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El 17 de mayo de 1983 se emitió el primer programa de "La Edad de Oro", conducido y dirigido por Paloma Chamorro. En 1985 deja de emitirse. Este breve periodo de dos años sirvió para convertir este espacio en escaparate del movimiento cultural más fructífero de las

últimas décadas en España, la "movida". Después de 20 años, Paloma Chamorro sigue conservando ese espíritu rebelde e inconformista que le llevó a convocar a lo mejor del panorama artístico y musical internacional de los años 80. Memorables fueron las actuaciones del oscariza­

Paloma Chamorro y nuestra reportera en casa de la entrevistada. / JORGE RUIZ. ESTRELLA JOVER, Landete. Pregunta: Comienza a trabajar en 1971 en Galería. ¿Cómo era la televisión entonces? Paloma: Era una televisión en blanco y negro, como la España de entonces. La recuerdo muy triste, muy aburrida, increíble­ mente represiva. Vosotros no podríais ni imaginar cómo era aquello. La televisión era un reflejo perfecto de aquella vida tan gris, tan en blanco y negro, tan reprimida...tan franquista. Tuve la suerte de entrar en un programa cultural donde (aunque "La cultura era la forma de respirar en la España franquista" podía haber problemas con la censura) se trataban temas me­ nos lúgubres de lo que era la vida en aquella época. La cultura era la forma de respirar en aquel ambiente. Lo mejor que podemos hacer con esos años, sobre todo los que los padecimos, es olvidarlos. Por otra parte, con­ viene recordar porque todavía hay gente que sufre las conse­ cuencias y para que nunca se pueda volver a repetir. P: Los jóvenes de mi edad contemplamos el franquismo como una etapa histórica más que debemos estudiar. ¿Cómo la viviste tú? R: Está claro que vosotros la estudiáis como el tema de los reyes Godos, pero para mí fue muy diferente. Si yo te contara cómo era mi vida de pequeña alucinarías: cómo teníamos que ir vestidas al colegio, las barba­ ridades que se permitían las monjas con nosotras... Además de esa preocupación por el “qué dirán”, una sociedad mojigata,

do Pedro Almodóvar con Mc Namara; de Alaska; Radio Futura, Lou Reed, David Bowie, Sex Pistols, Loquillo y los Trogloditas, Gabinete Caligari... Todos ellos pasaron por el plató de la modernísima Paloma para renovar el aire de la apolillada España de la época.

Almodóvar y Mc Namara, actuación en "La Edad de Oro". / ARCHIVO.

Paloma Chamorro, la impulsora de la "movida" madrileña La presentadora del mítico programa de televisión de los 80, "La Edad de Oro", habla para nosotros hipócrita, en la que sólo importaba mantener una aparien­ cia de conformismo, de que no te salías de las normas, de que eras una niña muy buena que llegabas a casa a las diez y que guardabas tu virginidad escrupulosamen­ te...; era terrible. P: ¿Qué opinaba la gente de esos programas que daban un poco más de color a la vida en aquella época? R: A la gente que los veía, más interesada en la cultura, les gustaba bastante. Pero nunca han sido bien tratados en televisión porque siempre han emitido en la segunda cadena, a la peor hora. Pero, sí, a los que conseguían verlos, les satisfacía muchísimo. P: Entonces, ¿es obvio que estos programas sufrieron la censura en algún momento? R: En bastantes momentos. Recuerdo que ( todavía no dirigía mis programas), cuando tuvo lugar el célebre proceso de Burgos que acabó con una serie de penas de muerte contra miembros de ETA, luego conmu­ tadas, se prohibió decir la palabra Burgos. Es decir, no podías decir, por ejemplo, que el Cid salió de Burgos. El problema era que, si decía alguna cosa y me la censuraban, como éramos cola­ boradores y cobrábamos por programas, esa semana no cobraba. Más adelante, cuando ya dirigía yo, y como ya me permitía tomarme más libertades, la sufrí muchísimas veces. Inten­

