Trepano marzo (2)

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repano El ultimo intento por abrir cabezas Abril 2013 Centro de Estudiantes Facultad de Ciencias Sociales Universidad del Salvador

Horroris Causa


Contenido: 02 | ANTES NEGROS, HOY HERMANOS | 04 VIVIENDO LA HISTORIA | 06 LA PUBLICIDAD PROTAGONISTA Y LA POLITICA COMO ESPECTADORA | 09 EL SUEÑO DE ALGUNOS PIBES: LOCAL PROPIO | 12 LA POSMODERNIDAD Y EL CINE | 14 HACEN, LUCHAN, GRITAN | 15 Honoris Causa | 17 CARTA AL CECS | 19 ANTROPOMORFOS COMUNICATE CON EL CENTRO! revistatrepano@gmail.com facebook.com/revistatrepano @CDEstudiantes Si estás interesado en colaborar en Prensa y Difusión, Extensión Universitaria o representación estudiantil, comunicate con nosotros. INTEGRANTES CECS Presidencia: Ricardo Sumalave (Movimiento 26 de Julio) Vicepresidencia: Sebastián Borzi (Frente Alternativo Estudiantil) Secretaría de Finanzas: Juan Manuel Zaballa (Movimiento 26 de Julio) Secretaría Gremial: Agustina Ordoñez (Frente Alternativo Estudiantil) Secretaría de Deportes y Fiesta: Tomas Adalid (Frente Alternativo Estudiantil) Secretaría de Política: Paula G. Alonso (Movimiento 26 de Julio) Secretaría de Prensa y Difusión: Miguel Tobia (Movimiento 26 de Julio) Secretaría de Egresados: Javier Elvira (Frente Alternativo Estudiantil) Secretaría de Acción Social: Sofia Frers (Movimiento 26 de Julio) Secretaría de Extensión Universitaria: Jose C. Videla (M. 26 de Julio) Nota del editor Esta publicación esta escrita, recopilada y diseñada por estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad del Salvador. Su impresión esta íntegramente financiada por las agrupaciones que integran el Centro de Estudiantes y auspiciantes. No percibe ayuda de la Universidad u otra organización. Todos los contenidos pueden ser utilizados citando la fuente. Diseño artistico: Ricardo Sumalave. Diseño grafico: Miguel Tobia.


ANTES NEGROS, HOY HERMANOS Por Ricacrdo Sumalabe - ricardo.sumalave@gmail.com 3º año Ciencia Politica

“No te ofrezco la paz hermano hombre, porque la paz no es una medalla. Sino una tierra esclavizada, para tener que ir a liberarla”

Un 9 de enero del 2000 maldecía a la lluvia por haberme despertado. Era un domingo típico de la ciudad de Cusco. Mucha lluvia, silenciosa y seca. Pero el alboroto que había en casa, me trataba de decir que algo pasaba. Baje, fui a la cocina y le pregunte a mi vieja por que habían maletas en el living. Me dijo con la más sincera mentira: “Nos vamos de viaje”. Yo con 9 años de inocencia, sonreí y corrí a preparar mis cosas. Cinco días después me encontraba recorriendo una ciudad poco común. Dejando atrás las montañas, los edificios me daban la bienvenida. Como muchos latinoamericanos, hijos de la crisis neoliberal de los 90, dejamos atrás nuestras costumbres, para darle nombre a nuestra nueva casa, Argentina. Ese camino no lo recorríamos solos, con nosotros venían miles de campesinos cocacoleros bolivianos excluidos de su identidad, miles de paraguayos echados de sus tierras, indígenas de ecuador, los desplazados por la violencia en Colombia y miles de peruanos sin futuro ni esperanzas. A lo largo de los primeros años de este nuevo siglo, ellos caminaron sin ser escuchados, sin ser vistos, mu-

