre el labio superior voy luciendo un bigotillo, que parece que lo hicieron con las ramas de un tomillo. A menudo lo recorto porque se mete en la boca, y a mí, el contacto del pelo me da asco y me sofoca. Tengo la boca pequeña, pero me apaño con ella, aunque tenga que comer grano a grano la paella. Tengo, a falta de las muelas, una prótesis dental; y, con ella me defiendo, para poder masticar. Tengo una bonita chepa y soy algo desgarbado, que se me nota al andar, porque me venzo de un lado. Un hombro lo voy subiendo y el otro lo voy bajando, y parece que, al andar, un cha-cha-chá voy bailando. Me dijeron: ¡mira al cielo y endereza el espinazo! Y, cuando al cielo miré, tropecé y di un "esportazo". No tengo grasa en el cuerpo, tampoco soy barrigón, no soy un cabeza gorda, ni tampoco un tío culón. No soy viejo "cascarrabias", que soy alegre y jovial; me gusta escribir poesías, contar chistes y cantar.


Los callos y ojos de gallo los he podido vencer, porque a menudo me lavo los entorpecidos pies. Me olvidaba una verruga que tengo en sitio sagrado..., y otras cosas que, al nombrarlas, me causan dolor y enfado. Estas cosas que no digo me llenaron de amargura, al tener que claudicar en mi última aventura. ....... Fue que una niña morena quiso conmigo ligar, y yo, en quimérico sueño, le dije: ¡vamos allá! Y fracasé en el intento. ¡Qué momento tan fatal! Desilusionado y triste, de pena me eché a llorar. La morena, compasiva, intentaba consolarme, mientras que yo, avergonzado, sólo pensaba en ahorcarme. Ella, toda entristecida, al ver mi desolación, se fue tirándome besos y pidiéndome perdón. ....... Creedme, que no exagero; he contado la verdad, y aquí quedan reflejadas mis señas de identidad. ------------------------------


ASÍ SOY YO Enamorado del arte, en mis versos y en mis coplas va la verdad por delante. .......... Nunca ambicioné ser rico, porque tengo la virtud de ser como un niño chico. Y, ¿para qué quiero más?, si ése es el mayor tesoro que el cielo me pudo dar. No soy un poeta culto, ni tengo preparación. Soy uno que su cultura la lleva en el corazón. No soy un poeta culto, pero lo mismo me da, porque conozco el camino del amor y la verdad. Y como sé caminar sin salirme del camino, así le puedo llamar al pan, pan y al vino, vino, sin tener que traducir, ni obligar a que pregunten: eso, ¿qué querrá decir? Mi poesía está en lo ignoto abismal de mis empeños, condensada en la tiniebla delirante de mis sueños. ¡No desentrañéis mi obra, que es como matar el sol! Mi obra es una quimera de ilusiones y de amor.


De esta verdad sois testigos los que ya me conocéis y sois mis buenos amigos. Mi vida, un tanto azarosa, junto a vosotros la veo, siempre de color de rosa. Igual que el año pasado vuelvo a sentirme feliz, porque os tengo a mi lado. Un año más, ¡qué alegría el poderlo celebrar en tan grata compañía! En la vida todo importa; pero a mí, vuestra amistad es lo que más me conforta. Noventa y dos estaciones acaba de recorrer el tren de mis ilusiones. Y yo quisiera saber el número de estaciones que faltan por recorrer. Sé que tengo que palmar... Pero, ¿por qué no vivir unos pocos años más? A mí no me importaría, el celebrar con vosotros muchos años todavía. ¡Brindad conmigo! ¡Brindad, porque tengamos salud y un completo bienestar! Y contad con el cariño de este incorregible anciano que morirá siendo un niño. -------------------------------


PIROPO Y CANTAR Vibrante de amores, mi pueblo querido es como un piropo que se hizo cantar. Sus gentes derrochan agudez y encanto; eso que se llama gracia natural. La "Fuente La Reja" de nuevo ha querido, por obra del cielo, volver a manar. Y la invicta Charca, alma de este pueblo, vuelve a ser de nuevo un pequeño mar. Hoy, un sol radiante, besando en los montes sus altos relieves vino a publicar, esta hermosa fiesta del "Día de las Nieves", día de nuestra augusta Madre Celestial. En la vieja torre, un son de campanas alegran el alma con su repicar. Los cohetes suben, la música suena, y el ambiente es todo de gloria y de paz.


Vivamos las fiestas con la fantasía, a que nos obliga su gran esplendor. Olvidemos penas, sembrando alegría y haciendo que reine tan sólo el amor. Estrechemos lazos de amistad sincera, llevando en los labios, dispuesto, un cantar. Digamos a coro con el alma entera: ¡VIVA LA PATRONA DE PEGALAJAR! ---------------------------


LA LUZ DEL ALMA Siempre, con un buen humor, estarás libre de penas y de espaldas al dolor. La risa es la luz del alma, porque tiene la virtud de devolvernos la calma. Si eres amable y jovial, estarás a bien contigo y también con los demás. Si te ven siempre enfadado, te dirán, y con razón, que eres un inadaptado. Hay que cantar y reír, para conservarse sano y no pensar en morir. La risa hace maravillas; aunque, para provocarla, recurran a las cosquillas. Riendo sientes placer, ayudando a tu salud y frenando la vejez. Ante todo, no es prudente ir de guasón por la vida, riéndose de la gente. Sospecha de la persona que te halaga y te saluda, con una risa burlona. Es prueba de simpatía una risa franca y sana, sin sombra de hipocresía. Harás bien la digestión, si, después de las comidas, te ríes a discreción.


La risa es reconfortable, ayuda a la convivencia y, además, es saludable. Riendo con alegría, el hígado se libera de la bilis que tenía. Porque vibra con la risa lo mismo que el corazón, que hasta late más deprisa. La sangre circulará con más brío por las venas, si te ríes de verdad. Hasta el aire que, viciado, se acumula en los pulmones, riendo, será expulsado. Hasta en los malos momentos, es conveniente reír para ponerse contentos. La risa es reveladora de un corazón generoso y de un alma encantadora. Siempre te saldrá mejor, si te ríes en el instante de estar haciendo el amor. Porque no existe pasión y el amor pierde su encanto, si está triste el corazón. Enfermarás, si te enfadas; y por eso, lo mejor es reír a carcajadas. Si tomas la vida en serio, pronto serás una cruz clavada en el cementerio. Jamás vivirá sufriendo el que se acuesta cantando y se levanta riendo.


Hay que pensar que la risa, es la que dice a la muerte: ¡espera!, ¡no tengas prisa! Aprendamos a reír, para que este mundo sea más humano y más feliz. -----------------------------


LA FUENTE Mansa, cristalina y pura era el agua de la fuente; que, con amante dulzura, calmó la sed de la gente y apagó su calentura. Se volvió arroyo después y, antes que tomara brío, sin pensarlo fue a caer al ancho cauce del río y a la mar se fue con él. El río, que se alimenta de arroyuelos cristalinos, esto no lo tuvo en cuenta; y arrasó fuente y caminos cuando pasó la tormenta. Y es que el río, en su caudal, de los arroyos se olvida; y convierte en lodazal la fuente que le dio vida, pensando sólo en el mar. La fuente, claro lucero, queda, en su pena, angustiada, lanzando gritos al cielo, pero no consigue nada, porque el río es lo primero. ¿El río?... Y, ¿qué es el río sin la fuente, que, celosa, lo amamanta? ¿Qué será de la corriente, si es que la fuente le falta?


El río encuentra en el mar la mentira de su suerte; pero el claro manantial, que le da vida, es la fuente y la fuente es la verdad. La fuente es donde nacimos y vimos la luz primera; donde cien veces reñimos, en la calle y en la escuela, para seguir siendo amigos. Yo, a mi fuente volveré cuando se acerque el final, porque allí canté y lloré, y allí quiero terminar la vida que allí empecé. Nada me importan los ríos que van corriendo a la mar. Yo me iré junto a los míos, cuando, para caminar, me estén faltando los bríos. ¡La Huerta y el Olivar, Bercho, Triana, la Iruela, la Charca y el Romeral! ¡Ay, que mi alma se llena de recuerdos al cantar! -------------------------------


EL PAJARILLO En Belén, un pastorcillo llegó a la cuna del Niño, y le ofreció un pajarillo en prueba de su cariño. El Mesías acarició, dulcemente, al animal, lo bendijo y lo soltó, incitándole a volar. No pudo emprender el vuelo, porque apenas lo intentó, cayó de bruces al suelo, e inanimado quedó. Pero el Mesías le tocó sus alitas, con ternura, y el pajarillo voló alrededor de la cuna. Luego, se vino a posar, muy cerquita del Mesías, y se le puso a cantar angustiadas melodías. El Niño Jesús temblaba, tristemente emocionado, diciéndole que volara, por el campo y por el prado. Al pastorcillo llamó y le dijo: ¡por piedad! Vete al campo y déjalo en completa libertad. Que vuele por donde quiera, que volar es su destino, antes de que se te muera de tristeza en el camino.


Agradezco tu atención al hacerme tal regalo, pero es que, hasta el corazón, se me encoge de escucharlo. Le contestó el pastorcillo, con humilde devoción: pregúntale al pajarillo si quiere volar o no. Y Jesús le preguntó: ¿no quieres la libertad? Y, al momento, contestó: "yo" prefiero tu amistad. Prefiero estarme contigo y cantarte, si me das un puñadito de trigo que me pueda alimentar. En su mano le dio el trigo al pajarillo, Jesús, y dijo: seré tu amigo, ya que así lo quieres tú. Y tus padres, ¿qué dirán?, ¿qué dirán tus hermanitos? Es seguro que estarán por ti, desesperaditos. Ellos te estarán buscando por esos campos de Dios, y tú, junto a mí cantando. ¡Anda, vete!, ¡por favor! El pajarillo angustiado le contestó al Redentor: si no he de estar a tu lado, mejor que me lleve Dios. A mis padres los mataron en una guerra infernal. Nuestro nido destrozaron y yo me pude escapar.


Mis hermanitos también andan por ahí perdidos, o habrán muerto, no lo sé si están enfermos o heridos. Hermanos en la miseria, hermanos en el dolor... Que ya no hay cosa en la tierra que se parezca al amor. Por todas partes bandadas de pajarillos sin nido, con las alas destrozadas, condenados al olvido. Dando gritos de terror, de tristeza y agonía, esperando al Redentor que los libere algún día. A ti, te están esperando los náufragos de la suerte; ésos que se están llevando con tanta crueldad la muerte. Los que en la playa desierta, sin sitio para anidar, son una esperanza muerta, por falta de caridad. Que van y vienen huyendo, asustados, perseguidos, por ese voraz incendio que quemó sus pobres nidos. Te esperan los marginados y te esperan los que lloran, esos seres angustiados que tú sabes que te adoran. Tú tienes que remediar tanta miseria y dolor, trayendo al mundo la paz, la armonía y el amor.


Condenando la avaricia y premiando la bondad, dando paso a la justicia, la razón y la verdad. Que acabe la tiranía de los que encienden la guerra, y que reine la alegría y la paz sobre la tierra. Sólo tú puedes hacer que este mundo sea mejor, porque tienes el poder de ser el Hijo de Dios. Y ya no pudo hablar más el pajarillo infeliz; sólo intentaba piar, como si fuera a morir. El Niño Jesús, contrito, lo intentaba consolar, diciendo: tendrás un sitio donde poder anidar. Y todos los oprimidos, los pobres, los angustiados, también serán redimidos y por siempre liberados. Pajarillo, confía en Dios, que a todos ha de salvar, con la gracia de su amor, y hará que reine la paz. El Niño Jesús hablaba de fe y esperanza en Dios, y el pajarillo piaba, lleno de angustia y dolor. Y al decirle, verás tú felices a tus hermanos, el pajarillo a Jesús, se le murió entre las manos. --------------------------------


HOMENAJE QUE ME OFRECE MI PUEBLO EN 1.992 Es para mí un gran placer recibir este homenaje, que no creo merecer, pero que me satisface en el fondo de mi ser. Esta manifestación de cariño y simpatía, se adentra en mi corazón y me llena de alegría, de entusiasmo y de ilusión. Lejos y cerca de aquí nunca me podré olvidar, y, hoy, mi alma está feliz, porque sé que es de verdad eso que sentís por mí. Y las ramas reverdecen del árbol que aquí ha nacido, que, aunque el tiempo lo envejece, nunca se da por vencido y, lleno de amor, florece. Me sobra con vuestro aliento, para seguir todavía lo que me quede de tiempo, viviendo de fantasía, que es el mejor alimento. Fantasía de inventar motivos para vivir, para soñar y cantar y, hasta sentirme feliz, dentro de mi soledad.


Con mis coplas por bagaje, ya siempre estaré diciendo: ¡gracias por vuestro homenaje! Y lo estaré repitiendo hasta el final del viaje. Reciba Pegalajar, de verdad, de corazón, un abrazo fraternal del "Chato de Miguelón", "El Niño del Romeral". -----------------------------


SAN GREGORIO, PATRÓN DE PEGALAJAR ¡Qué bonito! Hoy celebramos la Fiesta de San Gregorio bendito. Nuestro querido Patrón que, gracias a un gran milagro, de la plaga nos salvó. Y fue un caluroso día, cuando nuestros segadores de la campiña volvían. Venían de los cortijos, ansiosos por abrazar a sus esposas e hijos. Tan contentos regresaban al pueblo que los quería y que su vuelta esperaba, cuando vieron angustiados una plaga de langosta por sus calles y tejados. Aquella maldita plaga, la huerta y el olivar a su paso devoraba. Alarmado el vecindario, a San Gregorio invocó y éste realizó el milagro. Se fueron de nuestro suelo los cigarrones malditos, que volaron hasta el cielo. Un viento los llevó al mar y ya, nunca más volvieron a nuestro Pegalajar. Desde entonces es Patrón San Gregorio de este pueblo, que lo saca en procesión.


Yo, de niño, iba descalzo, acompañando su imagen, despacito, paso a paso. Hoy, en esta procesión, va poca gente descalza, acompañando al Patrón. Pero, lo mismo que antes, queremos a San Gregorio todos los acompañantes. Que, con devoción y fe, no importa nada que vaya descalzo o calzado el pie... San Gregorio, tú verás si tiene o no fundamento mi forma de razonar. Acabo de cumplir hoy mis ochenta y cuatro años. ¡Mira qué viejo que soy! Vengo a verte, sin embargo, porque quiero que le hagas a este pueblo otro milagro. Como el que hiciste antaño, librándolo de la plaga, que pudo hacer tanto daño. El milagro que te pido, es que devuelvas el agua a este pueblo tan sufrido. Que la pena nos embarga y la angustia nos devora, desde que nos falta el agua. Que este pueblo, entristecido, no es sombra de lo que era desde que el agua ha perdido. Haz que llueva suficiente, para que vuelva a brotar aquel agua de la Fuente.


Piensa que ese manantial es la vida y la esperanza de nuestro Pegalajar. ยกSan Gregorio!, ยกhaz el milagro! Te lo pide, por el pueblo, con fervor, Francisco Almagro. ----------------------------------


UN AÑO MÁS Un año más ... Doce hojas que cayeron de mi viejo calendario y, con el viento, se fueron. ¿Cuántas quedan todavía? No lo sé... Para averiguarlo, me falta sabiduría. Ya ni lo pienso siquiera. Es mejor no cavilar y que sea lo que Dios quiera. Reloj del tiempo... Reloj que vas contando mis horas, ¡no te pares!, ¡por favor! Que aquí donde tú me ves, estoy a solas lidiando el toro de la vejez. Burlando sus arrancadas y esquivando, a cuerpo limpio, sus alevosas cornadas. Y me invento melodías, sin echar cuenta del tiempo que me queda todavía. Sueño..., vivo en el presente, pero, mirando al futuro y dando amor a la gente. El tiempo me dio experiencia, pero no pudo manchar mi inmaculada conciencia. Y canto, porque cantar es lo que aprendí primero, antes de saber hablar.


Y río, porque reír es lo que alumbra el camino y hace a la gente feliz. Yo, de mi sombra me río, porque, a pesar de los años, sigo siendo el mismo crío. Noventa y dos escaleras que subí, con mil fatigas, siempre orillando las penas. Oteando ya el final, doy suelta a mis pensamientos entre cantar y cantar. Son los de un alma atrevida, que ha bajado a bucear hasta el fondo de la vida. Alguien dirá "solearillas", pero yo a mis pensamientos, sólo los llamo coplillas. ...... La vida no se repite. Disfrútala cuanto puedas, antes que Dios te la quite. Si no estás a bien contigo, ¿cómo lo puedes estar con la gente ni conmigo? Felicidad no es llegar a la estación de destino; todo está en saber viajar. Nunca estarán satisfechos los que olvidan sus deberes y reclaman sus derechos.


Donde todo el mundo es alguien, si tratas de averiguar, ya verás que nadie es nadie... No existe verdad absoluta, y no es mejor carpintero el que saca más viruta. Quien tiene mala conciencia, defiende sus desaciertos como si fuera su herencia. Un artista de verdad se enamora del silencio y vibra en la soledad. Una idea original hace del hombre un chiflado, hasta que llega a triunfar. La palabra rimbombante sirve para impresionar y nunca para informarte. Hoy estamos los mortales perdidos en un camino, que está lleno de señales, pero sin ningún destino.

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EL HOGAR DEL JUBILADO Por fin en Pegalajar, tenemos los jubilados un rinconcito de paz. Un lugar, de recreo y de expansión, con mesas para jugar al tute o al dominó. Y charlar, con toda la libertad que nos pida el corazón. Este "Hogar del Jubilado", lo debemos respetar como si fuera sagrado. No echar colillas al suelo; para eso, cada mesa tiene puesto un cenicero. Y, si tenéis que escupir, id a escupir a la calle, pero no escupáis aquí. Y que ningún "abuelete" ensucie donde no debe; para eso está el retrete. No olvidéis que en el lavabo, después de usar el servicio, hay que lavarse las manos. Y a ver, si es que puede ser, que en el suelo no se vea, jamás, tirado un papel. También, por el bien de todos, tengamos educación, comprensión y buenos modos. Que nadie venga a reñir, a dar voces ni a gritar, porque le echamos de aquí.


¡Por favor, amigos míos!, que no digan que los viejos somos peor que los críos. Aquí se viene a jugar a la brisca, si usted quiere, pero sin alborotar. Las jugadas, modestitas, que nadie pierda ni gane más de veinte pesetitas. Así, muy poquito a poco; que la pensión no es tan grande, para jugar a lo loco... Respetando estos consejos, nos sentiremos dichosos, en este pueblo, los viejos. Viviremos cada día, hasta que nos lleve Dios, en sana paz y alegría. .......... ¡Echadme cartas, que juego! Las cuarenta y veinte en bastos... Compañeros, ¡hasta luego! -----------------------------------


SI YO LO SUPIERA Mientras quedan años quedan primaveras, quedan estaciones y salas de espera, para los que parten, para los que llegan, para los que viven, para los que medran. Mientras quedan años... Pero, ¿cuántos quedan? ¡Ay, Dios de los cielos, si yo lo supiera! Mientras quedan años quedan ilusiones, dolor y alegría en los corazones. No importa ser viejo para estar soñando, si el sol de la vida te sigue alumbrando. Mientras quedan años... Pero, ¿cuantos quedan? ¡Ay, Dios de los cielos, si yo lo supiera! Mientras quedan años no faltarán flores, habrá desengaños y habrá sinsabores. Pero habrá una vida más corta o más larga y esa vida, amigo, hay que aprovecharla. Mientras quedan años... Pero, ¿cuantos quedan? ¡Ay, Dios de los cielos, si yo lo supiera!


Mientras quedan años, probamos la suerte, y es porque olvidamos que existe la muerte. ¡No me la recuerdes, que me pongo triste! Es mucho mejor pensar que no existe. Mientras quedan años... Pero, ¿cuántos quedan? ¡Ay, Dios de los cielos, si yo lo supiera! ---------------------------


EL PUEBLO DE LA CHARCA Jaén tiene en su provincia un pueblecito ideal, para pasar el verano y para vivir en paz, alegre, contento y sano. Que, ¿cómo se llama el pueblo? Se llama Pegalajar. Está en la falda de un cerro y tiene un pequeño mar, tan azul como su cielo. Es un espejo de luz el agua del manantial. ¡Vaya milagro andaluz! Un parque para soñar, una ermita y una cruz. "La Charca", así se la llama, pero yo la llamo mar, para enaltecer su fama. Que, ¿es pequeña? Y, ¡qué más da!, pero es bonita y galana. No me digan que exagero, llamando mar a un estanque. Le llamo así, porque quiero; porque el mar será más grande, pero con menos salero. Sobre el agua, las barquitas fragantes de sol y aromas, se deslizan ligeritas, con las risas y las bromas de las tiernas parejitas.


Que tiene infinita gracia este pueblo "pajolero". Por aquí todo el que pasa, español como extranjero, se encuentra igual que en su casa. ........ P Piropo de luz y flores E este gran Pegalajar, G goza repartiendo amores, A alentado en su bondad. L Leal, amable y honrado, A alegre y trabajador, J juguetón y apasionado, A altruista, soñador, R rumboso y enamorado. ------------------------------


UN CORAZÓN DE NIÑO Yo tengo el alma limpia como el azul del cielo, y un corazón de niño que voy a regalar, a quien le dé a mi vida un poco de consuelo, y diga ¡yo te quiero!, aunque no sea verdad. Necesito unos ojos donde poder mirarme. Necesito unos labios que me brinden amor. Necesito unos brazos que quieran abrazarme, y quieran ayudarme a enterrar mi dolor. A cambio, lo doy todo a cambio. Que no me pregunten qué puedo ofrecer. Con tal que me quieran, lo doy todo a cambio, el alma, la vida y todo mi ser. No soy flor de la ribera ni amapola de trigal. Soy alondra mañanera, que nací para cantar y querer a quien me quiera. -------------------------------


EL TORERO PINTOR Siempre estará en el recuerdo de Pegalajar, la tarde que toreó Antonio Merlo. Una guitarra, un pincel y, en la arena de la plaza, un torero de cartel. La guitarra, descordada, envuelta en sombras de olvido, estaba como embrujada, mientras el fino pincel iba dibujando sueños de gloria, en el redondel. Molinetes, naturales, sintonizados al ritmo y compás de soleares. Valentía y puro arte, duende y misterio en el temple y esencia del mejor cante. Entre vítores y óles, la plaza se convertía en un volcán de clamores. De pronto, el torito fiero, en alevoso derrote, tiró en la arena al torero. Con tal furia corneaba, que, al aire, lanzó el estoque y al diestro se le clavaba. Un ¡ay! por todo el tendío, llenó de sombras la tarde al ver al torero herío. ¡Qué pena! Después de tan gran faena, el torero, con su sangre, iba regando la arena.


La guitarra, descordada, en las sombras de su olvido llorando se desgarraba. Y el pincel, teĂąido en sangre, triste, se alejĂł del ruedo, pintando sueĂąos al aire. Hoy, el torero pintor, al pincel y a la guitarra, se entrega con gran amor. -------------------------------


DOS FLORES (ACRÓSTICO) A mi amigo Antonio García Merlo, en recuerdo de sus queridas hijas Rosamari y Macarena. M A C A R E N A

¡Maldito abismo de horrores! ¡Ay, qué amarga desventura! ¡Cómo arrebató mis flores aquel viento de locura! Rosal que tuvo tres rosas en una sola quedó. Ningún dolor se compara al dolor que tengo yo.

R O S A M A R I

Rosamari, Macarena, olas del mar de mis sueños; siempre las tuve a mi vera, alentando mis empeños. Mi vida, barco sin rumbo, al perderlas a las dos, rueda triste por el mundo, inmersa en su gran dolor.

A ¡Ay, qué injusto ha sido el cielo! N Nunca pensé merecer T tan amargo desconsuelo. 0 ¡Oh, Señor!, dime por qué N nublaste las alegrías I infinitas de mi fe. 0 ¡Oh, qué dolor de hijas mías! M Me sangra el alma de pena. E Eran fruto de mi amor, R Rosamari y Macarena. L Las dos se las llevó Dios. O ¡Oh, qué terrible condena! ----------------------------------


OLÉ CON OLÉ Y OLÁ Esos amigos de hola, que como olas del mar, empujadas por el viento, besan la playa y se van, a mí que no me los den; que no los quiero pa ná . Yo quiero amigos de ¡óle!, ¡olé con olé y olá! Esos que escuchan atentos un cante por soleá, y comprenden las duquelas y el sentío del cantar, embriagados por el duende y el misterio del compás. A ésos que te dicen hola, como un cumplido banal, y luego te dan la espalda y no se acuerdan jamás, aunque se llamen amigos, yo no los quiero pa ná. Mis amigos sois vosotros, porque lo sois de verdad; que sois amigos de ¡óle!, olé con olé y olá! Levanto mi copa en alto... ¡Brindemos un año más! Y ojalá el año que viene también podamos brindar. Pensarlo me hace feliz, aunque temo que los cielos digan que es mucho pedir.


Puede que me lo concedan; si no, habrá que conformarse y que sea lo que Dios quiera. Mientras tanto, mis amigos, por Antonio García Merlo, quiero que brindéis conmigo. Que recobre cuanto antes su salud y bienestar, que éste sí que es un amigo de ¡olé, con olé y olá! ------------------------------


ELEGÍA A MI GRAN AMIGO EL PINTOR ANTONIO GARCÍA MERLO Naciste para torero, pero cortó tus afanes un maldito toro fiero. Con tu arte y valentía, seguro que hubieras sido torero de gran valía. Pero, ¿por qué la desgracia se vino a ensañar contigo aquella tarde en la plaza? ¿Por qué un estoque de muerte, después de tu gran faena, hubo de cambiar tu suerte? Cuando el estoque voló hiriéndote brutalmente, porque el toro lo pisó, hubo un gran clamor de pena entre los pegalajeños, al ver tu sangre en la arena. Con amargo desconsuelo iban dejando la plaza, y aplaudiendo a su torero. Porque siempre te ha querido este pueblo que, al final, te ha nombrado "hijo adoptivo". Dejaste la torería aunque siempre la afición, en ti permanecería. El capote y la muleta cambiaste por la guitarra, el pincel y la paleta. Porque, además de torero, eras un gran guitarrista y un pintor de cuerpo entero.


Así comenzó tu historia, la guitarra era tu vida, te dio fama y te dio gloria. Pero el triunfo mayor, te lo daba la pintura y el ser gran restaurador. Culto al misterio tenías, y tus prodigiosas manos pintaban lo que sentías. Era la mayor grandeza de tu inspiración divina, ser un creador de belleza. Con armónica expresión, tus aventuras mentales eran todo corazón. El misterio condensabas, y ópalos de luz fulgente en tus cuadros reflejabas. Inspirado en tu quehacer, eran llamaradas vivas los trazos de tu pincel. Taumaturgo, pensador, filósofo y gran poeta has sido como pintor. Y una persona cabal, dispuesta a sacrificarse a favor de los demás. Altruista, generoso, amigo entrañable y fiel, buen padre y mejor esposo. No te llevó, ni una vez, la codicia ni el deseo de pintar por interés. Pintabas, porque gozabas y era tu vida pintar, y tus cuadros los donabas.


Sí, tus cuadros los donabas a aquellas asociaciones que estaban necesitadas. Pero donación completa, sin aceptar nunca, a cambio, ni el valor de una peseta. Múltiples exposiciones realizaste en tu vida, todas, como donaciones. Que lo tuyo era pintar, siempre con la intención sana de ayudar a los demás. La vida te dio zarpazos, que, a cualquiera, el corazón le hubiera roto en pedazos. El malhadado destino te estaba zarandeando, y tú, firme en el camino. Soledad, silencio y calma, era siempre la respuesta que al dolor daba tu alma. Siempre repartiendo amor, era como mitigabas lo amargo de tu dolor. Antonio García Merlo: todos cuantos le trataron, han tenido que quererlo. Porque se hacía de querer, con su forma de pensar y su manera de ser. Yo, a este amigo, lo admiraba, por esa ecuanimidad con que siempre razonaba. Mi corazón dolorido confiesa, con honda pena, que ha perdido un gran amigo.


Algo se muere en el alma cuando un amigo se va... Eso dice la canción, que, amarrada al sufrimiento, se convierte en oración. Oración que, como un grito, desde el fondo de mi alma, a todas horas repito. Al tiempo que al cielo pido, que le dé eterno descanso, que lo tiene merecido. Que merece, por su historia, Antonio García Merlo, sitio de honor en la gloria. --------------------------------


MI PLACITA TORERA Entre los muchos tesoros que encierra Pegalajar, está su Plaza de Toros. Sin duda que, por sencilla, por su encanto y su solera, es la octava maravilla esta placita torera. ¡Qué alegre y qué rebonita es mi plaza pinturera! Ni el más agudo pincel habría sabido pintar, con más gracia, el redondel. El entorno de su ruedo huele a nardo, a mejorana, a tomillo y a romero. Dicen que si es una luna desprendida de los cielos, que aterrizó entre las viñas, junto a los Agramaderos. Otros dicen, convencidos, que un ángel la construyó, y que fue nuestra Patrona quien le dio la bendición. ¡Misterio! Puede que sea un milagro celestial, esta placita torera de nuestro Pegalajar. Pero que tiene su historia... Aquí las grandes figuras, alcanzaron fama y gloria. Y comentan que, en su albero, varias veces se han fundido sangre de toro y torero.


En esta plaza chiquita donde el pasodoble suena, mientras el torero cita al toro sobre la arena. ÂĄAy, pero quĂŠ rebonita es mi placita torera! ..... Y ya, seĂąores, me voy, que no me quiero perder la gran corrida de hoy. ----------------------------


FANDI "TORERO" La Peña Taurina "El Toro" recibe, con alegría y con inmenso placer, al rey de la torería. A "Fandi", ese gran torero que nació para triunfar, y que da prestigio y fama a la Fiesta Nacional. El que se pasa los toros rozando los alamares, con arte, gracia y salero, al compás de soleares. Nada más pisar la arena ya está aplaudiendo el gentío, a ese torero que tiene arte, gracia y poderío. El Fandi, al salir el toro, se va por él, "con agallas", diciendo: ¡toro!, ¡torito!, ¡espérate!, ¡no te vayas! Y abriéndose, en abanico, con su capa postinera, lo cita y, sin enmendarse, se lo pasa en ventolera. Y repite una y mil veces, si el toro sigue embistiendo, y, con delirio, el tendío se rompe el alma aplaudiendo. Luego, en la suerte de varas, son sus quites pintureros, los que hacen exclamar: ¡Olé los grandes toreros!


Y poniendo banderillas, ya lo sabe el mundo entero que ante El Fandi, amigo mío, hay que quitarse el sombrero. Porque no hay banderilleros, los hubo, ni los habrá, que pongan las banderillas con tanta facilidad. El Fandi coge los palos con verdadera ilusión, y pone, porque es su estilo, alma, vida y corazón. Llama al toro, desde lejos, con elegancia y majeza y si el toro no se arranca, corre con gran diligencia. Lo cita jugueteando, hacia atrás y hacia adelante, hasta que el toro se arranca y se lo pone delante. Entonces es cuando El Fandi, con valor de escalofrío, pone a prueba su destreza, su arte y su poderío. Como si fuera a volar, levanta los pies del suelo, y clava las banderillas como caídas del cielo. Así, flotando en el aire, acunado en los pitones, pone El Fandi banderillas porque tiene... condiciones. Domina todas las suertes con un arte magistral, y en todas ellas consigue que le aplaudan a rabiar.


