Correo Del Sur No 336

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LAS PATRONAS

GIULIO ANDREOTTI

RÍOS MONTT

DAVID CAMERON

Número 336 Mayo 26, 2013


2 Domingo 26 de mayo de 2013

CORREO del SUR

El desafío global de las empresas públicas Desde hace algunos meses en la revista The Economist se está debatiendo una tendencia internacional que la publicación define con títulos del tipo: “El ascenso del capitalismo de Estado”; “La era del libre mercado ha llegado a su fin”; “Leviatán vuelve”. Y la mejor de todas: “El retorno de la historia”. Del intercambio se hicieron eco otras publicaciones como Business Week, Financial Times y Foreign Affairs. Además, varios libros dedicados a este tema ya son best-sellers. Como sucede actualmente con tantos otros asuntos, lo que motiva este debate es el ascenso económico chino y los serios interrogantes que este proceso le plantea al discurso económico dominante de las últimas décadas. Eduardo Crespo *

A

l pensamiento liberal se le complica interpretar un mundo cada día más permeado por la economía china y las asiáticas en general. Se trata de organizaciones híbridas que combinan formas de propiedad incompatibles con el paradigma dominante. De estas formas, la más subversiva e irritante es la empresa pública. En el período 2003-2010, un tercio de toda la inversión extranjera directa registrada en economías emergentes fue ejecutado por empresas estatales y el porcentaje va en aumento. Estas compañías ganan licitaciones para obras de infraestructura en todos los continentes y simultáneamente adquieren, a veces con la ayuda de fondos soberanos del Estado, empresas privadas extranjeras. En el ranking de las 2000 mayores empresas del mundo que publica la revista Forbes se incorporaron 120 empresas estatales desde 2004 hasta 2009. Son estatales las 13 mayores compañías de petróleo y gas del mundo, valuadas por sus reservas. China Al contrario de lo que proclama el pensamiento económico dominante, las elevadas tasas de inversión chinas no encuentran su explicación en la idílica frugalidad de la “ética confuciana”, sino en las decisiones de sus órganos estatales y empresas públicas que son responsables por aproximadamente un 50 por ciento del total. Las empresas públicas y mixtas, por otra parte, representan alrededor de la mitad

del Producto Bruto no agrícola del país. La compañía estatal china típica actúa a escala global sin desatender criterios de rentabilidad privados, cotiza en Bolsa y es administrada por una gestión profesionalizada. Los mejores graduados de las universidades chinas son mayoritariamente acaparados por estas corporaciones. Exceptuando el caso de los recursos naturales, donde está en juego la apropiación de rentas, el ascenso de este capitalismo de Estado no coincide en esta ocasión con un asalto al sector privado. El avance de estas compañías, al contrario de lo que

pregona el discurso dominante, impulsa la inversión y le da sustento a la innovación privada. En este “nuevo capitalismo”, las firmas de particulares se integran en las redes que tienen por centro instituciones estatales como universidades, centros de investigación pública, fuerzas armadas. El capitalismo chino es una formación social pragmática que aún preserva varias herramientas de las economías “socialistas”, como la capacidad de planificación en base a planes quinquenales. El padre del “modelo”, Deng Xiaoping, lo resumió con maestría en su célebre frase: “No importa

que el gato sea blanco o negro, mientras pueda cazar ratones”. Aunque los rasgos de este “modelo” sean más pronunciados en China que en otros países, sus características fundamentales van ganando terreno en varias otras regiones del planeta, delineando una tendencia mundial. Estamos ante un cambio de época. Esta polémica sobre el “modelo” chino, o asiático, no es equiparable a las pequeñas rencillas sobre cuestiones fiscales o cambiarias que entretuvieron a la mayoría de los economistas argentinos en las últimas décadas. Tampoco refiere a una mera cuestión distributiva. Este debate atañe a conceptos fundamentales como el Estado y el Mercado. También pone en tela de juicio, después de mucho tiempo en la prensa dominante mundial, las claves que sustentan la riqueza de las naciones y el ascenso de estas en la escala del poder geopolítico mundial. Los reproches que a estas formas de capitalismo oponen algunos editorialistas en las publicaciones referidas son monumentos a la tenacidad ideológica. En términos empíricos es poco lo que pueden objetar al dinamismo chino. Las remanidas alusiones a la corrupción y al clientelismo estatistas suenan poco creíbles en vista de los escándalos asociados con la última crisis internacional y del insolente aumento de la desigualdad que acompañó las políticas neoliberales en todo el planeta. No se puede reivindicar la transparencia de un régimen social que sólo favorece a una minoría. En términos teóricos, tampoco se sostiene la tesis de que las empresas públicas absorben recursos que serían mejor utilizados por el sector privado. Como en el idílico mundo de la ortodoxia prevalece el pleno empleo, todo recurso utilizado en una determinada actividad necesariamente es retirado de las otras. En el mundo real, por el contrario, todo nuevo recurso que se emplea en una actividad contribuye a emplear otros recursos en otras actividades. Estados Unidos Las peculiaridades de la experiencia asiática obligan a repensar la relación Estado-Mercado en todas las latitudes. En los debates sobre modelos de desarrollo es común que se señale a Estados Unidos como un próspero contraejemplo de laissez faire y de intervención estatal mínima. Sin embargo, cuando se realiza un escrutinio más exigente, surgen evidencias suficientes para afirmar que el Estado norteamericano practica la política industrial más ambiciosa y exhaustiva del mundo. El complejo militar-industrial-científico-académico de este país domina la frontera científica internacional desde la creación del Big Science (“ciencia mayor” o “ciencia a gran escala”), la compleja red institucional que vincula la defensa nacional con la investigación básica y las compañías industriales. Entre sus principales conquistas está el adaptar los resultados de la investigación fundamental para transformarlos en tecnología civil con destino comercial. Esta densa red de universidades, laboratorios y centros de investigación, que operan junto a entidades civiles y militares, es una herencia de la Segunda Guerra Mundial y sus emprendimientos tecnológicos colosales, como el célebre Proyecto Manhattan del que surgieron las primeras bombas atómicas. Sus actividades luego se extendieron sobre el conjunto de la economía (y la política) norteamericana mediante el financiamiento directo o indirecto de toda actividad científica considerada estratégica. Desde la postguerra resulta difícil –si no imposible– identificar algún sector competitivo de la economía estadounidense que no haya surgido de esta malla


