conCIENCIA

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conCIENCIA Revista de Divulgación Ω Instituto Carlos Gómez Salesiano Ω Secundaria Ω 2º E Ω Dante Gamboa Parra

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El Universo, que pese a ser un lugar muy inmenso y con larga duración, en algún punto todo dejará de existir y en donde alguna vez habrá habido escenarios espectaculares, estrellas titánicas, historias sorprendentes, vida, ahora solo existirá un vacío, la nada; la historia del universo llegará a su fin en donde nada pasará y así nada volverá a pasar para siempre.


conCIENCIA La presente revista es un proyecto de divulgación del Instituto Carlos Gómez Salesiano, Sección Secundaria y fue realizada por el alumno de 2º E Dante Gamboa Parra.

ÍNDICE CIENCIA 3 El tiempo es una cultura La historia del tiempo sigue abierta a nuevas interpretaciones

DIRECTORIO

tendencias21.net

Instituto Carlos Gómez Salesiano

10 Brevísima historia del tiempo (2005) Reseña del libro de Stephen Hawking Ricardo Carrión

Coordinador de Secundaria Gerardo Lino Cancino Coordinador Académico José de Jesús Cúellar Rodríguez

CIVISMO 13 El contexto histórico de la emergencia de la ciudadanía Ciudadanía y Democracia Alberto J. Olvera

Profesor de Español Aarón Eliezer Briones Morales Profesor de Física Mauricio Tomás Mata Morquecho

16 Democracia y tiempo en las sociedades contemporáneas

Profesor de Cívica y Ética José Luis Guerrero López

politisapiens.mx

Recopilador de los textos Dante Gamboa Parra

BIOGRAFÍA

17 Nikola Tesla, el científico que iluminó el mundo (1856- 1943)

Asesoría de Edición Jonatan Gamboa

inmesol.es

La presente revista se realizó con fines académicos de formación en secundaria. No tiene fines comerciales y se da crédito a todas las fuentes consultadas.

CRÓNICA 20 Expotecsa, Instituto Carlos Gómez Salesiano, 2019 Dante Gamboa Parra CARICATURA 21

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Cuellar, la torta Dante Gamboa Parra


conCIENCIA

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CIENCIA

El tiempo es una cultura La historia del tiempo sigue abierta a nuevas interpretaciones Tomado de: tendencias21.net La reflexión humana sobre el tiempo se remonta a Platón y aún no ha concluido. Primero nos vimos atrapados en la rueda del destino, luego protagonistas de la historia, más tarde como los arqueros del universo y finalmente como parte de los procesos irreversibles de la naturaleza. De esta especulación hemos aprendido que el tiempo es una cultura que evoluciona con nuestros conocimientos. Por Eduardo Martínez. Toda la historia de los conceptos de la materia, el espacio y el tiempo es la de una especulación metafísica que dura varios cientos de años, señala Wartofsky. Antes del uso del lenguaje, suponemos que nuestra especie, si bien percibe con exactitud el entorno, al mismo tiempo ostenta una forma de conciencia sin forma ni definición. Son los preludios de nuestra más elemental cultura. El uso del lenguaje -añade Wartofskynos saca de nosotros mismos y enmarca nuestra experiencia dentro del mundo común de los objetos, de los actos y de las demás personas. El lenguaje es el que altera las circunstancias de la percepción, ordena los datos de la experiencia, los codifica y cimienta una específica concepción del mundo. Es así como el homo sapiens construye su primer marco de referencia y supera el autismo inicial, ese estado de conciencia difusa que caracteriza, supuestamente, sus primeros momentos como especie. Entendemos que es así como se introduce en nuestra cultura la noción del tiempo, si bien desde nuestros más remotos antepasados hasta nuestros días, la idea del tiempo ha evolucionado de manera

significativa en esa historia especulativa a la que se refiere Wartofsky. Primeras reflexiones Tenemos que remontarnos a la Edad Antigua para encontrar las primeras reflexiones humanas sobre el tiempo. Platón dice que el tiempo es la imagen móvil de la eternidad. Refleja el debate de la época entre el tiempo subjetivo (el de cada persona), el tiempo objetivo (cronos o duración de los acontecimientos), y el concepto de eternidad (tiempo inmortal y divino, sin principio ni fin) introducido por Aristóteles. Las unidades de tiempo más corrientes, como las diferentes épocas del año, o el día y la noche, contribuyen a introducir en la cultura de nuestros antepasados la mentalidad cíclica asociada a tales fenómenos. Un ciclo sigue al otro en un proceso infinito, cada época no es sino una parte del todo. Pericles expresa así esta mentalidad: todas las cosas de este mundo están abocadas al declive. Para esta mentalidad cíclica, repetitiva, sin ilusión ni creatividad, el tiempo humano es tan exacto como el del entorno, sin opción a variaciones deliberadas. Todo se considera condicionado por el destino. Desde estos primeros momentos, la cultura del tiempo combina los elementos objetivo y subjetivo, así como la dimensión de eternidad, en un conjunto de ideas integradoras en las que se entremezclan los ciclos del entorno, las percepciones temporales de cada persona y la noción de que el tiempo se opone a eternidad: según 3


Platón, el tiempo que pasa es la manifestación de una Presencia que no pasa.

tiempo lineal, que se contrapone a la idea del tiempo cíclico. El cambio de mentalidad que introduce el tiempo lineal es considerable: no sólo integra la esperanza en la cultura de la especie, sino que al mismo tiempo la hace subversiva. El mundo está inacabado y debemos perfeccionarlo. Esta noción del tiempo como fuente de progreso añade la dimensión social al debate de la Antigüedad sobre los elementos objetivo, subjetivo y eterno (o cíclico) del tiempo. La polémica se prolonga hasta la época moderna, cuando el tiempo es percibido, bien como realidad absoluta (una realidad completa en sí misma), bien como propiedad (de las cosas) o también como relación, como decía Aristóteles (más que una realidad, el tiempo es una relación).

Tiempo y movimiento La relación entre tiempo y movimiento la señala por vez primera Aristóteles, cuando establece: el tiempo es el número (la medida) del movimiento según el antes y el después. El ser que mide es, para Aristóteles, la conciencia interna del tiempo. Sin embargo, no llega a explicar qué es lo que señala el antes y el después, como advierte Prigogine. Aunque algunos pensadores de la Antigüedad, como Estratón, consideran que el tiempo es una realidad completa en sí misma, otros, como Aristóteles, prefieren concebirlo más bien como una relación, aunque sin llegar a definirlo como exclusivamente subjetivo. En cualquier caso, la primera noche de esta reflexión humana, que se prolonga hasta San Agustín, considera que el tiempo es desde siempre una gran paradoja: parte del tiempo es pasado y ya no existe, y la otra parte es futuro y no existe todavía, reflexiona Aristóteles. San Agustín enfatiza la percepción subjetiva: el alma y no los cuerpos es la verdadera medida del tiempo.

