Ecosistemas zonales en el flanco N de la Sierra Nevada de Santa Marta - Van der Hammen 1984

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28 ECOSISTEMAS ZONALES EN EL FLANCO NORTE DE LA SIERRA NEVADA DE SANT A MARTA (TRANSECTO BURITACA-LA CUMBRE) Zonal ecosystems

of the northern (Buritaca-La

f1ank of the Sierra Cumbre transect)

por/by Thomas van der

Nevada de Santa Marta

Hammen

SUMMARY See complete

Engl ish translation

at the end of this article.

INTRODUCCION Durante

el estudio

de campo

(y la elaboración

del material

coleccionado)

del

transecto Buritaca-La Cumbre, se han reunido numerosos datos sobre vegetación, suelos y cl ima (Van der Hammen & Ruíz, ed., 1984), que en conjunto nos podrían dar información, a un nivel de integración relativamente alto sobre los ecosistemas zonales existentes en el área, sus principales quizás algunas indicaciones sobre su functionamiento.

características

y

En la Fig. 132 reunimos y correlacionamos estos datos del transecto, que nos parecían de más importancia para este fín. La información sobre los tipos de vegetación, su clasificación y estructura (incluyendo los datos tan importantes sobre los briófitos) es relativamente abundante. Sobre los suelos y la fauna de suelos la información es menos profunda, pero de considerable interés. Sobre el cl ima los datos son escasos, especialmente para la parte alta del área. Las temperaturas medias anuales se conocen relativamente bien, entre otros por medio de las temperaturas de suelo, pero para el monto anual total de precipitación en buena parte no tenemos sino estimaciones con base en datos meteorológicos de los alrededores (parte baja de la Sierra). La repartición anual de las lluvias y los "climadiagramas", se pueden estimar con base en la información de las estaciones en el noroeste de la Sierra, pero solo para la parte baja {hasta 2500 m de altura). Disponemos de algunos valores tomados por termohigrogramas diurnos en el transecto (entre 900 y 2700 m); aunque esta información es escasa y de bajo valor estadístico, forma no obstante una contribución valiosa para entender el "bioclima". Los datos reunidos en la Fig. 132 provienen 14,15,16 y 19 de este volumen (Van der Hammen

589

de los capítulos 2,3,4,5,8,9,10, Ruíz, eds., 1984). Los datos

&


sobre la vegetación provienen de Cleef & Rangel (1934), Cleef, Rangel, Van der Hammen & Jaramillo (1984) y Van Reenen & Gradstein (1984); los datos sobre suelos (incluyendo la fauna) provienen de Sevink (1984), Van der Hammen (1984a y b), Y los datos sobre cl ima de Pérez (1984) y Van der Hammen (1984c). En la Fig. 132 los datos están ordenados altitudina1mente (como gradiente principal de temperatura; pero también la precipitación y la humedad relativa del aire varían entre otros con la altura). Es de esperar que la vegetación (incluyendo s~ composición floristica) y el suelo esten relacionados con estos factores climáticos.

íntimamente

A la izquierda está representado el transecto Buritaca-La Cumbre; las escalas horizontal y vertical son iguales, solamente se ha exagerado aproximadamente al doble (2x) la altura de los árboles en relación con la escala vertical. Los principales tipos de roca están indicados y algo de la estructura de la vegetación. Esta estructura está mejor representada en la sección siguiente donde se encuentran ejemplos concretos y esquemas de los principales tipos de vegetación. Las selvas y bosques están representados en la misma escala. La vegetación de páramo (arriba de los 3400 m) fue necesariamente representada en una escal-a mayor. Los nombres sinsistemáticos de alianzas, asociaciones y subasociaciones de plantas van hacia la derecha; como veremos adelante, sus límites, basados en florística y abundancia, son de significación considerable. La parte siguiente (hacia la derecha) de la Fig. 132 contiene las unidades y características de los suelos; se diferenciaron cuatro zonas/tipos de suelos principales de acuerdo a sus características físico-químicas. Se encluyen también algunos datos sobre la fauna de los suelos. De especial importancia para los ecosistemas son las "formas de humus" y su repartición en los horizontes O y A. Siguen algunos datos sobre profundidad de temperatura estable en el suelo, y sobre tipo de producción orgánica. En la última parte de la figura 132 (extremo derecho) se presentan algunos cl imadiagramas (anuales), termohigrogramas (diurnos) hasta donde la información recogida lo permitió, también otros datos cl~matológicos de interés como temperatura media anual y estimación de la precipitación anual. Luego damos algunos datos relacionados directa o indirectamente con la humedad relativa del aire, primero la indicación de los intervalos para los cuales se logró establecer un incremento de humedad relativa del aire y luego las curvas de cobertura de briófitos epifíticos y terrestres, altamente dependientes de esta humedad. Finalmente añadimos las zonas morfo-cl imáticas según Bartels (1984; cap.8 en este volumen).

LOS

ECOSISTEMAS

ZONALES

Los estudios de vegetación del transecto se real izaron siempre en tipos de vegetación de carácter "zonal", es decir que no están fuertemente influenciados por factores edáficos o hídricos locales, sino en primer lugar están determinados por el cl ima. En este artículo no trataremos los tipos de vegetación azonal (como son por ejemplo pantanos, turberas y lagunas), y por consiguiente hablaremos entonces aquí también solamente de "ecosistemas zonalesl'•

Los levantamientos de vegetación (y de suelo etc.) se real izaron siempre en sitios relativamente bien drenados, en decl ives a alguna distancia debajo del "fi·lo Buritaca". Los suelos en estas situaciones tienen frecuentemente influencia

de movimiento

de material

a lo largo de las pendientes.