chas veces siendo discriminados, insultados o peor, desterrados. Aun así, ellos siguieron construyendo, lo que muchas veces los de arriba (que habitan en un círculo cerrado llamado “cuna de oro”) obvian por completo, que es lo que hace a una sociedad, cultura y trabajo. Esa mano de obra barata que trabaja casi 15 horas diarias en costureras, duerme en campos en un estado casi de “esclavitud”, soporta tu indiferencia mientras vos la miras limpiar el baño de tu casa, descarga la verdura desde las 4 am sin cerrar un ojo, ellos, son mas sociedad que muchos de nosotros. ¿Por qué fue que interpretamos lo “nuevo” como “algo” que incomoda? ¿Que nos paso como sociedad para caratular a nuestros hermanos como “negros de mierda”, “bolitas”, “perucas” con un inentendible asco?. Como sabemos, estas retoricas son parte de nuestra historia llena de heridas y de sueños postergados, pero aun así, luego de 500 años de conquista, no nos olvidamos de nuestros mandamientos “Ama sua, Ama lulla, Ama quella” (no seas ladrón, no seas mentiroso, no seas ocioso). No nos olvidamos de José Gabriel Condorcanqui No-


guera (Tupac Amaru II), luchando junto a Micaela Bastidas por un pueblo indígena libre de la esclavitud eurocentrista en el siglo XVIII. Tampoco del mayor genocidio producido en estas tierras por el tan valorado General Julio Argentino Roca. Esta es nuestra historia, ¿por que no contarla con orgullo? Ellos aun están presentes en cada uno de los desterrados. Es acá donde tenemos que volver para encontrar las respuestas y comprender nuestro presente latinoamericano y forjar nuestro futuro como hermanos. “Y cuando vengan los días que nosotros esperamos, con todas las melodías haremos un solo canto.”


VIVIENDO LA HISTORIA

Por Jocha Castro Videla - josecastrovidela@hotmail.com 4º año Ciencia Politica

Nos han acostumbrado a pensar y estudiar la historia como cosa del pasado. Hechos relacionados entre sí, en un tiempo y un espacio que nos son, en mayor o menor medida, ajenos. Nos han hecho creer que la Historia Grande de nuestro país se dio únicamente en el siglo XIX, la Revolución de Mayo, la Asamblea del Año XIII, la Independencia. Nuestros próceres son hombres retratados, sin videos, audios o imágenes a color. La Historia que nos han enseñado es más de museo que de carne y hueso, y eso tiene un fin ideológico y político. Sabemos que la Historia oficial la escriben los que ganan, sean del bando que sean. Sabemos quién gano en nuestra historia del siglo XIX, basta mirar los rostros de los billetes de mayor denominación: Julio Argentino Roca en el billete de 100 pesos, gestor de la campaña del desierto, el genocidio más grande que sufrió nuestro país; en el de 50 pesos Domingo F. Sarmiento, cuya gran tarea por la educación pública tuvo como fin la homogenización y europeización de la sociedad. Después vienen San Martín y Belgrano, sus rostros si, de su pensamiento, nada. Y de Simón Bolívar, ni hablar. ¿Cómo puede ser que en el siglo XIX hayamos tenido tantos próceres y en el siglo XX ninguno? Claro, al ser tan cercana la historia del siglo XX todavía dividen las aguas las distintas reivindicaciones que podemos hacer u omitir. Perón, Yrigoyen, Evita, el Che, Allende, Vargas, etc. Pero nos han ocultado que hubo muchas figuras que también dividieron las aguas en el siglo XIX, que son silenciados por no representar la Historia Oficial que nos impusieron, Felipe Varela y el Chacho Peñaloza, Mariano Moreno, Bernardo Monteagudo, Juana Azurduy y muchos casos más. ¿Cuáles son los requisitos para catalogar a alguien como Prócer? Sim ple, que le sirvan a los ganadores de la batalla cultural para transmitir una idea, un mensaje, una ideología, una forma de ser ‘patriota’. Para los liberales pro-británicos las figuras de Roca y Sarmiento les calzaban como anillo al dedo. Pero las calabazas se acomodan en el carro, y allá vamos. Este último tiempo hemos sido contemporáneos de la vida, la obra y la muerte de un gran Prócer latinoamericano, el Comandante Hugo Rafael Chavez Frias.


