Hace miles de años que fue escrito con toda claridad el tema de este Pentagrama en la Taittriy Upanishad: «Para que se eleve el conocimiento, hace falta tanto maestros como alumnos. Y, por encima de todo, un tercer factor: un diálogo o una conversación».
La poderosa imagen original del ser humano sembrado en la materia se anima en esos diálogos y al final de una evolución secular, y aparezca más claramente su propósito de una maravillosa belleza. El ser humano verdadero es únicamente Conciencia, Gnosis.