Con la muleta en la mano, poniéndole corazón, se saca el toro a los medios diciendo: ¡aquí mando yo! Y en mágico devenir, con temple, mando y salero, en un momento se ven fundidos toro y torero. Pases de todas las marcas, portentosos naturales que llevan la melodía del flamenco en sus cantares. Y con su esencia torera, adornos de filigrana, levanta la plaza entera que, con delirio, le aclama. Pase de pecho valiente, otro, otro y otro más sin mover los pies del suelo. ¡Eso es saber torear! Y ya en la suerte suprema, con el estoque en la mano, El Fandi nos va diciendo que, en esto, es el soberano. Con gran dominio y maestría coloca el toro en la suerte, porque ha llegado la hora de vérselas con la muerte. Con gran valor se perfila, clava hasta el puño el acero, y el toro rueda a los pies del Fandi, este gran torero. La Peña Taurina "El Toro" hoy se honra con tener aquí, al más grande torero que figura en el cartel.


Es un verdadero lujo y una sin igual ventura, que haya venido a esta Pe単a, El Fandi, la gran figura. Le invitamos a que venga siempre que pueda venir que, con los brazos abiertos lo vamos a recibir. -------------------------------


A LA PEÑA TAURINA "EL TORO" Dando al viento los pesares, un año más, esta Peña, se arranca por soleares. Peña flamenca y torera, que "EL TORO" lleva por nombre, por escudo y por bandera. (Cantado 3 últimos versos). ..... Con el fin de celebrar la gran tradición torera de nuestro Pegalajar, cada año nos reunimos en fraternal convivencia, aficionados y amigos. No es una Peña cualquiera. La Peña del Toro tiene una historia con solera. Yo, para todos deseo salud y muy larga vida, y un aplauso caluroso para su gran directiva. Porque la componen gente que tiene gran afición, y es genial y competente. No se trata de echar flores; pero esta Peña Taurina es una de las mejores. Por eso yo, en alta voz, digo que me enorgullece el ser su "Socio de Honor". Igual que el amigo "MERLO", que, en vida, también sentía el gran orgullo de serlo.


¡Pobre Antonio, amigo mío!, que era pintor, guitarrista y un torero de tronío. Y, como persona, ¡un santo! ¡Perdonad!, pero el recuerdo de Merlo, me causa llanto... Su testimonio dejó en nuestra plaza torera, el día que toreó. Sufriendo aquella cogida que, a no ser por D. Alberto, pudo costarle la vida. Le echamos mucho de menos. Pues yo sé, como vosotros, que nunca lo olvidaremos. Que será "Socio de Honor" aunque esté en el otro mundo, donde Dios se lo llevó. ¡Brindemos en su memoria!, y porque tenga su alma sitio de honor en la gloria. ..... Y ya, orillando pesares, sigamos el noble empeño de cantá por "soleares". ..... ¡Olé!..... En este salón de ensueño, del que Paquito Quesada, es su simpático dueño. Es un lujo estar aquí, en este ampuloso marco, que hace sentirte feliz. Y con ganas de cantar, de disfrutar, de reír, en completo bienestar.


¡Miremos hacia adelante, con pasión ilusionada, alegría y buen talante! (Cantado tres últimos versos). Si el 2.005 ó el seis, yo ya no estuviera aquí, ¡por favor!, ¡no me borréis! Que yo, desde el otro barrio..., quiero seguir en la Peña, siendo su "Socio Honorario". ---------------------------------


EL PAQUIRO ¡Torero! ¡Torero! ¡Torero! ..... ¡Torero!, grita el gentío, cuando "El Paquiro", en el ruedo, domina al toro bravío. Se lo lía a la cintura en chicuelinas, con gracia, con empaque, galanura, con finura y elegancia. Le hace pasar una vez, una y otra y otra más; clavado en el redondel, sin enmendarse jamás. Luego cita, por derecho, y le instrumenta genial, ese gran pase de pecho que el Paquiro sabe dar. Pase que repite, airoso, engrandeciendo la suerte, impávido ante el acoso, desafiando a la muerte. Y si el toro se encabrita buscando los alamares, cambia de mano y lo cita al compás de soleares. ¡Olé! ¡Viva el señorío! ¡Viva la esencia torera! ¡Qué encanto y qué poderío! ¡Qué magistral su faena! Por su arte y gran valor, El Paquiro es colosal. Un elegido de Dios que nació para triunfar.


Su toreo es cante grande, por soleá y siguirilla; cual si llevara en la sangre el embrujo de Sevilla. Es su bagaje un aporte de alegría y juventud, porque ha nacido en el norte pero de padre andaluz. De Sevilla, nada más..., el padre que lo engendró; y nació en Pegalajar la madre que lo alumbró. Por eso lleva en su estilo los cantes de Andalucía; y siempre será El Paquiro un grande en la torería. ¡El Paquiro! ¡Sí señor! Que en la Fiesta Nacional ya tiene un sitio de honor, porque sabe torear. -------------------------------


¡VIVA LA VIDA! Ni oigo, ni veo, ni entiendo. ¡Maldita sea mi suerte! ¿Será que me estoy muriendo? ...... A Dios yo le pregunté que cuándo me iba a morir, y me dijo: ¡y yo qué sé! Pues si no lo sabe Dios, exclamé con desaliento, ¿a quién le pregunto yo? Y una voz dijo en el aire: la muerte es el gran secreto, que no ha descubierto nadie. ¡Anda y no preguntes más! Vive la vida y no sufras, ni trates de averiguar. Piensa que es una gran suerte, no saber en el momento que ha de llevarnos la muerte. Sabemos que ha de llegar, pero cómo, dónde y cuándo eso nunca lo sabrás. Deja volar el misterio, que no merece la pena tomárselo tan en serio. Piensa en cantar y reír, que la vida es una sola y hay que saberla vivir. Riendo tendrás amor, vivirás libre de penas y de espaldas al dolor.


La risa es la luz del alma; las personas que no ríen no encuentran nunca la calma. Hay que pensar que la risa es la que dice a la muerte: ¡espera!, ¡no tengas prisa! Así que piensa en reír y a todas horas cantar, y olvidarte de morir. Y, al despertar cada día, darás un ¡VIVA LA VIDA! con la mayor alegría. --------------------------------


¡GRACIAS, SAN GREGORIO! Yo fui siempre un soñador que me adelanté al nacer, por obra y gracia de Dios. Sólo asomarme al camino, ya se estaban lamentando que fuera "sietemesino". Nací el día nueve del cinco, de mil novecientos once y me pusieron Francisco. Así que hoy he cumplido mis noventa y dos abriles, y no estoy arrepentido. ¿He dicho noventa y dos? No me lo puedo creer que yo sea tan mayor. Que me resisto a ser viejo, aunque tenga el pelo blanco y arrugado el entrecejo. Tengo una pequeña "giba", no mucha, pero se nota; y un poco más de barriga. Pero amigo, la ilusión es la que rejuvenece y da vida al corazón. Y me obliga a estar contento, que tengo un montón de años y apenas los represento. ¿Queréis saber la razón y el misterio que esto encierra? Ahí va la explicación: Fue que a San Gregorio un día le pedí que me ayudara, si es que ayudarme podía.


Humilde y devotamente, dije: ¡alárgame la vida!, y lo ha tenido presente. Le tengo que agradecer a San Gregorio bendito, que frenara mi vejez, para seguir componiendo coplas, canciones y versos, que es de lo que más entiendo. Así que le doy las gracias, en su fiesta, a San Gregorio, que, con su ayuda, he podido aumentar mi repertorio. ¡MUCHAS GRACIAS! ¡¡ VIVA SAN GREGORIO!! -----------------------------------


MI RESOBRINO PAQUITO Mi resobrino Paquito, ¡qué bonito! Un clavel. Un barquito de los mares del querer. Un fulgente lucerito brillando al amanecer. Eso es mi resobrino Paquito. Se parece más al padre. ¡No lo digas, por favor!, que Lola puede enfadarse, de envidia, por puro amor. Con decir que se parece a los dos, no hay para qué discutir. Que los ojos son del padre y de la madre el color. Y, ¡qué más da! El caso es que es un clavel de bonito, este chaval; que no se parece a él ninguno en Pegalajar. Lola y Paco, con cariño, la noche que lo encargaron, pidieron que fuera un niño, y, por fortuna, acertaron. Y, ¡qué niño! Sin duda es digno de ser en su día, un gran pintor, un torero de cartel o un poeta soñador.


¿Olivarero? ¡Ni hablar! Este niño es todo arte, y tenemos que buscar su destino, en otra parte. Por eso, pronto a la escuela, y no llevarlo a cazar ni al "Llano de la Peñuela". ¡A estudiar, a sacar una carrera. y a triunfar! Yo le auguro un gran destino y deseo, de corazón, que ilumine su camino la esperanza y la ilusión. ¡Que la suerte esté con él, sea poeta, sea pintor, o torero de cartel! -------------------------------


CAMPANITA DE CRISTAL Campanita de cristal que llena el alma de gloria con su alegre repicar, eso es tu risa de cascabel. Cantar de alondras reales que el viento lo va llevando por los verdes olivares, eso es tu risa de cascabel. Eco del mar que, en las olas, con la espuma va dejando un rumor de caracolas, eso es tu risa de cascabel. Cauce de alegre fontana, brisa que mece las flores al filo de la ma単ana, eso es tu risa de cascabel. Surtidor de clara fuente, partido en mil arroyuelos de cantarina corriente, eso es tu risa de cascabel.


El trino del ruiseĂąor, el despertar de la aurora, la corola de la flor, eso es tu risa de cascabel. Tu risa de cascabel, brisa, ola, cielo y luz, lucerito en el azul brillando al amanecer, eres tĂş. Y ... eso es tu risa de cascabel. ------------------------


MI RETRATO EN TU PARED Me fui para no volver, pero no puedo olvidarte y ya estoy aquí otra vez. ¿Se hace camino al andar? ¿Para qué quiero un camino de tristeza y soledad? Mi retrato en tu pared. ¡Qué pena! Cuando me iba, lo volvías del revés. Hasta el viento me decía, a gritos, que te olvidara, y olvidarte no podía. Mi corazón, como es mío, a nadie debe importarle si lo tiro por el río. El río de mis amores, siempre irá en busca del tuyo para llenarlo de flores. ¡Pídeme el cielo y la mar!, pero, ¡por Dios, no me pidas que te tenga que olvidar! Tú y yo en mi barca velera, y luego que sople el viento y nos lleve donde quiera. Te necesito conmigo, porque tenemos que ser tú la amapola y yo el trigo. Dame agüita de tu pozo, que yo la quiero beber antes que la enturbie otro. Para mí siempre serás, río, puente, sol y luna, agua, tierra, cielo y mar.


Hay quien sueña con tener... Y yo sueño, a todas horas, tan sólo con tu querer. No me importaría morir, si supiera que soltabas dos lagrimitas por mí. ¡Mira!, aunque no sea verdad, ¡dime que también me quieres! ¡Dímelo, por caridad! Y deja ya de una vez en tu pared mi retrato. ¡No lo vuelvas del revés! ------------------------------------


UN CONTRASENTIDO Es triste mi soledad; pero más triste es la pena de no poderte olvidar. A veces me digo: Si no estoy contigo, ¿por qué no te olvido? Y si no te olvido, no tiene sentido que no esté contigo. Si no soy feliz y, a todas las horas, me acuerdo de ti, me tendré que ir, otra vez contigo, para ser feliz. Pero, si contigo yo no era feliz, porque me tratabas como a un enemigo, no tiene sentido que vuelva contigo. ..... Entonces..., ¡tormento!, ¿por qué no te olvido? ----------------------------


TU INDIFERENCIA Iban buscando la noche los grillos, con su tijera, y ella, vestida de luna, se escondió por la alameda. Luego, las luces del alba tiraban plata en la vega y el ancho cauce del río, de amaneceres se llena. La cabellera ondulante de los chopos, se despeina, mientras el sol va poniendo peinecillos en sus crenchas. Mensajera del camino una alondra mañanera, saluda a los peregrinos que pasan por la ribera, al tiempo que te pedía otra vez, que me quisieras, y tú, indiferente y fría, mirabas la carretera. -------------------------------


EL AMOR El amor es renuncia y entrega, el amor es un bello soñar, el amor es feliz primavera, que nos da su fragancia al pasar. Por amor brilla el sol en la altura, por amor van los ríos al mar, por amor da en tu puerta la luna, por amor yo te vengo a cantar. Tú, que no lo entiendes, con indiferencia, te ríes de mí, y yo, que te quiero, siento escalofríos de pena por ti. Corazón sin amores, grito sin eco, primavera sin flores, pocito seco. Corazón sin amores, vive en la sombra, corazón sin amores nadie lo nombra. Corazón sin amores, nido vacío, corazón sin amores, puente sin río. Corazón sin amores sufre condena, corazón sin amores muere de pena.


Yo, alegre voy cantando como un ave canora, igual que las alondras le cantan a la aurora. Para brindar amor y perdonar agravios, llevo mi corazón siempre en los labios. ¡Aprende tú de mí!, ¡aprende a perdonar!, ¡aprende a ser feliz!, ¡aprende a enamorar! ---------------------------


EL PUENTE ¿El puente? ¿Qué tiene el puente? Tres ojos verdes que nunca duermen. Verde esmeralda dentro del río, parece el agua. Y en su corriente, juegan los peces de plata verde. Verde la orilla de caña verde, verdes las sombras que ya se pierden. Verdes los sauces y las junqueras, verdes los tilos y las palmeras. Y hasta mi alma, llena de sueños, que no se van, es toda verde para esperar. ¿Tu alma verde llena de espera, tejiendo sueños de primavera? Pero, ¿qué espera? Espera verte llegar al puente y que te mires en la corriente.


¿El puente? ¿Qué tiene el puente? Tres ojos verdes que nunca duermen. Verde esmeralda dentro del río, parece el agua. Y, en su corriente, juegan los peces de plata verde. --------------------------


SAN GREGORIO, ¡DAME TIEMPO! Se va perdiendo la luz de mis ojos, día a día, y una amenaza de sombras arrincona mi alegría. A mis cansados oídos llega, tan sólo, un rumor, cuando las gentes me hablan y no levantan la voz. La memoria es caprichosa y, algunas veces, flaquea y un poquitín de fatiga ya me ronda la verea. Son los noventa y dos años que hoy acabo de cumplir, sin duda, los responsables de esto que me pasa a mí. Pero lo tengo asumido con santa resignación. Hay otros con menos años y más achaques que yo. Y, con tal conformidad, en mi soledad sonora, digo: ¡ojalá que sea así hasta mi última hora! Son muchos los escalones que subí sin descansar, y no pierdo la esperanza de subir algunos más. A San Gregorio bendito hoy le pido, humildemente, que estas "goteras" que tengo ni se agranden ni se aumenten.


Que cuando llame a mi puerta la muerte, "esa gran señora", se vuelva, porque me encuentre lo mismo que estoy ahora. ¡Por favor!, no me digáis que eso es ya mucho pedir. Yo a la muerte le diría que tarde tiempo en venir. Que, contra viento y marea, quiero seguir en la brecha; que esta tierra, todavía, puede dar buena cosecha. Tengo tareas emprendidas y versos inacabados, y escritos algunos libros que espero ver publicados. Y la mente muy despierta para seguir componiendo: coplas, canciones y versos, que es de lo que más entiendo. Llevo en el alma los temas que a mí me hicieron cantar, sobre el amor, la alegría, la paz y la libertad. Y, para amarrar el tiempo de un posible repertorio, tengo que decir: ¡por Dios!, ¡ayúdame, San Gregorio! Yo sé que me ayudará; que me tiene que ayudar este Santo milagroso, Patrón de Pegalajar. Que, con su gran influencia y con la ayuda de Dios, tendré salud, tiempo y fuerza para acabar mi labor. ----------------------------------


MIS DESEOS PARA EL PRÓXIMO AÑO Démosle un amargo adiós al maldito año pasado, y ojalá que sea mejor, este nuevo, que ha llegado. Que el año, que ahora comienza, sea todo el mundo feliz; para eso, con firmeza, yo le tengo que pedir: que no nos llueva a raudales y que el agua sea oportuna, para que los olivares den mucha y buena aceituna. Ni sequía pertinaz, ni tormentas sin control. Que llueva, pero normal, es cuanto le pido a Dios. Agua mansa que, a las fuentes, amamante con amor; y que no lleve a las gentes, la ruina y el dolor. Deseo, de corazón, justicia y paz en la tierra; que impere, al fin, la razón y no haya en el mundo guerra. La humanidad debe, toda, unirse en pro de la paz; y por desterrar la droga, ese producto infernal. Que el hambre, en cada nación, desaparezca del todo, que haya menos ambición, menos fango y menos lodo.


Que se acabe con el paro y que mejore la vida, y sea, por siempre, enterrado, ese fantasma del "sida". Que el monte sea respetado y no lo quemen las gentes. Que no sean contaminados, ni los ríos ni las fuentes. A ver si, por fin, un día, se acaba la corrupción, esa terrible sangría, que arruina a la nación. Y deseo que este año haga recapacitar, a los que, sólo hacen daño y disfrutan con matar. Que, con sanas intenciones, los payos y los gitanos, unamos los corazones, en un abrazo de hermanos. Que acabe la xenofobia y ese maldito racismo, que está empujando a la historia hacia el fondo del abismo. Que la ciencia beneficie a toda la humanidad, y que nunca se utilice en favor de la maldad. Que, los que vamos viviendo..., pensemos en los demás. Que hay mucha gente muriendo de hambre y necesidad. Perdonadme, si incomodo, pero pido, por favor, que hagamos huelga de todo, pero no huelga de amor.


ยกAmor!, ยกamor!, ยกmucho amor! y convivencia en la paz. Que es, con la ayuda de Dios, lo que nos puede salvar. -----------------------------------


A UN AMIGO DROGADICTO Te enganchaste a la droga y llevas, sin darte cuenta, liada al cuello una soga. Soga de instinto asesino, que te arrastra hacia el abismo por espinoso camino. Si remedio no le pones, vivirás esclavizado, lleno de extrañas visiones. Y caerás pronto tan bajo, que, por desgracia, serás un despreciable "pingajo". La droga te irá exigiendo cada vez más sacrificio, mientras te va destruyendo. Y, al tiempo que te arruinas, irás perdiendo de todos cariño, amistad y estima. Y al fin te convertirás en un ser, en el que nadie se atreverá a confiar. Irás como un pordiosero, tras tu familia y amigos, pidiendo a todos dinero. No te importará robar; y así, será tu destino la cárcel o el hospital. Porque la droga envenena y, entre quiméricos sueños, la voluntad la encadena. Acabarás sin saber dónde estás, de dónde vienes, ni lo que piensas hacer.


Siempre, de esquina en esquina, con la obsesión de encontrar la maldita cocaína. ¿Es que no te importa nada el dolor de tu familia, que por ti vive angustiada? ¡Anda!, ¡no me seas cobarde!, ¡dale la espalda a la droga!, que luego puede ser tarde. Cuando veas, con amargura, que te asfixian, sin piedad, las sombras de la locura. Huye de la oscuridad en la que estás prisionero, por esa droga infernal. Busca luz en la verdad, libre de alucinaciones, y vive la vida en paz. Ayudando y dando amor a los que sufren por ti tanta amargura y dolor. Todo es cuestión de querer. ¡Espanta de ti la droga que te hace enloquecer! Dile con firmeza: ¡fuera!, quiero y, como quiero, puedo volver a ser yo quien era. No te dejes abatir, pensando que ya no puedes del laberinto salir. ¡Sé fuerte y rompe cadenas! Verás como Dios te ayuda y te ves libre de penas. Así tendrás el orgullo de volver a ser feliz y hacer feliz a los tuyos.


Poniendo tesón y empeño, seguro que volverás a ser de tu vida el dueño. ¡Anda!, ¡no lo pienses más! Te lo aconseja un amigo del que te puedes fiar. ¡Corta de un tajo la soga, que liaron a tu cuello, al engancharte en la droga! --------------------------------


MI 90 CUMPLEAÑOS Esta mañana canté esta solearilla corta, apenas me levanté: "DENTRO DEL ALMA ME SUENA UNA ALEGRE CAMPANITA, QUE ALEJA DE MÍ LA PENA". La cosa tiene su encanto: anoche me acosté triste y hoy me levanto cantando. Ignoro cuánto dormí y lo que pude soñar; el caso es que era feliz al tiempo de despertar. Pero, ¿por qué esta alegría?, con ansia me preguntaba. ¿Dónde está la pena mía, que tanto me atormentaba? ¿Por qué me levanto hoy tan ajeno a mis pesares, y hacia la calle me voy cantando por soleares? Acudieron a mi mente mil pensamientos extraños y me acordé, de repente, que hoy era mi cumpleaños. Dije: ¡vaya! Con razón se alejan las penas mías. ...¡Olé!... Se presenta la ocasión de cantar por bulerías: "NO ME PREGUNTÉIS LA EDAD, PORQUE TENGO LA JUSTITA PA PODÉ ENAMORAR".


¡Qué ilusión!: Enamorar... Loco sueño, fantasía de caminos por andar. Ya es tarde para soñar. Con los caminos andados, me tengo que conformar. Hace tiempo se apagó la candela de mis sueños y ni rescoldo quedó. El pájaro que piaba, hace tiempo que no pía, poco, ni mucho, ni nada. ¡Pobre pajarito mío!, que, con las alas plegadas, se quedó muerto de frío. Aplastado por los años que, en la escalera del tiempo, ya subí muchos peldaños. Si no he perdido la cuenta, me parece que he subido hasta el peldaño noventa. ¿Podré subir todavía algunos peldaños más? ¡A mí no me importaría! Si resiste la escalera, estoy dispuesto a subir los peldaños que Dios quiera. Hoy, mi alma agradecida, dice que sois mis amigos los que me alargáis la vida. Vosotros, los que a porfía hacéis que mi corazón siga joven todavía. ... ¡Gracias!... Hoy quisiera yo brindar por vuestra eterna salud y completo bienestar.


Brindo porque nos reunamos, en los años venideros, los amigos que aquí estamos. Siempre estaré agradecido, por esta atención que hoy habéis tenido conmigo. Con vosotros, ¡qué alegría!, no me importaría vivir doscientos años y un día. ¿Qué puedo deciros más? Sólo que mi corazón os lo doy con mi amistad. Este corazón de niño, que, en un fraternal abrazo, os da todo su cariño. -------------------------------


A SAN GREGORIO EN SUS FIESTAS Para bien de todos los pegalajeños, las nubes volcaron su aljibe de sueños. La Fuente la Reja que dormida estaba, despertó cantando su dulce balada. El agua, amorosa, corrió, en el instante, a llenar de vida el sufrido estanque. Esa Charca nuestra de tan rica historia, que al pueblo le ha dado tanta fama y gloria. Otra vez las barcas, orlando el ambiente, hacen que se sienta dichosa la gente. El rumor del agua es la melodía, que llena las almas de paz y alegría. Quizás San Gregorio, que es tan influyente, haya conseguido dar vida a la Fuente. ¿Será otro milagro del Santo Patrón, que nos ha salvado con su bendición, como nos librara un lejano día, de aquella langosta que nos invadía?


No sé si es milagro; Pero, cierto es que el agua a la Fuente ha vuelto otra vez. Y estamos regando la sedienta huerta, que, hace tanto tiempo, permanece muerta. Y estamos gozando los pegalajeños, tanto los mayores, como los pequeños, viendo nuestra Charca tan resplandeciente, y oyendo el rumor de la clara Fuente. Ése es el milagro que el pueblo esperaba, por el que sufría y se atormentaba. Ahora, San Gregorio, te voy a rogar, que jamás la Fuente se vuelva a secar. -------------------------


ADVERTENCIA INÚTIL Si alguien te tiene manía y te obliga a defenderte, afina la puntería. Recela de tu enemigo que, cuando menos lo esperes, puede ensañarse contigo. Antes de darle ocasión de que pudiera atacarte, prepara tu mosquetón. No le tires a los pies; apúntale a la cabeza y así acabas de una vez. ...... Esto, en sueños, me decían, pero yo, tan confiado, al despertar, me reía. Y me siguen repitiendo en sueños esta advertencia, y yo me sigo riendo. Porque lo entiendo al revés, y, en lugar de a la cabeza, yo siempre tiro a los pies. Y tengo tan mala pata que, al tirar, siempre me sale el tiro por la culata. Que soy muy mal tirador, y encuentro más agradable dar y recibir amor. No quiero apuntarle a nadie; prefiero vivir en paz aunque me llamen cobarde.


Que yo no quiero enemigos; prefiero, por todas partes, ir rodeado de amigos. Hasta el día en que me muera viviré tan confiado, y que sea lo que Dios quiera. Jamás morirá sufriendo el que se acuesta cantando, y se levanta riendo. Porque me siento feliz, sin pensar en que me maten o en que me pueda morir. Alguien dijo: cuando de mi casa salgo, hago una cruz en la puerta. Si me matan que me maten, la cruz ya la tengo hecha. La vida eterna no existe; y, por eso, si te matan, ya te ahorras de morirte. Ya es suficiente inquietud caminar y caminar, cada uno con su cruz. Cargados, calvario arriba, vamos subiendo y subiendo hasta que la muerte diga: ¡Eh, tú!, llegó tu final; vamos a hacer el viaje del que ya no volverás. Y te llevará en un vuelo a tirarte en el infierno, o a situarte en el cielo. Y aquí la historia se acaba; que de la nada venimos y volvemos a la nada.


Nacer es buscar el sol, vivir, un sueño en el aire y morir, ¡decir adiós! Sin antes averiguar, si la luz es la mentira y la sombra la verdad. O si la sombra es un mito y es la luz de nuestra alma, la que va hacia el infinito. Yo, por si sí o por si no, sigo cantando a la vida con la mayor ilusión. Sin pensar en el barquito que me trajo a esta ribera y me dejó en este sitio. No sé dónde iré después de que se apague mi estrella, ni sé dónde estaba ayer. Sólo sé fiar en Dios y sembrar por el camino paz, alegría y amor. Por eso mis enemigos, si es que los tuve algún día, hoy también son mis amigos. ¡¡Qué alegría!! --------------------------------


LAS FIESTAS LLEGARON Una explosión de alegría y encendidos parabienes, nos anuncian que es el día de "LA VIRGEN DE LAS NIEVES". Y las campanas repican con inusitado anhelo, mientras los cohetes gritan por los caminos del cielo. La Banda Municipal, en tan alegre mañana, pasa, tocando a compás, una bonita diana. La guapa Patrona nuestra, desea que en este día todo el mundo se divierta con la mayor alegría. Y este gran Pegalajar, lleno de amor, se engalana, dispuesto a piropear a su Virgen Soberana. ¡Dejad la ilusión volar, en tan venturoso día, y entre todos procurad una completa armonía! Que, arrastradas por los vientos, vayan las penas al mar, y felices y contentos, vivamos en sana paz. Así que, sin más ni más... ¡Paisanos, a divertirse! Y, ante todo disfrutad, que tiempo habrá de morirse. Bebed, reíd y cantad, y que ¡Viva la Patrona de nuestro Pegalajar!


TE VI Te vi y tu rubia melena me pareció tan hermosa, como luz majestuosa en una noche serena. Un carro de fuego y oro por la luna coronao, un crespón de sol dorao que oculto lleva un tesoro. Y bajo el palio divino de tus cabellos de diosa, vi las mejillas de rosa de tu rostro nacarino. El deseo junto al amor me arrancaron al deber; te miré como mujer, te vi como humilde flor. Mi corazón, tan sencillo, ansioso al tuyo buscaba y de mis labios brotaba la copla de un fandanguillo. "Como barco sin timón que quieren hundir las olas, así está mi corazón. Quisiera decirte a solas lo que por ti siento yo". Y cuando yo te cantaba lo que mi alma sentía, era porque no sabía que mi ilusión me engañaba. Ni eras como te miré ni has sío como te vi. ¡Qué desengaño sufrí cuando de to me enteré!


Yo te vi noble y sencilla, como es de noble y sencillo el aire de un fandanguillo con quejas de siguirilla. ... ¡Aay, ay, ay!... Tan serena y tan serrana como un ensueño de flores, como el encanto de amores de una noche sevillana. En sueños te contemplaba y en busca tuya me fui y, riéndose de mí, tu silueta se alejaba. Te vi esa noche, te vi llegar volando a mi lecho y que el corazón del pecho me lo arrancabas sentí. Y en aquella aparición que mi sueño revelaba, al tú alejarte volaba cabalgando en mi ilusión. Robó el sueño mi consuelo; pues vi cómo remontabas y, en cambio, a mí me dejabas pisando espinas del suelo. Aliento de nueva brisa llevó un jirón a mi alma, que no recobra la calma desde que vio tu sonrisa. Hoy, cuando mi cuerpo avanza olfateando mi sino, sólo encuentro en el camino flores de desesperanza. Y aquel rayito de sol que prendió fuego aquí dentro..., lo rebusco y sólo encuentro un nebuloso arrebol.


Ya ni de mí soy el dueño; porque ni siquiera acierto si estoy vivo o estoy muerto, y si esto es realidad o sueño. Me salgo fuera de mí, por averiguar quién soy, y ni sé por dónde voy, ni recuerdo lo que fui. Yo sólo sé que te vi, que te seguí y que te sigo; y que has jugao conmigo, hasta que me has puesto así. ¿Estoy loco? No lo sé, porque perdido el acierto, sé que estoy como me has puesto, como has querido que esté, este corazón sencillo que ansioso al tuyo buscaba, cuando en mis labios brotaba la copla del fandanguillo. "Hundío en este quebranto por un camino perdío, no sé si lloro o si canto, que estoy farto der sentío de haberte querío tanto". -------------------------------


MI PETICIÓN A LA VIRGEN A la Madre Celestial, nuestra Virgen de las Nieves, hoy le he venido a cantar y a pedirle humildemente, para mi pueblo querido, salud, bienestar y suerte. La Virgen me ha concedido, con su infinita bondad, lo que, con fe, le he pedido. Pero me ha dicho, al momento, que, por nuestro bien, usemos de mejor comportamiento. Ella nos ha de ayudar, con el empeño sagrado de que vivamos en paz. Enterrando diferencias y borrando esas rencillas, que envenenan las conciencias. Que, en un feliz caminar, hemos de aunar voluntades en bien de Pegalajar. Ya que nos tocó nacer en un pueblo tan bonito, hemos de mirar por él. La Virgen, por penitencia, nos aconseja que hagamos nuestro examen de conciencia. Que las buenas intenciones y un universo de amor, se instale en los corazones. Pensando sólo en lograr, para este pueblo querido, un completo bienestar.


Que vivamos la alegría de una feliz convivencia y una completa armonía. No se puede pedir más, sobre lo que nos desea nuestra Madre Celestial. Corresponder a su empeño, es deber y obligación de cada pegalajeño. Reflexionemos fielmente y que hable el corazón, mientras descansa la mente. La experiencia de los viejos aconseja que sigamos, de la Virgen, sus consejos. Y ahora, paisanos, pensad en gozar y en divertiros, con alegría y en paz. Que este año dos mil tres disfrutemos de las Fiestas, con infinito placer. -------------------------------


NO QUIERO DESPERTAR Desde que vi tus cabellos despeinarse con la brisa, y en cascada de luceros caer sobre tu sonrisa, está quemando mi boca la tentación de besar. Y no quiero despertar de la ilusión de mis sueños, si esto se llama soñar. ¡Dime, hermosa! ¿Sientes tú por mí esa cosa, que prende fuego en el alma y echa suspiros al viento, para despeñar la calma en abismos de tormento? ¿Sientes tú por mí esa cosa que yo siento? Si la sientes, ven conmigo, que quiero que me la cuentes a solas por el camino. ---------------------------------


TUS PENAS No me cuentes tus penas que yo, las mías las olvido cantando por alegrías. No llores más, que no tienes motivos para llorar. ¡Anda, dame la mano! Vamos al puente, y arroja tus suspiros a la corriente. Verás como hasta el agua que va a los mares, se alejará riendo de tus pesares. Pregúntale a la luna, al sol y al viento, cómo podrás librarte de tu tormento. Seguro que te dicen: para olvidar, no hay cosa en este mundo como cantar. Por eso, ¡ven conmigo, “sentrañas” mías! Y cantemos bajito por alegrías. ¡Vamos allá! ¡Y alegra esa carita de enamorá!