Uno de los políticos más generosos con este continente, en palabras del Pepe Mujica, el presidente pobre que los ricos amán. El único que le tendió una mano a Argentina cuando nadie lo hacía, en palabras de CFK. El mejor amigo que tuvo Cuba en palabras de Fidel Castro Ruz. Y como la batalla cultural la estamos ganando los de este lado, es que Chavez ya es un prócer, porque no tengo dudas, los que realmente queremos eliminar la pobreza y distribuir la riqueza, ensalzar y transmitir nuestra cultura, vivir según nuestra filosofía y nuestras banderas, hablar nuestros idiomas, integrarnos, sabemos que mientras más Hugo Chavez haya en este Sur, mejor nos va a ir a todos, especialmente a los sectores empobrecidos por décadas y políticas neoliberales de abandono. Prócer: Persona de la primera distinción o constituida en alta dignidad. Definitivamente Hugo Chavez, definitivamente San Martin, definitivamente Moreno y Monteagudo, definitivamente Evita y definitivamente el Che. Porque mientras más argentinos crezcamos a la luz de su ejemplo, mejor nos va a ir a todos, menos a los que siguen sosteniendo la teoría del derrame como dogma infalible, claro. Estamos viviendo la Historia, la de los pueblos, la de los pobres, la de los libres, no nos quedemos afuera.


LA PUBLICIDAD PROTAGONISTA Y LA POLÍTICA ESPECTADORA Por Agustina B. Marangoni - ab.marangoni@gmail.com 4º año Ciencia Politica

La política se vale de diferentes herramientas para lograr sus objetivos. Entre ellas, podemos encontrar una de las últimas adquisiciones mágicas: el marketing. Una herramienta conocida, a priori, para vender. En política esa venta, se traduce a un candidato y/o un partido político. . Uno puede elegir un candidato por múltiples y variadas razones pero es innegable que el impacto de las campañas influye en el voto del electorado. Cuando una campaña es más simpática, alegre y menos política tiene mejores resultados en la opinión pública (palabra predilecta de la comunicación política). Los apasionados del marketing y la comunicación consideran que para que un mensaje pueda ser escuchado, aceptado y asimilado por la mayoría no debe ser “aburrido”; que para poder tener una llegada masiva debe ser más complaciente. El mundo donde una foto con la familia y una agradable sonrisa son la fórmula perfecta. No vamos a cuestionar los métodos del marketing o la publicidad pero si los métodos que la política utiliza, no únicamente para la captación de votos en épocas electorales, sino como herramientas para el accionar cotidiano. El problema es sencillo: transmitir un mensaje político tal como el marketing nos sugiere, puede llevar a un candidato a un buen resultado, pero ese triunfo no es necesariamente político sino publicitario. ¿Nos olvidamos que para el acceso al mundo de la publicidad y el marketing político hace falta po-