La mayoría

de los suelos en una zona montañosa Joven, como el orobioma de los Andes tropicales septentrionales, son entonces poco desarrol lados, jóvenes y hasta coluviales. Suelos "zonalesll (en el mismo sentido que en el caso de vegetación zonal) no se encuentran entonces bien desarrollados sino en partes más o menos

590


planas. No obstante este carácter "poco desarrollado" en los suelos en el área, muestran características claras relacionadas con la zona cl imática y de vegetación, de considerable importancia para la caracterización del ecosistema. Al tratar de diferenciar distintos ecosistemas zonales dentro de un bioma (orobioma), tropezamos con el problema de definición y clasificación jerárquica. La palabra ecosistema se ha util izado en la 1 iteratura a niveles muy diferentes, ha comprendido desde unidades pequeñas que corresponden a ciertos tipos menores de biogeocomunidades hasta el "ecosistema" de la tierra. Necesitaremos por consiguiente definir alguna jerarquía en la terminología de ecosistemas, si queremos ser más específicos. Walter (1979) tiene como unidad mayor el bioma (zonobioma; para un sistema de montañas: orobioma), que puede contener diferentes ecosistemas zonales y azonales. Según este autor los tipos de ecosistelnas más pequeñas ("biogeocene") corresponden en general con asociaciones de plantas, siendo la vegetación frecuentemente la parte biótica más visible y más importante (producción primaria) de estos. Si eso es cierto, el sistema sinsistemático (jerarquización de las comunidades vegetales) de la vegetación podría servir de base pare un sistema jerárquico de ecosistemas, en el cual las "al ianzas" representarian tipos de ecosistemas de un orden mayor al de las asociaciones, etc. Finalmente las "Formaciones de plantas" podrían representartiposde ecosistemas a nivel mundial. Pensamos que esta idea se podría proseguir y verificar o rechazar una vez terminado el estudio del proyecto ECOANDES I de las tres cordilleras de los Andes septentrionales. Como veremos a continuación en el caso del transecto Buritaca-La Cumbre parece claro que las "asociaciones" y las "al ianzas" de la sinsistemática de la ve~etacjón coinciden con otras características de los ecosistemas (como las de los suelos y del cl ima); es especialmente evidente en el caso de las "al ianzas". Provisionalmente utilizaremos entonces los nombre sinsistemáticos para indicar los ecosistemas correspondientes. Es muy obvio de la Fig. 132 que hay una coincidencia bastante buena entre los límites altitudinales de las al ianzas y en parte de las asociaciones (resp. subasociaciones) de plantas, con los 1 ímites de las unidades de suelos, de tal forma que tipo/zona de suelo 1- corresponde con el ZYGIO-VIROLION, 2- COI'l el GUSTAVIO-TOVOMITION, 3- con el MYRCIANTHO-WEINMANNION y 4- con el LUZULO-CALAMAGROSTION y el HYFERICO-CALAMAGROSTION. A continuación trataremos los ecosistemas en primer lugar al nivel de al ianzas sinsistemáticas, mencionando unidades inferiores en el caso que estas se puedan diferenciar por más características y no solamente por la vegetación. En buena parte la Fig. 132 da toda la información, y por esta razón no repetiremos todas las características de los sistemas, sino las que nos parecen más sobresal ientes y significativas, especialmente si nos pueden dar información sobre posibles diferencias en el funcionamiento. Como la información sobre la parte más baja de la zona del transecto (0-500 m en el Buritaca) es insuficiente, principiaremos la descripción a c. 450 m de altura. ECOSISTEMA

DEL ZYGIO-VIROLION

Selva ecuatorial alta de aproximadamente 30-40m de aito. Temperatura media anual entre 21° y 25°C (altura entre aproximadamente 450 y 1100 m). Precipitación estimada 2800-4000 mm. Estación húmeda larga; número de meses secos hasta cuatro. (cripto-podzol ízación). Espesor Tipo/zona de suelo l. No hay "bleaching" horizonte O: 2-5 cm; C org. aproximadamente 8.5Z;Mull (C/N aprox. 10); a 40 cm. Biomasa de pH )-6. Temperatura de suele estabil iza aproximadamente lombrices varía entre 10-60 cc/m2 (en forma ascendente altitudinalmente). Form ic idae y Co 11 embo 1a loca 1mente abundantes.D ip 1opoda, Ch ilopoda e Isopoda sor: relativamente abundantes. La respiración microbial debe ser relativamente alta. 591


Cobertura de briófitos terrestres y epifítica muy baja. Procesos morfocl imáticos: meteorización, disección, remosión

en masa.

El Dictyocaryo-Zygietum se diferencia del poulsenio-Perseetum principalmente por la estructura (abundan las palmas que sobrepasan el dosél arbóreo), por una temperatura media mas baja y por una mayor biomasa de lombrices. ECOS ISTEMA

DEL GUSTAVIO-TOVOMITION

Selva subandina con arboles de 20-30 m de altura. Temperatura media 13~21°C (altitud 1100 m - aprox. 2400/2500 m). Precipitación estimada: 3500-4500 mm. Humedad relativa alta. Estación hameda larga;namero de meses secos 1-3. Tipo/zona de suelo 2. No hay "bleaching" (cripto-podzol ización). Espesor horizonte O en parte baja 2-5 cm, luego 7-18 cm. C org. aproximadamente 10-20%. Mor/Moder (C/N 15->25); pH 4-5. Capa de raíces superficiales biendesarrollada. Profundidad a la cual se estabi 1iza la temperatura del suelo aprox. 40 cm. Biomasa de lombrices varía entre 25 y 150 cc/m2 ~en forma ascendente altitudinalmente). Produccion primaria de materia orgánica probablemente relativamente lenta. Menos Isopoda y Diplopoda; Formicidae importantes solo en la parte iriferior. La respiración microbial debe ser mas baja que en el ecosistema del ZYGIO-VIROLION, debido a las temperaturas mas bajas y a la mayo r humedad. Cobertura de briófitas terrestres baja «10%); cobertura briófitas epifíticas alta, varía entre 20 a 70%. Procesos morfocl imáticos: meteorización, disección, remosión en masa. El Calatolo-Dictyocaryetum se diferencia del Cavendishio-Tovomitetum entre otras por su estructura (abundan las palmas que sobrepasan el dosél arbóreo) , por una temperatura media más alta, un ~orizonte O más delgado y la presencia de hormigas. En el Cavendishio-Tovomitetum stylogynetosum se encuentró una biomasa de lombrices bastante más alta que en la subasociación graffenriedetosum. ECOS ISTEMA DEL MYRCIANTHO-WEINMANNION Selva y bosque andino con elementos arbóreos de aproximadamente 8 a 15(20) m de altura. Temperatura media 8°-13°C (altura aproximadamente 2400/2500-3300 m). Precipitación estimada 2000-4000 mm. Humedad relativa muy alta. En los meses secos esporádicamente se presentan heladas "nocturnas". Estación hameda larga; namero de meses secos 1-3 (?). Tipo/zona de suelo·3. Algan "bleaching" (cripto-podzol ización). Horizonte O: 10-20 cm; C orgánico 20-30%. Mor/Moder (C/N 15 hasta >25); pH aprox. 4. Capa de raíces superficiales bien desarrollada. La temperatura del suelo se estabil iza a 10 cm de profundidad. Producción orgánica primaria probablemente muy lenta. Biomasa de lombrices localmente muy reducida (0-10 cc/m2). Bioactividad en el suelo en general baja. La respiración microbial probablemente se reduce bastante debido a las temperaturas bajas y a la humedad alta (del suelo). Cobertura briófitas terrestres elevada (20-30%); cobertura briófitas epifíticas muy alta (70-80%). Sphagnum localmente puede ser muy común. Procesos morfocl imáticos: disección, meteorización y remosión en masa solo en el Clusio-Weinmannietum pinnatae. El Chaetolepido-Myrcianthetum se diferencia del Clusio-Weinmannietum pinnatae, ademas de su temperatura media menor, por su estructura (es bastante más bajo; ya no se hab 1a de se 1va, s ino de bosque), y por la ausenc ia de meteor izac ión de alguna importancia, y la falta de remosión en masa. El Chaetolepido-Myrciarythetum libanothamnetosum parece tener en lo que se refiere al suelo varias caracteristicas de transición hacia el páramo. ECOSISTEMA

