Iglesia mezquita del Cristo de la Luz en Toledo
Por: JosĂŠ Arroba MartĂn-Delgado
La mezquita del Cristo de la Luz y su leyenda En Toledo Historia y leyenda se vienen a dar la mano, de tal manera que es difícil separar una de otra sin errar en algo. La mezquita del Cristo de la Luz es una de las dos mezquitas que se conservan en Toledo. Se edificó sobre una antigua iglesia cristiana de época visigoda en el año 999. Realizada en muro de ladrillo y mampostería como buena parte de la arquitectura toledana. Está toda ella decorada con arquerías ciegas de arcos de herradura y polilobulados, algunos de ellos policromados en el cuerpo superior. Tiene un planta cuadrada de 7,14 metros de ancho y 8,60 metros de largo. En el interior, 4 columnas compartimentan el espacio. Tres de ellas son de origen visigodo y una de origen romano reutilizadas. Dividen el espacio interior Interior en tres naves paralelas cruzadas por otras tres naves en sentido contrario, que generan compartimentos entre arcos de herradura cubiertos por bóvedas de crucería de tipo califal. El ábside posterior es una añadido que se construye tras la conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085 para, luego de convertir el edificio en iglesia, colocar el altar. Decorado en su cuerpo inferior de arcos de medio punto ciegos de inspiración románica, y su parte superior con arcos polilobulodos decorativos sobre los de herradura. El algunos de ellos se abren vanos para dar luz al interior del ábside. Con respecto al marco histórico, resumidamente, la mezquita se construye en el esplendor del Califato Cordobés en manos del usurpador Almanzor. Hombre duro y violento que se hace con el poder, desplazando al heredero del Califato, Al-Hakem,. Mantiene una continuada guerra de razias y destrucción de los reinos cristianos, llegando incluso a destruir Santiago de Compostela. Su muerte en el 1002 provoca un vacío de poder en Al-Andalus que su hijo es incapaz de suplir, rompiéndose el Califato en el 1032 en 22 reinos o taifas. La situación es después aprovechada por Castilla-León y su rey Fernando I para superar la Cordillera Central y llegar hasta Madrid. Sin embargo a su muerte, en base a un concepto patrimonial del reino castellano-leones, decide dividir su herencia entre varios de sus hijos. Da Galicia a su hijo García, León a hijo Alfonso y Castilla a su primogénito Sancho, volviendo a separar el reino.
Fernando I de Castilla-León
Sancho no está conforme con ello pues es el primogénito. Se abre un periodo de guerra donde Sancho desbanca a García y vence a Alfonso, que es desterrado fuera de Castilla a Toledo , donde es acogido por el rey moro taifa de la ciudad. Sancho poco después es asesinado en la muralla de Zamora por Bellido Dolfos. Alfonso sale de su exilio y es proclamado rey de Castilla, no sin reticencias. El propio Cid, según algunas fuentes, hace que el rey jure sobre una Biblia que no ha tenido nada que ver con el asesinato de su hermano . La jura se produce en Santa Gadea en Burgos y la humillación a la que es sometido Alfonso por el Cid nunca se la perdonará. El Cid era un noble castellano de baja extracción que por su valor en la batalla había llegado a ser alférez o espatario del propio rey Sancho. Nombrado caballero a los 18 años por el entonces príncipe Sancho , se había convertido en el jefe del ejército de Sancho cuando este subió al trono. La afrenta acaba con el destierro del Cid de Castilla y su marcha con sus leales hacia Zaragoza. Alfonso que conocía de primera mano la situación política en Toledo y había prometido a su antiguo protector en el exilio, el rey moro de Toledo, no llevar a cabo ninguna acción contra él. Respeta la promesa . Pero en 1085 la muerte del mismo le hace dar un paso decidido a la conquista de la antigua capital del reino visigodo, por el valor estratégico y simbólico de aquel antiguo reino perdido con la invasión musulmana. En 1085 Alfonso VI entra en Toledo por la antigua puerta de Bisagra que está en el primer recinto amurallado de la ciudad. Sube hacia Zocodover penetrando en el segundo recinto amurallado por la puerta que los toledanos llaman de Barmardom o del Mayordomo. A los pocos metros de pasarla se encuentra con la mezquita. Justo enfrente de ella su caballo se detiene. Le espolea para que siga subiendo la cuesta pero el caballo no quiere andar. El rey no sabe lo que esta ocurriendo y le extraña enormemente el comportamiento de su caballo al que conoce perfectamente.
De pronto el caballo se arrodilla y está a punto del tirar al rey al suelo en su movimiento inesperado. El paje del rey se da cuenta que el adoquín sobre el que el caballo se ha arrodillado se ha vuelto blanco, de un blanco inmaculado. Y se lo dice al rey, que se queda pálido ante tal maravilla. Al momento uno de los caballeros principales que miraba la filigrana de ladrillos de la fachada de la mezquita con escritos en letra árabe ve como un resplandor de luz salía del interior. Haciendo una ceremoniosa reverencia ante su señor se lo comunica. El rey le ordena entrar al interior del edificio para averiguar de qué procedía tan extraño fenómeno. El caballero entró dentro y quedó petrificado. Vio como en una de las paredes había una especie de agujero en la misma por donde un haz de luz blanca iluminaba la estancia. Llamó a mas gente del cortejo para que entraran y excavaron el hueco desde donde salía la luz. Tras quitar algunas piedras de la pared descubrieron emocionados que en el hueco había una lámpara de aceite encendida, que daba luz un crucifijo situado justo encima de ella. Aquella lámpara con esa especie de luz sobrenatural llevaba encendida tras de la pared mas de 370 años, cuando sus muros aún pertenecían a la iglesia cristiana que fue convertida en mezquita tras la derrota de D. Rodrigo por los moros de Muza en el año 711. Gran contento y regocijo produjo aquel milagroso hallazgo entre los caballeros. El rey ordenó que el crucifijo se pusiera en el primer lugar de la comitiva, como cruz de guía para subir hasta Zocodover . El crucifijo se colocó posteriormente en la antigua mezquita sacralizada y convertida en iglesia, tomando el nombre de Ermita del Cristo de la Luz. Alfonso VI dejó su escudo de madera colocado en la bóveda central con un letrero que decía: “ Este es el escudo de Alfonso VI de Castilla cuando ganó Toledo y se dijo aquí la primera misa”. El escudo y el crucifijo quizá se conserven en algún museo de Toledo, pero esta es una cuestión que ustedes deben averiguar, visitando esta ciudad de leyenda, recorriendo sus estrechas y empinadas calles, doblando sus esquinas y recovecos , y sobre todo dando pábulo a su imaginación con el resonar de los cascos de los caballos sobre sus adoquinados y empedrados .
Imágenes del Cristo de la Luz
Detalle del ábside añadido a la antigua mezquita que conserva restos de pinturas románicas del siglo XII.
Fachada principal de la mezquita del Cristo de la Luz con tres arcos de entrada . El de la izquierda polilobulado, el central de medio punto y de herradura el de la derecha
Dos de la 4 columnas que sostienen el edificio. Podemos ver la de la derecha de origen visigodo y la de la izquierda de origen romano con su capitel corintio.
Una de las cĂşpulas de la mezquita de tipo califal con sus nervaturas cruzadas haciendo estrellas de 4 puntas cada una y dibujando un polĂgono octĂłgono en el centro
Imagen de las 9 cĂşpulas que compartimentan el techo de la mezquita del Cristo de la Luz
Fin