Tirada: 500 ejemplares - Gs. 2.000
Año 2, Nº 2 - Octubre, 2014 SE DEBE IMPULSAR LA INVERSIÓN EN INVESTIGACIONES
Once años de la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas
› EDITORIAL Ante la falta de espacios de expresión y crítica, principalmente cuando nos encontramos en el seno de una institución especializada en impartir conocimientos interdisciplinarios en las ciencias sociales, nos vimos obligados a parar el carro a la indiferencia y la apatía. Además de ser un espacio de difusión cientificista, amén de la escasez de lectura y nutrición intelectual de una lamentable mayoría de estudiantes que no se informa y no se interesa, El Cientista nace de una gran necesidad... Pág. 2
SUMARIO
La historia de Escuela de Ciencias Sociales y Políticas pasó por varias etapas. No sólo recordamos una fecha importante para la Universidad Nacional de Asunción, sino también conmemoramos once años de numerosos acontecimientos. Pág. 3 C U LT U R A
La ausencia de espacios Pág. 5 CIENCIA
Editorial...................................2 Institucional.............................3 Arte.........................................4 Cultura.....................................5 Historia....................................6 Ciencia.................................... 7 Expresiones............................. 7 Humor..................................... 7 Entrevista................................ 8 Deportes.................................. 8
HISTORIA
A dos siglos de la dictadura francista Pág. 6
Período de tregua Pág. 7
ARTE
LA LABOR MENOS PAGADA Pág. 4
Celso Grance, nuevo presidente del CESPUNA
Ciencias Sociales y Políticas en los Juegos Universitarios 2014
Pág. 8
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E L C I E N T I S TA EL CIENTISTA
OCTUBRE, 2014
EDITORIAL
Gaceta de la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas U.N.A.
—STAFF— DIRECCIÓN Luis Gíménez EDICIÓN Julio de Torres COLUMNISTAS Víctor Genes Luis Gíménez Pedro Caballero Alejandro Marín Julio de Torres Marcel Duchamp del Bañado Sur DISEÑO EDITORIAL Jorge Almada Toñánez LOGÍSTICA Ariel Giménez AGRADECIMIENTOS Miguel Bernardes Marcelo Filártiga Celso Centurión Rodrigo Valdez Berni Edgar Cárdenas Pedro Caballero IMPRENTA Grafi Express S.A. Tel: 021 550 008
Precio: Gs. 2.000
DISEÑO GRÁFICO - COMUNICACIÓN Valeriano Zevallos e/ Gral. Aquino e Iturbe Luque - Paraguay Tel.: 021 647 088 Cel.: 0971 769 654 Email: info.estudiomegapixel@gmail.com
Esta publicación es un emprendimiento del 4º semestre. El contenido de los artículos son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente la postura de El Cientista. Todos los derechos reservados © 2014
/elcientista elcientista2014@gmail.com
Año 2, Nº 2 - Octubre, 2014
La búsqueda de la verdad no se limita a ningún dogma A
nte la falta de espacios de expresión y crítica, principalmente cuando nos encontramos en el seno de una institución especializada en impartir conocimientos interdisciplinarios en las ciencias sociales, nos vimos obligados a parar el carro a la indiferencia y la apatía. Además de ser un espacio de difusión cientificista, amén de la escasez de lectura y nutrición intelectual de una lamentable mayoría de estudiantes que no se informa y no se interesa, El Cientista nace de una gran necesidad. Porque es imposible mantenerse indiferentes a la crisis intelectual del medio estudiantil, a las degradantes situaciones institucionales como las que involucran a alumnos que compran títulos o a autoridades académicas que, de manera arbitraria y grosera, administran becas de grado que deben satisfacer necesidades reales de alumnos en situaciones económicas desfavorables. Sabemos que las cosas no están bien y, en nuestra condición de estudiantes, preocupados por tamañas injusticias, repudiamos toda degradación humana e intelectual. En nombre de las ciencias que estudiamos, nos vemos obligados a apelar a la voluntad del estudiantado —del honesto estudiantado—, en cuyo apoyo confiamos plenamente y a quien encomenda-
