Cuatro instantáneas del desarrollo del eclipse./ JAVIER ALONSO
Momento de la totalidad./ JORDI GONZÁLEZ.
Eclipse total de Sol desde Turquía El viaje de uno de nuestros profesores a Turquía nos permitió acercarnos a uno de los fenómenos más alucinantes de la Naturaleza AMALIA PÉREZ, Henarejos. El pasado 29 de Marzo, la sombra de la Luna volvió a caer sobre la Tierra, produciendo uno de los fenómenos más extraños que pueden verse en el cielo: un eclipse total de Sol. Uno de los profesores del centro, Jordi González, del departamento de Ciencias Naturales, se desplazó hasta Turquía para estudiarlo, dentro de una expedición organi zada por la Sociedad Astronómi ca de Castellón. Un eclipse total es más habitual de lo común mente pensado, pero la región donde puede ser visto es tan reducida que la probabilidad de ser espectador de tal aconteci miento es muy pequeña. Es mucho más fácil ser testigos de un eclipse parcial, aunque según González “no tiene nada que ver con un eclipse total. Puedes contemplar un eclipse parcial en el cual el Sol se cubra un 99%, pero aún así necesitarás filtros especiales y no percibes más que una ligera caída de la luz. En cambio, cuando la Luna se interpone totalmente delante del Sol, el espectáculo es único. En un instante, el Sol queda cubier to, la luz baja bruscamente y, de repente, puedes quitar todos los filtros y mirar hacia él sin ningún riesgo. Cuando esto ocurre, la Luna en realidad cubre solamente el globo solar, pero no la corona, que es la capa más externa y extendida de la estrella. Normal
lmente es invisible, debido al mayor brillo del disco solar, pero, durante los eclipses, la luz de éste es interceptada por la Luna y puede verse la corona sin ningún problema. También pueden ob servarse las protuberancias sola res, enormes llamaradas que surgen de la superficie del Sol. Es increíble verlas, con su color rojo vivo, y pensar que la mayor parte de ellas son mucho más grandes que la Tierra. Si comparas su tamaño con el de la corona y el disco solar, tomas conciencia de su enormidad”. La expedición se trasladó hasta la localidad de "De pronto, la luz ambiental decae y la corona aparece, majestuosa, como un fantasma" Hacibektaş. El lugar elegido fue la explanada de una residencia universitaria, cuyos profesores y alumnas no dudaron en sumarse al evento, aprovechando además que los expedicionarios habían hecho acopio de numerosos filtros solares, con la finalidad de repartirlos entre la población local. Según algunos expedicio narios, como Miguel Molina, “hasta el momento del eclipse, los estudiantes estaban más sorpren didos por nuestra presencia y por nuestros instrumentos que por el
eclipse en sí. Es más, mucha gente parecía no estar al tanto de lo que iba a ocurrir en unas horas. Sin embargo, conforme se aproximaba el momento de la totalidad, tomaban conciencia de que algo especial estaba a punto de suceder (para quien no ha visto nunca un eclipse total, hasta unos minutos antes de la totalidad no parece un fenómeno especialmente remarcable). Sola mente cuando la luz comienza a ser más difusa y se nota un poco a simple vista el oscurecimiento, piensas que aquello no es normal”, apunta Jordi, “aquellos que ya habíamos vivido otra totalidad, comenzamos a poner nos nerviosos un buen rato an tes". Ese momento es el más excitante de todo el fenómeno, y presenta diferencias radicales con otros tipos de eclipse. “Es muy dificil describir con palabras las emociones que se viven en esos escasos minutos... De pronto, la luz ambiental decae, aparecen varias estrellas en el cielo, y la corona aparece, majestuosa, co mo un fantasma que se revela ante tus ojos... ni tan siquiera las fotos o los vídeos pueden reco ger lo que se vive en esos momentos. Además, la poca luz que queda tiene una tonalidad muy extraña, no es la luz rojiza y cálida de una puesta de Sol o de un amanecer”. Los asistentes también coincidieron en afirmar que el final del eclipse es un mo
mento muy intenso, “como un amanecer, pero a lo bestia”. La mayoría afirma sentir, al mismo tiempo, la decepción por la breve dad del eclipse y la euforia desa tada por la reaparición de la luz. "Es muy extraño, porque todos sabemos que el Sol va a volver, pero, aun así, no podemos evitar una extraña sensación de alivio... Puede entenderse fácilmente lo que sentían las antiguas civiliza ciones ante un fenómeno así”. “Uno de nuestros objetivos es la realización de un vídeo didáctico, combinando imágenes propias del eclipse total de 1999, del "Todos sabemos que el Sol va a volver, pero, aún así, no podemos evitar una extraña sensación de alivio" anular del pasado año y de éste, reflejando los datos obtenidos de temperatura, luminosidad, etc.”. Se realizó un seguimiento de la luminosidad ambiental y de la temperatura, que han reflejado aproximadamente lo que se espera de un eclipse: “primero, una bajada paulatina de la luz, un descenso brusco durante la totalidad, y luego el mismo proceso pero invertido. Con la temperatura, la evolución es parecida pero con el máximo descenso justo después de la to
talidad. El descenso fue de hasta 13º C.” Otras observaciones que coincidieron con las de otros eclipses fueron las etológicas, es decir, sobre el comportamiento animal. “Aunque nunca hemos preparado un experimento a propósito, siempre procuramos observar la actitud de los animales. Algunos actúan como si fuese un crepúsculo normal, mientras que otros parecen percibir que se trata de una situación anormal. Así, las palomas suelen volver a sus posaderos habituales para la noche, mientras que los perros habitualmente aúllan. En este caso, pudimos observar cómo una pequeña manada de perros, que seguían a una hembra en celo, dejaban momentáneamente sus instintos reproductores”. El viaje, además, fue aprovechado para visitar sitios de gran interés geológico de la Capadocia. En resumen, “aunque no puede explicarse hasta que se vive, recomiendo a todo el mundo que intente ver un eclipse total a lo largo de su vida. Es una expe riencia inolvidable”. Para los comodones, les avisamos que el próximo eclipse total visible desde la península ocurrirá en 2026... Mientras, podemos ver las fotografías en las páginas: www.sacastello.org Sociedad Astronómica de Castellón www.meridiazero.org Grupo de Ciencias Meridiano Zero.