Martes, 9 de diciembre de 2014
Ayer celebramos la fiesta de la Inmaculada
Cuentan que una vez, en una hermosa mañana de verano, una serpiente se encontró en el bosque con su vieja amiga la ardilla. -‐ “¿Qué hay de nuevo?”, le preguntó la ardilla, “hace ya mucho tiempo que no te encontraba”. -‐ “No me puedo quejar”, respondió la serpiente, “lo único que me preocupa ahora es que estoy perdiendo un poco la vista. De hecho no veo ya casi nada y dentro de poco me tendré que poner lentillas” La serpiente fue al oculista, se puso lentillas y a los pocos días se encontró de nuevo con la ardilla la cual, con cierto tono de ansiedad, le preguntó: -‐ “¿Cómo te van las cosas ahora?” -‐ “Perfectamente. No sólo veo a la perfección sino que ahora incluso me va mejor con mi familia”. -‐ “Pero, ¿cómo pueden mejorar las lentillas tu vida familiar?”, preguntó curiosa la ardilla. -‐ “Muy sencillo”, respondió la serpiente, “he descubierto que estaba viviendo con la manguera de regar el jardín”.
Hace algún tiempo se ha descubierto que hay un síndrome que afecta a toda clase de personas. Se llama el “SÍNDROME DEL HOMBRE INVISIBLE”. Alguien está a nuestro lado cada día, en clase, en el patio, en el comedor… y apenas nos damos cuenta que está ahí. Los demás se vuelven irrelevantes. Nadie nos importa. En el mejor de los casos, los que nos interesan son porque nos sirven en algún momento para algo. Pero ha habido una persona que nos ha demostrado con su vida que las cosas pueden ser muy diferentes. Me supongo que ya sabes de quién estoy hablando. Pues sí, estoy hablando de María, la madre de Jesús. A ella no le importó cambiar sus planes e ir a ayudar a su prima Isabel, o dar un giro a la vida que había pensado junto a José para hacer caso al anuncio del ángel Gabriel. Vamos, fue un ejemplo perfecto de servicio y ayuda. A ella sí que le importaban los demás. María nunca necesitó ni gafas ni lentillas como la serpiente de la historieta, veía perfectamente porque se fiaba de Dios. Pero… ¿y nosotros?, ¿ya nos fiamos de Dios? Como en tiempos de María, también hoy encontramos que Jesús quiere volver a nacer en cada una de nuestras casas y familias en esta Navidad. A lo largo de esta semana vamos a tener la oportunidad de ir a la parroquia por cursos y arreglar las cosas por dentro pidiendo perdón por las veces que no nos hemos fiado. Desde estas sencillas líneas os animo a aprovechar esta oportunidad y tener una Navidad diferente.
Como María también nosotros TENEMOS ALGO BUENO QUE CONTAR. Colegio L A P RESENTACIÓN Villava Multilingual School – Centro Plurilingüe
Miércoles, 10 de diciembre de 2014
Nos preparamos para la Navidad Estamos en los días en que celebramos uno de los acontecimientos centrales de nuestra fe: el nacimiento del Hijo de Dios. Dios hace realidad su promesa, se hace hombre para demostrarnos que no es una idea o una leyenda transmitida por los ancianos, nuestros antepasados, sino que es algo vivo, algo real. La Biblia nos cuenta los acontecimientos ocurridos hace miles de años. El Adviento y la Navidad nos van presentando el anuncio del Mesías y su llegada entre nosotros. Pero estos días nos encontramos muy “liados” con las fiestas: las comidas, las visitas, los regalos, las compras y las prisas. Todo esto puede despistarnos un poco y hacer que perdamos la esencia de lo que celebramos: una promesa de amor de Dios a los hombres y mujeres de nuestro mundo; un mensaje de esperanza y paz válido hasta el fin de los tiempos. Es importante que aquellos que conocemos y creemos en el mensaje de Jesús lo rescatemos con toda su fuerza. Que, al igual que los pastores, seamos testigos de esta realidad y transmisores de la Buena Noticia que nos llega, porque en este mundo en que vivimos tenemos verdadera necesidad de buenas noticias.
Y la Buena Noticia es esta:
“Por entonces salió un decreto del emperador Augusto, mandando hacer un censo del mundo entero. Todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad. También José, que era de la familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para inscribirse con su esposa, María, que estaba esperando un hijo. Estando allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no encontraron sitio en ninguna posada” (Lc 2, 1-‐7)
¡¡ TENEMOS ALGO BUENO QUE CONTAR !! Colegio L A P RESENTACIÓN Villava Multilingual School – Centro Plurilingüe
Jueves, 11 de diciembre de 2014
Zapping por el Evangelio Éste es el mensaje que Juan el Bautista nos ofrece unos días antes de que celebremos en familia el nacimiento de Jesús de Nazaret. “MIRA, YO ENVÍO A MI MENSAJERO DELANTE DE TI PARA PREPARARTE EL CAMINO. UNA VOZ GRITA EN EL DESIERTO: PREPARAD EL CAMINO AL SEÑOR, ALLANAD SUS SENDEROS”. Así es como se presentó Juan el Bautista en el desierto. Juan proclamaba un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Estaba preparando la llegada del Mesías. La gente, después de escucharle, se acercaba al río Jordán y, tras arrepentirse de sus faltas, se bautizaba. También nosotros, a lo largo de estos días, estamos teniendo la posibilidad de acercarnos al sacramento de la reconciliación. Lo estamos realizando por cursos. Es una ocasión formidable para mirar dentro de nosotros mismos y quitar todo aquello que no sea LUZ, todo aquello que no sea ILUSIÓN. No lo dudes ni por un segundo:
¡¡TU ILUSIÓN ES ALGO BUENO QUE TIENES QUE CONTAR!!
Colegio L A P RESENTACIÓN Villava Multilingual School – Centro Plurilingüe
Viernes, 12 de diciembre de 2014
Papá, ¿cuánto ganas a la hora? Cuentan que un niño salió a buscar a su padre cuando venía del trabajo. El padre le cogió en brazos y el niño le preguntó: -
Papá, ¿cuánto ganas a la hora?
El padre se molestó con la pregunta y le contestó de mala manera. El niño insistió. Entonces el padre, cambiando de cara y sonriendo, le respondió que solamente ganaba 5 € a la hora. El niño continuó con sus preguntas y, en un determinado momento, le pidió 2 €. El padre se enfureció y, de nuevo, le respondió de malas maneras: -
Así que para eso querías saber tú lo que yo ganaba: sólo querías que te diera la paga. Lo que tendrías que hacer es estar durmiendo.
El niño, con cara entristecida, se marchó sin rechistar. Cuando finalmente el padre se acostó comenzó a reflexionar y a pensar que había sido muy duro con su hijo. Con lágrimas en los ojos fue a su cama y vio que todavía estaba despierto. Le dio un beso en la mejilla y extendiendo la mano le dio los 2 € de paga. En ese momento el niño sacó tres de debajo de la almohada y le dijo: -
Papá, ya tengo 5 €.
Y alargando el brazo se los entregó diciendo: -
Toma, papá, te compro una hora para que estés conmigo.
A veces estamos tan ocupados en nuestras cosas que no tenemos tiempo para los demás, para la familia, para nuestros hermanos. Entramos en un nuevo fin de semana. Que seamos capaces de compartirlo con nuestra familia. Ella nos necesita.
¡¡ TENEMOS ALGO BUENO QUE CONTAR !! Colegio L A P RESENTACIÓN Villava Multilingual School – Centro Plurilingüe