mos el emprendimiento de elaborar esta gaceta universitaria. Lejos de todo fanatismo ideológico, cuya práctica adolece la cotidianidad en nuestra Casa de Estudios, estamos seguros de que muy pronto quebraremos los bastiones de todo maniqueísmo, del prejuicio, de la ignorancia y, por sobre todas las cosas, de la intolerancia. Más allá de que todos los estudiantes perseguimos un mismo objetivo, es necesario considerar, de una vez por todas, que ya no estamos en condiciones de embadurnarnos en peleas por diferencias de pensamiento. Aboguemos, pues, como estudiantes universitarios y forjadores del pensamiento crítico del que debemos hacer gala a través de las ciencias que estudiamos, por romper lazos con la indiferencia, con la división, con la avara defensa de los intereses personales, partidistas, del intelecto limitado por dogmas e ideologías; y nada más que en las aulas y en nuestras casas, haciendo uso de un individualismo un poco más virtuoso, nutrámonos de más conocimientos. Es la voluntad de cada uno y gozamos del pleno derecho de obrar a favor de ella como seres humanos libres, conscientes de que todo lo que hemos aprendido hasta ahora es insuficiente. Vivimos en la era de la desinformación y del exceso de
comunicación que termina incomunicando a los individuos. Sin embargo, estamos conscientes de que la fuerza de voluntad pesa más que cualquier degradación a la que nos arrastra el sistema y la estructura implementada por la globalización. A un sinnúmero de situaciones que hunden a las sociedades a una degeneración insoslayable, partiendo de los desórdenes en el núcleo familiar hasta la práctica de antivalores cotidianos, debemos hacer frente todos los días. Mientras, quizás, uno de nosotros sigue no dándose cuenta y no haciendo nada para cambiar la situación y apostar por una causa en nombre del cambio y el desarrollo. La sociedad está en nuestras manos. Es probable que, para ella, la cuenta regresiva a un destino positivo —o negativo— haya empezado. Nosotros, de todos modos, queremos registrar ese comienzo. ¿Y vos? Julio de Torres Editor
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INSTITUCIONAL
Historia de la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas Al recordar los once años de apertura de la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas no solamente recordamos una fecha importante para la Universidad Nacional de Asunción, sino también conmemoramos once años de muchos acontecimientos. Once años de la expresión del espíritu de las ciencias sociales dentro de una Universidad. ■■
E
por Lic. VÍCTOR GENES Ciencias Políticas UNA
s importante entender que la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas ha pasado por cuatro etapas importantes en su historia: La primera, la de su fundación en el año 1972, fecha en la cual no pudo realizarse su apertura por el temor de las autoridades del gobierno dictatorial de ese entonces. Hay que tener en cuenta que las ciencias sociales eran vistas como un elemento que podría entorpecer las acciones del gobierno y ser un foco de resistencia trascendental ante los hechos de encarcelamientos, torturas, secuestros y persecuciones a los estudiantes y opositores del régimen. La segunda, la de su puesta en funcionamiento en el año 2003. En esta fecha llegó a existir la voluntad de hacer que las ciencias sociales puedan iniciar su camino dentro de la universidad pública. ¿Cómo puede ser posible que
durante tanto tiempo las ciencias sociales hayan sido marginadas dentro de la UNA?. La respuesta es sencilla: en la UNA, la cultura de la dictadura no ha sido dada de baja y aún permanecen intactas las viejas estructuras. Sin embargo, desde un punto de vista un poco más optimista, en el 2003 se abre la puerta de la gran posibilidad de discutir las contradicciones de la sociedad paraguaya y de las es-
un gremio propio que materialice la voz de todos y todas e ir lentamente incentivando una mayor independencia, considerando que el gremio de la Facultad de Derecho no escuchaba la voz de los estudiantes de la Escuela de Ciencias Sociales. La asamblea fue obstaculizada en ese momento pero este hecho no fue suficiente para apagar la llama de los anhelos de la construcción de una
¿Tendría que realizarse mayor inversión en investigaciones sociales y, más aún, dentro y desde la Universidad Nacional? tructuras sociales y hacer hincapié en el génesis de las investigaciones sociales desde la universidad. En la tercera etapa tiene lugar la fundación del Centro de Estudiantes. Corría el 2004, año en el que se realizó la asamblea de todos los estudiantes quienes expresaron la necesidad de tener
autonomía auténtica en nuestra Casa de Estudios. En la cuarta y última etapa tuvo lugar la asamblea de reforma total del Estatuto del Centro de Estudiantes, que fue realizada en el año 2012 por todos/as los/ las estudiantes. En ésta se gestionó la personería jurídica del gre-
Fachada de estilo colonial. La casa de estudios se encuentra en la esquina de las calles Yegros y Mcal. Estigarribia, en pleno microcentro de Asunción.
