Lunes, 2 de marzo 2015
Pitágoras, todo un ejemplo Cuando Pitágoras descubrió su famoso teorema fue consciente del gran logro que había producido para la humanidad. Por ello reunió a todos los habitantes de la ciudad de Samos y, agradecido a los dioses, ofreció "una hecatombe". Todos quedaron satisfechos. En nuestro lenguaje habitual, cuando decimos que se ha producido una "hecatombe" nos estamos refiriendo a un gran desastre. Sin embargo en los orígenes de esta palabra no fue así. Hecatombe significaba nada más y nada menos que "el sacrificio de 100 toros a los dioses" por haber otorgado algún favor. Sin embargo, ya en tiempos antiguos, tanto animal muerto y quemado en honor de las divinidades debía suponer una auténtica complicación para la ciudad en la que se realizaba. Por ello esta palabra ha ido transformando su significado originario y derivando en lo que supone actualmente: un desastre. El matemático Pitágoras no sólo era un genio de los números sino que además era agradecido, y por ello organizó la "hecatombe". Desde el principio de sus descubrimientos matemáticos fue consciente de la gran importancia de los mismos. El tiempo le ha dado la razón. Gracias a él tenemos, no sólo el teorema que lleva su nombre y que tantos avances ha supuesto para la geometría, sino también la Tabla de Multiplicar que todavía se aprende de memoria y que tanto facilita el desarrollo rápido de esta operación. La vida de Pitágoras, a pesar de sus geniales descubrimientos matemáticos, no fue fácil. La ciudad de Samos fue dominada por un tirano que llenó la vida ciudadana de sangre, asesinatos e intrigas, persiguiendo a poetas, médicos y hombres de ciencia. Por ello Pitágoras hubo de marchar al exilio, donde continuó sus descubrimientos y fundó una comunidad de sabios que vivían la vida según el orden y la armonía que se desprende de los números. Te deseo que busques la verdad sin desmayo y que vivas conforme a ella. No olvides el reto que tenemos en esta cuaresma y que celebramos el pasado miércoles de ceniza. ¡¡ FELIZ SEMANA !!
¡¡TENEMOS ALGO BUENO QUE CONTAR!!! Colegio L A P RESENTACIÓN Villava Multilingual School – Centro Plurilingüe
Martes, 3 de marzo de 2015
El burro y el Pozo Un día el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal chilló fuertemente durante horas mientras el campesino trataba de buscar algo con lo que ayudarle a salir. Finalmente el campesino pensó que el burro estaba viejo y que el pozo ya estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas. En realidad, no valía la pena sacar al burro del pozo. Invitó a todos sus vecinos a ayudarle. Cada uno agarró una pala y empezó a tirar tierra al pozo. El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y rebuznó horriblemente. Luego, para sorpresa de todos, y después de unas cuantas paladas de tierra, se calmó y dejó de chillar.
En ese momento el campesino, extrañado, miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio. Con cada palada de tierra el burro estaba haciendo algo increíble: se sacudía la tierra y daba un paso encima de la misma. Muy pronto todo el mundo vio sorprendido cómo el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando... A lo largo del curso seguro que habremos tenido momentos duros y difíciles. Siguiendo con la imagen de la historia, es como si alguien hubiese estado tirándonos tierra encima. Cuando las dificultades llaman a nuestra puerta el truco para superarlas es no darnos por vencidos y trabajar por “salir del pozo”. Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba. Podemos salir de los más profundos pozos si no nos damos por vencidos... Recuerda las 5 reglas para ser feliz: 1. Libera tu corazón del odio.
2. Libera tu mente de las preocupaciones.
3. Simplifica tu vida.
4. Da más y espera menos.
5. Da más y... sacúdete la tierra porque en esta vida hay que ser solución, no problema.
¡¡TENEMOS ALGO BUENO QUE CONTAR!
Colegio L A P RESENTACIÓN Villava Multilingual School – Centro Plurilingüe
Miércoles, 4 de marzo de 2015
La Historia del pobre Lázaro Uno de los pasajes más bonitos del Evangelio es ese donde Jesús nos relata la parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro (Lc 16, 19-‐31). Es un poco larga por eso no te la voy a contar, pero sí te diré que no debe de ser fácil vivir al lado de un mendigo siendo tú bastante rico. El pecado del rico de la parábola consiste en que tiene a un pobre mendigo junto a su palacio pero no ve sus llagas, no siente su hambre, no traspasa esa “puerta” que le separa del pobre, no se acerca a levantarlo de su miseria, sigue tranquilo “celebrando espléndidamente fiestas”. Tal vez nosotros nos podemos asemejar un poco al hombre rico. Nuestros países, tal vez nosotros mismos, vivimos en el estado del bienestar, con el corazón endurecido, indiferentes al hambre y a la miseria de los pobres de la Tierra, sin escuchar su sufrimiento, disfrutando espléndidamente de nuestro bienestar. Nosotros somos el gran obstáculo para construir un mundo más justo y más humano. No hace falta, por otra parte, irse a otro continente para constatar esta realidad de pobreza y miseria. No hace falta marcharse a los países del Tercer Mundo para palpar las necesidades de los demás. Basta con abrir bien los ojos en Pamplona, en Villava, tal vez en nuestra propia comunidad de vecinos. Veremos que hay muchos pobres a nuestro alrededor. Abramos las puertas a esta realidad que nos toca vivir y no las cerremos a tantas personas que necesitan nuestra ayuda porque, en realidad, somos RICOS. CONTINÚA LAVANDO TU CALCETÍN (POR DENTRO Y POR FUERA)
¡¡TENEMOS ALGO BUENO QUE CONTAR!!