DEL HYPERICO-CALAMAGROSTION

Vegetación

de páramo

propiamente

Y LUZULO-CALAMAGROSTION dicho;

592

pajonales

(de macollas;

eventualmente


con

arbustil

los).

Temperatura

Precipitación

estimada

fluctuaciones

diarias

Heladas

nocturnas

quizás

(?),

1-3

Tipo/zona

son el

suelo

que

sobre

10-15%. a c. 35

debajo

superficie

probablemente

la

las hojas lombrices

Diplopoda

son

hojas

muertas

añade

el

rosetas más

de

basales

de

Acaena

morfocl

El

LUZULO-CALAMAGROSTION

la

composición

En

el

parágrafo

La

el

de

se

en

estas

son

que

de

las

los

determinan

vegetación,

sino

suelo

esta

nutrientes

y

Asi

que

de

no

de

el

un

minerales

estrato es

la

si

las

la

de

se

le

macol

las

debe

alta:

más

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ser

10-80%.

baja

abundancia

de

aspectos

principales

de de

(por

(además

(y

sin

duda

ciertos

fundamentales

que

las

raices

la abundancia

de

las

idad

acabamos

del de

material este tan zonas

para fuerte montanas especies

los

una a

parte)

espacial

en

la

en

las

plantas.

por

conseguir Un

hecho

frecuentes

593

el

Entonces

"turnover" orgánica.

una

producción

cual bajo

producen

hay

que en

un

1 lama bosques

muerta

facil que y el una

ita

la transporte cantidad

probablemente

minerales/nutrientes no

desarrol

la del

y y

posible

tropico

superficie,

y

total

orgánica lo

es

de

materia

tener

rapidez,

Además

solar

cuantitativa

de

debe

parece

radiación

la materia

con

altas,

al ianzas,

decomposición

primaria

minerales. por

de

humedad, y

y

comparable,

la bio-actividad

alta,

y

LUZULO-CALAMAGROSTION

nivel

ZYGIO-VIROLION

cambios

vegetación

la disponibilidad

producción

parte

notable de de las

principales de

entidad

humificación,

que más

fitosinsistemáticas.

extensión

especifica

"minerógeno"

superficiales. de

en

buena

material

al ianzas

al ianzas

lluvias,

relativamente los

ecosistemas diferencias

estructura

mayores,

de

del

de

una

como

grandemente

en

de

tener

dos

presentan selvas.

la

los las

caracteristicas;

lo menos

en

de que

nivel

abundancia,

procesos

disponibles de

al

composición

ecosistema

competencia de

solo

orgánica

fuerte

ecosistemas

sistema

O:

de

tapiz

microbial

media

muestra

(temperatura,

descompuesta

fácil

una

de

coinciden con un número Los limites altitudinales

ecosistemas

probablemente

disponibil

extra

del

HYPERICO-CALAMAGROSTION mayor

parecen

páramo se de

influyen

una

presenta

el

los

así

es

relativamente

En

forma

materia

descomposición

encima

quemadas;

más baja. relativamente

algunos

unidades

y de

y

aparentemente inmediata

debajo

respiración

caracteristicas

cambios

cuatro

también

mineralización),

primaria

una

132),

altitudinales, diferentes.

climáticos

recibida),

parece

por

que

juntos al ianzas

tres

factores

(y de

entre

anual.

comparamos

los

selvas.

La temperatura orgánica

(raíces);

zonas

temperatura

zonales

Fig.

unidades

menos

HYPERICO-CALAMAGROSTION Si

y

ciertas

floristicos

media

diferente

las

Horizonte

5-5.5. materia

reemplazamiento

del

una

discutiremos

de

presentan

muestran

nivel

temperatura

alta

secos

en

fuerte.

pH de

"habitat"

La

diferencia por

también

como zonas características

asociaciones este

(véase

entre

considerable cambios de

se

ecosistemas

somera

dar

1 imites

4

ización)

meses que

las

bosques).

formar un tapiz continuo. relativamente abundantes.

desaparece un

de

mayor

y

FINALES

fundamentales Los

de

es

selvas

disección.

frecuentes), de suelo.

los

descripción

acabamos

los

Número

resulta

siguiente, de

OBSERVACIONES

de

larga.

en

tapiz

floristica),

funcionamiento describir.

las

talvez

relativamente

m).

(probablemente

suelo

cyZindristachya).

imáticos:

de

Mull/Moder (C/N 10-20); cm. Producción primaria

la ganaderia,

heladas nocturnas más elementos faunisticos

en

interior

reducida aún, debido a la temperatura media La cobertura de las briófitas terrestres es Procesos

de

(el

3300->4100

alta

húmeda

especialmente

gramineas

efecto

el

muertas de gramíneas pueden cc/m2. Collembola son 5-100

abundantes, de

relativa

(cripto-podzol

C orgánico estabiliza

de

en el

"Bleaching"

aprox. O cm; del suelo se superficie Biomasa de

(aproximadamente

Humedad

Estación

efecto

4.

<4°-8°C

mm.

mayores

frecuentes. pero

de

media

1500-2000

no

se

como

en

lo ostensible

la atención secundarios;

en

este


posiblemente

no se ha llegado

aun a un estado

de clímax

relativamente

"final".