mio estudiantil, hecho que le dio una soberanía total y que marcó el camino hacia la autonomía universitaria integral a la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas. Teniendo en cuenta este proceso histórico, cabe preguntarse lo siguiente: ¿tendría que realizarse mayor inversión en investigaciones sociales y, más aún, dentro y desde la Universidad Nacional? Lógicamente, la respuesta es que sí, porque si se quiere cambiar la realidad, se la tiene que conocer con precisión y la única forma de conocerla es por medio de las investigaciones sociales. Decía Karl Marx que «los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo». Y, si bien a los egresados y estudiantes se les ha inculcado que las ciencias sociales sólo se limitan a interpretar y estudiar la sociedad de distintos modos, sencillamente, lo que hay que tratar es de transformarla.■
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ARTE
La labor menos pagada La sociedad busca domesticarnos, busca que nos amoldemos a sus requerimientos. Es una grande y brutal factoría que produce objetos que le son útiles y servibles. Aquellos que son inútiles e inservibles, desde luego, son impíamente rechazados, considerados defectuosos: los artistas. ■■
por ALEJANDRO MARÍN Ciencias Políticas UNA
¿Q hombres
ué somos nosotros, los espirituales? Nuestra labor, ciertamente, es ajena a la producción de bienes y servicios, actividades éstas que se consideran indispensables para el progreso de las sociedades. ¿Qué es nuestro laborío sino un lujo innecesario, un fútil ornamento que no reporta utilidades en absoluto? Somos poetas, pintores, músicos, maestros y místicos. Somos, en suma, esputos de una febril sociedad que nos rechaza, condenados a la pobreza y la miseria. Si los reconocimientos llegan, llegarán, como siempre, muy tarde, cuando ya no seamos más que cenizas. Pero no debemos huir de esta lóbrega realidad, sino aceptarla, ya que siempre fue así el destino de los grandes espíritus. La sociedad busca domesticarnos, busca que nos amoldemos a sus requerimientos. Es una grande y brutal factoría que produce objetos que le son útiles y servibles. Aquellos que son inútiles e inservibles, desde luego, son impíamente rechazados, considerados defectuosos. ¿Desde cuándo ha imperado esta grisácea visión de lo que es preferible o no para el hombre? Pues desde el surgimiento de la moral utilitaria, piedra filosofal del espíritu desapasionado y calculador del burgués. Hoy, trescientos años después, esta cosmovisión ha dado sus frutos, moldeando la sociedad según sus hueros ideales. Recompensa, pues, según su peculiar visión de lo útil: el pedazo más grande de la torta va para la estirpe de banqueros, especuladores y políticos que la han preparado y, por supuesto, se encargan de repartirla. Luego, una porción un poco más pequeña va para aquella ralea que se dedica a la imprescindible labor de entretener a las masas empobrecidas (hablamos, claro, de
Las musas personifican a las diferentes manifestaciones artísticas que deleitan la vida de los hombres en la vorágine cotidiana a la que les sume el mundo moderno.