Tiempo continuo El denominador común es la descripción del tiempo como algo continuo, ilimitado, de una sola dirección y dimensión, homogéneo y fluyendo siempre del mismo modo, explica Ferrater Mora. Newton profundiza en esta descripción y establece el tiempo como algo absoluto, verdadero y matemático, que transcurre uniformemente. Descarta el factor subjetivo e introduce la medición matemática del tiempo con ayuda de relojes. Para Newton el tiempo es sólo una magnitud, una unidad de medida, puesto que en un mundo en movimiento no hay lugar para el presente. La visión newtoniana recupera el determinismo de los primeros momentos porque considera que la historia cósmica está ya escrita: podemos saber en qué momento ocurrirá el próximo eclipse o el paso del siguiente cometa. Como explica Ivar Ekeland, es la época de la transparencia perfecta, el tiempo se inscribe en el espacio, el pasado y el futuro están escritos en el instante presente para el que sepa leerlos.

El tiempo lineal Un salto esencial en la interpretación del tiempo se produce gracias a los profetas del judaísmo, que rompen con la idea del eterno retorno y rechazan la noción de destino implantada por los griegos. Esta visión del mundo, sobre la que se construye más adelante la concepción cristiana, realza el valor del futuro e introduce la esperanza como referencia de la evolución humana. La persona ya no es considerada prisionera de los ciclos y de la fatalidad, sino que se encuentra en peregrinación hacia el futuro y espera con intensidad el próximo cambio del mundo. Es la idea del 4


El tiempo cuántico

partículas elementales que, al igual que los objetos materiales, percibimos como algo continuo y fluyente a nivel macrofísico (es decir, en la vida cotidiana), pero que, a nivel microfísico (que sólo podemos percibir en el laboratorio), es granulado (está formado por partículas) e irregular (porque tiene periodos de diferentes proporciones). Si esto es así, la misma dualidad onda-partícula aplicable a la luz, valdría también para el tiempo.

Una nueva y significativa ruptura en la concepción del tiempo se produce en la primera mitad del siglo XX, cuando la teoría de la Relatividad Especial de Einstein establece la unión del tiempo y el espacio en un nuevo concepto que evoca a Aristóteles. Hace 2.200 años, Aristóteles afirmó que el tiempo tiene que ser movimiento, uniendo así dos conceptos relacionados entre sí pero que se nos presentaban separados, diferentes. Einstein establece una revolución conceptual parecida cuando señala que el tiempo es la cuarta dimensión de la realidad. Los objetos no sólo tienen longitud, altura y profundidad, sino que además están inmersos en un proceso temporal inevitable que tiene tanta importancia como las otras tres dimensiones físicas. Bertrand Russell lo explica así: espacio y tiempo no son independientes, como tampoco lo son las tres dimensiones del espacio. Seguimos necesitando las cuatro dimensiones para determinar la posición de un hecho... (pues) no existe el mismo tiempo para diferentes observadores. Espacio-tiempo La gran trascendencia de la aportación de Einstein radica en la unificación que realiza de conceptos básicos aplicados a la realidad: no sólo establece que la materia es simultáneamente onda y partícula, sino que el tiempo y el espacio son también facetas diferentes de un todo cuatridimensional que es el llamado espacio-tiempo. Algunos físicos consideran incluso al espacio-tiempo como la matriz de toda la realidad. De hecho, el espacio y el tiempo aparecieron simultáneamente en la evolución del Universo. La física actual se plantea además que el tiempo puede estar formado por

El tiempo como ilusión Wartofsky advierte que nuestra imagen actual del espacio y del tiempo ha sido creada por la ciencia, y que las concepciones del espacio y el tiempo no están siempre de acuerdo con las simples verdades espacio temporales que tomamos como inevitables y necesarias. Conviene tenerlo en cuenta porque para Einstein la distinción entre pasado, presente y futuro es sólo una ilusión, por 5


persistente que ésta sea. Esta afirmación choca con el sentido común, que nos indica que el tiempo es tan real como la materia y el espacio. Sin embargo, añade Wartofsky, el sentido común es un término relativo, que indica solamente el sentido común que prevalece en un período determinado del desarrollo conceptual. Desde esta perspectiva, el sentido común es sólo el conocimiento adquirido por la especie que ha resultado útil en determinados períodos históricos, pero no necesariamente sinónimo de verdad. ¿Es el tiempo una cultura, una ilusión de la especie?

personal y sólo tiene significado para el marco de referencia en el que se encuentra el observador, explica Davies. Y añade: siendo esto así resulta insensato dividir ordenadamente el tiempo en pasado, presente y futuro. Arqueros del Universo La estructuración de los acontecimientos en pasado, presente y futuro no deja de ser una construcción mental sin ningún significado para las ciencias naturales, lo que explica la ilusión a la que se refería Einstein. El mundo no sucede, simplemente existe, dice el matemático Herman Weyl. La flecha del tiempo la ponemos nosotros. Somos los arqueros que permiten que el Universo tenga una historia con pasado, presente y futuro.

Dos presentes Aceptar que el espacio y el tiempo forman una única realidad supone no sólo convertir a ambos en fenómenos físicos, sino también revisar la noción de simultaneidad. Hasta Newton se pensaba que existía un presente universal: dos acontecimientos pueden ocurrir al mismo tiempo en dos lugares diferentes. Sin embargo, la Teoría de la Relatividad establece que no existe ningún momento que tenga validez universal: dos acontecimientos pueden ocurrir simultáneamente para un observador, pero otro observador que se mueva respecto al primero de ellos percibirá esos dos acontecimientos sucesivamente, no al mismo tiempo. Es decir, aunque en la vida cotidiana, donde las distancias y las velocidades son demasiado pequeñas para apreciar la Relatividad, no ocurren estas cosas, sin embargo acontecimientos que tienen lugar en lugares muy alejados entre sí pueden estar en el pasado para un observador y en el futuro para otro. Bertrand Russel afirma al respecto que el orden-tiempo de los acontecimientos depende en parte del observador. En consecuencia, el concepto de presente es una cuestión meramente

Un nuevo elemento desconcertante porque, a pesar de su carácter ilusorio, la direccionalidad del tiempo impregna todo el Universo y es la que establece el principio básico de causalidad, origen de cada uno de nosotros. Casi todos los físicos están convencidos de que la causalidad es una ley inviolable de la naturaleza, pero a decir verdad carecen de una demostración que así lo pruebe, advierte Gribbin. Y añade: no existe en realidad nada en las leyes de la física que exija que la causalidad sea verdadera... La ley de causalidad no es más que la concepción vulgar del tiempo expresada en jerga científica. 6


Nuestra magnitud respecto al Universo guarda así una estrecha relación con nuestra capacidad de interactuación con él: según la Relatividad nosotros somos el tiempo del Universo.