CORREO del SUR institucional. Invitamos al lector a preguntarse: ¿cuáles son las innovaciones básicas desarrolladas en exclusividad por el sector privado? En este caso, la particularidad de Estados Unidos no es que la injerencia del Estado allí sea mayor o menor que en otros países, sino que invariablemente son empresas privadas las que acaban recogiendo los frutos comerciales del impulso público a la innovación. Los analistas que hablan de un estado mínimo en Estados Unidos parecen no advertir que el aparato militar norteamericano está presente en casi todos los rincones del planeta. Leviatán en Estados Unidos no vuelve. Nunca se fue. América del Sur Durante el auge neoliberal, en cambio, las elites de América del Sur en distintos grados aceptaron desmantelar las instituciones desarrollistas. Incluso en el país donde el desarrollismo llegó más lejos, Brasil, Fernando Henrique Cardoso, en un discurso de 1994 a instancias de asumir como presidente, declaró que llegaba para terminar con la “Era Vargas”. Esta etapa se extendió desde los años ’30 hasta la crisis de la deuda externa de los años ’80 y se distinguió por una generalizada “intromisión” estatal en la economía y por la creación de grandes empresas y organismos públicos. Veinte años después es forzado preguntarse: ¿qué sería de la economía brasileña sin Petrobras, Vale, Embraer, Embrapa y el Bndes, creaciones todas de esa era de desarrollismo estatista que debía ser sepultada? Y en el caso argentino las preguntas no son diferentes. Además de todo aquello que tenemos como un regalo de la naturaleza, ¿qué nuevas actividades le debemos a la iniciativa privada desde que empezaron a soplar los vientos privatistas? Incluso el mismísimo paquete tecnológico del boom exportador argentino, la soja transgénica y el herbicida todo terreno, no fue gestado por nuestros irritados agricultores, sino por un proveedor del ejército estadounidense, beneficiario del comprenacional yanqui. Es relevante enfatizar que la importancia de la injerencia pública nunca refiere a un dilema entre empresarios malos versus Estado bueno. Se trata de una cuestión de velocidades. Los grandes saltos que impone el desarrollo capitalista, como la innovación fundamental, o la superación del subdesarrollo por un país o una región, requieren de tareas hercúleas, que si se dejan al arbitrio de la iniciativa privada, o bien demandan siglos para ejecutarse o jamás se concluyen. ¿Habrían florecido la comunicación satelital, la energía nuclear, las computadoras o Internet, en un mundo organizado por sinceros admiradores de Vargas Llosa? Cabe interrogarse por las tareas pendientes en América del Sur. Si aún aspira a alcanzar el desarrollo industrial, la inclusión social y la integración regional, como procesos duraderos y sustentables, la región no tendrá más alternativa que subirse a la nueva ola desarrollista y abandonar las premisas privatistas del pasado que aún siguen pesando en las interpretaciones y en las políticas que se ejecutan (o se dejan de ejecutar) en el presente. En cambio, si opta por continuar en la dirección (más cómoda) que impone el “mercado”, lo más probable es que sigamos avanzando, pero a paso de tortuga, como proveedores de materias primas para el capitalismo de Estado que nos arrastra desde Asia *Licenciado en Ciencia Política y en Economía de la UBA y profesor de la Universidad Federal Fluminense de Río de Janeiro, Brasil. © 2000-2013 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados. Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux. Domingo, 19 de mayo de 2013

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Cameron, de crisis en crisis Marcelo Justo Inmediatamente después del brutal asesinato de un soldado británico en Londres a manos de varios fanáticos religiosos armados de cuchillos, (ver foto) el primer ministró señaló que “este país enfrentará el terrorismo con toda su determinación”, con la ayuda de sus socios internacionales, señaló Cameron y llamó a la población británica a permanecer unida tras el crimen porque, en su opinión, “la gente que hizo esto intenta dividirnos”. “Deberían saber que algo así no sólo nos unirá más y nos hará más fuerte. Una de las mejores formas de vencer el terrorismo es continuar con nuestras vidas normales”, añadió. Sin embargo, los problemas para el primer ministro no comenzon con este acto criminal, como lo muestra el análisis de Marcelo Justo que ofrecemos a continuación.

