Creación de una identidad gráfica cuyo objetivo es recuperar la degustación del chocolate como costumbre social y transmitir la pasión por este legendario alimento de dioses.
El hambre emocional; es el concepto que se trabajó para la comunicación. Dotar al producto de una alta sofisticación, creaciones únicas y personales para degustar este pecado gastronómico.
La nueva marca invita al consumidor a dejar de
lado las responsabilidades de adulto y disfrutar el momento.
Proyecto 360º