der? ¿Nos olvidamos que, en el mundo, los medios son muchos y los dueños pocos? Detrás de todo ese circo publicitario lo más importante, lo que debería conducir nuestro voto e interés, es la política que decida o no llevar a cabo ese candidato o partido. Porque la campaña puede ser una fiesta pero los votos son para elegir a los representantes del pueblo. Entonces tenemos un gran problema que resolver: ¿cómo devolverle el contenido a la política? En lo particular, la economía, la medicina, el cine y el diseño me resultan ajenos. Los desconozco, no los comprendo y no podría opinar mucho al respecto porque no lo sé o creo que no puedo saber. El hecho es que, todas aquellas cosas influyen en mi vida constantemente aunque no pueda o quiera verlo porque excede “mi mundo”. Cobro un sueldo; pago cuentas; voy al médico; compro y selecciono objetos de mi interés; consumo películas y televisión, entonces ¿hasta qué punto estoy exenta de todos esos aspectos que considero estarlo? Con la política pasa algo similar pero de modo más abarcativo: ¡influye en todo! Los gobiernos toman medidas que influyen constantemente en nosotros. Pero no lo voy a poner en términos “aburridos” sino en términos “reales” como en el kilo de azúcar; el litro de leche; el kilo de pan; la escuela; la universidad; nuestros trabajos; la industria cinematográfica; los destinos de nuestras vacaciones; los hospitales; las personas desaparecidas que buscamos (y encontramos); las jubilaciones que cobran nuestros abuelos; el futbol que vemos todos; los bancos de los que tomamos préstamos; los cereales y verduras que consumimos; los artefactos eléctricos que compramos; el transporte que necesitamos para llegar a todos lados; los bienes como el agua, luz y gas tan indispensables para vivir y otras tantas cosas más. ¿Acaso alguien se considera exento de todo ello? Claramente, no. El desconocimiento nos da, muchas veces, cierto grado de inseguridad. Mejor no arriesgar a hablar por boca de ganso u opinar sobre algo que no sabemos a ciencia cierta. O aún peor, no preguntar ciertas cosas para no quedar como un ignorante ni exponer nuestra opinión para no confrontar. Y mientras nos meten esas ideas en la cabeza, no sólo se pierde el debate, la crítica, la construcción y las ideas productivas, sino que va ganando terreno lo superficial, (la publicidad de la sonrisa por sobre las ideas). Va ganando territorio el silencio y perdiendo la palabra. Empiezan a ganar y perder candidatos pero no ganan ni pierden ideas. Y al fin de cuentas, ¿qué necesitamos: un país de publicidad o el país de las ideas?.


EL SUEÑO DE ALGUNOS PIBES: LOCAL PROPIO Por Cali Torres - cali.ssnm@hotmail.com 4º año Ciencia Politica

“El militante se cae mil veces y se va a levantar mil veces.” Jose Pablo Feinman

El Movimiento no es algo ordinario. ¿Es una agrupación? ¿Es un colectivo? ¿Es un grupo de amigos? No lo sabemos. El paso del tiempo y los golpes cotidianos de la vida política de un grupo de gente inexperta, atrevida, soñadora pero también con personalidades muy especiales nos mantienen ocupados para sentarnos a pensar que es lo que somos específicamente. El sueño del local propio para quienes estábamos en el Centro de Estudiantes de esta Facultad hace tanto, es algo que se dio tan inesperadamente como precoz: llegó una noche, cuando estábamos tomando unas birras y rememorando todo nuestro compilado de anécdotas. Y entonces nos preguntábamos que seguía después del Centro de Estudiantes si es que algo debía seguir. Preguntarnos eso fue preguntarnos a nosotros mismos si queríamos convertirnos en un recuerdo, en un legado, o transformar todas las experiencias para caminar juntos a otra nueva etapa. Meses después, cuando ya habíamos visto un local a dos cuadras de la Facultad y ese día tan glorioso habíamos brindado por la expropiación de YPF, nos juntamos cenar para reconfirmar nuestro deseo. Así fue. Tiempo después (días donde era habitué llamar a la inmobiliaria para saber cuándo nos iban a dar las llaves de ese lugar que nos iba a transformar los días), el local era un hecho. Era un hecho hermoso, como difícil. Como lo sigue siendo. El local llegó sin luz, sin agua y un estado que no era el deseado. De pronto nos dimos cuenta que el sueño de los pibes, el local propio del Movimiento no era tan fácil. Pero supimos prepararnos para lo que se venía: tramites sin fin en Ede Sur, peleas con la inmobiliaria y el trabajo extenuante de hacer un local de cero: mesa que primero fue una tabla, paredes que solo tenían cal y así sucesivamente. Estos hechos nos hicieron entender algo: hay otra manera de militar. La que pocos eligen y que muchos se pierden. Desde cero. Y así, uno aprende el valor de las cosas, el sacrificio constante y entiende que todas esas cosas que son obvias en otros espacios de militancia, conllevan en verdad un esfuerzo. Estos nos ha enseñado a valorar las pequeñas cosas y a saborearlas como triunfos verda-