Toda la teoría de Prigogine se basa en la termodinámica, una ciencia matemáticamente rigurosa iniciada en 1811 por Jean Joseph Fourier y basada en el tratamiento teórico de la propagación del calor en los sólidos. Esta ciencia añade otro componente universal a la física, además de la gravitación: el calor. Para Prigogine, las grandes líneas de la historia del universo están hechas de una dialéctica entre la gravitación y la termodinámica. La termodinámica se basa en tres principios básicos: el de conservación (que no es sino una generalización del principio de conservación de la energía conocida en mecánica), el principio de evolución (también conocido como segundo principio de la termodinámica) y el principio de Nernst-Planck.

El tiempo creativo Ya no podemos pensar, con Einstein, que el tiempo irreversible es una ilusión, sentencia sin embargo Ilya Prigogine. Para mí -añade- el hombre forma parte de esta corriente de irreversibilidad que es uno de los elementos esenciales, constitutivos, del universo. Premio Nobel de Química en 1977 por su contribución al estudio de los procesos irreversibles y de la termodinámica de los sistemas complejos, Prigogine añade a la teoría clásica, relativista y cuántica la así llamada física de los procesos alejados del equilibrio. Ha podido establecer que en condiciones alejadas del equilibrio, la materia es capaz de apreciar diferencias en su entorno y de reaccionar con grandes efectos a pequeñas fluctuaciones.

Tres principios En sus comienzos, la termodinámica se centra en los procesos de equilibrio y descuida los procesos irreversibles típicos de las situaciones alejadas del equilibrio. Sin embargo, es sobre estos procesos, a partir de los cuales se formula el segundo principio de la termodinámica, que Prigogine fija su atención: revolucionan de tal forma el conocimiento del mundo que trascienden con mucho la teoría relativista y cuántica sobre la que se cimienta el pensamiento científico del siglo XX. El segundo principio de la termodinámica es la ley del crecimiento irreversible de la entropía (desorden), formulada por Rudolf Clausius en 1865. La entropía de un sistema aislado aumenta con el tiempo, explica Penrose: un sistema aislado (por ejemplo un gas) que ha sufrido una evolución, no retorna espontáneamente a su estado inicial, sino que amplifica sus fluctuaciones. Esta amplificación de las fluctuaciones provoca a su vez una situación nueva y una serie de nuevas posibilidades de evolución. 7


Para la nueva ciencia del calor, los sistemas disipan energía, son irreversibles y evolucionan hacia el desorden. La evidencia que se desprende de la termodinámica es que, lejos del equilibrio, la materia desarrolla nuevas propiedades: sensibilidad a influencias del entorno, posibilidad de estados múltiples, historicidad de las elecciones adoptadas por los sistemas (se crean nuevos estados irreversibles).

efecto del calor y sintoniza con el orden espacio-temporal humano. Para Prigogine, este orden macroscópico otorga objetividad al mundo físico y disuelve las paradojas que se observan en el mundo cuántico, considerado como una especie de mundo alejado de los procesos de observación. Tiempo irreversible En consecuencia, según la termodinámica todo discurre realmente del pasado al presente y del presente al futuro de manera inevitable e irreversible. Roger Penrose aclara sin embargo que la irreversibilidad es simplemente una cuestión práctica: no podemos en la práctica des-revolver un huevo, aunque es un procedimiento perfectamente admitido por las leyes de la mecánica. La inestabilidad, las fluctuaciones y la irreversibilidad, cualidades que descubre la termodinámica, desempeñan un papel en todos los niveles de la naturaleza: la química, la ecología, la climatología, la biología y la cosmología. Desde esta perspectiva, el universo surge de una inestabilidad (no de una singularidad, como expone la teoría del Big Bang), que crea simultáneamente materia y entropía. Nuestro universo es el resultado de una transformación irreversible y proviene de otro estado físico, no del vacío cuántico. La transformación del espaciotiempo en materia, en el momento de la inestabilidad del vacío, corresponde a una explosión de entropía, a un fenómeno irreversible. En consecuencia, el universo no está condenado a la extinción, como expone la teoría clásica, sino que puede renacer si la inestabilidad original se llega a reproducir. Para Prigogine, el nacimiento de nuestro tiempo (del tiempo de nuestra vida, de nuestro planeta, de nuestro universo) no equivale al nacimiento del tiempo en sí mismo, ya que en el vacío cuántico el tiempo existía en estado potencial.

Fenómenos irreversibles Una de las consecuencias de la termodinámica es que el tiempo no puede ser subjetivo, como sugiere la física de partículas. Según la física del calor, la irreversibilidad es la base de la mecánica cuántica, de la mecánica clásica y de la relatividad, por lo que ya no podemos considerar el tiempo como una aproximación: la relatividad general no da sentido a la irreversibilidad y no puede explicar la gigantesca producción de entropía que caracterizó el nacimiento de nuestro universo. Los fenómenos irreversibles que se aprecian en los sistemas alejados del equilibrio conducen a nuevas estructuras materiales que perduran y evolucionan hacia nuevos estados, lo que lleva a Prigogine a afirmar que ya no nos está permitido creer que somos los responsables de la aparición de la perspectiva del antes y del después. De la termodinámica se desprende que, a niveles macroscópicos, la materia sometida a calor es inestable, fluctúa y engendra nuevos estados. A diferencia de lo que ocurre con la física cuántica, estos procesos metamórficos ocurren al margen de que sean observados o no, son inevitables e imprevisibles y pueden desarrollarse de una forma totalmente incontrolada. Aunque la estructura subatómica de la materia sea paradójica porque no sigue las leyes físicas conocidas, a niveles macroscópicos la materia se transforma por

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Azar y tiempo

nuestra cultura, es también uno de nuestros mayores misterios. Bergson lo expresa así, elocuentemente: nosotros no pensamos el tiempo real, pero lo vivimos porque la vida desborda a la inteligencia. Parece decirnos que, ya seamos los arqueros del universo que ponemos la flecha del tiempo, como decía Einstein, o ya seamos parte de la corriente de irreversibilidad que cruza el universo, como dice Prigogine, la vida nos desborda y conduce por senderos en los que el tiempo emerge más como una cultura que evoluciona con nuestros conocimientos, que como uno de los fundamentos metafísicos del mundo real. Esto es lo que podemos aprender de la historia del tiempo, que sigue abierta a nuevas interpretaciones porque es una historia que construimos nosotros con nuestras inquietudes, investigaciones y reflexiones. Así escapamos también del determinismo cultural que rechazan la física cuántica y la termodinámica porque, como ha expresado la antropóloga María Jesús Buxó, las culturas no son inmutables, sino el vehículo para la creación consciente y constante de estructuras de realidad y, por ello, de futuros probables.