los actores de cine, estrellas de la música popular, futbolistas y demás deportistas exitosos, y todos aquellos agentes que lucran detrás de estas actividades). Posteriormente, tenemos una legión de empresarios, hombres de negocios, etc. Más abajo, nos encontramos con científicos, docentes y obreros técnicos y calificados. Y por último, recibiendo nada más que las migajas y restos de la torta, se encuentran las muchedumbres de proletarios y demás personas excluidas y rechazadas. Sería interminable citar los millares de estratos de esta compleja pirámide social. Nada más lejos nuestro «mundo productivo» del sueño sansimoniano de una nación de industriales. Al contrario, los «hijos de la industria» han pisoteado este catecismo, convirtiéndose en una nueva clase ociosa y zángana, librándose así de las labores más pesadas y reservándose los mayores placeres que esta sociedad frenética y adicta al trabajo produce. ¿Dónde tienen su escondrijo los poetas, soñadores, místicos y verdaderos artistas? Pues no muy lejos de los rincones de los locos,
vagabundos y demás esperpentos que no son sino errores de fábrica humanos. Sin embargo, a pesar de la forma arbitraria con que cada época juzga a los hombres que produce, parece que la Historia, cual sapientísima diosa justa y piadosa, se reserva un veredicto muy distinto. Olvida la Historia a todos aquellos más «útiles» y «productivos» de cada era, aquellos que vivieron sus vidas normales cumpliendo los deberes que les fueron impuestos. En cambio, graba en perenne bronce los nombres de aquellos «inútiles», los que no servían para productivas labores y que dedicaron todas sus energías al servicio del espíritu. Me refiero, por supuesto a los poetas, a los filósofos y, en primer lugar, a los místicos que fundaron religiones. Esta misma idea fue expresada incomparablemente por Ralph Waldo Emerson, en su obra «Hombres Representativos». En el capítulo dedicado a Swedenborg, nos dice lo siguiente: «Entre las personas eminentes, las más queridas por los hombres no pertenecen a la clase que los economistas llaman
productora; nada tienen en sus manos; no han cultivado el trigo ni amasado el pan, no han organizado una colonia ni inventado un telar. La clase más alta en la estimación y el amor de la raza humana, de esa raza que edifica ciudades y va al mercado, es la de los poetas, quienes, desde su reino intelectual, alimentan el pensamiento y la imaginación con ideas e imágenes que elevan a los hombres fuera del mundo del trigo y del dinero y los consuelan de las mezquindades cotidianas y de las miserias del trabajo y del comercio.» Definitivamente, la labor menos pagada por los hombres que viven en el reino de lo aparente termina resultando, para la Historia, la única labor inmortalizada. Son más recordados hoy que los poderosos de turno que fueron sus contemporáneos. Sus legados son imborrables. Sus obras son celebradas, atravesando con gracilidad las bravas olas del olvido humano.■
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La ausencia de espacios
Foto: Jorge Almada Toñánez
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por MARCEL DUCHAMP Bañado Sur
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ctualmente no hay espacios para la gente joven a nivel cultural pero sí a nivel de politiquería. Esos espacios son los más importantes y los soñados por los jóvenes que «pisan tierra» y comienzan su vida adulta y laboral pensando en la satisfacción de sus impulsos económicos primerizos; aquellos que piensan en el bolsillo antes de pensar en su entorno. Tanto la ciencia como el arte en general, salvo raras excepciones, se nutren de una reinvención del mal gusto en una repetición desenfrenada de contrasentido que no promueve el espíritu crítico de la sociedad y, mucho menos, de las élites formadas a partir de esto. El surgimiento de movimientos juveniles en este país desde la caída de la dictadura no ha representado más que la pose de una sociedad cheta que busca afanosa e inconscientemente posicionarse como la prisión de los ideales presentes. Todo lo que se hace es favorecer el trabajo de los amigos y de la chetada en general que se escuda en el aroma putrefacto de la lindura de épocas pasadas; mientras que los más viejos sucumben a su propia lucha. Ellos fueron los movimientos juveniles de las décadas de los sesentas y setentas en el Paraguay e hicieron mucho por las diferentes reaccio-