El ecosistema del GUSTAVIO-TOVOMITION ya muestra un incremento notable y considerable de humus acumulado en la superficie, y una capa superficial de raíces entrelazadas. Esto parece indicar una decomposición/ mineral ización lenta que conduce a una fuerte competencia por minerales/nutrientes. Temperaturas más bajas y elevada humedad disminuyen la bioactividad, a lo cual se añade el pH bajo por los procesos de humificación. La decomposición de. material "minerógenoll es menor, como también el movimiento de ese material por la superficie (protección del suelo por la capa superficial de humus y raíces). El ambiente nublado causa una menor entrada de radiación/energía solar, lo cual debe frenar la producción primaria de materia orgánica. El ecosistema

del MYRCIANTHO-WEINf~NNION

muestra

condiciones

todavía

más

extremas. La producción primaria de materia orgánica es probablemente menor (más lenta) que en el ecosistema anterior, ya que una casi constante nubosidad debe disminuir aun más la radiación solar recibida (bosques nublados oscuros), ademas que la temperatura media es más baja. Por otro lado es todavía más pronunciado el desarrollo de la capa de humus y raíces, y más fuerte aún la competencia por minerales/nutrientes por las mismas razones dadas para el ecosistema anterior. E 1 ecos istema de 1 HYPERICO-CALAMAGROSTION y LUZULO-CALAMAGROSTION func iona bajo temperaturas todavía más bajas, frecuentes heladas nocturnas y por consiguiente, no obstante la humedad ambiental, Ilsequía fisiológicall. Tratandose de pajonales con dominio de gramíneas, la producción de materia orgánica bajo la superficie (raíces etc.) debe ser relativamente alta, la actividad microbial es reducida por las bajas temperaturas, y el reciclaje de minerales es probablemente lento. Originalmente un tapiz de hojas muertas de gramíneas enroscadas debe haber cubierto los suelos en este sistema, formando un nicho especial para la actividad de macro y meso-fauna. Este tapiz hoy en día ha desaparecido en gran parte por las quemas y dejó la superficie desnuda. Probablemente las quemas aceleran bastante el proceso de mineral ización e inicialmente la producción de nuevo material orgánico; desafortunadamente las quemas causan también perdida de nutrientes (con gases o particulas) por médio del mismo fuego, del viento y del agua. Futuras investigaciones dirigidas hacia un conocimiento más profundo del funcionamiento de cada uno de estos sistemas, deberán mostrar hasta qué punto las primeras

conclusiones

e hipótesis

sobre

este

funcionamiento

son correctas.

En los capítulos anteriores se han suministrado también bastante datos sobre la historia antigua y reciente de la Sierra Nevada (Bartels, 1984; Herrera de Turbay, 1984a y b; Van der Hammen, 1984d y Van der Hammen & Noldus, 1984; cap. 8, 23, 24, 26 y 27 de este volumen), y surge la pregunta si con base en estos datos se pu~den sacar conclusiones sobre la historia de los ecosistemas que acabamos de describir. Aunque no disponemos de datos directos sobre la historia pleistocénica de las selvas y bosques, los estudios geomorfológicos (y el conocimiento de los cambios cl imáticos y de vegetación en otras partes de los Andes septentrionales) nos enseñan que hubo desplazamientos considerables de las zonas el imáticas y de vegetación, y parece inevitable aceptar que las tres grandes ecosistemas zonales inferiores del flanco norte de la Sierra Nevada de Santa Marta,. actualmente repartidos en zonas hasta una altura de 3300 m, se hallaron en cierta épocas comprimidos en los 2000 metros inferiores de esta vertiente, con un gradiente térmico cercano a leC por cada 100 m. En las partes húmedas de las épocas glaciales, parece probable que los ecosistemas no diferían mucho de los actuales. Durante épocas secas y frías, posiblemente algunos de los ecosistemas tuvieron que adaptarse cambiando hasta cierto punto su composición florística y cuantitativa. Más notorio podría haber sido este fenómeno en el

594


páramo, ya que parecen haberse depositado sedimentos loesicos (eólicos) en partes de esta zona. Quizás los ecosistemas de las dos zonas intermedias,el GUSTAVIO-TOVOMITION y el MYRCIANTHO-WEINMANNION, no cambiaron mucho, ya que es probable que las zonas nubladas existían también durante las épocas relativamente secas del Pleistoceno La zona inferior, del ecosistema del ZYGIO-VIROLION, podría haber cambiado en dirección de un sistema de cl ima más seco, como los que actualmente se encuentran en el Parque Tairona (Lozano, 1984; cap. 17 en este volumen). Estos sistemas parecen, desde el punto de vista floristico ser relativamente cercanos al ZYGIO-VIROLION. En épocas más reciente fue de bastante importancia el hecho de la ocupación indígena pre-colombina de los flancos Norte y Oeste de la Sierra: la cultura Tairona. Cuando llegaron los conquistadores españoles, encontraron una ocupac ión densa de es tas áreas, con abundantes "c iudades" y pueb los. El resultado de las guerras entre indígenas y españoles fue el abandono del área por los indígenas, seguida por la recuperación de grandes áreas por la selva; aún la zona de la costa norte, sin duda originalmente densamente poblada por los Taironas, se cubrió de selva. El gran número de restos arqueológicos, de sitios de vivienda y caminos en toda el área (Herrera de Turbay, 1984b; cap.24 en este volumen), confirman los relatos de los cronistas. Es importante que la mayoría de las antiguas ciudades y otros sitios de vivienda, se encuentran por debajo de los 2000 m de altura. Parece entonces p robab 1e que ni e 1 ecos istema de 1 MYRCIANTHO-WEINMANNION ni e 1 de 1 LUZULO- y HYPERICO-CALA}MGROSTION fueron afectados seriamente por las actividades agrícolas indígenas. Por otro lado, no hay duda que el ecosistema del ZYGIOVIROLION y en buena pa rte e 1 ecos istema de 1 GUSTA VIO-TOVOMITION fue ron afectados considerablemente. Por el anál isis de polen depositado en los suelos sabemos que en grandes áreas estos sistemas f~eron cambiados por campos de cultivos ("agro-ecosystems"), aunque probablemente restos de bosques permanecían. Después del abandono de las ciudades y campos, hubo una sucesión que condujo a la recuperación de estos terrenos por los ecosistemas selváticos originales, como lo demuestra el anál isis de polen. Las nuevas selvas, como se esperaba, eran bastante similares a las originales, pero los datos históricos de polen muestran que no eran siempre idénticas. Así, parece que la abundancia de la palma Dictyocaryum es mayor que antes y lo mismo podría valer para el aguacate Persea. La abundancia actual de estos elementos podría quizás expl icarse como "rel icto" de la situación en la época indígena: es factible pensar que las palmas y los aguacates eran árboles que no se tumbaban en la tala del bosque, como también ocurre frecuentemente con las palmas en la actual idad. Esta situación de abundancia relativa al comenzar la recuperación del bosque, podría haber persistido hasta hoy en día. El aumento de palmas y también de ViroZa desde la época de la influencia humana, se registró igualmente en el polen fósil en los sedimentos de la Ciénaga Grande de Santa Marta Es particularmente (Van der Hammen & Noldus, 1984; cap.27 en este volumen). importante que una condición histórica de hace 400 años pudo haber definido algunos aspectos de los ecosistemas actuales. El impacto de la acción humana sobre los ecosistemas aparentemente puede llegar a ser mucho más perdurable de lo que nos hemos imaginado. Como el impacto de la acción humana hoy en día en la Sierra Nevada es aún más incontrolable que en la época indígena y facilmente puede conducir a una erosión de suelos muy seria, son más grandes los pel igros de causar daños irreparables a los ecosistemas originales y a los ecosistemas "antropogénicos" que los suceden. Es posible que se pierdan extensos recursos naturales, que no se podrán recuperar ni en los siglos venideros, si no se toman medidas serias para controlar la destrucción progresiva de los ecosistemas de la Sierra Nevada.