La física de los sistemas alejados del equilibrio aporta otra novedad: el azar introducido por la física en la mecánica cuántica no se limita al nivel de las partículas elementales, sino que es también una propiedad de la materia a nivel macroscópico, de los sistemas observados por la termodinámica. A nuevos estados físicos de la materia le corresponden nuevos comportamientos. La idea que se desprende de esta teoría es que reafirmamos el carácter abierto y creativo del universo que nos sugieren las partículas elementales. Sin embargo, si la física nos ha hablado hasta ahora del tiempo ilusión de Einstein y del tiempo degradación de la entropía (extinción del universo por disipación del calor), estos dos modelos de tiempo no rigen ya: el universo no sólo no se degrada, sino que aumenta en complejidad con nuevas estructuras que emergen en las estrellas, las galaxias y los sistemas biológicos. El desorden no es sinónimo de caos, sino de reorganización e incremento de la complejidad de los sistemas. Como señala Prigogine, los desarrollos recientes de la termodinámica nos proponen un universo en el que el tiempo no es ilusión ni disipación, sino creación.

Referencias bibliográficas:

Una cultura del tiempo abierta

Marx W. Wartofsky, Introducción a la filosofía de la ciencia, Alianza Universidad 39, Tomos I y II, Madrid 1979 Ferrater Mora, Diccionario de Filosofía, Alianza Editorial, Madrid 1979-1980, Ilya Prigogine, El nacimiento del tiempo, Metatemas 23, Tusquets editores, Barcelona 1988. Paul Davies, Física Extrema, artículo aparecido en la revista Muy Interesante, febrero de 1988. Ivar Ekeland, Le calcul, l'imprevu, les figures du temps de Kepler a Thom, Seuil, París, 1984, Artistóteles, Physica, IV, II, 219 a. Bertrand Russell, ABC de la Relatividad, Ariel, Barcelona, 1978. John Gribbin. En busca de la frontera del tiempo, Celeste Ediciones, Madrid, 1993. Luis Ruiz de Gopegui, ¿Y si el tiempo y el espacio fueran partículas?, revista Tendencias Científicas y Sociales, julio-septiembre. 1989, págs. 4 y 5. Einstein-Besso, Correspondence, Ed. P. Speziali, Herman, Paris, 1972, Roger Penrose, La nueva mente del emperador, Mondadori, Madrid, 1991, Ilya Prigogine & Isabel Stengers, Entre le temps et l'eternité, Fayard, París, 1988, Bergson, L'evolution créatrice, PUF, Paris, 1970, pág. 534 Mª Jesús Buxó I Rey, Las culturas son inmutables, Revista Tendencias Científicas y Sociales, año II, nº 11, febrero 1989

Estas reflexiones nos señalan que el debate iniciado por Platón se prolonga todavía, que continuamos viviendo, compartiendo e inventando la historia del tiempo en una persistente especulación metafísica. Sin embargo, al igual que ocurre con nuestras facultades superiores, seguimos sin saber exactamente lo que es el tiempo. Uno de los mayores condicionantes de nuestra existencia, de nuestro conocimiento, de nuestra percepción y de 9


CIENCIA

Brevísima historia del tiempo (2005) Reseña del libro de Stephen Hawking Ricardo Carrión Tomado de: eligeunlibro.blogspot.com familiarizado con los principios de la física teórica. Es por ello que, el año 2005 concibe este libro junto a Leonard Mlodinow para simplificar y hacer más entendible su antiguo volumen, con el fin de que todo lo que se ha aprendido sobre cómo es nuestro universo llegue a todas las personas. A través de un lenguaje simple y con el apoyo de imágenes explicativas y gráficas, los autores nos dan un recorrido por la historia del tiempo, es decir, de cómo los científicos fueron comprendiéndolo y, a partir de ello, descubrir las leyes que rigen el cosmos. La estructura del libro es la de una cronología. Va desde los primeros descubrimientos sobre nuestro universo hasta las teorías más complejas, es por ello que, inicia remontándose a las ideas de Aristóteles y Ptolomeo que instauraron el modelo inicial de nuestro sistema solar con la tierra en el centro, y que luego fue refutado por Copérnico que pensó en el sol como el cuerpo central. Esta teoría heliocéntrica no fue tomada en consideración hasta que Galileo y Kepler la apoyaron y confirmaron un siglo después. Así, a partir de pequeños hitos en la historia de los descubrimientos de la física, saltando a través de grandes extensiones de tiempo hasta que uno nuevo complementa o mejora el anterior, van apareciendo científicos cuyos aportes han sido claves para el actual desarrollo de la física moderna. Entre ellos, Isaac Newton que con la publicación de Principia Mathematica sienta las bases de la mecánica clásica la cual se podía aplicar tanto al comportamiento de los planetas en el espacio como de los objetos sobre la Tierra.

Una de las preocupaciones de Stephen Hawking es el alejamiento que ha tenido la ciencia del público en general. En Brevísima historia del tiempo lo deja claro y cree firmemente que las posibilidades de entender nuestro universo no deben depender solo de los físicos, quienes a pesar de su formación han debido especializarse más y más para ir desentrañando los misterios del extraño mundo en el que vivimos. En 1988 publicó Breve historia del tiempo y se convirtió rápidamente en un bestseller científico, pero que, a pesar de ello, presentaba dificultades para la comprensión del público que estaba menos 10


Luego de Newton, el siguiente hito lo marca Albert Einstein quien a través de su poderosa imaginación logró revolucionar la física al proponer que el tiempo no es absoluto, y que cada persona tiene un tiempo específico que está íntimamente ligado al espacio, así nació la relatividad especial, la cual a pesar de la impresión que generó tenía algunas discrepancias que Einstein finalmente enmendó diez años después con la definitiva Relatividad general.

consecuencia de que el espaciotiempo no es plano". Y luego de la relatividad general, cuando se pensaba que el universo era de tipo determinista, es decir, que si llegaramos a entender sus leyes se podrían predecir los actos de todo, incluyendo el de los hombres, aparece la mecánica cuántica que afirma que no podemos predecir un acontecimiento futuro. A través de la instauración del principio de incertidumbre se postula que no podemos determinar el comportamiento futuro de una partícula si primero no se conoce su condición inicial, la cual es imposible de definir. Pero sí se pueden discernir todos los posibles recorridos de la partícula desde un punto A hacia uno B y la probabilidad de cuál puede ser más recurrente. Aunque no predice un solo resultado certero, nos presenta una gama de posibilidades alternas.