nes artísticas aunque solamente quedaron en eso, en una reactividad que sólo forma atolondrados de recordaciones inconducentes y repetitivas que no llevan a ningún lado. Más que pensar que están empotrados en las altas esferas culturales y artísticas del país e instituciones afines y no lograrán otra cosa más que el cepilleo consecuente y eterno de los gallo róga del momento, de los melifluos pordioseros del arte, de aquellos que buscan «enaltecer» a estas figuras para hacerse con el poder posteriormente de aquellos que simplemente piensan con los «pies sobre la tierra» y no mirando al sol y a otras galaxias del pensamiento. Ésta élite lacerante y perniciosa, la chetada, extiende sus garras tumefactas hasta el meollo mismo de los movimientos del pensar paraguayo, entronizando una percepción leporina de las buenas costumbres artísticas y científicas. Y así la ciencia ya se vuelve inexistente. Con raras excepciones, no se puede hablar de ciencia sino de pseudociencia, es decir, no aquella que predica lo mitológico y lo sin-explicación racional, sino aquella que resulta de la investigación a medias. Y esto se repite hasta el cansancio en otros aspectos de la vida paraguaya gracias a las claques. Esta hipocresía imperante que desnuda nuestras falacias de siempre y nuestra pobreza
intelectual nos agrede todos los días, nos pone el velo de la indiferencia y consume lo poco que pueda quedar de las nuevas generaciones que ahora deambulan por el mundo paraguayo refractariamente, formando estratos de artistas que gastan sus energías en posicionamientos ideológicos que no llevan, de nuevo, a ninguna parte. Esta fragmentación de lo bello artístico paraguayo y de esta petrificación ad hoc hace posible que los movimien-
trabajos e investigaciones paupérrimas. Necesitamos una política cultural pero es difícil creer que esto pueda ser logrado mientras las instituciones que tenemos han estado sufriendo por décadas el carcomerse por dentro con la crema y nata de la mediocridad. Necesitamos, los jóvenes, nuevos alumbramientos, nuevas investigaciones y nuevas descentralizaciones. Necesitamos mirar al interior del país, necesitamos olvidar rápido la hipocresía y la mediocridad de la Madre de Ciudades, vieja como ninguna, que engloba a su senectud a esa cultura del amiguismo, el chonguismo y el mecenazgo, de la filosofía de la lindura y todo aquello que enternece los corazones y cerebros no preparados. Esta sociedad que predica la morondanga almidonada y el paparruchismo sindical no puede ni debe seguir dominando los hilos del poder en este país. La cultura del de lo kashiái, de la parodia consumista fácil y virulentamente esquizoide carcomida por la pose del momento y la cháchara inconsecuente de ayer y hoy. Al fin de cuentas, la cultura del voyeurismo contestatario, mal en-
«Es hora de que los jóvenes tomen partido para bien o para mal. Hay que dar muerte a la mediocridad, la hipocresía y la doble caridad». tos mediocres de gente que cree hacer arte o ciencia, pululen por doquier en este país. Mientras, la fragmentación de los diversos mundos artísticos siga aflorando, es muy difícil que un plegamiento posterior renueve nuestra cultura, tan gustosa de copiar lo foráneo y no ir a las verdaderas raíces de nuestros pueblos originarios que en el fondo, representan nuestra «paraguayidad». En este océano de sinsentido, la nueva juventud artística y cultural como científica debe acontecer entre la estupidez afectada y la necesidad imperiosa de linduras y de críticas positivas de
tendido como arte popular y el ideario pretensioso de las élites empotradas del poder, debe ser extirpada de nuestra idiosincrasia en el nuevo siglo y ser preservada en formol para que las nuevas generaciones puedan apreciar mejor y tener acceso a los errores del ayer, de tal forma a evitar que esta Placa de Petri que contiene el cáncer de la involución y la indiferencia se olvide para siempre. Es hora de que los jóvenes tomen partido para bien o para mal. Hay que dar muerte a la mediocridad, la hipocresía y la doble caridad.■
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HISTORIA