595


Zonal ecosystems

of the northern (Buritaca-La

flank of the Sierra Cumbre transect)

Nevada

de Santa Marta

INTRODUCTION

During field studies in the Buritaca-La Cumbre transect (and the elaboration of the collected material), numerous data pertaining to vegetation, soils and climate (Van der ~ammen & RuĂ­z, 1984) were brought together, providing information, at a relatively high level of integration, regarding the (zonal) ecosystems in the area, their principIe characteristics, and, possibly, indications of their way of functioning. In Fig. 132thosedata from the transectarecompiledandcorrelatedthatseemed to be of primary importance to this end. The information regarding the types of vegetation and their classification and structure (including the impor~ant records of bryophytes) is relatively abundant, but that on the soil fauna is less detailed, although yet of considerable importance. Cl imatic data are scarce, especially as concerns the highey part of the area. The average annual temperatures are relatively well known (partly from the evidence of the soil temperatures), but for the annual rainfall figures only estimations based on meteorological data from surrounding areas (the lower part of the Sierra) were at our disposal. The annual distribution of the rainfall and the cl imatic diagrams may be estimated with the aid of information frommeteorological stations in the NW of the Sierra, but only in the lower part (till 2500 m altitude). Some diurnal thermohygrograms from the transect (between 900 and 2700 m altitude) are a~ailable; although this information is 1 imited and statistically insufficient, the trends are clear, and it constitutes a valuable contribution to understand the "biocl imate". The data compiled in Fig. 132 were taken from chapt.2,3,4,5,8,9, 10, 14,15, 16 and 19 of this volume (Van der Hammen & RuĂ­z, 1984). The vegetational records are from Cleef & Rangel (1984), Cleef, Rangel, Van der Hammen & Jaramillo (1984); the edaphic data (including the (1984) and Van Reenen & Gradstein records of the soi 1 fauna) were taken from Sevink (1984) and Van der Hammen (1984a, b), and the climatic data from Perez (1984) and Van der Hammen (1984c) . In Fig. 132 the data are arranged in altitudinal order (the principal gradient is the temperature; but also the rainfall and the relative air humidity vary to some extent with the altitude). It is to be expected that the vegetation type (including its floristic composition) and the soil are closely related to these cl imatic factors. At the left the Buritaca-La Cumbre transect is represented. The horizontal and vertical scales are the same, though the height of the stand of vegetation (forest) has been drawn twice exaggerated. The principal rock types are indicated and to some extent the structure of the stand, which is better represented in the next section where the discrete examples are given besides structural schemes of the principal vegetation types. The forests are represented at the same scale, but the pĂĄramo vegetation (above 3400 m) was necessarily represented at a larger scale. The synsystematic names of plant all iances,

596


assoeiations their

and

significanee. The next edaphie

part

The

the

their

last

data, sueh rainfall. Some

as

right)

of

humus

to

and Fig.

part

of

data

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air

132

eould

right)

in

be

terrestrial

are

added

establ

ished,

units

and

the

soil

O

and

A

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the

reeognized

on

el imate

fauna

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and

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and

bryophytic

soil

far

for

below,

are

are followed by some of organic production. available,

the

indicated

out

considerable

being

data

data type

some as

temperature

are

and

the

Some

These on the

given,

is pointed of

zones/types

indireetlyrelatedwith

intervals

humidity

epiphytic

annual

or

those

eontains

soil

(far are

as are

thei r distribution

(diurnal) average

right;

properties.

and

Fig.

the

abundance

132

principal

physio-ehemical of

the

follow, the

fol low

floristics

four

thermohygrograms

the

on

importanee for the eeosystems. on the soi 1 temperature, and

In the

of

relative

whieh

an

air

other

annual

humidity increase curves

the

(which

some

the

upward

subsequently

covers

(annual)

and

of relating

depend

highly

on

humidity). Finally,

Bartels

THE

data

(1984;

ZONAL

The of

(to

forms/types

of speeial information

to

based

charaeteristies,

aecording to are included.

and

subassociations

boundaries,

chapt.8

"zonal"

edaphie In this bogs

the

morpho-el

imatic

zones

studies

in the

character,

i .e.,

transect

area

in stands

not

were

always

strongly

earried

influenced

or hydric faetors, but in the .first place determined artiele we shall not deal with "azonal" vegetation

and

aeeording

to

volume).

