Ramón Cruz Penn State Universidad Estudiante de ingeniería nuclear Pennsylvania, EEUU
La adversidad y vivir en la pobreza me ayudó a encontrar mi vocación en la vida. Un momento memorable en mis años en la República Dominicana ayudó a dar forma a mi punto de vista acerca de la ingeniería y la innovación, y, finalmente, encendió una apasionada búsqueda para ayudar a la República Dominicana a través de la ingeniería nuclear. Creciendo como un niño, a menudo acompañaba a mi padre a su tierra de cultivo y pasé horas ayudándole a cultivar piñas. Solíamos despertarnos a las cinco todas las mañanas, excepto los domingos, para plantar, mantener y cosechar las piñas dependiendo de la temporada. Mi padre se despertaba cada mañana con una sonrisa en su rostro mostrándome que él ama lo que hace. Esa expresión de mi padre me dio un montón de motivación para trabajar duro en la granja. A pesar de que era un trabajo muy difícil de manejar, me enseñó la responsabilidad y la buena ética de trabajar. Sin embargo, fue increíble ver la belleza de los campos de piña, las vacas y los caballos que comen la hierba, y la naturaleza en general. Me encantó esos días. Cerca de la granja de mi padre, estaba nuestro pequeño pueblo, que, en ese momento, dependía económicamente de la agricultura. Sin embargo, mi padre me dijo que antes de que yo naciera el pueblo se veía igual desde aquel entonces. Tal comentario de mi padre hizo una pausa que yo piense, ¿por qué nuestro pueblo no ha cambiado desde entonces? Aquí es donde me puse a pensar como un ingeniero. Así que, mi búsqueda desesperada para responder a mi pregunta me llevó a leer algo de literatura sobre el crecimiento y el desarrollo de una ciudad. Bueno, la lectura era educativa, pero no encontré ninguna respuesta razonable a mi pregunta. En ese momento, yo estaba sentado en la noche en la sala de mi casa de madera con mi padre, y me puse a mirar profundamente a una vela encendida en marcha. Mientras yo estaba
mirando a la vela por unos minutos, me di cuenta de que no había electricidad en mi casa. En mi pueblo, no teníamos electricidad constante y el tiempo máximo de tal privilegio sólo duró unas ocho horas al día. El gobierno dominicano no puede darle al país electricidad durante todo un día, ya que su generación de energía eléctrica proviene de petróleo, un combustible que se compra caro de Venezuela y los EE.UU. Esta súbita reflexión bombilla encendida de mi cerebro donde dije: "La razón por la que mi pueblo no progresa es porque no tenemos suficiente electricidad." Este análisis resultó ser preciso, pero también me di cuenta de que no sólo mi pueblo necesita más electricidad, sino todo el país también. Aquí fue el comienzo de mi interés por convertirse en un ingeniero nuclear. Esta experiencia me inculcó el deseo de aprender acerca de los diseños de reactores nucleares y análisis térmico-hidráulicos de reactores nucleares. Aquí es donde mis objetivos para mi carrera y mi deseo en los estudios de posgrado vienen en su lugar. Cuando me mudé de la República Dominicana a los EE.UU., este deseo de volver a casa me inspiró para aplicar a la Universidad Estatal de Pensilvania y estudiar Ingeniería Nuclear. Como estudiante, me encontré con un montón de altibajos en mis notas, así como en la determinación de mis metas porque estaba teniendo problemas para adaptarse al sistema aquí en los EE.UU. Pero a medida que me acerco mucho más a mi graduación, mis calificaciones han mejorado y que mis objetivos se están volviendo más claro que nunca. Mis objetivos profesionales, que poco a poco he estado trabajando durante mis dos últimos años en la Universidad Estatal de Pensilvania, es convertirme en un especialista en la gestión de combustible nucleares y térmico-hidráulica de los reactores de agua ligera (LWR) para desarrollar modelos para la implementación computacional de los códigos térmico-hidráulicos de la industria nuclear como COBRATF y VIPRE. Aquí es donde la Escuela de Postgrado de la Universidad Estatal de Pensilvania entra. Yo creo que adquirir un grado de Maestría en Ciencias en Ingeniería Nuclear en el área de Física de Reactores Nucleares con gestión en Combustibles Nucleares y Análisis Térmico-Hidráulicos de Reactores Nucleares hará posible alcanzar esta meta. Después de terminar con mis estudios de postgrado, voy a seguir una carrera en estas áreas en una empresa bien establecida como Westinghouse, GE-Hitachi, AREVA, y otros. Mi sueño es que algún día pueda volver a la República Dominicana y darle a mi país la oportunidad de construir un pequeño reactor modular (SMR) a partir de los avances que deseo contribuir a un vendedor de planta de energía nuclear y al diseñador como las empresas mencionadas anteriormente. Con un SMR, mi país puede aumentar su generación de energía eléctrica sin producir gases de efecto invernadero para desarrollar nuevas tecnologías, mejorar una mejor atención de salud, y aumentar la económica, preservando la belleza de esas tierras agrícolas de piñas cuando trabajé con mi padre. Por lo tanto, mi éxito, como estudiante, proviene de la ética de trabajo de ver a mi padre trabajando duro en su granja. Aprendí que despertar temprano en la mañana, administrar mi tiempo de acuerdo a las tareas que había que hacer, y el enfoque de todo lo que hago con alegría y amor. Estas son lecciones que nunca olvidaré, y creo que me van a ayudar a lograr a tener éxito en mis estudios de posgrado. Así que desde que era
un niño, siempre he pensado que si me convierto en un ingeniero nuclear puedo cambiar el destino de mi país de ser un país en desarrollo. Sin embargo, me di cuenta de que no lo puedo cambiar, pero sólo contribuir a su desarrollo a medida que continúo creciendo en mi carrera; así para que un día la República Dominicana se pueda convertir en un lugar maravilloso para vivir.