LA FE Luminosa la mañana de agosto, en su quinto día. Los cohetes, la diana, bullicio y algarabía del pueblo que se engalana. Luego, campanas sonando con alegría infinita, y el gentío acompañando la procesión, que a la ermita, con devoción va llegando. De las Nieves es Señora esta Virgen Soberana, que nunca nos abandona. La que mantiene la llama de nuestra fe, en cada hora. Fe que, desde pequeñito, quedó en mi alma grabada, amarrada al primer grito y a la primera mirada, dirigida al infinito. -----------------------------


A UNA NOVIA Que se eclipse la luna derrochando sus mieles, y en tu puerta se pare la fortuna al pasar. Que, tirándote flores se despierte la aurora, para verte señora en la paz del hogar. No dejes que el hastío se lleve tu sonrisa, ni una sombra de duda empeñe tu vivir. Si por alguna pena sientes escalofrío, tira tu pena al río y vuelve a sonreír. Adora a tu marido. Sé buena e indulgente, préstale luz y ayuda en su diario afán. Sé la fiel compañera y esposa comprensiva, del que lucha en la vida para ganarte el pan. Que venga la cigüeña dos veces, a traerte un capullo de rosa y un divino clavel. Y serás muy dichosa en tu nido de amores, cuando tengas dos flores, fruto de tu querer.


¡Salud, que no les falte a los recién casados! Y que llenen su vida de alegría y amor. Que vivan muchos años así de enamorados, y por siempre amparados en la gracia de Dios. -----------------------------


MIS SUEÑOS Soñé‚ que un nuevo sol nos alumbraba, llenando los caminos de alegría. Que el volcán de la guerra se apagaba, y que el odio en la tierra no existía. Y soñé‚ el renacer de un nuevo día, entre auroras de paz y luz de amores; que las gentes alegres convivían, cantando himnos de amor entre las flores. Y soñé‚ que las nubes nos brindaban un milagro de lluvia placentera; y que la tierra toda se empapaba, convirtiendo el otoño en primavera. Y soñé‚ un aflorar de manantiales, un refluir de arroyos y veneros; y una intensa demanda de jornales, que aseguraba el pan a los obreros.


Y mi alma feliz se iluminaba, al ver cómo reinaba la armonía; y el fantasma del paro se alejaba, de mi sufrida y bella Andalucía. Y me desperté tan lleno de empeños, que me enamoré de mis bellos sueños. ¡Qué amargo volver a la realidad! ¿El por qué los sueños no serán verdad? ---------------------------


¿DÓNDE ESTÁ EL AMOR? Mientras haya en este mundo personas acaparando, disfrutando, derrochando con deleite y pasión loca; y haya otras que se mueren de hambre, porque no tienen ni que llevarse a la boca, tendré que gritar: ¡Señor! ¡Por los clavos de la Cruz! Dime, ¿dónde está el amor? Mientras haya quien disfrute de palacios y mansiones, con regias habitaciones confortables y esplendentes; y haya criaturas sufriendo, como alimañas, viviendo en chabolas indecentes, tendré que gritar: ¡Señor! ¡Por los clavos de la Cruz! Dime, ¿dónde está el amor? Mientras técnica y progreso beneficie a los "colosos", industriales poderosos, banqueros y potentados, a costa de los de abajo..., que se quedan sin trabajo, sin recursos y olvidados, tendré que gritar: ¡Señor! ¡Por los clavos de la Cruz! Dime, ¿dónde está el amor?


Mientras que por ser distintos de color, nos separemos; y con odio nos miremos en la tierra los humanos; y nuestra enturbiada mente siga sin tener presente, que todos somos hermanos, tendré que gritar: ¡Señor! ¡Por los clavos de la Cruz! Dime, ¿dónde está el amor? Mientras impere el terror y la injusticia en la tierra; y el fantasma de la guerra nos haga vivir alerta, temiendo por nuestra suerte, porque tenemos la muerte, siempre rondando a la puerta, tendré que gritar: ¡Señor! ¡Por los clavos de la Cruz! Dime, ¿dónde está el amor? ---------------------------------


POR LA PAZ Y EL AMOR Si la razón se debate entre dogales de asfixia, y la verdad se acobarda delante de la mentira. Y el egoísmo triunfa y la soberbia y la envidia, ¡dejadme que yo me vaya, con mi barquita, a la orilla! Yo voy caminando por triste sendero, ni pido ni doy, ni busco ni espero. Ya, para el sosiego de mi desatino, me basta una sombra al pie del camino. ¿Dónde está el oasis, la verde palmera, la quieta laguna, la fuente serena? ¿Dónde está el encanto de playa escondida? ¿Dónde está el consuelo que sueña mi vida? Cansado estoy, no puedo más. Murió mi fe de tanto amar. Y, ¿para qué?... ¡Dios mío! Haz que la mentira huya para siempre de la humanidad. Y que nos alumbre con luz redentora, una nueva aurora de amor y de paz.


LA CONVIVENCIA Mi pueblo será feliz, cuando entre todos logremos la forma de convivir. Cuando renazca el afán de ayudarnos mutuamente, con la mejor voluntad. Cuando, como manda Dios, nos miremos a la cara con alegría y amor. Cuando, sin mirar atrás, llenos de fe redentora, laboremos por la paz. Cuando todos ayudemos a salvar a nuestra patria si, de verdad, la queremos. Cuando, por fin, comprendamos, el significado exacto de los "derechos humanos". Cuando seamos conscientes que el trabajo dignifica a las personas decentes. Cuando al fin se ponga freno y constituya un delito, vivir del sudor ajeno. Cuando acabe la pasión de exigir sólo derechos, sin ninguna obligación. Cuando, cerrado el abismo..., nadie se atreva a pensar en un torpe revanchismo. Cuando sepamos borrar el recuerdo de las cosas que no debieron pasar.


Cuando nadie a nadie ofenda ni seĂąale con el dedo, si va por distinta senda. Cuando seamos leales todos en considerar, que, al nacer, somos iguales. Cuando nos manifestemos cada cual en libertad, y todos nos respetemos. Cuando, con calor humano, sin reservas ni temores, nos estrechemos la mano. Cuando, con los nuevos vientos, desaparezca el rencor y los malos pensamientos, mi pueblo serĂĄ feliz, porque habremos encontrado la forma de convivir. --------------------------------


LA BONDAD Hoy no vale ser bueno, humilde ni sencillo. Si no tienes arrestos para vivir luchando, siempre serás el yunque y otros serán martillo, que, hasta después de muerto, te estarán golpeando. Cuando el tiempo blanquea, con sus hilos de nieve, mis hirsutos cabellos, y una negra maraña de ilusiones perdidas, enturbia mis recuerdos. Cuando pronto he de irme, otra vez, a la nada, empiezo a darme cuenta del error en que estaba. Mi corazón herido se rebela al saber, que, por ser como he sido, le ha tocado perder. Y se asoma a mis labios queriendo protestar, de todos los agravios que no debió callar. Yo le digo: ya es tarde, querido compañero. Te llamarán cobarde, por haber sido bueno. Piensa que la bondad no cuenta para nada, en esta humanidad tan vil y despiadada.


Si ser bueno es ser bobo, al decir de la gente, hay que ser, como el lobo, una fiera inclemente. Con ánimo encendido y garras afiladas, haberte defendido, del mundo, a dentelladas. No que, por indulgente, humilde y resignado, mira, qué malamente a ti te lo han pagado. Ya es tarde, corazón, para que te rebeles; te sobra la razón, pero eres como eres... Y no podrás cambiar, por mucho que lo quieras. Tú eres así y serás así, hasta que te mueras. ......... Lleno de escalofrío mi corazón se agita y, mirando al gentío, desesperado grita: ¡Que me dejen solo, como la palmera vive en el desierto! ¡Que no me recuerden, cual si hiciera años que me hubiera muerto! Yo adoro del río su cauce profundo, su lecho de muerte. Dejar este mundo, ¡qué suerte!, ¡qué suerte!


Si eres bueno, te pegan, te escupen y se rĂ­en de todas tus razones. Si eres malo, te temen, y, al temerte, doblegan la razĂłn a tus pies. AsĂ­ las cosas pues y en estas condiciones, digo que son... canciones lo de la sensatez. ------------------------------


LLAMANDO A LAS CONCIENCIAS Con gran humildad, me acerqué a Jesús para preguntar: dime, buen Jesús, ¿de qué te valió morir en la cruz? Aquella condena de morir por todos, ¿mereció la pena? Mi fe se desplaza, y me quema el alma la desesperanza. ¿Por qué la pobreza existe en un mundo de tanta riqueza? Dime, buen Jesús, ¿por qué hay en la vida tanta esclavitud? ¿Por qué no pensamos más en los que sufren y los remediamos? ¿Es que no ve nadie a esos pobres niños que mueren de hambre? Seres desnutridos, que son, con sus madres, esqueletos vivos. Implorando a Dios, amparo y remedio para su dolor. Quisiera llamar a todas las puertas de la humanidad.


Tengo que gritar, para que me oigan los que tienen más. Ellos, sí que pueden salvar a estos niños que, hambrientos, se mueren. Con rabia y con pena, llamo a las conciencias de la gente buena. De la gente sana, de alma transparente, sencilla y humana. ¡Queridos hermanos! Antes que otra cosa, seamos humanos. Pensemos en las criaturas, que viven en la indigencia y en la mayor desventura. Ayudemos, con amor, a los seres que padecen hambre, miseria y dolor. ¡Os lo pido por favor! Tened en cuenta que ellos también son hijos de Dios. Os invito, con cariño, a que entre todos salvemos a esos infelices niños. A esos pobres que no tienen ni ropas para cubrirse, y que de hambre se mueren. En Ruanda y en el Zaire, y en otras partes del mundo, sin que los ampare nadie. ¡Hagamos con voluntad un esfuerzo y aportemos lo que pueda cada cual!


QUE SE PARTA EL MUNDO EN DOS ¡Que se parta el mundo en dos! Una parte para el odio, la otra para el amor. En una mitad la envidia, la furia, la iniquidad, la soberbia, la perfidia, el odio y la vanidad. En la otra lo sublime en toda su plenitud, la honestidad que redime, como fuente de virtud. Un lado para la ciencia, para el arte y la poesía; y una feliz convivencia de paz, amor y alegría. El otro para el tormento que acarrea la miseria, llenando de sufrimiento y de amarguras la tierra. Un sitio, para las gentes que ejercen la tiranía, y son poco consecuentes con la paz y la armonía. Y otro, para el pensamiento que hace luz de la verdad, alentando un sentimiento de amor y de libertad. En un lado las canciones y las fiestas populares; y en el otro los cañones y las armas nucleares.


En un sitio la bondad llenando de amor la tierra, y en el otro la maldad de los que encienden la guerra. ยกQue se parta el mundo en dos! Una parte para el odio, la otra para el amor. ยกAy Dios!, ยกque se parta el mundo en dos! ------------------------------------


DEL VIEJO, EL CONSEJO Un repique de campanas, cohetes rasgando el cielo y, en la calle, la diana, tocando el himno del pueblo. El oro del sol, bañando las crestas de nuestra sierra; y Pegalajar, soñando con divertirse en la Feria. ¡Olé! ¡Así me gusta a mí!, que mi pueblo se divierta y que se sienta feliz. Hoy, pelillos a la mar..., pensad que estamos en Fiestas en nuestro Pegalajar. Las Fiestas de la Patrona, esa Virgen de las Nieves que este pueblo tanto adora. Hoy redoblemos empeños, para lograr la armonía entre los pegalajeños. Como paisanos leales, busquemos entendimiento, borrando rivalidades. Y, con buena voluntad, seguro que encontraremos la senda de la verdad. Dejad el particular interés, de cada uno, en bien de Pegalajar. ¿Política?, ¡ya lo creo!, pero que no se convierta en falso politiqueo...


Izquierda, derecha y centro, debieran ser tres caminos de feliz entendimiento, para encontrar soluciones a los problemas del pueblo, evitando discusiones. Y nada de enfrentamientos, que, al final, sólo acarrean amargos resentimientos. Aprovechad los festejos; y, todos, reflexionad sobre estos sanos consejos. Enterrad las diferencias y, con ecuanimidad, examinad las conciencias. El fondo de la verdad está en nuestros corazones; y, ahí la hemos de buscar. Hagamos una alianza dándole paso al honor, al amor y a la esperanza. ¡Hagámosla sin tardar!, en bien de los intereses de nuestro Pegalajar. Empleemos los sentidos y, con humildad sincera, intentemos ser amigos. Y, ante la Virgen jurad, que todos laboraremos, con franqueza y con lealtad. Que despierte cada cual de sus sueños de quimera y que piense en los demás. Y, unidos, todos a una, defendamos nuestro pueblo, como allí en "Fuente Ovejuna".


ยกFelices Fiestas a todos! ยกDisfrutad cuanto podรกis, con el mejor de los modos! ยกUn abrazo fraternal! Y, desde el fondo del alma, un ยกVIVA PEGALAJAR! -------------------------------


POR UNA ESPAÑA LIMPIA Nuestra España es un tesoro y hay que mantenerla limpia, como los chorros del oro. Si de verdad la queremos, vamos todos a cuidarla y no la contaminemos. Usad de las papeleras y no tiréis desperdicios, por la calle y las aceras. No echar papeles al suelo; y, si tenéis que escupir, usad de vuestro pañuelo. Buscad un sitio aparente para que ensucie el perrito, donde no pise la gente. Que no son ramos de flores lo que el perro va soltando, ni de tan gratos olores. Seamos todos afines, en cuidar y no ensuciar nuestros parques y jardines. No estropead las cabinas y respetad las farolas, que alumbran nuestras esquinas. También hemos de pensar, que los bancos del paseo sirven para descansar. Y debemos conservarlos y, entre todos, procurar no romperlos ni mancharlos. Es sólo cuestión de modos... Pensad que lo que rompemos, lo pagamos entre todos.


Los árboles respetad; que, además de darnos sombra, embellecen la ciudad. Y tienen la gran virtud de oxigenar el ambiente, en bien de nuestra salud. Es una equivocación, no cuidar de la limpieza y de la conservación. Pues, una España cuidada ser , de propios y extraños, sin duda más respetada. ¡Vamos, españoles todos, a procurar no ensuciarla y usar de mejores modos! Y, con este compromiso, hagamos que España sea, en la tierra, un paraíso. -----------------------------


UN GITANITO EN BELÉN Un infeliz gitanito el día de Navidad, en cueros y descalcito se presentó en el portal. Hambriento de pan y amor llegó, temblando de frío, para ver al Redentor, el Niño recién nacío. Llevaba al cuello un pañuelo y, por toda compañía, un guitarrillo, un pandero y una mochila vacía. Y en su carita morena, una angustia, tan amarga, como la triste condena de una pena hereditaria. Algunos consideraban su presencia inoportuna, y al pobre no le dejaban que se acercara a la cuna. Eran pocos, felizmente, los que el paso le cerraban; ya que, el resto de la gente le invitaba a que pasara. Los pastores, de la mano, cogieron al churumbel y, con amor, lo llevaron a ver al Niño Manuel. Apenas lo vio el Mesías se alegró de su llegada; diciendo: sé que vendrías y, en verdad, que te esperaba.


Y llamando a San José le dijo: ¡dale comida!, que luego este churumbel, ya nos contará su vida. Prepara un estropajito con jabón y agua caliente, y lo lavas un poquito, que lo pueda ver la gente. Acércalo a la candela que debe estar aterido, y ponle una buena cena, seguro que no ha comido. Los demás que coman luego, que están bien alimentados y hemos de atender primero a los más necesitados. Después, ya le buscarás calzado y alguna ropa, que da pena verlo andar descalcito y en pelota. Le dio las gracias, llorando, a Jesús el gitanito y así, se fue caminando tras de San José bendito. San José se lo llevó, le dio vino de la jarra y le puso un pantalón, zapatos y una zamarra. Antes, con el estropajo, el cuerpo le enjabonó y, de arriba hasta lo bajo, con esmero, lo lavó. Y, después que se comió sus migas con chocolate, a pierna suelta durmió el gitanito en un catre.


Cuando, al fin, se despertó, era su alegría tal, que el guitarrillo cogió y empezó a canturrear. Y cuando ya se entonó se anudó al cuello el pañuelo, y un villancico cantó al compás de su pandero. Villancico para el Niño en tiempo de bulería, que lo aplaudió con cariño hasta la Virgen María. Cortito y original, pero cantando con gracia, donde hacía resaltar la condición de su raza. Más o menos decía así: yo vengo de Andalucía a cantarle, con amor, un villancico al Mesías, el divino Redentor. Y le quiero preguntar en nombre de los gitanos, si es mentira o es verdad que todos semos hermanos. Ay, Jesús bendito!, ¡dime la verdad!, tú que eres el Rey de la humanidad. (bis) Jesús, que estaba despierto y el villancico escuchó, se incorporó, en el momento, y al gitanito llamó. Dijo: ¡pobre gitanito que vienes de Andalucía! ¡Ven! Y dime, a mí solito, eso que saber querías.


Le contestó el gitanito: no te pensaba enojá, pero es que yo necesito que me digas la verdad. ¿Semos tos hijos de Dios y, en verdad semos hermanos o vivimo de favó en la tierra los gitanos? Si a mi pare, el probetico no le dejan ni vendé, dime tú, Jesús bendito, ¿de qué vamo a comé? Si no podemo viví a nuestro antojo y manera, y tampoco puedo ir con los payos, a la escuela. Si es un pecao robá y un mal negocio pedí, entonces, tú me dirás de qué vamo a viví. No ambicionamos caudales, sólo queremos comé. Dime tú, que tanto sabes, lo que tenemos que hasé. Disen que no trabajamo. Pero, ¿pa qué trabajá? Si nusotros los gitanos nus apañamos con ná. ¡Por Dios y Santa María! Dile a los payicos tú, que no nus tengan manía. ¡Díselo, Niño Jesús! Jesús le dijo: confía en los buenos corazones. Nadie os tiene manía, eso son figuraciones.


Yo te digo, con verdad, que todos somos hermanos. Y Dios no puede dejar sin amparo, a los gitanos. Sólo os pide el deber de obrar con fe y llanamente. Así podréis obtener todo el amor de la gente. Pues, aunque digáis, ufanos, que lleváis sangre de Reyes, como los demás cristianos, habéis de acatar las leyes. Y ahora, calé, ¡ven acá! Aproxímate a la cuna, pero tienes que jurar que no me robas la mula. ¡Ay, Jesús!, ¡por cariá! No te lo tomes a broma, que hay payos que roban má y la gente los perdona. La justicia y la verdad, si estuvieran en su sitio, robá por necesiá no debiera ser delito. Los gitanos no llevamo millones al extranjero y, si alguna ve robamo, es pa poné er puchero. Vivimo mu malamente, en suburbios y arrabales, y argunos ebajo er puente, peó que los animales. ¡No hay derecho, buen Jesús! Si semos hijos de Dios, ilumina con tu luz los caminos del amor.


Que no estemos marginaos porque seamos morenos, que, aunque mal catalagaos, los gitanos semos güenos. Hay de to, como tú sabes. Entre los payos también, hay güenos y regulares y otros... de muy mala fe. Jesús no le contestó. Se quedó meditabundo y, al fin, dijo: ¿qué haré yo para arreglar este mundo? Eso tiene solución dijo el calé, con salero. A los probes como yo tienes que atendé primero. Los ricos, que tengan menos, pa que los probes vivamo. Si no, no comprenderemo esa palabra de hermanos. Que tú tampoco eres rico; que has nacío en un portal, como cualquier probetico de los que no tienen ná. Jesús alzaba la mano en señal de bendición, y, humildemente, el gitano, a sus pies se arrodilló. A un tiempo, los dos lloraban, el gitanito y Jesús, mientras que se proyectaba a lo lejos, una cruz. Después le dijo Jesús, cogiéndole las dos manos al gitanito andaluz: ¿ves como somos hermanos?


No importa raza y color, ni el sitio donde nacimos, que todos somos de Dios desde que al mundo venimos. La injusticia y el dolor tienen la culpa que el mundo, esté olvidando el amor y equivocando su rumbo. Y le ayudó a levantar, al tiempo que le decía: ¡vete, gitanito, en paz que te espera Andalucía! Dile a payos y a gitanos, en nombre del Salvador, que han de vivir como hermanos, con alegría y amor. El gitanito andaluz, como rezar no sabía, le dijo adiós a Jesús, cantando una bulería. Jesús, María y José le aplaudieron con calor, y el gitanito se fue lleno de gracia y amor. ----------------------------


PENA AMARGA ¡Ay de aquella noche fría! ¡Ay de aquella cama helada! El niño se removía y de frío tiritaba. Por la derruida puerta y la ventana endiablada, pegando gritos el viento, al silencio acorralaba. El niño, con hambre y sueño, desesperado gritaba: ¡madre, tengo mucho frío! ¡Ay, qué maldita ventana! Échame una manta, madre, que esta ropa está mojada. Y dame de comer algo, que, anoche, no comí nada. El niño se removía y de frío tiritaba. Aquella queja a la madre el alma le desgarraba. No tiene nada que darle; por eso le dice: ¡calla!, ¡calla y duérmete, hijo mío!, ¡calla y duerme hasta mañana, que yo también tengo frío y mira, no digo nada! Sí, porque tú eres mayor y ya estás acostumbrada; pero yo soy pequeñito y, hasta el alma tengo helada. El niño se removía y de frío tiritaba.


Vísteme y enciende fuego que me da miedo la cama, y mucho más ese viento gritando por la ventana. ¿Que te vista? ¿Y qué te pongo?, la madre le contestaba. Si la camisa está rota y más que rota, pasada, y el pantalón lo he lavado y está tendido en la tapia. Sigue en la cama, hijo mío, sigue hasta la madrugada; que yo también tengo frío y mira, no digo nada. El niño se removía y de frío tiritaba. ¡Que no puedo, mamaíta!, ¡ay, mamaíta del alma! Mira que te quiero mucho, ¿me voy contigo a tu cama? ¡Sí!, ¡vente conmigo, hijo!, que estoy de fiebre abrasada y ya me voy a morir. ¡Sí!, ¡vente conmigo!, ¡anda! El niño, lleno de angustia, a su madre se abrazaba, diciéndole: ¡no te mueras! ¡No te mueras, madre santa! Yo trabajaré y verás que esta miseria se acaba. Cogeré mi pantalón, que está tendido en la tapia, y me lo pondré mojado cuando llegue la mañana.


Pediré de puerta en puerta y robaré, si hace falta; ya verás como te traigo comida y mantas de lana. La madre ya parecía, eternamente callada. Estaba muerta la pobre y el niño se desgarraba, llorando, abrazado al cuello de su madre de su alma. Con las manitas abiertas le acariciaba la cara, y, llenándola de besos, la llamaba y la llamaba. De pronto miró al vacío, por la endiablada ventana y, con el dedo en la boca, dijo al viento que callara. Así le dijo con odio y amargura en la mirada: ¡cállate, maldito viento, que está mi madre cansada! Cerró la puerta del cuarto y, de puntillas, andaba, con el dedito en la boca, para que no despertara. Luego se marchó a la calle y, perdida la mirada, hablaba solo y decía: mi madre está muy cansada, muy cansada, muy cansada... -----------------------------------


LAS CUATRO ESQUINAS En las cuatro esquinas de aquel callejón, hay cuatro faroles que el viento apagó. En las cuatro esquinas de aquel callejón. Son cuatro civiles; dos parejas son, que están al acecho del viejo portón, en las cuatro esquinas de aquel callejón. Quieren que se entregue sin más dilación, un obrero honrado de la construcción, por ser enemigo de la explotación. De lo más humilde es la condición, de este asalariado de sana intención, que, si protestaba, era con razón. Tiene cuatro hijos: Félix el mayor, con sus nueve años, un año el menor. Las otras son niñas, Nieves y Asunción. Los guardias le acosan por el callejón; quieren que se entregue.


Él dice que no, que no es asesino ni ha sido un ladrón. Y, entre capas pardas y el negro borrón de cuatro tricornios, con firme tesón, brillan los fusiles por el callejón. La esposa lloraba su inmenso dolor. Los niños gritaban llenos de terror, y el padre decía: ¡no me entrego!, ¡no! La luna se esconde tras un nubarrón, por no ser testigo de una perdición, en las cuatro esquinas de aquel callejón. El viento, agitado, se volvió un ciclón, en protesta airada sobre el callejón, al decir los guardias: ¡ea!, ¡se acabó! Cuatro culatazos en el callejón, sobre la madera del viejo portón y voces de: ¡fuego!, ¡fuego a discreción!


Cuando los fusiles entran en acción, y bombas de mano hacen explosión, saltó por los aires el viejo portón. Las manos en alto el hombre salió. Pudo más la fuerza de la sinrazón, y fue golpeado por el callejón. Después lo esposaron, sin explicación, y fue conducido a horrible prisión, como un asesino, igual que un ladrón. ¡Incomunicado!, gritó el director, y bien vigilado este malhechor. Es orden expresa del Gobernador. Fue una celda inmunda; la puerta se abrió, y cayó de bruces por el empujón, que, alevosamente, un guardia le dio. Allí, boca abajo de rabia lloró, con la más amarga desesperación, pensando en los hijos de su corazón.


¡Qué noche de espanto! ¡Qué desolación! Un viento agresivo las sombras llenó de voces siniestras, por el corredor. ¡Hay que fusilarlo! ¡No le pegues!, ¡no! Éste hay que llevarlo sobre el paredón, y allí rematarlo sin contemplación. Y al nacer el alba del siguiente día, sonó una descarga de fusilería, en el mismo patio de aquella prisión. Y una voz decía: éste ya acabó..., el tiro de gracia se lo pego yo. Y abatido a tiros el obrero muerto. era una bandera rota por el viento. Auroras de sangre manaba su frente, llenando de rosas su pecho valiente. De sangre caliente que se coagulaba, al fino relente de la madrugada.


¡Dios mío!, ¡qué afrenta! ¿Cuándo acabará la muerte violenta? ¿Cuándo?, ¿cuándo?, ¿cuándo seremos mejores? ¿Cuándo se irá el odio de los españoles? ¿Cuándo cambiaremos el sordo rencor, por la convivencia, la paz y el amor? ¿Cuándo?, ¿cuándo?, ¿cuándo? ¡Dímelo, Señor! Te estoy esperando. ----------------------------------


OLIVARES DEL JARAMA Publicada en la contraportada del Diario ABC de Madrid (Diciembre 1.938). Olivares sombríos de tronco envejecido; olivares sangrando por sus hojas quemadas. Al pie de vuestros troncos lucharon y han caído, los mejores soldados que el mundo ha conocido, dejando allí sus vidas, tempranas, inmoladas. Vosotros, olivares, los de tostada rama, enjutos por la pena, sin vida ni verdor, sabéis de los soldados, que, a orillas del Jarama, supieron coronarse con laureles de fama, combatiendo sin tino, luchando con ardor. Las calvas gigantescas de las lomas peladas, se alzaban tanto, tanto, que tocaban el cielo. Cerrándoles el paso a siniestras manadas, de unas hienas sangrientas de fauces dilatadas, que, aullando, profanaban la faz de nuestro suelo.


Olivares vetustos de ramas retorcidas. Soldados silenciosos con melenas de plata, verde alfombra formando vuestras hojas caídas, volaban en manojos de rosas, convertidas, a coronar de gloria las sienes escarlata. Eso eran las trincheras; piedras, cepas, olivos y algún hoyo en la tierra, que encontraran al paso. Y así se defendían. Y sus frentes altivas, eran soles nacientes de nuevas perspectivas, abiertos a la vida, sin penumbras de ocaso. Volver en los embates quizás con más alarde, y serán los combates de envenenada saña. Pero si son ya mismo, como si son más tarde, por estos olivares donde la tierra arde, moriremos luchando para salvar España. -------------------------


SILENCIO DE ROCA FRÍA Lo comentaba en el bar uno, cuando entraba yo, y apenas me vio pasar, calló la conversación. Cuatro palabras cogí, pero me sobraron tres. Al momento comprendí que hablaba de mi mujer. Yo me cambié de coló, hasta que un amigo mío, toíto me lo contó. Dijo: tu mare lo sabe y ella no te dice ná, porque la cosa es muy grave. Pues, ¿qué pasa? dije yo. Pasa, que había que está ciego pa no ver las cosas malas, y sordo, pa no escuchá to lo que la gente habla. Tu mujé... ¿Qué pasa con mi mujé?... (le dije al amigo mío). Pasa, que está emborronando las letras de tu apellío. ¡Cómo! ¿Mi mujé? ¡Sí! La mujer, que tanto adoras, en casa de Laureano se pasa horas y horas. Y ya los han sorprendío más de una vez los chavales, y en el pueblo se ha cundío. Hasta dicen que lo sabes.


Tú mismo lo puedes ver, si es que te das mucha prisa; porque allí va tu mujer siempre que sale de misa. Mis celos, cual vendavales, hechos fragor de tormenta, remontaron los umbrales donde la razón no cuenta, donde no cuenta lo humano y así llegué hasta la puerta aquélla de Laureano. Y allí estaba mi mujer. La sentí que estaba hablando con él. ¿Puede ser verdad, Dios Santo, que me haga esta traición, a mí, que la quiero tanto? Y se rompieron los diques de mi desesperación y abrí. Entré como exhalación, como huracán desatado, convertido en aluvión. De sangre el rostro inyectado, los ojos y el corazón. Me lancé sobre los dos con intención de matar; pero no lo quiso Dios que yo fuera criminal, ni en defensa de mi honor.


La Guardia Civil llegó, por fortuna, muy a tiempo. Alguien, que tuvo talento, diligente, le avisó. Me llevaron esposado y, al pasar junto a mi puerta, mi madre corrió a mi lado pálida como una muerta. Fue la pareja indulgente y un momento nos dejaron, que yo besara su frente y ella besara mis manos. ¡Hijo del alma!, ¡por Dios! ¿Por qué te llevan así? Yo no sé lo que sentía que mi lengua atenazada, por el dolor que sufría, no pude decirle nada. Sólo dije: ¡madre mía!, cuando ya nos separaban, al sentir que se rompía lo que a la vida me ataba. ¡Madre mía! Ayer salí de cumplir año y medio de condena, y me he encontrao al salir mi mare, muerta de pena, muerta de tanto sufrir. Por mí, que tanto la quiero y tanto la he respetao; que llorando beso el suelo donde sus pies han pisao. Silencio de roca fría encuentro frente a mi vía. Sólo la campana suena golpeando mi sentío.


