Lunes, 4 de mayo 2015
Comenzamos el mes de mayo Tras luchar valerosamente en la batalla un soldado es conducido al hospital. Una bomba ha cegado sus ojos. Esta a punto de morir. Días después llega la triste noticia a oídos de su madre. Ésta, sin tardar, llega al hospital pero los médicos le ordenan que no debe entrar ni acercarse a su hijo porque cualquier emoción puede acabar con su vida. Ella insiste en que le dejen entrar. Promete que permanecerá en silencio en un ángulo de la habitación y solamente lo contemplará, lo mirará sin decir palabra. El hijo no se dará cuenta de su presencia porque tiene los ojos vendados. Los médicos aceptan. Ella se sienta cerca. Pero... en un momento dado no puede aguantar más. Se aproxima al lecho de su hijo y sin hablar pone su mano temblorosa sobre su frente. Este grita al instante: -‐¡Madre, has venido! La había conocido solamente con tocarle. De esta forma se hacen sentir nuestras madres: su sola presencia y su tacto, bastan... Acabamos de estrenar el mes de mayo, un mes que los cristianos dedicamos a la Virgen. Desde siempre lo seguidores de Jesús hemos confiado en la Virgen porque, como hemos escuchado en esta pequeña historia, Ella, como buena madre, nunca nos abandona. En los momentos en los que nos encontramos cansados, Ella pasa su mano sobre nuestra frente que quizás esté cansada, con fiebre de tantas cosas que deseamos vivamente y que se encuentran lejanas. Sentimos cómo los estudios nos aprietan, cómo vemos llegar ya el verano y las vacaciones, cómo necesitamos ese último esfuerzo. No es infantil pedir a quien sabemos que nos quiere. Por eso le pedimos ayuda a María. Un buen hijo sabe notar esa presencia de María en su vida. Un buen hijo sabe que María siempre viene, se acerca y nos mira con amor de Madre.
Que tengas un buen día y un mejor mes de mayo Colegio L A P RESENTACIÓN Villava Multilingual School – Centro Plurilingüe