deramente colectivos. ¿Alguna vez se imaginaron militar en un local donde el simple acto de prender la luz es imposible porque depende de una burocracia hartante? ¿Alguna vez se imaginaron llegar a un local de militancia y tener que hacer tus propios volantes? ¿Imprimir tus propias remeras? Y por sobre todo una nueva realidad que nos pone a prueba continuamente: Nada es certero. Nada es verdad. Todo comienza de cero y es puesto en tela de juicio. Nadie podrá contar, en ninguna otra agrupación de Capital Federal, el relato de cómo algo insignificante se transformó en algo tan constituido. Y las discusiones, los enojos, las tristezas también serán parte de este camino. Yo tengo, siempre voy a tener, un plus de militancia que pocas personas tienen. El Movimiento ha tenido altos y bajos. Ha tenido momentos espectaculares, donde pasamos meses juntos debatiendo y viviendo la política de una manera intensa y hermosa. Juntos. Siempre, en la medida de lo posible y pese a las distancias, juntos. Pero también enfrenta nuevos desafíos, y es ahora quizá el momento donde atraviesa el más interesante: ¿Quiénes somos? ¿Qué esperamos del local? ¿Cómo encaramos la construcción política? Llega la cruda realidad. ¡Qué difícil qué es esto! ¿En la Facultad era así de difícil? Claro que no. Militar en la Facultad no es lo mismo que militar en una comuna. Esto nos insinúa que es un trabajo de siempre volver a las bases: volver a conocernos, volver a hacernos amigos, volver a redescubrir que espera cada uno de la militancia. Es siempre volver. No todos tienen la misma experiencia en la militancia y desconocen muchas cosas. Otros, tienen demasiada experiencia y podrían estar en un espacio mejor. Y así constantemente. Pero hay un hecho irrefutable: nos encontramos. La militancia en la Facultad no es lo mismo, claramente. En la Facultad no solo militamos; paso algo mejor que es esto, el hecho maravilloso de habernos encontrados, de habernos contenido, de haber crecido juntos y haber dado cada pelea con el otro, de haber aprendido el significado de la sensibilidad y de entender tantas cosas que funcionan en este universo tan complejo. La política es una herramienta de transformación. Transformó la Facultad, transforma el país y transformará nuestro barrio. Pero eso no es todo. La política también transformó nuestras vidas: no somos los mismos chicos que éramos hace cuatro años atrás y no tenemos ninguna certeza de quiénes seremos en los años que nos esperan. La política nos transforma constantemente, nos da alegría cuando nos hace sentir realizados, pero también nos da disgutos cuando es mezquina y desagradecida. Es el motivo de engaños y decepciones


si uno no sabe mirar además ver. Somos jóvenes, inexpertos, atrevidos y tan soñadores que a veces podemos llegar a ser ilusos. Pero SOMOS. Somos el Movimiento que nunca para de soñar y que todos los días sube un poco más la apuesta, aún cuando parece imposible y siente que es momento de bajarse del bondi. Porque sabemos que nos puede ir mal, así como bien. No sabemos quizá cuando será el momento de dictaminar algo así. Es válido preguntarse qué hará la política con nosotros y no solo que hacemos nosotros con ella. Puede hacernos enojar y largar todo. Puede quebrarnos el espíritu cuando menos lo pensamos. O no. Puede humanizarnos, puede ayudar a desplegar todo nuestro potencial pero por sobre todas las cosas hay algo que nos obliga: a reiventarnos todos los días y volver a apreciar lo que habíamos olvidado del otro. Nos debe humanizar, nos debe hacer volver sobre nuestros pasos para descubrir y quiénes somos y jamás olvidarnos de porque estamos juntos caminando en un camino que a veces lo suele embarrar la lluvia. Con la política no se vive en armonía: se vive en una disputa constante. La política hará conmigo lo que yo le deje hacer. La paciencia y la constancia son herramientas necesarias para este equilibrio. Muchas veces me he preguntado si es esto lo que quiero para mí. ¿Tanto sacrificio? ¿Tanto desgaste? Y me debo responder con la verdad más absoluta de todas: No lo sé. No sé si es esto lo que quiero para mí, pero si se que el local propio me ha creado una conciencia y una experiencia de militancia de la cual no puedo volver atrás. Ni yéndome, ni yéndome a otro lado donde las comodidades serían tan amplias. He aprendido a trabajar en la adversidad, y esta adversidad que tiene solución, es la que me ha hecho desplegar todas las aptitudes políticas que no sabía que podía llegar a tener. Ya es parte de mi identidad. Hay algo que parece tenerme atada por la costilla a este local, a estos chicos, a este proyecto. Sé que no puedo dejar que se rompa porque la tristeza sería inmensa. Y ya saben, como dicen por ahí, nada se puede hacer con la tristeza. Quiero dedicar estas líneas a la gente que me definió como persona y militante. Que me enseño a ser amiga y compañera. La gente que quiero mucho aunque a veces tenga ganas de revolearles el mate por la frente: A los chicos del Movimiento 26 de Julio ¿quiénes más sino? Gracias por tantos momentos, por el aprendizaje. Que la vida nos encuentre así, de la cabeza y sin haber perdido la juventud del corazón y las ganas de vencer.