Colegio L A P RESENTACIÓN Villava Multilingual School – Centro Plurilingüe
Jueves, 5 de marzo de 2015
La Humildad y la Rana Alguien que se creía poseedor de la virtud de la humildad dijo en una ocasión: “A mí a humilde no me gana nadie”. Evidentemente esa es una frase que carece totalmente de esa virtud. Esto mismo me ha hecho recordar la siguiente historia: Una rana se preguntaba cómo podía alejarse del clima frío del invierno. Unos gansos le sugirieron que emigrara con ellos. Pero el problema era que la rana no sabía volar. "Déjenmelo a mí” -‐dijo la rana-‐. “Tengo un cerebro espléndido". Tras pensar un instante pidió a dos gansos que le ayudaran a recoger una caña fuerte y que, después, cada uno la sostuviese por un extremo. La rana pensaba agarrarse a la caña con la boca. A su debido tiempo, los gansos y la rana comenzaron su travesía. Al poco rato pasaron por una pequeña ciudad y los habitantes de allí salieron para ver el inusitado espectáculo. Alguien preguntó: "¿A quién se le ocurrió tan brillante idea?". Esto hizo que la rana se sintiera tan orgullosa y con tal sentido de importancia que exclamara: "¡A MÍ!". Su orgullo fue su ruina. En el momento en el que abrió la boca se soltó de la caña, cayó al vacío y murió. Hay ocasiones en que la falta de humildad o el exceso de orgullo pueden echar abajo los planes más excelentes. Una de las más grandes enseñanzas de Jesús fue la humildad (bastante perdida hoy en día). Dale gracias a Dios por tus éxitos, pero recuerda que TODO lo que tienes te lo ha dado Él, quién nunca te olvida y siempre te espera. Un pequeño consejo: “Nunca te chulees de las cosas que tienes o sabes, pues otros saben de otras cosas que tú ni siquiera imaginas. Sé humilde y nunca te creas más que los demás”.
¡¡TENEMOS ALGO BUENO QUE CONTAR!! Colegio L A P RESENTACIÓN Villava Multilingual School – Centro Plurilingüe
Viernes, 6 de marzo de 2015
Mira hacia arriba Ya estamos viernes. ¿Se te ha pasado rápida la semana? Espero que sí y, por eso, me imagino que hoy estarás más contento que otros días. Te quiero proponer un experimento aunque, como algunas de las cosas que necesitas son difíciles de conseguir, quizá será mejor que confíes en los resultados que otros han obtenido Se trata de lo siguiente: Si colocas un halcón en un cercado de un metro cuadrado enteramente abierto por arriba, el ave, a pesar de su habilidad para el vuelo, será un prisionero que no saldrá jamás. La razón es que un halcón siempre comienza su vuelo con una pequeña carrera en tierra. Sin espacio para correr ni siquiera intentará volar y permanecerá prisionero por el resto de su vida en esa pequeña jaula sin techo. Un murciélago, notablemente ágil en el aire, no puede salir de un lugar nivelado. Si fuera colocado en un piso completamente plano todo lo que conseguirá hacer es andar de forma confusa y dolorosa, buscando alguna ligera elevación desde donde poder lanzarse y volar. Un zángano de abeja, si cae dentro de un frasco abierto, permanecerá allí hasta morir o hasta que lo saquen. No puede ver la salida en lo alto, por eso, insiste en intentar salir por los lados cercanos al fondo. Procurará encontrar una forma de escapar donde no existe ninguna, hasta que se destruya completamente de tanto golpearse contra el fondo o la pared del frasco. Existen personas que actúan como los halcones, los murciélagos o los zánganos. Son aquellos que se estrellan obstinadamente contra los obstáculos, sin percibir que la salida está muy cerca, justo encima de ellos. Si en algún momento de tu vida llegaras a encontrarte como un halcón, un murciélago o un zángano, cercado de problemas por todos lados... MIRA HACIA ARRIBA, MÁS ALLÁ DE LOS PROBLEMAS, VERÁS QUE NUNCA ESTÁS SOLO.
¡¡¡ TENEMOS ALGO BUENO QUE CONTAR !!! Colegio L A P RESENTACIÓN Villava Multilingual School – Centro Plurilingüe