El mundo no es, el mundo está siendo. De la deuda a la oportunidad. Concebir la realidad como movimiento, como cambio, como modificable. El “fin de la historia” no existe, el mundo no es, no hay una determinación. Sino que, como decía Paulo Freire, el mundo está siendo. ¿Cuál es la diferencia? Que si el mundo está siendo, el mundo lo construimos y modificamos nosotros, y hacemos con nuestro paso y nuestra vida, uno distinto. Es una responsabilidad que nos invita y obliga a arremangarnos. Y desde Pies Descalzos puntualmente, buscamos un mundo más fraterno y socialmente más justo, empezando por nuestro barrio.
Actualmente la Fundación trabaja en tres municipios del denominado “conurbano bonaerense”. Este aglomerado está conformado por 24 partidos, 9.910.282 habitantes y 3.147.638 viviendas.i Un extenso territorio, con casi un cuarto de la población total del país. Un lugar muy nombrado por políticos, empresarios y medios de comunicación. Muy diverso, pero donde, sin embargo, las familias en situación de pobreza sufren problemas similares (derechos que les han sido robados). Hay varias deudas que como sociedad tenemos para con estos hermanos y hermanas, aquí algunas.
1. La desigualdad social. Vemos en nuestros municipios como “conviven” algunos que tienen de sobra y otros que les falta lo esencial. A través de los años han ido creciendo los enormes muros construidos por los ricos para protegerse de los pobres, y los puentes entre estos sectores siguen siendo pocos. El muro, ya sea físico o simbólico, no me permite conocer al hermano, vincularme, amarlo, descubrir su necesidad y su riqueza (las que todos tenemos); la separación y el desconocimiento agranda el problema, no lo resuelve, y adormece nuestro corazón. 2. La basura y la contaminación. Donde viven las familias en situación de pobreza se dan dos características, a veces juntas. Por un lado la densidad demográfica, que en muchos casos se transforma en hacinamiento, y por el otro la falta de servicios básicos, en este caso la recolección de residuos. Vemos en nuestros barrios que las familias conviven con la basura, volquetes desbordados durante días, perros y ratas alimentándose, zanjones llenos de basura, generando contaminación. Familias viviendo a orillas del arroyo Reconquista, Riachuelo, Las Tunas, respirando contaminación, contrayendo enfermedades que en muchos casos causan su muerte temprana. 3. El vaciamiento de la salud pública. Los centros primarios de salud no dan abasto. Porque son muchos los que recurren a ellos y también porque la situación de pobreza genera inseguridad (la inseguridad que no le importa a la televisión, la inseguridad de vivir al borde del camino, en los márgenes), y los riesgos de lastimarse o enfermarse se multiplican. Los recursos destinados no son suficientes, centros de salud con pocos médicos, sin gabinete, desbordados por todos lados más allá de la excelente voluntad
que encontramos en la mayoría de ellos. Con los hospitales sucede lo mismo, es común ver cientos de personas haciendo fila por la noche para conseguir turno para ver un médico, y luego de ver al médico horas de fila para conseguir turno para hacerse un estudio, un turno que será en uno o dos meses, y con los resultados, de vuelta a hacer la fila para ver al médico. El más pequeño problema de salud puede durar meses, mucho dinero en viáticos, mucho dinero perdido al no poder ir a trabajar. 4. El crimen organizado. La trata, que se roba la Vida de nuestras hijas-hermanasmadres, esclavitud del siglo XXI, deshumanización total. El narcotráfico, que destroza las familias, los barrios y la vida de aquellos que caen en el flagelo de la droga, nos roba la esperanza, cuyas únicas víctimas son los pibes de nuestros barrios. Crimen organizado detrás de un escritorio bonito, por gente de traje o uniforme. 5. El bajo nivel educativo. Un problema similar al de la salud pública, recorremos escuelas desbordadas que no saben cómo contener o educar a los pibes. Muchas de ellas sin los profesionales necesarios para brindar el servicio que deberían y desean dar. Aulas semivacías que no saben cómo convocar, atraer y lograr la permanencia. Directivos, profesores y maestros frustrados, cansados frente a tanta necesidad, impotentes, sin saber qué hacer, necesitados, deseando una educación pública de calidad que ven imposible. Y los pibes perjudicados, permaneciendo en la escuela para no estar en la calle, en el mejor de los casos terminando el secundario sin las herramientas básicas para entrar al inhumano mercado laboral. Estos son algunos de los derechos vulnerados de las familias que hoy se encuentran en situación de pobreza. Estos son los crucificados del siglo XXI, aquellos por los cuales Dios se estremece y sufre al oír sus gritos y llantos de dolor (porque sólo un Dios que sufre puede ser un Dios que salva). Este es el anti-reino de nuestro conurbano bonaerense, el cual, siguiendo los pasos del Crucificado-Resucitado, debemos denunciar y combatir con firmeza, siempre, y abrazar con ternura, siempre, para transformarlo. Son nuestros hermanos y hermanas clamando justicia. Pies descalzos, frente a la Vida del otro que es sagrada, y manos a la obra.
i INDEC - Censo 2010