A doscientos años de la dictadura francista El 3 de octubre se reunió el Tercer Congreso Nacional en el Templo de la Merced y fue presidido por el Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, quien expuso la idea de fortalecer aún más el Poder Ejecutivo, con el fin de «mejorar y arreglar este Gobierno dándole la forma que estimase más conveniente con el conocimiento que da la experiencia». ■■
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por Mag. PEDRO CABALLERO Historia UNA
ras las votaciones de los congresistas, el Dr. Francia fue electo como Dictador y recordó que «el mando y gobierno de la provincia, que hasta el presente han estado en los dos cónsules, queden reunidos y concentrados en el ciudadano José Gaspar de Francia con el título de Dictador Supremo de la República». La Dictadura Temporal fue una solución en vista de la poca eficacia administrativa de los gobiernos anteriores. Una consecuencia del predominio del Dr. Francia en el Consulado y un paso hacia la concentración personal del poder. Durante los primeros años, la Dictadura se mostró tolerante y conciliadora pero, posteriormente, reveló la directriz que guiaría su gobierno por muchos años. Las primeras medidas adoptadas por el Dr. Francia fueron de carácter eminentemente nacionalista. Así, el Dictador estableció que todos los cargos públicos debían ser ocupados por paraguayos, debido a que era «preciso que los funcionarios foráneos, si se admiten o consientan, sean también notoriamente adheridos a la Causa Sagrada de nuestra regeneración política, y ningún Gobierno por poco ilustrado que fuese podría dispensarse de velar sobre este punto que influye en el bien y la conservación general del Estado». El partido españolista tenía sus últimos baluartes en la clase eclesiástica. El doctor Francia tomó medidas para suprimir el peligro. Exoneró de sus empleos y oficios a varios de ellos y les privó de sus funciones —a menos que acredi-
taran adhesión constante y decidida a la actual constitución—, libertad e independencia absoluta de esta República. Otra medida que apuntó a fortalecer aún más el Estado Paraguayo fue la de liberar a las comunidades religiosas del Paraguay de todo vínculo de obediencia con sus autoridades del exterior. Con esta medida, el Dr. Francia se mostró decidido en fortalecer al incipiente y aún débil Estado Paraguayo. En una nota enviada al Delegado de Pilar, José Joaquín López, el Dictador le expresó: «Yo antes quiero morir que volver a ver a mi patria oprimida y en esclavitud y tengo la satisfacción de creer que lo general de toda la República está en lo mismo; y así anime Vm. a nuestros compatriotas de ese territorio, exhortándolos incesantemente a sostener la causa de la patria». Al establecerse la Dictadura Temporal, los Congresistas de 1814 consideraron oportuno entregar el poder de los Cónsules a una sola persona con el propósito de confiar la conducción del país al Dictador, fiel a una tendencia general en toda la América española durante el período revolucionario. A pesar de concentrar todo el poder en manos del Ejecutivo, los Congresistas trataron de imponer frenos a la acumulación de poderes en una sola persona. Por ello, una de las principales resoluciones del Congreso de 1814 consistió en sugerir al Dictador la creación del Tribunal Superior de Justicia, en la mayor brevedad posible. Este organismo, sumado al Congreso, iba a servir de contrapeso al Poder Ejecutivo, pero el Tribunal nunca fue conformado y los anhelos de los congresistas quedaron truncos.
José Gaspar de Francia y Velasco. Retrato obra de Alfredo L. Demersay.
A doscientos años de la instauración de la Dictadura del Dr. Francia, sigue el debate sobre las virtudes y defectos de este gobierno, que, sin duda alguna, marcaron la historia nacional. Lo que no se puede dudar es del patriotismo que tuvo el Dr. Francia, que antepuso a los intereses personales el interés de toda una Nación que en ese entonces luchaba por mantenerse como estado soberano; y en consecución de esa noble tarea, el Dr. Francia dio toda su vida. La historia debe servir para aliar el respeto del pasado con la inteligencia del presente; guardar del pasado lo que tenía de grande y noble, sin olvidar lo negativo; y