ECOSYSTEMS

vegetational a

regarding

in this

lakes),

and

we,

aceordingly,

will

only

deal

here

out by

by the (sueh as with

in stands

local ised, el imate. marshes,

"zonal

eeosystems". The out

relevĂŠs

on

of

relatively

Buritaea influenee

the

vegetation

types

wel l-drained

ridge proper. In of the downslope 1 ike

the

orobiome

of

but

little

developed,

young

and

the

same

developed

as

in more

on

soils,

slopes

ete.)

at

were

some

always

distance

in

that

of

or

less

flat

the

northern

sometimes

"zonal"

tropical

even

vegetation),

areas

or

on

Andes,

eolluvial.

are,

50ft

slopes.

are

the

show the zone of young therefore,

"Zonal"

therefore,

earried

below

these eireumstances the soils frequently movement of material. Most soils in a

mountains,

sense

(and

sites,

soils only

(in well-

Notwithstanding

this

"under-developed" eharacteristies

eharacter related to

of the

the soi 15 in the area, they exhibit clear el imatic zone and the vegetation type that

of

importanee

for

the

considerable When

we

we

are

try

to

eonfronted

classification. different to certain Earth. to for

be

One more

The

levels, minor must,

eorrespond, frequently it yields If this

zonal of

"ecosystem"

system:

orobiome) to

eeosystems been

speaking

the

serve

would that

that

that with

as

may

author

the

represent of

the

the

type

"assoeiations",

597

at

very

biome

zonal

(zonobiome; and

azonal

eeosystems("biogeoeene") the

vegetation

biotic

(hierarchy hierarchy

eeosystem ete.

(orobiome),

terminology,

the

different

system of

biome

1 iterature

unit

important)

the

a

hierarchic

in ecosystem major

smallest

for

a

in the

plantassoeiations,

basis a

of

are

eeosystem.

very small ones corresponding the eeosystem of the entire

eontain

synsystematic

as

used

hierarchy

proposes

the

within

and

from to

most visible (and very organie produetion).

is aeeepted, might

some

(1979)

of

definition has

define

Walter

generally

than

the

problem

therefore,

being the the primary

"allianees'l

magnitude

term

Aeeording

assoeiations) the

the

e.g., for units ranging types of biogeocommunities

speeifie.

a mountain

eeosystems.

differentiate with

eharacterization

of

Finally

of of

a

part

cover (because

plant-

ecosystems,

higher "plant

order

where of

formations"


(mangrove forest, tropical savanna, etc.) would represent at a mundane level. We think that this idea could for the in mind and be verified on the three cordilleras

or rejected once of the northern

will

the

be

shown

evident

below,

that

the

synsystematics those of the of

the

the

in

coincide soi 15 and

"alliances".

(or

soil

In the of

case

be

those

that yield

Since the

the

ECOSYSTEM High

the

to

OF

be

stabi1

more

1.

c.

40

There cm

respiration and

imatic

ECOSYSTEM

OF

and

a

trees

is no

the

soil

the

4 wi th

LUZULO-

the

treated

at

mentioned

than

by

in

the

and for repeated

significant,

the

the

vegetational

that reason , but only

in particular

when

they

differences.

part

of

of

the

transect

starts

from

area

ca.

450

450 m and wet season;

(0-500 m

m

10);

Earthworm

must

epiphytic

be

pH

biomass and

brvophyte

of

5-6.

cover

O horizon:

Soil

varies

Colembola

relatively

Average

annual

2-5

cm;

temperature

from

10

locally

to

60

cm3/m2

abundant.

The

hiqh. sparse.

dissection

and

mass

movements.

differs from the poulsenio-Pepseetum (apart by its structure (large emergent palms are annual

temperature,

and

by

'a higher

from

earthworm

GUSTAVIO-TOVOMITION

Relative

humidity

high.

Long

wet

Average annual temperature Estimated annual rainfall:

season;

number

of

dry

months:

1- 3. Soil lower

type/zone

part

Mor/Moder of

stabil

2-5 (e/N ized

2. cm, 15

soi]

relativelyslow. are parto

fewer

Isopoda

Microbia]

ZYGIO-VIROLION,

in

altitude.

1100 m altitude). Annual number of dry months up

Thickness

approx.

Formicidae

30-40 m.

approximately

bleaching.

(C/N

lowe.r average

THE

mm.

of

be

being

Subandean forest with trees up to 20(-30) m high. 13°-21°C (between c. 1100 m and c. 2400 m altitude). 3500-4500

for

correspondence plant-

2 with

place

only

description

processes:weathering,

The Dictyocapyo-Zygietum floristically) principally by

names

clear the

limits

characteristics

lowest

the

depth.

microbial

abundant), b iomass.

the

fi rst

functional

the

Mu11

increasing).

Morphocl

more

possible

with

(altitudinally

Terrestrial

rather partly,

and

units

21° and 25°C (between 2800-4000 mm. Long

8.5%.

approx.

soil

is a and,

in the

lower

by

from

forest

type/zone at

synsystematic

the

wi 11

noteworthy

on

e izes

the

ZYGIO-VIROLION

THE

equatorial

Soi1

the ecosystems (1 ike manifest in the case

the important information of the systems wil 1 be

insufficient,

temperature between rainfall (estimated): to four.

organic

with

ecosystems

it seems

employed.

"alliances",

information is

transect

vegetational

ZYGIO-VIROLION, , 3 wi th the MYRCIANTHO-flEIlJt1ANNION, and HYPERICO-CALANAGROSTION.

information

Buritaca)

provisionally

respectively),

132 gives all characteristics

seem

of

wil 1 be

differentiated

ones alone. Fig. not all observed might

Cumbre

1 corresponds

following may

Buritaca-La "alliances"

subassociations,

synsystematic

they

the the

from Fig. 132 that there limits of the alliances

type/zone

GUSTA VIO-TOVOMITION CALAMAGROSTION and level

of and

here

ecosystems

It is quite evident between the a1titudinal units:

of the ECOANDES I project have been completed. As

with other characteristics of the climate); it is especially

Therefore,

corresponding

associations

case

"associations"

the studies Andes will

types of ecosystems time being be kept

in to

There the >25);

is no higher pH

temperature

Earthworm and soil

Thickness

part

cm;

4-5. c.

respiration the

17-18

Superficial 40

biomass

Diplopoda;

becauseof

b1eaching.

cm.

rises

upslope

probab]y lower

of lower

temperatures

598

25

importance than and

horizon

in

the

10-20%.

well-developed.

organic from

O

C approx.

root-mat

Primary

Formicidae

of

organic

production to

150 only

in the the

Depth probably

cm3/m2• in

the

ecosystem

high

humidity.