E

ntre Europa y el matrimonio homosexual, el primer ministro británico, David Cameron, no sale de su crisis política. Con Europa se comprometió con un referendo sobre la pertenencia británica a la UE y dejó insatisfechos a su creciente legión de euroescépticos conservadores y a aliados continentales como la canciller alemana Angela Merkel, cansados con los devaneos británicos sobre el tema. El martes por la noche en la Cámara de los Comunes, 130 conservadores votaron en contra del proyecto de ley para legalizar el matrimonio homosexual y sus pares en la Cámara de los Lores juraron que harían lo imposible por descarrilar el proyecto para cuando les toque votar el 3 de junio. El cuestionamiento al liderazgo de Cameron es tal que entre los conservadores mismos se especula en voz alta sobre un violento cambio de timón antes de las elecciones de 2015 destronándolo de su lugar como jefe del partido y obligándolo a renunciar como primer ministro. “La muerte de Margaret Thatcher unió a la familia conservadora. No hubo cuestionamientos a su liderazgo y pareció que no tendría problemas en llegar a 2015. Después de dos semanas desastrosas esto ha

cambiado”, dijo a The Independent una alta fuente conservadora. Si los conservadores hablan del tema en estricto off the record, los aliados en el gobierno de coalición, los liberal-demócratas decidieron airear públicamente su preocupación. El líder de este partido, Nick Clegg, advirtió este miércoles que las divisiones de los conservadores sobre Europa y el matrimonio homosexual estaban dañando seriamente al gobierno y que la coalición no duraría si Cameron no tomaba las riendas de su partido. “Es hora de que nos pongamos a gobernar, a suministrar el liderazgo y el foco que necesitan los británicos en estos momentos difíciles”, dijo del viceprimer ministro Clegg. Las dos semanas “desastrosas” de David Cameron comenzaron con la debacle en las elecciones municipales de principios de mes, que vieron un crecimiento descomunal en el porcentaje de votos del UKIP, desprendimiento antieuropeo y antiinmigratorio de los conservadores. Cameron intentó apagar la tormenta intensificando su propia retórica antiinmigratoria y añadiendo de apuro la semana pasada al debate parlamentario de su programa legislativo un proyecto de ley para convocar un referendo sobre Europa en 2017, algo que no dejó conformes a sus euroescépticos que quieren una consulta popular antes de las elecciones. Un firme aliado del primer ministro, el copresidente del Partido Conservador lord Andrew Feldman, atizó la polémica diciendo que muchos activistas conservadores eran una banda de “locos desorbitados”. Como si no tuviera suficiente para todo el mes, el martes por la noche se añadió la votación al proyecto de ley de matrimonio homosexual. La defensa de los derechos de los gays nunca fue un punto fuerte de los conservadores. Cuando asumió como líder partidario en 2005, decidido a “modernizar” la imagen de su fuerza, Cameron comenzó a cortejar una posición más “gay friendly” que culminó con este proyecto de ley plenamente apoyado por el sector modernizador de su partido y sus socios en la coalición, los liberal-demócratas. Cameron no contaba con que desataría una fuerte rebelión interna que amenaza

con arrastrar más “locos desorbitados” a las filas del UKIP. No sólo 130 conservadores votaron en contra en la Cámara de los Comunes, sino que la rebelión se extendió a los lores donde los tories rebeldes se están aliando con lores representantes de la Iglesia y las fuerzas policiales para descarrilar la ley o introducirle tantas enmiendas que terminen invalidándola. Un ex ministro de Margaret Thatcher, el sarcástico lord Norman Tebbit, resumió su pensamiento sobre el desastre que el matrimonio homosexual causaría a la corona. “Cuando tengamos una reina que es lesbiana y se case con una dama y decida que quiere un hijo con alguien que le done el esperma, el niño que tenga ¿será el heredero de la corona? Admito que el matrimonio del mismo sexo tiene sus ventajas porque me permitiría librarme del impuesto a la herencia casándome con mi propio hijo. ¿Por qué no? ¿Por qué una madre no se va a casar con su hija? ¿O por qué no van a hacerlo dos hermanas?”, dijo Tebbit. Menos florido, otro conservador apuntó al verdadero peligro político del asunto. “Este proyecto de ley es la mejor arma de reclutamiento que puede tener el UKIP”, dijo Paul Goodman. La situación del primer ministro ha sido descripta por la propia prensa conservadora como “farsesca” y se parece cada vez más a la que vivió otro tory en el poder, John Major, que tuvo la desgracia de sustituir a Margaret Thatcher en 1991. Cameron tiene una a favor y otra en contra respecto de Major. A favor es que Major tenía enfrente a uno de los líderes más carismáticos de la posguerra que supo explotar al máximo las divisiones de los conservadores: el laborista Tony Blair. El actual líder de la oposición, Ed Miliband, no tiene ni de lejos el mismo carisma y no ha convencido del todo a la opinión pública de que es una alternativa viable. En contra de Cameron está que, a diferencia de Major, que consiguió una recuperación económica, el Reino Unido ha navegado en los últimos tres años entre la recesión y el estancamiento, un pecado mucho más grave para la mayoría de los británicos que cualquier europeísmo o promoción de los derechos gays. © 2000-2013 www.pagina12.com. ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados


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CORREO del SUR

Bajo presiones la corte revoca el fallo El máximo tribunal de Guatemala revocó la condena por genocidio del ex dictador Efraín Ríos Montt, cuyo régimen contó con apoyo de Estados Unidos. En un veredicto histórico este mes, Montt fue condenado a 80 años en prisión por genocidio y crímenes de lesa humanidad por el asesinato de más de 1.700 personas de la comunidad Maya Ixil en la década de 1980. Sin embargo, el lunes, la Corte Constitucional de Guatemala falló por tres votos contra dos para desestimar los procedimientos de la causa de un mes hasta la fecha. Fue hace un mes que el tribunal anuló la causa por primera vez en medio de una disputa entre los jueces acerca de la jurisdicción. Antes de la última decisión de revocar el fallo, la corte había sido objeto de fuertes presiones de los seguidores de Ríos Montt, entre ellos la poderosa empresa guatemalteca Cacif. Ríos Montt está en un hospital militar desde la semana pasada. Su situación jurídica ahora es indefinida. Es probable que sea liberado y que le ordenen arresto domiciliario, pero aún no está claro si volverá a pasar por la justicia. Para documentar este capítulo, recuperamos el artículo de Amy Goodman, directora de Democracy Now, escrito antes de que la Corte diera marcha atrás, en el cual se ilustran las razones de innumerables víctimas cuyas denuncias resonaron en la conciencia pública. CDS