Los amigos en cadena, bebiendo el escalofrío de mi pena, despeñan en el vacío de mi ser, un leve rumor de río que me hace estremecer. ¡Te acompaño al sentimiento! ¡Te acompaño al sentimiento! ¡Qué tormento se va enroscando al aliento de mi vía! ¡Qué espanto!, dejarte en el camposanto por siempre, madre querida. Todavía están mis manos húmedas de tierra fría, y en mi boca quedó el ansia de besarte en la agonía. ¡Madre mía!, ¡santa!, ¡santa! Nada me alienta a vivir, sin tu calor y tu amparo. en este mundo, ¿qué hago si ya no te tengo a ti? ¡Que se calle esa guitarra!, que el sonar de sus bordones a mi garganta se agarra y la deshace en jirones. Que mi mare se ha dormío, con un sueño tan profundo, que le molesta el ruío de las cosas de este mundo. --------------------------------


LOS JUBILADOS Nos tocó un duro vivir de trabajo y privaciones, y aquellas persecuciones clavadas en el sentir. Y fue nuestra juventud bandera de libertad, luchando por la verdad y contra la esclavitud. Y nos tocó la tragedia de una guerra fratricida, por la ambición desmedida de los amos de la tierra. Y nos tocó una posguerra de huidos y fusilados, de obreros encarcelados, de dolor y de miseria. Y nos tocó la agonía de aquel vivir clandestino, por el único camino que el mundo nos ofrecía. Y, con la más negra saña, ahogando nuestros anhelos, se nos llamó bandoleros y hasta enemigos de España. Y, como a España quisimos, siempre, los trabajadores, en nuestros años mejores el corazón se lo dimos. Hoy, que estamos jubilados, faltos de toda ilusión, llora nuestro corazón al sentirnos marginados.


Trago a trago, sorbo a sorbo, nos bebemos esta pena, y la terrible condena de ser tan sólo un estorbo. En esta tercera edad de primaveras sombrías, cuando se alargan los días y se aproxima el final. Pensad jóvenes vosotros, que os tiene que llegar, esta tragedia fatal que hoy padecemos nosotros. Por eso, en nombre del cielo, cuando ya todo lo dimos, solamente os pedimos calor, amor y consuelo. Poca cosa, ya lo veis; para nuestro gran dolor os pedimos, ¡por favor!, que no nos abandonéis. -----------------------------


EL BOTELLÓN ¡Lástima de juventud, que se inventó "la movida" para arruinar su salud! Del quince al veinte por ciento de la juventud de hoy, tiene un porvenir incierto. Y, en lugar de preocuparse interrogando al destino, prefieren emborracharse. Las muchachas y muchachos, bien entrada la mañana, llegan a casa borrachos. Sin ánimo de estudiar y sin la menor idea de algún día trabajar. Ellos señalan las zonas donde fumar y beber, "botellones" y "litronas". Y ellas con el alcohol, pierden la cabeza y caen en las redes del amor. Así se ven jovencitas que, con doce o trece años, las han hecho madrecitas. ¡Qué pena! Cuando han parido, no saben quién es el padre, ni la cosa... cómo ha sido. Como no son deseados esos hijos, si los crían, serán unos desgraciados. Algunas, ¡pobre criatura!, después que la traen al mundo, la tiran a la basura.


Otras, en tiempo muy corto, para ocultar la vergüenza, se provocan el aborto. Y siguen en la "movida", porque, según dicen ellas, es lo que les da la vida. Ellas y ellos se atreven a beber hasta caerse, y hacer "pis" donde no deben. Y, entre basura y botellas, las calles son vertederos, que no hay quien pase por ellas. Algunos, sin solución, enganchados a la droga, se buscan la perdición. Otros tienen mal beber, y, a los que alternan con ellos, siempre les toca perder. Y hay discusiones y riñas, entre carreras y gritos, de los niños y las niñas. Por eso, no es de extrañar, que algunos pisen la cárcel o vayan al hospital. Tres días a la semana bebiendo y alardeando, de la noche a la mañana. Dicen, que eso es divertirse, y, tan sólo de pensarlo, ya dan ganas de morirse. ¿Cuándo van a descansar las vecinas y vecinos, que tienen que trabajar? Son dignos de compasión esas gentes que no viven, por culpa del "botellón".


Yo no sé lo que yo diera porque estos chicos, la vida de otra forma la entendieran. ¿Divertirse?, ¿por qué no?, si están en la edad de hacerlo; pero con moderación. Procurando no alterar, el descanso y el respeto que merecen los demás. Sin contar el deshonor y el quebranto a la salud, que produce el alcohol. Hay quien dice que, de esto tienen la culpa los padres. Otros, que si los maestros son los mayores culpables. Yo, a nadie quiero culpar; pero esto así, es imposible que pueda continuar. Hacen falta soluciones, para que la juventud olvide los "botellones". Porque debe divertirse; que ya, cuando sea mayor, tiempo tendrá de aburrirse. A todos nos corresponde buscarles nuevo recreo. Pero, ¿cómo, cuándo y dónde? Al Gobierno le pedimos que, al caso, preste atención. Y, ¡ojalá que sepa darle acertada solución! ---------------------------------


EL LAGARTO DE JAÉN Grabado en un compacto por la Comunidad Escolar del CEIP “José Plata” de Mengíbar (Jaén). Era un monstruo verde de talante fiero, que en la Magdalena tenía su agujero. La misma apertura del gran manantial, era la guarida del fiero animal. Aquel gigantesco lagarto, que hacía temblar a las gentes cuando aparecía; aquel gran reptil que aterrorizaba, con su inmensa boca y afiladas garras, atrapaba ovejas, engullía corderos y hasta los borricos de los arrieros. Pues, los animales, por grandes que fueran, no se resistían a sus tragaderas. Nada le saciaba, nunca estaba harto y todos huían del voraz lagarto; porque cuando al bicho el hambre apretaba, era a las personas a las que atacaba.


Le lanzaban flechas, que no se clavaban en su piel rugosa, verde y pigmentada. Aterrorizadas las pobres criaturas, le tiraban piedras desde las alturas. En Jaén las gentes qué miedo tendrían, que, a salir de casa, ya ni se atrevían. Y cuenta la historia que un joven pastor, al fin le dio muerte al monstruo feroz. Tuvo mucho ingenio y gran valentía, y, ante todo, tuvo mucha sangre fría. Miren lo que el joven pastor se inventó: mató un gran cordero y lo desolló; y luego la piel la llenó de yesca y la embadurnó de sangre, por fuera. Y, para atraer al fiero animal, junto a la guarida se puso a silbar. Mientras que, con mixtos, encendía la yesca, dejándole el cebo en la misma puerta.


Dicen que el lagarto oyó los silbidos, y salió al momento, lanzando rugidos. La piel, con la yesca, ansioso engulló y, ardiendo, al instante, dio un gran reventón; que fue como un trueno, que todavía suena en el viejo barrio de la Magdalena. Humo y llamaradas que subieron alto, cerraron la historia del feroz lagarto. ..... Es una leyenda de gran fundamento, cuando no la borra el paso del tiempo. -----------------------


PARA ELISA A mis grandes amigos Antonio Anguita y esposa. Nueve de abril, ¡qué bonito! ¡Elisa, sé muy feliz! Te lo desea este abuelito. Elisa es la primavera... Por eso es tan salerosa, soñadora y placentera. ¡Qué cosa! Sencilla como violeta, fragante como la rosa y, por hermosa, hasta un poquitín coqueta. Tienen dos sombras de lirio sus ojos adormilados; y no es señal de martirio; es que son apasionados. En su boca, la sonrisa, es un rayito de sol, que mece la dulce brisa en el cáliz de una flor; y esa flor, se llama Elisa. Elisa que con Antonio enlazó sus apellidos, componiendo un matrimonio de los mejor avenidos. Ella, por encantadora y él, por artista genial, son los dos, brisa y aurora. Son, como rosa y rosal. Abiertamente sinceros y, con el más noble afán; ella es bendición del cielo y él, tan bue no como el pan.


Tienen sus destinos fijos en la esperanza y la fe; y, como premio, unos hijos que son modelo en JaĂŠn. Yo, lo que siento lo digo sin la menor cortapisa: que me honra ser amigo de Antonio como de Elisa. --------------------------------


SOY PEGALAJEÑO Soy hijo de Andalucía y, además, pegalajeño. ¡Dios del cielo, qué alegría! Desde aquella primavera que vine al mundo cantando, cuando vi la luz primera, yo, siempre, a Pegalajar, en el fondo de mi alma, le llevo puesto un altar. ¡Ay, qué feliz me sentí!, componiendo aquella letra del himno que dice así: "Está bien plantao al pie de la sierra, el pueblo bonito de Pegalajar"... Me preguntaba un amigo: y, ese pueblo, ¿cómo es? Yo le dije: ven conmigo y así, tú mismo lo ves. Y si no, yo te lo digo: Una torre y una cruz, cielo azul y casas blancas. Olivares, mucha luz y cantares. De la Serrezuela al río, peña, pino, pueblo, huerta y el "quejío" de una Fuente, que, en el presente, está muerta.


Un Arco, donde los moros que habitaban el castillo, escondían sus tesoros. Murallas llenas de gloria, derruidas por el tiempo, pero vivas en la historia. Una plaza a la que llaman hoy, de la Constitución, llena de gloria y de fama. Con su pilar y sus flores y bancos, para acomodo de las personas mayores. Y bonita, cual ninguna, con histórico pilar, la Plaza de la Laguna. Luego, la Plaza del Pueblo, a la que todos llamamos, por costumbre, "El Cementerio". Que, sin duda, lo fue un día, pero que ahora se llama Plaza de Santa María. Allí verás una ermita que marea de bonita, y la Virgen de las Nieves, glorificando la ermita. Y la sandunga y la gracia de dos esbeltas palmeras, que dan custodia a la Plaza, como fieles centinelas. Y una Placita Torera, junto a los Agramaderos, que es una luna lunera desprendida de los cielos. Y he de nombrarte otra Plaza, que, para mí, es un sagrario, que lleva el modesto nombre del Autor Francisco Almagro.


Esto me llega muy dentro y me siento muy feliz, al ser "Hijo Predilecto" del pueblo donde nací. Mi amigo dijo: ¡me alegro!, pero, sígueme contando las demás cosas del pueblo. Le dije: verás un quino, sobre un rincón de fragancia, y una ermita recatada, donde la Virgen de Gracia es, por todos, venerada. Un estanque colosal, que, en tiempos no muy lejanos, era la envidia del mar. Aguas cristalinas, barquitas de ensueño, hacían del estanque un mar en pequeño. Hoy no tiene vida... No sé qué pasó, si es que lo mataron o es que se murió... ¿Se podrá saber eso, alguna vez? Corramos un velo, que nos duele el alma de mirar al cielo. Y ahora, amigo, vuelvo, a coger el hilo para hablar del pueblo. No es fácil enumerar, todo el arte y el encanto que tiene Pegalajar.


Es un placer contemplar, ese glorioso retablo de la Iglesia Parroquial, y ese Cristo restaurado por Antonio García Merlo (Cristo con la cruz cargado). Y el magnífico auditórium, espléndido y elegante, donde se están celebrando los Festivales del Cante. Y, entre flores enmarcada, una bonita piscina, celosamente cuidada, de agua clara y cristalina. El Hogar del Pensionista te llenará de ilusión, con su bien plantado bar, sala de televisión, y mesas para jugar al tute o al dominó. También llevo en la memoria la Banda Municipal, que es la alegría y la gloria de este pueblo singular. Y, curioso por saber, me preguntaba el amigo: y la gente, ¿cómo es? No lo pude remediar; se me subió el corazón a los labios, para hablar. Y le contesté al instante: no encontrarás en tu vida gente de mejor talante. Bromista, dicharachera, pero humilde y resignada y humanamente sincera.


Altruista, generosa, hospitalaria y leal, bondadosa y confiada, que todo lo suele dar y, siempre, a cambio de nada. Entusiasmado el amigo, sin pararse a meditar, me dijo: ¡me voy contigo, hoy mismo, a Pegalajar! Y se vino y es feliz, lleno de calor humano, porque lo tratan aquí como si fuera un hermano. Si le preguntan, ¿qué tal?, dice que es maravilloso vivir en Pegalajar. Que ya no se va de aquí, donde ha encontrado la paz y no puede prescindir de un ambiente tan cordial. ¡Si se sentirá feliz, que dice que no se va ni con la Guardia Civil! ------------------------------


LA MULA ROBÁ ¡Ay, señó sargento! No le pegue má al compare Lucas, que no sabe ná. ¡Por Jesú bendito! ¡Por la Macarena! ¿No lo ve que tiene carita de pena? Que no sabe ná, de la mula ésa que vino robá. Él se la compró a un payo de Cabra. Después la vendió con poca ganansia. ¿De su prosedensia, quién va a averiguá? También aquel payo la pudo robá. O es que to lo malo lo habemo de hasé los probe gitanos. ¿Que fartan gallinas? A buscá gitanos por tó las esquinas. ¿Que hay robo en la feria? ¡Ya está! Los gitanos robaron la yegua. ¡Venga! ¡Al cuartelillo! Ponle las esposas a ese gitanillo. Y tú, dale fuerte, que así es como canta esta mala gente.


A ver, ese viejo tiene que sabé quién robó las mulas casa Don Andrés. ¡Probes gitanitos!, con sangre de reyes, desamparaítos por toas las leyes. Por las carreteras con miedo y con frío, durmiendo en las eras y a orillas del río. Siempre a las afueras y vigilaítos iguá que las fieras. ¿Que los gitanitos a to er mundo engañan? Eso, ¿quién lo ha dicho?, si semos la esensia más pura de España. ¿Que no trabajamos? ¿Quién dijo que no? ¡Con lo que curramos! ¡Válgame el Señó! Unos son tratantes, otros cardereros, otros con sus cantes ganan los dineros. Unos venden plumas, otros venden trajes, otros por las casas vendiendo menajes. Y haciendo canastas se ganan la vía muchos de mi casta.


En otros ofisios, ¿pa qué trabajá?, si nus apañamos nusotros con ná. Luego que el trabajo resurta pesao, pa aquel que en la vía no está acostumbrao. Nusotros cantamos, reímos, bailamos, aunque no comamos. La conformiá que lleva en la vía quien no tiene ná. ¿Qué vamo a hasé, si semos asine la rasa calé? ¡Ay, probe de mí, que no nus comprenda la Guardia Civí! ¡Por Dios, mi sargento! No le pegue má al compare Lucas, que no sabe ná. ¡Mardita la mula que vino robá! -----------------------


SUGERENCIAS (En Pareados) Para poder mejorar la vida en Pegalajar, conviene que los Partidos estén mejor avenidos. Ni decir sí, por las buenas, ni decir no, por sistema. Siempre con razonamientos, se evitan enfrentamientos. Menos burocracia inútil y más democracia útil. Menos orgullo y boato y más humildad y recato. Alejad la prepotencia y acercad la convivencia. Y que olvide cada cual su interés particular. Que nunca vuestra ambición mande en vuestro corazón. Habéis de hacer penitencia de no ensuciar la conciencia. Haced política sana para hoy y para mañana. Pegalajar lo merece y sabéis que lo agradece. ¡FELICES FIESTAS! -----------------------------


DE UNA NIÑA A SU ABUELITO Quisiera ser mayorcita para poderle decir, a mi abuelo las cositas que llevo dentro de mí. Que lo quiero, que lo adoro, que mi abuelo es un tesoro. Quisiera, por las mañanas, al darle los buenos días, poderle peinar sus canas con estas manitas mías. Que lo quiero, que lo adoro, que mi abuelo es un tesoro. Quisiera que mi abuelito se volviera de mi edad, y que fuera mi amiguito para llevarlo a jugar. Que lo quiero, que lo adoro, que mi abuelo es un tesoro. Como soy poquita cosa y es poquito lo que sé‚, hoy le pido presurosa al divino San José, que conceda larga vida a mi abuelito querido y mucha felicidad, que lo tiene merecido. --------------------------


YO BESO EN LA BOCA Tu beso estalló en el aire y el aire se lo llevó, mientras que, junto a tu boca, el mío se desmayó. Otra vez que me despida y tú me pongas la cara, te diré que no te beso. Yo beso en la boca o nada. Ya no me quedan suspiros que vuelen detrás de ti, pidiéndote sólo un beso, para devolverte mil. Se han de juntar nuestras bocas y fundirse nuestro aliento, con el calor encendido en la caricia de un beso. El fuego de la pasión ha de prender en los labios y llegar al corazón. A ver, probemos ahora que llega la madrugada, entre caricias de aurora. Pero, ¡no pongas la cara! Sólo tu boca y la mía y el calor de nuestro aliento. ¡Así! ¿Ves tú qué alegría? ¡Por fin! ¡Qué feliz me siento! -----------------------------------


MENGÍBAR Y EL "JOSÉ PLATA" Yo soy pegalajareño, pero no me importaría ser también mengibareño. Que Mengíbar, con su historia y el Colegio "José Plata", es un rincón de la gloria. Mengíbar tiene alegría, porque se toma la vida con mucha filosofía. Y además tiene la suerte de saber vivir en paz, dando la espalda a la muerte. Mengíbar sabe cantar, que es el tesoro más grande que Dios le ha podido dar. Y así, con mucha razón, dice que el estar contentos es deber y obligación. Que hay que saber evadirse de los malditos pesares, y pensar en divertirse. Que tomar la vida en serio, es cargar con una cruz camino del cementerio. Que hay que cantar y reír, con risa cascabelera, para sentirse feliz. Que la risa es luz del alma y las gentes que no ríen, no encuentran nunca la calma. Hay que pensar que la risa, es la que dice a la muerte: ¡espera!, ¡no tengas prisa!


Ahora me estoy acordando, que Mengíbar tiene un lema y es el de "crecer cantando". Por eso, brindando amores, niños, padres y maestros cantan como ruiseñores. Y no vale discutir. Yo en la vida me he sentido más contento y más feliz, que cuando juntos cantaron mis canciones que, en el "cómpas", con tanto amor me grabaron. Las maestras y maestros del Colegio "José Plata" al cantar, fueron tan diestros, que sus voces siderales, eran campanas de gloria entre las de los chavales. En verdad, de corazón, tengo que decir que todos son dignos de admiración. Que, sin ser profesionales, son artistas consumados hasta los mismos chavales. ..... ¡Aplaudamos a rabiar!, y disfrutemos con ellos las Fiestas de Carnaval. ----------------------------


FANDANGOS PEGALAJEÑOS Toros, flamenco y poesía... ¡Olé mi Pegalajar! No hay pueblo en Andalucía que tenga mayor caudal de salero y simpatía. ¡Paisanos!, un año más de la Patrona es su día, y lo hemos de celebrar con la mayor alegría y convivencia en la paz. ¡Ya repican las campanas! Demos nuestros parabienes a la excelsa Soberana, nuestra Virgen de las Nieves, lucero de la mañana. Dejemos, por unos días rencillas que son molestas, y en una sana armonía, celebremos nuestras Fiestas en paz y con alegría. Por fin la "Fuente de la Reja" recuperó su caudal. Ya nuestra "Charca" semeja de nuevo, un pequeño mar. ¡No podemos tener queja! Bendice su buena suerte quien viene a Pegalajar; este pueblo complaciente, que vive para agradar y hacer feliz a la gente.


¡Ven conmigo, forastero! Te enseñaré el manantial y la "Charca", que es un cielo, donde podrás navegar como en un mar verdadero. Pegalajeña, agarena, flor que nunca se marchita. Rubia, trigueña, morena. ¡No la encuentras más bonita en toda la tierra entera! ---------------------------------


A MI MADRE Tan sólo con decir "madre", se llena de bendiciones, con mis recuerdos, el aire. La palabra madre encierra todo lo humano y divino, que existe sobre la tierra. Porque, con amor profundo, da su sangre y da su vida, para traernos al mundo. A este mundo "pajolero" trajo mi madre diez hijos, y a mí me largó el primero. Y, por llegar el primero, a mí me llaman Francisco, que era el nombre de mi abuelo. Después vino una hermanita que le pusieron Elvira, en nombre de mi abuelita. Y así, como iban llegando, los nombres de los abuelos se los iban aplicando. Al ser cuatro los abuelos, hubo nombres solamente para los cuatro primeros. Y por eso, los siguientes llevan el de nuestros padres, el de tíos y parientes. Los paternos han de ser al parecer, los primeros, y los maternos después. No sé si tendrá sentido, cómo ni porqué ni cuándo quedara así establecido.


Diez hijos que, con amor, dándonos tan sólo el pecho, nuestra madre nos crió. Ninguno de los hermanos tuvimos un biberón, ni un chupete entre las manos. Menudita era mi madre; pero tenía un corazón como un castillo de grande. Era todo simpatía, amor, ternura y cariño. ¡Así era la madre mía! Con cuánto amor se quitaba los bocados de la boca, y a sus hijos se los daba. No habrá nada comparable, ni que se pueda igualar al cariño de una madre. Todo nos lo perdonaba y al vernos reír, reía, y al vernos sufrir, lloraba. Para dormir nos cantaba, bien una canción de cuna o alguna bonita "nana". Yo, por saber tuve empeño; y ella me llevó a la escuela, siendo todavía pequeño. Y a leer, como a escribir, para poderme valer, en poco tiempo aprendí. Ella, orgullosa decía: mi Francisco ya no escribe con faltas de ortografía. Pero, sí que las tenía, a pesar del gran empeño y el interés que ponía.


¡Qué pena!, hube de dejar la escuela, porque a mi padre le tenía que ayudar. Por ser el hijo mayor, le tenía que ayudar a mi padre, en la labor. Le ayudé desde pequeño, aunque siempre, el aprender era mi mayor empeño. Mi madre, que era tan buena, el sacarme del colegio le causó profunda pena. Yo, que ansiaba adelantar, el abandonar la escuela me produjo un gran pesar. Pero no me resignaba y, con avidez, leía cualquier papel que encontraba. Un día, por un anuncio, me enteré que, por correo, podía realizar un curso. Consideraba probable, así, por correspondencia, poder hacerme contable. A mi madre consulté y dijo: escribe y confía en que yo te ayudaré. Solicité condiciones, y pronto me remitieron las dos primeras lecciones. La escuela estaba en Madrid y, por correo, yo estudié el "cálculo mercantil". Mi madre, aunque no podía, con sacrificio pagaba las lecciones cada día.


Eso me valió llegar a ser lo poco que soy, y no lo puedo olvidar. Mientras viva, agradecido estaré a mi madre santa, que a todas horas bendigo. Sólo digo, en su memoria, que mi madre se merece sitio de honor en la gloria. Seguro que, por su amor, gozará un descanso eterno siempre cerquita de Dios. Tan sólo con decir "madre", se llena de bendiciones con mis recuerdos el aire. ---------------------------------


JUANA Y MIGUEL Con acento plañidero, el doblar de una campana anunció que, para el cielo, se fue nuestra hermana Juana. Otra campana después, con lastimero sonido, anunciaba que Miguel también al cielo se ha ido. ¡Pobre hermana!, ¡pobre hermano! ¡Qué inmenso es nuestro dolor! Seguro que, de la mano, se han presentado ante Dios. Con la misma sencillez con la que siempre vivieron, igual Juana que Miguel. Los dos, ¡qué buenos que fueron! ¡Qué buena fe los guiaba! ¡Qué buen corazón tenían! Allí, por donde pasaban, todo el mundo los quería. Alegres y confiados no conocían la maldad. Eran sencillos y honrados, a la buena y de verdad. Pedro, Cecilio, Isabel, Elvira, Encarna y cuñados, están, por Juana y Miguel, igual que yo, de apenados. También Molina y Pilar, tanto ella como él, no se podrán olvidar de la Juana y el Miguel.


Hijos, nietos y sobrinos, no borrarán de su mente a los abuelos queridos, que se fueron para siempre. Pero, ¿cómo puede ser, (con dolor nos preguntamos), que a la Juana y al Miguel ya nunca más los veamos? ¡Ay, Dios! Dales un lugar donde van los elegidos y que descansen en paz nuestros hermanos queridos. Paz y gloria, gloria y paz; lo merecen por su historia de amor y gran humildad. -------------------------------


BARRIO DE BELÉN Lo conocí y lo traté y, por eso, no lo olvido, a este Barrio de Belén, que llamaban "El Ejido". En sus eras se trillaban las cosechas del verano, y las parvas se aventaban, para separar el grano. La paja se amontonaba; y la semilla, en costales, los carros se la llevaban a diferentes lugares. Luego, San Lucas llegaba, nuestro Patrón venerado, y, en las eras, se instalaba con su feria de ganado. Yo, de chaval, ya vendía en la feria, mis cubiertas, ramales, sogas y lías, cabos, tomiza y espuertas. Por San Lucas, en las eras, igual te podías comprar un par de vacas lecheras, que un muleto sin domar. También, en las mismas eras, los charnaques abundaban, donde, las noches enteras, algunos se las pasaban. Con el cante y una copa, entre el gitano y el payo, al fin cambiaban la potra o vendían el caballo.


Sin papeles ni escribano; cuando el trato se cerraba, ambos se daban la mano y ya con eso bastaba. Recuerdo aquella mañana en que mi padre cambió, una mula que pingaba por un burro garañón. También recuerdo "las ducas" de aquel año que, la cosa se nos torció, por San Lucas, que se presentó lluviosa. Aquel año fue fatal, porque el esparto mojado nadie lo quería llevar, ni siquiera regalado. Unas cubiertas vendimos, muy pocas, para las jalmas; y a Pegalajar nos fuimos, mi padre y yo, haciendo palmas. Yo, en la feria disfrutaba tan sólo con el ambiente, luego que desayunaba mi tallo con aguardiente. Por eso, jamás me olvido de aquel lugar de las eras, que se llamaba "El Ejido", y que estaba a las afueras. Hoy, este barrio famoso merece trato de "usía", por cabal, por laborioso y por su gran simpatía. Las eras ya son historia, como historia es "El Ejido", con ese laurel de gloria que tiene tan merecido.


Lo que nadie dudará es que el Barrio de Belén, es y por siempre será el orgullo de Jaén. -----------------------------


UN CIELO DISTRAÍDO Porque un cielo distraído, las nubes se las dejó en el rincón del olvido, los caminos polvorientos se mueren de soledad, entre olivares sedientos. Los surcos en pentagrama van escribiendo el dolor de la tierra calcinada, mientras se llenan de muerte las acequias rumorosas, que alimentaba la Fuente. Ya no se escucha el cantar de aquel arroyito claro que cruzaba el olivar. ¡Qué desconsuelo, Dios mío! ¡Cuántos arroyos sin agua y cuántos puentes sin río! ¡Qué tristeza de las fuentes y qué amargo desamparo, de los veneros ausentes! ¡Ay, cuánta labor perdida, en los campos desolados de nuestra tierra querida! ¡Qué ruina, madre mía! ¿El por qué no lloverá lo mismo que antes llovía? ¡Con agua de temporal, que calaba hasta los centros la raíz del olivar! ¡Por Dios, Virgen de las Nieves!, cambia la cara del tiempo, tú, que tanto poder tienes.


Que broten los manantiales, que se encharquen los caminos y se formen barrizales. Haz que renazca el caudal de esa Fuente de la Reja, gloria de Pegalajar. Que la Huerta está baldía y todo se va perdiendo, por culpa de la sequía. ¡Haz el milagro, Señora! Te lo pide, humildemente, este pueblo que te adora. ------------------------------


LA ENSALADA He perdido la memoria y ya sólo sé dar vueltas, como cangilón de noria. Entro, salgo, vengo y voy, y no sé de dónde vengo ni tampoco dónde estoy. Siempre me pregunto igual: ¿a qué he venido yo aquí? y no me sé contestar. Al cabo de mucho rato, me doy cuenta que venía, solamente por un plato. Y, con el plato cogido, aún me sigo preguntando: bueno, ¿para qué he venido? ¿Para qué he cogido el plato? ¡Ah!, para hacer la ensalada, me digo, al cabo del rato. He de preparar la sal, el aceite y el vinagre, no se me vaya a olvidar. Me doy una media vuelta y, del mueble de cocina estoy abriendo la puerta. Y con la puerta agarrada, desesperado, me digo: ¿qué era lo que yo buscaba? Al fin observo la sal, el aceite y el vinagre y me digo: ¡menos mal! Ya tengo lo necesario para poder empezar; ¡milagro, Señor, milagro!


Pongo todo junto al plato y, antes de continuar, tengo que pensar un rato. Y pregunto: y ahora ¿qué? Y me contesto yo mismo: ¿Ahora?... Ahora. ¡Yo que sé! Me siento para pensar, y saco la conclusión de que tengo que cenar. He de ir a la nevera para sacar los tomates, porque si no, no hay manera. Y, con la nevera abierta, aún me sigo preguntando: Yo, ¿para qué abro esta puerta? ¡Los tomates! Menos mal que estaban muy a la vista y eso me hizo recordar. Los cogí, como si nada, y los puse no sé dónde; luego, no los encontraba. Todo estaba preparado; pero no sabía empezar, porque se me había olvidado. Y, al cabo de mucho rato, recuperé la memoria, mirando al fondo del plato. Para poder comenzar, necesitaba el cuchillo, que lo tuve que buscar. Decidido lo agarré y, en la mano lo tenía, y no sabía para qué. Lo solté junto a la sal, pensando si llegaré alguna vez a cenar.


Pero sí, cogí el cuchillo, me encaré con los tomates y los hice picadillo. Sobre el plato, justamente, echando después la sal, el vinagre y el aceite. Y me dije: una de dos, o la comes con los dedos, o vas por el tenedor. Y, ¿dónde está el tenedor? ¡Esta maldita memoria! ¿Será posible Señor? Otra vez a cavilar, abrir puertas y cajones y volverlos a cerrar. ¡Vaya, por fin lo encontré! Estaba en el mismo sitio donde anteayer lo dejé. Ya creo que no falta nada y que, al fin, voy a empezar a comerme la ensalada. Primero la he de probar, por si le falta vinagre o le he puesto poca sal. Me gusta más bien salada, porque la comida simple, a mí no me sabe a nada. Le eché otra poquita sal, me colgué la servilleta y me dispuse a cenar. Pero, ¿y el pan dónde está? Si sólo tenía una barra y me la he comido ya. Y sin pan, no puede ser que me coma la ensalada. Entonces, ¿qué voy a hacer?


¿Que por qué no lo he comprado? ¡Por qué va a ser! Porque soy un viejo desmemoriado. Claro, que eso son "chorradas", también se puede comer la ensalada a cucharadas. ¡Bueno, no faltaba más! Voy a buscar la cuchara que en el cajón debe estar. Abrí el cajón, lo cerré y lo volví a abrir de nuevo, preguntando ¿para qué? Ya me puse a cavilar, nervioso y desconcertado, sin poder continuar. Y fue una corazonada, lo que me vino a indicar el sitio de la cuchara. La cogí con alegría y me dispuse a cenar, que era lo que yo quería. Y ahora viene lo mejor... En mi vida había probado una ensalada peor. Me tomé dos cucharadas y me supieron tan mal, que comencé a dar "arcadas". ¡Qué malísima que estaba! Tenía gusto a no sé qué y amargaba de salada. Y es que en la sal me pasé y, en lugar de echarle aceite, fue vino lo que le eché. La vista que me falló y confundí las botellas, eso fue lo que pasó.


Después de tanto trabajo, la ensalada la cogí y la eché retrete abajo. Y, al tirar de la cadena, me dije: ¡pobre de mí, que me he quedado sin cena! Y me acosté sin cenar, diciendo: ¡mira si ahora me olvido de respirar! ----------------------------------


AL CUMPLIR 88 AÑOS Aunque me pesan los años y me envenenan el alma los malditos desengaños, pienso vivir y soñar, mientras me quede en el pecho una copla por cantar. Dios sabe cuánto he sufrido; pero es que mi corazón nunca se da por vencido. Y jugando con la suerte, yo voy cumpliendo los años, riéndome de la muerte. Ya dije, en una ocasión, que la risa es luz de vida, de esperanza y de ilusión. Sí, amigos, porque la risa es la que dice a la muerte: ¡espera!, ¡no tengas prisa! Son ochenta y ocho años los que acabo de cumplir, y entre vosotros me siento enteramente feliz. Si los voy a celebrar con mis mejores amigos, ¿qué más puedo desear? Pero os voy a pedir, que vengáis a acompañarme también el año dos mil. Y el dos mil uno quisiera el poderlo celebrar con vosotros a mi vera. ¡No me faltéis, por favor!, a ver si pudiera ser también en el dos mil dos.


