Lunes, 28 de abril de 2014
Bienvenidos a esta última etapa Muy buenos días a todos y sed todos/as bienvenidos. Espero que hayáis pasado unas felices vacaciones y que hayáis gozado con la Resurrección de Jesús. En estas fechas se suele decir ¡Feliz Pascua! (lo mismo que en Navidad). ¿Ya sabes por qué? Pues mira, la razón es que para nosotros los cristianos es una gran noticia que el Padre haya hecho el gran milagro de resucitar a su Hijo. Éste, después de morir en la cruz, fue resucitado por el Padre y, junto a Él, todos estamos salvados. Hoy recomenzamos de nuevo el curso y entramos en su última parte. No os preocupéis, esta parte es más corta que las anteriores y pronto todos comenzaremos a percibir los aromas del verano. Estos días se llaman Pascua Florida o también de Pascua de la Luz, pues Jesús ha vencido a las tinieblas de la muerte. Y hablando precisamente de luz y de oscuridad os diré que hace ya unos cuantos años cayó en mis manos la carpeta de una alumna. Me permitió leer sus dedicatorias y hubo una que me gustó y me llamó mucho la atención. Decía así: “Desde que me perdí en tu oscuridad, no tengo miedo a la noche”. Yo le pregunté qué quería decir con eso y me comentó que era una especie de piropo al chico que le gustaba. La idea me encantó y me hizo pensar que para nosotros, como cristianos, la figura de Jesús debe ser algo muy parecido. Él es la imagen de la luz en medio de las tinieblas, de la tranquilidad y el sosiego… por eso me dije que si fuéramos capaces de perdernos en esa clara luz que es Jesús, no tendríamos miedo a nada ni a nadie en esta vida. Éste es el mensaje que hoy, primer día del tercer trimestre, os quiero dejar: vale la pena perderse en la profunda claridad de Jesús.
¡¡No tendremos miedo a nada!! Colegio LA PRESENTACIÓN Villava Multilingual School – Centro Plurilingüe
Martes, 29 de abril de 2014
Pregunta a tu Corazón Muy buenos días. Uno de los consejos que los profesores os suelen dar es que nunca os quedéis con dudas. Estoy convencido de que habréis escuchado una y mil veces eso de que ante cualquier duda preguntéis al profesor. ¿No es cierto? Sin embargo creo que en la vida de cada uno de nosotros hay multitud de preguntas sin respuesta y creo que muchos tenemos la necesidad de que alguien nos dé esas respuestas. Esto me hace recordar una bonita historia que ahora mismo os relato:
Un hombre vivía en Turquía y oyó hablar de un gran sabio que moraba en Persia y que poseía el secreto de la sabiduría. Sin pensárselo dos veces el hombre vendió todas sus cosas, se despidió de su familia y se marchó en busca de aquel sabio. Después de años viajando, consiguió llegar a la cabaña donde vivía el gran maestro. Se acercó a él lleno de respeto y le dijo: -
Vengo desde Turquía hasta aquí para hacerte una pregunta.
-
Bien. Puedes hacer sólo una pregunta.
-
Tengo que ser muy claro en lo que voy a preguntar. ¿Puedo hacerlo en turco?
-
Puedes –dijo el sabio-‐. Y ya he respondido a tu única pregunta. Cualquier otra cosa que desees saber, pregunta a tu corazón; no hace falta viajar tanto para saber que ése es el mejor consejero que existe.
Y cerró la puerta. Si miramos en nuestro corazón, seguro que encontraremos respuestas a muchas de las cuestiones que nos plantea la vida. Jesús miró en su corazón en los momentos más cruciales de su vida y se encontró con la palabra del Padre.
¡¡ Tenemos algo bueno que contar !! Colegio LA PRESENTACIÓN Villava Multilingual School – Centro Plurilingüe
Miércoles, 30 de abril de 2014
La historia de la Rueda Cuenta una historia que en cierta ocasión hubo una rueda a la que le faltaba un pedazo, le habían cortado un trozo triangular. No obstante nuestra rueda quería estar completa, sin que le faltara nada. Un buen día, todo decidida, se fue a buscar la pieza que le habían cortado. Pero, como estaba incompleta y sólo podía rodar muy despacio, en su viaje pudo fijarse en las bellas flores que había en el camino. También tuvo tiempo de charlar con los gusanos y disfrutar de los rayos del sol. Después de estar durante meses buscando llegó a encontrar montones de piezas, pero ninguna era la que le faltaba. A punto estuvo de dejar su búsqueda en más de una ocasión pero su deseo de llegar a ser una “rueda perfecta” siempre vencía. Y así, una y otra vez, armada de paciencia e ilusión, continuaba su búsqueda. Un buen día, por fin, encontró la pieza que le faltaba. Imaginaos su ilusión. ¡¡DESPUÉS DE MESES BUSCANDO, POR FIN ESTABA COMPLETA, SIN QUE LE FALTARA NADA!! Se colocó el fragmento en el cuerpo y empezó a rodar. Volvió a ser una rueda perfecta, capaz de alcanzar las velocidades más increíbles. Pero, esta vez, rodaba tan rápido que ya no fue capaz de ver las flores ni de disfrutar de la naturaleza y los rayos del sol. Cuando se dio cuenta de lo diferente que parecía el mundo cuando rodaba tan aprisa, se detuvo, dejó en la cuneta de la carretera el pedazo que había encontrado y se alejó rodando lentamente.
Hasta aquí el cuento pero... ¿cuál puede ser la enseñanza? Quizá la moraleja de esta historia sea que, por alguna razón, nos sentimos más completos cuando nos falta algo. La persona que lo tiene todo, es alguien pobre en ciertos aspectos: nunca sabrá qué se siente al desear algo, qué es eso de tener esperanzas, qué es eso de trabajar por cumplir un determinado sueño... Tampoco conocerá la experiencia de recibir de alguien que ama lo que había deseado y no tenía. Cuando aceptemos que la imperfección es parte de la condición humana y, aún a pesar de eso, sigamos rodando por la vida sin renunciar a disfrutarla, entonces habremos alcanzado una integridad a la que otros sólo aspiran.
¡¡FELIZ PUENTE DE MAYO!! Colegio LA PRESENTACIÓN Villava Multilingual School – Centro Plurilingüe