Amy Goodman

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l ex Presidente de Guatemala Efraín Ríos Montt fue condenado a prisión el viernes pasado. Fue un acontecimiento muy importante, ya que es la primera vez en la historia que el ex Presidente de un país es juzgado por genocidio en un tribunal de su propio país. Más de tres décadas después de haber asumido el poder mediante un golpe de Estado, el ex dictador guatemalteco de 86 años de edad, que desató una campaña de asesinatos contra su propio pueblo con el apoyo de Estados Unidos, fue sometido a juicio, acusado de genocidio y de crímenes de lesa humanidad y condenado a 80 años de prisión. El juicio fue el resultado de la iniciativa y el esfuerzo de tres valientes mujeres guatemaltecas: una jueza, una fiscal general y una ganadora del Premio Nobel de la Paz. Después de que se anunciara el veredicto del juicio contra Ríos Montt, Rigoberta Menchú me contó que a su hermano Patrocinio lo quemaron vivo en la región Ixil y que nunca hallaron sus restos. En la entrevista, también me contó cómo su familia fue asesinada sistemáticamente: “Lo de mi madre nunca se esclareció exactamente; si está en una fosa común o si fue comida por animales. Lo más probable es que si no es ella la que fue comida por animales, después de ser torturada, humillada, seguramente estará en una fosa común, muy cerca del área Ixil. Porque nosotros en realidad somos parte del área Ixil, aunque hablamos el maya quiché. Igualmente, mi padre fue quemado vivo en la Embajada de España el 31 de enero del año 80. Por eso es que entiendo mucho el dolor de la gente que juzga a Ríos Montt.” Rigoberta Menchú recibió el Premio Nobel

de la Paz en 1992 “en reconocimiento de su labor por la justicia social y la reconciliación étnico-cultural, basada en el respeto de los derechos de los pueblos indígenas”. Menchú continuó contándome la historia de la destrucción de su familia: “En el año 83 fue fusilado mi hermano Víctor, Víctor Menchú. Fue fusilado en Uspantán, igualmente muy cerca del área Ixil. Mi hermano huyó con sus tres hijos a la montaña. Mi cuñada había sido degollada y él sobrevivió con sus tres hijos. Después de varios meses lo capturaron, lo trajeron al pueblo de Uspantán y a Víctor lo encarcelaron en el pueblo, pero a los tres hijos los confinaron en un destacamento militar que se llamaba Chajul. Mis dos sobrinas murieron de hambre en el destacamento y mi hermano Víctor fue fusilado. Hasta la fecha no encontramos los restos de Víctor.” Según la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, que llevó a cabo una investigación exhaustiva de las tres décadas de genocidio en Guatemala, al menos 200.000 personas fue-


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No hay paz sin justicia: la condena del genocida Ríos Montt en Guatemala

ron asesinadas en ese período. Rigoberta Menchú entabló una de las demandas iniciales contra los responsables del genocidio, que dio lugar al juicio que culminó con la condena de Ríos Montt. Claudia Paz y Paz es la primera Fiscal General mujer de Guatemala. Fue nombrada en diciembre de 2010 y ha sido muy elogiada por su persecución de los responsables de cometer crímenes de lesa humanidad. La jueza del caso también es una mujer, Yassmin Barrios. En un país en el que históricamente quienes desafían a los que están en el poder son asesinados, Paz y Paz y Barrios demostraron un valor admirable. El periodista Allan Nairn, que ha cubierto el conflicto en Guatemala desde el comienzo de la década del 80, así como también otros conflictos en otras partes del mundo, siguió de cerca el juicio. A mediados de abril, otro tribunal de Guatemala

ordenó que se archivara el caso, supuestamente bajo la influencia del actual Presidente Otto Pérez Molina. Nairn informó desde la ciudad de Guatemala: “La jueza Yassmin Barrios y la fiscal general Claudia Paz y Paz afirman que van a impugnar la orden de archivar el caso, algo extraordinario”. El juicio prosiguió y, finalmente, Ríos Montt fue hallado culpable. Nairn sostuvo tras conocer el veredicto: “La jueza Barrios fue la que estuvo directamente involucrada en la causa, ella dirigió el juicio. Ella tuvo que pronunciar el veredicto. Cada noche, al salir del tribunal, llevaba un chaleco antibalas. Los jueces y los fiscales de la causa recibieron amenazas de muerte. En un caso, un fiscal fue amenazado de muerte y la persona que lo amenazó colocó una pistola sobre la mesa y le dijo: ‘Sé dónde están tus hijos’. Hace falta mucho valor para llevar a cabo un juicio como este”. La Premio Nobel de la Paz y referente indígena guatemalteca, Rigoberta Mechú, afirmó: “Esta sentencia es histórica. Es grande. La sentencia de Ríos Montt... Esperamos más de 33 años para que hubiera justicia en Guatemala y queda claro que una paz sin justicia, una paz sin verdad no es paz; es la paz de los victimarios. Un punto que hace muchos años que hemos señalado”. El veredicto es verdaderamente histórico porque proviene de un tribunal nacional de Guatemala. Menchú mencionó que la Corte Penal Internacional no podría haberse ocupado del caso: “Se creó el Tribunal Penal Internacional, pero ese Tribunal Penal Internacional no juzgó a los genocidios ya cometidos, sino