taba combatirla todo lo que podía, engañándoles. Tuvimos bastantes guerras. En un programa que dirigí, llamado “Trazos”, me suprimieron muchas cosas. Al final casi del programa, en el mes de mayo del 78, emití uno con unas entrevistas que le había hecho a Joan Miró, (era la primera entrevista que le habían hecho en su estudio y la única que le hicieron en su vida). Todo el mundo me decía que con ese triunfo acabarían mis problemas en televisión... Al mes, el programa se terminó, éramos colaboradores y nos mandaron a todos a casa porque decían que salían muchos drogadictos y muchos maricones. Hicimos un especial sobre el "rollo" que ha­ "Al mes, el programa "Trazos" se terminó porque decían que salían muchos drogadictos y maricones" bía en Barcelona y en el que salían personas como Nazario, como Ocaña, y les habían parecido un poco excesivos. A los pocos meses me volvieron a encargar otro parecido, “Imágenes”, una revista de artes plásticas. La primera emisión consistía en un cuestionario sobre las artes plásticas. No querían emitir las declaraciones de Ocaña, aunque también hablaba, compensando, gente muy reaccionaria como Giménez

Caballero, un pensador de derechas. Lo emitieron mutilado y a mí me pareció muy mal. Sí, tuve muchas guerras. Hasta "La Edad de Oro"; ahí ya no tuve ningún problema de censura, no tenía censura previa, hacía lo que quería. Pero luego, si a alguien le molestaba, pues había que cargar con las consecuencias. P: El título de tu programa parece casi profético, ¿Realmente fue una edad dorada la de los ochenta? R: Yo creo que sí. En realidad, deseaba hacer un homenaje a Dalí y a Buñuel por su película ("La Edad de Oro") y también, de alguna forma, a quien iba dirigi­ do, personas de entre quince y treinta años, porque esa también es una edad dorada. En aquella época, lo que peor prensa tenía era ser pretencioso. A mucha gente le pareció que el título de mi programa lo era y se metían mucho conmigo por eso; aunque mucha de esa gente, al cabo de un tiempo vino a darme la razón. Yo creo que sí, que fue una época de una creatividad asom­ brosa y me parece que no fue sólo en España porque, después del “punk” y la “New Vague” en Inglaterra y EEUU hubo un montón de grupos, una cantidad de tendencias musicales que, eso sí, se metían mucho unos con otros, pero eran todos buení­ simos. No es que ahora no haya nada, hay música estupenda pero tanta abundancia como entonces no hay. Y, de hecho, en pintura

me parece lo mismo. Para las artes plásticas fue un momento muy rico, muy creativo, tanto en España como fuera. Ahora la cosa está un poco adocenada, me parece que tantas instala­ ciones y que sea obligatorio hacer vídeos y fotografías, es demasiado académico. A lo mejor es que me estoy haciendo vieja, pero mi sensación es que sí, que aquella fue una época privile­ giada desde el punto de vista de la creación. Había muchos, muy variados y muy buenos. "Es una pena que la televisión esté tan adocenada, que se utilice solamente para embrutecer a la gente" P: ¿ Y no crees que ahora lo que falta es un medio como "La Edad de Oro" que saque a la luz todo eso? R: Desde luego, hoy en día, lo poco bueno que hay no es lo que sale en televisión, no hay gente preocupada por ello. Es una pena que no haya vías de difusión de las cosas interesantes. Aunque me imagino que en Internet la gente se apaña bastante bien y se da a conocer como puede. En el fondo, los creadores no necesitan a nadie. Estaría muy bien que se les facilitase la tarea, pero acaban saliendo como pueden. Lo que es una pena es que la televisión, que es un sistema potencialmente tan interesante y tan rico, esté tan adocenada, que se utilice sola­ mente para embrutecer a la gente. Creo que están utilizando la televisión para que la gente se vuelva cada día más consumista, para que no se dé cuenta de


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