La ilusión es lo que cuenta, y ya no me importaría pasarme de los noventa. Pero mi gran alegría será contar con vosotros, cada año, en este día. Porque, ¿sabéis qué os digo? Que, viva el tiempo que viva, siempre seré vuestro amigo. Que este corazón de niño sabe que os merecéis por entero mi cariño. ---------------------------------


FUENTES DE PEGALAJAR: SECAS, EN SU MAYORÍA, O MERMADAS DE CAUDAL Está Fuente de la Reja, Los Pérez, Siete Pilillas, Peñón y Fuente la Teja. La Fuente del Espartero, la Fuente del Capitán y la Fuente Tío Moreno. La Fuente La Membrillera, La Pileta, la de Ochío y la Fuente La Caldera. También la Fuente Muñoz, la llamada de Los Mochos y en Bendéñigo, que hay dos. La Fuente del Saladillo, Valmoso, la del Buhón y la Fuente Los Hornillos. La Fuente Las Cañadillas, la Fuente del Tío Ratón, Artesón y la Alberquilla. Está la Fuente Los Berros y, también tenemos una, que se llama de Los Perros. Hay la Fuente de Gallón, El Téllez, El Zarzalejo, El Toro y El Borbotón. Está la Fuente Doñana, Zaraúste, La Tejera, La Guardia, Atocha y la Rana. Dos Pilas, El Cañaón, Villajos, Tío Pucherete, El Negro y El Albercón.


Los Nevazos, El Cercado, El Chinar, Los Jardinillos, y la Fuente Tío Metalo. La del Llano la Peñuela, la del Puerto, de Los Yesos, Culo Yeso y Nogueruela. La Fuente del Buboncillo, El Álamo, Las Dos Pilas, Hilachos y Tío Castillo. Canónigos y El Fresal, El Soto, La Fuensantilla, Carboneros y Arrayán. Está La Fuente Noguera, Vaimora, El Negro, El Barón, Cuchillejo y Pancillevas. También La Fuente La Encina, la de Mimbre, Los Cavilas, Carboneros y La Mina. La Fuente de La Marrana, La Majada de las Yeguas, La Noria y La Toledana. Víbora, Palma, Corderos, Barranco, Mimbre, La Sima, El Tolano y Carboneros. La del Grajo, El Tío Bautista, La Fábrica de la Luz y La Fuente de la Ermita. La llamada "El Tapirojo", La Coja, La de Marín y La Fuente del Piojo. Debe haber algunas más, que hace tiempo se secaron y que es mejor olvidar. El pueblo sería feliz, si en la "Fuente de la Reja" volviera el agua a salir. ---------------------------------


MIS SUEÑOS Y EL AGUA: POEMA DEDICADO A LA CHARCA DE PEGALAJAR Soñé‚ con un pueblo que tenía una charca, donde las ranitas alegres cantaban. Que en aquella charca las gentes lavaban y, con aquel agua, la huerta regaban. Y soñé‚ que siete molinos andaban, gracias a la fuerza y empuje del agua. Que en los cangilones, cuando golpeaba, espuma de estrellas al viento lanzaba. Soñé‚ que, entre juncia y espinosas zarzas, las acequias iban pregonando el agua. Soñé‚ con la reja de donde manaba, aquel agua dulce, pura, limpia y clara. La que, con amor, la tierra empapaba, y buenas cosechas al pueblo le daba. Que era para todos la fuente y la charca, la paz, la alegría, la vida y el alma.


Y soñé‚ en las sombras y verde fragancia, de aquella alameda que la circundaba. Que, en las noches claras, la charca brillaba con calor de luna y fulgor de plata. Y soñé‚ que hombres, con muy mala saña, arrancando ovas y extirpando algas, cambiaron un día la faz de la charca. Que, sañudamente, con picos y palas, la hicieron estanque, para su desgracia... Soñé‚ que un infierno de sierras y hachas, entró en la alameda, dejándola exhausta. Que, entre un mar de troncos y ramas tronchadas, amarillas hojas revoloteaban, poniendo un sudario a la pobre charca, que, envuelta en las hojas, quedó amortajada. Y soñé‚ un estanque repleto de barcas, y agua transparente, sin ovas ni algas. Era como un cielo de límpida el agua; clara y refulgente como una esmeralda.


Espejo de luna con marco de plata, donde te veías la cara y el alma. Y soñé‚ casetas con sabor a playa, y alegres farolas que la iluminaban. Y que mucha gente feliz se bañaba, en aquel estanque que un día fue charca. Y soñé‚ una fuente de pena angustiada, huérfana de ovas, de musgo y de algas. Un rincón de sombra triste y silenciada, en donde no había ni rastro de agua. La "Fuente la Reja" así se la llama. Hoy le queda el nombre, la gloria y la fama. ¡Pobrecita fuente! ¿Dónde está tu agua?, dije, al despertar, lleno de nostalgia. ¡Pobrecita fuente!, espectral fantasma, que hoy sólo amargura nos deja en el alma. Esa agua tan tuya hemos de buscarla, y hemos de volverla al sitio en que estaba.


Paisanos y amigos, ya veis que mis sueños, mares de nostalgia, añoran la Fuente, recuerdan la Charca y aquella alameda que la circundaba. También el estanque y, ante todo, el agua. ¿Dónde se fue el agua? Unamos esfuerzos para rescatarla, navegando juntos en la misma barca... Marchemos unidos, con fe y esperanza, que es cosa de todos rescatar el agua, que es nuestra y tan nuestra, como nuestra alma. -------------------------------


LA GOLONDRINA VIAJERA Para construir su nido, atravesando los mares, la golondrina ha venido. Con velocidad inaudita, dio vueltas sobre la Fuente, y, después, entró en la ermita. Junto al altar se paró la golondrina viajera, y así, a la Virgen le habló: ¡por favor!, dime, ¿qué pasa?, ¿por qué se secó la Fuente?, ¡dímelo, Virgen de Gracia! ¡Dime, Madre Celestial!, ¿dónde y cómo se han llevado el agua del manantial? ¿Dónde se fue aquel tesoro que, para este pueblo era, aún más valioso que el oro? Aquel agua que, del suelo, brotaba bajo tus pies, como una ofrenda del cielo. ¡Pobre de estanque vacío! Si quiero apagar mi sed, tendré que bajar al río. Y también le dijo al "quino": tú que estás aquí "grandón", ¿cómo es que lo has consentido? Dime, ¡por Dios!, ¿dónde está aquel agua que regaba la huerta y el olivar? Seguro que tus raíces, saben dónde fue a parar. ¿El por qué no me lo dices?


Ninguno le contestaba, y la pobre golondrina se marchó desconsolada. Se echó a volar por la huerta en busca de alguna fuente, la golondrina sedienta. Y no encontró en ningún sitio, ni el vestigio de un arroyo, ni el milagro de un charquito. Agobiada por la sed, cruzando los olivares, al río se fue a beber. La infeliz no imaginaba, que el agua que lleva el río, estaba contaminada. Y ya, cuando había bebido, sólo pensó en regresar al pueblo, y hacer su nido. Volver a Pegalajar, que, para las golondrinas, siempre fue un bello lugar. Soñaba con anidar junto a las vigas del techo, de alguna cuadra o pajar. O al abrigo de un alero, o un terrado con ventanas por donde mirar al cielo. Pero sólo era soñar..., porque ya nunca podría hacer su nido jamás. Que, para su mala suerte, el agua que había bebido llevaba dentro la muerte. Hizo esfuerzos por volar, lo intentó y cayó la pobre, junto al río, en un zarzal.


Aleteando angustiada, en su cuerpecillo inerme, las espinas se clavaba. Las alas se las rompía y, entre las zarzas, sangrando, poco a poco se moría. Y fue, en un leve segundo, que la pobre golondrina, dejó, por siempre, este mundo. Un estertor, una vuelta, y, con las alas plegadas, junto al río, quedó muerta. Un pastor que la encontró, hizo un hoyito en el suelo, y, llorando, la enterró. ------------------------------


UNA PENA Me causa espanto pensar, si no ponemos remedio, dónde vamos a parar. Hay una pena muy honda, que no vale enmascararla ni tampoco que se esconda. Una pena, tanto vicio, donde nada es natural y todo es puro artificio. Una pena de vivir, teniéndose que tomar pastillas para dormir. Una pena, correr tanto. Ese afán y esa avidez, son motivo del infarto. Una pena es la cantera de gentes que, por correr, mueren en la carretera. Una pena, muy sentida, la produce, en todo el mundo, esa enfermedad del "Sida". Una pena comprobar, que a muchos los arruina el "traga-perras" del bar. ¡Pena de los inmigrantes! Y doble pena olvidar, que nosotros fuimos antes. Una pena del chaval, que sólo piensa en tener dinero para gastar. Una pena los cobardes que, por sacarles dinero, hasta pegan a sus padres.


Una pena los conflictos; y más pena el porvenir de esos pobres drogadictos. Una pena no pensar, que la droga les depara la cárcel o el hospital. Una pena es el chaval que ofende a sus profesores, si le mandan estudiar. Una pena, ¡Santo Dios!, el estudiante que, un día, le pegó a su profesor. Una pena es el ladrón, que asalta a un viejo en la calle y le roba la pensión. Una pena es el malvado, que, amenazando al taxista, le roba lo recaudado. Una pena, los ladrones que roban a un pobre ciego, que va vendiendo cupones. Una pena, amigos míos, que se pegue fuego al monte y contaminen los ríos. Una pena, los ladrones que, a la mujer en la calle, quitan el bolso a tirones. Una pena, la persona que ha criado a muchos hijos, y, al final, la dejan sola. Una pena, aquella anciana, inválida, que dejaron en la calle, una mañana. Una pena. Pues tenía once hijos en el mundo y ninguno la quería.


Una pena y gran dolor, es ver que no se respeta a la persona mayor. Una pena es el placer de que goza el mal nacido, que maltrata a una mujer. Pena es, si la maltrata, pero es peor todavía, si la viola o la mata. Una pena, el compromiso de no poderse casar, porque está muy caro el piso. Una pena que, al casarse, se gasten tanto dinero para después divorciarse. Una pena del demonio, que vayan pocas mujeres vírgenes al matrimonio. Una pena, es esa madre, que parió muy jovencita sin saber quién es el padre. Una pena, la criatura, que no la quiso su madre y la tiró a la basura. Una pena es destrozar elementos de servicio, que luego hemos de pagar. Una pena que marea, es el afán de tener y encumbrarse, como sea. Una pena que, robando, pronto enriquezca la gente. Yo me pregunto: ¿hasta cuándo? Una pena que olvidemos, que todos somos hermanos y que no nos ayudemos.


Una pena de las gentes, que disfrutan con matar a personas inocentes. Una pena, el terrorismo, que, en gran parte de la tierra, lo produce el egoísmo. Una pena, es el invento de encender guerra tras guerra, para vender armamento. Una pena, que en la tierra, el negocio más rentable sea el de la industria de guerra. Una pena es el buscar armas, donde no las hay y destruir y matar. Una pena, los vencidos. Víctimas de estos países, injustamente invadidos. Una pena, no encontrar razones que justifiquen, nuestra presencia en IRAK. Una pena que no sean los primeros en luchar, los que la guerra desean. Una pena que en la tierra, por desgracia, haya países que vivan para la guerra. Una pena, la fortuna que se gastan las naciones, en ir a Marte o la Luna. ¿No sería mejor empresa, emplear ese dinero en remediar la pobreza? Una pena es abrir puertas, sin saber si vive alguien, dando la espalda a las nuestras.


Una pena, que no vean a esos millones de hambrientos que, en la tierra, les rodea. Una pena, que el progreso sirva para hacer mรกs ricos. Solamente para eso... ES UNA AMARGA CONDENA, EL TENER QUE CONFESAR QUE ESTE MUNDO ES UNA PENA. -------------------------------------


NO Y NO No me mires, ni te rías, ni suspires. Que tu mirar me extasía y tu risa me disloca, mientras roban mi alegría los suspiros de tu boca. No suspires, ni te rías, ni me mires. Que tu risa y tu mirar son como fuego candente, que se escapa del volcán de tu corazón ardiente. No me mires, ni te rías, ni suspires. Que al ser fuego tus miradas y tu sonrisa ambrosía, tus suspiros van clavando puñales al alma mía. Pero, ¿seré visionario, loco, iluso, descentrado, teniendo mi calendario hace tiempo caducado? ¿Por qué ese afán de luchar dando consignas al viento, poniendo diques al mar y puertas en campo abierto? ¿Quién me manda a mí poner frenos al carro del sol de tu claro amanecer, como si yo fuera un Dios?


¿Por qué no vas a mirarme? ¿Por qué me da escalofrío? ¡Mírame hasta que se adueñe tu mirar de mi sentío! ¿Por qué no vas a reír, si tu risa es ambrosía? ¡Ríe, que pueda vivir cautivo de tu alegría! Y, ¿por qué no han de volar tus suspiros por el viento? ¿Porque me pueden matar? Y a ti, ¿qué? Suspira, mira y sonríe, cómo, cuándo y por quién sea. No te importe mi sufrir. ¡Yo, sólo con que te vea, me considero feliz! ----------------------------------


PASANDO EL RÍO El marido va delante, la esposa sigue detrás. Él va de muy mal talante y ella negra de llorar. Por cosas del matrimonio no sé qué les pasaría, que parece que el demonio en el cuerpo lo traían. ¡Que no quiero discutir!, le iba diciendo el marío. Que tú te quedas aquí, mientras que yo paso el río. ¡Que ya no te aguanto más! ¡Que no puedo ya!, ¡no puedo! Así que voy a pasar, ¡echa la barca, barquero! El barquero contestó: es preciso que haya paz, mejor les paso a los dos. ¡Si voy a cobrar igual! Pero contesta el marido: ¡páseme a mí solamente! Se lo digo como amigo, si no, va a ser diferente. El barquero se calló y ya no dijo ni pío..., y al marido lo pasó al otro lado del río. La mujer lo maldecía y le juraba y juraba, que ya se las pagaría. ¡Ay, qué furiosa que estaba!


La barca echaremos, que pase si puede, pero, sin los remos, a ver si se atreve. Y con risa maliciosa al barquero dijo él: ya verá usted que mi esposa es peor que Lucifer. ¡Déjela, barquero!, ¡déjela usted sola! Ande usted, que quiero ver cómo se ahoga. ¡Deje a mi Manuela, que sabe nadar! A ver si es que llega nadando hasta el mar. A ver si se hundiera la barca en el río, y yo que lo viera. ¡Qué suerte, Dios mío! Por fin el barquero la barca soltó, y hasta con el remo, le dio un empujón. ¡Socorro, barquero! ¡No debe dejarme sola y sin el remo, porque puedo ahogarme! La pobre señora gritaba y gritaba en la barca sola, pero no se ahogaba. El marido en tanto se puso a rezar, pidiendo a los santos el no verla más.


Pero fue la cosa que se resbaló, y, como una losa, al río cayó. ¡Socorro, Dios mío!, el hombre decía en medio del río. ¡Que me lleva el agua!, ¡que no sé nadar! ¡La Virgen me valga!, ¡que me voy a ahogar! ¡Socorro, barquero! ¡Sáqueme enseguida! Le daré dinero, todo el que me pida. Pero el barquerito, chusco y socarrón salvó a la señora y al marido no. Barquero y señora secándose al sol, ven cómo se ahoga el pobre señor. De espaldas al río después se pusieron, y ya, anochecío, se las entendieron... -------------------------


MI ANDALUCÍA Una torre y una cruz, cielo azul y casas blancas. Olivares, mucha luz y cantares. ¡Andalucía! Madroñeras y caireles, un fondo de bulería y mujeres. ¡Ay!, ¡qué mujeres que tiene la tierra mía! ¡Andalucía! Cristiana, gitana y mora. Siempre será Andalucía de España, la gran señora. Porque Dios así lo quiso, es mi bella Andalucía, en la tierra, ¡un paraíso! Una estrella luminosa, que nos envió del cielo, para convertirla en rosa. Y, por ser novia del sol, es por lo que Andalucía tiene tanto resplandor, tanta luz, tanta alegría, tanto embrujo y tanto amor. ¡Andalucía! Que, con el toro en la arena, a la muerte desafía. ¡Eh, toro!, ¡torito!, ¡embiste! Y el torero va por él, si es que el toro se resiste.


Lo cita, quieta la planta, hasta que, obediente, el toro a la muleta se arranca. Molinetes, trincherazos, y las sombras de la muerte, pegando en el aire hachazos. Y luego, por naturales, el toro se ve pasar al compás de soleares. Y las palmas echan fuego, mientras que suena vibrante un pasodoble torero. Y ya, en la última suerte, es cuando se ve el perfil y las sombras de la muerte. Con un volapié certero, el toro queda sin vida junto a los pies del torero. Es la Fiesta Nacional, que tiene en Andalucía honda raíz popular. Andalucía, que va por la tierra entera, sembrando amor y alegría, con la copla por bandera. ¡Qué alegría!, nacer en Andalucía, donde se llora cantando, donde se vive soñando y, sin pensar, navegando, en un mar de fantasía. ¡Olé!, ¡Viva Andalucía!, ¡viva la gracia y el rumbo! Digo que ser andaluz es lo más grande del mundo.


HOMENAJE A JUAN VALDERRAMA: FIESTAS DE PEGALAJAR. AÑO 1.995 Por la vereíta viene, por la vereíta va... Pero, ¿quién viene? ¿quién va? Es Juanito Valderrama, ¿quién va a ser? El que mantiene la llama y la pureza del cante, entre laureles de fama que glorifican su arte. El que, como navegante, hace suyo el ancho mar, dominando todo el cante, del Fandango al Mirabrás. Malagueñas, Granaínas, todo el Cante de las Minas, incluido el de Levante. Tarantas, Cartageneras, Siguirillas, Soleares, Toná, Polo, Carceleras, Caracoles, Alegrías y la venerable Caña. No hay quien sepa más de cante que Valderrama en España. ¿Que no es "afillá" su voz, ni tiene "rajo" gitano? ¡Por favor!, ¡formalidad! ¿Es que es mejor cantaor quien tiene la voz rajá, rota, ronca o "afillá"? ... ¡Por Dios!...


La voz de Juan Valderrama es de mágico cristal. Fina plata, filigrana, eco dulce de campana que sabe a voz celestial. Autor de coplas y letras de inspiración popular, entre los grandes poetas ha llegado a figurar. Él pudo y supo crear fandangos muy diferentes y mejoró los demás, nacidos en otras fuentes. Cantaor de cuerpo entero entre los grandes del cante. Y, en la canción, el primero por su refinado arte. Mi Carmela, Mare Hermosa, Polizón, El Inclusero, Tu Primera Comunión, Pena Mora, El Emigrante, y muchas canciones más, que han hecho que Valderrama sea siempre el más popular. Me honra que me grabara la canción de Mi Carmela en sus primeras andadas. Me siento tan complacido que, mientras viva en el mundo, yo le estaré agradecido. Porque aquella bulería que él hiciera popular, es parte del alma mía que ya empezaba a sangrar.


A este homenaje sincero que Pegalajar le ofrece, yo de corazón me adhiero, porque bien se lo merece artista tan verdadero. Además de artista, amigo al que todos admiramos, escuchamos, aplaudimos, queremos y respetamos. Y ya, para terminar, pido a Dios que nos lo guarde un montón de años más, para que siga cantando y acrecentando su fama y nos siga deleitando con su voz, Juan Valderrama. ----------------------------------


CARTA A MI GRAN AMIGO JUAN VALDERRAMA Mi querido amigo Juan: tu poema ha despertado en mi alma, un gran afán. Me ha estimulado la mente al recordarme el pasado, sin olvidar el presente. ¡Ay, qué sonido tan grato!, ¡y qué dulce me sabía la voz de tu hermano Paco! Tu hermano, mi gran amigo, que iba a Torredonjimeno y se juntaba conmigo. Recuerdo aquel Fandanguillo que le cantaste a mi madre, siendo todavía un chiquillo. La pobre, ¡cómo lloraba oyendo la melodía, que de tus labios brotaba! Voz de jilguerillo nuevo; aquella voz de chiquillo, dulce como el caramelo. Mi querida madre era una gran aficionada, que cantaba a su manera. Pero se podía escuchar, porque tenía buena voz y gusto para cantar. Tienes la memoria sana, al recordar La Posada y lo que yo te cantaba. Y me alegra constatar, que pervive en tu recuerdo nuestra leal amistad.


Que no te ha cambiado el tiempo, ni el éxito, ni la altura. Eso se llama "talento". Es verdad que te auguré que serías el más grande; y que no me equivoqué. Eres, has sido y serás el artista laborioso, que ganó fama mundial. En ti se unen y hermanan, la grandeza de tu arte y tu condición humana. Cualidades que da Dios; y que es difícil hallar así de juntas las dos. Amigo Juan: me consuela que recuerdes, con agrado, la canción de "MI CARMELA". Tema de mi gran amor; puente por donde pasé a mi condición de autor. La canción de mis amores: Carmela me abrió las puertas de la Sociedad de Autores. Es para mí un gran deber tenerlo siempre presente, en el fondo de mi ser. Y ahora, para mi ventura, "Vica" me pone a tu vera, en una caricatura. ¡Cuánto honor y cuánto bien, me hace salir junto a ti, en la prensa de Jaén! ¡Amigo Juan!, ¡de verdad!, ¡que estas cosas iluminan mi rincón de soledad!


Y he de dar gracias al cielo, porque al final, mi deseo es tener paz y consuelo. Ochenta y cuatro he cumplido este día nueve de mayo, y no lo tengo asumido. Porque sigo ilusionado y no lo llego a creer; o sea, que no me he enterado... Sigo escribiendo, cantando, y, cual si no fuera viejo, a todas horas soñando. De "Vica" yo te diría, que es el artista más grande, que dio al mundo Andalucía. Que Jaén no es el lugar, ni el sitio que corresponde a un artista tan genial. Si en Madrid se aposentara, no habría caricaturista ni autor que se le igualara. Te acompaño un ejemplar de nuestra caricatura, que espero te ha de gustar. Y también tengo el placer de enviarte mi librito, que te enseñe a envejecer. Sigas o no sus consejos, yo sé que ni tú ni yo, hemos de ser nunca viejos. ¡Que sigas lleno de gloria, engalanando de coplas los anales de la historia! ¡Que la suerte esté contigo!; ¡y no te olvides que Almagro fue siempre tu gran amigo!


ELEGÍA A LA MUERTE DE JUAN VALDERRAMA Por las esquinas del aire va el cante desamparao, que ha muerto JUAN VALDERRAMA, el que mejor lo ha cantao. De luto se vistió el arte y lloran los cantaores, porque se fue el que cantaba mejor que los ruiseñores. Que se nos marchó a los cielos, nimbado de gloria y fama, y a nosotros nos dejó de pena, sangrando el alma. ¡Venid conmigo a llorar!, sólo el recuerdo no basta. Que las banderas del mundo ondeen a media asta. Que pongan crespones negros en balcones y ventanas. ¡Que se callen las guitarras y enmudezcan las campanas! Que sólo rompa el silencio el dolor de nuestra alma, gritando a los cuatro vientos, que ha muerto JUAN VALDERRAMA. Si como artista fue bueno, como persona fue más. Siempre amable y muy sincero y compañero leal. Que, a pesar de haber llegado a la cumbre de la fama, siempre fue como un chiquillo, de sencillo, VALDERRAMA.


¡Qué pena! Se fue el maestro de las esencias del cante. ¡Ay, JUANITO VALDERRAMA! Ya nadie podrá igualarte. Torredelcampo a su hijo tuvo el hermoso detalle, de, además de un monumento, poner su nombre a una calle. Porque se lo ha merecido, eso, más y ¡mucho más!, por amable, por sencillo y por artista genial. D. JUAN VALDERRAMA BLANCA. España y el mundo entero, piden a Dios para ti el mejor sitio en el cielo. Llorando te despedimos, deseándote la gloria, a ti, al que siempre tendremos presente en nuestra memoria. ------------------------------------


HOMENAJE A FOSFORITO, EN EL XXXI FESTIVAL DE CANTE FLAMENCO DE PEGALAJAR (07-0899) Antonio Fernández Díaz, "Fosforito". En tu cantar, hay la justa gallardía del que dice la verdad. Porque sabes y dominas todos los palos del cante, con inspiración divina y con exquisito arte. Cantas "amarrao" al duende, por derecho y a compás, y eso la gente lo entiende y lo sabe valorar. Sin extraños "oropeles", con un cante verdadero, hoy, "Fosforito", tú eres famoso en el mundo entero. El Maestro "Fosforito", con su saber y su arte, hace grande el cante chico, y el grande, lo hace más grande. Yo no vengo a echarte flores por mi condición de amigo; que, los mismos cantaores dicen esto que yo digo. Por tu porte y buen semblante he de decir, en tu honor, que eres un señor del cante y no un simple cantaor. Te admira Pegalajar y, oyéndote, se emociona, porque sabe que además eres una gran persona.


Yo, amigo Antonio, me adhiero, con admiraci贸n leal, a este homenaje sincero, que hoy te da Pegalajar. Este pueblo tan sencillo en el que yo me cri茅, y que ya, siendo un chiquillo, con ilusi贸n le cant茅. Este pueblo tuyo y nuestro, tan flamenco y tan bonito, hoy abraza a su Maestro: al Maestro "FOSFORITO". --------------------------------


A CANALEJAS DE PUERTO REAL No intento tirarle flores, pero tengo que decir que estaba entre los mejores. Artista y hombre de bien, que nació en Puerto Real y se aposentó en Jaén. Canalejas se llamaba. ¡Timbre de gloria su nombre, que, en las alturas, sonaba! No era su voz afillá... Pero sí que era flamenca y limpia como el cristal. Aún repica en mi sentío, el son y la gracia fina de Rocío, ¡ay mi Rocío! Y aquella gran bulería de "Mari Cruz, la Mocita", que la gente repetía. Y la sin par maravilla de aquella copla flamenca, del "Museo de Sevilla". Aquel embrujo tonal y aquella voz de campana, es difícil de igualar. Como gran conocedor de las esencias del cante, Canalejas fue un creador. Todos sabemos de sobra, que no hay fandango que iguale a su "Yegua Pelitorda". Su prodigiosa garganta, llevó al cénit de la gloria al Taranto y la Taranta.


Todo el cante de las minas lo cantaba Canalejas, con inspiración divina. Cantando Cartageneras, lo premiaron en LA UNIÓN con la "LÁMPARA MINERA". Varios premios en Linares, consiguió con sus Tarantas que nadie las cantó iguales. Como tampoco han cantao, como cantó Canalejas, los cantes abandolaos. Con aquella voz tan llena, ¡hay que ver cómo cantaba los Fandangos de Lucena! Aquella voz cantaora, era el trino de la alondra al despertar de la aurora. Nada se le resistía: Granaínas, Malagueñas, todo, ¡qué bien lo decía! Y tenía la gran virtud de cantarle, como nadie, a nuestro Padre Jesús. Cuando al balcón se asomaba, dando al aire su Saeta, Jaén entero lloraba. Porque ponía el corazón, y la gente no podía contenerse de emoción. En el recuerdo me suenan los alegres Villancicos que cantaba en Nochebuena: copare mío Juan Antonio, ¡ábreme usted la alacena!...


Aquel artista genial, mensajero de la Copla, que nació en Puerto Real. Aquél que, como bandera, llevó los cantes de España por toda la tierra entera. ¡Seguro que está en la gloria y nosotros lo tendremos, por siempre, en nuestra memoria! ---------------------------------------


HOMENAJE DE TORREDELCAMPO A JUANITO CAMPOS Cuando "Carita de Nieve" sonaba en las emisoras, me dije: Juanito Campos es una estrella sonora. Con ese chorro de voz y esa dulzura al cantar, dije: este torrecampeño viene a Madrid a triunfar. Y triunfó en España entera, y triunfó en el extranjero, con mis canciones y otras que, a su paso, le ofrecieron. De chaval cantó saetas y el flamenco le tiraba, pero, al final, la canción es lo que más dominaba. Me acuerdo de "Cabalgata" el año cincuenta y tres, que la inauguró con Merlo, junto a Bobi de Glanel. Merlo era el guitarrista que siempre le acompañaba, con su guitarra de sueños y su amistad bien probada. Antonio García Merlo, que, diligente, ha venido a sumarse al homenaje de tan entrañable amigo. La citada "Cabalgata", llamada "Fin de Semana", a Juanito Campos dio, en poco tiempo, gran fama.


Sin olvidar sus raíces se fue a vivir a París, se casó y vive contento y enteramente feliz. Su esposa, una parisina honesta y encantadora, dice que está enamorada de su arte y su persona. A ella le gusta esta tierra y así le dice a Juanito: ¡me gusta Torredelcampo!, ¡ay, qué pueblo tan bonito! Tienen hijos, tienen nietos, que les llenan de alegría, pero sueñan con venirse a este pueblo cualquier día. Hoy dice Juanito Campos que su afición le reclama, y viene a cantar flamenco dedicado a Santa Ana. Y es que, aunque está jubilado, conserva sus facultades, para cantar por fandango, malagueña y verdiales. Juanito Campos llevó con un orgullo profundo, la bandera de este pueblo por España y por el mundo. Su habla torrecampeña ha sabido conservar, y el haber estado ausente no se le nota al hablar. Siempre lleva a flor de labios el pueblo donde ha nacido, y este homenaje de hoy lo tiene bien merecido. --------------------------------


VOZ DE CAMPANA A mi amigo Remolino, en recuerdo de nuestro querido amigo y gran artista Pepe León. En sombras quedó la aurora, el día que se apagó aquella voz cantaora. Aquella voz de campana, que era gloria y alegría del pueblo de La Solana. Fue un "divo" de la canción y un cantaor portentoso, mi amigo Pepe León. Tan fino y tan elegante, que un príncipe parecía aquel ruiseñor del cante. Sin vanidad y con cariño, creció el laurel de la fama en su corazón de niño. Ruiseñor de ruiseñores, que arrancaba en los tablaos aplausos atronadores. Y fue un encendido amor lo que cambió su destino, y lo sumió en el dolor. Un dolor que hacía sangrar aquel corazón sencillo, que nació para cantar. Y en un demencial empeño, bebía para olvidar y ahuyentar su negro sueño.


Hasta que no pudo más aquel ruiseñor del alba, y se fue al cielo a cantar, dejándose en el camino, abrazado a su guitarra, a su amigo "Remolino". El que con él compartiera fatiga, gloria y aplausos, ilusiones y quimeras. ¡Amigo, Pepe León! Es seguro que tu alma tiene en el cielo un rincón, al igual que en La Solana, estará siempre presente tu alegre voz de campana. --------------------------------


AL AMIGO MUERTO (El gran Antonio Arnedo) Yo vi cuando sufrías, postrado en una cama, en tu mirada triste, un mar de soledad; mientras que la amargura de tu boca angustiada, callando, publicaba la terrible verdad. Cuando te di la mano y de ti me alejaba, al cielo le imploraba dejaras de sufrir. Y, hundida en la impotencia, mi voluntad moría, al ver que no podía hacer nada por ti. El peor de los males (que no te merecías) cambió tus alegrías por sombras de dolor. Dolor que soportabas con actitud serena, esperando, a la buena, un milagro de Dios. Pero no fue posible el milagro esperado. Un viento malhadado decidió tu final. Dejando en el recuerdo la huella perdurable, del amigo entrañable generoso y leal.