que tendría que esperar nuevos genocidios... Eso no es posible...pensar que un Tribunal debe esperar que se cometan genocidios para juzgarlos. Por eso la sentencia contra Ríos Montt significa un enorme desafío para la humanidad. Yo creo que es un gran desafío para todos los países que deben sentir vergüenza porque permitieron el genocidio en Guatemala.” Allan Nairn iba a declarar en el juicio. Una entrevista que realizó en 1982 atrajo mucha atención internacional. Habló ante la cámara con el “Mayor Tito”, quien afirmó que familias enteras de pobladores indígenas trabajaban con la guerrilla. Los soldados de Tito le dijeron a Nairn que mataban sistemáticamente a esos pobladores civiles. Resulta que “Tito” no es otro que el actual Presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina. Nairn considera que la condena de Ríos Montt podría significar la apertura de un posible procesamiento contra Pérez Molina y otros: “Un último argumento jurídico es que el mandato que emitió la jueza, la orden que le dio a la Fiscal General, la orden de la Jueza Barrios a la Fiscal General Paz y Paz de seguir investigando a todos los implicados en los crímenes de Ríos Montt podría incluir a funcionarios estadounidenses, porque los agregados militares de Estados Unidos en Guatemala, la gente de la CIA que estaba allí ayudando a la unidad G2 de inteligencia militar, los funcionarios encargados de formular las políticas en Washington, la gente como Elliott Abrams y los altos funcionarios del gobierno de Reagan estuvieron directamente invo-

lucrados y fueron cómplices del ejército de Guatemala. Les suministraban dinero, armas, apoyo político, inteligencia. Ellos podrían ser acusados en virtud del derecho internacional y del derecho nacional de Guatemala. La justicia y la Fiscal General tendrían derecho a solicitar su extradición de Estados Unidos. Además, en el proceso de investigación podrían solicitar documentos de Estados Unidos, porque seguramente hay informes exhaustivos y registros de las comunicaciones del Ejército de Guatemala interceptadas por el Departamento de Seguridad Nacional durante ese período. También hay informes que aún están clasificados sobre qué estaban haciendo exactamente la CIA y la DIA [Agencia de Inteligencia de la Defensa], la Casa Blanca y el Departamento de Estado con Ríos Montt y con otros comandantes, gente como, bueno, antes de Ríos Montt, el General Benedicto Lucas García, y después Pérez Molina. De modo que, tanto el Presidente Pérez Molina como ex funcionarios estadounidenses son ahora posibles blancos de una investigación penal de estos crímenes de genocidio y de lesa humanidad en Guatemala”. Más allá de lo que suceda de ahora en adelante, al alejarse de la violencia y la impunidad, Guatemala le ha dado un ejemplo al mundo. Como afirma Nairn “los Mayas de Guatemala alcanzaron un nivel de civilización superior al de Estados Unidos”. Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna. © 2013 Amy Goodman


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Giovanna Flores Medina*

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on la muerte de Giulio Andreotti este pasado 6 de mayo no sólo se cierra un ciclo de la política italiana, sino también una parte de la historia de la Democracia Cristiana internacional. Si durante cuatro décadas la DC itálica logró ser el único partido que gobernó ininterrumpidamente en toda Europa, entre 1948 y 1993, las glorias y miserias de ese paradigma se encarnan en una sola persona: Andreotti. No hay otras visiones: la suya, es una larga vida de culto al poder, de maestría en la realpolitik, que lo erigieron en el símbolo de la primera república. Siete veces presidente del consejo de ministros, el joven humilde de la Ciociaria jugó con su inteligencia, como ningún otro, el rol de El Príncipe. Al lado de Dio e con il Diavolo por consejero, como gustaba ironizar, sus sospechosas amistades le situaron siempre bajo la sombra de cierta criminalidad: el Vaticano, la masonería de derechas, Kissinger, los dictadores latinoamericanos y los árabes, y, por supuesto, la mafia. Todos siempre estuvieron conectados con él, despertando la suspicacia y la inspiración de una nutrida creatividad artística que encuentra en el film ‘Il Divo, la espectacular vida de G. Andreotti’ su máxima referencia. Sin embargo, es su estrepitosa caída la que mayor significado tiene como síntoma —y detonador— de la decadencia del sistema político de Italia. Un largo proceso de descrédito y fragmentación que empezó hace 35 años. Fue el 9 de mayo de 1978, cuando aparece muerto su camarada Aldo Moro, que se abre una herida en el corazón del Estado. Su ejecución por las Brigadas Rojas, es una manifiesta advertencia contra la tesis del Compromesso storico, el primer intento de un gobierno de coalición entre la DC y los eurocomunistas. Fue entonces, cuando Moro, presidente del partido y defensor del pacto y Andreotti, que, si bien encabezaría el gobierno, nunca lo propició, se vieron finalmente enfrentados. Cada uno representó las dos formas opuestas que conflictúan a la DC hasta nuestros días. Sin preverlo, el paradigma andreottiano cimentó el camino de su destrucción. Su consecuencia más grave fue abrir las puertas al vendaval del neoliberalismo y su mirada de la política al servicio del mundo de los negocios y la concentración de la riqueza. El máximo representante de esta nueva realpolitik es Silvio Berlusconi, “Il papi”, y su modus vivendi hoy llamado por algunos como la “videocracia”. Giulio, el culto al poder, versus el peso moral de ‘Il caro’ Aldo Lo irreconciliable de las posiciones de ambos líderes sería evidente en la década del 70, los años de plomo, cuando las calles de Roma, Milán, Padua y Turín conocieron de los atentados terroristas. Entonces, la ciudadanía estaba convulsionada por la emergencia de la lucha armada de las Brigadas Rojas (ultraizquierda) y la acción paramilitar de Propaganda Due (P2), una selecta logia masónica de extrema derecha, que propugnaba la “transformación autoritaria del Estado”, tan cercana a la CIA como a los golpistas latinoamericanos de la época. En esa coyuntura, Moro, jefe de gobierno en 1963 y nuevamente electo en 1976, se opuso a cualquier acercamiento con la derecha, fuera la italiana, la del resto de Europa o la norteamericana. En su diseño estratégico, seguir conciliando con esas fuerzas y mantenerse en el centro implicaba un retroceso que contrariaba los principios ideológicos de justicia social

