Lunes, 11 de abril de 2016
Pascua: Propuesta de Grandes Hombres Esta semana vamos a tener una semana especial de Buenos Días. Bajo el prisma de la Pascua que nos habla de la Vida con Mayúsculas, os voy a contar las anécdotas de cuatro personas que han luchado por sus sueños. Creyendo en la Vida han dedicado su día a día a hacer felices a los demás. Hombres normales pero que se han ganado un puesto en la historia. Esta es la primera de estas historias, a ver si os suena. En el siglo XV nació en Florencia un niño algo hiperactivo y bastante soñador y testarudo. En aquella época los estados italianos estaban constantemente enzarzados en constantes batallas. Los jóvenes eran obligados a madurar muy deprisa para, desde muy temprana edad, defender a su estado. A este niño le tocó tener que participar en una de estas batallas. El hecho es que mientras todos los jóvenes se animaban unos a otros a la pelea, nuestro misterioso personaje dedicaba su tiempo a observar la naturaleza o mirar al cielo con actitud anhelante. Por esta razón sus compañeros le daban la espalda. En cierta ocasión estaba dibujando cuando uno de sus compañeros le propuso estudiar pintura. Nuestro personaje no se lo pensó dos veces y se encaminó, con todos sus ahorros, al taller de Verrocchio. Sin embargo, por no tener dinero suficiente para costearse los estudios, se le echó a la calle. No se dio por vencido. Siguió pintando por su cuenta. Enseguida se convenció de la importancia de estudiar anatomía para poder así pintar de manera más real. Tal fue su convicción que el profesor le acogió, interesándose por sus dibujos, dejándole estudiar en su taller. Con el tiempo sus dibujos fueron pasados al lienzo. Sus estudios de anatomía fueron la clave para crear obras de arte que, desde entonces, han sorprendido al mundo entero. Pero sus sueños no acabaron ahí. Enseguida se puso a trabajar en otros campos: paleontología, botánica, ciencia, escritura, escultura, filosofía, ingeniería, invenciones, música, poesía e, incluso, urbanismo (de echo muchos coinciden que el gran invento del metro, presente hoy en las grandes ciudades de todo el mundo, es obra suya). Fue un hombre que entendió a la perfección el mensaje de Dios en Pascua: cree en ti, cree en la vida, cree en tus sueños, acoge cada día como lo que es: “un regalo”. Supongo que ya sabréis de quien se trata (preguntamos a los alumnos): Leonardo da Vinci De su vida podemos aprender muchas lecciones. Dejo dos a vuestra consideración: •
No dar de lado a nadie. Todas las personas son “increíbles”. De todos podemos aprender.
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Por muy hundidos que estemos en el lodazal, siempre, con esfuezo, se puede salir adelante.
Aprendamos de este gran hombre a vivir el espíritu de Pascua. Una vez más…
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