"En la teoría de la relatividad no existe un tiempo absoluto único, sino que cada persona tiene su propia medida individual del tiempo, que depende de dónde se halla y cómo se mueve". "Debemos aceptar que el tiempo no está completamente separado del espacio, ni es independiente de éste, sino que se combina con él para formar una entidad llamada espacio-tiempo".

"Una de las propiedades revolucionarias de la mecánica cuántica es que no predice un solo resultado definido para una observación, sino un cierto número de resultados posibles, y nos dice la probabilidad de obtener cada uno de ellos".

Al llegar a este punto, el lector ya tiene una base de conocimiento suficiente para comprender conceptos más complejos, así los autores se adentran en explicaciones sobre la curvatura del espacio tiempo, la expansión del universo, el efecto de la gravedad sobre el paso del tiempo, agujeros negros, viajes al futuro y al pasado. Todos explicados de la forma más simple posible pero siempre desde la rigurosidad matemática y física, donde números y formulas aparecen inevitablemente, pero solo para explicar lo que las palabras no pueden. "La teoría de Einstein de la relatividad general está basada en la sugerencia revolucionaria de que la gravedad no es una fuerza como las demás, sino una

En este punto se afirma que el universo actualmente es explicado mediante dos teorías: la relatividad general que define el 11


comportamiento de los objetos macro, desde planetas a simples objetos sobre la tierra como piedras, y la mecánica cuántica que explica el comportamiento de partículas microscópicas, esta última es la base de toda la nueva tecnología que usamos diariamente. A partir de estas dos grandes formas de entender el cosmos, se explica la necesidad de una teoría unificada, que logre unir la relatividad general y la mecánica cuántica. Para ello, la fuerza gravitatoria, la fuerza electromagnética, la fuerza nuclear débil y la fuerza nuclear fuerte deberían poder entenderse bajo una misma teoría física, el problema es que la gravedad es la única de todas las fuerzas que está regida por una teoría que no es cuántica y, por lo tanto, los esfuerzos de los físicos están enfocados en descubrir una teoría cuántica de la gravedad. Combinar la relatividad general con el principio de incertidumbre resulta una tarea muy dificultosa porque el vacío del espacio no debería estar vacío, sino lleno de pares de partículas y antipartículas, para ello se propuso una solución, y así nació la supergravedad que se creyó hasta hace algún tiempo la mejor solución para la unificación. Hasta que se pensó de otra manera, y las partículas fundamentales ya no se ven como un punto definido en el espacio, sino que al vibrar forman ondas y a partir de ellas cuerdas. Ya no son puntos en el espacio, son cuerdas. Y así nació la actual teoría de cuerdas. Lo cierto es que el libro en muchos pasajes se hace algo confuso de entender, a veces los ejemplos y las explicaciones matemáticas no son del todo claros, pero en otros sí, todo dependerá del lector y su poder de interpretación. Yo no soy un entendido en el campo físico y aún así logré comprender a rasgos generales como se han ido descifrando las leyes que gobiernan el universo, porque lo que los físicos buscan, es encontrar algo que existe y creen que existe, una ley fundamental que rige el todo. Lo interesante no es el bagaje matemático

que han tenido las grandes mentes de nuestro tiempo, sino su poder de imaginación el que luego complementan con los años de estudio para llevarlo a ecuaciones. Pero lo primordial es esa chispa de genialidad, la capacidad de ver las cosas desde otra perspectiva, lo que nadie antes había pensado, y eso es lo que Hawking quiere de todos nosotros, a todos los que está dirigido este libro, que el conocimiento no se quede en los salones académicos sino que esté en cada uno de nosotros. Para el físico británico, lo importante ahora, es dejar de calcular y ponernos a pensar, volver a filosofar e intentar ver las cosas desde todos los ángulos, dejar de lado el cómo y volver al por qué. "Hasta ahora, la mayoría de los científicos han estado demasiado ocupados desarrollando nuevas teorías que describan cómo es el universo para preguntarse por qué es el universo".

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CIVISMO

El contexto histórico de la emergencia de la ciudadanía Ciudadanía y Democracia Tomado de: Alberto J. Olvera, Ciudadanía y Democracia, INE. Pp. 19-24. Para situar el debate sobre la ciudadanía en México es preciso reconocer que éste no es nuevo, y que hace ya casi 20 años que el discurso de la ciudadanía está en boga no sólo en América Latina y en México, sino en el mundo. Varios factores explican el interés internacional por la ciudadanía. En los países desarrollados la recuperación del concepto de ciudadanía es una reacción a la crisis del llamado estado de bienestar en Europa, que inicia en los años setenta del siglo XX y se extiende como una ola en el resto del mundo europeo, trayendo como consecuencia una disminución en la extensión de los servicios sociales, y por tanto el incumplimiento de los derechos sociales universales hasta entonces vigentes. Pero también responde a otras crisis, como la de integración moral y cultural que se interpreta en Estados Unidos como una pérdida de virtudes cívicas y de capital social,9 y a la crisis y reconstrucción de la democracia misma en otros lugares del mundo. La oleada democratizadora que Huntington10 ha llamado la “tercera ola de la democracia”, puede ser leída desde la perspectiva de la redemocratización o de la transición a la democracia, pero también como la reconstitución de la ciudadanía, siendo este proceso una preocupación más propiamente latinoamericana, precisamente porque es en nuestra área donde el proceso de transición ha asumido una centralidad extraordinaria desde mediados los años ochenta. Son 20 años de transiciones donde

la construcción ciudadana ha sido un elemento central, constitutivo del proceso de democratización.11 Otro elemento histórico que nos permite entender la importancia de este debate es el colapso del socialismo real, mejor conocido en todo el mundo como la caída del Muro de Berlín, que tuvo lugar a fines de 1989. El hecho de que el socialismo haya colapsado en el horizonte simbólico y político de Occidente significó para la izquierda una obligación de reconsiderar el discurso de la ciudadanía como parte de una alternativa radical a la democracia minimalista y al discurso neoliberal,12 que desde entonces reclaman ser las únicas opciones políticas para el mundo. De alguna forma derrumbados los mitos sustantivos del socialismo, y con ellos el principio de fusión entre ciudadanos, Estado y economía que el socialismo postulaba, emergió la necesidad de reconsiderar que los derechos de os ciudadanos son un elemento central que permite pensar de una manera nueva tanto la democracia como la justicia. Junto con los procesos antes mencionados también debemos considerar los efectos de la globalización, especialmente uno que no es todavía adecuadamente comprendido como parte de la misma y que sin embargo es, sin dudarlo, uno de sus elementos constitutivos: la migración masiva. En efecto, las migraciones se producen en el 13