de la DC y, sobre todo, alejaría al electorado: la enorme masa “operaia” sindicalizada (obreros) y el nuevo mundo de los universitarios provenientes de la reforma educacional. Lo importante era potenciar el vínculo con esa masa crítica en ciernes, ávida de reivindicaciones y capaz de apoyar las reformas de la justicia social —según el modelo DC— sin caer en una guerra civil. Esto, ya que la grave experiencia del golpe militar de 1973 en Chile y su desenlace fatal de represión debía ser evitado en Italia, cerrando la vía violentista y más ultraderecha. En materia internacional, Moro, fue un crítico de las intervenciones de EE.UU. ante cualquier peligro inminente de comunismo, especialmente bajo la influencia de Kissinger. En efecto, el controvertido premio Nobel de la Paz recuerda en sus memorias que Moro

sin embargo el auto de Moro fue interceptado, muriendo su chofer y 4 escoltas. Nunca llegó a la votación. Pasaría 55 días en manos de las Brigadas Rojas, las que lo sometieron a un proceso revolucionario y finalmente lo condenaron a la ejecución. En ese tiempo no sólo se sucedieron las tratativas solicitando la absolución y entrega de 13 brigadistas rojos que estaban presos a cambio de liberar a Moro con vida, sino también se conoció, a través de sus cartas, la pugna de poder al interior de la DC. Ello, pues Andreotti y Francesco Cossiga rechazaron negociar con los captores, ya que implicaba una señal de debilidad ante los grupos anti-Estado. Hasta Yasser Arafat de la OLP se ofreció como intermediario e incluso gobiernos nórdicos le aseguraban asilo y protección al democristiano una vez que fuera liberado. Pero nada aplacó la negativa del partido y abandonaron la vía conciliadora, afirmando que debían someterse al derecho y liberarlo. Ni siquiera la carta de Pablo VI, el pontífice amigo de la elite DC, cuya desesperación lo llevó a proponer a los captores su

Andreotti, Moro y la ‘realpolitik’

siempre le ofreció nula amistad, siendo tan diferente a Andreotti, al que sí califica como un estrecho colaborador. Resulta así innegable que Il caro Aldo, en aquel tiempo, fue un nexo público con la resistencia demócrata cristiana y la izquierda latinoamericana. En tanto, Andreotti, con intermitencia trataba el tema directamente con Licio Gelli de P2, parte de la curia vaticana más ultraderechista o con otros amigos de los gobernantes, siempre fiel a su lema “el poder se ejerce sin dejar huellas”. La ejecución de Moro, la advertencia contra el compromesso storico y Chile El revuelo mundial provocado por la ejecución de Moro es la mayor sombra que pesa sobre Il divo. A partir de ese 9 de mayo de 1978, queda de manifiesto el rechazo y la advertencia internacional contra cualquier

propuesta programática en la DC, que incluyera las fuerzas de izquierda. En efecto, Moro fue el precursor junto a Enrico Berlinguer, fundador del eurocomunismo itálico, de un pacto de gobierno, conocido como el compromesso storico. Un estatuto de garantías mutuas de gobernabilidad, que legitimaría el paso hacia reformas sociales más definidas, y que significaba conformar, por primera vez, un consejo de ministros encabezado por el mismo Giulio Andreotti e integrado por algunos líderes comunistas. El viraje hacia la centroizquierda aseguraría un partido con mayor rendimiento electoral y legitimaría las reformas sociales ante los sectores más centristas. Moro fue capturado el 16 de marzo de ese año, justo la mañana en que se votaba en el Parlamento la moción de confianza para dar paso al gobierno DC-comunistas,

persona en canje por la vida de su amigo, logró cambiar esa fatalidad. Una vez que avizoró su condena, Moro optó por transparentar su crítica hacia los liderazgos del partido, anticipando la traición de sus antiguos camaradas y la destrucción de la DC. En su penúltima carta escribe sobre Andreotti: “No es mi intención volver sobre su gris carrera. Esto no es un fallo, pero se puede ser gris y honesto, se puede ser bueno y gris, pero lleno de fervor. Y bien. Es esto lo que precisamente le falta a Andreotti. Cierto, él ha podido navegar desenvueltamente entre Zaccagnini y Fanfani, imitando un De Gasperi inimitable que está a millones de años luz lejos de él. Pero le falta justamente eso, el fervor humano. Le falta ese conjunto de bondad, sabiduría, flexibilidad, y claridad que tienen, sin reservas, los pocos demócratas