LA POSMODERNIDAD Y EL CINE Por Julián Giglio - thebargeman@gmail.com Graduado Relaciones Internacionales

Últimamente he observado una disminución en la calidad de los guiones e historias llevadas al cine. El número de películas con historias no ya originales, sino realmente buenas, en donde los parámetros básicos de verosimilitud propuestos por Aristóteles allá lejos y hace tiempo en su brillante obra sobre la Poética, son cada vez más escasas; mientras que el nivel de producción cinematográfica, acorde al crecimiento alcanzado paralelo en otros ámbitos artísticos, alcanza quizás su máximo histórico. ¿A qué puede deberse este hecho? ¿Cuáles son las razones que han llevado a la industria cinematográfica a refugiarse en un número nunca antes alcanzado, y aparentemente creciente de remakes? Si las fallas en la capacidad narrativa es parte de la respuesta, es porque dicha respuesta, al igual que la primacía de los recursos técnicos de corte digital, responden a algo que subyace a mayor profundidad, como fundamento primario, algo que incluso sustenta el zeitgeist. La formación intelectual y académica es otro factor, que producto de este espíritu de época particular. Las asignaturas de corte clásico, en donde la lectura de tipo hermenéutica y exegética prolongada de textos originales, ha sido abandonada a favor del rápido pasaje a través de las cuestiones, con la ayuda de la pre-masticación, pre-deglución, pre-digestión y posterior pre-expulsión de lo que terminando con las metáforas se torna una mierda. De igual modo, en el ámbito artístico, salvo contadas y gracias a Dios magnificas excepciones, nos vemos frente a productos simples y bochornosos en dicha simpleza. La búsqueda pasa por la maravillación con espejitos de colores, que se manifiestan (‘porque la transmigración pitagórica no sólo es propia de los hombres’) esta vez en esos recursos técnicos, que velan con tan sólo apariencias las falencias fundamenta-


les de historias que no cuentan nada: ¡desontologización rampante! Pero acaso esas excepciones brillantes, como la brillante Melancholia de Lars Von Trier, que busca aristotélicamente un justo medio entre una historia grandiosa, narrada talentosamente, y utilizando los últimos recursos técnicos, en un balance magnífico. Y no sólo eso, sino apelando a la metatextualidad múltiple, en donde la presencia de la obertura wagneriana de Tristán e Isolda, es tan sólo una de ellas; y donde el título, marca una línea con los planteos sartreanos (recordemos que La nausea iba a llamarse originalmente Melancolía), y como estos, refieren al proceso instaurado en la modernidad, que tan grato fue a las artes, dando el barroco, en sus diversas versiones, y allí, encontramos el precioso grabado de Durero Melancolía I. Parece ser, que junto con un conjunto amplio de autores, de la talla de Walter Benjamin, Arendt, Agamben, entre otros, Lars Von Trier encuentra la al momento actual problemático. El hombre parece no tener más opción que la melancolía, en un mundo que se destruye. Lo interesante en este punto, es la contraposición de otra de las grandes obras cinematográficas recientes, Copie conforme, del iraní Abbas Kiarostami, y con las magníficas actuaciones de la siempre bella Juliette Binoche, y el reconocido barítono británico William Shimell. Kiarostami, expone en paralelo a una historia brillante, una propuesta estética que rompe con las visiones más críticas respecto de la posmodernidad. Si en Benjamin encontramos el concepto de aura, y el deslumbramiento estético moderno puede lograrse sólo a través de la contemplación de esa unicidad de la obra de arte, es coherente que en una posmodernidad de reproducciones audiovisuales, en la cual sólo unos pocos tienen la posibilidad de contemplar originales, la melancolía se apodere de todos, como dice Agamben. Pero aquí es donde Kiarostami parece disentir, y es en donde uno vuelve a comprender que el hombre y la sociedad, son magnificas y hermosas en su autopóiesis permanente. Según Kiarostami, el hombre posmoderno, representado por el hijo de Binoche, no precisa más que la contemplación de una copia, y la ignorancia de su carácter como tal, para deslumbrarse: para tener la experiencia estética trascendental