fin del siglo XX y en el principio del XXI en una escala que recuerda lo acontecido a fines del siglo XIX y principios del XX, pero con la connotación específica en nuestro tiempo de que la escala es todavía mayor y se produce en una situación totalmente nueva. Ya no se trata de poblar espacios vacíos y de colonizar territorios, como se pretendía a fines del siglo XIX en América, en una época en que todos los países del área tenían todavía una frontera por conquistar, sino que experimentamos ahora una emigración hacia territorios constituidos y colonizados, una migración económica que pasa a ocupar nuevos y viejos espacios laborales como parte de una nueva división nacional e internacional del trabajo. Esta migración entra directamente en una sociedad ya establecida, que vive esta experiencia como una especie de intromisión externa dentro de un mundo ya existente y de alguna forma coherente consigo mismo desde el punto de vista cultural y legal. Esta nueva migración masiva de fines del siglo XX e inicios del XXI plantea retos enormes y no considerados en el concepto de ciudadanía, tradicionalmente asociado con el de nación y nacionalidad.13 En efecto, ahora millones de personas que son legalmente ciudadanos de otros países pasan a vivir en terceros países, en los cuales no son ciudadanos y en los que, sin embargo, viven, trabajan y en algunos casos son beneficiarios de ciertos derechos sociales y civiles. Es el caso de millones de mexicanos que viven en Estados Unidos, país en el que carecen de derechos de ciudadanía, y también de decenas de miles de centroamericanos que viven en México, de millones de europeos del Este, árabes y africanos que viven en

Europa Occidental y de cientos de miles de sudamericanos que han emigrado a Europa. Para México, tan relevante como la migración es el debate sobre los derechos de ciudadanía de las minorías étnicas en grandes Estados-nación. En Europa, Canadá y Estados Unidos el tema se discute como parte del debate sobre el “multiculturalismo”, concepto que se refiere al reconocimiento de la diversidad de culturas étnicas que pueden convivir dentro de un Estado-nación.14 El concepto liberal de ciudadanía se funda en el individuo, y por tanto no tiene en su horizonte el problema de las identidades y los derechos colectivos. Como todos los mexicanos sabemos desde que el movimiento neozapatista nos lo hizo notar en 1994, los pueblos indios de México carecen de reconocimiento de sus derechos en cuanto tales, problema político que permanece irresuelto hasta la fecha. En otros países, numerosas minorías étnicas, que al igual que en México preexistían a la formación de la nación, o que se constituyeron como consecuencia de procesos migratorios, también enfrentan el mismo problema, y por tanto obligan a reconsiderar los temas de la ciudadanía y de la democracia bajo una nueva óptica. Por su parte, el movimiento feminista ha demostrado desde hace muchos años que la idea de ciudadanía ha sido históricamente excluyente, pues las mujeres carecieron de derechos políticos, y casi de cualquier otro derecho, hasta hace muy poco tiempo, y aún padecen diferentes formas de exclusión. En otra forma de ausencia de reconocimiento a la diferencia, el movimiento lésbico-gay ha dejado en claro que las leyes vigentes no reconocen su propia existencia y sus 14


necesidades específicas. A su vez, los movimientos juveniles han planteado en diversos países el problema de la exclusión de los jóvenes de la vida público-política. Los movimientos ecologistas por su parte han expuesto la necesidad de reconsiderar las relaciones entre los humanos y la naturaleza, y dentro de ese contexto, la posibilidad de exigir un derecho a un medio ambiente sano. Estos movimientos sociales han traído a la agenda pública el hecho de que el tema de la ciudadanía ya no puede acotarse a los temas y sujetos clásicos, y que debe reconocer nuevas generaciones de derechos. Ahora bien, es pertinente recordar que la exclusión de que hablamos antes no se refiere solamente a un proceso de privación legal. La exclusión alude también a –y se funda en– un proceso cultural, que podemos denominar autoritarismo social. 15 En Brasil este proceso ha sido analizado como un conjunto de orientaciones culturales que le niegan a categorías completas de la población dignidad y reconocimiento. Los “negros”, los “indios”, los “pobres”, las “mujeres”, los “homosexuales”, han sido culturalmente constituidos como categorías excluyentes, que no son reconocidas como iguales a los demás, y con frecuencia ni siquiera como partes de la comunidad. Este autoritarismo social antecede y acompaña a la exclusión legal, y es aun más dañina y peligrosa que ésta, pues justifica culturalmente actos de denegación de justicia, y es por tanto antitético al concepto de ciudadanía. Otra de las dimensiones de

la globalización ha sido el creciente protagonismo de entidades internacionales y agencias multilaterales que, como parte de sus labores, y en general bajo el amparo de la Organización de las Naciones Unidas, onu, han constituido foros de discusión de los que han emanado desde hace décadas convenios, acuerdos y resoluciones, muchos de los cuales han sido ratificados por la mayoría de las naciones del orbe, que definen, protegen y promueven los derechos humanos y constituyen poco a poco un estándar internacional de derechos. Sin que esos tratados hayan podido aún pasar en los hechos de la condición de recomendaciones y orientaciones, se ha generado sin embargo un corpus normativo que ha sentado un nivel de comprensión global de la ciudadanía que no tiene antecedentes en la historia.16 Como puede observarse, el tema de la ciudadanía es absolutamente relevante para nuestro tiempo y para nuestro espacio nacional. Referencias 9. Robert D. Putnam (ed.), Democracies in Flux, Oxford University Press, Nueva York, 2002. 10. Samuel Huntington, The Third Wave: Democratization in Late Twenty Century, University of Oklahoma Press, Norman, 1991. 11. Evelina Dagnino, Meanings of Citizenship in Latin America, Sussex, Institute of Development Studies, Working Paper 258, 2005. 12. Chantal Mouffe (ed.), Dimensions of Radical Democracy, Verso, Londres, 1992. 13. David Held, et al. (eds.), Global Transformations: Politics, Economics and Culture, Stanford University Press, Stanford, 1999. 14. Ver Will Kymlicka, Ciudadanía multicultural. Una teoría liberal de los derechos de las minorías, Paidós, Barcelona, 1996. 15. Ver Evelina Dagnino, Meanings of Citizenship in Latin America, op. cit. 16. Para un resumen, ver Diagnóstico sobre la situación de los derechos humanos en México, Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, Introducción y capítulo 1, México, 2003.