CORREO del SUR cristianos que hay en el mundo. Él no es de éstos. Durará un poco más o un poco menos, pero pasará sin dejar rastro”. Por ello solicitó que sus funerales fueran privados y que no participara miembro alguno de la cúpula partidaria. Así fue. Le despidieron en dos ceremonias, una de Estado atiborrada con la socialité italiana, pero con un féretro sin cuerpo, y otra en privado con su familia y amistades, quienes nunca más se vincularon a la DC. Con los años su viuda daría a conocer detalles de las advertencias que ya habría formulado Kissinger en 1975 y 1976 a su marido, señalándole lo inconveniente, riesgoso y problemático para EE.UU. de su defensa de la opción progresista. El fin de la era andreottiana y el proceso Manos Limpias Muchos especulan que en cada conspiración que agitó a Italia post 1978, la mano nera fue la de Andreotti. La sucesión de homicidios, muchos de ellos extraños suicidios y atentados incendiarios, en los cuales terminó implicado, lo situaban como una pieza clave del iter críminis: mandante, facilitador, cómplice o encubridor. Entre estos, se encontraban las muertes de Mino Pecorelli y del General Della Chiesa, vinculados a los secretos del caso Moro; la del banquero Michele Sindona envenenado mientras estaba preso; los atentados contra el senador Salvo Lima y el juez Giovanni Falcone, reconocido prosecutor an-

timafia. A contar de 1992 compareció simultáneamente ante los tribunales de Roma, Palermo y Peruggia, siempre por “concurso exterior en delito de asociación mafiosa”. En unos y en otros casos los mafiosos de la Cosa Nostra Gaetano Badalamenti y Gino ‘Totó Rina’ se repiten como autores intelectuales o instigadores. El onorévole, era como muchos decían un aliado que habría pactado con ellos, revelándose su jerarquía en “el saludo de beso” que habría dado a Rina. Sin embargo, cuando eso se hizo público, en una astuta jugada moralista, Il divo consiguió ser recibido por Juan Pablo II: a él también lo reverenciaba y besaba. Aunque de todos los procesos resultó absuelto, ya por haber prescrito la acción

penal, ya por no tener méritos en la causa, según sentencias de la Corte Suprema dictadas entre el 2002 y 2004, llama la atención que tales fallos efectivamente reconocieran su responsabilidad en el delito asociativo como una concreta colaboración con la mafia y su protección “paralegal”. Andreotti conoció entonces el rechazo social y el declive del poder que detentó por 45 años. Con la caída de Andreotti y de Craxi se agota la primera República e Italia ingresa a una etapa histórica de desorientación, pérdida de la identidad política en su proyecto país y deslegitimidad de la estructura institucional vigente. La crisis alcanza tal nivel que tras sucesivos llamados a la refundación de los partidos y del Estado, que incluso venían desde el Vaticano, el parlamento se disuelve en 1994. El soporte que brindaban los tres grandes partidos: DC, PS y PC que habiendo o no cogobernado se desintegró y el mayor perjudicado resultó ser el partido de Il divo. Las propuestas de socialdemocracia, humanismo cristiano y justicia social fueron reemplazadas por las “caras nuevas” y la apolítica, dando paso a la segunda república.

Domingo 26 de mayo de 2013

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La segunda República: videocracia y nueva realpolitik Acaso una de las expresiones más frívolas de la política actual italiana sea la videocracia. En 1993, ante un debilitado consejo de ministros y con una ciudadanía abru-

clan en sus partidos Fuerza Italia y el Pueblo de la Libertad. El marketing lo erigió en el símbolo de la meritocracia de derechas y su nueva realpolitik: el abogado trabajólico que acompañado de velinas (bailarinas de TV) resulta electo, una y otra vez, como el parlamentario “del amor”. Ya sea vistiendo de obrero de la construcción, de campesino o de él mismo, es simplemente un rockstar. Cuatro veces jefe de gobierno, su autoridad le ha valido una triste fama mundial como el responsable de la deficitaria balanza de pagos que mantiene a Italia presa de las imposiciones de la troika en la eurozona. Sus infalibles conexiones le permiten, a pesar de haber sido destituido del gobierno en el año 2011, ser elegido senador este 2013. Tras el fin anticipado del gobierno de Il cavaliere, asumió el tecnócrata Mario Monti, cuyas medidas de restricción al gasto social desencadenaron un choque entre la ciudadanía movilizada y la lógica operativa de los partidos. Así, al tiempo que las reivindicaciones de la justicia social eran las mismas que hace 60 años, las últimas elecciones parlamentarias de Italia, atomizaron aún más las ya reducidas fuerzas partidarias surgidas tras “Tangentópoli”. Varios analistas se preguntan si este es tiempo de dar inicio a una tercera república, a un nuevo pacto social que permita restablecer los equilibrios democráticos, la responsabilidad de las autoridades y

asegurado desde el Estado. Lo mismo ocurre en Chile. Ahora que por años estuvo desdeñada la acción política, hoy ad portas de una elección presidencial, la derecha popular, émula de Berlusconi, tiene a su candidato Pablo Longueira proclamando con total desparpajo su apuesta “Por una patria más justa para todos”. Una verdadera impostura ideológica, cuando ha sido su estrategia neoliberal de desarrollo la que ha contribuido a concentrar la riqueza en unas pocas familias y a mercantilizar derechos como el de educación y salud, ungiendo a la precariedad laboral y el abuso de autoridad, ya en los mercados, ya en el aparato público, en la base de su poder. Tanto reclamó ante la carencia de un relato político en la derecha, que ahora se apropia de la ideología que trataba de old fashion y la desprovee de su esencia. Es sólo el envase, la carcasa. Ciertamente, desde Italia, Andreotti y Moro marcaron a fuego a los partidos de inspiración cristiana, entregando las claves del ejercicio del poder. Mientras Moro es la figura heroica para las masas y un líder desdeñado por sus contendores debido a su ética política, la realpolitik de Andreotti es el paradigma del culto al poder, la “vicenda del eterno ganador”, una gloria que empieza y termina en él. Andreotti no dejó herederos, sólo imitadores. Su premisa de “el poder sólo desgasta a quien no lo tiene”, es capaz de deshumanizar cualquier

