La Ley de Karma es una ley cósmica, vale decir que se extiende y excede los límites personales, familiares, nacionales y el de nuestro sistema planetario. Se aplica a todos los seres, por lo menos del denominado Séptimo Plano Cósmico, dado que todos ellos están evolucionando y, por tanto, están en formación y aprendizaje y todavía son imperfectos lo cual le hace cometer errores que dinamizan o ponen en funcionamiento la Ley de Consecuencia, la que por cierto tiene por finalidad de enseñarnos lo que es correcto.