facilitar el enlace de la tradición con el progreso, que es lo que hace grandes, fuertes y respetables a las instituciones y a los pueblos. Dentro de esta línea de pensamiento, se puede rescatar que la honestidad y el patriotismo fueron las banderas que hondearon la Dictadura del Dr. Francia, en su objetivo de brindar a los paraguayos una nación libre y soberana, emancipada de cualquier yugo foráneo. Son muchas las razones por las que los gobernantes de turno deberían retomar esos ideales y elevar a la castigada Nación paraguaya al sitial que se merece dentro del concierto de las naciones.■
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CIENCIA
Período de tregua ■■
por Lic. ADAN AMARILLA Filosofía UNA
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al parece que los tiempos del desprestigio hacia el quehacer de la ciencia social de parte de los apósteles de la epistemología dura han pasado. O por lo menos, se viven días de tregua. Y es que —desde las humanidades— el desarrollo epistemológico de la comprensión de la realidad ha venido reportando significativos avances, muchos de los cuales significan innovaciones en abordajes y tratamiento de objetos de estudio que ganaron la partida en muchos casos a las ciencias duras. Tal vez el mayor aporte de las ciencias sociales sea el de reafirmar la teoría de las epistemes como configuraciones estrictamente relativas por pertenecientes a un tiempo y a una circunstancia particular. Desde
la consideración de la existencia de las epistemes (en el sentido foucaultiano) se ha puesto en tela de juicio la validez, no del conocimiento emergente del método de las ciencias físicas, si no de la
sido probada por sus métodos. La calificación de conocimiento mítico tiene un sentido preciso, en ese contexto: toda forma de saber elaborado a partir de la imaginación y que no se somete
«Episteme es un término que, etimológicamente, procede del griego ἐπιστήμη, que viene de conocimiento o ciencia. Clásicamente, los pensadores griegos hacían una distinción entre episteme y τέχνη (tekne) o técnica». crítica que se despliega desde estas prácticas a toda forma de conocimiento que no responda a sus paradigmas y a su discurso. Es muy frecuente leer que la epistemología de la ciencia fáctica califica de mito toda construcción teórica de la realidad que no haya
EXPRESIONES
al contraste riguroso con la realidad, y que por ende, no puede dar pruebas de la veracidad de lo que enuncia. Sin embargo, si extendemos los límites de alcance de la rigurosidad, la ciencia misma puede ser calificada de mito, porque in extremis, está sostenida
sobre una creencia. Por más que aspire a ofrecer pruebas de cada paso que realiza —actitud encomiable desde un determinado paradigma—, siempre se apoya sobre supuestos que no cuestiona y de los que no tiene siquiera la más mínima intención de dar pruebas. Ya lo decía Ortega y Gasset en El Espectador: la ciencia es el gran mito de nuestro tiempo. Con todo, no se trata de desacreditar a la ciencia dura desde las ciencias sociales. Sí es una apuesta a la estima debida a los aportes que vienen realizando la antropología, la sociología, la politología, la filosofía, etc., a una comprensión más complejizada en cuanto a los dinamismos internos de la realidad circundante.■
HUMOR
Sueño eterno Alejadas lágrimas de una justicia callada van mojando hojas ensangrentadas. Hoy son almas paradas en su lucha, una lucha confusa para el mundo, ¡pero bastante clara para los justos! Hoy duermen en un sueño eterno, en tierras pisadas por la tiranía. Ya no sienten dolor. Ya ni la justicia despertará a esas almas valerosas de ese sueño. Ese sueño obligado por manos acostumbradas a dormir a quienes se asomen al oscuro poder permitido. Hoy duerme la lucha de esos pocos esperanzados, pero, a costa de esos pocos, ¡hoy despiertan miles en su lucha! Tiranos blanqueados, temerosos a ser descubiertos, compran unas pocas conciencias débiles e ignorantes que les sirven en bandejas que ni siquiera son suyas. La lucha de miles y la esperanza de millones. Usurpando, quizás, el «gran sillón», pero nunca la voluntad. Y la lucha de estos millones despiertos por unos pocos valerosos, hoy duerme en un sueño eterno. Luis Giménez Zacarías
Retrospectiva Ya nada queda por hacer / hacia adelante / sólo volver atrás / en la máquina del tiempo / hasta desaparecer / y enterrarme junto a los recuerdos. Arturo Villagra Soto 1986 - † 2013
¡ÑA CHELA!
