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La razón de los terremotos

Terremoto en la Serranía Baja El viernes 10 de marzo, nos sorprendió un temblor de tierra GEMA CRESPO, Talayuelas. Según el Instituto Geográfico y Catastral, un terremoto de 4,3 grados en la escala de Richter se produjo en el Este de nuestra Península, concretamente con epicentro en Casas Bajas (cerca de Ademuz). Los habitantes de nuestros pueblos pudieron comprobar la magnitud del fenómeno de forma física, algo que no ocurría desde hacía mucho tiempo. Desde que el mundo es mundo, en la Tierra no han dejado de producirse continuas catástro­ fes naturales tales como terremotos, tornados etc. Pero, nunca pudimos comprobar en nuestra zona una tan potente como el terremoto que aconteció el pasado 10 de marzo a las 20:45, con epicentro en la población de Casas Bajas, cerca de Ademuz. Los habitantes de esta población se sobresaltaron cuando notaron que la tierra se tambaleaba estrepitosamente bajo sus pies. De hecho, el movimiento sísmico tenía una magnitud de 4,5 grados en la escala de Richter. En las poblaciones cercanas también se pudo apreciar el fenómeno. Una chica de un pueblo rela­ tivamente cercano a Casas Ba­ jas, de Talayuelas concreta­ mente, nos relató su experiencia: en el momento del seísmo, se encontraba en su habitación si­

tuada en la parte más alta del su casa. De repente, mientras encendía su ordenador, la chica en cuestión notó cómo su escritorio comenzaba a tamba­ learse. Ella., pensando que podría ser su propia imagi­ nacion, dirigió su mirada hacía su mesita de noche, que se movía más aún que el propio escritorio. La chica, alarmada, corrió a decírselo a sus padres, pero ellos, al encontrarse en la parte baja de la casa, no notaron absolutamente nada. "Debo de estar loca" pensó ella, ya que, al parecer, era la única que había notado el movimiento en su casa. Al cabo de unos minutos, la chica recibió la llamada de un amigo que le confirmó el suceso. A la mañana siguiente, ya se sabía lo que había pasado en toda la localidad, y la gente no hacía mas que especular. Pero lo más sorprendente de todo el asunto es que el temblor sísmico

no lo llegó a notar ni la mitad del pueblo, ya que esa sensación estuvo reservada para los que en ese momento se encontraban a mayores alturas. Al igual que el relato de esta chica, podemos encontrar cientos de anécdotas relacionadas con el suceso de personas de todos los pueblos cercanos a Casas Bajas, como la de un señor de Landete que vio cómo se movía un contenedor cuando estaba aparcando. Ade­ más de las localidades conquen­ ses que notaron el movimiento sísmico también se apreció en la provincia de Valencia y en algunas localidades alicantinas. El movimiento fue detectado por el Instituto Geográfico Nacional y se afirma que fue el terremoto más potente en la zona en los últimos años. Causó pequeños daños materiales en algunos in­ muebles, y la alteración ines­ perada de la vida cotidiana de nuestros pueblos.

GEMA CRESPO, Talayuelas. Para poder comprender bien lo que sienten las personas afecta­ das por un terremoto sería útil tener un conocimiento concreto de lo que son los movimientos sísmicos y la repercusión que éstos tienen a nivel geográfico y personal. Un terremoto es un movimiento de tierra de bastante intensidad que puede ser causado por la liberación de energía retenida durante mucho tiempo. La ener­ gía se acumula a causa de las llamadas placas tectónicas, que se van desplazando con gran lentitud por todo el planeta. Su grosor es de 70 Km. aproxima­ damente y se calcula que en toda la corteza terreste se encuentran una docena. Gracias a estas placas, los continentes han ido adquiriendo su forma actual, pero estos fenómenos no van a detenerse, ya que su movimiento es continuo. Las dificultades llegan cuando una placa encuen­ tra algún tipo de obstáculo que le imposiblilita su movimiento. En ese caso, comienzan a acumular energía y, en algún momento determinado, es liberada y la placa se desplazará bruscamente contra otra, provocando así lo que es conocido como movi­ miento sísmico. Otra de las causas de los terre­ motos es la erupción de un volcán. Cuando esto sucede, se provoca un movimiento en la tierra similar al de un terremoto, pero de menor magnitud. La in­ troducción de sismógrafos digita­ les de alta sensibilidad permite grabar los datos sísmicos mun­

diales en soporte informático y almacenarlos sistemáticamente por el Centro Sismológico Inter­ nacional (ISC), con sede en Londres, que cada año recoge datos de más de 10.000 terre­ motos en más de mil observa­ torios en todo el mundo. Este instrumento registra dos tipos de ondas: las superficiales, que viajan a través de la superficie terrestre y que producen la mayor vibración de ésta ( y probable­ mente el mayor daño) y las centrales o corporales, que viajan a través de la Tierra desde su profundidad. Las ondas centrales a su vez son de dos tipos: las ondas primarias, ("P") o compre­ sivas; y las ondas secundarias, ("S") o cortantes. Lo interesante de estas ondas es que las "P" viajan a través del magma (zona de rocas fundidas) y llegan primero a la superficie ya que logran una mayor velocidad y van empujando pequeñas partí­ culas de material delante de ellas y arrastrando otro tanto detrás . Las ondas "S", en cambio, por ir más lentas, van desplazando material en ángulo recto a ellas (por ello se les denomina también "transversales"). La secuencia típica de un terremoto es: pri­ mero, un ruido sordo causado por las ondas("P") compresivas, luego las ondas ("S"), cortantes y finalmente el "retumbar" de la tierra causado por las ondas superficiales. Sin duda, todos estos datos científicos han servido, en parte, para prevenir catástrofes tan enormes como la que ocurrió en San Francisco en 1906, hace ahora 100 años.

La secuencia típica de un terremoto es: primero, un ruido sordo, luego las ondas cortantes y finalmente el "retumbar" de la tierra.

Clasificación de los seísmos con mayor magnitud en la escala de Richter hasta 1990. Fuente ISC.


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