mada por la corruptelas llega al gobierno el empresario Silvio Berlusconi, “Il cavaliere”. Un millonario Forbes, amigo de la corriente andreottiana y antiguo aspirante a la P2, que aprovecha el vacío de poder, y se instala en el Palacio Chigui. Quizás lo que más le importe sea la consolidación de su imperio financiero, que desde Invesmedia controla la prensa escrita, la televisión, el cine, la banca y las inmobiliarias. Berlusconi es la figura política más importante de este periodo y su aporte revolucionario es el régimen de la videocracia. La banalidad, la desideologización, la sobreexposición de su vida privada, sus conflictos de interés y la, para aquellos años, novísima derecha popular, se entremez-

la confianza del electorado. Ello, pues la irrupción del movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo, que es contrario a todos los políticos, y la exitosa reelección de Berlusconi, ponen de manifiesto que la inercia política continúa. En tanto Monti apoyado por Pier Ferdinando Casini y los herederos de la DC, no fueron exitosos, y tras abandonar el ya por años demodé discurso de “el centro del centro”, optaron por una popularísima centroizquierda, pero repleta de neoliberales. La contrapartida la ofrece la derecha popular que se apropia del discurso de la justicia social y la reforma propugnada por las anteriores fuerzas democristiana, socialista y comunista. Pareciera que todo es eslogan y que nada puede ser

intento por conciliar con su conducción del partido. Ahora el joven Enrico Letta, vicepresidente del Partido Democrático, fundado en el 2007 con bases democristianas, socialistas y comunistas, tras días de negociaciones, fue elegido Primer Ministro. En sus primeras declaraciones ha prometido la restauración de la república, y un nuevo pacto fundacional que erradique los feudos de la videocracia, acudiendo a la compañía de Il caro Aldo Moro y del onorévole Andreotti como consejero. Tras algunos días sin Andreotti y 35 años sin Moro, la crisis ante el vacío de poder y el averno nuevamente está en manos de un democristiano, uno que ahora no teme al compromesso storico.


LAS PATRONAS…

Crónicas de la hospitalidad en América Latina

Wooldy Edson Louidor

B

ogotá, 22 de mayo de 2013. Esta tradición de la hospitalidad latinoamericana se reflejó de manera elocuente en el caso de México a lo largo del siglo XX. México se convirtió en país de acogida de una gran cantidad de refugiados, entre intelectuales, artistas, activistas políticos, que huían de la persecución de las dictaduras en América Latina y en España. Las embajadas y otras sedes diplomáticas de México en Sud América, por ejemplo en Chile y en Argentina, fueron -para los ciudadanos perseguidos- lugares de asilo, donde recibían protección y asistencia humanitaria, mientras se gestionaban los salvoconductos para su traslado a México. Se estima entre cientos de miles y casi

un millón de asilados, entre sudamericanos –argentinos, chilenos, bolivianos uruguayos, brasileños-, caribeños y europeos, que acogió México a lo largo del siglo XX, principalmente de finales de los 50 a principios de los 80. Lo que convirtió a México en el país de asilo y de hospitalidad por excelencia en la región. También les ha valido a los diferentes gobiernos mexicanos una serie de tensiones con regímenes dictatoriales como, por ejemplo, con el presidente chileno Augusto Pinochet que rompió las relaciones diplomáticas en 1974 con ese país, negándose a otorgar salvoconductos a sus ciudadanos que buscaban refugio en la sede diplomática mexicana. La Nueva Ley de Migración Mexicana de 2011 trató de reconocer esta tradición

CORREO del SUR Director General: León García Soler

de hospitalidad; por ejemplo, esta normativa estipula en su artículo número dos: “Hospitalidad y solidaridad internacional con las personas que necesitan un nuevo lugar de residencia temporal o permanente debido a condiciones extremas en su país de origen que ponen en riesgo su vida o su convivencia, de acuerdo con la tradición mexicana en este sentido, los tratados y el derecho internacional.” Sin embargo, el territorio de México, lugar de paso hacia los Estados Unidos de América para migrantes principalmente centroamericanos, es una pesadilla para ellos. Son constantemente víctimas de crímenes (homicidios, secuestros, agresiones sexuales), violencias y violaciones contra sus derechos humanos a manos de grupos del crimen organizado, mientras

que los diferentes gobiernos del país no han mostrado suficiente interés y determinación para proteger a dichos migrantes en su territorio. En este panorama sombrío han surgido organizaciones y personas, por ejemplo las llamadas Patronas, que devuelven la esperanza a los migrantes que pasan por territorio mexicano, a través de gestos y actos gratuitos de hospitalidad. Las llamadas Patronas son mujeres que, desde 1995, generosamente se han dedicado a preparar comida para dar a esos hombres, mujeres y niños centroamericanos que pasan en los trenes por sus comunidades (en Veracruz, por ejemplo) en busca del sueño americano. - Wooldy Edson Louidor del SJR LAC http://alainet.org/active/64180

Suplemento dominical de Director: Adolfo Sánchez Rebolledo

Diseño gráfico: Hernán Osorio


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