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CIVISMO

Democracia y tiempo en las sociedades contemporáneas Politisapiens Tomado de: politisapiens.mx El ser humano tiene una relación muy especial con el tiempo, después de todo, sólo se puede ser en el tiempo. Desde la esencial mirada hacia atrás para reconocerse o reinventarse en su historia, en su memoria, hasta la ansiedad por adelantar o adivinar lo que estará en su futuro, el ser humano vive con la mirada puesta en el tiempo. Paradójicamente, la relación entre democracia y tiempo en las sociedades contemporáneas ha sido obviada. El tiempo es algo que parece tan natural y cotidiano que se vuelve invisible para todos. Sin embargo, el tiempo genera efectos sobre la forma en que nos organizamos, la formación de la comunidad, los periodos de gobierno, la política púbica, los proyectos de nación, entre otros. A su vez, las sociedades contemporáneas se caracterizan por lo que se ha conceptualizado como aceleración del tiempo. Esto, debido a las transformaciones tecnológicas, la compresión del espacio vía la velocidad y la internet, así como el incremento del riesgo catastrófico -natural o tecnológico-. Por su parte, la democracia ha entrado en una crisis que tiene varios índices: la vuelta de extremismos y presencias populistas, desafección ciudadana, disolución de las diferencias entre izquierda y derecha. También, las propuestas de gobierno se restringen con frecuencia al ciclo electoral, centrando el horizonte en un futuro inmediato, en un pasado lejano quizás inexistente- o en un futuro tan abstracto que se vuelve atemporal. Esta situación requiere de una reflexión profunda pues la política está en relación con los demás subsistemas sociales en condición de sincronía o diacronía. Bien

porque algunos se han acelerado (economía, tecnología) o bien porque son sistemas de baja velocidad (religión, educación). Además, la democracia debe lidiar con las expectativas de los ciudadanos, que esperan soluciones bajo la lógica de la inmediatez de la información y el intercambio económico, lo que se contrapone con los ritmos del procesamiento de las demandas y los juegos de poder internos al propio sistema. Así, la democracia entra en una nueva crisis al no ajustarse a la velocidad de las sociedades contemporáneas. Esta situación, compleja, nos lleva a replantear la relación entre democracia y

tiempo en las sociedades contemporáneas,

porque puede ser un factor relevante en la explicación del desencanto con ésta, sus resultados y su conveniencia como forma política de organización. Esta será la reflexión que compartiremos en este espacio.

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BIOGRAFÍA

Nikola Tesla, el científico que iluminó el mundo (1856- 1943) Biografía Tomado de: inmesol.es Actualmente, los investigadores siguen inspirándose en su legado para desarrollar nuevos inventos. El investigador Nikola Tesla nació en la ciudad de Smilijan, en la actual Croacia, en 1856. Según cuenta la leyenda, su nacimiento tuvo lugar mientras se desencadenaba una gran tormenta eléctrica. Apasionado de las matemáticas desde niño, tenía una memoria portentosa y una capacidad extraordinaria para realizar cálculos mentalmente y “visualizar” sus inventos. Estudió Ingeniería Mecánica y Eléctrica, y Física. Trabajó en varias compañías eléctricas de Europa hasta que en la última empresa lo trasladan a Nueva York; ciudad a la que llega con cuatro centavos en el bolsillo y una carta de recomendación de su jefe dirigida a su admirado y ya famoso Thomas Edison. La misiva decía: “Querido Edison: conozco a dos grandes hombres. Usted es uno de ellos, el otro es este joven”. Su relación con Edison Edison y Tesla establecieron una relación conflictiva: Tesla vivía absorto en sus investigaciones (dicen que con frecuencia dormía apenas dos horas al día), llevado por una única pasión, el progreso de la ciencia en beneficio del de la humanidad; mientras que Edison buscaba la fama y se concentraba en su “talento empresarial”. De hecho, Edison incumplió la promesa que le había hecho a Tesla de pagarle 50.000 dólares si mejoraba sus deficientes motores y generadores, asegurando entre carcajadas cuando llegó el momento del pago que el croata “no había captado el sentido del humor estadounidense”. Posteriormente, entre ellos se declaró la “guerra de las

“La ciencia no es más que perversión en sí misma a menos que tenga como objetivo último mejorar la humanidad” Nikola Tesla

Gracias a él, la electricidad llega a nuestros hogares y a cualquier otra edificación apretando un interruptor. Inventó el motor de inducción eléctrico, las bobinas para el generador eléctrico de corriente alterna, las bujías, el alternador, la radio, el control remoto, los fluorescentes y la luz de neón, entre los más de 700 inventos y 100 patentes que se le atribuyen y que tecnificaron el mundo. Asimismo, se le considera el precursor de todas las redes inalámbricas. Fue un visionario controvertido y comprometido, una figura enigmática, un inventor que se adelantó a su tiempo y al nuestro. Está considerado el mejor inventor del siglo XX, aunque la historia, hasta ahora, no le ha hecho justicia. 17


corrientes” que Edison intentó ganar jugando sucio, aunque finalmente quedó demostrado que la corriente alterna que había descubierto Tesla era mejor que la continua que defendía Edison. Su relación con Westinghouse Tras romper la relación con Edison, Tesla encontró un buen socio en el empresario George Westinghouse, quien creía en sus ideas y le apoyaba para llevarlas a cabo. Juntos materializaron dos grandes proyectos: la Exposición Universal de Chicago (1893) y la central eléctrica de las cataratas del Niágara. Sin embargo, y a pesar de que Westinghouse le había ofrecido una gran suma de dinero por sus patentes más un porcentaje por los beneficios producidos por su descubrimiento de la corriente alterna, un rocambolesco entramado de créditos a los que el empresario no pudo hacer frente sumado a una campaña de descrédito contra la compañía Westinghouse que lanzó J.P Morgan, quien quería hacerse con el control del sector energético, impidió que Tesla percibiera unos ingresos que le hubieran hecho inmensamente rico: cuando Westinghouse le expuso la situación crítica en la que se encontraba su empresa, Tesla rompió el contrato que habían firmado y renunció a sus derechos por el uso de sus patentes para la distribución de corriente alterna.

