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I INFORMES
Pentecostés, en todo el mundo
Apóstol Mayor Schneider
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El “mundo nuevoapostólico” se reunió una vez más por transmisión para celebrar el cumpleaños de la Iglesia de Cristo. El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider presidió el Servicio Divino de Pentecostés desde Suiza.
“¡Agradeced a Dios!”. Con este himno comenzaría el Servicio Divino central bajo el servir del Apóstol Mayor en la comunidad de Zúrich-Seebach (Suiza). Pero la actividad y los preparativos comenzaron varios días antes. El programa incluía también una Asamblea de Apóstoles de Distrito, con algunas particularidades.
En Asamblea
Para la celebración de la Asamblea anual de Apóstoles de Distrito, debido a las restricciones por el coronavirus solo fue posible contar con la participación presencial de Apóstoles de Distrito europeos y solo dos Apóstoles de Distrito de fuera de Europa. La mayoría participó de manera remota.
El temario se vio reducido, ya que las sesiones que duran todo el día a través de vídeo eran poco viables. No obstante, se abordaron tópicos importantes para la Iglesia, por ejemplo, el ser humano como imagen de Dios y nuevas deliberaciones sobre el tema de las mujeres en el ministerio, abordando la institución de los doce Apóstoles por Jesús y enunciados relevantes de las epístolas pastorales del Nuevo Testamento. También se debatieron puntos del derecho interno de la Iglesia.
Por otra parte, se pudo compartir información sobre cómo las comunidades y los hermanos en la fe en los numerosos países estaban haciendo frente a la pandemia.
Servicio Divino de Pentecostés
El punto culminante del fin de semana sería el Servicio Divino de Pentecostés. El Apóstol Mayor presidió el encuentro desde la comunidad de Zúrich-Seebach (Suiza), oficiando en inglés y con traducción simultánea.
“Permitamos que el Espíritu Santo nos guíe”, sería la consigna central de la prédica, basada en un pasaje de la epístola a los Romanos escrita por el Apóstol Pablo.
El Espíritu Santo obra de tres formas: ■ Como Espíritu de la creación, que nos posibilita crecer en la naturaleza de Cristo ■ Como Espíritu de poder, no imponiéndose, sino guiándonos y conduciéndonos. ■ Como Espíritu de movimiento, promoviendo nuestro desarrollo y alentándonos: “¡Sigue adelante, no te detengas!”.
Más información sobre este encuentro en una próxima edición.
Fuente: nac.today