Hermano, más que amigo, Antonio Arnedo era. Su amistad más sincera a nadie le negó. Humilde y campechano, su cara reflejaba, la bondad que reinaba en su gran corazón. ¡Adiós, amigo Arnedo! Nunca te olvidaremos. Seguro que en la gloria tendrás sitio de honor. El sitio que merecen aquéllos que sufrieron, y que en la tierra fueron un manantial de amor. ---------------------------


CARTA A MI AMIGO "REMOLINO" Querido amigo José: tu carta me ha dado aliento y ha renovado mi fe. Sigo escribiendo y cantando y, por estas emisoras, mis poemas recitando. Del pueblo regresé ayer; donde he pasado unos días de verdadero placer. Hospedado con mi hermana; y en casa de mi sobrina, de la noche a la mañana. No me ha importado alternar a base de "cuba-libres", como si fuera un chaval. Por el día deambulando; y por la noche, bebiendo, y hasta en la pista, bailando. Y, para más disparate, al amanecer del día, el "tallo" con chocolate. Seis días vagando sin rumbo; los mismos que tardó Dios en fabricar este mundo. Pero yo, sin descansar. Durmiendo un poco la siesta en un sillón del portal. La primera noche, al cante; un homenaje "Al Gallina", que fue un gitano con arte. Actuó "de telonero" el hijo de Terremoto, después cantó El Turronero.


María "La Burra" cantó, seguida de "Rancapinos" y ninguno me gustó. La Paquera, como sabes, poderío, poco duende, pero muchas facultades. Charo López, de Jaén, fue a la que más aplaudieron, porque canta mucho y bien. Miguel Vargas, me gustó; cantando por siguirillas, al público entusiasmó. Con la guitarra, te cito a uno que no conocía: un tal "Moraíto Chico". Un fenómeno tocando, con arpegios y falsetas, que, al paso, iba improvisando. De Parrilla de Jerez, ¿qué puedo decirte yo, que tú no debas saber? Que toca de maravilla y hace que el aficionado se levante de la silla. Muchas palmas, muchos óles, y gitanos que decían que ellos eran los mejores. Pero fue una buena fiesta; no creo que pasaré ninguna mejor que ésta. Cuadro de baile, excelente; con la familia Fernández, que tiene un ritmo imponente. Compás, lleno de alegría, en el baile por farrucas, por tangos y bulerías.


Al día siguiente, los toros; que fue, como una guerrilla, entre cristianos y moros. El festejo empezó tarde; y la gente protestaba y le gritaba al Alcalde. Muchas personas decían que no se podían sentar, porque sitio no tenían. Los músicos en las gradas, porque en el sitio de ellos había personas sentadas. De la empresa maldecían, por haber vendido entradas más que en la plaza cabían. Así la tarde pasaba, el público alborotado y el festejo no empezaba. Muchos decían: ¡fuera!, ¡fuera! ¡Que dejen sitio a la banda! ¡Que se vayan!, ¡fuera!, ¡fuera! Pero nadie se movía, porque pagaron su entrada y otro sitio no tenían. Los nervios se desataron y más de cuarenta tíos a la plaza se tiraron. Cuando al Alcalde insultaban, en una actitud violenta, yo creí que se liaba. Y fue la Guardia Civil la que penetró en el ruedo, con el fin de intervenir. Que, a la buena y razonando, convenció a los exaltados, que ya se estaban pasando.


Con habilidad y paciencia, los pobres Guardias lidiaron el toro de la violencia. Dos parejas, enseguida, a los músicos sentaron y comenzó la corrida. Un pasodoble torero, mientras duró el paseíllo, y ya, el primer toro al ruedo. Nunca en mi pueblo se vio toros de tanto trapío, ni de más noble intención. Grandes como catedrales; pero, se las entendieron con ellos, los tres chavales. Tres jóvenes novilleros, de la provincia los tres, que serán grandes toreros. Pepín Rubio, me agradó; porque domina las suertes y sabe su profesión. Novillero artista y bravo, le cortó a su primer toro las dos orejas y el rabo. Los otros también triunfaron y fueron muy aplaudidos, por lo bien que torearon. Ya la tarde agonizaba, y las mulas no podían con el toro que arrastraban. Daban saltos al tirar y, espantadas, se alejaban sin querer volver atrás. El reloj no se paraba; la tarde languidecía y la noche se acercaba.


Por fin, las mulas tiraron ayudadas por los mozos, y al torito se llevaron. Faltaba el último toro y la noche estaba oscura, como una boca de lobo. Todo el mundo discutía si se debe o no seguir, pero nadie se movía. No tenía iluminación la plaza; y era arriesgado que siguiera la función. Pero a oscuras, como estaba, se abrió el chiquero, y el toro en la arena resoplaba. A ver, ¡que vayan por él! Cualquiera torea una sombra, en medio del redondel. Muchos capotes al vuelo, pero ninguno perdía las tablas del burladero. A Pepín Rubio tocaba matar la sombra con cuernos, que hacia todo se arrancaba. Con la capa lo citó; y el toro acudió fogoso, pero nada resultó. El mataor insistía y, de lejos, lo citaba, y el toro no lo veía. Como era un disparate, la gente empezó a decir: ¡que lo mate!, ¡que lo mate! Es porque tenían miedo de que pudiera ocurrir una desgracia en el ruedo.


Sin ver dónde le pinchaba, Pepín Rubio le arreó una tremenda estocada. No sé cómo pudo ser; el caso es que, sin puntilla, el toro rodó a sus pies. Fuertemente le aplaudieron; pero, como no veía, no le dio la vuelta al ruedo. Y por fin, llegó la mía. El Alcalde me llamó, al llegar el tercer día. Y tuve la gran virtud de recitar unos versos por la radio "Canal Sur". Allí nos entrevistaron al Alcalde, como a mí, y después nos invitaron. Luego, los de la Hermandad me llevaron a su fiesta, en un bonito lugar. Allí, jamón, langostinos, cervezas y cuba-libres y toda clase de vinos. Lancé al viento mi poesía y la gente, entusiasmada, como loca me aplaudía. La banda, con gran calor, tocó el himno de mi pueblo, del que también soy autor. Todos me felicitaron contentos y satisfechos, por lo bien que lo pasaron. Yo, a medias era feliz; porque tengo muy presente mis amigos de Madrid.


Y mi amarga soledad, que ya no encuentra caminos para la felicidad. En fin, no quiero contarte; porque sé que tú me aprecias y hasta pudiera enojarte. Yo tengo una condición, que no la tiene cualquiera: y es, mucha resignación. Resignación y paciencia, porque tuve y tengo yo siempre limpia la conciencia. Bueno, dime: ¿cómo estás? Porque de mí, ya lo ves; estoy hablando de más. Y, ¿cómo sigue tu esposa? Seguro que está cosiendo o bordando alguna cosa. O metida en algún lío de prepararte jerséis, para cuando llegue el frío. ¿Y tu cuñado y su hermana? ¿Están viviendo en Madrid, o siguen en La Solana? Que tengan salud completa, les desea de corazón este aprendiz de poeta. Tú, mi amigo Remolino, sigue tu marcha de siempre y no pierdas el camino. Porque eres caso aparte..., defendiendo con tesón la verdad de nuestro arte. Es seguro que no hay dos, que los archivos del cante los cuide con tanto amor.


Este arte tan profundo que, como tú muy bien dices, es lo más grande del mundo. Tú no eres aficionado. Eres maestro y enseñas lo que nadie te ha enseñado. Porque, con muchas fatigas, sin títulos ni academias, con gran empeño investigas. Tienes esa gran virtud. ¡Ojalá tuviera yo la mitad de tu inquietud! No son flores al amigo; yo no hablo por hablar y sé muy bien lo que digo. Y para más no cansarte, voy a terminar diciendo: ¡Remolino!, ¡viva el arte! Viva que han de corear Ramón, Espejo y Lechuga, a los que quiero abrazar. Mis saludos a tu esposa; y le dices que me alegro que siga tan hacendosa. A tus cuñados también les envío, con cariño, abrazos desde Jaén. Tú, recibe lo que quieras de Almagro, tu buen amigo, el que te aprecia de veras. --------------------------------


EL TIO BANDEJO Y LA MANUELA ¡Ezte frío ya no lo aguanto! Zeñores, ¡vaya qué día! Zi lo ze no me levanto. ¡Dame una zilla, Manuela!, que me vi a zentá aquí zerquita de la candela. Antes que venga más gente, ¡dame una zilla enzeguía y una copa de aguardiente! Y anda por leña al corrá, que ze va a apagá la lumbre y me quiero calentá. ¿Qué te paza, Manolilla, que está como entelería engüerta en eza toquilla? No zea uzté tan erzigente y aziéntaze a onde puea, que voy po el aguardiente. Antes, pague lo de atrá; que zolo zabe pedí y zorvía de pagá. ¡Zerá pozible la niña! ¿no zabe que ziempre pago ar gorvé de la campiña? Meno el año pazao; que to lo que za bebío, ahí lo tiene apuntao. Embuztero, trampalante, que, cuando tiene dinero, ze va a bebé a otra parte. ¡Mardita zea mi zuerte! Ya no vengo máz aquí a tomá el aguardiente.


Enzima que é rejargá... El aguardiente máz malo que hay en tó Pegalajá. No digo que no zea malo; pero uzté bien que le guzta de bebé y no pagalo. ¡Váyaze ya, tío ejraciao!, y no me diga máz ná, que ya lo tengo calao. Bueno tú, zin empujá... , que me voy, pero no ezpere que en tu caza pize má. Y puede mandá quemá lo que tengaz apuntao, que yo no pienzo pagá. Ezo lo ze de memoria. Pero como un zinvergüenza uzté pazará a la historia. ¡Vaya uzté mucho con Dió!, y zi no güerve a ezta caza, me va a hazé un gran favó. Er que aquí entre, que tenga er borzillo preparao; zi no, mejó que no venga. ¡Ze acabó ya de fiá! Aquí, er que quiera bebé, ar contao ha de pagá. ..... Lleva razón la Manuela. Er que quiera conviá, que ze razque la cartera ... y ná má ... ------------------------------


PEQUEÑO PROPIETARIO Soy un andaluz parao y, sin subsidio de paro, porque me lo han denegao. Que a mí me tiene perdío, el que la gente me vea que yo trabajo en lo mío. Según dicen, estoy rico; porque tengo cuatro olivas, una casa y un borrico. ¡Ah!, y un cerdo y cuatro gallinas. Y un perro, que siempre está husmeando las esquinas. Y me dicen rico a mí, ¡digo, a mí! Rico, el señor Filisteo que tiene huerto y jardín. Y, además, un buen cortijo, olivar y tierra calma y no tiene ningún hijo. Pero yo, con cinco soles..., cinco hijos pequeñitos, que comen como leones. Vamos, que yo no me explico, que viva tan pobremente y que me tomen por rico. Tengo un olivar, es cierto; que me da mucho trabajo, pero poco rendimiento. Herencia de un tío carnal, que no trabajó en su vida y derrochó un capital. Y al final, tuvo el capricho, de dejarle a su sobrino cuatro olivillas con "bicho".


Ya digo, que es un engaño; porque entre toas no me dan siquiera aceite pa el año. La casa, las escaleras, se me caen, porque está toa llenita de goteras. Hay sesenta tejas rotas, pero no tengo dinero pa reponerlas con otras. Las paeres agrietás, hace tiempo que debían haber sido reparás. Al albañil lo he llamao y me ha dicho que no viene, si no pago adelantao. Los materiales también, me exigen pagarlos antes de salir del almacén. Pues, ¡que se caiga la casa! Y a mí, ¡que me parta un rayo!, que ya está bien con la guasa. El cerdo, ¡vaya usted a ver! Lo compré pa acebonarlo y la dao por no comé. Y ya, es una papeleta..., a to las horas gruñendo y escarbando con la jeta. Así, ¿cómo va a engordar A este cerdo yo le mato, pero lo mato a pedrás. Las gallinas no me ponen. Una sola se ha estrenao y los huevos se los come.


El borrico está de baja, porque necesita grano, y yo le doy sólo paja. Está triste el animal, porque ya no tiene fuerzas siquiera pa rebuznar. El otro día se cayó, cuando intentaba montarlo, y el hocico se partió. Quien mejó marcha es el perro, que entra, sale, viene y va, como vaca sin cencerro. Pero no puede ladrar, porque lo intenta y se cae de debilucho que está. Los críos y mi mujé es lo que más me preocupa. Están que no puede ser... El uno tiene paperas, otro con los ojos malos y, el más chico, con viruelas. Y la mujé, ¡ahí es ná! Ésta ya es la sexta vez que se queda embarazá. Está como una tambora, la señora. ¡Ay, cómo está! Y hoy, para más perdición, me han presentao el aviso para la contribución. Pero, ¿cómo voy a pagar, si estoy comío de trampas y no tengo ni un real? Y que viene con recargo. Y, si no la pago ahora, después me vendrá el embargo.


Bueno pues, ¡ná!, ¡que no pago! Y que me lo quiten tó; así, yo me apunto al paro. Que se lleven al borrico, las gallinas y el marrano, que estoy harto de ser rico. Que embarguen el olivar. En dejándome la casa, que se lleven lo demás. A ver si ya puede ser que yo cobre algún subsidio, siquiera para comer. ¡Trabajá por cuenta ajena, eso es lo que priva hoy!, ¡me cache en la mar serena! Hay que ser millonario, o simple trabajaó, que cobre un sueldo diario. El tener un olivar o una hacienda pequeñita, con la vida como está, es una equivocación. Es mejó no tener ná y trabajá de peón. Y es que la apariencia engaña. Y lo mismo que estoy yo, hay bastantes en España. Te tienen por hacendao, y eres un muerto de hambre, sin dinero y entrampao. Un desgraciao, sin ambiente, arrinconao, porque envidiosa la gente, te mira de medio lao...


Vamos que tiene salero. Estoy tan escarmentao, que, una y mil veces, prefiero ser un obrero parao. ----------------------------------


FUENTE DE LA REJA Ya más de ochenta he cumplido, y sigo piropeando al pueblo donde he nacido. Y a su Patrona gloriosa, esa Virgen de las Nieves, tan guapa y tan milagrosa. Mi pueblo es todo bondad; da el corazón por entero, a la buena y de verdad. Nunca pregunta quién eres, para llevarte a su casa y hasta ofrecerte sus bienes. Así, sin hipocresía; que son los pegalajeños lo mejor de Andalucía. Y sus mocitas morenas, con su encanto angelical, alejan de ti las penas. ..... ¡Ay!, pero tengo un pesar que ensombrece mi alegría, y es ver seco el manantial. ¡Qué penita de la Fuente!, en donde el agua brotaba cristalina y transparente. No lo quiero ni pensar, si alguien, alevosamente, se la ha podido llevar. Pienso mejor que haya sido la propia naturaleza, o el cielo que lo ha querido.


Alegre, cuando chiquillo, recuerdo que iba a la Fuente a llenar mi cantarillo. Hasta el manantial bajaba, chapoteando en el agua que mi cara salpicaba. Me ponía hecho una sopa..., y me tenía que cambiar cada viaje, la ropa. Yo, viendo el agua brotar, me pasaba horas y horas contemplando el manantial. Y así, absorto como estaba, en el espejo del agua me miraba y me miraba. Recuerdo mi abuelo, un día, que me dio a beber, el pobre, en su petaca vacía. Y conservo en la memoria que, aunque con gusto a tabaco, el agua me supo a gloria. ¡Dios mío!, haz que otra vez brote el agua de la Fuente y que la pueda beber. ¡Virgencita de las Nieves! Pídele al favor al cielo, tú que tanto poder tienes. Que el estanque se rebose y los pilares también, para que tu pueblo goce. Este pueblo que, a porfía, alabando a su Patrona, enloquece de alegría. Que te adora y te venera; que su Virgen de las Nieves, en el mundo es la primera.


¡Por Dios!, que no es una queja. Es un lamento de pena por la Fuente de la Reja. Que, aletargada y sin vida, no sabemos si está muerta o es que se quedó dormida. Haz que brote el manantial, que es parte de nuestra historia, gloria de Pegalajar. Que comience el regadío, y la huerta sea un vergel, desde el estanque hasta el río. Que acequias y cangilones, lleven el agua otra vez a los viejos albercones. Que se riegue el olivar, que es la principal riqueza de nuestro Pegalajar. El paro sería menor; la gente trabajaría y se viviría mejor. ¡Haz el milagro, Señora!, que te lo pide este pueblo que, tan de veras, te adora. ------------------------------


¡VIVAN LOS NOVIOS! Hoy los dos, Pedro y María, se han unido en matrimonio, con la mayor alegría. Con el corazón feliz, al pie del Altar Mayor, los dos han dicho que sí. Se merecen lo mejor, porque, muy ilusionados, se han casado por amor. Yo a Pedro digo una cosa: que no olvide que se lleva una "joya" por esposa. A más de bonita, honesta, que, para hacerlo feliz, estará siempre dispuesta. Y la debe respetar, quererla con toda el alma y no ofenderla jamás. Y a María también le digo, que sea buena compañera y respete a su marido. Que procure comprenderlo, sobrellevarlo, ayudarle y, ante todo, no ofenderlo. Que, además de serle fiel, le ayude en sus aficiones y colabore con él. Y ahora les digo a los dos, que se eternicen soñando en las mieles del amor. Respetaros mutuamente. Si os perdéis el respeto, acabaréis malamente.


Aunque no penséis igual y seáis algo distintos, que no discutáis jamás. Y ya, para terminar, le pido a Dios que seáis felices hasta el final. Que del fruto del querer, la "cigüeña" os regale una rosa y un clavel. Una niña encantadora y un niño hermoso que brille como la luz de la aurora. Porque el hogar sin chavales, es torreón sin campanas y una ermita sin altares. Que los hijos consolidan el amor de los esposos, y hacen más grata la vida. Y ya, como colofón, que vuestros dos corazones sean un solo corazón. Dando y recibiendo amor, siempre tendréis el amparo y la bendición de Dios. -------------------------------


CALENDARIO TRISTE Tengo odio al calendario, que no me grita tu nombre cuando las hojas arranco, que no me recuerda el día de la madre o de tu santo, ni a ti te grita tampoco que llegó mi cumpleaños. ¡Ojalá pierda sus días como las hojas el árbol!; que se lo lleven los vientos del otoño, y quede blanco, como la sábana fría de un desierto abandonado. Ese calendario triste, ya me da miedo mirarlo, con su cadena de fechas en silencio y esperando, que termine la agonía de ilusiones que volaron; y que no quieren morir, aunque se están desangrando por culpa de ti y de mí; que, en silencio, suspirando, sólo sabemos sufrir, en lugar de remediarlo. Tú, culpándome de todo, yo, culpando al calendario. Ese calendario nuestro, que se ha quedado sin santos. ----------------------------------


DESESPERANZA Atadas mis ansias a tu voluntad, te sigo los pasos con santa humildad; y cuando clemencia te vengo a pedir, tu ingrata soberbia te aleja de mí. Si para mí no brilla la luz de tus auroras, y ya jamás consigo la dicha de tu amor, mi corazón herido, que tanto por ti llora, se asomará a mis labios para decirte adiós. Si clava en tu vida su garra el dolor, y vienes un día sedienta de amor, no habré de vengarme; pero te diré, que ya no me queda ni aliento ni fe. ---------------------------


SOÑÉ CONTIGO Soñé‚ que estabas despierta y soñé‚ que te llamaba, y que te dabas la vuelta diciéndome: ¡hasta mañana! Soñé‚ y lanzaba suspiros de enardecida pasión, porque empuñaba Cupido en vez de flechas, un cañón. Cañón que apuntaba al centro del universo y tronaba, igual que un volcán despierto, llenando el mundo de lava. Entre espasmos y estertores la noche se derretía, encenizando las flores del jardín de mi alegría. En medio del olivar, empapado de quimera, me fundía en el agraz de una loca primavera. Mientras tú, tan merecida, en tu cama, confiada, fingías estar dormida y yo me desesperaba. La luna me sonreía desde su trono del cielo, al ver que me consumía en el fuego de mi anhelo. ¡Ay qué noche, madre mía! Al fin llegó por el río rondando la madrugada, un soplo de viento frío y una alondra que cantaba.


Mientras Cupido llorando el pobre desconsolado, con su cañón arrastrando, se alejaba derrotado. Me despertaron los perros ladrando en el olivar, y el balar y los cencerros de las cabras del corral. Y en mi amargo despertar entre rumores sombríos, sentía la soledad de mis apagados bríos. Cuando te conté mi sueño y te echaste a reír, vi que era inútil empeño esperar nada de ti. Por eso, si yo contigo vuelvo de nuevo a soñar, juro que no te lo digo. ¡De mí no te ríes tú más! -------------------------------


¡QUÉ LÁSTIMA! Es inútil que las olas, huyendo del huracán, busquen con ansia la playa, como refugio de paz. Por el desierto infinito es inútil caminar, buscando en vano la sombra donde poder descansar. Así, es inútil que siga mi corazón tras de ti, interrogando a tu alma que nunca dice que sí. Quiero beber y no puedo, porque me niegas el agua. Quiero volar y no puedo, porque aprisionas mis alas. Quiero, pero nunca puedo hablar contigo de nada, porque tu odio es un viento que arrincona mis palabras. Y, en querer y en no querer, mi corazón se desangra, triste, como atardecer de sombras, en la distancia. Quiero llorar y no puedo, siendo mi amargura tanta. ¡Qué pena! Ya se secó hasta el pozo de mis lágrimas. Quisiera, si tengo sed, que tú me ofrecieras agua. Quisiera, para volar, que tú me prestaras alas.


Y que te supiera a dulce el eco de mis palabras, y beberme tus suspiros y reír a carcajadas, llenándote de alegría y de caricias la cara, como cuando tú tenías luz de gloria en la mirada. Pero no puedo borrar ese odio en llamarada, que te mantiene despierta, para no soñar en nada. Yo quisiera que el volcán de tu rencor se apagara y compartieras conmigo los sueños de mi esperanza. Al cielo se lo he pedido, una y mil veces, con ansia, pero no lo he conseguido. ¡Qué lástima! Cuando ya esté llegando mi último momento, y mis manos crispadas pidan seguir viviendo; cuando la mueca triste de mi boca se extinga, aléjate en silencio y déjame morir, a ver si en la penumbra lejana de otros mundos, ya me olvido de ti. Cuando estés convencida de que no me despierto, en el mismo momento que deje de existir, suspirarás dichosa, al ver mi cuerpo muerto, pero no será cierto que te sientas feliz.


A MI ENCARNITA EN SU CUMPLEAÑOS ¿Que hoy cumple mi Encarnita más de cuarenta? Pura calumnia, ¡no puede ser! Pero, si no aparenta ni veintitrés. ¿No ves que tiene cara de quinceañera, y parece una rosa de primavera? No vale discutirlo ni echar la cuenta, ella tiene los años que representa. Y, desde luego, menos de treinta. Lo sabré yo, que soy el padrecito que la engendró. Hoy levanto mi copa para brindar, porque cumpla siquiera cien años más. Pero así, tan lozana como está ahora y con ese donaire de emperaora. Que cuando llegue al filo de los sesenta, digan todos que tiene menos de treinta. Que en su alma de niña casta y serena, se instale para siempre la primavera. ¡Ah!, y algo más... Que no se olvide nunca de sus papás.


TE ENCONTRARÉ Del río, en aquella orilla, quedó un hoyo de silencio, entre la hierba amarilla, bajo las ramas de enebro. Quedó también en la hierba la fragancia de tu cuerpo, y un penacho de neblina amarrado a mi recuerdo. Y quedó lo que tú sabes..., eso, nada más que eso. Luego, rumores del río por las junqueras huyendo, y pétalos escarlata esparcidos por el suelo, con suspiros que volaban hechos cometa del viento. Te dije que te quería, tú, no dijiste te quiero, pero mirando tus ojos, te adiviné el pensamiento. Y ya no te he visto más. ¡Ay, cómo me desespero! Tu nombre no lo aprendí, para mayor sufrimiento, y te busco en todas partes, pero en ninguna te encuentro. Ayer estuve en el río junto al hoyo de silencio, que, entre la hierba amarilla, allí dejara tu cuerpo, y se esfumó la neblina que amarrara mi recuerdo.


Y me di cuenta de todo. Me di cuenta que te quiero y que, por ti, se desbocan los potros de mi deseo. No viviré hasta encontrarte. Preguntaré al sol, al viento, y al río, que fue testigo de nuestro feliz encuentro. Y cuando falten caminos, de la tierra al firmamento, por donde poder buscarte, y se le rompa el aliento, por el ansia de encontrarte, a mi corazón sediento, entonces me arrancaré la vida, sin miramiento. Y allí, en la hierba amarilla, junto al hoyo de silencio, harán cruz de eternidad mi vida con tu recuerdo. ------------------------------


NOCHE FELIZ La luna, cautelosa, se escondía tras el muro, que está junto a la puerta y salir no quería. Que, ¿por qué no salía? Sólo el viento lo sabe, que se llevó, al momento, aquel cálido aliento, aquel leve rumor de aletear de ave, en la noche de amor. Los corceles briosos de mis frenadas ansias, atrapando distancias, corrieron sin cesar. Y en un solo camino mi anhelo se perdía. ¡Qué pena! No sabías cómo se debe amar. Por fin, salió la luna y allí en su mirador, los cabellos de plata, coqueta, se alisó; y al oír el murmullo de tu boca y mi voz, en su cara de nácar se pintó un arrebol, mientras que repetía: ¡no niña!, ¡di que no! Nuestros ojos miraban los confines lejanos de no sabemos dónde, y dijimos a una: ¡Qué bonita la luna!, ¡mira cómo se esconde!


¡Ay!, ¡qué dulce sabía el clavel de tu boca, donde la fiebre ardía! ¡Qué bonitos tus ojos!, más negros que la noche que fue de mis antojos. Macarena de amores, en tu cara se daban cita el sol y las flores. Por tu mejilla ardiente caía un lagrimón, y yo me lo bebía pidiéndote perdón. Tú, no me contestabas; y yo, en mi desatino, enjoyaba de besos tu cuello alabastrino de fino terciopelo, y la guirnalda hundosa de tu rizado pelo, mientras que sacudía tu piel de fina seda, una ola de fuego que iba y que venía y, otra vez, tras el muro, la luna se escondía. No sé si fue un suspiro que, volando, escapó, o fue el eco del viento el que dijo que no. En la eterna porfía del viento con la flor, la flor ya no podía resistir al amor.


Y, con gran embeleso, viendo cercano el fin, al conjuro de un beso, dijo la noche ¡sí! Entonces te quejabas como paloma herida, y, temblando, llorabas. La luna, tras el muro, deshojó margaritas en la noche de abril. ¡Que no!, ¡que sí!, ¡que no!... Al aire su abanico de plata rebujada, se fue, muy sofocada, mirando de perfil, el lirio de tu cara. ¿Recuerdas el encanto de la noche de abril? ¡Dime!, ¿fuiste feliz? ¡No me mires así! Porque estás deseando de volverla a vivir. ¡A que sí!... --------------------------


EL PEREGRINO (CUENTO) Si no sabes dónde vas, aunque consultes el mapa, seguro te perderás. ..... Era un pobre peregrino, que deseaba saber el final de su destino. Y le preguntó al camino: dime amigo, ¿adónde vas? Y él le dijo: ven conmigo y no me preguntes más. Siguió camino adelante intentando averiguar, pero nadie, nadie, nadie le decía la verdad. Velozmente caminaba, sin pararse a meditar si merecería la pena caminar y caminar. Y, aunque cargado de dudas, de amargura y soledad, caminaba y caminaba, afanoso por llegar. Pero llegar, ¿dónde y cuándo? ¿Hacia dónde va el camino?, acababa preguntando el infeliz peregrino. Nada pudo averiguar; porque nadie, nadie, nadie le decía la verdad. No sabe de dónde viene ni tampoco adónde va.


Sólo sabe caminar, preguntando y preguntando adónde el camino irá. En la vida, por igual, todos somos peregrinos, que buscamos la verdad por diferentes caminos. Pero, ¿cómo puede ser que busquemos el mañana, sin conocer el ayer? Porque, el mañana, ¿qué es?, se pregunta el peregrino. Y morirá sin saber dónde le lleva el camino. Se cansó de preguntar, porque nadie, nadie, nadie le decía la verdad. ¿Será la muerte el final? O será un cambio de suerte para volver a empezar. ¿Qué habrá después de la muerte? Le contestaron las sombras. ¡Misterio!... Donde este camino acaba, suele haber un cementerio, llanto, pena, luto y nada... ¡Ah!, y la llama de un recuerdo que, con el tiempo, se apaga. Y no esperes nada más. Si hay algo después de esto, eso nunca lo sabrás. El infeliz peregrino intentó retroceder, pero le dijo el camino: ya no es posible volver.


La senda y la vida están las dos unidas al tiempo, y el tiempo no vuelve atrás. Tú buscabas la verdad, y ya la tienes delante; porque has llegado al final. El peregrino exclamaba con amargo desconsuelo: ¡esto no me lo esperaba! ¡Cómo nos han engañado! Entonces, ¿por qué vinimos? Y, ¿para qué caminamos? Y, ¿por qué se ha de apagar la antorcha que nos pusieron en las manos al andar? Después de la oscuridad..., ¿no habrá otra luz ni caminos por donde peregrinar? Si no existe el más allá... ¿El por qué nadie se atreve a decirnos la verdad? Pero la verdad desnuda, transparente, limpia y clara, para que no quede duda. ¿No será que la verdad es sólo silencio, sombra y sueño de eternidad? Que de una sombra venimos y otra sombra nos espera, volviendo a ser lo que fuimos. ¡Qué desengaño, Dios mío!, el peregrino decía con temblor de escalofrío. Y ya no pudo hablar más, porque al pobre peregrino le había llegado el final.


Un viento de tempestad y un remolino de arena, se lo llevó en espiral. Se volvió sombra el camino, y ya no se supo más del infeliz peregrino. Yo digo, para final: pero, ¡qué locos estamos! Nos matamos por llegar, sin saber adónde vamos ni dónde está la verdad. -----------------------------


PEGALAJAR Y SU VIRGEN Júbilo en el alma, gritos de emoción. Ya se anuncia el paso de la procesión. Los cohetes rasgan el azul del cielo, y suenan alegres campanas al vuelo. Ya cruza la puerta de la Santa Cruz, la Virgen más bella del pueblo andaluz. Y en los aires suena la Marcha Real, mientras dice el pueblo de Pegalajar: ¡Virgen de las Nieves! ¡Madre Redentora! En tu cara tienes la luz de la aurora. No es piropearte, ni alabar tu encanto. Es que, al contemplarte, se me escapa el llanto. ¿Qué le voy a hacer? Si es que no me puedo, madre, contener. Luego, con la vista clavada en el suelo, piden a su Virgen salud y consuelo. Cesan los cohetes, callan las campanas. Amor y consuelo la Virgen derrama.