posteriormente, un error que le impidió después financiar los proyectos que su mente privilegiada ideó. Finalmente, J.P. Morgan decidió invertir en el proyecto de Tesla de la Torre Wardenclyffe. Pero cuando el inventor le expuso que su objetivo último era distribuir la energía eléctrica a todo el mundo y a muy bajo coste, el financiero temió por el futuro de su imperio energético y le retiró el apoyo económico. Inventos “Que el futuro demuestre la verdad y evalúe a cada uno de nosotros según sus trabajos y sus logros . El presente es de ellos, pero el futuro, por el que he trabajado, es mío”. Nikola Tesla

A tesla se le atribuyen másde 700 inventos. Muchos de ellos todavía no se han puesto en práctica. Quizá su mayor descubrimiento fue el del campo magnético rotatorio, la base de la corriente alterna (CA) que hoy ilumina el mundo. La CA puede enviarse a miles de kilómetros sin apenas pérdidas. Sustituyó a la corriente continua de Edison, que requería estaciones repetidoras cada pocos kilómetros. La corriente alterna, además, puede convertirse en campo magnético, y viceversa, mediante un transformador, que permite de una manera muy sencilla variar las tensiones e intensidades de las corrientes. Sin embargo, su mente prodigiosa nos dejó otros muchos inventos y descubrimientos de gran valor para la humanidad: la electricidad inalámbrica, el altavoz, el radar, los fluorescentes, el control remoto, las bujías, el alternador, la primera planta hidroeléctrica en las cascadas del Niágara (cuentan que la soñó de pequeño), las bases del horno de microondas, la ignición automovilística, el microscopio de electrones y los rayos X, entre muchos otros. En 1943, la Corte Suprema de Estados Unidos reconoció a Tesla como el inventor de la radio, atribuida injustamente hasta entonces a Marconi. Inexplicablemente,

Fue un gesto de enorme generosidad, pero, quizá, a la vista de lo que ocurrió 18


todavía muchos libros siguen reproduciendo el error de la autoría. Un sueño por cumplir que hoy parece factible No obstante, y a pesar de todas estas aportaciones, Tesla no vio cumplidos muchos de sus anhelos. Al margen de que le arrebataron ideas, le ningunearon, estafaron y murió sin el reconocimiento que merecía, falleció sin poder llevar a cabo su mayor sueño: la transmisión inalámbrica de energía, prácticamente gratuitay renovable, a larga distancia. Curiosamente, 157 años después de su nacimiento, un joven investigadordel MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) de origen croata ha logrado poner en práctica la transmisión inalámbrica de energía, aunque, de momento, a poca distancia (ver vídeo de Discovery Channel).

Curiosidades En 2012 se desclasificaron los documentos que el FBI requisó en la habitación del hotel en la que falleció Nikolas Tesla, los famosos “papeles de Tesla”. Tesla está considerado el precursor de todas las transmisiones inalámbricas; es decir, transmisión de información en tiempo real en un espacio “no real” como el de Internet, la telefonía móvil, los radares, etc. Este año, un grupo de admiradores de Tesla que han constituido el Tesla Science Center recaudó a través de Internet 1,3 millones de dólares para comprar el edificio del laboratorio (Wardenclyffe) del inventor en Long Island. La compra acaba de formalizarse con la participación del Estado de Nueva York con el objetivo de restaurarlo y convertirlo en un museo. El edificio fue proyectado a principios del siglo pasado por un reconocido arquitecto amigo de Tesla, Stanford White. Orson Wells encarnó a J.P Morgan en la película El secreto de Nikola Tesla del director Krsto Papic.

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CRÓNICA

Expotecsa, Instituto Carlos Gómez Salesiano, 2019 Crónica Dante Gamboa Parra

Empezamos a trabajar en nuestros proyectos de Expotecsa el 14 abril y terminamos de desarrollarlas el 25 de abril del 2019. Primero sólo estuvimos proponiendo entre los alumnos, para saber qué íbamos a hacer, el profesor nos mandó afuera del salón para hacer una lluvia de ideas y tuvimos gran cantidad de opciones a escoger, pero el profesor terminó aceptando la idea de una mochila con accesorios y y la idea original era que tuviera un chip rastreador para encontrar la mochila en caso de que se fuera a perder, terminamos haciendo el proyecto que acordamos llamar Mochip. Tras pasar el tiempo y con expotecsa a tan sólo unos días de llegar decidimos sólo mantener sus accesorios y quitar el rastreador, pero manteniendo el nombre, acabando así el primer proyecto. El segundo, mis compañeros habían decidido en los días que no fui qué sería una bobina de tesla y coincidentemente en el taller de electricidad nos habían pedido hacer una la semana anterior. Al cuarto quinto día terminamos de hacerlo y ya abajo Expotecsa me pidieron que fuera porque había habido un percance con la bobina y ya habiendo resuelto eso se acabó mi participación en Expotecsa.

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CARICATURA

Quiero una torta

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CRUCIGRAMA

Horizontal 1: Narración con pocos personajes así como espacio y tiempo poco desarrollados 3: Érase un hombre a una nariz pegado, una nariz superlativa... 5: Y el lobo sopló y sopló y sopló y la casa derribó... 6: Poema que trata un tema serio y elevado 10: La Eneida, de Virgilio. Es un poema que destaca las hazañas heroicas con el fin de glorificar a una patria. 11: Subgénero al que pertenecen obras como Crepúsculo, Harry Potter, La vuelta al mundo en 80 días, Viaje al centro de la Tierra o La isla del Tesoro. 13: Poema épico-lírico usado para narrar hazañas o hechos de armas. 14: Subgénero dramático. Los personajes luchan contra la adversidad, que suele causarle gran daño.

Vertical 2: Subgénero dramático al que pertenecen obras como Romeo y Julieta (Shakespeare), Hamlet (Shakespeare), Yerma (Federico García Lorca) o Bodas de Sangre (Federico García Lorca) 4: Mezcla de comedia y tragedia. De desenlace feliz o desgraciado. Como ejemplos más destacados tenemos La vida es sueño (Calderón de la Barca) o La Celestina (Fernando de Rojas) 7: Poema en el que el poeta muestra su amor a través de los versos. 8: Refleja la vida humana desde el punto de vista alegre. Produce la risa en los espectadores. Acaba siempre bien, con un desenlace feliz. Obras como El enfermo imaginario (Molière), La dama boba (Lope de Vega) o El sombrero de tres picos y Maribel y la extraña familia (Miguel Mihura) son claros ejemplos de este subgénero dramático. 9: Poema extenso con temas de la naturaleza y ambiente pastoril. 12: Como la que le dedicó Miguel Hernández a Ramón Sijé, se trata de un poema en el que se llora la muerte de un ser querido.

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