TherB lower of

the


Bryophytic terrestrial cover sparse «10%); bryophytic epiphytic cover rises from 20 to 70%. Morphocl imatic processes: weathering, dissection, mass movements. The Calatolo-Dictyocaryetum differs from the Cavendishio-1ovomitetwn (apart from floristically) by, e.g., its structure (large emergent palms are abundant), by a higher average annual temperature, a thinner O horizon and the presence of ants. In the Cavendishio-Tovomitetumstylogynetosum a considerably higher earthworm biomass was found than in the subassociation graffenriedetosum. ECOSYSTEM

OF THE MYRCIANTHO-WEINMANNION

Andean forests and scrub with trees of 8-15(20) m. Average temperature 8°-13°C (altitude c. 2400/2500 m - 3300 m). Estimated annual rainfall 2000-4000 mm. Rel¡¡t"iveair humidity very high. In the dry months night frost occurs occasionally. Long wet season; number of dry months 1-3 (7). Soil type/zone 3. Some bleaching. O horizon: 10-20 cm; organic C 20-30%. Mor/Moder (C/N 15 to >25); pH approx. 4. Superficial root-mat well-developed. Depth of stabilized soil temperature c. 10 cm. Primary organic production probably (relatively speaking) very slow. Earthworm biomass locally very low Bioactivity in the soil upon the whole very low. Microbial soil (0-10 cm3/m2). respiration probably considerably reduced because of the lower temperatures and the very high humidity. Bryophytic terrestrial cover rather dense (20-30%); bryophytic epiphytic cover very dense (70-80%). Sphagnum sometimes locally common. Morphoclimatic processes: dissection; weathering and mass movements in the Clusio-Weinmannietum pinnatae only. " The Chaetolepido-Myrcianthetum differs from the Clusio-Weinmannietum pinnatae (apart from its floristic composition) in the lower average annual temperatures, in its structure(having considerably lower canopy) and by the absence of massmovements. As far as the edaphic features are concerned, the ChaetolepidoMyrcianthetum libanothamnetosum exhibits several characteristics transitional towards the páramo. ECOSYSTEM

OF THE HYPERICO-CALAMAGROSTION

and LUZULO-CALAMAGROSTION

Open vegetation of the páramo proper; bunch grass páramo (partly with dwarfshrubs). Average annual temperature 4°-8°c (c. 3300-4100 m altitude). Estimated annual rainfall 1500-2000 mm. Relative humidity high (but the diurnal fluctuations are probably stronger than in the interior of the forests). Night frosts are of frequent occurrence. There is a long wet season. Number of dry months possibly 1-3 (7), but the effect on the soil is possibly stronger than in the forests. Soil type/zone 4. Strong bleaching. O horizon: approx. O cm; organic C content 10-15%. Mull/Moder (C/N 10-20); pH 5-5.5. Depth of stabilized soil témperature c. 35 cm. Primary organic production below the surface probably relatively high (roots); above the surface the dead leaves of grasses may form an almost continuous cover. Earthworm biomass 5-100 cm3/m2• Collembola are relatively abundant. Diplopoda are abundant, especially in the habitat below the cover of dead bunch grass leaves (the cover disappears in burned zones; where the effect of cattle grazing prevails the bunch grasses are replaced by the ground rozettes of Acaena cylindristachya). The microbial soil respiration is probably still more reduced because of the lower (average annual) temperature. The bryophytic terrestrial cover is relatively high: 10-80%. Morphocl imatic processes: dissection. The LUZULO-CALAMAGROSTION differs from the HYPERICO-CALAMAGROSTION (apart from its floristic composition) by a lower average annual temperature (and doubtlessly more frequent night frosts), and by a greater abundance of certain elements of the soil fauna.

599


In the next paragraph some fundamental aspects of the functioning major zonal ecosystems just described wil 1 be discussed. FINAL

of the four

OBSERVATIONS

The short description of certain characteristics of the ecosystems, as given above (see also Fig. 132), shows that the more fundamental differences occur between units,~t the level of synsystematic al] iances. The 1 imits between these units that seem to ha ve a considerable spatial extension as altitudinal zones, coincide with an appreciable number of changes in different characteristics. The altitudinal limits of the associations show fewer changes of characteristics; the principle changes at this level are of a floristic nature and in the abundancy, vegetation structure and mean annual temperature. In the pรกramo the two all iances LUZULO-CALAMAGROSTION and HYPERICO-CALAM~4GROSTION together seem to have a comparable hierarchic level and to represent an ecosystem of the same level as the three forest all iances. A comparison of the four major ecosystems (at the leve] of all iances) suggests that the cl imatic factors (telT!perature, rainfall, humidity and incoming solar radiation),do not only determine the florstic and quantitative composition of the stand of vegetation, but also (at least partly) the total bioactivity of the soil (i.e., the processes of humification, decomposition and mineral ization), and thus greatly influence the availabil ity and turnover of nutrients and probably, directly or indirectly, the primary production of organic matter. It seems, therefore, as if the ecosystem of the ZYGIO-VIROLION has a relatively high primary production, whereas most of the dead organic matter is apparently rapidly decomposed, thus facil itating the immediate availabi 1ity of the minerals. Conceivably, the strong decomposition (th~ough weathering) of minerogene material in the warm tropics (and the re]atively easy transportation of this material along the surface),may produce an additional quantity of minerals available to the plants. For these reasons tbere is possibly not such a strong competition for mineral- and other nutrients, as in the ecosystems of the next higher zones, and there is no appreciable development of a superficial root mat. Another noteworthy fact is the abundance of species frequent in secondary forests; possibly the stand of vegetation has not yet reached the state of a relatively "final" cl imax. The ecosystem of the GUSTAVIO-TOVOMITION already shows a marked increase of surface-accumulated humus and a wel l-developed, superficial reot mato This seems to indicate a slower decomposition and/or mineral ization, leading to a strong competition for minerals and other nutrients. Lower temperatures and a considerable soil humidity diminish the bioactivity, which is a1so worsened by the lower pH caused by certain humification processes. The decomposition of minerogene material is probably less important; the same may hold for the movement of minerogene material along the ground surface (protection of the soil by a superficial layer of humus and roots). The frequent mist in this cloud-zone causes a lower input of solar energy into the system, thus slowing down the primary organic production. The ecosystem of the MYRCIANTHO-WEINMANNION presents even more extreme conditions. The primary organic production is probably lower (and slower) than in the former ecosystem, because almost continuously overcast skies (mist) further diminishes the solar radiation received (dark cloud forests), while the mean annual temperatures are 10wer. On the other hand, the development of the superficial root layer (root mat) and the humus accumulation is more pronounced, and the competition for minerals and other nutrients is probably stronger, for the same reasons as given for the former ecosystem.