HACEN, LUCHAN, GRITAN

Por Paula M Gomez Alonso - gomesalonso.pm@hotmail.com 3º año Ciencias Politicas

Nosotros podemos llegar a ser la transición entre esta sociedad y la que verdaderamente tenga una conciencia superior a cerca de sus pares, no solo hablo de su círculo o país, sino del mundo, como una sola sociedad donde no existan fronteras ni intereses perjudiciales para con nadie; una sociedad sin sometimientos, sin hipocresías, con valores reales. Espero que algún día esta incivilización civilizada logre crecer de espíritu y conciencia. Pero para lograr eso, hay que dejar de lado las quejas y tomar partido sobre las cosas que creemos injustas. ¿Dónde quedaron nuestros ideales y héroes? Esas personas que luchan por lo que quieren sin importar el qué dirán, cuánto costará o cuánto perderemos en el camino… Si no lo hacemos nunca va a pasar. Hay dos clases de personas, las que solo se lamentan y reclaman… y las otras las que HACEN, LUCHAN, GRITAN por lo que piensan y creen justo. Yo prefiero ser de estos últimos.


Exigimos la quita y el desagravio del Honoris Causa a Emilio Massera otorgado por la Universidad del Salvador Por Movimiento 26 de Julio - Centro de Estudiantes cecs.prensa@gmail.com

Por medio de la presente y desde estas humildes líneas, el Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad del Salvador expresa su absoluto repudio al Honoris Causa entregado por nuestra Universidad a Emilio Massera, el 25 de Noviembre de 1977. Consideramos necesario expresar que los estudiantes no avalamos ni compartimos este terrible hecho que forma parte de nuestra historia. Trabajamos por la memoria, la verdad y la justicia como lo hemos hecho desde siempre. Optamos por no renegar de este hecho, sino tomar las riendas de una nueva iniciativa que representa el fresco de las nuevas generaciones de estudiantes que formamos parte de la Universidad del Salvador: Exigimos la quita y el desagravio de este diploma entregado al genocida. Bajo estos nuevos tiempos que corren, donde los crímenes de la última dictadura militar no logran escapar impunes, es nuestra intención que la Universidad tome nota de estos acontecimientos así como también los nuevos pasos que ha dado nuestra sociedad hacia la condena judicial y social de los actos cometidos por la última dictadura militar. En esta alta Casa de Estudios, donde se forman profesionales al servicio de la comunidad, consideramos inaceptable que la Universidad mantenga un vínculo repudiable con personalidades que han sido responsables de torturar y asesinar miles de argentinos y argentinas. Puesto que la Universidad nunca ha hecho declaraciones al respecto, es el silencio institucional el que nos impulsa en búsqueda de una respuesta y preferentemente, una acción concreta a favor de los derechos humanos. Por todo lo expuesto, los estudiantes estaremos realizando una campa-


ña para cumplir esta iniciativa, fruto del trabajo de muchos años desde el Centro de Estudiantes. Nos encontramos recolectando firmas cartas de adhesión a nuestra causa, para presentar ante el Rectorado junto con un documento que otorga pruebas de los hechos sucedidos. Quienes sientan interés en cooperar, solicitamos cordialmente que se comunique con las autoridades del Centro de Estudiantes así como también rogamos que haga circular esta gacetilla de prensa para dar a conocer nuestra ambiciosa iniciativa. Tambien se puede encontrar la planilla para firmar online en la siguiente direccion: contraelhonoriscausa.blogspot.com.ar Las guerras de la memoria tienen por apuesta real el futuro -Bruno Groppo.