P Patrona de mi pueblo; tú que eres E en el cielo la estrella que más brilla, G guapísima Señora de las Nieves, A a tu paso doblamos la rodilla. L las Fiestas, cada año, celebramos, A alentados de amor y nuevos sueños, J juntos, llenos de fe, te saludamos, A a ti, que tan de veras veneramos, R Reina y madre de los pegalajeños. ------------------------------------------


NUESTRA DEMOCRACIA Democracia y libertad son dos palabras sagradas, que tienen que respetar todas las gentes honradas. Democracia no es vivir como quiera cada cual, sin deberes que cumplir y sin nada que aportar. Democracia no es tirar, ni romper, ni destruir, ni conjurar por allá ni blasfemar por aquí. Democracia no es gritar bellas consignas al viento. Democracia es demostrar un leal comportamiento. Democracia es laborar por una España mejor. Hablar menos y hacer más, deber de todo español. Democracia es perdonar; y, si obras son amores, vamos todos a enterrar para siempre, los rencores. Democracia no es coger cada día una "jumera" y amenazar y ofender al que pasa por tu vera. Democracia es trabajar, predicar con el ejemplo, para poder arrojar a los ladrones del templo.


En democracia aventaja el que rinde su jornada; porque aquél que no trabaja, no tiene derecho a nada. Después de esta aclaración, digo que recapacite y se aplique la lección aquél que la necesite. --------------------------------


¿DÓNDE VAMOS A PARAR? Enviado a Felipe González, cuando se debatía la entrada o no de España en la OTAN. Si no hay amor ni respeto a las personas mayores, y los jóvenes se creen que son seres superiores, con derecho a poseer dinero para gastar. Y algunos, por conseguirlo, no les importa robar. Dígame usted, D. Felipe, ¿dónde vamos a parar? Si el paro no se resuelve y la inflación se dispara, y la deuda va en aumento y el futuro no se aclara; y nos meten en la "OTAN” contra nuestra voluntad. Dígame usted, D. Felipe, ¿dónde vamos a parar? Si los países vecinos, tan poco considerados, por la tierra y por los mares, nos tienen acorralados. Y apresan nuestros pesqueros a la hora de faenar, negándonos el derecho que tenemos a pescar. Dígame usted, D. Felipe, ¿dónde vamos a parar? Si los atracos aumentan y el terrorismo se ensaña con nuestras fuerzas del orden, llenando de luto a España.


Si asaltan, roban y matan con un sadismo infernal. Dígame usted, D. Felipe, ¿dónde vamos a parar? Si no se cumplen las leyes que votó la mayoría, y los de siempre se burlan con descarada osadía; y si el Gobierno no aprieta a los que debe apretar y son siempre, los de abajo los que tienen que pagar. Dígame usted, D. Felipe ¿Dónde vamos a parar? ----------------------------


EL AMBICIOSO Ambicionaba ser rico, elevarse y prosperar: y no le importaba un pito la suerte de los demás. Y en su inmoderado afán de ser un gran potentado, hasta les robaba el pan a los que tenía a su lado. A nadie daba la mano y jamás hizo un favor, ni a su padre, ni a su hermano, porque ignoraba el amor. Cobraban sueldos de hambre los que con él trabajaban. Y les sacaba el estambre... en dura y larga jornada. En asuntos diferentes iba invirtiendo dineros, y abriendo cuentas corrientes en los bancos extranjeros. Qué capital no tendría, que llegó a perder la cuenta. Y ni siquiera sabía lo elevado de su renta. Encerrado en su ambición y en su empeño de ganar, descuidó su corazón y enfermó de gravedad. Un infarto, y otro más, rompía sus ambiciones, sin que lo pueda evitar la fuerza de sus millones.


Me enteré por los vecinos, porque así lo comentaban, que tenía varios sobrinos esperando que "palmara". Por fin un día la "diñó", como la diña el primero; y de nada le valió el tener tanto dinero. Especialistas a cientos, prolongaron su agonía, pero se fue con los muertos, porque le llegó su día. Y es que en la vida, por suerte, no te salvan los caudales; que, con justicia, la muerte, a todos nos hace iguales. Los sobrinitos, a una, alegres se repartieron, aquella inmensa fortuna que les dejó el usurero. Viven como maharajás los sobrinitos dichosos, derrochando el capital de aquel maldito ambicioso. En juergas y francachelas, fiestas de rumbo y tronío, van tirando, a manos llenas, lo que les dejó su tío. El tío que, en su ruindad, su avaricia y su egoísmo, no conoció la bondad, ni para consigo mismo. Y, como no tuvo amigos, ni en su alma entró el amor, tan solamente enemigos en todas partes dejó.


Ése es el triste final que a los avaros espera; mueren, como los demás, pero de peor manera. Terminan amargamente; obligados a pasar las fronteras de la muerte, dejando aquí el capital. Expiando sus errores en los últimos momentos, se van llenos de temores y de horribles sufrimientos. A tirones de guadaña los llevan, en penitencia, porque la muerte se ensaña en las gentes sin conciencia. Van derechos al infierno y, en constante llamarada, allí se van consumiendo hasta que no queda nada. Por eso, ¡pobres avaros!, no juntéis tanto dinero. Sed un poco más humanos y conformaros con menos. No acumuléis capital con el sudor de la gente, que sabéis que no es legal, ni es honrado ni decente. Que es un crimen prosperar a costa de la miseria y el hambre de los demás. Que el capital que juntáis, aquí lo habréis de dejar el día que la diñáis. Y que la muerte no olvida; y cuenta os pedirá al final de la partida.


NADIE ES VIEJO Ayer consulté al espejo y dijo: además de feo, ya te estás poniendo viejo. Pero que nadie se ría; que, aunque lo diga el espejo, no soy viejo todavía. ¿Que ya no soy un chaval? ¿Que soy mayor? ¡Ya lo sé! ¡Pero de viejo, ni hablar! Viejo, el pellejo arrugado y el pelo, que era castaño, y el tiempo lo ha plateado. Pero mi espíritu es joven, porque me lo siento cada día renacer. Hay gente que jubilada se acobarda, porque piensa que no vale para nada. ¡Terrible equivocación arrinconarse en las sombras, de espaldas a la ilusión! Hay que hacer que cada día, se renueve el entusiasmo de vivir con alegría. Estaréis libres de penas, si olvidáis las cosas malas para recordar las buenas. Si tenéis una afición, procurad desarrollarla con encendida pasión. No debéis apoltronaros; andad y haced ejercicio, procurando no cansaros.


La higiene es muy principal. Que la juventud no diga: ¡Puf!... este abuelo huele mal. Estar ocupado en algo y no perdáis la esperanza, diciendo: "yo ya no valgo". Sed tolerantes con todos, tratando de comprender y sin tener malos modos. Tenéis que ser muy discretos y tratar con humildad, a los hijos y a los nietos. Y, tampoco es nada malo, por su santo o cumpleaños, hacerles algún regalo. Si con la hija vivís, cuando le riña el marido, no debéis intervenir. Y, si con el hijo estáis, si os regaña la nuera, callad y no contestéis. Si vivís en soledad, es del todo necesario que busquéis una amistad. Comed con moderación, para que podáis hacer una buena digestión. Y, para alargar la vida, no abusaréis del tabaco, tampoco de la bebida. ¡Levantad el corazón y el alma con alegría y la mayor ilusión! Y tampoco es cosa mala, si se presenta ocasión, conquistar una chavala.


¡Pensad sólo en divertirse, compañeros jubilados, que tiempo habrá de morirse! No seréis viejos jamás, si seguís estos consejos con toda puntualidad. Y habréis de decir conmigo, que la vejez en la vida, es un premio y no un castigo. ----------------------------------


TU PRIMERA COMUNIÓN Tu alma, llena de amor, es bella y esplendorosa, como un capullo de rosa y como un rayo de sol. Tienes el mismo candor de las blancas azucenas, y no conoces las penas, porque estás cerca de Dios. Con ese dulce mirar y ese ademán tan sencillo, eres como un pajarillo que quiere echarse a volar. Un cascabel que, a porfía, va acariciando las horas con las cadencias sonoras de su dulce melodía. Pero es tu mayor ventura esa gracia angelical, de tu risa y tu mirar y esa infantil galanura. Ilusión de rama nueva y de arroyo cristalino, que va llenando el camino de flores de primavera. Por eso tu corazón rebosa de amor y paz, cuando acabas de tomar la primera comunión. El pan de la Eucaristía que ilumina tu candor, hace más dulce tu amor en tan venturoso día.


Que le aproveche a tu alma y la fe no te abandone; y a nosotros nos perdone y nos devuelva la calma. Hoy, todos hacemos votos para que tengas salud; y porque siempre seas tĂş algo mejor que nosotros. Y ya, el poeta cantor pone todos sus anhelos, en implorar de los cielos que no pierdas tu candor. Que el amor y la bondad sean la ley de tu destino; y que encuentres un camino de eterna felicidad. -------------------------------


A MARÍA JESÚS (NIETA DE PEPE VICA) Pequeña flor hermosa, luz y consuelo, eres divina diosa para tu abuelo. Porque tú, María Jesús, has sido para su alma, bálsamo y rayo de luz que le ha traído la calma. Tienes que saber también y tenerlo como orgullo, que jamás hubo en Jaén un abuelo como el tuyo. Pídele al del Gran Poder que te lo conserve sano, que siempre tendrás en él un amigo y un hermano. Yo le deseo, casi nada..., sin remilgos ni secretos, que llegue a verte casada, a tus hijos y a tus nietos. Es más... ¡que nunca se muera!, porque ¿qué va a hacer Jaén sin "Brisa de la Alameda"? Sr. D. José Villar: le deseo, junto a los suyos, una ¡Feliz Navidad! Y el año ... 92 que tenga mucha salud, mucha paz y mucho amor. -------------------------------


DON JOSÉ VILLAR CASANOVA ("VICA") Admirado D. José: en Jaén es respetada siempre, la opinión de usted. Es por lo que le agradezco lo que ha escrito sobre mí, aunque tanto, no merezco. Sus elogios han sembrado flores en el corazón, de este viejo ilusionado. Al final de la vereda... ¡Cómo me ha reconfortado LA BRISA DE LA ALAMEDA! VICA, sus caricaturas, tienen la virtud de hacer felices a las criaturas. Yo, le admiro de verdad; sólo espero conseguir el favor de su amistad. Y ya sabe que, si en algo yo le pudiera servir, cuente con: FRANCISCO ALMAGRO. --------------------------------


DECÁLOGO Confeccionado a petición de distintos dueños de cafeterías, bares y tabernas, sobre el perfil que debiera reunir el cliente asistente a sus negocios, para considerarlo grato. 1º Si por fiar tuve amigos y los perdí por cobrar, para evitar enemigos lo mejor es no fiar. 2º No tardamos ni dos horas en servir a los clientes. Por eso, no deben ser protestones ni exigentes. 3º Conviene, por ganar tiempo, que no se extrañen de nada y paguen lo consumido en moneda fraccionada. 4º Si al pedir que se le sirva paga por adelantado, será mejor atendido y muy bien considerado. 5º No tendrá ningún derecho el cliente a reclamar y, con lo que le sirvamos, se tiene que conformar. 6º El cliente ha de volver el servicio al mostrador, y dejar la mesa limpia igual que se la encontró. 7º Si alguno se molestara por este simple detalle, al momento lo pondremos de patitas en la calle.


8º Ha de obligarse el cliente a traer clientes nuevos, que estén aquí el menor tiempo y gasten muchos dineros. 9º No admitiremos que sea una cuenta discutida. El cliente ha de pagar siempre lo que se le diga. 10º Aunque le tratemos mal y le sirvamos peor, el cliente ha de decir que esta casa es la mejor. NOTA : Entre los que estén de acuerdo con el decálogo nuestro, rifaremos trompos, globos y un balón de baloncesto. -----------------------------------


SEGURO QUE SÍ Siempre que acuden a mí en tropel las alegrías, fantasías del vivir, tu recuerdo las desvía y las lleva por la ría del sufrir. Tu imagen llevo conmigo y soy esclavo de ti. ¿Por qué te habré conocido, para perder el sentido en el eterno sufrir de tu olvido? Seguro que ningún día yo te robaré tu sueño, ni matará tu alegría mi recuerdo. Seguro que de tu mente se borró el feliz momento, que me llevó a conocerte y a quererte. Seguro que sí... Que no le importa a tu vida ni mi ansia, ni la herida que llevo dentro de mí. Yo, aferrado a mi cadena, peregrino de tu amor, estoy al pie del camino enclavado en mi dolor, esclavo de aquella hora cautiva en la fe del tiempo. ¿Cuándo llegará el momento de mi aurora?


Sólo pienso en ese día, que ilumine mi sendero tu alegría. Verte venir para decirte: ¡te quiero! Y tú: ¿me quieres a mí? ----------------------------


NO LLORES No enturbies de angustia esos ojos bellos, que tienen destellos de luz boreal. No anegues en llanto tu mirar de cielo; pídeme consuelo antes de llorar. Si arrancó la duda de tu fe la calma, y quedó tu alma falta de ilusión, deja que las alas de tu fantasía, vuelvan la alegría a tu corazón. Si tus sueños dicen que esperes, espera; feliz primavera verás florecer. Aspira el perfume de nueva fragancia, y pon tu esperanza en un gran querer. No enclaustre el despecho tu preciosa vida, cayendo rendida en brazos de Dios. Sé fuerte y espera. No llores, hermosa; que serás dichosa con un gran amor. ------------------------


EL HUERFANITO No lo admitían en la escuela al infeliz huerfanito, que sufría, junto a su abuela, de un desamparo infinito. Nada tenían qué comer, tampoco dónde vivir, teniéndose que valer de la angustia de pedir. Pidiendo, de puerta en puerta, ¡una limosna, por Dios! ¡Ay, qué trabajo que cuesta vivir de ajeno favor! Se estaba quedando ciega la abuelita del chaval, y el pobre niño la lleva a pedir por el lugar. Muchos, en la puerta dan por limosna, un desafuero, otros un poco de pan, y nadie les da dinero. Duermen a un quicio pegados de una puerta cualesquiera, cual perros abandonados que ya nadie los quisiera. Iban temblando de frío, mal calzados, mal vestidos, con la palabra ¡Dios mío! en sus labios ateridos. Un día, la pobre abuela, sin un gesto de reproche, se murió por la plazuela, a eso de la media noche.


Quedรณ solo el huerfanito, arrastrando su dolor, y pidiendo, ยกpobrecito!, ยกuna limosna por Dios! ------------------------------


ANDALUCÍA, MI TIERRA (Campanilleros) En los pueblos... En los pueblos de mi Andalucía, un son de alegría invita al amor. El rincón de mi tierra serrana, huele a mejorana y a nardos en flor. Allí encontrarás, las mujeres más bellas y hermosas, que son como rosas de un mismo rosal. Forastero... Forastero que llega a mi tierra, olvida la guerra oyendo cantar; y su alma se vuelve gitana y, por sevillanas, se pone a bailar. Con gran frenesí, y fragante de vino y de flores, borracho de amores, se siente feliz. Un milagro... Un milagro de sol y olivares, cortijos, parrales y almendros en flor. Pajarillos que llenan el campo, con su alegre canto de paz y de amor. Y el río al pasar, embrujado de amores soñando, se aleja cantando camino del mar.


SAETAS Como a un ladrón lo prendieron y a una columna lo ataron, una corona le hicieron, que de espinas la llenaron y a Jesús se la pusieron. Con el rostro ensangrentao y su cuerpo dolorío, con el maero cargao, llevan a Jesús prendío para ser crucificao. Con los ojitos sin luz lleva el maero cargao; y mucho más que la cruz, le pesan nuestros pecaos a Nuestro Pare Jesús. Con el corazón partío, voy tras de ti, en penitencia. Si alguna vez te he ofendío, ¡Ay, Cristo de la Clemencia!, ¡perdóname, Pare mío! Traspasada de dolor, María, desconsolada, lloró al ver al Redentor, con una cruz tan pesada, lleno de sangre y sudor. Las golondrinas volaban alredeó de la cruz; y las espinas quitaban a Nuestro Pare Jesús que, enclavao, agonizaba.


Saetas son mis cantares, que vuelan llenos de amores para unirse a tus pesares. ¡Ay, Virgen de los Dolores, remedia tú nuestros males! Buscando paz y consuelo en esta Semana Santa, con amor puro y sincero, Jaén entero le canta a Nuestro Pare "EL ABUELO". -----------------------------------


MARIPOSA BLANCA Ayer estaba en mi huerto viendo la tarde pasar, y una mariposa blanca irrumpió en mi soledad. ¡Una mariposa blanca!... Me pregunté: ¿a qué vendrá? ¿A qué vendrá ella solita cuando la tarde se va? Se remontó hacia la altura y otra vez volvió a bajar, posándose sigilosa sobre la yedra otoñal. Yo la contemplaba absorto queriéndole preguntar: dime, ¿cuál es tu misterio? ¿A qué vienes?, ¿dónde vas? Aquel lucerito blanco de nuevo se echó a volar, y, al ver cómo se perdía, me estremecí de ansiedad. Hoy, otra vez ha venido a irrumpir mi soledad, y he visto que se posaba en la rama de un rosal. Después, cuando se alejaba, yo me he vuelto a preguntar: ¿a qué vendrá ella solita cuando la tarde se va? Era como luz de un alma errante, que viene y va, entre las dos medias lunas de sus alas de cristal.


¿Volverá?, ¿no volverá? ¿Qué mensaje me traerá? ¡Ay, Dios del cielo!, ¡que vuelva! Que le quiero preguntar, si otra vez nuestro camino se volverá a iluminar. ¡Qué pena! La mariposa viene cuando tú no estás. Al fin pregunté a los cielos: ¿a qué viene?, ¿dónde va? Y una voz, muy apagada, dijo: ¡no preguntes más! Deja la duda en el aire, deja el misterio volar. La vida es sólo un suspiro y es inútil preguntar. ¿Sabes tú de dónde vienes y adónde mañana irás? Somos nada entre dos sombras... Nada, que viene y que va, arrastrando su agonía, del comienzo hasta el final. ¡Cielo santo! ¿Nada más? ¡Mariposa blanca! Vuelve mi ilusión a despertar; que no me importa la vida. Sólo me importa soñar. ¡Vuelve, mariposa blanca, a irrumpir mi soledad! -------------------------------


TU MIRAR Ese fuego de pasión que asoma a tus ojos bellos, y quema con sus destellos mi afligido corazón. ¿Es de volcán o de fragua? ¿O es como flor de ilusión, que el jardinero cortó para ponerla en el agua? ¿Será sólo una ilusión o una visión de mi mente? ¿Será algún locuaz repente, delirio del corazón? ¿Por qué, al mirarte, me miras y tus dientes de alhelíes, enseñas cuando sonríes y ocultas cuando suspiras? Di, mariposita loca, ¿por qué si sufre tu alma, tus ojos buscan la calma y no musita tu boca? Y si no sufres por mí lo que dice tu mirar, entonces, ¿a qué esperar? ¿Por qué me miras así? Tú no ves que me encadenas y aprisionas mi alegría. Y, ¿cuándo llegará el día que se acabe esta condena? ¿Cuándo?, ¿cuándo?... No sé cuándo. Será mejor olvidarte; tengo miedo de mirarte porque me llenas de enojos, y mi camino, de abrojos, siembra tu mirada loca. Si no ha de hablarme tu boca, que no me miren tus ojos.


DIEGO BRUNA Diego Bruna es admirado, por su acreditada fama de artista privilegiado. Adora la libertad, el amor es su bandera y su lema es la verdad. Abierta y sana alegría, denotan, en su persona, una especial simpatía. Es para mí una fortuna, llevar escrito en mi agenda el nombre de Diego Bruna; porque es amigo cabal, sencillo, noble y sincero, del que te puedes fiar. Está lleno de ilusión, aunque, a veces, se lamenta de la vida, y con razón. Dios lo puso en el camino, para que fuera un artista como la copa de un pino. Con su mágico pincel, igual rotula que pinta, grandes cuadros al pastel. Y confecciona figuras, adornos para las ferias, carteles y miniaturas. Igual pinta una gitana, que te modela una iglesia, con su torre y su campana. Tiene sensibilidad y una inspiración divina para la publicidad.


Y pinta sobre el papel, como pinta en la madera y decora la pared. Modela con escayola, desde un enorme castillo a una simple caracola. Sus anuncios comerciales, sugerentes y atractivos, resultan obras geniales. Y, ¿para qué decir más? Sólo que mi amigo Diego es un artista genial. Y esto no es pasión de amigo, porque pueden comprobar la verdad de lo que digo. ---------------------------------


VESTIR DE FLORES EL MANTO Diego Bruna, si pudiera, cogería todas las flores que brotan en primavera, para ese manto de gloria que luce, en Semana Santa, la Virgen de la Victoria. La Madre del Redentor, que nos señala el camino de la paz y del amor. Si pudiera, Diego Bruna, el manto lo vestiría con pedacitos de luna; porque subiría a los cielos y, muy feliz, bajaría estrellas, luna y luceros. Sin sueños ni afán de gloria, porque bien se lo merece la Virgen de la Victoria. --------------------------------


CARTA A LUIS (LA ESTRELLA) Escrita en Pareados Querido amigo Luis: espero que seas feliz. En compañía de tu esposa, tan humilde y hacendosa. Nosotros estamos buenos; así que, ¿qué más queremos? Nuestra hija, ahí en Jaén, al parecer, le va bien. Ya consiguió la vivienda y, muy cerquita de Hacienda. Sentí no verte, Luis, el día que estuve ahí. Vi a mi hermana y los demás, que estaban fenomenal. Y sentí mucha alegría, junto a ellos ese día. Si te llegó, no lo sé, el giro que te envié. Y del aceite, a esperar; ya irá por él Germinal. En Linares me han premiado unos versos que he mandado. Tarantas, cante minero. Me han dado el premio primero. Espero que me dirás cosas de Pegalajar. Recuerdos: desde el Relex hasta el Huerto del Francés. No dejes de saludar a los viejos del Hogar. Y a Espinosa, tu empresario, dale un saludo de Almagro. Al Alcalde no lo vi, el día que estuve ahí. En El Caribe no estaba, que es, donde yo le buscaba.


Me dijeron los chavales, que había marchado a Linares. Aunque sea molestarte, le saludas de mi parte. Dale un abrazo a mi hermana; y que siga tan lozana. Y a Paquito y su mujer; y a la niña, si la ves. A Juanjo y a la Juanita, a Luisito y Carmencita. Y, para Encarna y los niños, también, con mucho cariño. Y le pedimos a Dios, que Rodrigo esté mejor. Bueno, y no te canso más, que ya es mucho molestar. ¡Abrazos! -----------------------------


NUEVOS CAMINOS Sueño de siglos, saltando etapas, llega hasta mí; y son mis ojos alba de espera, en la escalera de mi confín. Hermanos míos, los que anheláis la libertad. Y por caminos de sufrimiento, vais al encuentro de la verdad. Hermanos míos, que conocéis sólo el dolor. ¡No tened miedo! Libres seréis, si confiáis tan sólo en Dios. Él, con nosotros los que sufrimos, ha de lograr que, en un abrazo de amor profundo, se llene el mundo de amor y paz. Encontraremos nuevos caminos, llenos de sol, juntas las manos, todos hermanos en el amor.


EL MISTERIO DE UN AMIGO Es sin duda un caballero de irreprochable conducta; pero que gasta dinero y no se le acaba nunca. Puede que la lotería le haya tocado, a lo grande, y tenga la picardía de no decírselo a nadie. Es muy abierto y leal y, por eso, no me explico, por qué tiene que ocultar la condición de ser rico. Es su pasión complacer y su ilusión agradar, y, en cualquier parte, ha de ser siempre, el primero en pagar. Y luego, antes de marchar, dice: ¡tomemos la espuela! Y, nuevamente, a sacar billetes de la cartera. Así un día y otro día, muy generoso y con rumbo, es su mayor alegría invitar a todo el mundo. Yo, que no soy "guacharrón" y quiero corresponder, no me llega la pensión ni al veinte de cada mes. Tenemos que perdonar que es un poquito guasón, pero es amigo cabal y tiene buen corazón.


Cuando vamos al "Albero", antes de entrar por la puerta, ya está sacando el dinero, dispuesto a pagar la cuenta. Y, aparte, como rutina, a fuer de gran caballero, le suelta una gran propina al dueño o al camarero. Siempre el primero ha de ser el que mande convidar, y no le pilla la vez ninguno para pagar. Dicen que son ocho puros los que se fuma a diario. ¿De dónde saca los duros? ¿Será verdad millonario? A veces sale de "naja", se va a un hotel de primera, y allí vive y se relaja, como un monarca cualquiera. Vuelve cuando le conviene, pero con los mismos fueros. No cabe duda que tiene que tener, muchos dineros. Yo, como amigo, me alegro, pero, ¿dónde está la causa? Y, ¿cuál será su misterio? Como el misterio es la sombra y yo no soy adivino, dejo que pague otra ronda, bien de cerveza o de vino. Al mostrador va volando, siempre abierto el monedero. Y yo sigo preguntando: ¿de dónde saca el dinero? -------------------------------


A JOSÉ DE LA CASA (Acróstico) J Juro que nunca jamás O olvidaré yo a este amigo, S solitario y muy leal, E esperanzado y sufrido. D Desprendido y generoso E es muy alegre y ufano. L La cartera sin reposo A abierta lleva en la mano. C Con avidez se adelanta A a pagar siempre el primero. S Sólo que a mí no me achanta, A aunque tenga más dinero. ----------------------------------


LECCIÓN DE VIDA Mi frente irredenta ni sueña ni espera, en la duermevela de un cercano adiós. Mis ojos cansados de soles y viento, miran para adentro; para afuera, no. Los años echaron su carga siniestra, sobre mi osamenta que siento crujir. Pero más que el tiempo me pesa el castigo, de haber aprendido tan sólo a morir. Mis manos callosas que ayer laboraban, y que se afanaban con tanta ilusión, esperan cruzadas sin vida y sin brío, cuajadas de frío sobre el corazón. Como el enclavado..., sólo miro al cielo, porque mi sendero se queda sin luz. Y mientras mis culpas me van persiguiendo, yo le voy pidiendo al cielo una cruz.


Pasé por el mundo sin pena ni gloria, ni dejo memoria, ni dejo heredad. Las últimas vueltas le doy a mi noria, buscando una sombra para descansar. Como nada tuve, ni tengo ni espero, tranquilo y sin miedo me puedo morir. Que vivan aquéllos del vivir holgado, que a mí me ha tocado tan sólo sufrir. Aquéllos que tienen por suya la historia, por suya la gloria, por suyo el honor, que sigan viviendo por siempre felices, y no mueran tristes como muero yo. ¡Qué lección de vida!, cuando sin aliento, el reloj del tiempo se niega a cantar. ¡Qué lección de vida! ¡Ay, si yo supiera, de alguna manera volver a empezar! --------------------------


¡NO TE VAYAS! Si tú no tienes trigales con amapolas en flor, ni tienes rayos de luna en alegre mirador; ni una alameda, ni un parque donde cante el ruiseñor, ni una playita de arena donde me llene de sol. Ni junqueras en tus ríos, ni fuentes con surtidor, que apaguen mi sed y alegren mi alma con su rumor. Ni el milagro de una sombra para descansar los dos, ni algún rincón de silencio donde ocultar el dolor; ni una casa en la colina para jugar al amor. Entonces, ¡vete y no vuelvas! ¡Anda ya! ¡Vete con Dios! ..... ¿Qué dices? ¿Que tienes todo cuanto halague mi ilusión? ¿Que tienes rayos de luna y fuentes con surtidor y una playita de arena, para llenarme de sol? ¿Que tienes rincón de sombra donde ocultar mi dolor? Pues entonces, ¡no te vayas! ¡Llévame a tu mirador!, para contemplar la luna mientras canta el ruiseñor.


Después, al rincón de sombra, la fuente y el surtidor. Luego, en tu playa de arena quiero llenarme de sol, volar igual que las hojas arrancadas de la flor. Y, en remolino de vientos, jugar contigo al amor. ¡No lo pienses! ¡Vámonos! ------------------------------


LIVIANAS La Feria de San Lucas tiene solera, aunque ya no es la sombra de lo que era. ¡Con qué alegría, la gente, por la Feria, se divertía. En los "charnaques", mare, que había en las eras, cantaban por serranas y peteneras. Y yo vendía por la Feria, cubiertas, sogas y lías. Una tarde en San Lucas cambié el mulillo, por una yegua torda con su potrillo. Y, en el camino, celebramos el trato con cante y vino. Ejido de Belén, donde la gente desayunaba tallo con aguardiente. Y se vendía en la Feria el ganado durante el día. Se cerraba la noche cantiñeando, tarantas, soleares y por fandango. Y, al día siguiente, otra vez a los tratos y al aguardiente.


Hoy, la Feria San Lucas, es otra cosa; aunque seguirá siendo la más hermosa. La soberana; que a rumbo y a tronío, nadie le gana. ---------------------------


LA "Ñ" DE NUESTRO IDIOMA Dicen que al ordenador quieren suprimir la "ñ" de nuestro idioma español. ¿Será broma?, o ¿es verdad, la propuesta que al Gobierno hace la Comunidad? De suprimir esa letra, no le podremos decir: ¡váyanse a la gran puñeta! ¿A la tierra de mi entraña, tengo que llamarle Espana, en vez de llamarle España? Por esa regla de tres, podemos quitar la ese también al idioma inglés. Y, entonces, ¡vaya potingue!, si me llaman espanol y al inglés, tan sólo ingle. ¿Al madroño he de llamar madrono, porque se empeñe la ñoña Comunidad? Y al hijo de mi vecino, ¿en vez de llamarle niño, tengo que llamarle nino? Si al año llamamos ano, ¿no va a resultar extraño, mal oliente y poco sano? ¿Por qué he llamar anojo al toro que tiene un año, en vez de llamarle añojo? Es inútil que se empeñe en ello la Europa entera. ¡No nos quitarán la "ñ"!


El moño se lo pusieron los que el idioma inventaron, porque así lo convinieron. Moño, adorno de Manolas y del que tanto presumen las mujeres españolas. Moño, peineta y mantilla es el moño de la "ñ", la Giralda de Sevilla. ¿Cómo vamos a llamar, si le quitamos la "ñ", al Peñón de Gibraltar? ¡Que se vayan con su cuento!, que se ocupen de lo suyo y dejen quieto lo nuestro. Y si usaran mala maña, defenderemos la "ñ" al grito de ¡Viva España! -------------------------------


BORRANDO LAS PENAS A mí me gusta bebé, porque bebiendo se borran las penitas del queré. ¡Qué salao! Bebiendo por orviá, y no sé qué me ha pasao, que no me acuerdo de ná. Pero de ná ... (mostrando la botella) Claro, que ‚ésta es la de tres o la de cuatro, no sé. Pero que no se me nota; lo disimulo muy bien. Mirad si estoy mareao, que andando, en un solo pie, me voy de aquí al otro lao. (al intentarlo casi se cae) ¡Este piso no está bien arreglao! (vuelve a empinarse la botella) Este trago por mi mare, que es la que más me ha querío; y éste por mí, que yo soy el mejó amigo mío, por ondequiera que voy. Y, pa no ser descortés con ustedes, yo les invito a beber. ¡Venga!, ¡a las tres! ¡Ande!, ¡beban!, ¡no les dé vergüenza!, si esta vida hay que pasarla a tragos. (vuelve a empinarse la botella)


Otro trago y ya no más; er vino me está matando. Pero me empiezo a alegrá, y hasta me estoy orviando de mi amargo caminá. (muy eufórico) ¡Pero si estoy en la gloria! ¡Si to me está dando güertas como si fuera una noria! ¡Olé!... ¡Viva er vino y er jaleo de guitarras y palillos, er cante por fandanguillos, las campanas, las mardisiones gitanas, el zurrío de los truenos y las tracas de verbena y to lo que sea ruío! ¡Venga!, ¡alboroto!, ¡escandalera! Llorá, de labios pa adentro, reí, de labios pa afuera. ¡Ja!, ¡ja!, ¡ja! Mirá cómo yo me río... Voy dando voces ar viento y, hasta er viento se ha escondío, huyendo de mi tormento. Ya no siento ni el menor escalofrío. La cruz de mi sufrimiento ¿dónde está?, ¿se habrá perdío? ¡No! La cruz la llevo aquí dentro, y la siento, escarbándome er sentío. Que, ¿por qué bebo? Y me pregunta la gente que por qué bebo.