600


The eeosys tems of the HYPERICO-CALAMAGROSTION and LUZULO-CALAMAGROSTION funetion under still lower temperatures, and with frequent night frosts, and for that reason and notwithstanding the environmental humidity, suffer from a physiologieal dryness. Being (buneh)grasslands dominated by Gramineae, their produetion of roots ete. below the ground surfaee must be relatively high, and beeause the mierobial aetivity is redueed beeause of the low temperatures, the reeyel ing of minerals probably proeeeds slowly. Coneeivably, most of the ground surfaee was original ly eovered by a relatively thiek "earpet" of dead leaves from (buneh)grasses, whieh formed a speeial habitat for the aetivity of maeroand meso-faunal elements. This eover has mainly disappeared owing to burning by man, leaving part of the surfaee barren. Probably the burning of vegetation eonsiderably aeeelerates the proeess of mineral ization and initially the subsequent produetion of new organie material; however, it also means 1055 of nutrients (as gas or partieles) by various agents (fire, wind and water). Future investigations direeted towards a more profound knowledge of the funetioning of eaeh of these systems are required before these hypotheses and primary eonelusions can be eonfirmed. In the aforegoing ehapters data have also been provided regarding the earl'ier an9 reeent history of the Sierra Nevada (Bartels, 1984; Herrera de Turbay, 1984a and b; Van der Hammen, 1984d and Van der Hammen & Noldus, 1984; ehapt. 8, 23,24, 26 and 27 of this volume), and one may ask if these data permit the drawing of eonelusions eoneerning the history of the eeosystems deseribed above. Although direet data regarding the Pleistoeene history of the forests are laeking, the geomorphologieal studies (and the ~ognisanee of the ehanges รณf el imate and vegetation in other parts of the northern Andes), teaeh us that eonsiderablydisplaeementsof elimatie- and vegetational zones must have taken place, and it seems inevitable to aeeept that the lower three major zonal (forest) eeosystems of the northern flank of the Sierra Nevada de Santa Marta, at present distributed in zones reaehing to an altutude of e. 3300 m, were during eertain epoehs eompressed and eovered in only the lower 2000 m of that flank, with a thermal gradient near to lDC for every 100 m. During the el imatieally more humid parts of the glacial periods, the eeosystems probably did not differ appreeiably from the present ones. During eold and dry phases, some of the eeosystems probably had to adapt themselves by ehanging to some extent their floristie and quantitative eomposition. This phenomenon may have been more pronouneed in the pรกramo, as it seems that loessie (eol ie) sediments indieating a eonsiderably different (drier) el imate, were deposited in eertain parts of the pรกramo zone. The eeosystems of the two intermediate zones, the GUSTAVIO-TOVOMITION and of the MYRCIANTHO-WEINMANNION, possibly did not ehange very mueh, probably beeause the eloud-zones existed also during the relatively dry phases of the Pleistoeene. The lower zone of the eeosystem of the ZYGIO-VIROLION possibly ehanged in the direetion of a system of a drier el imate, of the type at present found in the Parque Tairona (Lozano, 1984; ehapt.17 in this volume); from the floristie point of view, those systems seem to be relatively elose to the ZYGIO- VIROLION. In more reeent times the pre-Colombian Indian oeeupation (the Tairona eulture) of the north and west flanks of the Sierra was of considerable importanee. When the Spanish conquistadores arrived, they found a dense oeeupation of these areas, with abundant "towns" and v'illages. The result of the war between Indians and Spaniards was the abandonment of large areas by the Indians, followed by the invasion by and re-establ ishment in these formerly eultivated areas of the forest; even the northern eoastal zone, doubtlessly at one time densely populated by the Taironas, was eovered again by forest. The large number of arehaeologieal remains of 1 iving sites and of paved foothpaths in the area (Herrera de Turbay, 1984b; ehapt.24 of this volume) eonfirm the aeeounts of the Spanish ehronielers.

601


It is noteworthy

that the majority

of the former

towns and other

1iving sites

lay below 2000 m altitude (from the sea level to 2000 m). Most probably the ecosystems of the MYRCIANTHO-WEIM~HHION and of the LUZULO- and HYPERICOCALAMAGROSTION were not seriously affected by Indian agricultura] activities. On the other hand, there is no doubt that the ecosystem of the ZYGIO-VIROLION, and in a considerable area also the ecosystem of the GUSTAVIO-TOVOMITION, suffered considerably. By means of palynological analyses of the soils it has been establ ished that in large areas these systems were changed into cultivated fiels ("agro-ecosystems"), although most 1 ikely frequent remnants of forest occurred in the area. After the abandonment of the towns and fields there was a vegetational succession leading to the re-establ ishment in those areas of the original forest ecosystems (as is evident from the pollen diagrams). The new forests were, as may be expected, very similar to the original ones, but the historical data from poI len analyses show that they were not always identical. Thus, it seems as if the abundance of the palm Dictyocaryum is greater than it was before and the same could hold for the avocado (Persea). The present abundancy of these elements can conceivably be attributed from the times of the Tairona Indians: it is not unlikely

to a "rel ict" status that the palms and

avocados were spared when the forest was cut down, as frequently happĂŠns to-day with palms. Such an artificial, relative abundance prevail ing when the reestabl ishment of the forest started, may wel 1 have persisted til 1 now. The increase of palms and also of Virola since the beginning of human interference is also reflected in the fossil poI len in the sediments of the CiĂŠnaga Grande It is de Santa Marta (Van der Hammen & Noldus, 1984; chapt.27 in this volume). particularly important to establ ish that an historical condition of 400 years ago may have determined some aspects of the recent ecosystems. The impact of human activity on the ecosystems has apparently been much more lasting than one is incl ined to imagine. As at present the impact of human action in the Sierra Nevada is much less controlled than it was at the time of Indian occupation, and easily may lead to very serious soil-erosion, the danger of infl icting unreparable damage to the original ecosystems and to anthropogenic ecosystems has become much greater. Presumably the uncontrolled actions of colonists will lead to the 1055 of extensive natural resources that cannot be restored for centuries to come unless serious measures are taken to stem the progressive destruction of the ecosystems of the Sierra Nevada.

602


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603

2, cap.14,

Heidelberg

Cramer,

Science

Vaduz.

Library,

'


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