CARTA AL CECS

De Luis Hipolíto Alén Subsecretario de Protección de Derechos Humanos Secretaría de Derechos Humanos Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación

Estimado tro de

Diego y Estudiantes

compañeros del de Ciencias

CenSociales:

Como lo anticipé por teléfono, me resulta imposible concurrir al acto que organizan hoy. Sin perjuicio de ello, quedo a su disposición para eventos posteriores y hago llegar mi adhesión a la campaña de repudio contra los honores concedidos al genocida Emilio Eduardo Massera. Pero quisiera aprovechar la ocasión para compartir algunas memorias con ustedes, como egresado de esa Universidad: en 1975, en la Facultad de Derecho, se efectuaron elecciones para el Centro de Estudiantes. Participaron dos listas. La Facultad apareció empapelada con carteles que decían “Montoneros o Democracia” ya que una de las listas (de la cual participé) era apoyada por sectores del peronismo revolucionario. Esa lista ganó. Yo fui secretario del Centro de Estudiantes. Mi mejor amigo, compañero de estudios y de sueños, Ricardo Emilio Riobó, fue elegido delegado al Consejo Superior de la Universidad. Nuestra gestión duró pocos meses, hasta que vino el golpe genocida. Ricardo Riobó fue secuestrado de su domicilio el 23 de mayo de 1978 y desde entonces per-


manece como detenido-desaparecido. Otros compañeros de distintas facultades también fueron víctimas de desaparición forzada, recuerdo los nombres de Juan Carlos Anzorena y Adolfo Nelson Fontanella, entre otros. También desaparecieron graduados como Mónica Mignone o María del Carmen Sabino. Años después, nos tos de aquella lista cia del Batallón 601 hay, hasta la fecha,

enteramos de que uno de los candidaopositora era Personal Civil de Inteligendel Ejército. Se llama Carlos Bernadou. No causa en la que se encuentre procesado.

Que los nuevos alumnos de esa Universidad sepan esta historia es también parte de las actividades por Memoria, Verdad y Justicia. Los saludo fraternalmente


ANTROPOMORFOS Por Elisa Ichaso 2º Año Sociologia

Soy el hombre invisible, el individuo sin cabeza, la mujer sin palabras; soy el gentío sin pies queanda descalza, intentando no ensuciarse, no se quien creí ser. Si soy invisible, no me lastimo. No funciona así. Vamos devuelta: Somos hombres sin cabeza y pensamos con el cuerpo, hacemos caso omiso a lo que nos conviene mientras interpretamos débiles signos de la mente. Si la cabeza también nos mintiera, nos encontraríamos sin nada en qué confiar. Pero somos hombres sin cabeza he dicho, si lo demás no tiene sentido, queda nuestra hoja en blanco; invisibles caminamos por las calles, lloramos sin que nadie nos escuche, ¿no oyen un grito? Pero no logro comprender la luna, y me hayo parte de su naturaleza: tal vez sea visible para ella, tal vez un espejo nos preste su reflejo. Toco micuello y encuentro que he perdido la cabeza; ¿Quién habla ahora? ¿De quién es el turno de escuchar? Soy el animal sin patas y ruedopor el mundo, soy el pájaro sin pico, hambriento, devorándome por dentro. Somos hombres y mujeres sin ojos –y sin cabezano nos logramos ver. Y la luna gira, se esconde y se derrite. El día que no salga el sol, ¿seguirá siendo un día? Noches eternas y oscuras: tal vez encontremos aquello que nos falta, espero reencontrarte allí.



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