¡Por ná! ¡Qué sabe la gente ónde se esconde un pesá! Y es que no se puede sé tan sensillo, tan güenón que tengo un trozo e membrillo en lugá de corazón. ¡Sí!, ¡yo!, un chiquillo grandullón, un chiquillo. Un manantial de cariño, como un río sin orillas es mi corazón de niño. Siempre cantando al amor, y, al final, me dejan solo, en la cruz de mi doló. ¡Ná!... Que me enamoré der viento, y er viento arrancó mis flores sin er menor miramiento. ¡Qué sabrá er viento de amores! Y es que er viento no era viento; era huracán desatao, que se llevó hasta el aliento de mi pecho enamorao. Por eso, para orviá, me ha dao por la borrachera, por bebé y por cantá, diga er mundo lo que quiera. Es tan grande mi amargura que, a mi paso, voy abriendo las puertas de la locura. ¡Cosas del alma!...


El amor, cuando no es correspondío, es como un barco perdío en los mares del dolor. Que, ¿por qué me enamoré? Y, ¡yo qué sé! A la mar llegan los ríos, no me preguntéis por qué. Yo sé que mi corazón lo entregué sin más ni más, sin ninguna condición, con ilusión, a la buena y de verdad. Y, ¿qué he recibido yo? No lo quiero ni pensá. ¿Pa qué más explicación? Es iguá... Desprecios, incomprensión, amargura y soledad. ¡Ah!, y un rincón en donde podé llorá. Y me pregunta la gente que por qué bebo: ¡Por ná! ¡Qué sabe la gente ónde se esconde un pesá! Todo er que tenga un pesá, que beba como yo bebo si se lo quiere quitá. ¡Olé!, ¡venga!, ¡alboroto!, ¡escandalera! Llorá de labios pa adentro, reí de labios pa afuera. ¡Ja, ¡ja!,¡ja! --------------------------------


MI PUEBLO Como bandera de paz lancé mi cometa al viento, y cayó en Pegalajar, lugar de mi nacimiento. Si me pierdo, que me busquen en mi pueblo. Junto a mis buenos amigos que lo son y que lo fueron, y que siguen siendo fieles a nuestro común empeño. Con mi Virgen de las Nieves, Patrona y Reina del cielo, para celebrar sus Fiestas vengo a mi pueblo contento. Si me pierdo, que me busquen en mi pueblo. Que aquí, rumiando amores, yo voy soñando despierto, junto al inmenso caudal del río de mis recuerdos. Que no me llamen a voces, ni de cerca ni de lejos, ni me busquen por caminos que mis pies no conocieron. Si me pierdo, que me busquen en mi pueblo. Que me busquen por los pinos, dándole la vuelta al cerro. Seguro me encontrarán cogiendo flor de romero. O puedo estar por el río, o andando por esos Berchos, por beber el agua pura de la Fuente de los Berros.


Si me pierdo, que me busquen en mi pueblo. En el patio de mi casa, bajo la higuera, leyendo, o cantando, por bajini, a la sombra del ciruelo. Que me busquen por la Plaza, por el Parque, por el Puerto, o por las Siete Pilillas, que son el balcón del cielo. Si me pierdo, que me busquen en mi pueblo. Que, aunque me tapen los ojos, con veinte pañuelos negros, y en una noche sin luna me dejen en un desierto, a tientas recorreré el camino de mis sueños y a mi pueblo volveré, porque, de veras, lo quiero. Si me pierdo, que me busquen en mi pueblo. Y, cuando sea horizontal la rigidez de mi cuerpo, y el eco de mi cantar ya no se escuche en el viento, si estoy en otro lugar, ¡por Dios, traedme a mi pueblo! Que no podré descansar en ajeno cementerio. ¡Cuando muera, que me entierren en mi pueblo! -------------------------------------


MI OVEJITA LUCERA Grabada en disco por Pepe Mairena y en un compacto por la Comunidad Escolar del CEIP “José Plata” de Mengíbar (Jaén). I Tengo yo mi ovejita lucera, que, de campanillas, le he puesto un collar. Me da queso, también me da lana, y cuando la llevo la llevo a pastar, yo la llamo y se viene a mi vera, mi oveja lucera, diciéndome ¡ba!... ESTRIBILLO Me gusta cuando bala la ovejita, ¡be,e,e,e,e! y cuando le contesta el corderito, ¡ba,a,a,a,a! Me sabe a musiquilla celestial ese dulce balar. Me gustan, en las fiestas del lugar los cohetes que al subir, hacen ¡pun!, hacen pun y hacen pan. Lo demás me da plin, a mí plin, lo demás. II Mi ovejita se ha roto una pata, ¡qué lata!, ¡qué lata!, que no puede andar. Yo la llamo, ¡pobrecita mía! y está todo el día diciéndome ¡ba!... Y no viene, no viene ligera, mi oveja lucera, ¡qué pena me da! (Al estribillo)


MI PERRITA PEQUINESA Grabada en disco por Pepe Mairena y en un compacto por la Comunidad Escolar del CEIP “José Plata” de Mengíbar (Jaén). I Mi perrita pequinesa la esperaba en el portal, ¡ay,guá, guá, guá! (bis) un canito de lunares que la vino a enamorar. ¡Ay, guá, guá, guá! (bis) Como no era de su raza, por evitar un desliz, ¡ay, no, no, no!, ¡ay, sí, sí, sí! encerrada en la cocina tuve a la pobre infeliz, ¡Ay, no, no, no! ¡Ay, sí, sí, sí! ESTRIBILLO Pero el amor, o,o,o,o,o,o, que nada entiende ni de razas ni colores, con el amor, o,o,o,o,o,o, unió por siempre dos felices corazones. Porque el amor, o,o,o,o,o,o, va caminando de la mano del dolor. ¡Ay, ay! El amor, es el amor ¡Viva el amor! II El diablo también juega sus cartas en el amor, ¡ay, sí, sí, sí!, ¡ay, no, no, no!


Y por la ventana abierta, Pequinesa escapó. ¡Ay, sí, sí, sí! ¡Ay, no, no, no! Hoy dicen que la han visto por las calles de Madrid, ¡ay, no, no, no! ¡Ay, sí, sí, sí! Y detrás va su canito, muy contento y muy feliz. ¡Ay, no, no, no! ¡Ay, sí, sí, sí! (Al estribillo) --------------------------------


EL CORDOBÉS (PASODOBLE TORERO) Grabado en Disco por Rosita Ferrer, Manolo Lopera y Gonzalo González. I Citando y porfiando, con valentía, está sobre la arena del redondel; el garbo y la fragancia de Andalucía lo tiene la muleta del Cordobés. ¡Ay!, Cordobita la llana, tú le das al mundo entero los toreros de más fama. ESTRIBILLO Manuel Benítez “El Cordobés”, tú eres el “as” de la torería. No ha habido nunca, ni puede haber otro torero de más valía. Domina a los toros y es todo bondad, corazón de oro y artista genial. No puede ser, no puede ser, que haya un torero con más salero que “El Cordobés”. II Estalla en ovaciones la plaza entera, el toro, sin puntilla, rodó a sus pies, están lloviendo flores sobre la arena, premiando la faena del Cordobés. ¡Olé, con olé, salero!, se está escribiendo la historia con la gloria de un torero. (Al estribillo)


CAMINITO DE JAÉN Pasodoble grabado en disco por Manolo Escobar. I El tesoro más grande de España es Jaén, laborioso, sencillo y cabal. En el mundo se lleva la palma y ¡olé! con sus campos de verde olivar. Por su gloria y su fe, Santo Reino de amor, relicario es Jaén de la Cara de Dios. ESTRIBILLO En Jaén por San Lucas a mi mulilla, a mi mulilla, a mi mulilla, le compré dos docenas de campanillas, de campanillas, de campanillas. ¡Ay!, ¡qué bien bracea la mulilla mía, con sus campanillas, llena de alegría; cuando va camino de los olivares, lleva el mismo ritmo lleva el mismo ritmo de los soleares. II Las más bellas mujeres las tiene Jaén y cortijos de cal y de sol y una Virgen morena en la sierra y ¡olé!, Santuario de paz y de amor. Recostaíto al pie del castillo y la cruz, ¡qué bonito es Jaén!, rinconcito andaluz. (Al estribillo)


VIVA ALMERÍA Pasodoble grabado en disco por Manolo Escobar I Sol que brilla en los caireles de mi bella Andalucía, manojito de claveles es la tierra de Almería. Allí vi la luz primera y empecé a tararear, y hasta el día que me muera, yo le tengo que cantar. ESTRIBILLO Almería, un inmenso coral es tu hermosa bahía. Almería, es tu Virgen del Mar mi estrellita y mi guía. Almería, paraíso de amor, tus mujeres son flores, tu alcazaba de luz y tu embrujo andaluz, reina mora eres tú para los españoles. II Son las uvas luceritos desprendidos de tu cielo, que se van por tos los sitios pregonando tu salero. Los metales de tu entraña son tu gloria y esplendor, eres lo mejor de España, Almería de mi amor. (Al estribillo).


ESPADA DE LUNA Pasodoble grabado en disco por Manolo Escobar. I Era la calle moruna, donde mi niña vivía, espada blanca de luna (bis) que entre los dos se tendía. Puentecitos de quimera que mis sueños levantaba, una negra ventolera por el suelo los tiraba, puentecitos de quimera...

ESTRIBILLO A ella su familia le ha dicho que nones, y quieren casarla con uno que dicen que tiene millones. ¡Ay senderito, sendero, caminito de doló! Ella me quiere y la quiero y sé que tiene salero pa despreciar el dinero a cambio de nuestro amor. II Cuando vi que se casaba, me fui corriendo a la ermita. ¡Ay!, ¡qué bonita que estaba! (bis), ¡qué novia tan rebonita! Me abrí paso entre la gente, arrastrando mis pesares, y ella, al verme, ¡vida mía!, dijo, al pie de los altares, que era a mí a quien me quería. (Al estribillo)


¡AY, QUE LLUEVE! Pasodoble grabado en disco por Manolo Escobar. I Esta noche tengo cita, cita con la mía morena, quiera Dios que venga pronto, quiera Dios que pronto venga (bis dos últimos versos) que no hay luz en las esquinas y la noche está muy negra. Que son las dos, ¡ay, que son las tres! no tengo paraguas y puede llover, y puede llover, y puede llover, ¡ay, que son las dos, que ya son las tres! ESTRIBILLO ¡Ay, que llueve, que llueve, que llueve!, ¡ay, que llueve, que ya está lloviendo!, y no viene, no viene, no viene, la mocita que yo estoy queriendo. Ya me voy porque estoy empapao, y no puedo con la tiritera… ¡Ay, Jesús!, que ya me he costipao y no vino mi niña morena. Es su madre que no la ha dejao, porque dice que a mí no me quiera. II Esperando y esperando, por la noche y por el día, esperando y esperando se consume mi alegría. Es su madre que no quiere, es su padre que tampoco. Ella, de pena, se muere, yo voy a volverme loco. Que son las dos, ¡ay, que son las tres! Etc.


ESPIGAS Y AMAPOLAS Bolero grabado en disco por Manolo Escobar. I La luna va despeinada por entre los limoneros, llorando desconsolada, porque no encuentra un lucero. Cariño, cariño mío, no hagas caso de la gente, que es más chiquitito el río (bis) que el rumor de la corriente. ESTRIBILLO Qué bonita es la amapola, ¡ay!, ¡ay!, que se cría en los trigales, ¡ay!, ¡ay!, más bonita está mi niña, ¡ay!, ¡ay!, cuando a la ventana sale. Hoy me han dicho que te diga que en la era no me llores, que tu llanto las espigas las está volviendo flores. Qué bonita es la amapola etc. II Cariño, cariño mío, no hagas caso de la gente, que es más chiquitito el río que el rumor de la corriente. (Al estribillo)


MI SUEÑO FELIZ Dedicado a Valdepeñas de Ciudad Real. Grabado en disco por Manolo Escobar. Soñé que en mi mula tordilla y cinqueña, yo me encaminaba hacia Valdepeñas. Y que ella, orgullosa, el compás llevaba, con su trote alegre, cuando yo cantaba. ¡Qué encanto de mula!, decía yo en mi sueño. ¡Si estará soñando igual que su dueño! Y ésta era la copla que yo le cantaba, y a la que mi mula el compás llevaba. CANTADO El campo de La Mancha tiene que tiene, de pámpanos y olivos vestido verde. Por la llanura de mi Castilla, ¡ay, qué contenta va mi mulilla! Que trota y sueña, cuando va caminito de Valdepeñas.


¡Vamos pa la vendimia, valdepeñera!, ¡corre mulilla torda, cascabelera! Para en la venta, que la ventera es la más guapa de España entera. ¡Óle con óle, mi Valdepeñas!, porque tiene salero y el mejor vino que hay en la tierra. RECITADO Soñé que mi mula se paró en la puerta y que yo, al instante, penetré en la venta. La moza era guapa; ¡pues sí que lo era! ¡Vaya monumento de valdepeñera! Sólo me dio vino; pero con dulzura. No me olvidaré de aquella criatura. ¡Beba, me decía, de este Valdepeñas! Y no se preocupe, que paga la dueña. Soñé‚ que en la venta yo bebí sin tino, hasta que, de nuevo, emprendí el camino.


Otra vez alegre la mula trotaba, mientras que en mis sueños, yo feliz cantaba. CANTADO Yo siempre a Valdepeñas de mis amores, le ofrezco la alegría de mis canciones. Puñaos de oro son los racimos; lo más bonito son los molinos. ¡Ay, que lo quiero!, que este pueblo es la envidia del mundo entero. RECITADO Y seguí soñando con el gran tesoro, de este Valdepeñas tan lleno de oro. Oro licuado que llega a la boca, y te sabe a poco todo el de la bota. Vino que te queda siempre en la memoria, porque huele a flores y te sabe a gloria. Mi sueño feliz me llevó al "Trascacho", donde es imposible no salir borracho.


No sólo de vino, también de alegría; porque allí se bebe vino y simpatía. Cuando desperté, me dije angustiado: ¡Dios mío!, ¿por qué me habré despertado? CANTADO ¡Vamos pa la vendimia, valdepeñera!, ¡corre mulilla torda, cascabelera! Para en la venta, que la ventera es la más guapa de España entera. ¡Óle con óle!, ¡mi Valdepeñas!, porque tiene salero y el mejor vino que hay en la tierra. (bis tres últimos versos) ----------------------------


¡DEJADME CANTAR! Sin dar la espalda al destino, arrastrando mi verdad, estoy mirando el camino que ha de llevarme al final. Y cantando a media voz, siempre en actitud serena, con humildad doy amor desde el rincón de mi pena. Enclaustrado en el delirio de mi soledad sombría, los fantasmas del martirio ahuyentaron mi alegría. La salud, en tanto en tanto, olvida su obligación, y le causa un gran quebranto a mi pobre corazón. Ahora mismo está reciente este malhadado olvido y, en mi soledad inclemente, fui como un niño perdido. Interrogando al destino miré desde mi ventana y vi, al final del camino, una torre sin campana. Vi un río desriberado y vi un puente derruido, y un árbol viejo, tumbado por un viento embravecido. Sobre las aguas, un nido que la corriente arrastraba, y un pájaro que, aterido, bajo el puente aleteaba.


Salí huyendo de la luz, dije adiós a la ventana y, con los brazos en cruz, tiré mi cuerpo en la cama. Con pena, dolor y frío, como perdido en desierto, grité diciendo: ¡Dios mío!, ¡yo no me merezco esto! Esta amarga sinrazón que me empuja a la locura, y hace que mi corazón llore su gran desventura. ¿Por qué vivo sin aliento, sin estima y sin calor, tan lleno de sufrimiento y tan huérfano de amor? ¿Por qué en la sombra y a solas, de puntillas y en silencio, se alejan tristes mis horas, como fantasmas, huyendo? ¿Por qué le ponen barreras al río de mi verdad, y tronchan las azucenas y enturbian el manantial? ¿Por qué las musas divinas, que me rondan noche y día, han de ser clavos y espinas que apuñalen mi alegría? ¿Por qué tan lleno de sones, de ilusiones y de sueños, he de andar por los rincones ocultando mis empeños? ¿Por qué tan cruel destino ensombrece mis auroras, y hace imposible el camino de mis ilusiones todas?


¿Por qué tan suave brisa se convierte en calentura, y hace mi cantar ceniza y simiente de locura? ¿No veis que, como las fuentes, enterradas en la arena, yo voy cantando entre dientes y entre suspiros de pena? Si yo no nací llorando como nacen los demás, y vine al mundo cantando, ¡por Dios!, ¡dejadme cantar! ----------------------------------


¡QUÉ PENA! (Acróstico) F R A N C I S C O

Fatalmente incomprendido rayando en la desventura, al borde de la locura, nunca me di por vencido. Caminé como criatura inocente y sin maldad, siempre en pos de la verdad, con el alma limpia y pura, obsesionado en amar.

A Angustia y pena me da L la gente que vive odiando, M maldiciendo, conjurando, A atesorando maldad. G Gozan si te ven llorar, R ríen cuando te condenan, O odian en lugar de amar. ¡Qué pena! ---------------------------------


MI DESVENTURA Me equivoqué de verea... ¡Maldita sea mi suerte! ¡Mi suerte maldita sea! .......... A un callejón sin salida me han llevado los errores que he cometido en mi vida. Son tantos los desaciertos, que el barco de la locura me espera en todos los puertos. El río sin orillas por donde yo navego, no tiene sauces verdes ni lo acaricia el sol y su rumor salobre es grito de agonía, que llena el alma mía de tristeza y dolor. Atenazado al hierro de mi amargo destino, busco, con desatino, sin poder encontrar, una luz de esperanza que me vuelva la calma y me deje en el alma un poquito de paz. Por la densa negrura de mi noche infinita, arrastrando conmigo la carga de mi fe, soy pobre peregrino, a solas caminando, tesonero buscando lo que no encontraré.


Exangües y abatidas mis alas destrozadas, están siendo ignoradas en esta oscuridad. Calabozo sombrío del eco de mis pasos, donde roto en pedazos mi sueño acabará. --------------------------


SILENCIO Y SOLEDAD Algo me ha debido herir, para que yo haya perdido la voluntad de vivir. ¡Ay, las flores de mis sueños!, ¡ay, la luz de mi cantar!, ¡ay, mis rotas esperanzas!, ¡ay, mis ríos sin caudal! ¡Cómo me quema las sienes el fuego de mi ansiedad! ¡Ay, qué sudor de agonía!, ¡ay, qué fría tempestad!, ¡ay, qué montones de versos me dejo sin terminar! Encadenado de sombras y abismos de oscuridad, me atormentan los misterios que envuelven el más allá... ¿Qué habrá después de la muerte? La otra vida, ¿qué será? ¿Será cambiar de envoltura para volver a empezar? ¿O será todo silencio y sueño de eternidad? ¿Será cruzar en un vuelo el espacio sideral, para caer en la nada? ¿Es que no habrá nada más? ¡Ay, pobre corazón mío, cómo llora su orfandad! Que me iluminen los cielos a la hora de expirar, y vuelva mi fe perdida, que quiero morir en paz.


¡Ay, qué turbión de guadañas acechan mi soledad! Siento el último suspiro entre mis labios temblar, con mi aliento que se escapa y mi alma que se va. ¡Por Dios!, ¡cerradme los ojos! No quiero que lloren más. Esta lágrima postrera, limpiádmela, ¡por piedad! Cerradme también la boca, cansada de perdonar; cruzadme al pecho estas manos que no ofendieron jamás, y ponedme sobre ellas una rama de olivar. Pero, no me amortajéis; dejadme en cueros volar... Si desnudo me trajeron, desnudo me han de llevar. Y, aunque os duela mi muerte, que no os sienta llorar. No quiero lutos ni llantos emborronando el final. Para mi cuerpo cansado un ataúd natural, con ramas verdes y flores engalanando el lugar. Ponedme una cruz de palo; y, al pie, plantad un rosal y campanillas azules, que a la cruz se abrazarán. De epitafio, una cadena partida por la mitad, anunciando que mi alma ya encontró su libertad.


Poned que, con alegría, yo viví para cantar; sin egoísmos, sin odios, sin rencor y sin maldad. Y que fui un pobre poeta arrastrando su verdad, soñando nuevos caminos de justicia, amor y paz. Poned que fui... lo que fui, y no pongáis nada más. Quedaros con mi recuerdo y el eco de mi cantar, que yo ya soy una sombra de silencio y soledad. ------------------------------


PERFIL HUMANO Y ARTÍSTICO DE FRANCISCO ALMAGRO PERFIL HUMANO Francisco Almagro Herrera nació en Pegalajar (Jaén) el día 9 de Mayo de 1.911, siendo el mayor de 10 hermanos. Desde pequeño tuvo que ayudar a sus padres, que tenían un pequeño negocio de esparto labrado, tienda de comestibles y taberna en el conocido barrio pegalajeño del “Romeral”. De ahí que sólo pudiera asistir a la escuela primaria menos de dos años. Era tal el ansia que tenía por saber, que sus padres tuvieron que comprarle, en lugar de juguetes, un libro de Gramática y otro de Aritmética. Con ellos pudo consolidar lo aprendido en la escuela y ampliar los conocimientos más elementales. Con posterioridad estudió, por correspondencia, el “cálculo mercantil”. Desde pequeño, y por ser el hijo mayor, tuvo que llevar las cuentas del negocio familiar, faltándole siempre horas para el descanso. La complejidad de los negocios de su padre le obligó a instruirse en la redacción de recibos y en la extensión de documentos, tales como contratos de compra-venta, letras de cambio, pagarés y otros escritos comerciales. Y por la razón comentada (ser hijo mayor), tuvo que desempeñar los oficios de panadero, pescadero, tendero, espartero, tabernero y hasta maestro de escuela (tanto en Pegalajar como en Torredonjimeno, donde se trasladaron sus padres en 1.931). En diciembre de 1.932 ingresó en el Ejército, siendo destinado al Parque de Intendencia de Madrid y a las Oficinas de Mayoría del referido Parque como escribiente. Después, a petición propia, fue trasladado al Depósito de Intendencia de Campamento (Carabanchel Alto); lugar donde los proveedores gratificaban a los soldados por ayudar a descargar los camiones de paja, cebada, leña y carbón, que suministraban a las distintas unidades del ejército. Pasados varios meses en este empleo, fue ascendido a Soldado de 1ª y nombrado Jefe del Destacamento. Por esta razón decidió reengancharse en el ejército; ejército del que formaba parte el 18 de Julio de 1.936, día en que estalló la Guerra Civil Española.


El 7 de Noviembre del 36 se incorporó nuevamente al Parque de Intendencia de Madrid, al haber sido evacuado el Depósito de Campamento. Una vez incorporado al Parque, fue ascendido a Cabo, pasando a prestar servicio en una importante gasolinera de Madrid. Al ser ascendido a Sargento, fue destinado al Depósito de Intendencia de Quintanar de la Orden (Toledo). Antes de incorporarse a este nuevo destino, contrajo matrimonio en Pegalajar con Ana María Quesada Morales, con la que tiene una hija. A continuación fue trasladado, en su calidad de Sargento, a la Intendencia de la 40ª Brigada Mixta y después a la 110ª Brigada del Bando Republicano. En esta última, que operaba en Morata de Tajuña (Madrid) terminó la Contienda, pasando al Campo de Concentración de Perales de Tajuña, en el que permaneció muy poco tiempo. Finalizada la Guerra y tras una estancia corta en Pegalajar, volvió nuevamente a Madrid... Después de algún tiempo de penuria, pudo encontrar un modesto empleo de Mozo de Almacén en la empresa que suministraba las prisiones. Allí llegó a ocupar el cargo de Delegado, siendo destinado por la referida Empresa a Alcalá de Henares. En esta localidad madrileña permaneció hasta el año 1.946, fecha en que el Ministerio de Justicia se encargó de suministrar directamente los Establecimientos Penitenciarios. Acompañado de su familia, regresó a Pegalajar en busca de un trabajo que no logró encontrar. De vuelta a Madrid, se colocó de Administrativo, con un asentador, en el Mercado Central de Pescados (colocación que duró poco tiempo). Viendo lo difícil que era volver a trabajar, habiendo cumplido ya los 35 años de edad, cogió unas representaciones y se colegió como Agente Comercial. Hizo seguros con la compañía “El Ocaso”, al tiempo que ejercía de cobrador de morosos, a comisión, en una empresa de peletería. Al fin pudo colocarse en los Almacenes Capitol (Gran Vía madrileña) como Auxiliar Ayudante de Inventarios, pasando al poco tiempo a ocupar el cargo de Jefe de Sección. Ascendido a Jefe Administrativo, montó la sección de plazos, de la que también fue nombrado Jefe. Próximo a cumplir los 20 años de servicio en esta Empresa, antes de ser traspasada a una nueva firma, fue nombrado Director Administrativo apoderado de estos grandes Almacenes.


En Madrid permaneció hasta 1.990, año en el que fija su residencia en Jaén. Últimamente reside en su pueblo natal (Pegalajar), lleno de actividad creativa a pesar de su avanzada edad. Su pequeña máquina de escribir, una Pluma 22 de hace más de tres décadas, es y ha sido la compañera inseparable de Francisco Almagro a lo largo de su dilatada existencia. A sus 93 años, y después de toda una vida de fecunda producción poética y musical, nos sigue sorprendiendo día a día por su gran dinamismo poético, que sólo puede entenderse desde la extraordinaria lucidez que le sigue acompañando. Nacido y criado en Pegalajar (pueblo rural jiennense de principios del siglo XX), pronto comprendió que su verdadera vocación era la poesía y la música para los que ha estado siempre especialmente dotado. Prueba de estas dotes musicales es que, durante muchos años, ha tenido que grabar en su mente la música que componía, al no saber solfeo y no poder plasmar la melodía en un pentagrama. A veces pasaba horas sin dormir para retener la música creada y que no se le olvidara... En la actualidad, junto a su máquina de escribir, cuenta (para componer sus melodías) con una grabadora que le facilita el trabajo. Al día de la fecha, continúa componiendo villancicos, canciones, letras flamencas, melodías, poemas y narraciones, en una actividad constante que le rejuvenece y llena de orgullo a sus paisanos pegalajeños. “No soy un poeta culto, ni tengo preparación; soy uno que su cultura la lleva en el corazón”. Y así es en realidad la poesía de Francisco Almagro: se trata de la poesía del pueblo, de la poesía de los hombres y mujeres de bien, de la poesía llena de humanidad y de nobles sentimientos que puede ser entendida por cualquiera, de la poesía entrañable y sencilla, de la poesía en definitiva que no pasa nunca… Músico, poeta, letrista... Francisco Almagro nos regala con su obra (según expresión de su buen amigo Pepe Román) “unos ojos ávidos e inquietos, unos oídos siempreabiertos y una voz cantarina amiga, extraordinaria trinidad que se une en una feliz, natural y a la vez extraordinaria inteligencia”…


PERFIL ARTÍSTICO La primera canción que compuso Francisco Almagro fue un pasodoble a su pueblo, en colaboración con su paisano Juan Antonio Chica (ya fallecido), gran compositor y Director del Conservatorio de Música de Córdoba. Este pasodoble es el actual Himno de Pegalajar... También con Juan Antonio Chica compuso las bulerías tituladas “MI CARMELA”, una de las primeras canciones que grabó en disco JUANITOVALDERRAMA. Es autor Francisco Almagro de las canciones que grabó el gran intérprete de la canción española JUANITO CAMPOS, consagrándose como artista del género con el pasodoble “CARITA DE NIEVE”. Ingresó en la SOCIEDAD GENERAL DE AUTORES el 18 de Julio de 1.936 (día que comenzó la Guerra Civil Española), figurando en el escalafón de la misma con el número 401. Para el ya fallecido PEPE MAIRENA compuso varias canciones que le consagraron y le dieron mucho éxito: “MI PERRITA PEQUINESA”, “MI OVEJITA LUCERA”, “MI TORO NEVAO”, “LA TORTUGUITA” y otras que, junto a éstas, han sido después interpretadas y grabadas por otros artistas y conjuntos musicales. Es autor del pasodoble “EL CORDOBÉS”, grabado por el gran artista MANOLO LOPERA, así como por GONZALO GONZÁLEZ, ROSITA FERRER Y EMILIO EL MORO. Entre los muchos artistas y conjuntos musicales que han interpretado y grabado las canciones de Francisco Almagro figuran, además de los ya citados, AMALIA DE GRANADA, ALFREDO KRAUS, TOMÁS DE ANTEQUERA, ANDRÉS CAPARRÓS, ANTONIO MACHÍN, JULIO MONTES, ROBERTO REY, GREGORIO DEL RÍO, JOSÉ RIVES, LOS XEIS, MIGUEL DE LOS REYES, LUISA LINARES Y LOS GALINDOS, MANOLITO DÍAZ, ROSA MORENA, LOS HERMANOS QUESADA, MANOLO ESCOBAR, PABLO DEL RÍO, EL FARY y algunos más. Además del pasodoble “EL CORDOBÉS”, ha compuesto Francisco Almagro hasta un total de 18 pasodobles toreros, entre los que figuran “PALOMO LINARES”, “MIGUEL ORTAS”, “GREGORIO SÁNCHEZ”, “EL VITI”, “CURRO ROMERO”, “ANTONIO BIENVENIDA”, “ESPARTACO”, “CABALLO CAMPERO” y otros.


También ha compuesto el “HIMNO DEL ACEITE”, grabado por el conjunto músico-vocal “PANACEITE” y los alumnos del Colegio “JOSÉ PLATA” de Mengíbar, junto a sus padres y maestros. El que más canciones de Francisco Almagro ha interpretado y grabado en discos ha sido MANOLO ESCOBAR, algunas de ellas incluidas en sus películas. Los títulos más sobresalientes han sido: “ESPIGAS Y AMAPOLAS”, “¡AY QUE LLUEVE!”, “LA CAMPANITA”, “MI VALDEPEÑAS”, “CAMINITO DE JAÉN”, “ESPADA DE LUNA”, “NO TE PONGAS COLORÁ”, “¡VIVA ALMERÍA!”, “MARTIRIO AMARGO”, “EN EL MADROÑAL”, “HASTA LUEGO”, “¿CUÁNDO TE VAS?”, “¡GUAPA!”, “CAMPANITA DE CRISTAL”, “¡AY TORMENTO!”, “TORBELLINO DE AMOR”, “MORITAS VERDES”, “QUE ME LO QUITEN TODO”, “JUGANDO AL AMOR”, “LA ESPERA”, “SOBRAN LAS PALABRAS” y otras. También ha compuesto letra para nuestro Himno Nacional “LA MARCHA REAL”, enviada a su Majestad el Rey, al Presidente del Gobierno y al gran tenor español PLÁCIDO DOMINGO. La denominación de Francisco Almagro, como autor, es de LetristaMelodista. Pues, aunque oficialmente figura, en el registro de sus obras, como letrista, es autor también de la melodía.

JOAQUÍN QUESADA GUZMÁN


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