Gastronomía paraguaya y boliviana
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E N T R E V I S TA
Nuevas autoridades en el Centro ■■
por LUIS GIMÉNEZ Sociología UNA
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ras las últimas elecciones para las autoridades del Centro de Estudiantes de la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas (CESPUNA) realizadas el pasado viernes 3 de octubre, entre el Movimiento Estudiantil Independiente (MEI) y Compromiso, Unidad y Acción (CUA), en alianza con el movimiento Actitud y Compromiso Estudiantil (ACE), se pudo constatar la victoria del MEI con resultados muy positivos. Con veintiún votos a favor frente a CUA, es la segunda victoria consecutiva del MEI para la
presidencia del CESPUNA. Celso Grance, el nuevo titular del gremio, responde a El Cientista. ¿Esperabas la victoria el día de las elecciones? Tenía una confianza positiva. Confié en el trabajo que el equipo venía haciendo, el cual se fue ocupando de los diferentes espacios. También el hablar con la gente me daba toda la seguridad de que el resultado iba ser positivo. ¿El trabajo del CESPUNA va ser igual o los procesos van a ser diferentes? El MEI trabaja con tres ejes y la idea es sostener el trabajo que
se vino haciendo en el Centro, profundizarlo y desarrollar este nuevo elemento que es el cogobierno. Los procesos van a ser diferentes, se tienen matices iguales pero dinámicas diferentes. Para los compañeros de CUA, acompañados por ACE que, si bien, trabajaron muy poco tiempo en su campaña pero tuvieron muchos votos, ¿hay propuestas de inclusión de sus miembros en el Centro? ¿Cuáles serían? Es un momento importante para la Escuela y también es importante resaltar que es muy efectivo que los movimientos compartan la misma consigna que es por
una Facultad de Ciencias Sociales, FACSO. Esto quiere decir que sí o sí se va a trabajar en conjunto o se va plantear hacerlo. La idea es, justamente, trabajar todos juntos para el fortalecimiento del gremio estudiantil. ¿Cómo ves que va a ser este año que tienen en el cargo? Como todo trabajo, proyecto y emprendimiento tendrá sus dificultades. Nosotros nos vamos confiados, positivos, y va ser el trabajo, todo lo que se haga, lo que va hablar al final.■
DEPORTES
Ciencias Sociales en los Juegos Universitarios 2014 La Escuela de Ciencias Sociales y Políticas hizo gala de su presencia en los Juegos Universitarios 2014 y, por primera vez, se posiciona como una institución en el concierto de las facultades de la Universidad Nacional. ■■
por JULIO DE TORRES Sociología UNA
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ras la gestión del Centro de Estudiantes de la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas (CESPUNA), en la persona de la ex-presidente Perla Godoy, se hizo posible la presencia de nuestra casa de estudios en la inauguración de los Juegos Universitarios. La presencia de los representantes estudiantiles en la inauguración fue altamente aclamada por el público estudiantil quienes celebraban el inicio de las actividades tradicionales deportivas que cada año son llevadas a cabo por la Federación de Estudiantes de la UNA. Los colores y los escudos de las diferentes facultades engalanaron el evento en la que el glamour de cada una de sus respectivas reinas despertó la emoción de los presentes. Asimismo, en la inauguración
El equipo de fútbol de la Escuela de Ciencias Sociales
hubo algunos incidentes suscitados entre las hinchadas de las Facultades de Derecho y Economía, hecho que demanda una mejor concienciación de los responsables del altercado teniendo en cuenta su condición de estudiantes universitarios. Efectivamente, se requiere una mejor atención de los organizadores en cuanto a la concesión de
palcos se refiere para el desenvolvimiento de las hinchadas, aunque este hecho no justifica actos vandálicos en un predio en el que festejamos todos los estudiantes.
Primer partido Alumnos del 4º Semestre gestionaron la inscripción en los partidos. En ese sentido, el pasado
domingo 28 de setiembre, en la cancha de la FACEN (Campus de la UNA), se llevó a cabo el primer encuentro oficial (fútsal) de Ciencias Sociales y Políticas contra Trabajo Social, quienes se disputaron los primeros puntos en el calendario deportivo. Los resultados fueron favorables para la Escuela: 4 a 2. Un fraterno encuentro de dos instituciones hermanas que, en nombre del deporte y de las ciencias que las unen, estrecharon lazos al final del partido. El pasado sábado 4 de octubre, en fútbol de campo, Sociales perdió 1 a 0 contra Agronomía, en su cancha. Los resultados de fútsal del domingo 5 también fueron desfavorables para Sociales que, contra Ingeniería, perdió 2 a 1. Esta vez, el partido se volvió a llevar a cabo en la cancha de la FACEN.■